Jungkook caminaba hacia la casa de Jimin con sus audífonos en sus oídos escuchando su banda favorita, One Ok Rock, a todo volumen.

Faltaban unos minutos para la hora de su encuentro, y no negaba que sentía un poco de curiosidad por lo que Jimin le mostraría, aunque con lo poco que conocía su novio, intuía que podría ser un laboratorio de ciencias o su propia biblioteca en casa, Jimin era todo un cerebrito a la hora de estudiar.

En ese momento lo que sus amigos le habían dicho en la mañana llegó a su mente, y quiso abofetearse a sí mismo.

Jimin no lo citaría para tener sexo, claro que no, el chico era demasiado inocente, tierno y adorable.

Tomó una larga respiración y dejó salir el aire lentamente, su cerebro seguía sin entender ¿Por qué diablos seguía haciendo esto?, pero al parecer jamás le iba a encontrar respuesta a esa pregunta, puesto que cuando se trataba de Jimin sus neuronas parecían estar freídas.

Tocó la puerta con flojera y esta se abrió de inmediato, delante de Jungkook había una imagen que no espero en ningún momento.

Park Jimin estaba usando lo que parecía un uniforme de bailarín de ballet, que más bien parecía una segunda piel, las piernas se le marcaban totalmente sin dejar nada a la imaginación, para ser bajito sus piernas increíblemente largas y muy sexys.

Jungkook tragó grueso.

No se había dado cuenta de que sus ojos detallaban el cuerpo de su novio y se quedaron tan pegados en las piernas de Jimin hasta que este se rio un poco divertido.

— Jungkook mi rostro está aquí arriba — levantando una ceja.

Jungkook tosió su rostro rojo hasta las orejas, ¡Diablos! Cuando estaba con Jimin se volvía tan torpe —Discúlpame, es que te ves distinto vestido asi—dijo entre dientes.

—No tienes que disculparte, ¿Te gusta?  —Preguntó Jimin sonrojado.

Jungkook asintió y trago saliva e hizo lo primero que se le ocurrió para cambiar de tema, se acercó dejando un corto beso en los labios de Jimin.

Ese beso solo duro tres segundos, y Jungkook se apartó en seguida dándose cuenta de lo que estaba haciendo, ¡Él había tomado la iniciativa de besar a Jimin!, esto no era parte del plan que estúpidamente trazó en su cabeza para los siguientes meses.

Durante ese tiempo él pondría de su parte para ser un buen novio para Jimin, pero también trataría de mantenerse lejos del chico en cuanto al contacto físico, lo que era un poco demasiado difícil porque Jimin era amante de los abrazos, besos, mimos y quería estar todo el tiempo junto a él.

Jungkook se carraspeó la garganta desvió la mirada a la enorme sala —Tu casa es muy bonita, ¿Qué me querías enseñar? —Preguntó.

—Vamos es por aquí —Jimin lo tomó de la mano y le guío por un pasillo.

Jimin sonrió, se le hacía muy adorable como un chico rudo como Jeon Jungkook se ponía tan nervioso ante su presencia, tratando de no mirarlo demasiado y dándole solo besos castos, así que el comportamiento de Jungkook significaba que su novio era un chico respetuoso, y no un delincuente sin cerebro como lo describían sus amigos.

Jungkook era un tanto torpe, quizá un poco frio también, por eso se sentía muy lindo la forma en que Jungkook poco a poco empezaba a mostrar sus sentimientos hacia él, con pequeñas acciones y gestos.

Solo necesitaban pasar mucho más tiempo juntos, y tenerse confianza mutuamente, Jimin pondría todo de su parte para que su relación funcionara.

Jungkook se dejó guiar por Jimin hasta una habitación que tenía muchos espejos, era como su propio salón de baile, además en un reproductor estaba sonando Clock Strikes, eso sí que lo sorprendió.

— ¿Te gusta One Ok Rock? — Preguntó asombrado.

Jimin se sonrojó de inmediato — Empezaron a gustarme desde esta mañana, cuando escuche música contigo—

—¿Los estás escuchando solamente porque a mí me gustan? —

—No, bueno un poco, es que quiero conocerte más Jungkookie— Admitió.

A Jungkook le pareció demasiado tierno el gesto de Jimin, nunca antes alguien empezó a escuchar a su banda favorita solamente por conocerlo mejor, ni siquiera sus amigos, ellos lo llamaban anticuado y pasado de moda.

—No tienes que escucharlos simplemente porque a mí me guste su música, somos novios, pero no tenemos que ser iguales, no pensamos de la misma manera, ni mucho menos debes hacer algo que no quieras por complacerme a mí ¿entiendes? — Le dejó claro acariciándole una mejilla.

Jimin asintió con una sonrisa radiante llegando a la misma conclusión por millonésima vez, Jungkook era a su manera un novio perfecto —Pero no solo escucho su música porque a ti te gusta, también me parecieron muy buenos, We are, es una canción increíble—

Jungkook sonrió amplio —Esa es de mis favoritas—

—¿De verdad? — a Jimin le brillaron los ojos por tener algo en común con su novio.

Jungkook quiso besar a Jimin cuando vio su rostro feliz, y se dio cuenta de que aún le estaba tocando la mejilla y aparto la mano de forma tímida —Cuando quieras te Puedo recomendar algunas canciones—

—¡Encantado de escucharlos!— Soltó aún más animado.

Jungkook carraspeo su garganta al darse cuenta de que estaba sonriendo como un tonto —¿Qué me ibas a enseñar? —

—Oh, es que como tú prometiste que me mostrarás tus dibujos, yo quiero mostrarte lo que a mí me apasiona hacer, pero debes sentarte allá —Jimin le señalo una silla y una melodía muy diferente empezó a sonar.

Jimin se paró en medio de la habitación en una posición elegante.

Jungkook lo miraba atento y muy curioso, Jimin empezó a moverse al ritmo de la música, hacía giros y daba saltos estilizados, sus movimientos eran fuertes, pero a la vez suaves y delicados, casi hipnotizantes, parecía un bailarín profesional.

Jungkook tragó saliva cuando pensó que Jimin se caería, pero en realidad hizo un split perfecto, y luego se levantó de forma elegante haciendo unos giros en un solo pie.

Era increíble, podría imaginarlo en un escenario con luces y él siendo el centro de atención, Jungkook no tenía idea de nada sobre ballet, pero sin duda Jimin era muy talentoso y dedicado.

Terminó su presentación con un salto y una bonita pose.

Jungkook se puso de pie y aplaudió sin poder evitarlo.

Jimin le sonrió e hizo un pequeña reverencia mientras recuperaba el aliento.

—¿Qué tal te pareció? — Preguntó acercándose a Jungkook.

—Eso realmente estuvo genial — Dijo Jungkook con sinceridad.

—Gracias Kookie — Jimin suspiró muy emocionado —Esperaba que no te aburrieras—

—¿Aburrirme?, es muy entretenido tus movimientos son tan artísticos y precisos —Jungkook frunció el ceño —¿No te duelen los pies después de practicar? —

—Ya no tanto, al principio si mucho, Pero práctico ballet desde que era bastante pequeño, estuve en varias presentaciones, mi sueño es ser un bailarín profesional — Le contó Jimin con su voz llena de ilusión y se sentó en el piso golpeando el puesto a su lado invitándolo.

Jungkook se sentó al lado de Jimin escuchándolo, hablaba muy emocionado sobre su sueño, a las ciudades que le gustaría viajar para mostrar su baile, había mucha pasión en su voz, y una sonrisa que le iluminaba el rostro

Hasta en eso eran distintos, Jimin tenia talento y un sueño, era como esas personas que saben lo que quieren y luchan por ello.

Jungkook todo lo contrario, era un bueno para nada, que no tenía ningún sueño o anhelo, tampoco talento y mucho, y con sus notas ni esperanzas de una universidad, ni si quiera se molestaba en pensar en eso, su realidad era que no tenia idea de que vino hacer al mundo ni mucho menos de que hacer con su vida.

 — Por eso debo esforzarme si quiero pasar las audiciones en Hope World a finales de año— Le contó un poco más.

—¿Hope World? — Jungkook nunca había escuchado hablar de eso, ¿Era una universidad?

—Sí, es una de las academias de danza más importante del país, sus mejores estudiantes han hecho presentaciones alrededor del mundo, danza contemporánea y ballet son sus estilos más destacados, sus maestros son impresionantes, sobre todo Jaemin, parece un dios de la danza contemporánea— Le explicó alegremente.

— Tu no lo haces nada mal, eres un experto en esto—  Le aseguró Jungkook.

— Debo mejorar, espero estar listo para ese día — Jimin hizo un puchero.

—Ya eres muy bueno, créeme — Le aseguro Jungkook — Yo no podría hacer ninguno de esos giros y saltos, ni siquiera sé bailar—

—Se necesita mucha práctica, pero puedes intentarlo, nunca es tarde para aprender a bailar — se burló Jimin.

Jungkook entrecerró los ojos — No te rías de mí—

—No lo hago— Dijo Jimin riendo — inténtalo un poco—

—No— Jungkook se cruzó de brazos.

—¡Kookie!, vamos te enseñaré, ¿Qué tal un vals? — Jimin se puso de pie y le tendió la mano.

—¿Para qué quiero aprender a bailar vals? — Preguntó Jungkook con el ceño fruncido, ese era de los bailes más aburridos que existían.

—Para el baile de graduación — Insistió Jimin tomándolo de las manos para levantarlo —Por mí ¿Si? —

—Bien, si te piso no te quejes— Jungkook se puso de pie de mala gana.

—No es difícil, mira pon tu mano aquí —dijo ubicando su mano en la cintura — y está aquí, solo debes seguir el ritmo, el vals es fácil solo tres pasos, 1, 2, 3— dijo señalando sus pies.

Jungkook lo intentó, claro que lo hizo, pero él era muy torpe para esto, y parecía tener dos pies izquierdos.

Jimin no dejaba de reír —Para, me estoy esforzando—

Jimin trató de ponerse serio — En realidad lo estás haciendo mejor de lo que pensé — Murmuró dándole un besito como premio.

Jungkook se quedó un momento paralizado por el repentino beso y Jimin hizo un movimiento que no esperaba, eso hizo que perdiera el equilibrio tropezando con sus propios pies cayó de espaldas en el piso, tirando a Jimin sobre el.

Sus rostros estaban tan cerca, sus ojos fijos y sus respiraciones mezclándose, el cuerpo de Jimin por completo sobre el suyo, sus manos en la espalda baja de su novio.

Jungkook se pasó la lengua por sus labios resecos, su corazón dio un pequeño salto, dándose cuenta de la posición.

Pero lo que más lo asusto es que su entrepierna se estaba empezando a endurecer, ¡Diablos! Esto era malo muy malo.

Jungkook se negaba a aceptar que esto le estuviera pasando, ¡Él era un novio falso! No tenía por qué excitarse así con el cuerpo de Jimin.

—¿Estás bien Kookie? — Jimin hizo ademan para levantarse.

Jungkook solo pudo mirar las gotitas de sudor que bajaban por el cuello de Jimin, y siseó bajo—S-si, ¿No te lastimaste? —dijo con voz un poco ronca.

Jimin le sonrió y negó con la cabeza —Estoy bien — dijo sonrojado.

—Que bien, ¿Puedes levantarte? — suplicaba en su mente que no se le notara el problema.

— ¿Qué pasa Kookie? — Preguntó confundido ya que Jungkook lo apartó cuando estuvieron de pie.

—Necesito el baño —dijo rápido.

—Oh, segunda puerta a la derecha — le informó Jimin de forma tierna.

Jungkook salió despavorido y entró al baño, mirando la tienda de campaña en su pantalón, esto no tendría que estar pasando.

¡No podía desear a Jimin de manera sexual!, menos ahora que tendría que conocer a su “suegro”, un militar, y Jungkook estaba seguro que lo castraría si tocaba a Jimin.

— ¿Kookie?, ¿Estás bien? —la vocecita de Jimin se escuchó del otro lado de la puerta.

—Sí, solo dame un momento—

¿Así o más jodido Jungkook? Se preguntó a sí mismo con sarcasmo.

Hola corazones bellos, espero que les haya gustado este capítulo y la que estaba escuchando One Ok Rock a todo volumen mientras escribía este capítulo en realidad era yo.

Los amo nunca de los nunca lo olviden.