Buenas, mis niños. Cómo va todo? Sí, ya sé, es un milagro que tía Symphony esté actualizando tan pronto nuevamente, pero antes de que se asusten y me pregunten si tengo fiebre, no vengo a compartirles un dibujo, sino una meta que alcancé hoy relacionada a mi arte.

Les conté en la parte anterior que hace unos días fue el cumpleaños de mi mamá. También les conté que el dibujo de la soberana y el gato era su regalo. Lo que no les conté es el otro obsequio que le estaba preparando, y que hoy por fin pude conseguir.

Recuerdo que una personita me había dicho que el dibujo debería estar en un museo. Bueno, no conseguí ningún museo que quisiera exhibirlo, así que no está en una galería, pero sí está en...

Una camisa.

Perdón por el edit feo del fondo, pero es que el original estaba aun peor, imagínense que se veía nuestro refrigerador con sus imanes feos jsjsjs.

Pues sí, mandé sublimar esta camisa con el dibujo que le hice, y se la regalé. Quise compartirlo con ustedes porque, si bien no es la gran cosa, para mí es muy significativo ver por primera vez mi trabajo en una prenda que alguien va a llevar por la calle, que todo el mundo verá. La verdad es que estoy feliz, y mi mamá no cabe en su orgullo, le encanta su nueva camisa y me agradeció mil veces por ella. 

Simplemente era eso, espero que a ustedes les guste tanto como a mí. Por supuesto, me encantaría leer lo que piensan de esto, así que déjenlo por aquí. 

Y nada, eso es todo, niños. Cuídense!