🌵 𝓐𝓵𝓪𝓼 🌵
Bueno, bueno, antes que nada, gracias por las 100K de vistas a todos, lectores fantasmas incluidos. También por los 380 seguidores UwU. Los amo <3
Me leí todas sus biblias y cortos mensajes y pensé: “Charlie, vengo inspirado.jpg”. Pero cuando leí lo de torturas al Nazi, pensé: “Alto odio en los comentarios”.
Jaja, me encantaron sus ideas, pero como dije anteriormente, sólo pondré aquellas que no alteren demasiado la trama de la segunda temporada. Sin más, comencemos:
—México, te necesito al frente —URSS veía al más bajo con una mirada militar.
—¿Yo? ¿En la guerra? —México preguntó nervioso—. URSS, sabes que odio el derramamiento de sangre. Además, lo único que me has puesto a hacer es limpiar tu casa.
—Es una orden.
—Nel.
—Si no vas, el Nazi vendrá por ti aquí mismo. El no espera para nada verte en el frente de la batalla como soldado. El espera verte aquí, y te recuerdo que estas en guerra con el.
—Ugh, de acuerdo.
URSS asintió y le dejó un uniforme militar a México. Este lo tomó entre sus brazos y fue a su cuarto a vestirse. Se quitó el pantalón quedando solo con su camisa. Sintió algo en su espalda.
—No puede ser...
Se quitó la camisa apresurado liberando un hermoso par de alas emplumadas. Se enojó mucho. Estas siempre le salían cuando iba a una guerra, eran un regalo de sus padres, pero ese le había sido otorgado al nacer.
—¡Ya está! ¡México está encabronado!
Pateó una mesa. Su lado agresivo salia junto con esas alas. Respiró agitado. Se puso el uniforme militar cubriendo sus bellas alas. No le gustaba que estas salieran porque se ponía agresivo con quien sea. Paco vino a morder su pantalón. México lo cargó y lo dejó arriba de su cama.
—Woof woof (No te vayas, te van a castrar en la guerra)
—Ahora no, Paco, no es un buen momento —trató de alejarse para no dañarlo.
Salió al pasillo rezando por no encontrarse a nadie en su camino. Rusia pasó frente a el, se quedó estático, lo que menos quería era una discusión con su novio. El Ruso lo vio y le sonrió caminando hacia el.
—Hola, amor.
—Hola.
Rusia lo abrazó y lo besó. México lo empujó algo enojado.
—Ahora no, Rusia.
—¿Mex...?
—Tengo que ir a la guerra —Rusia trató de abrazarlo—. Abrete a la verga.
México lo apartó caminando a la entrada de la casa. Rusia lo miró confundido y lo siguió.
—¿Hice algo malo?
—No.
—¿Entonces? ¿Estás enojado?
—Si.
—¿Por qué?
—Porque si.
Rusia pensó que tal vez ese no era el mejor momento para mimar a su amado, así que se fue triste. México llegó a donde URSS y ambos se fueron en un auto. El mayor de los hijos del comunista los vio irse desde su ventana.
Rusia no sabía qué había hecho mal y aquel extraño comportamiento en México le parecía muy extraño. Se sentó en su cama notando lo vacío que era ese lugar sin el Mexicano. Vio una pluma café en el suelo, la tomó entre sus dedos. Estaba en el cuarto de México y no había visto que este dejara entrar aves.
México pateó a aquel soldado sin piedad alguna. La ira corría por sus venas y no podía contener su enojo. ¿Pero qué estaba haciendo? Por algo solía ser un país neutral, ahí esta la razón.
Disparó su arma acabando con la vida de quien se encontraba en el suelo. Tomó consciencia de lo que hacia, y miró sus manos llenas de sangre ajena.
—No está bien, no está bien...
Las tropas japonesas habían disminuido en número y las suyas iban ganando. México estaba en guerra con los Alemanes, no con el Imperio Japonés. Negó varias veces con la cabeza.
—お世話! (¡Cuidado!)
Boom.
Rusia leía las leyendas de aquel libro de tapas duras y desgastadas. Le fascinaba toda la cultura e historia que el Mexicano tenía. Escuchó un estruendo en la parte de abajo. Supuso que tal vez ya habían regresado de la guerra. Para el, fue muy poco tiempo, dos días en el frente eran pocos a comparación de una semana. Bajó a saludar encontrándose a su padre ayudando a caminar a un muy lastimado México.
—¡¿Pero qué paso?!
—Le cayó una granada cerca.
El Mexicano tenia múltiples heridas por las cuales escurría un líquido rojo espeso. Lo sentaron en un sofá y URSS comenzó a vendarlo.
—Cariño, ¿te encuentras bien? ¿Puedes oírme?
México se giró a ver a su novio y le sonrió a pesar de todo el dolor que sentía.
—He estado peor. No debí... Bajar la guardia.
—Lo mejor será que lo dejemos descansar, Rusia —dijo URSS terminando de vendar al de sangre Azteca.
México cerró sus ojos mientras que su novio y su suegro se iban de ahí. Rusia se quedó observándolo desde afuera de la habitación. Vio a México quitarse la camiseta y palpando algo en su espalda al tiempo que lloraba.
Le habían arrancado las alas, pero Rusia no sabia aquello, por lo que pensó que sólo seria el dolor. URSS se lo llevó de ahí.
CANNONS
👉 Las alas de México se regeneran, pero tardan mucho en hacerlo.
👉 México odia sus alas porque sabe que habrá muertes por su culpa.
👉 Solo el y sus hermanos saben de dicho par de alas.
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