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Morticia se encontraba en el club de los oscuristas, estando en el centro de aquel salón, mientras cerraba sus ojos y suspiraba al sentir la nostalgia invadirla, pensando en los buenos y malos momentos que vivió en Nunca Más.

-Hola madre-

Cuando escuchaba la voz de su hijo mayor, se giraba a ver a Merlín y TN parados en la escalera, por lo que daba una leve sonrisa de sorpresa al verlos en ese lugar.

-Hola Merlín, hola TN..-Saludaba la mujer, observando a su hijo bajar lo que quedaba de escaleras y extenderle la mano a su novia para que igualmente bajara
-Ya son oscuristas, no tardaron tanto-

-De hecho, rechazamos la invitación-

-¿Por qué? ¿Porque yo fui miembro?-Intuía la mujer al saber cómo era su hijo

-Jamás voy a estar a la altura de tu legado, ¿por qué intentar?-Admitía el joven al saber que su madre era principalmente popular en su momento cuando iba a la escuela
-Gané la copa Poe, tú la ganaste cuatro veces. Me uní al equipo de esgrima, fuiste capitana... ¿Por qué enviarme a un lugar donde solo podría vivir bajo tu sombra?-

-No es una competencia, Merlín..-

-Todo es una competencia, madre-Opinaba distinto el joven, antes de ver a la mujer

-Pero sobre todo, lo rechazamos porque son un club social trivial-Diría TN para evitar que sigan peleando, contando la razón principal

-Antes éramos mucho más... Nuestra misión era proteger a los excluidos del peligro y la discriminación-Comentaba Morticia con una sonrisa, mientras diría un pequeño dato importante
-De hecho, el grupo fue fundado por un ancestro del padre de Merlín de México... Uno de los primeros colonos del país-

-Goody-Al mencionar su nombre, el joven vería a su madre casi parecer preocupada de que supiera de quién habla
-Vi su pintura en mundo peregrino-

-Oh... Qué irónico, ya que él fue el que asesinó a Joseph Crackstone-Al decir eso, sorprendía un poco a la pareja que se miraban de reojo
-Los oscuristas fueron su respuesta secreta pero letal ante la opresión y venganza por la muerte de su amada-

Ambos se quedaban en silencio, mientras la mujer miraba a los chicos a los ojos al saber qué iban a decirle.

-Sé por qué vinieron aquí... Así que díganlo-

-Padre no asesinó a Gareth Gates, ¿o si?-Preguntaba directamente Merlín, mientras la mujer tardaba tiempo antes de hablar

-No..-

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Aquella noche del baile de hace 20 años, una joven Morticia los habría seguido a ambos hombres hasta el segundo piso, viéndolos pelear mientras ella estaba aterrada de que Gareth asesinara a su amado.

Cuando llegué a la cima de las escaleras, encontré a tu padre peleando por su vida. Fue aterrador

-¡Gareth, no!-Llamaba la joven al castaño que golpeaba a Homero para dejarlo en el suelo

Cuando Homero empujaba con fuerza al contrario contra un muro de piedra, este pareciera enloquecer más, por lo que lo acorralaba al Addams y lo tomaba de la ropa para lanzarlo al suelo, colocándose sobre él y golpeando su rostro repetidas veces mientras Morticia intentaba llamarlo asustada para que reaccione.

-¡Gareth! ¡Gareth, ya basta! ¡Déjalo en paz!-

Cuando Homero intentaba defenderse al cambiar lugares, Gareth lo lanzaba un poco lejos suyo para poder levantarse, mientras Morticia iba rápido donde su amado, viendo al contrario con miedo.

Jamás olvidaré la forma en la que me miró... Le salía espuma por la boca, fue como si mirara a los ojos de una bestia rabiosa

Cuando Gareth se levantaba e iba hacia ella, Morticia tomaba la espada como primer impulso y lo colocaba delante suyo, causando que el joven al no detenerse, sintiera que el filo se clavaba en su estómago y lo atravesaba, dejando a Morticia sin aliento al ver lo que hizo.

Con sus manos temblando, retiraba rápido el arma, viendo al castaño retroceder de dolor, mirando hacia ellos en silencio, antes de caer hacia atrás sin vida.
Al caer el cuerpo al patio, Morticia y homero oían el grito de Weems, mientras la chica estaba en llor, teniendo su boca abierta, cuerpo tembloroso y lágrimas en sus ojos sin siquiera poder emitir palabra ante lo que acababa de hacer.

Fue solo después de oír el grito, cuando me di cuenta de lo que había hecho.
Tu padre fue tan... Sereno y valiente

Cuando Homero habría escuchado el grito, sabía lo que tenía que hacer. Se acercaba a su amada para tomar con cuidado la espada de las manos de Morticia que aún temblaba en shock.
Cuando Weems alzaba la mirada, vería a Homero asomarse en donde habría caído Gareth, teniendo su ropa con sangre y la espada en manos, logrando lo que quería que era parecer que él lo habría matado, antes de volver con la joven de negro.

-Tisha, tienes que irte ahora. Ve a tu cuarto, y cierra la puerta-Indicaba el joven a su novia lentamente, mirándola asustada
-Tú no estuviste aquí, ¿me entendiste?...-

La chica aún no lograba reaccionar, sintiendo la culpa, agonía y ansiedad en su cuerpo de recordar que recién habría matado a aquel chico.

-¡Morticia!-Al llamarla, la joven por fin lo miraba, viendo que le extendía la espada
-Pon esto de vuelta en la mesa-

-Okey...-Tomaba esta de forma temblorosa al igual que su hablar

-Corre-

Con un último beso en sus labios, Morticia se separaba para poder hacer lo que Homero le habría ordenado, aceptando este la culpa se todo.

{...}

-Tu padre aceptó la culpa para protegerme...-Terminaba de relatar la mujer, mirando a su hijo con lagrimas en sus ojos al pensar en el pasado
-Quedé muy agradecida cuando retiraron todos los cargos, pero algún día... Yo sabía que esto volvería a acecharnos-

-Dijo que Gareth tenía espuma en la boca y que sus ojos no eran humanos-Murmuraba TN mientras miraba al suelo pensativa

-Nunca había visto a una persona a tan cegada por la ira..-

-Tal vez no era ira-Mencionaba igualmente Merlín mientras pensaba lo mismo que TN para ver a su madre
-Saliva espumante, pupilas dilatadas, confusión mental... ¿De qué padecimiento son esos síntomas?-

Al pensarlo un poco, la mujer miraba con sorpresa a ambos chicos al creer en la posibilidad de que había otra razón de muerte.

-¿Podrá ser posible?-

-Solo hay una forma de averiguarlo...-Mencionaba TN con una sonrisa emocionada, juntando sus manos mirando a su novio con una sonrisa cual niña pequeña, cosa que le causaba gracia a Merlín quien daba una diminuta sonrisa

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