❍❍❍❖ Childhood 1/2 ❖❍❍❍

     

       Un pequeño esqueleto corría entre los rosales de su jardín, usaba una chaqueta sin mangas blanca, una blusa de cuello alto manga larga negra, pantalones negros y botas blancas, lo único que hacía que su vestimenta no fuera tan monocromática, era una pañoleta que llevaba en el cuello de color rosa, y un collar cuya joya era la de un corazón rosa con el símbolo de la familia Dreemur. Sus ojos, hermosas orbes de color turquesa y morado. No era bicolor eso estaba claro.

        Llegó hasta la parte delantera de su hogar, divisó a lo lejos a sus creadores. Saludó con una enorme sonrisa al que le puso su nombre.

—¡Inky!—saludó con su mano desde lejos, vió que el susodicho volteó su mirada y sonrió al verlo.

—¡Øverwrite!—fue corriendo hacia el esqueleto y le dio un enorme abrazo, y fue correspondido con unos tentáculos de una masa viscosa con mayor fuerza, para luego ponerlo en el suelo, y mientras sus tentáculos desaparecían, su rostro mostró un enfado muy notable.

—¡Ink!Sans Guardián del Multiverso! ¿¡Por qué te tardaste!?—habló el esqueleto con molestia— Se supone que debías estar aquí desde ayer.

—Bueno...—el pintor se rascaba la nuca con una sonrisa nerviosa.

     Veía como el contrario daba pequeños golpecitos con su pie al piso mostrando su impaciencia.

—Ink a estado ocupado. Recuerda que es un Guardián, su trabajo no le deja tanto tiempo libre como quisiera.—explicó sereno X!Gaster al menor.

—Ahhh... Entiendo.

—Pero oye—el artista se acercó y puso su mano en el hombro del pequeño—, al menos estoy aquí—sonríe—y voy a aprovechar el tiempo que tenga para estar contigo Mi Rosa.

—¡No soy una flor!—replicó inflando sus mejillas— Pero acepto eso.

—Bien, ve por tus cosas, hoy pasarás la tarde con Toriel y sus hijos.—dicho esto , el mayor dió media vuelta y se retiró al interior de la casa.

       El pequeño obedeció a su creador y buscó sus cosas para acompañar a Ink al pequeño pueblo cerca de su hogar. Caminaron por el sendero hasta la entrada de la aldea. Se harán la pregunta: ¿Hay más esqueletos? No en absoluto, él era el único chico esqueleto en el pueblo.

     Los mounstros y humanos saludaron al par, mientras el pintor le relataba todo lo que había hecho esa semana al fragmentado, el cual sonreía, siempre le gustaba que el pintor le relate sus aventuras por el vasto Multiverso a sabiendas que algunos eran extremadamente peligrosos, pero ese era su deber; asegurarse que cada cosa esté en su respectivo lugar. Sus orbes brillaron cual gemas al oír al pintor hablar sobre su Au favorita, la famosa Outertale. El pequeño siempre quiso ver las estrellas desde el ángulo de los nativos de aquel universo, le llamaba la atención aquellos cuerpos de luz que existen desde el inicio del mundo.

    Llegaron al hogar de los Dreemurs el cual era una casa madero de roble, tenía un cobertizo, era de dos pisos y también venía con una hermosa huerta para plantar los alimentos del día a día. Øverwrite subió las escaleras de la entrada y tocó la puerta dos veces, quién le abrió fue Chara una de las hijas adoptivas de la familia Dreemur, tenía los ojos marrones al igual que su pelo, un chaleco amarillo y una franela verde, una falda café y unas botas del mismo color. Invitó a todos a pasar a la casa, en la sala sentados en un mueble viendo el Show de X!Mettaton y Mettaton estaban Frisk y Asriel, los cuales tenían las misma vestiduras que Chara pero las de Frisk eran morado el chaleco y rosa la franela Asriel en vez de una falda tenía unos shorts café.

—¡Øverwrite!—exclamó alegre la cabra humanoide yendo a abrazar al esqueleto—¿Cómo has estado?

—Estoy bien Azzy, hola Frisky.

    La humana no podía hablar, por ende usaba carteles para comunicarse o simplemente por lenguaje de señas, le dió un pulgar arriba diciendo que estaba bien.

—¿Y Tori? ¿Y papá Asgore?

—Salieron a hacer unas deligencias en el pueblo—espetó la humana de ojos marrones buscando unas hojas de papel y crayones—haremos pie de caramelo para merendar, y también algunas galletas de hombres de gengibre.

—Yey—exclamó el pequeño con emoción, le encantaba aquellas galletas, a pesar de no ser aún navidad, las preparaban en Octubre y en algunas ocasiones en Marzo.

     Frisk buscó su pequeña libreta después de apagar el aparato televisivo, y escribió en ella: " Hola señor Ink ¿Cómo le fue en su viaje?"

—Estuvo genial, Error se aburrió de atraparme, y nos estamos tomando un respiro—se sentó en el piso y tomó una de las hojas y un lápiz que siempre llevaba en los bolsillos del pantalón—  y planeo quedarme toda una semana aquí en Little Old Garden.

—¿En serio? —las orbes del pequeño esqueleto empezaron a brillar— ¡Super cool!

—Hey ¿Qué tal si hacemos origami?—preguntó el pintor tomando una hoja y con ella hizo a una grulla de papel—Es sencillo.

     Los pequeños asintieron con alegría, sobretodo el esqueleto, siempre le había gustado jugar y aprender cosas nuevas con el pintor.

     _________

—¡Llegamos!

     Entraron por el umbral dos cabras humanoides adultos, uno de ellos era Toriel, sus ojos eran rojo rubí, su vestimenta era una camisa semi abierta solamente en el cuello de color blanco, unos pantalones azul marino y unas botas de tacón negras, el otro era Asgore con sus ojos dorados sus ropas eran una camisa a cuadros roja , unos pantalones blancos y zapatos café, traían consigo unas bolsas blancas que tenían los comestibles que usarían. Toriel al ver a Øverwrite se puso muy feliz, dejó las compras en la mesa y abrazó al pequeño esqueleto.

—Hola pequeño, ¿Cómo has estado?—preguntó mientras con su pata acariciaba su cabeza.

     El pequeño la miró con una sonrisa tierna—¡Muy bien! ¡Inky está en la sala con los demás!—anunció felizmente, mientras que guiaba a la cabra.

      Toriel no podía negarle el ver a Ink, pero aveces tenía mala espina con él cerca, nunca, aún así no le gustaba que estuviera en Little Old Garden, sabía que ese pintor ocultaba cosas, pero al ver a ese pequeño feliz y con sus orbes brillar le hacia sentir bien, el pequeño la llevó directo a la sala donde estaban sus hijos e Ink haciendo flores, casas, cigüeñas y barcos de papel. Sonrió al ver a los pequeños felices.

—Hola mis bebés, ¿Se portaron bien?—sonrió dulcemente, escuchó un sonido de afirmación de parte de ellos—bien, recojan sus obras de papel, no querrán que se las tiré a la basura.

      De inmediato tanto Ink cómo los niños, empezaron a guardar cada figura de origami en una caja de cartón que tenían a la mano, la cabra no saludó al artista, solo le dio una cara seria y siguió con lo suyo. Mientras los Dreemurs se acomodaban y arreglaban el desastre causado, Øverwrite se ofreció para preparar ese delicioso pie de caramelo que hacia Toriel. Ella con gusto se dejaba ayudar por el pequeño esqueleto. Mientras el de ojos bicolores mezclaba los componentes en el tazón para vertirlos luego en la bandeja, Toriel habló:

—Mi niño, mañana llevaré a los chicos a las inscripciones para la escuela primaria.

—¿Escuela primaria? ¿Qué es eso?—el niño jamás supo de ello hasta estás estancias.

—¿Cómo que no sabes lo que es una escuela?—preguntó desde la sala Chara con confusion.

      El esqueleto bajó su mirada pero sin dejar de revolver la mezcla—...Bueno,el señor X!Gaster solo me deja estar con ustedes, y dice que el lugar a dónde los niños van son solo idioteces—dijo un poco triste.

     Además de ser el único chico esqueleto del pueblo, era el único niño que no fue a un jardín de niños, el único que no tenía una madre y un padre, y el único que, nunca se atrevido a expandirse en su círculo social ¿Por qué? Simple y de manera llana: su "tutor" le prohibía esas cosas; abrirse con la gente solo le traería problemas, palabras como esas solo afectaban el ánimo del pequeño.

—Bueno, hablaré con él y lo convenceré de que te deje ir al colegio—le sonrió con cariño.

     El pequeño al oír las palabras dichas por la cabra no pudo evitar sonreírle con emoción, vertió la mezcla en la bandeja y Toriel la metió en el horno, al terminar el esqueleto fue a ayudar a Asgore quien estaba en la huerta sacando algunas frambuesas, arándanos y una que otra fresa, esas eran unas de las que se pueden acompañar con una rica taza de pudin de chocolate, mmm~ pudin~.

—Øverwrite, otra vez andas soñando despierto—rió Asgore mientras llevaba la canasta con las frutas recogidas.

     El mencionado se sonrojó de vergüenza eh hizo un puchero adorable, no le gustaba mucho que le recordarán que aveces, sin darse cuenta soñaba despierto con cosas dulces como pasteles u otro dulce azucarado—No sé de qué habla—se cruzó de brazos haciéndose el estúpido para no quedar mal.

—Como digas, tu eres el pequeño jefe —reía al igual que Asriel y Chara, no lo iban a negar, les gustaba que el de pupilas bicolores fuera así de infantil...Alto, si es un niño.

     Las tartas ya estaban listas , la cabra hembra las puso a enfriar poniendo una base en la mesa de abedul blanco, mientras esperaban a qué ya estuvieran listos los batidos de fruta hechos por el de ojos dorados y su mini-ayudante. Cuando el pie ya estuvo lo bastante frío pero tampoco tanto, todos degustaron de aquel postre exquisito.

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      La cabra humanoide llevaba de la mano al esqueleto, era de noche y cuando el pueblo apagaba las luces era muy siniestro, pocas personas deambulaban por esos lados, llegaron a aquella casa del mismo material que la mayoría de las viviendas en la aldea, junto con el pintor claro, la de "mayor edad" sentía miradas fulminantes acechándola desde la oscuridad de la noche, conocía de quienes eran esas miradas, por otra parte Ink solo caminaba tranquilo  sin preocupación alguna por lo que ciertos seres le podrían hacerle a la cabra que llevaba de compañía al pequeño esqueleto.

     Toriel fue hasta el umbral y tocó tres veces, quien le abrió fue la asistente de X!Gaster: X!Alphys, al verla le dedicó una cara neutral mientras el pequeño le sonreía a la científica, la cual lo miraba con una leve sonrisa, en ese momento llegó X!Gaster, usaba ropajes negros con una X blanca en el pecho, pantalones del mismo color de su ropa y zapatos de vestir junto con una bufanda, la cual fue un regalo del niño esqueleto. El pintor entró a la casa viendo sonriente a su compañero.

—Buenas noches señor X!Gaster—habló Toriel de manera "gentil"

—Devuelvo el saludo, señora Toriel—dijo serio, como si le importara un bledo el estado de la señora que estaba en frente suyo con una cara ofendida.

    Toriel dio un suspiro y lo miró gentilmente, mientras tomaba las fuerzas para enfrentarse a ese ser—Señor X!Gaster , mañana voy a inscribir a mis hijos en la escuela, y me gustaría mucho que usted–

—No—dijo de manera fría acomodando sus lentes—él no irá a ese sitio.

—¡Señor X!Gaster!—su tono de voz reflejaba lo molesta que estaba al oír tal respuesta egoísta de su parte—¡Usted no puede prohibirle esto al pequeño, Øverwrite!. Él necesita ampliar su círculo social, además de que debe ir a la escuela.—explicó aún alterada mientras hacia caso omiso a los chillidos del pequeño niño.

     El de ropajes negros le iba a negar de nuevo a la cabra, pero en eso vio algo detrás del pequeño; parecía ser el mismo esqueleto pero más alto y con otras ropas y con un cuchillo en su mano, sonrió en sus adentros pero luego vio como esta se desvanecía ante su negación. ¿Será otras de sus visiones sobre el futuro? ¿Otra fantasía...Se haría realidad si aceptaba a la propuesta de la cabra? No lo sabría hasta no intentar. Se acomodó su bufanda y suspiró.

—Esta bien...Le permitiré que lleve a inscribir a mi "hijo" en la escuela.

    Justo cuando el pequeño ya había perdido la ilusión, aquellas palabras dichas por su creador le hizo sonreír, daba saltitos por lo emocionado que estaba. Toriel le informó que necesitaba un representante del niño para lograr completar la inscripción, de otra forma no se podría hacer, el de ropajes morados le aseguró eso, Øverwrite se despidió de Toriel y entró a la casa. Fue a su cuarto por su toalla y se metió al cuarto de baño, al terminar de ducharse, se puso una pijama verde agua y fue a cepillarse los dientes. Había dejado la puerta semi-abierta, escuchó un *toc toc * desconocido, hasta que volteó su mirada con su boca llena de espuma, quien para la persona o personas le daba cierta gracia.

—¡Hola X!Chara y Kris!—dijo después de enjuagarse la boca con agua y secarse la misma para acercarse a los recién nombrados.

    X!Chara llevaba una camiseta negra y shorts del mismo color, Kris era un niño un poco más mayor que el de fragmentos, tenía más o menos unos 6 u 7 años, sus castaños cabellos cubrían sus ojos de color desconocido, llevaba una franela blanca con la parte del cuello negra, y un mono negro. Los dos andaban descalzos, exceptuando al pequeño esqueleto, quien llevaba unas pantuflas rosado salmón.

—Hola enano—dijo burlón el albino—¿Cómo te fue?—X!Chara y Kris eran los únicos que se preocupaban del bienestar del esqueleto, además de X!Gaster pero solo lo hacía por pura conveniencia y otra cosa—¿Te divertiste?

—Sí, hicimos origami y pie. Volví a quedarme soñando despierto por los pies y pudín de Tori y Papá Asgore.

     Kris sonrió embobado ¿Pie? ¿Qué era un pie? Lo único que comía era musgo y una que otra manzana pero nunca un delicioso y suculento pie de los que hablaba su casi hermano. El mayor de los dos sonrió de lado, la actitud del pequeño le recordaba a aquellos días cuando solo su línea era única, sin ningún sobreescripción en ella, cuando todo era más fácil y feliz, no quería que la felicidad del pequeño se hiciera trizas por el descarado del ególatra que tiene como creador y dueño.

     El de cabellos castaños tomó de la mano al esqueleto llevándolo a su cuarto el cual compartían ambos. La habitación de ambos era de color azul pastel con decoraciones de luces navideñas pero con formas de estrellas, una litera que tenía una mini librería, la cama de abajo era de Kris y la de arriba era de Øverwrite. Había unos estantes dónde había libros y una Flor Eco en una maceta. El pequeño Kris se puso su pijama y se acostó en su cama, el esqueleto subió las escaleras hasta su cama esperando al pintor, quien ingresó al cuarto unos segundos después.

     Era hora de decirle buenas noches al pequeño esqueleto, Ink subió y se sentó en el borde de la cama mientras que la luz de la luna se filtraba por la ventana, la única ventana de la habitación.

—Bien, es hora de apagar las luces—dijo tiernamente el pintor.

—Inky...¿Cuando podré ir contigo al Multiverso?

      Esa pregunta lo tomó por sorpresa, en realidad no sabía cuando, su compañero era quien estaba al tanto de los avances del niño y sus poderes, debían catalogar el nivel de su poder antes de poder dejarlo visitar otros mundos al lado del pintor. Suspiró y miró al niño, la mirada del pequeño iluminaba esperanza, le sonrió y le acariaba la cabeza huesuda y dijo:

—Posiblemente muy pronto Mi Rosa, pero por el momento, se paciente—le dijo calmado.

    El niño asintió y bostezó adorablemente—Buenas noches Inky.

      El pintor le dio un choque de dientes en la frente y se bajó de la cama de arriba de un salto, le revolvió el cabello castaño a Kris y le apagó la lámpara, cerró la puerta lentamente para dirigirse luego al despacho de su amigo. Caminó hasta la sala para abrir la puerta que llevaba al supuesto sótano de la casa, bajó las escaleras y llegó a abajo. Había dos puertas; izquierda y derecha, fue a la del lado derecho, abrió el umbral con lentitud.

      Ingresó a la mini-oficina de su amigo, las paredes era de piedra, había una estantería, un escritorio con su sillón y un ventanal. Una luz blanca era la única iluminación que se requería en ese momento para ver. Su amigo estaba revisando una sustancia de color azul marino la cual estaba en uno de eso pequeños frascos para las medicinas que se daban por medio de jeringas. X!Gaster al ver al pintor, guardó rápidamente el líquido en un cajón.

—Oye Pal ¿Cómo va Øverwrite en su progreso?

     X!Gaster suspiró, se agradecía en sus adentros que no haya sospechado del líquido que tenía hace rato. Lo miró seriamente pero a la vez con una sonrisa amistosa.

—Ink, se paciente, los números cambian día a día. No hay un resultado fijo—dijo con sencillez— además que apenas en un niño.

—Pero...

—Amigo mío, te presté mi ayuda al igual que tú hiciste conmigo. Te ayudé a contruir esa alma que lleva Øverwrite con esmero. Se paciente, te prometo que todo saldrá bien.

      Ink no era muy paciente que digamos por ende su paciencia algo con lo que no se pudiera jugar, suspiró derrotado y lo miró a los ojos—Okey... Esperaré.

    El de ropajes negros sonrió victorioso mientras veía como su amigo se retiraba del lugar, pero antes de irse lo miró de reojo y le preguntó:

—Oye...¿Y esa otra habitación?

— Es algo en lo que trabajo, es una sorpresa.

     Ingenuo, le sonrió y se retiró a su habitación correspondiente, X!Gaster abrió el cajón donde tenía un pequeño maletín que contenía diferentes sustancias de distintos colores diferentes, pero estaban en el orden de aquellas almas que eran tan importantes para los mounstros. Muy pronto sabría qué tan resistente, poderoso y "perfecto" era ese pequeño experimento que hizo con la única intención de crear a su individuo que, a duras penas intentó obtener pero sin éxito. Tenía la sensación de que él sería lo que buscaba.

<<Eres astuto X!Gaster, pero...¿Si sabes que es solo un niño verdad?>>


 

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