#𝟒
•••••••••••••••••••••••
La mujer demonio miraba a travez de la ventana de su habitación y oficina, había leído ese libro tres veces en menos de media hora, más no lograba atar los cabos sueltos, mientras seguía buscando un remedio para calmar la sed del cazademonios... este se volvía a mover con mayor frenesí en el futon que le entregaron, tanto que el ayudante de la demonio no vio más remedio que atarlo con sábanas al suelo
Gritaba a la vez que lágrimas brotaban de su cabeza, consciente de lo que sucedía con el.
Yushiro el ayudante corrió en dirección de la dama demonio, algo desesperado y impaciente, no sabiendo que más hacer
-¡Tamayo-Sama! ¿Ha encontrado algo? ¡No puedo retenerlo más tiempo!
-La cura para la vampiroformosis se ha perdido con el tiempo y el paso de los siglos... ahora solo queda la forma tradicional
La mujer cerró el libro y lo dejó ahí mismo, en aquella mesa y se dirigió con paso calmado en dirección de donde Kamado estaba, y con cada paso los gritos de este se volvían más y más audibles, tanto que temía que algún demonio que vagase por ahí la encontrase por el ruido.
Y al llegar con el solo pudo arrodillarse y acariciar su puntiagudo cabello rojizo, mientras susurraba una vieja canción de cuna a la vez que con un pañuelo limpiaba la sangre que tenía en su boca
-Tanjiro lo siento... no tengo modo de curarte... tienes que encontrar al vampiro que te ha mordido y matarlo antes de que salga el sol-
-Tamayo-Sama eso es en cinco horas, no lo va a lograr, ¡este pueblo es inmenso!
-Tiene que hacerlo... ayúdame a levantarlo
Kamado llegó esperando ayuda, pero solo consiguió un consejo de la hermosa dama, uno que ya había escuchado apenas hace unas horas, con ayuda de ambos logró llegar a la salida
-Tamayo-San... como... ¿como evitó lastimar a más personas?
Pregunto con lágrimas en sus ojos, pero la cara de tristeza en la demonios y la de decepción en su ayudante le dio la respuesta que tanto temía...
-No podrás hacerlo... lo lamento Tanjiro... voy a... rezare por el perdón de tu alma
Y así descubrió, que estaba condenado a un castigo eterno tras su muerte, nunca conseguirá la paz, nunca reencarnaría, porque simple y sencillamente...
No podría dejar de matar inocentes hasta que acabe con aquella vampiro
Con la cabeza gacha se despidió de ambos, no culpándolos por no poder ayudarlo, pero si sentía un sentimiento en su interior, algo que lo estaba comiendo por dentro...
Entonces tras caminar varios metros y alejarse bastante, un olor nauseabundo hizo que esquivara las garras de una bestia
Cuando lo visualizo, encontró a un monstruo, parecía humano pero su piel eran blanca como la lana, en su otra mano llevaba la cabeza de un demonio... que aún movía los ojos y la boca, intentando hablar, pero fallando en el proceso, Kamado miro horrorizado esto
-Nuestra señora ha ordenado que se te ponga a prueba, no acepta a los incompetentes en su ejército...
Y aplicando toda su fuerza en su mano, destruyó la cabeza del demonio...
Tanjiro frunció la mirada, el odio corría por sus ennegrecidas venas, de su cinturón sacó la daga de plata y miró al vampiro
-Dime... donde está esta maldita... ¡para poder matarla con mis propias manos!
••••••••••••••••••••••••••
••••••••••••••••••••••••
Secretos de la era Taisho
Los cazademonios más antiguos conocían sobre los vampiros y su rivalidad con los demonios de Kibutsuji, pero encontrarlos era más complicados que los con demonios, por lo que simplemente los hicieron pasar como un mito
••••••••••••••••••••••
••••••••••••••••••••
Lamento la tardanza
Tomen mucha agüita y puto el que se muera
Chao
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top