42
(2/?)
YoonGi asesinó a tres hombres seguidos, empujó a uno más y miró a su alrededor para asegurarse de que todos estaban bien por el momento. Agust y Suga continuaban peleando dentro de un círculo, entre ellos se cuidaban y no lo necesitaban. Por el otro lado, estaban JungKook y HoSeok, también sin mucho problema para mantener la batalla, uno atacando y otro protegiendo. Un cazador aprovechó su distracción, le disparó en el hombro y dio un paso hacia atrás por la potencia. Sin demasiado esfuerzo se fue contra él y lo mató de un solo golpe. Se puso rápidamente de pie y busco a JiMin con la mirada, lo encontró en peligro y corrió a ayudarlo, había múltiples cazadores de alto rango para que pudiera solo.
—Primer grupo, misión completada, ya nos estamos retirando.— dijo la voz de JinRi en su cabeza, gracias a su telepatía y sabía que sus hermanos también la habían escuchado, así que no dijo nada al respecto.
JiMin lo vio venir y le sonrió, su rostro segundos atrás estaba lleno de incertidumbre, YoonGi sabía que estaba preocupado de no poder contra sus enemigos y se unió a su lado para evitar que salieran.
—Solo falta el grupo dos.— le susurró para que estuviese enterado, ya que aún no controlaba muy bien sus habilidades mentales.
—Eso es bueno, no dejan de aparecer más de estos tipos.— dijo JiMin tomando a uno y tumbándolo contra el piso.
YoonGi no respondió, le cubrió la espalda y recibió dos balas en el pecho que estaban dirigidas a él, su habilidad de recuperación era mucho mejor que la de los demás, por lo que no se preocupaba demasiado por estas cosas. Con su velocidad se acercó a los dos hombres y los tomó de sus cuellos para alzarlos en el aire, apretó y apretó hasta que sus rostros se tornaron de un tono púrpura y los dejó caer de golpe.
—¡Ten cuidado!— grito JiMin, empujando a un sacerdote que tenía la intención de clavarle una estaca por la espalda, justo en el área del pecho, pero por detrás.
JiMin se llevó al hombre con él, rodaron un poco solamente y sintió la punta de madera contra su abdomen, el sacerdote había logrado encajarle unos cuantos centímetros. El dolor era mínimo, pero ardía con el movimiento, se puso de pie y la tomó para sacarla por sí mismo. Sin poder creerlo, la sostuvo en su mano y se la encajo al contrario para asesinarlo.
—Mierda.— exclamó por lo bajo YoonGi, viendo como el peli rosa poco a poco se perdía en la distancia, la cantidad de cazadores que comenzaron a rodearlo era mayor y ya no podía seguir a su lado.
Una segunda explosión detonó, pero esta vez fue muy cercana a ellos, para ser precisos, bajo sus pies, y YoonGi miró a JungKook en busca de una respuesta. De acuerdo a los mapas era donde estaba el sótano, más el movimiento de la construcción quería decir que el detonante debió ser igual de grande para sacudirla.
—¿Equipo dos?— preguntó YoonGi, intentando que SiWon le respondiera.
No hubo nada por varios minutos, mismo tiempo en el que continúo peleando contra los religiosos que lo atacaban. Una vez que pudo liberarse de todos, volvió a buscar a JiMin y no lo encontró, algo andaba mal.
—¿Equipo dos?— volvió a insistir.
—No están respondiendo.— dijo la voz de Agust en su cabeza.
YoonGi se giró para mirar a sus hermanos y la cantidad de cazadores no se reducía en absoluto, aun cuando había innumerables cuerpos adornando todo el lugar. Según JungKook no debían rebasar la cantidad de mil, pero aun así ellos estaban resistiéndolos demasiado bien. Habían avanzado un buen trayecto desde la entrada y nadie había salido para interponerse en las misiones.
—¿Ven a JiMin?— cuestionó a sus hermanos.
—Pensé que estaba contigo.— respondió esta vez Suga.
Un cazador lo vio libre y le disparó, no le dio tiempo de decirles que lo perdió de vista, la bala dio justamente en su mejilla, dado que no reaccionó a tiempo. YoonGi abrió los ojos en grande al darse cuenta de que el hombre tenía velocidad, allí estaba el motivo del por qué no estaban acabando con todos ellos como se esperaba, había vampiros peleando.
—¡Son neófitos! — informó, gritando para que todos lo escucharan —No terminaremos con ellos si no les arrancan la cabeza.— agregó, arrancándosela a quien le había disparado, su herida sanó al instante.
JungKook se sintió desfallecer al escuchar a su tío, habían llegado tarde, el Vaticano ya había hecho de las suyas al convertir a sus seguidores con la sangre que habían tomado de su cuerpo. Observó a HoSeok y se sintió avergonzado, pero apenas tuvo tiempo para eso cuando tenía que continuar peleando contra sus ex compañeros cazadores.
—¿Dónde está JiMin?— insistió la voz de Agust.
—Estaba aquí peleando, pero me rodearon y ya no lo vi, por favor vean a su alrededor, no me da buena espina que haya neófitos y que SiWon no conteste.— explicó YoonGi, asegurándose de cortar las cabezas de quienes viera en el piso, esto era solamente por si acaso eran convertidos.
Suga y Agust se miraron entre sí, y luego a su alrededor, no podían diferenciar quienes eran neófitos y quienes no, así que simplemente copiaron las acciones de su hermano mayor y comenzaron a cortar las cabezas de los que asesinaban para evitar sorpresas.
Todos estaban buscando a JiMin en cuanto tenían oportunidad, pero el peli rosa no se veía por ningún lado y es que realmente ya no se encontraba en el mismo lugar. Momentos atrás, casi al mismo tiempo de la detonación y el temblor que hubo, tres cazadores le habían rodeado y comenzó a pelear con ellos, pero uno le mordió el cuello y entró en pánico.
JiMin fue arrastrado por uno de los pasillos del Vaticano, liderado por el trío de neófitos que olieron el aroma de su sangre, gracias a la herida en su abdomen. Lo habian alejado de todos en el momento más oportuno y aunque intentó gritar y pelear contra ellos, no logró nada. Los hombres habían bebido su sangre y parecían haber encontrado más energía de la que tenían antes, lo empezaron a golpear repetidas veces y no pudo ni defenderse.
—Ayuden al eternâ.— escucho la voz femenina, que si mal no recordaba, pertenecía a la neonata Sana.
El grupo dos de neonatos que SiWon lideraba se encontraba subiendo las escaleras, en el sótano encontraron más que solo papeles y descubrieron que había neófitos infiltrados en las filas. Tuvieron un encuentro con varios de ellos antes de poder quemar el lugar, se había salido de control y causaron una fuerte explosión, la cual todos habían sentido.
JiYong arrastró a uno de los hombres lejos del eternâ y JiMin aprovechó para con la poca fuerza que le quedaba tomar de los hombros a otro y empujarlo lejos. Jackson llegó justo en el momento indicado para tomar al que fue lanzado y SiWon se encargó del tercero, Sana se aproximó rápidamente al peli rosa para revisarlo.
—¿Cómo se siente eternâ?— interrogó, palpándole el rostro, absolutamente preocupada por lo demacrado que se veía.
—Estoy bien.— aseguró JiMin, pero era mentira, estaba mareado y todo porque le habían succionado demasiado sangre —Hay que ir por los demás.— agregó, intentando ponerse de pie débilmente.
Sana no lo contradijo, le tomó por el brazo y se lo colgó al cuello para ayudarlo, ya ni siquiera prestaron atención a los neófitos porque SiWon, Jackson y JiYong les estaban arrancando las cabezas.
—Son demasiados y no sabíamos que había vampiros.— comentó JiMin hacia la neonata.
—No podemos llevarlo como está hacia el peligro, su sangre huele a la distancia y los neófitos irán por él.— opinó Jackson, viéndole el cuello herido.
JiMin negó —Los demás están en riesgo, debemos ir, si yo los atraigo aprovecharemos eso para llamar su atención y que no puedan pelear bien.
SiWon asintió —Es un buen plan eternâ, pero que sepa que los lideres Min nos castigaran por esto, ponerlo en esa situación es casi un suicidio. Nosotros como neonatos estamos tentados por su sangre y nos detenemos por respeto, pero los neófitos no dudarán en darle una buena mordida— comento, intentando intimidarlo para que se retractara.
Sana espero una negativa también como sus compañeros, pero JiMin solo se alejó de la neonata para comenzar a caminar por su cuenta, él no planeaba obligarlos a que lo obedecieran. Tampoco quería que los culparan por sus decisiones, aunque eso no cambiaba que la idea de ser un cebo seguía siendo una opción y era una realmente peligrosa, pero aseguraba la victoria.
—YoonGi les ordenó no volver por los demás, que volvieran directo al castillo y si lo desobedecieron fue porque se preocuparon por ellos ¿No?— dudo JiMin sin dejar de avanzar, sabía que lo escucharían a pesar de la distancia y supo que fue así cuando pronto los cuatro neonatos lo siguieron.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top