💮𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 1: 𝖁𝖊𝖓𝖉𝖎𝖉𝖔💮

Evitar malos comentarios. 

『...』

Su pequeña muñeca estaba pálida. Sudaba demasiado, tenía escalofríos y deliraba constantemente. Pasó un trapo húmedo por su frente mientras rezaba por su pronta recuperación.

—Sed—Murmuró su pequeña hermanita, tan bella como una muñeca, su muñeca.

—Traeré un poco de agua.

JiSung se levantó y caminó lentamente a la cocina, no estaba lejos, vivían en un pequeño cuarto de solo dos puertas, la puerta principal y la puerta del baño. Lo demás estaba en una sola área, demasiado amontonado, apenas y cabía la pequeña cama que compartía con sus dos hermanitos.

No tenía más de tres vasos. Uno para cada uno, no necesitaban más, y en realidad, tampoco le alcanzaba para otros

Sirvió lo último que quedaba de agua potable y volvió con su hermana, con cuidado le dio de beber.

—JiSung... quiero a mi mama.

JiSung le sonrió débilmente acariciando su cabeza, hace años que su madre los había abandonado, desde entonces JiSung tuvo que hacerse cargo de él mismo y sus hermanitos, tan solo tenía catorce cuando empezó a ver por ellos. Ahora tenía veintiuno, pero sin sus estudios no lograba encontrar trabajo

—Hazme caso niño—decía su vecina—Tu ya tienes la mayoría de edad, vive solo para ti.

—¿Y a mis hermanos?, no puedo dejarlos solos.

—No estarán solos, se irán a una casa de hogar.

—Eso es para niños que no tienen familia, ellos me tienen a mi.

—Pero niño. Ni siquiera llevan los mismos lazos sanguíneos.

—Puede que nuestro padre sea un hombre diferente. Pero los tres nacimos de la misma madre.

—Esa señora no tiene corazón, mira que tener tantos hijos de diferentes hombres y luego abandonarlos ¡Ella no es un ser humano! Sabrá Dios cuántos hijos no regalo.

—YangMi no ha mejorado—mordió su labio mirando el suelo mientras seguía jugando con sus manos—Por favor, necesito llevarla a un médico.

—Ya no puedo prestarte más dinero, me debes mucho y sigues sin pagarme.

—Lo se señora YuQi, lo sé. Pero entiéndame, no puedo dejarla así solo y buscar trabajo, además nadie me contrata.

JiSung vivía en un barrio pobre, por suerte su cuarto tenía techo de concreto, pero no todos en esta área podían darse ese lujo. La señora YuQi vivía a unas cuantas calles de estatus medio, solía darle unos cuantos pesos para ayudarle a sacar la basura, pero ya no era suficiente.

—Debiste estudiar.

—¿Y con qué dinero? Ni siquiera he podido matricularlos en la escuela, por favor señora YuQi, no quiero que mi hermanita muera en mis brazos.

—Está bien, te prestaré una vez más.

—¡Muchas Gracias! ¡No se que voy hacer, pero se lo pagaré, lo juro!

JiSung sonrió agradecido, pensó que todo se resolvería llevando a su hermanita al médico, pero todo empeoró.

Pulmonía.

Eso había dicho el médico. Lo peor de todo es que estaba demasiado avanzada, necesitaba intentarla, pagar una cuota increíblemente cara, los análisis y medicamentos eran aún más caros. Pero no podía dejar morir a su hermanita.

Estaba solo, sin salida, acorralado. Maldijo a su madre por traer niños sin tener manera de solventarlos.

Lloro hasta que se secó, la señora YuQi fue quien lo encontró de camino.

—No puedo dejar que YangMi muera, tiene solo siete años, le falta mucho por vivir. Pero no puedo pagar el hospital, y menos podré pagarle un funeral, me odiaría que la enviaran a una fosa común.

—Hay una solución—la señora YuQi suspiró—Había tratado de ocultarlo porque no mereces algo así, pero a acciones desesperadas medidas desesperadas.

—¿De qué habla?

—¿Recuerdas cuando te presté dinero para los medicamentos de asma de tu hermano Chang? Te dije que ese dinero era parte de mi liquidación de un pequeño trabajo.

—Me dijo que solo trabajó dos meses ahí—Asintió recordando ese día.

—Y fue horrible—tomó aire—Es horrible lo hacen ahí.

—¿Qué trata de decir, señora YuQi?

—Trabajaba en una agencia, pero no vendíamos boletos de avión, sino personas.

—¿Qué? —se levantó alarmado.

—Hay hombres coreanos que pagan a estas agencias para casarse con alguna chica china, o de filipinas o lugares pobres. Por lo regular son viejos de cincuenta que pagan por niñas de veinte o quizás menos.

—Eso... ¡Eso es asqueroso!

—¿Por qué crees que renuncie? —suspiró y lo tomó del hombro—Escucha, no te diría esto si no supiera que es lo correcto para t.i

—¿Correcto? ¿Le parece correcto vender personas? Yo no me venderé a nadie, y además no se coreano ¿Cómo me comunicaría? ¿Y mis hermanos?

—Escucha, JiSung, son hombres millonarios.

—... ¿Millonarios?

—¡Hasta billonarios! No creas que pagan poco por esposa, pagan mucho dinero, además de que muchos aún pagando por la esposa siguen mandando dinero a sus familias. JiSung, tus hermanos no estudian, no tienen una cálida vida, Chang tiene asma, no puede vivir en ese ambiente, ¿y YangMi? La pulmonía no es como la gripe, necesita de tratamiento y tú lo sabes.

—Millonarios—susurraba tratando de convencerse

—Escúchame bien JiSung, esta es la mejor opción que puedes tomar, piensa en tus hermanitos. Mira, tengo una amiga que sigue trabajando ahí, le pediré de favor que te consiga un buen marido y que no sea tan viejo, y, para que te sientas seguro, yo cuidare a tus hermanitos.

—¿Lo dice en serio?

—Pero claro, ya sabes desde que mi hijo se casó y mi esposo falleció, estoy sola, y una habitación disponible. Además, esta área es mejor de donde tú vives, casi en la basura, tus hermanos merecen una buena vida, y tú y yo lo sabemos.

Aquel mismo día, lloró y suplicó al doctor encargado del caso de su hermana. Le pedía tiempo para poder pagar el ingreso de su hermana y los tratamientos que ya habían comenzado a realizar.

Por fin, un par de días después la señora YuQi llegó con la solución a sus problemas. JiSung había sido vendido.

No tenía otra opción, aquella persona que le dio la vida le había abandonado cuando tenía catorce, dejándolo a cargo de un niño de siete, Chang, y un bebé recién nacido, YangMi. ¿Cómo podía darles una vida de calidad a esa edad o incluso ahora? Venderse era su única salida, se convenció de ello.

—¡Es un verdadero milagro, niño! El señor Lee es uno de los más adinerados de todo Corea del Sur, y además es joven ¡Solo tiene treinta años! Es un milagro JiSung es un milagro.

—Lo es—sonrió débilmente, nueve años de diferencia no era mucho, agradecería que no lo hubiese comprado un señor de sesenta o setenta años.

La separación de sus hermanos le costó bastante, sabía que estaban en buenas manos, pero aún así no paraba de sentir tristeza.

Ahí estaba JiSung, sentado en el aeropuerto de Corea esperando a que su desconocido esposo fuera a recogerlo, Se sentía como un feo objeto, pero no se permitiría llorar, al final de todo, ese hombre estaba salvando la vida de sus hermanos.

—¿Eres JiSung? —dijo la voz de un hombre, la traductora que se encargaba del caso de JiSung en la misma agencia con sede en Corea, lo miro luego a JiSung

—Sí, él es JiSung ¿El señor Lee?

—No, el señor Lee me pidió que viniera a recogerlo ¿Sabe coreano? ¿O inglés al menos?

—Ninguno de los dos. Tendrá que matricularlo en una academia para que aprenda coreano.

—Se lo diré al señor Lee, acompáñeme.

JiSung miró a su traductora, ella asintió dándole ánimos para que se fuera con aquel hombre.

—No te preocupes—le dijo ella—El dinero que pagaron por ti ya fue entregado a la señora YuQi, él te llevará con tu esposo el señor Lee y tendrás que aprender coreano.

Con mucho miedo JiSung terminó yéndose con aquel hombre, el chofer del señor Lee, el cual no hablaba ni un poco de chino. Así que él trayendo fue silenciosos, Se dedicó a observar la belleza de Seúl, su nuevo hogar, su corazón latía con intranquilidad y por más que lo intentaba, no podía dejar de pensar en sus hermanos

"Esto es por ustedes, por la vida que merecen"

Se repetía una y otra vez para sí mismo.

El auto se detuvo indicando que habían llegado, JiSung pudo escuchar "Bienvenido a tu infierno" antes de bajar del auto.

『...』

Hola, esto es una adaptación, créditos a la autora @Jung_Hye_Sang_501

Muchas gracias por dejarme adaptar tu historia 






ℒℴѵℯ❤︎➝Estefanía 





 Estefanía 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top