🌵🔞 𝓟𝓸𝓼𝓲𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼 🔞🌵

De acuerdo, trataré de escribir el lemmon más hard que venga a mi mente. Disculpenme si está un poco largo :P Es para darle emoción.

México empezó a despertar. Le dolía un poco la cabeza, pero no era cruda. Empezó a visualizar sus alrededores, había vuelto a su cuarto de hotel y al lado suyo estaba Rusia leyendo un libro. El de Ushanka levantó la mirada y al verlo, sonrió.

Despertaste —dejó su libro en una mesita de noche.

¿Cómo... Tu me encontraste?

—No fue fácil, pero tratamos de encontrarte rápidamente, no sabíamos las intenciones que tenia Austria.

—Gracias —México se levantó de la cama bostezando. Fue a lavarse la cara.

Sintió una mano recorrer su espalda suavemente. Una caricia que le causó escalofríos. Se quedó quieto sintiendo el recorrido de esa mano por encima de la tela de su camisa. Se giró y vio a Rusia detrás de el. Este sólo besó sus labios. Lo apresó contra la pared atrapando sus labios y callando sus palabras. Tenia sus manos en la pared evitando que el más pequeño escapara. Y México no correspondía, era un beso apasionado y el sabia que poco a poco llevaría a otras cosas, no quería que ciertos sonidos se escaparan estando en un hotel.

Rus... —fue interrumpido por otro beso que el Ruso posó sobre sus labios.

Sus labios se vuelven a unir, el más alto muerde el labio inferior del más pequeño para iniciar una batalla de lenguas que chocan y bailan al ritmo que solo ellos lograron crear. Al separarse por falta de aire, un hilo de saliva los une. Sus besos comienzan a descender por el cuello del Mexicano causándole un cosquilleo en su vientre. Ambos chicos comienzan a sentir que el ambiente se calienta. Rusia empieza a lamer desde el cuello hasta el hombro haciendo qué el menor sintiera escalofríos y cosquillas. Mordió aquel espacio haciendo que México soltara un gemido. Chupó y succionó el mordisco haciendo un chupetón bastante notorio. Lentamente fue conduciendo a su pareja a la cama.

R-Rusia... Para... En un hotel no...—los labios fríos del Ruso invadieron su boca.

Lo recostó en la cama y todos los intentos de México por levantarse se vieron interrumpidos. El mayor apresó sus muñecas con sus manos y se posicionó encima de el. Le empezó a quitar su camisa dejando expuesto el torso de México. Este estaba terriblemente sonrojado y estaba... ¿Nervioso? Ya había pedido su virginidad, tal vez tanto tiempo lejos de Rusia lo haya hecho olvidar lo que era tener ese tipo de relaciones. Sus manos se volvieron frías al dejar de sentir a Rusia besar, lamer y morder sus hombros y cuello. Ya tenía suficientes marcas.

El más alto se dirige al pecho del menor. Atrapa uno de los botones del Mexicano y juguetea con el mientras deposita besos y caricias por todo su abdomen. México empieza a gemir más fuertemente en busca de aire y a causa del placer, aún quería luchar por liberarse de aquella situación, pero simplemente ya no lo hacía. Su vista se nublaba y el tacto cariñoso de Rusia seguía su camino sin ser interrumpido. Besa cada una de sus cicatrices y deja marcas notorias por donde quiera que pasa. Le causa escalofríos y cosquillas al de sangre Azteca. Pequeñas risitas acompañadas de gemidos y jadeos se escapan de sus labios.

Besa la boca del Mexicano con lujuria y delicadeza. Este solo corresponde. La rodilla del Ruso se posiciona entre las piernas del más pequeño presionándolo. El beso se vuelve demandante asfixiando de a poco al más pequeño. Rusia empieza a acariciar el miembro de su pareja por encima de la tela escuchando sus gemidos y jadeos. Le quita lentamente los pantalones sin dejar de acariciar. Luego de apartar aquella prenda, decide quitarle los boxers, el único obstáculo que frena sus acciones.

Separa sus labios de los de México escuchando sus jadeos y viendo como sus labios entreabiertos dejaban ver su lengua. Tenia un sonrojo bastante notorio. Rusia toma el mentón del menor abriendo su boca. Metió tres dedos en esta y el Mexicano los lamió como si se trataran de una paleta. Sabia lo que venía, y temía hacerlo. El mayor jugueteaba con los dedos dentro de la boca del de emblema de águila.

Rusia empieza a introducir los dedos en la entrada del Mexicano. Este solo gemía y trataba de detenerlo, muy tarde, demasiado tarde. Sus jadeos y gemidos habían sido los que provocaron a su novio. Ahora solo le tocaba disfrutar. Rusia toma sus caderas y México usa los hombros de su pareja como soporte sintiendo su piel... ¿En qué momento se había quitado la ropa?

Sus cuerpos poco a poco brillan por el sudor. El Ruso entra de una en el Mexicano escuchando un grito de placer y dolor. Vuelve a marcar y besar su cuerpo en busca de calmar su dolor. Cada movimiento, cada tacto de Rusia lo calienta. México gime, su espalda se arquea y su sonrojo se hace más notorio.

México... Voy a moverme —dijo Rusia también algo perdido en la lujuria.

Empieza con lento vaivén. Entra y sale de México mientras este sólo de aferra a su espalda cómo único punto de apoyo arañandola. Sus ojos empiezan a lagrimear y Rusia empieza a besar a México. Los movimientos se hacen más rápidos proporcionándole más placer al Mexicano. Este no hace mas que gemir más fuerte y rodear la cintura de su pareja con sus piernas acercándose más.

¿Te gustaría intentar algo nuevo? —le pregunta el Ruso mientras le da otra estocada al más pequeño.

N-Nuevo... Ah~... Ngh... R-Rusia...

Lo tomó como un sí. Cargó a México estando aún dentro de el. Sus piernas rodeaban su cintura y sus brazos se sujetaban de su cuello. Lo puso contra la pared y empezó a embestirlo de nuevo sacando más gemidos por parte de México. Rusia amaba esos sonidos, su piel perlada por el sudor, su sonrojo en sus mejillas y sus ojos lagrimeantes. Lo excitaban y lo hacían querer hacer que su pareja tocara las estrellas. Empezó a darle más fuerte llegando a tocar su punto dulce. México se estremeció y se corrió entre ambos apretando el miembro de su pareja que se encontraba dentro de el. Rusia lo llenó de aquel liquido caliente y espeso.

México gemía como si estuviera en celo. Rusia cambió la posición justo cuando el más pequeño comenzaba a acostumbrarse a esa. Lo puso en cuarto sobre la cama y empezó a embestirlo de nuevo volviendo a tocar aquel punto que hacia gemir y gritar a su amado. El más pequeño apoyó su pecho contra la cama y se sujetaba de las sabanas. El Ruso marcaba y besaba la espalda del Mexicano causándole escalofríos. Mordisqueó un par de veces.

R-Rusia... Ah~... Ya no... Puedo —México sentía el cansancio.

La cama se sacudía y rechinaba. Rusia embistió más fuerte en un intento por despertarlo. Volvió a acariciar su cuerpo y cuando terminó de marcar su espalda, cambio las posiciones de nuevo, una ultima vez.

Ahora era Rusia quien estaba acostado en la cama y México quien se encontraba encima de el sobre su miembro. Lo tomó de sus caderas y lo hizo que empezara a dar dentones sobre el. México cabalgaba sobre el Ruso mientras gemía y jadeaba. Rusia veía su mirada cansada, tal vez era suficiente o se había sobrepasado. El más pequeño se recostó sobre el pecho de su amado y ambos se volvieron a correr de nuevo. Podían escuchar el corazón del otro latir con fuerza y rapidez.

Rusia salió de México dejando que aquel liquido blanco escurriera entre sus piernas. Lo acostó en la cama y lo abrazó por la espalda en posición de cuchara. Besó su cuello una ultima vez y mordió un poco. El cansancio y el calor que emitían los terminaron arrullando dejándolos sumidos en un profundo sueño.

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