~Limbo
Ruido, todo era ruido, caos y cosas que no comprendía y sin embargo no escuchaba absolutamente nada y las parpadeantes luces rojas de la ambulancia donde trasladarían a Yoongi lo mantenían en una especie de trance.
Taehyung quien había llevado a los bebés a casa de Jin estaba a su lado siendo su confort y su guía en estos momentos porque era importante decir que no sabía si quiera donde estaba parado ahora mismo. Desde que la conexión con su Alfa se vio abruptamente cortada todo fue caos en su interior.
Su lobo rascaba y aullaba sin control y él estaba sumido en un limbo donde no escuchaba, no hablaba no hacía nada más que mirar al vacío. Lágrimas silenciosas le rodaban por sus mejillas y ni si quiera era capaz de limpiarlas así que iban a morir al borde de su cuello.
Era lo peor que había sentido Jimin desde que se presentó y tuvo conexión con su parte animal, el lobo estaba totalmente dolido y asustado gruñia y le pedía que le dejara ver a su Alfa. Jimin entendió que quizá su parte animal deseaba salir y ver a Yoongi, deseaba sentir de nuevo la conexión con su Alfa.
Taehyung a su lado no dejaba de abrazarlo mientras veía como la camilla con Yoongi era introducida en el interior de la ambulancia.
Tanto la policía como los Paramédicos habían llegado rápido, en cuanto Jimin dejó de sentir la conexión con Yoongi, Jihoon había salido a esperar a que llegaran y los condujo hasta adentro, su pulso era bastante débil cuando ellos llegaron y lograron apartar al omega de Yoongi.
—Vamos mimi debemos irnos.
El omega asintió pero entonces Jihoon se acercó a ellos evidentemente preocupado.
—Jimin Hyung, se que no es el momento pero es q-que Nayeon escapó.
Jimin parpadeó, seguía en un trance casi lacerante pero aún así pudo reaccionar o más bien fue su lobo quien le ayudó a poner de nuevo sus sentidos en funcionamiento al escuchar que la culpable del estado de su Alfa se había escapado.
—¿C-como que escapó? Maldición... —Bramó —¡Maldición! No puede escapar ella debe pagar, debe ir a prisión.
Su voz salió trémula pero no demostró debilidad en ningún momento aunque sus ojos estaban brillosos por las lágrimas que se arremolinaban ahí.
—Deja eso mi amor, la policía debe encargarse nosotros vamos ahora al hospital, en este momento importa más la salud de Yoongi.
Jimin asintió, Taehyung tenía razón debía ir al hospital Yoongi estaba en camino para allá eso era más importante en ese momento. Pero no podía manejar debido a lo nervioso que estaba así que Taehyung lo hizo, Jimin iba a su lado y Jihoon en la parte de atrás.
Al llegar lo primero que vio fue la ambulancia ya estacionada y a los Paramédicos llevando a Yoongi para adentro del hospital.
Era el hospital privado donde trabajaba su padre Namjoon, Tae había tenido total cuidado de decirle a los Paramédicos de llevarlo ahí y no decir nada a ninguno.
—¿Papá? —El hombre venía corriendo a su encuentro y no dudó en abrazarlo.
Se echó a los brazos de Namjoon quién lo abrazó fuertemente limpiando sus lágrimas.
Namjoon por su parte no dejo a su hijo, lo abrazó tan fuerte para que supiera que todo iba a estar bien, en cuanto recibió la llamada de Taehyung y le contó lo que pasaba con Yoongi pidió ser él quien lo evaliara y atendiera como su paciente.
—Cariño.
—Salvalo Papá por favor ¡Salva a mi Alfa! —Rogó el omega con un hilo de voz, ahogada por los sollozos.
—Haré todo lo que esté en mis manos cariño. Vamos adentro debes esperar fuera de la sala de emergencia.
Jimin asintió y entró detrás de Namjoon, los otros dos Omegas iban también detrás de ellos.
En cuanto Nam entro a la sala tuvo que quedarse esperando alguna noticia.
—Tranquilo Mimi todo va a estar bien. —Taehyung Susurró a lo que que omega simplemente asintió.
Agradecía que Tae estuviera ahí con él porque si no seguro ya hubiera perdido la cordura. La presencia de alguien externo al problema que tenía en ese momento Jimin era un alivio ya que Tae sabía que hacer o decir en ese momento tan shokeante de su vida donde a penas podía pensar.
Al poco rato de estar en la sala esperando, los pasos apresurados de Hoseok hicieron a los presentes voltear a verlo.
—¡Jimin! ¿Qué pasó? Dime que es una puta broma todo esto por favor ¿Yoon?
Jimin negó siéndole imposible detener las lágrimas.
—Mi padre aun no sale a decirme nada Hobi Hyung.
El pelinegro se llevó las manos al rostro y luego se agachó a la altura de Jimin y le abrazó.
—Mierda no puedo, no puedo creerlo. ¿Fue ella?
Jimin asintió soltandose de Hoseok y pasando la manga de su abrigo por sus mejillas húmedas.
—Hoseok Hyung, yo quiero a esa mujer frente a mi, quiero... quiero dañarla con mis manos, quiero verla suplicar, quiero que pague. Si a Yoon le pasa algo por su culpa el infierno será poco castigo.
—Lo sé, lo sé también yo. Esto no va a quedar así Jimin te lo prometo, no solo porque Yoonmin es mi representado, es mi mejor amigo, mi hermano.
Jimin asintió con la cabeza gradecido con Hobi.
La puerta de la sala de emergencias por donde se habían llevado a Yoongi se abrió dos horas más tarde y Namjoon salió con su rostro bastante relajado.
Jimin de inmediato se levantó para ir por noticias de su Alfa.
—Papá ¿Cómo está? ¿Está bien?
Namjoon se quitó la mascarilla y limpio la frente sin dejar de ver a su hijo.
—Jimin, tu Alfa es un hombre fuerte. Logramos limpiar su organismo y su sangre de la sustancia.
—¿Qué fue lo que pasó Doctor? —Preguntó Hoseok acercándose también.
—Sufrió una sobredosis de etileno de cocaína o cocaetileno como comúnmente le decimos, que es un resultante del consumo simultáneo de cocaína y alcohol el alto grado. No se como pasó o si Yoongi ingirió sin querer esa combinación letal pero fue una suerte que hayan llegado los Paramédicos en poco tiempo. Tuvo mucha suerte porque esto puede producir coma o lo peor, la muerte súbita. Creo que su lobo también lo resintió porque la sustancia también logró dormirlo a él.
Jimin se llevó las manos a la boca mientras escuchaba a su padre explicar lo que le había sucedido a Yoongi. Por eso fue que la conexión de ambos se había roto por eso fue que no lograba sentir a su Alfa y su lobo estaba desesperado.
—¿Y está bien? ¡Por favor Papá!
—Si cariño, solo está en observación y en reposo poco a poco irá recuperando su ritmo cardíaco normal y también la conexión con su lobo y eventualmente la conexión entre tú y él también volverá.
Jimin abrazon a su padre y luego a Hoseok, seguido a Taehyung quien sonreía al fin más aliviado.
—Dios que alivio. —Dijo Hoseok.
—¿Papá lo puedo ver?
—Es mejor que esperes a mañana cariño. Debe descansar y tú también.
—Pero papá... —Jimin se quedó a medias por la interrupción de su padre.
—Cariño se que quieres estar ahí, pero ya esta fuera de peligro y necesita descansar en cuanto haya mejorado yo mismo te llevo adentro.
Namjoom le desordenó sus cabellos castaños y a Jimin no le quedó de otra que aceptar.
Desanimado pero más aliviado que antes se dejó caer al sofá al lado de Taehyung quien de inmediato lo arropó con su chaqueta y se acomodó bien a su lado.
Hoseok se levantó para poder hablar con Namjoon, debía arreglar todo lo relacionado a este incidente con Yoongi para que nada saliera del círculo familiar y se manejara con toda la discreción posible.
...
No supo con exactitud cuanto tiempo se durmió ahí en el sofá al lado de Tae pero se despertó cuando sintio sus suaves caricias en su cabello. Los dedos largos de Tae se enredaban en las finas hebras del castaño, se sentía como una caricia en el alma.
—¿T-tae?
El pelirrojo amigo de Jimin se acercó a su rostro adormilado y le sonrió con una perfecta sonrisa hermosamente rectangular.
—¿Te desperté Mi vida? —Volvió a acariciar sus cabellos. —Todo aquí ha estado igual, Hoseok se fue porque dijo que debía arreglar todo el papeleo y estar pendiente por si la policía encontraba a la loca esa. Tu papá vino hace un momento y como te vio dormido se fue.
Jimin se enderezó sobre el sofá y estiró sus brazos para desperezarse.
—¿No dijo nada sobre Yoongi?
—No, solo vino a ver como estabas.
El castaño asintió mirando al rededor, no sabía con exactitud que hora era pero por la puerta de cristal que había más allá se veía oscuro. En la recepción solo estaba la secretaria quien dormitaba un poco y después solo ellos dos.
—¿Qué hora es Tae?
—Casi las seis de la mañana. Ya comienzan a venir más pacientes mira.
Jimin dirigió su vista hacia la entrada y efectivamente varias personas al parecer una familia entraba por la puerta principal.
Un pequeño de casi 5 años se le quedó mirando mientras sus padres hablaban con la recepcionista y le sonrió levantando la manita en el aire. Jimin también le sonrió cuando se acordó que tenia el corpiño abajo y el gorro en su regazo. Se colocó bien el cubrebocas y se puso el gorro y sobre el la capucha de su abrigo.
Tae a su lado hizo lo mismo cubrirse lo más que podían porque aunque era un hospital privado siempre habían personas que podían reconocerlos.
La familia con el niño pasó frente a ellos y el niño lloraba en brazos de su padre que a penas le prestaba atención porque iba hablando con una enfermera.
—Ah pasado la noche entera con fiebre alta. —Comentaba la madre del niño.
—Papá papito es él mira, el de la tele. ¡Jimin! ¡Es Jimin!.
—si si cariño lo que digas, déjame hablar con la señorita.
Jimin miró como la familia se perdía en alguna puerta y suspiró. No pudo evitar pensar en cómo sería su vida más adelante con sus cachorros ya grandes. ¿Debía esconderse para irlos a dejar a la escuela? Seguro debía disfrazarse o algo así. O ponerlos a estudiar en un colegio solo de hijos de famosos quizá.
Sonrió para si mismo cuando se sorprendió pensando en esas cosas, al menos olvidaba un poco el motivo por el cual estaba ahi.
Entonces sin previo aviso comenzó a sentir la ansiedad de nuevo y su lobo por dentro quería salir corriendo, rasguñaba sin parar y lloroqueaba. Entonces fue que él también lo sintió, su Alfa y su conexión volvía a sentirla en su pecho. Así que no espero más y corrió hacia adentro topandose justamente con su padre que venía hacia él.
—¡Papá, ¿Yoonie?
—Acaba de despertar hijo, venía a decirte eso pero creo que lo has sabido incluso antes que yo.
Jimin asintió y se dejó guiar por su padre hacia adentro.
A Yoongi ya no lo tenían en la sala de emergencia si no que lo habían trasladado a la sala de recuperación, así que ahí podía tener más privacidad para sus visitas.
Namjoon abrió la puerta correspondiente a la del Alfa y Jimin pudo ver de un vistazo todo, a su Alfa acostado en una cama con sus ojos cerrados y una linda salita de estar.
Namjoon dejó que Jimin se acercara y luego corrió las cortinas para darles más privacidad.
Jimin lo primero que hizo fue estirar una mano para acariciarle el cabello enmarañado que le caía rebelde por todos lados. Su respiración era más relajada que antes cuando lo encontró casi sin sentido. Ahora parecía respirar mucho mejor.
Su piel volvía a su color habitual y sus labios ya no estaban morados.
—Yoon mi amor me asustaste. —Murmuró solo al aire ya que sabía que Yoongi no le iba a responder de inmediato porque apenas ni abría sus ojos.
Dejó caer su cabeza sobre el pecho de su Alfa e hizo salir sutilmente su aroma. Se quedó ahí por un momento —No supo cuánto— hasta que la voz gruesa de su Alfa le hizo sonreír de felicidad y alivio.
—¿J-Jiminie...?
—¡Alfa!
—Lo siento por asustarte mi amor. Soy un Alfa tonto.
Jimin no despegó su cabeza del pecho de Yoongi porque se sentía bien ahí, además la voz de Yoongi era como un ronroneo hermoso y quería seguir escuchandolo.
—Yoonie pensé que te perdía, Dios fue una angustia tan grande. —Sintio sus ojos humedecer así que optó por enterrar más su rostro en el cuello del Alfa e inhalar su aroma de café con leche que tanto amaba y que poco a poco comenzaba a volver.
Sintió una mano de Yoongi en su espalda dejarle caricias y la otra jugar en su cabello.
—No recuerdo lo que pasó no tengo recuerdos de nada Jiminie pero perdóname si hice algo estúpido, perdóname si te lastime o te dañe lo siento mucho. Sea lo que sea que haya hecho quiero que sepas que te amo, te amo tanto y no podría estar sin ti. ¿Me crees cierto?
Jimin sonrió sintiendo vibrar su pecho, aún así su Alfa no dejaba de ser tan lindo.
—¿Por qué me pides perdón Yoon? No hiciste nada malo.
—¿No me embriagué hasta caer en coma etílico? —Sus dos cejas se juntaron mientras trataba de ver el rostro de su omega pero este seguía pegado a su pecho sintiendo ese ronroneo que producía Yoongi al hablar.
—No, no fue eso lo que pasó cariño. Pero todo está bien así que por ahora recuperate pronto para volver a casa con nuestros trillizos.
Yoongi suspiró, su último recuerdo era haber estado en aquella reunión bebiendo algo de Whiskey y aunque no recorbada nada más sabía que algo malo había pasado o si no, no estaría ahí. Pero con su omega ahí a su lado nada podía ser malo, ahora todo estaba bien.
—Te amo Jimin.
—Lo sé.
La mano de Yoongi busco delicadamente la barbilla del omega y levantó con dulzura su rostro hasta pegarlo al de él y luego de ello unir sus labios en un beso tierno e intimo, dulce y reconfortante que los hizo a ambos soltar un suspiro de alivio total.
—Yoonie.
—¿Si cariño? —Preguntó separándose solo centímetros de Jimin.
—Te amo, te amo mucho mucho y no me voy a cansar de decirlo día a día.
El pecho de Yoongi sintió una explosión de felicidad en ese momento. Su omega lo amaba tanto como él lo hacía.
—¿Yoonie?
—¿Si, cariño?
Jimin se sintió algo tímido porque era la primera vez que haría tal cosa pero sabía que no se sentiría del todo bien si no lo hacia.
—¿Puedo transformarme y acurrucarme cerquita de ti? E-es que mi lobo quiere eso. —Murmuró jugando con sus dedos.
Yoongi sonrió mostrando sus encías y asintió, eso sería interesante.
—Muero por verte en tu forma animal, hazlo. —Apremió.
Entonces sin perder tiempo Jimin se quitó su abrigo largo, su camisa y su jeans ante la mirada de su Alfa quién seguía cada movimiento y se subió a la cama sobre el regazo del pelinegro. Acto seguido cerró sus ojos para comunicarse con su lobo y se fue transformando poco a poco en un bello y gran lobo blanco ojiazul de pelaje suave.
Se acurrucó bien sobre Yoongi quien maravillado miraba al omega sobre él, era precioso.
El lobo de Jimin olisqueó al Alfa y lo reconoció y tan pronto lo hizo comenzó a mover la cola de la felicidad.
Yoongi lo acaricio sin dudar y se deleitó con la calidez que el cuerpo del animal le brindaba. Era sin duda lo más bonito que había hecho jamás.
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