Hacía un par de días que habían llegado a su destino, una casa pequeña que Yoongi pidió porque no iba a pasar el resto de los meses de grabación con Jimin en un hotel, y Jimin estaba acostumbrándose a la rutina. Yoongi se iba a grabar temprano unas 5 horas y volvía para estar con él el resto del día. Y contrario a lo que creyó Jimin, Min Yoongi era el Alfa más lindo y atento que había en la tierra, al menos para él.

Solía llevarle cualquier antojo que Jimin tuviese, comida, ropa muy cómoda para él, hasta un aparato que había llevado la tarde anterior que era para que Jimin metiera sus pies en agua tibia y hasta daba masaje para así consentir sus pies hinchados.

Era genial y Jimin se sentía muy consentido por parte de su Alfa, se sentía tonto a veces al haber huido de él antes creyendo que le estaba arruinando la vida al Alfa, contrario a lo que creyó parecía que Yoongi estaba pasando por la mejor etapa de su vida, se le veía feliz y no desaprovechaba el momento para consertirlo en todo y pasaba horas simplemente echado a su lado sobando su pancita ya no tan pancita. Y Jimin que creía que pasaría su embarazo solito y triste.

Tarareaba su última canción mientras iba de aquí para allá en la habitación moviendo y acomodando cosas como ropa de Yoongi y Ropa suya, peluches, objetos personales, almohadas y sábanas que poseian el aroma de su Alfa y suyas. Estaba tan entretenido en su labor, acomodando y reacomodando prendas de vestir sobre la cama que no se dio cuenta de que en el marco de la puerta estaba Yoongi parado observándolo con su entrecejo fruncido y una media sonrisa en sus delgados y finos labios.

Para Yoongi estaba siendo entrendido ver como aquel bonito omega iba de un lado para el otro con sus camisas y sueters mientras cantaba.

-¿Qué tanto haces pequeño omega?

Jimin dio una saltito en su sitio y se llevó una mano al pecho.

-¡Yoon, Dios que susto!

Dejó una última prenda sobre aquella cosa que con tanta devoción arreglaba y caminó a su encuentro para darle un beso, se pegó a él todo lo que su voluminosa pancita de 5 meses le dejaba.

-Hola bonito ¿Pasaste buen día? -Yoongi le dejo un beso en la frente y sobó su vientre antes de soltarlo.

Jimin asintió mirando con orgullo la cama y la gran montaña de cosas sobre ella.

-Ya veo. -Sonrió Yoongi. -¿Para qué se supone que es?

Jimin rodó los ojos como si esperaba que Yoongi comprendiera todo así de fácil.

-Es nuestro nido amor lo hice para nosotros. -Sus mejillas se pusieron rojitas mientras mordía su labio de verdad le preocupaba que a su Alfa no le gustara.

Yoongi examinó la cama, de verdad habían muchas cosas ahí perfectamente bien apiladas, había escuchado eso sobre que los Omegas en cinta o próximos a quedar en cinta hacían esa especie de nidos donde pasaban el tiempo y se sentían seguros. Ahora comprobaba que era real que ellos hacían eso como una especie de refigio donde se iban a pasar largo rato para sentirse cómodos y seguros.

-Está muy bonito cariño, pero ¿Dónde vamos a dormir? -Preguntó Yoongi con una media sonrisa.

-De eso ya me ocupé Yoon, la otra habitación que es como un estudio la acomodé y puse el sofá cama que es demasiado grande y cabemos perfectamente. ¿Qué te parece? ¿Te parece bien? -Preguntó haciendo un lindo puchero.

Yoongi se deleitó mirando al omega y sonrió sin apartar la vista, como si fuera la primera vez que le veía. Jimin era realmente muy lindo tanto en su físico como en su personalidad. Yoongi estaba fascinado.

-Bonito. -Susurró acariciando las suaves mejillas embobado en ese mar miel de los ojos de Jimin.

Jimin se sintió satisfecho sin haber comprendido realmente a lo que se refería Yoongi.

-Prepare algo para almorzar ¿Has almorzado?

-Nayeon pidió comida para mi en el set cariño. -Jimin hizo una mueca de desagrado. -Aunque no comí realmente. No puedo si se que estas aquí esperándome.

Jimin casi se derretía de ternura que se le olvidó lo de la asistente y lo tomó suavemente de la mano para guiarlo hasta la cocina donde en realidad olía muy bien, el apetito de Yoongi despertó en ese momento.

Era verdad, su asistente solía pedirle comida y él comía en el set pero desde que estaba Jimin a su lado prefería comer con él aunque la asistente aún seguía pidiendo comida para él pero Yoongi la dejaba sin probar un bocado.

-Huele bien ¿Qué es?

-Estofado, es la receta de la abuela.

La puerta de la residencia de la pareja fue tocaba sutilmente y Jimin iba a salir pero el Alfa al verle ocupado decidió ir él.

Jimin escuchó voces en el recibidor y risas y luego un barullo acercarse hasta la cocina.

-Ah mi amor tengo hambre que podría comer una vaca completa.

-No te daré nada Tae me dejaste cocinando solo y te envié solo por leche para mi café y te has tardado una eternidad. -Espetó Jimin sirviendo a Yoongi quien volvía a la cocina.

-¿Si sabias que este Alfa y tú son tendencia verdad? Soy tu asistente Jimin. Sólo puse un pie afuera de la casa y me vi perseguido por varios paparazzis que quieren una entrevista contigo. ¿No ves el sacrificio de mi trabajo? Me persiguieron por toda la calle ¡no respetan! Por un momento temí por mi vida.

-El rarito tiene razón corazón afuera está terrible para todo aquel que tenga relacion con nosotros dos. A mi no me han dejado dar dos pasos seguidos en el estacionamiento del set de grabación.

Jimin suspiró, ese era el precio de la fama. Sus vidas siempre serían dominio público siempre iban a estar en el ojo crítico del quinto poder.

-Lo sé, los comprendo totalmente, la prensa está loca por una entrevista. Quieren la primicia de nuestra relación Yoon.

Yoongi sonrió, él como presentador de TV y entrevistador sabía perfectamente que las grandes primicias traían grandes compensaciones económicas también.

-Si, pero nadie la tendrá más que yo. -Elevó una ceja con una sonrisa de lado.

-Ya Yoongi ¿no te bastó con jodertelo el día de su entrevista y quieres tu propia primicia? -Bromeó Taehyung.

Las mejillas de Jimin ardieron al ver a Yoongi morderse el labio y ladeó la cabeza, claramente estaba recordando esa fatídica entrevista.

-Volveré a llevarte a mi programa. -Yoongi le guiñó un ojo al castaño quien se puso colorado. -Me gustaría volver a... entrevistarte.

Taehyung miraba a ambos con las cejas levantadas y sus manos enlazadas sosteniendo su barbilla interesado en la interacción de la pareja.

Jimin por el contrario estaba con sus mejillas bien rojas hasta las orejas ante las sutiles insinuaciones de Yoongi y las bromas de Taehyun.

-Ya Yoon, Tae por Dios no lo digas asi. Ah ya no puede uno comer tranquilamente. -Refunfuñó.

...

-¿Qué quiere esa asistonta?

Yoongi soltó una risita, en el corto tiempo que llevaba de convivir con su ahora pareja estaba aprendiendo cosas de él como que era celoso, bastante celoso, Jimin no soportaba a Nayeon.

-Ver si chequé mi agenda para mañana cariño.

Jimin rodó los ojos a la vez que hacia un tierno puchero de molestia.

-Ella sabe que si ves tu agenda no eres un desordenado. Lo siento Yoonie es que, la verdad no soporto a esa asistonta tuya es una entrometida y se toma atribuciones que no le corresponden.

Jimin aún no había olvidado la vez que intento llamar y localizar a Yoongi y esa Nayeon se lo negaba siempre.

-Lo es cariño, pero no le pongas tanta atención a eso.

-Pero siempre está tratando de llamar tu atención.

El pelinegro suspiró, eso era verdad pero es que a él no le gustaba ella, ni nadie en realidad. Solo podía pensar en Jimin y en nadie más.

-Pero mis ojos siempre quieren verte a ti.

Jimin se sintio tímido ante las palabras tan lindas que le era imposible no quedarse más tranquilo y no pensar más en cosas.

Yoongi lo atrajo hacia él para pegarlo más a su cuerpo ya que ambos estaban acostados en la cama, en el nido más específicamente dándose mimos. Yoongi mantenía una mano sobre el abultado vientre de su omega.

-¡Uh, oh! ¿Lo sientes? -Jimin se había emocionado.

-Wooa parece que ciertas personitas sienten la voz de papá. ¿no es así cachorritos?

Yoongi siguió acariciando el vientre sintiendo los suaves golpecitos y movimientos de los bebés cada vez que él hablaba.

-Se ponen así de inquietos cuando están despiertos y oyen tu voz.

Yoongi sonrió, aquello era una cosa maravillosa de poder apreciar y sentir porque la vida de sus cachorros desarrollándose dentro de Jimin era algo tan hermoso e increíble para él era el milagro de la vida y estaba tan agradecido con el destino por haberle permitido vivir algo como eso.

Yoongi era serio si, nadie podía estar cerca de él sin agachar la cabeza por lo imponente de su Alfa, no sonreía con cualquiera y era muy dedicado y entregado a su trabajo pero en el fondo era un Alfa muy cariñoso y bastante tierno y Jimin podía apreciar todo aquello de primera mano.

Lo consentía mucho y amaba pasar tiempo así al lado de Jimin acurrucados mientras le decía cosas bonitas y acariciaba su pancita, eran los momentos que más amaba Yoongi y si ahora era así cuando nacieran esos cachorros seria más dichoso.

-Jiminie, mañana hay una cena con todos los miembros del programa.

-Lo sé Yoon, la asistonta no ha parado de llamarte para recodar eso.

Yoongi volvió a soltar una risita divertido con los celos de su omega.

-En fin, quiero que vengas conmigo amor.

-¿De verdad? ¿No es muy pronto para que nos vean así juntos?

Yoongi se acomodó en la cama apoyando su cabeza en su brazo y mirando fijamente a Jimin.

-Corazón, somos pareja eres MÍ omega y no veo el problema en que nos vean juntos. La prensa un día se va a hartar de seguirnos.

Jimin lo pensó y Yoongi tenía razón no podía estar oculto siempre solo por evitar los medios él era un artista y Yoongi también así que debían acostumbrarse a que la vida iba a ser así de intensa para ambos.

-Si tienes razón Yoonie, llamaré a Taehyun para que me consiga ropa adecuada. ¡Ya nada me queda! -Se quejó.

Faltaba poco para que el embarazo llegara a término y estaba poniéndose ansioso.

-Con lo que te pongas te veras genial Corazón porque no es la ropa la que te hace lucir genial, es esa bella sonrisa y esa mirada encantadora. -Le halago.

-Basta Yoongi me sonrojas mucho.

Yoongi sonrió y se apegó de nuevo a Jimin para robarle un beso, uno de esos que hasta les quitaba el aliento a ambos, mordía suavemente su labio inferior y acariciaba la lengua del omega con la suya. Pero siempre se detenía cuando sentía que la situación se iba a poner más intensa.

-¿Quieres algo de comer?

-Yoongi... -Jimin suspiró para recuperar el aliento que aquel beso le había robado. -A este paso voy a subir el triple de peso con tanta comida que me ofreces a cada rato.

-Es que debes comer por 4 pancitas amorcito, quiero a esos cachorros sanos y a un papá omega saludable.

Jimin sonrió y se rindió porque la verdad tenía ya hambre.

-Se me antojan las alitas de pollo. -Hizo un puchero.

-Alitas de pollo en camino.

Jimin sonrió mientras Yoongi se levantaba para pedir la comida y se acomodó en su nido de nuevo.

Estaba tan dichoso de haber tenido como destinado a un Alfa tan bueno como él además de sexy y guapo era un amor de persona, lindo y tierno.