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Llegó el día de la boda, Victor estaba muy nervioso por que llegara ese día. Antes que llegaran en el carruaje que Yuuri había mandado, Victor ya podía, apreciar la decoración, mientras caían pétalos de flores que hacian que la atmósfera fuera perfecta para ese día tan especial.

Cuando por fín llego frente al castillo, no contuvo más la emoción y abrio la puerta con tanta fuerza y rapidez, que no se había dado cuenta que había golpeado a Yakov.

- ¡Disculpe! No era mi intencion - dijo con un risa nerviosa, cuando iba saliendo del carruaje - ¡¿Es muy tarde?! - exclamó cuando vio que no había gente afuera del lugar

- No, tranquilo llega a tiempo - dijo tratando de hacer un sonrisa, cuando vio que se iba hacia la celebración

- ¡Victor! ¡Espera, no hemos terminado! - decían los pequeños animales, mientras llegaban a él, y terminaba los ultimos toques del traje y le colocaban una corona

- Gracias - dijo cuando acabaron, para luego entrar al castillo

- De nada - le dicen sus amigos, justo cuando Yakov llegaba a la puerta y se las cerraba en la cara a Pichit, quien intentaba pasar

- ¡Que cree que somos! ¡¿Basura?! - le gritó cuando iba a buscar otra entrada

Mientras, Victor corría por el castillo, siendo perseguido por Yakov.

- ¡Espere un momento! - dijo cuando trataba de alcanzarlo

- ¡Es el!.. yo y el... el y yo... - trataba de decir emocionado, antes de que casi chocara con una anciana - ¡Ay, perdón!

- ¡Oh! que novio tan bello - dijo la anciana

- Se lo agradezco, pero tengo que ir a...

- No, no, tengo un regalo para tí - la interrumpió la anciana - es un pozo de los deseos

- Muchas gracias, pero enscerio tengo que ir... - dijo, antes de que la anciana le agarraba el brazo y lo guíaba hacia una cascada con un pozo, en el momento que Pichit iba llegando al lugar

- Si vuelvo a ver a ese gordo voy a... - se interrumpió cuando vio a Victor

- Pero mis sueños se haran realidad - dijo, aún tratando de librarse del agarre

- Este pozo es el más mágico de todos - decia mientras seguía ignorandolo - solo acércate y pide tu deseo... acércate... estás ¿deseando algo especial?

- Si... deseo que ambos... vivamos felices para siem... - pero antes de terminar de decir su deseo, dió un grito al no sentir sus pies en la tierra e ir cayendo por el pozo, Pichit, que lo vio todo, fue de inmediato a llamar al príncipe, justo cuando la anciana volvió a su estado real.

- Mi adorada Reina, ¿A donde lo ha enviado? - pregunta Yakov

- A un mundo donde no hay un felices para siempre.

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