Cap 15
El viaje era demasiado pesado, les había tomado demasiado tiempo llegar a su destino ciertamente. Las horribles escenas aún seguían persiguiendole inclusive en sus sueños.
Aunque, se notaba a leguas qué su compañero se estaba extraño, ¿por que lo decía?, siempre tenía una cara larga, aquella expresión pensativa una llena de preocupacion ¿Acaso era por la seguridad de ambos? ¿O acaso se debía a algo más?. Cada vez que intentaba preguntar le a su compañero acerca de su malestar, este simplemente guardaba silencio o cambiaba el tema, algunas veces en las noches desaparecía y volvía justo al amanecer ¿encerio no era nada?.
Su viaje pese a la gran distancia que habían atravesado, había sido meramente tranquilo, sin contratiempos a pesar de que ambos estaban siendo casados por aquella misma persona qué destruyó su reino.
—¿qué es este lugar?,¿es aquí a donde podremos estar a salvo? No hay nada, es un bosque interminable..
Suspiro ante tal reproche, le daba la razón en cierto punto, habían llegado a ese lugar hace un par de horas y caminaban por ese bosque el cual no parecía ser muy normal, tenía magia en su interior, pero parecía ser que el joven príncipe no notaba esto, ¿no se supone que al ser mitad y mitad estaría más familiarizado en este entorno?, soltó un suspiro pesado mientras seguía su camino en medio de ese enorme y desolado bosque — estamos en las afuera del reino de Netfiliha – empezó a decir tal vez para aligerar un poco la ansiedad del chico o solo para informar en que lugar se encontraban. Aunque jamás había ido a ese reino si había escuchado demasiadas leyendas, y cuando estudias la magia, descubres qué las leyendas siempre pueden ser ciertas
— ¿qué reino es ese? – preguntó el príncipe, ¿enserio?, masajeo el puente de su nariz mostrando su irritación vivir con humanos le a vuelto un verdadero inútil al parecer
— el reino de las hadas – exclamó suspirando pesadamente tratando de memguar sus pensamientos, era increíble como el ni siquiera sabía nada ni de sus propios orígenes – también es habitado por elfos y unicornio.. Las hadas cuidan de ellos.
— aja, y las sirenas también viven aquí – se intentó burlar y el le miró con rareza negando con la cabeza la ignorancia abunda entre los humanos ciertamente es así
— todo el mundo sabe que las sirenas viven en "Mermaidia"– de verdad que era un chico inculto en todo este tema y ese era el hijo de un rey demonio que deshonra, debía enseñarle todo esto si quería alcanzar sus objetivos – hasta un niño de cinco años sabe eso..
— te equivocas.., esas son leyendas.
No respondió solo siguió con su camino adentrandose más y más, tenían horas con su camino, pronto anocheceria no habían llegado a ningún lado, ¿de verdad iban a creer en tontas leyendas?. Ya ni sabía si seguir quejándose oh hacer preguntas aunque todo pareciera increíble era tan imposible que existiera un reino así. Siguieron caminando por unas horas más hasta ver como su guía se detuvo
— bienvenido al reino de las hadas – alzó la mirada encontrándose con un paraíso natural tan hermoso, montañas y rocas, habiendo cascadas enormes parecía todo una ciudad era un lugar enorme. en el centro de todo se encontraba un gran árbol que estaba se mantenía elevado en el cielo mientras nubes le rodeaban. Se sentía la magia emanando con constancia. Incluso las flores tenían magia
Jamás había visto un lugar así, pensó que no existía y eran una leyenda como decían los libros — el árbol que ves – miro a su compañero quien señaló al árbol gigante – allí en ese lugar se encuentra el castillo de la ninfa
— ¿es quien se supone es mi madre? – le escucho preguntar y solo asintió mientras caminaba a lo que pensaba que sería la ciudad..– ¿como sabes de este lugar?
— las hadas y criaturas mágicas conocen este lugar..
— Waoh.. ¿Entonces veremos el jardín de camelias? Jamás e visto esas flores dicen que son hermosas..
— los humanos jamás podrían ver esa flor ya que crece en el territorio del rey demonio. Son flores hermosas incluso tienen vida propia, se les llama flores malditas ya que no pueden ser cortadas ni quemadas.. Y si esto pasara no sufriran ningún daño.
— Waoh.. Sabes mucho..
— solo estudio, me gusta la magia y todo lo que abarca, por eso estudio tu también sabrías si lo hicieras – le reprendio dándole una mirada llena de seriedad mientras caminaban cuidando de que nadie les viera
— para mis padres solo se tratan de leyendas – intento defenderse el príncipe más sabía que era inútil
— los humanos no pueden creer en nada que no hayan visto.. Son una plaga.. – Murmuró el en un suspiro sin importarle el pensamiento del contrario
El chico le miró con reproche y el solo suspiro mientras seguía con su camino, su misión era llegar al gran árbol de la vida. Pero hasta donde sabia nadie tenía permitido ir allí solo las hadas encargadas de cuidar el cristal donde estaba cellado su rey tenían permiso de acercarse, también estaba el factor de que podrían ser vistos o apresados, tampoco podían correr el riesgo de que su señora les encontrará e intentará robar el poder en Shima, eso estropearia sus planes — debemos llegar allí – le dijo nuevamente a su compañero señalando aquel gran árbol, su compañero le miró con duda
—¿como llegaremos allí?..
— solo pueden acercarse miembros de la familia real oh las hadas qué resguardan a su gobernante
— entonces.. ¿Como llegaremos allí?
Buena pregunta, no tenía ni idea, suspiro profundamente deberían mantener un perfil bajo mientras tanto al menos que se le ocurriera una manera para acercarse sin ser detectados.. — dejame pensar..
El príncipe suspiro sentándose en la grama mientras su mirada recorría los alrededores, asombrandose cada vez más de lo que veía. Su mirada se concentró en su compañero quien tenía una expresión pensativa y llena de frustración.
Después de pensar por horas y horas decidió hacer un hechizo que les permitía ocultar su poder mágico y su presencia así que podrían entrar sin contratiempos. Con ayuda de sus lobos treparon hasta la punta del castillo, divisando aquel hermoso jardín lleno de camelias y no solo el jardín si no que todo el patio del castillo estaba repleto de aquellas flores rojas tan hermosas..
— Waoh – el príncipe callo de rodillas al ver el castillo, sin entender el por que sentía una gran conexión con ese lugar, era un sentimiento tan extraño de nostalgia que le dominaba en ese instante, no sabiendo como contrario
—¿es hermoso no? – Murmuró el mientras su mirada estaba puesta en aquel lugar, si tenía suerte encontraría libros de magia poderosa que incluso pudiera usar para salvar a su amigo , le extendió su mano al príncipe quien la tomó para levantarse –Ahora vamos, no podemos quedarnos aquí
Darían un paso más cuando un gran agujero aprecio en sus pies y ambos cayeron al vacío, no tuvo ni chance de reaccionar cuando se dio cuenta ya habían caído, no importaba los hechizos qué intentará su magia no funcionaba. Ambos sumergido en lo que parecía un océano, nada en el reino de las hadas era lo que parece y olvidó esa regla, parecía como si el mar les tragara no podía subir a la superficie, sentía sus manos atadas al igual que sus piernas impidiendo la movilidad, le dio una mirada a su compañero quien había dejado de luchar contra la corriente ¿así es como moriria? ¿ Así es como acabaría todo?... Le había fallado a la persona que más quería en ese maldito mundo moriría por su culpa..
Simplemente cerró sus ojos rindiendose ante la corriente había llegado tan lejos y ahora ambos morirían ¿es así como terminaría todo?
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— Chuchu ~.. Mi hermosa hada te vez tan tierno..
— callate idiota.. Ve a molestar a otro lado.. Como eres de canson Dazai
— oh vamos chuu~ sabes que te amo..
— si si.. Yo también ahora vete..
—no me iré sin uno de tus exquisitos besos
El por su lado resoplo dejando un pequeño beso en sus labios, quería robar más besos cuando de la nada su mano derecha apareció diciendo que tenían problemas — ya es hora de irme chuu, vendré por la noche.. Tengo que hacerme cargo de una tonta y aburrida guerra
El contrario suspiro profundamente, odiaba las guerras por su lado prefería arreglar todo de manera pacífica — me traerás algo rico ¿no?
—claro, debo consentir a mi amado esposo embarazado..
— ya callate.. Vete vete..
El contrario sonrió juguetón tomando al más bajo del mentón besando sus labios con cariño — para la buena suerte mi amor.
—ten cuidado por favor..
— volvere mi amada hada~ no te dejaré solo yo puedo poseerte
— alguien quiere que le de un buen golpe
Y es así como entre risas el mayor se marchó dejando a su amado quien ya estaba acostumbrado a sus tonterías.. Y era ta irónico como comenzó todo..
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