Cap 11
Caminaba de lo más tranquilo de regreso al castillo con Shima, no encontró información y se sentía tan irritado en ese instante era una mezcla de sentimientos extraños, estaba decepcionado algo dentro de él penaba que encontraría aquella cueva y podría estudiar al menos la magia que contenía
— vaya, aquí estas
Enfocó la mirada en su compañero peludo quien se le acercó, simplemente le ignoro para seguir con su camino después de todo este se había es fumado y llegaba como si nada a querer hablar — hey! No me ignores
— vete Nero, no te necesito
— oh vamos.. No te e dejado solo por que quise
Le escucho decir y solo se detuvo para escucharlo, se volteo a verle y soltó un suspiro pesado estaba enojado y frustrado encerio quería matar a alguien ahora —bien, ¿a donde fuiste?
— estuve haciendo unas cosas, a demás te estuve observando, estas entrenando al príncipe Shima
— no lo hago por que quiero – suspiro rodando los ojos, se apoyo en el tronco de un árbol debatiendo se entre preguntarle a el o simplemente callar y buscar por su cuenta – oye Nero, sabes Shima me contó acerca de algo
— ¿algo como que? – preguntó mirando al chico quien estaba de lo más tranquilo con su vista enfocada en el cielo colorido que pintaba el atardecer
— bueno me dijo que a el lo encontraron en una cueva o algo así
— ah, si.. – respondió restandole importancia a ese lugar después de todo no tenía relevancia – no tiene importancia
— dijo que era un lugar lleno de magia
— si si, pero la magia que queremos que despierte no está en ninguna cueva
— ¿tu sabes donde esta? – pregunto de manera astuta esperando a que su compañero responda
— si, yo se donde esta
— genial! ¿Puedes llevarme?
— ¿para que? Ir allí solo nos va a retrasar, tu misión ahora es entrenar al príncipe
— creeme, ir allí nos dará más tiempo
— ¿darnos tiempo? ¿Perdiste la cabeza?
Resoplo con molestia, ya estaba cansado como para que el viniera a darle reproches, no era un niño sabía perfectamente que debía hacer, estaba apunto de marcharse y buscar aquella cueva por su cuenta cuando de repente el ambiente se volvió extraño sentía una presencia demoníaca muy imponente, rápidamente se dio la vuelta para encontrarse con aquel azabache de ojos violetas algo brillantes, usaba ropas no tan llamativas, portaba aquella armadura que si bien no era necesario complementaba su vestimenta, su aura imponente mostraba que era alguien verdaderamente fuerte.
— eres miembro de los generales infernales – murmuró ante el asentimiento del mayor ¿que querían ellos de el? – ¿que quieres? ¿Por que me as seguido todo este tiempo?
— eres hijo de mi Señor – le escucho decir y el solo aparto la mirada – necesitamos que entrenes a tu hermano, necesita controlar la magia de su interior, les necesitamos a ambos y a su poder para liberar a su padre
— lo se, yo también busco liberar al rey demonio y lo sabes
— por eso necesitamos que te encargues del entrenamiento de Shima
— y pienso hacerlo, pero también necesito que me lleves a esa cueva
El hombre frente a él suspiro pesadamente ¿Cual era la urgencia de ir alli? Era claro que este no le diría así que solo saco su última carta —¿si te llevo, ¿seguirás con el entrenamiento de tu hermano?
— si, pero es muy necesario que me lleves
— de acuerdo, tenemos un trato...
━━━☆.・。.・゜✭☆━━━.・。.・゜✭☆━━━.・。.・゜━━━☆.・。.・゜
Le había tomado algo de tiempo aboserver toda la magia retenida en esa cueva, dos días seguidos que le hubieran servido para seguir el entrenamiento de Shima, más no tenía importancia había obtenido su cometido por ello quedaba un poco de esperanza a que con algo de energía mágica el al menos despertará.
Suspiro al estar frente a aquella casa algo grande, tenía un porte humilde y era acojedora, nadie más que ellos vivían allí, trataba de estar presente más tiempo a su lado, tenía un terror al dejarlo completamente solo era cuestión de recitar algún hechizo de teletransporte y ya estaba de vuelta con el
— lamento tardar esta vez.. – murmuró de manera suave, miraba al chico pelirrojo quien seguía postrado en la cama este se veía más débil qué se costumbre, estaba dormido su rostro durmiente mostraba cansancio. Tenía la esperanza aunque sea un poco que aquel anillo mágico que hizo con la energía de aquella cueva le diera algo de energía para ayudar en su condición, no podía reescribir su leyenda para salvarlo debían liberar al Rey Demonio, el debe liberar a su hada y este salvar la vida de Shion. A menos que obtenga la flama del fénix que pueda salvarlo por su cuenta
El anillo no hacía ningún efecto, no notaba ningún cambio, era inútil debían liberar al rey demonio o el jamás sería curado, sentía tanta rabia, tanta frustración ¡por que mierda alguien como el debía pasar por eso!
Recordaba la primera vez que se conocieron, un chico tan lleno de vida inteligente, siempre portando una sonrisa, cariñoso, gentil, tan generoso y humilde, para sus padres era un niño prodigio capaz de aprender todo tipo de magia. Pero toda fuerza tiene debilidad, el era demasiado enfermizo y cualquier sobre esfuerzo le debilitaba por ello la mayoría del tiempo estába recostado en cama.
Jamás conoció el mundo que le rodeaba, nunca pudo cumplir ninguno de sus sueños siempre allí postrado en una cama debilitandose lentamente sufriendo de apoco ansiando su muerte — dame tiempo.. Prometo que te salvare.. No me importa lo que tenga que hacer..
Pudo ver aquella pequeña lagrima que escapó de sus ojos sintió un estremecimiento en su pecho algo que le causó un dolor interno desgarrador, se mantuvo allí junto al cuervo casi visible del pelirrojo, se quedo allí a su lado el resto del día y la noche no se atrevía a irse, por un momento pensaba en lanzar todo eso por la borda y quedarse a su lado pero si quería salvarlo necesitaba apresurar las cosas
—y devo irme.. Prometo que volveré
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top