Capítulo 6

[Flash Back…]

Alisa: Bienvenida de nuevo, Masha.

Mariya: Estoy de vuelta, Alya-chan〜.

Alisa: ¿Mmm?

Mariya sonrió como siempre, abrazó los hombros de Alisa con su brazo libre y besó sus dos mejillas. Pero se movía como si estuviera distraída y parecía estar perdiendo el tiempo.

Alisa: Masha... ¿Qué está pasando?.

Mariya: Uh... ¿Qué quieres decir?

Alisa: Y tú me preguntas…

Alisa no pudo encontrar las palabras para explicar lo que quería decir.

Mariya miró a Alisa de una manera un poco extraña, pero de repente sacó un animal de peluche de la bolsa de plástico y sonrió.

Mariya: Por cierto, ¡mira esto! En realidad… ¡Onee-chan se ha encontrado con algo grandioso!

Mariya de repente cambió a un tono alegre. Alisa no reaccionó por un tiempo, y un peluche de gato apareció de repente frente a sus ojos.

Mariya: ¡Ta-daa〜 Alya-nyan!

Alisa: ¿A-Alya-nyan…? ¿Eh?

Mariya: ¡Mira〜 mira! ¿No te parece a ti?.

Alisa:… ¿Qué parte?

Alisa dio un paso atrás y miró al animal de peluche. Ella no pudo evitar preguntarle con una cara seria.

Mariya: ¿Ehh〜? ¿Su expresión?.

Alisa: Los animales disecados no tienen expresiones...

Mariya: Lo hacen〜 ¿Ves? ¡Mira!

Alisa: Ahh, sí, sí, lo entiendo. ... Simplemente no me llames así.

Mariya: ¿Ehh〜?.

Alisa: Se siente incómodo que te llamen así.

Mariya: Uhhhh〜, entonces que tal... ¿A-nyan?.

Alisa: Bueno, eso es…

Mariya: Yayy〜, ¿te llevaré a casa entonces〜? ¿A-nyan?

Mariya abrazó al animal de peluche contra su pecho con una sonrisa de felicidad y se fue a su habitación.

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[Actualmente…]

Una cortina aurora se hizo presente en medio de las calles de una ciudad que parecía futurista con edificios grandes qué parecían rascacielos qué alcanzaban casi el cielo.

De la cortina, aparecieron Adam y Alisa quien esta última estaba cargando el maletín que Reine le había entregado, había dicho que esta cosa le ayudaría a transformarse como Adam suele hacerlo, pero que para ello, necesitaba encontrar una motivación para hacerlo.

Adam: Bueno, parece que estamos en una ciudad completamente diferente.

Alisa:….

Pero el estómago de Alisa sonó indicando que tenía algo de hambre siendo notadas por el castaño quien le miró de reojo.

Grrrrr… Al siguiente instante, un leve sonido resonó por el lugar.

Las cejas de Adam se elevaron.

Cuando notó de donde vino aquel débil rugido, su rostro se tornó un poco inquieto. Provenía del estómago de Alisa.

Adam: Esto… Alisa. ¿Por casualidad, tienes hambre?. – le preguntó mientras seguía rígida.

Se quedó en completo silencio. Esa fue su respuesta.

Adam: ¿No has comido nada desde ayer?

El trató de calmar su voz, pero se notaba algo incómodo.

De alguna forma sintió que acertó, pero aparentemente, Alisa se llegó con el desde lejos de su familia. Desde que empezó a viajar con el, ella no tenía amigos y al haber perdido su cartera en la otra dimensión, no tenía dinero. Es por eso que no probó un bocado desde ayer.

Con alguna clase de mirada nerviosa, Adam inclinó su cabeza. Incluso estando algo agitada, se preguntó, ¿Q-Qué estás haciendo?.

Adam: Al menos, te invitaré a comer. El tipo que te salvo te devolverá el favor, ¿si?

Hablaba con un tono carente de toda tensión.

Alisa parpadeaba una y otra vez, como si intentara ver sus verdaderas intenciones.

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[Momentos Después….]

Alisa ordenó el clásico combinado de hamburguesa teriyaki, aros de cebolla y jugo de frutas del bosque. Se encontraban en un restaurante de hamburguesas de una famosa franquicia, situado en la ciudad a cinco minutos a pie de donde estaban antes.

Con fina elegancia, Alisa estaba sentada con la espalda recta en la silla, agarrando su hamburguesa teriyaki con ambas manos con una expresión de felicidad absoluta. Adam la observaba distraído.

Alisa: ¿Qué estas mirando?. – Preguntó ella confundida, tras notar su mirada.

Adam: Ah… Estaba pensando que comes hamburguesas como una persona normal.

Alisa: ¿Qué tratas de decir?

Las cejas de Alisa se fruncieron.

El chico dio un sorbo a su café helado, el cual estaba más cargado de hielo que de café.

Adam: La verdad, cuando me estuviste preguntando que dónde estaban los cuchillos y los tenedores no me dabas la impresión de ser alguien que acostumbre a estar en estos lugares…

Alisa: No estoy segura, pero, ¿acaso te estás burlando de mí?. – ella soltó un suspiro, como si hubiera sido herida. – Ciertamente, de donde vengo hay varios restaurantes, pero al menos venden hamburguesas.

Adam: Tu antigua casa ¿Allí se encuentra la escuela dónde ibas antes?

Alisa: Sí. Es una escuela femenina para los que son de excelentes de calificaciones. .

Esa explicación resultaba rara. Adam alzó su cabeza e hizo un sonido de Hm.

Adam: Altas calificaciones… Lo que quiere decir que hay algo más.

Alisa:… Es un escuela donde los que tienen calificaciones, tu no has ido a ninguna, ¿verdad?.

Adam: Mm, no

Mientras veía a Adam sacudir su cabeza, parpadeó.

Alisa: ¿Por qué nunca fuiste a una escuela?

Adam: Fui hace un tiempo, cuando tenía 17 dejé de ir para enfocarme en otras cosas, como defender los mundos.

Adam hablaba con un tono pausado. Alisa murmuró: “¿Huh?”, con la mirada perpleja.

Alisa: Aunque escuche esto de alguien, dijo que tú mismísima existencia es considerada como un acto de guerra o terrorismo.

Adam: ¿En serio?.

Alisa: Si, dijo que los Kamen Rider controlan sus propios mundos y son poseedores de un poder equivalente a la fuerza de una armada nacional. Por supuesto que hay uno que es tratado de la misma forma. Adam, si llegaras a causar algún daño en algún lugar, no sería considerado como un acto criminal, pero si como una declaración de guerra. Tienes que ir con cuidado. – Le explicaba con cuidado.

Adam: Tratarme igual que a un ejército completo… ¿Qué…? ¿Quién decidió eso…?.

Como era de esperar, Adam no podía ocultar su agitación. Estaba siendo comparado con un ejército completo o un ataque terrorista. Su propia existencia era consideraba una crisis nacional. Incluso si sufría por sus condiciones de Rider, ahora aparte de no ser tratado como un ser humano ni siquiera estaba siendo tratado como una forma de vida.

Alisa: Adam, así que realmente no sabías nada…

Alisa soltó un suspiro prolongado. La mirada de lástima que se apoderaba de su rostro de alguna manera tocó los nervios de Adam. Para calmarse, puso algunas patatas fritas en su boca.

Adam: No sé sobre los otros Riders, pero yo en ningún momento hice nada para ser tratado así, ni siquiera dirijo alguna clase de imperio.

Alisa: Eso es verdad.

Asintió la chica cautelosamente. Observaba a Alisa con frialdad.

Alisa: Tenía la intención de preguntarte sobre el tema. Adam, ¿qué planeas hacer cuando termines con tu misión?

Adam: Hacer… ¿Hacer de qué?

Alisa: El otro día…. Cuando mencionaste a tu hermana… .

Adam: Ah Sí… Estoy al tanto.

Adam frunció el ceño ante las palabras de Alisa. Recordó el hecho de que Mizuhara le había contado sobre el peligro de los instintos de una mujer.

Sin embargo, la expresión de la chica se mantenía seria.

Alisa: Le has ocultado a tu hermana que eres un Rider, ¿no es así?

Adam: Bueno, lo hice antes, pero me descubrió por mi sobrina, pero…

Alisa: ¿No tendrás alguna clase de objetivo, y ocultar tu verdadera identidad? Por ejemplo, dirigir la ciudad de donde vienes desde las sombras y convertir a todos los seres del lugar en parte de tu ejército ¿O tal vez has venido a cometer una masacre por tu propia mano…?. – murmuró en un tono que podría ser tomado como extravagante o fantasioso.

Él se quejó en voz baja. – ¿Por qué querría hacer algo como eso?

Alisa: ¿Y cómo hiciste para convertirte en Rider?

Como si dijera demasiado, Alisa dejó de hablar de golpe tras darse cuenta. Su rostro se puso pálido inmediatamente. A parte de una maldición de los dioses, no había otra manera más que esa.

La chica recordó en qué consistía.

Adam: Lo lamento, pero tampoco puedo dar detalles del asunto. Es sólo que fui elegido y me pasó el Driver.

Alisa: ¿Te lo pasó…?

La chica parpadeó con una expresión de incertidumbre.

Alisa: ¿Adam, no te convertiste en un Rider para tus propios fines?

Adam: ¿Quién querría ser así?.

Contestó informalmente. Ella lo miraba perpleja.

Alisa: ¿Y quién es quien te paso el cinturón?.

Adam: Ya conociste a la madre de la creadora.

Alisa: ¡¿Esa era la madre de la creadora de tu cinturón?!

Alisa se quedó sin aliento.

Sin percatarse demasiado, Adam se dejó caer sobre la mesa, agarrándose la cabeza. Dejaba salir lo que parecía ser gemidos de angustia como si se hubiera mordido fuertemente la lengua. Al igual que una maldición, los recuerdos perdidos de Adam le causaron una tormenta de angustia en su cuerpo.

Alisa: ¿A-Adam?

Alisa reaccionó con una voz preocupada ante la inesperada reacción de Adam.

Adam: Lo siento, Alisa…

No levantó la cabeza. Trataba de suprimir el potente dolor en su corazón, como si le hubieran atravesado una estaca invisible y simplemente jadeaba dolorosamente.

Adam: Tendremos que dejarlo ahí. – dijo en un tono frágil. Alisa inclinó su cabeza un poco.

Alisa: ¿Eh?.

Adam: No recuerdo nada de lo que pasó. Si trato de recordar a la fuerza, esto es lo que ocurre.

Alisa: Con que era eso. Entiendo… En ese caso, no hay nada que hacer.

Una expresión de alivio apareció en ella tras ver que Adam pudo levantar su rostro. Al parecer creyó en él sin dudar acerca del problema de su memoria. Su personalidad es fundamentalmente sincera.

Adam estaba un poco defraudado ante esa confianza repentina por parte de la chica.

Adam: ¿Entonces me crees?.

Alisa: Sí. Creó haber entendido que al menos, no mientes, Adam.

Habló de manera casual. Una expresión conflictiva lo abordó. Se preguntaba si consistía en una forma indirecta de decir que él era un tonto.

Alisa se levantó y limpió el café derramado en la mesa con una servilleta.

Tras aquello, se situó al lado de Adam, agachándose y sacando un pañuelo.

Alisa: Colócate mirando hacia mí. Voy a limpiar tu pantalón.

Adam: Eh, ah. No es necesario, yo…

Alisa: Se quedará la mancha ¿Ves?

Ella seguía hablando mientras extendía sus manos al pantalón. Adam no podía respirar o mover un solo músculo. Ella no parecía darse cuenta, pero si alguna persona los viera, estaba claro que causaría un gran malentendido por la postura, además él sospechaba que Alisa estaba tratando de activar sus necesidades de un adolescente a propósito.

Alisa se inclinó entre las piernas Adam y su ser se mostraba indefenso ante él.

Al terminar, se levantó y se sentó de nuevo en su silla.

Alisa: ¿Y que haremos ahora?.

Adam: Necesitaremos un lugar donde dormir y establecernos un tiempo, por alguna razón, me siento agotado.

Alisa: Ya veo. Si, creo que sería lo mejor.

Al terminar de comer y pagar la comida, el dúo salió del restaurante donde comenzaron a caminar por la ciudad donde la gente estaba caminando de forma alegre.

No fue hasta que llegaron a un cartel donde se veía que estaban rentando unos departamentos a un precio decente que Adam podría pagar con el dinero que carga y su hermana le deposita ya que ella le debía demasiado por ayudarla hace tiempo.

Ellos fueron a esa dirección, donde al llegar notaron un gran complejo de departamentos que estaban casi en el centro de la ciudad.

Una mujer que estaba barriendo en el patio, miró al dúo donde ella dejó de hacer lo suyo, y fue con ellos preguntando si estaban interesados en alquilar uno.

A lo que el castaño asintió ante la propuesta, y la señorita los empezó a guiar hacia uno que estaba desocupado mostrándoles qué tenía dos habitaciones y un baño con una cocina y sala que eran aptas para andar. Después del recorrido, Adam pago por adelantado el primer alquiler y la mujer le dio un papel donde tenía que firmar cosa que Alisa fue la que lo firmó.

La casera sonrió y dejo a los jóvenes en el interior del departamento mirando que era bastante acogedor y además de que ya estaba amueblado.

Alisa: Bueno, tocará comprar algunas convivencias para más tarde.

Adam: Si, eso sería lo mejor… Cough, Cough. – tosió un poco fuerte captando la atención de la peli plata.

Alisa: ¿Estas bien?. – preguntó viendo que Adam estaba sudando un poco y estaba quitándose su saco.

Adam: S-Si, estoy bien. Solo algo cansado.

Alisa: Ve a descansar, ya has hecho demasiado protegiendo a la gente en diferentes lugares, anda, ve.

Dándole apoyo con su hombro, Alisa lo ayudo a ir a una de las habitaciones que estaban al final del corredor, y al abrir la puerta, lo llevo a la cama donde lo recostó sobre ella y acomodando su cabeza en la almohada.

Adam, lentamente se empezó a quedar dormido con Alisa a lado suyo sosteniendo su mano para no dejarlo solo, y al ver que se quedo dormido, ella optó por salir de la habitación, no sin antes darle un beso en la frente al castaño y dejarlo descansar cerrando la puerta.

Ella se dirigió hacia la puerta, y colocó el seguro en ella para después, ella se quitase el saco colocándolo junto con el del castaño e ir a su propia habitación donde se quito la falda qué se había comprado y la blusa quedando solamente en ropa interior qué era de un color negro y se adentro a la cama tapándose con las sábanas.

Pero estando acostada, estaba tratando de conciliar el sueño, pero no podía, ella estaba preocupada de despertarse y no ver a Adam en su cama. Esa idea la tenía triste y despierta.

Desde que lo conoció, a comenzado a tener estos mismos sentimientos que tuvo antes con Masachika Kuze, con cada día que a pasado con el Rider. Al estar cerca de Adam, su corazón latía muy rápido y se ponía nerviosa al punto que su cara se ponía roja.

De alguna manera, ella se sentía segura y protegida con el estando cerca, exactamente en esos momentos de adrenalina, de ponto, ella comenzó a quedarse dormida sin darse cuenta, al cabo, ella pensaba en eso de estar con la persona con la cual te enamoraste o encariñaste tenga pensado en irse sin avisar.

Pero, una silueta salió de ella sin que se diera cuenta donde solamente murmuró algo en voz baja…

“Love, Love”

Y el maletín que traía con ella, brillo solamente unos instantes antes de apagarse y dejar dormir a la peli plata y al castaño en sus habitaciones para que puedan estar tranquilos por unos momentos.

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