Capítulo 10
Adam y Alisa, al ya haber comprado algo de ropa para Alice, se dieron cuenta que en todos los lugares, siendo los puestos, estaban adornados con varios diseños de halloween.
Algo que les llamó la atención, fue que los rasgos de estos ciudadanos de aquí, parecían estar demasiados felices por esta festividad.
Aunque Adam, quien tenía a Alice en sus hombros, notaba que algunos de estos "disfraces" de monstruos, eran demasiado reales para los ojos de un experto.
Adam: Este lugar... esta lleno de seres sobrenaturales.
Alisa: ¿Eh?. - se giro hacia el con suma sorpresa. - Quieres decir... ¿Cómo la primera dimensión que visitamos?.
Adam: Si, solo que aquí, son más que están conviviendo en paz, no se quieren matar en sí.
Alisa: Ya veo.
La información que le llego a Adam a su cabeza, fue que en esta ciudad, demonios, seres sobrenaturales y humanos, estaban conviviendo en paz respetándose unos a otros, como si estuvieran bajo palabra.
Lovekov: ¿Love?
Alisa: ¿Love-chan, que sucede?.
Lovekov: ¡Love, Love... ahí!.
Sacados de sus pensamientos, Alisa miró a su demonio interno que estaba mirando hacia atrás de ellos, donde al dirigir su mirada hacia ese lugar al igual que Adam y Alice, notaron como una chica de cabello extravagante, estaba corriendo alterada junto con una niña de cabellos negros en sus brazos.
Era como si estuviera escapando de alguien por lo alterada que estaba, y al mirar la razón, notaron que un extraño sujeto de vestimenta de monje qué estaba demasiado flaco, la esta siguiendo corriendo detrás de ella.
Viéndose entre sí, Alisa y Adam empezaron a correr hacia donde estaban las dos personas que estaban en peligro con Lovekov regresando dentro de Alisa.
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[Momentos antes con la chica...]
El nombre de esta chica, era Aiba Asagi, una genio en computación y en deberes escolares, su forma de vestir era extravagante al punto de tener su uniforme adornado hasta el tope.
Junto con ella, estaba una niña aparentemente de unos cinco años de edad, que la encontró en la calle confundiéndola con su madre, al hallarle cierto parecido a su maestra de inglés, Minamiya Natsuki, decidió nombrarla, Sana. Por pequeña Natsuki.
Había recibido una llamada de su amigo de la escuela, Akatsuki Kujou, quien le preguntó por la niña que tenía al verla en la televisión del programa de media noche, pero cuando estaba por contestar, un extraño sujeto vestido de monje, apareció a un lado de ella murmurando...
-¡Peste! Desaparece...
Su cuerpo entero se tornó rojo. Esto no era debido al aumento de su presión sanguínea causado por la rabia; su propio cuerpo comenzó a emitir una luz como la de un metal cuando era sometido a una alta temperatura.
Un borroso destello provocó que el aire se deformara a su espalda. Incluso distanciada de él, Asagi podía sentir como el aire a su alrededor comenzaba a hervir. La forma en que el anciano soportaba súper altas temperaturas dentro de su cuerpo lo hizo parecer a un Efreet.
Asagi gritó al darse cuenta lo que era el anciano.
Asagi: ¡¿Un maestro espiritual...?!
Los espíritus eran seres de energía pura que existían en otro espacio dimensional. Eran masas de energía espiritual con una pureza extremadamente alta. Cuando eran invocados a este mundo, los espíritus elementales se quebraban y desaparecían instantáneamente. Hechiceros de alto rango y sacerdotes podían usarlos como ataques mágicos, dicho de otra manera, no tenían un mejor uso además de ese debido a su natural estado inestable.
Se dice que solo a través de un reactor espiritual de gran escala podían invocar un espíritu y mantenerlo estable. No era algo que un solo individuo pudiera lograr. Sin embargo, había excepciones extremadamente raras. Llamados Maestros espirituales; aquellos que invocaban los espíritus por sí mismos.
Hay rumores que dicen que la princesa coronada del reino Europeo de Aldegyr era capaz de invocar espíritus por ella misma y controlar libremente su poder espiritual. Este anciano probablemente era un invocador similar a ella.
Por supuesto, lo que él había llamado no era de ninguna manera un espíritu de alto rango como los que usaba la princesa de Aldegyr, más bien era un Efreet de un rango mucho más bajo. Sin embargo, basado puramente en su pode de ataque, aun dejaba en vergüenza a otros hechiceros. El anciano era un monstruo de carne y hueso, mucho más aterrador que un demonio.
La decisión de Asagi fue rápida.
Asagi: ¡Sana-chan, Corre!.
Al darse cuenta inmediatamente que el objetivo del anciano era Sana; corrió, jalando a la niña por su mano. Sana desesperadamente se aferró a Asagi, siendo casi arrastrada en el proceso. Asagi ya no tenía tiempo para hablar con Kojou. Asagi cortó la llamada y sacó su Smartphone gritando en el micrófono mientras continuaba corriendo con todas sus fuerzas.
Asaig: ¡Esto no es nada gracioso...Ai-chan!
Una voz sintética con un tono amble se pudo escuchar.
Ai: La escucho, señorita.
Esta era la compañera de Asagi creada por una conocida suya; la inteligencia artificial llamada, Ai-chan.
Asagi: ¡¿Situación?!.
Ai: Análisis completo. El anciano es Kiliga Gilika. Nació en las guerrillas del valle Kabul en el medio oriente, un monstruo que usó un hechizo para plantar un Efreet en su propio cuerpo para así poder matar a sus enemigos en una forma más eficiente. Hace seis años, fue arrestado en isla Itogami por intento de terrorismo y fue condenado en la barrera penitenciaria.
Asagi estaba conmocionada.
Asagi: ¿La barrera penitenciaria? ¿Quieres decir que no es una simple leyenda?
Supuestamente era una prisión escondida en algún lugar del santuario demoníaco donde los peores criminales eran encerrados. ¿Entonces, significaba que el anciano era un fugitivo? Era algo difícil de creer, pero Asagi no pensaba que Ai-chan le dijera mentiras en una situación como esta.
El anciano no era un gran corredor. Cuando mucho, se estaba moviendo a un ritmo donde Asagi y Sana tenían que correr por sus vidas. Sin embargo, el anciano simplemente quemaba arboles decorativos y señales que bloqueaban su camino, permitiendo perseguirlas por la ruta más corta. A este ritmo, solo era cuestión de tiempo antes que las alcanzara.
Asagi: ¡Ugh...Ai-chan, calcula una ruta! Nos dirigimos hacia la entrada E de Keystone Gate por los túneles de servicio público. ¡Encárgate de la barricada!.
Ai: ¿Entrada E, huh? Entendido. Gira a la derecha en la próxima esquina, bajando las escaleras hacia el subterráneo del centro comercial... al bajar encontraras una escotilla que lleva hacia los túneles de servicio público.
Entendiendo instantáneamente lo que Asagi estaba planeando, Ai-chan le dijo el camino por donde podía escapar. Afortunadamente, los callejones estaban libres de personas ya que todos estaban viendo el desfile; no había ningún peatón que bloqueara su camino.
Recogiendo el pequeño cuerpo de Sana, Asagi bajó lo más rápido que pudieron unas escaleras e inmediatamente fijó sus ojos sobre una escotilla. Era la entrada hacia el túnel de servicio público usado para las tuberías de agua y los cables enterrados debajo de la ciudad.
Ai-chan ya había quitado el seguro de la escotilla vía control remoto. Asagi pateó la escotilla para abrirla y entro al túnel con poca iluminación. Era un largo túnel no más de dos metros de diámetro. Asagi, después de correr unos cincuenta metros por el túnel cayó sobre sus rodillas. Su resistencia finalmente había llegado a su límite. Era una carga muy grande para una estudiante de preparatoria normal cargar una niña en sus brazos mientras corría.
Por su parte, Kiliga Gilika ya había entrado en el túnel persiguiendo a las chicas. Pero en ese momento, una gruesa estructura descendido entre ellos, al parecer con la intención de cortar el camino del anciano.
Era una pared de emergencia para proteger la isla del fuego, inundaciones o ataques demoníacos.
La pared tenía unos veinticuatro centímetros de grueso, hecha enteramente de acero, reforzada con energía mágica. Fue diseñada para que fuera ridículamente fuerte, hasta el punto de poder resistir ataques del kenju de un vampiro. ¿Seguramente un hechicero criminal capaz de invocar un Efreet no podría romperla con facilidad?
Asagi miró a su espalda.
Asagi: Seria genial si se diera por vencido, pero...
Se retorció con terror, notando repentinamente como la gruesa y tenaz pared estaba emitiendo una luz naranja sobre su superficie. Las llamas súper calientes bajo el control de Kiliga Gilika estaban hirviendo y derritiendo la pared a una increíble velocidad fuera de sus expectativas.
Ai: Esto no es bueno, señorita...La pared está cediendo más rápido de lo que esperábamos. Su temperatura ha rebasado el nivel que puede resistir.
En otras palabras, el acero reforzado con magia era resistente a los ataques mágicos, pero no era distinto al acero normal frente a un ataque elemental como el fuego.
Gilika probablemente ni siquiera uso un hechizo. El no parecía tan diestro como para usar su Efreet como un reactor espiritual para usar magia ofensiva poderosa. Solo estaba conduciendo el calor del Efreet. Pero su método de ataque era difícil de contrarrestar precisamente porque era muy primitivo.
Sana parecía haber decidido algo mientras miraba a Asagi.
Sana: Mamá...
Su expresión casi parecía indicar, ¡Yo me quedare aquí... corre por tu vida!
Por dios santo, pensó Asagi mientras exhalaba. Abrazó la pequeña figura de Sana con una impetuosa sonrisa.
Asagi: Está bien. Te protegeré, cueste lo que cueste; no podemos permitir que nos subestime como nativas de un santuario demoníaco.
Asagi recogió a Sana una vez más. No lo dijo como si fuera un gesto vacío. La pared estaba completamente derretida ahora. Con una apertura caliente, goteando acero caliente, el anciano envuelto en fuego emergió. Ahora que la pared no estaba, su única opción era correr.
Sin embargo, ni Sana ni mucho menos Asagi, habían recuperado fuerzas suficientes para correr a toda velocidad, en su lugar la voz áspera de Kiliga Gilika se rio enérgicamente.
Kiliga: ¿Qué sucede pequeña? ¿Esto es todo lo que tienes?. - El hombre estaba a unos diez metros de ellas, pero el calor que emitía su cuerpo se sentía justo a sus espaldas.
Ai-chan estaba riéndose con un sarcástico 'Je-Je' mientras reportaba.
Ai: ¡Está a punto de atraparte, señorita, en unos trece...no, doce segundos!
El anciano estaba extendiendo su brazo cubierto en llamas cuando Asagi sonrió ferozmente y se detuvo, dando vuelta para mirarlo.
Asagi: ¡Excelente...! ¡Justo a tiempo!.
En ese momento, compuertas a los lados del túnel se abrieron repentinamente; algo salió de ellas con un gran rugido.
El hombre fue golpeado por su flanco y fue arrojado al suelo.
Los ojos de Sana se ampliaron por la sorpresa.
Gotas de agua fría estaban esparcidas alrededor, mojando los pies de Asagi. Era agua. Un torrente de agua estaba fluyendo por las compuertas con increíble fuerza, golpeando el cuerpo de Kiliga Gilika como un martillo.
Kiliga: ¡Argggg! ¡Pequeña perra...!
Cuando el agua tocaba su cuerpo hirviente, inmediatamente excedía el punto de ebullición y se convertía en vapor. Fue Kiliga Gilika quien salió volando debido a la onda de choque. Además, la fuerza del agua no disminuyo. Kiliga estaba atrapado en el torrente de agua, solo para ser arremetido contra la pared una vez más.
Sana estaba estupefacta mientras Asagi le explicaba en su oído.
Asagi: Invertí el flujo de agua.
Para evitar que las instalaciones municipales se inundaran con una pesada lluvia, el interior de las grandes placas tenía drenajes por toda el área. Las tuberías de drenaje tenían bombas de solenoide y bombas de Carter para prevenir las aguas negras del océano, pero Asagi y Ai-chan tomaron el control para permitir el paso del agua de mar e inundar deliberadamente el interior del túnel.
Con Sana aun en sus brazos, Asagi escaló una escalera de inspección para evitar ser arrastrada por la fuerza de agua. Esta era la ruta de escape que diseñaron Asagi y Ai-chan. Asagi giró la llave de la escotilla y escapo a la superficie. El interior del túnel ya había sido inundado completamente.
Seguramente incluso la habilidad de Kiliga Gilika que poseía las temperaturas súper altas de un Efreet no le permitiría moverse con libertad bajo el agua. Sin embargo, la expresión de Asagi permaneció seria.
Asagi: Me gustaría decir, disfruta siendo arrastrado hacia el océano... pero no soy tan ingenua.
El asfalto cubriendo el camino detrás de Asagi y Sana estaba dando un extraño olor de ser derretido.
Ningún otro que Kiliga emergió desde debajo de los escombros.
Un humo blanco estaba emanando del cuerpo entero del anciano. Tenía una serie de espeluznantes manchas de quemadura por todo su cuerpo. Aparentemente, ser bañado por una inmensa cantidad de agua marina debilito significantemente su control sobre el Efreet.
El anciano apretaba sus dientes mientras gruñía.
Kiliga: Ahora sí que lo has hecho, niña...
Se aproximó a Aiba y Sana, arrastrando sus pies con cada paso que daba. Incluso debilitado de esta manera, la capacidad de combate de Kiliga Gilika era una seria amenaza. Asagi y Sana ya no tenían resistencia para seguir huyendo, ni tampoco quedaba alguna instalación que pudieran usar.
El brazo derecho del anciano una vez más fue envuelto con llamas de altas temperaturas.
Kiliga: Maravilloso...Ha pasado mucho tiempo desde que tuve una presa con tantas energías. ¡Estaba decepcionado cuando escuche que la bruja del vacío había perdido sus poderes, pero tú eres digna de ser quemada hasta las cenizas por mis llamas!.
Pero... unos disparos provenientes de la oscuridad del túnel de donde salieron Asagi y Sana, hicieron impacto en la espalda de Kiliga Gilika quien gimió de dolor.
Esas balas no parecían ser normales, Asagi dirigió su mirada hacia la oscuridad de túnel, donde miró unas lentillas verdes brillar intensamente acercándose a donde estaban.
-Yare, Yare. - la voz hablo de un tono despreocupado. - es muy malo que alguien esté acosando a una chica a estas horas de la noche.
Kiliga: ¡¿Quién eres?!.
-Tōrisugari no Kamen Raidā da. - saco una tarjeta de su estuche siendo uno de un sujeto sin rostro y una especie de cuernos saliendo sobre su cabeza. - Oboete oke!)
Asagi: ¿Kamen... Rider?
Ella murmuró en voz baja al escuchar al tipo llamarse Kamen Rider, ese era el sistema que su amiga de la otra escuela que había sido transferida unos cuantos años, había estado elaborando en secreto en caso de que algo malo pasara.
Raiden Mei, ese era el nombre de su amiga quien la trataba como una hermana, y ahora, estaba viendo a uno de los elegidos del sistema, usarlo insertando la tarjeta en la ranura del cinturón.
[KAMEN RIDE: HIBIKI!]
Kiliga Gilika, lanzó una llamarada hacia el Rider donde Asagi había gritado y tapado los ojos a Sana para que no viera esto, Kiliga estaba sonriendo al ver que no lo esquivo y le dio de lleno.
Pero esa sonrisa se le borro al instante al ver que el fuego se disipo, y el tipo estaba ahí sin ninguna lesión, había cambiado de apariencia siendo uno con temática de Oni.
Kiliga: ¡¿Nani?!
Asagi quedo en shock al ver como este tipo había sobrevivido ante ese ataque, sin embargo, Alisa tocó su hombro captando su atención haciendo que la siguiera para ponerse a salvo.
Pero miro al Rider quien se quedo con el maestro espiritual, pelear.
Decade saco unas batutas de color rojo con una cabeza de Oni encima de ellas antes de sacar una tarjeta e insertarla en la ranura.
[ATTACK RIDE: ONGEKIBOU REKKA!]
De sus batutas empezó a lanzar pequeñas esferas de fuego morada qué rebotaron en las paredes de la calle que estaba inclinada y le dieron por la espalda a Kiliga Gilika quien se quejo, pero eso le dejo sorprendido de sentir que había un fuego más ardiente que el de el.
Toco su espalda, y noto que le estaba saliendo sangre de ella, cosa que lo enfurecer antes de envolverse en fuego carmesí y lanzarse contra Decade.
El Rider se quedo quito mirando como Kiliga Gilika estaba creando un torbellino de fuego alrededor de él donde miraba la sombra del tipo en el interior del fuego.
Alisa, Asagi y Alice, estaban preocupadas al ver que el Rider estaba encerrado en ese torbellino, si no se generaba suficiente oxígeno dentro de ahí, perdería la consciencia.
Aunque...
Kiliga: ¡Te tengo!
Del torbellino de fuego, había salido el monje yendo directo hacia Decade.
Asagi: ¡Cuidado!.
Alisa: Descuida, el estará bien.
Le aviso, pero Alisa le dijo que el estaría bien, que se lo deje en sus manos, la regresar su mirada, vieron como Decade había estirado su mano de una forma rápida y atrapó a Kiliga Gilika del cuello quien trataba de zafarse del agarre aumentando su temperatura, pero solo ocasionaba que Decade apretara más su cuello.
Ante eso, Decade inserto una tarjeta y repitió el proceso anterior.
[ATTACK RIDE: ONIBI!]
De la boca del Rider, salió disparada una llamarada de fuego violeta qué le dio a Kiliga Gilika quien lo envolvió y empezó a retorcerse en el suelo al ser soltado por Decade..
Las chicas le taparon los oídos a las niñas para que no escucharán los gritos de agonía del tipo que estaba en el suelo siendo consumido por el fuego Oni qué Decade le disparo.
Mientras permanecía tirado en el suelo con el fuego consumiéndolo, los grilletes grises en su antebrazo comenzaron a brillar, liberando incontables cadenas que envolvieron completamente su cuerpo. Luego, el cuerpo del anciano se hundió en el espacio infinito, desvaneciéndose finalmente.
Alisa y Asagi suspiraron de alivio, yendo directo con el Rider quien permanecía en su lugar mirando por donde se había ido el anciano.
Adam: ¿Están bien tu y la pequeña?
Asagi: S-Si, gracias por ayudarme... pero tu...
De pronto, antes de que Asagi hablara, unas luces se hicieron presentes en el entorno enfocándose en Adam quien veía que se trataba de unos policías blindados siendo guiados por una niña de cabellos azules con una cara neutra qué estaba en frente de ellos.
Asagi: ¡Esperen, esperen! ¡No es un enemigo, me salvo de Kiliga Gilika quien me estaba siguiendo!.
La chica peli azul alzó la mano deteniendo el ataque de los guardias mientras que ella, saltaba e iba con ellos con su cabello azul meneándose con cada paso.
-¿Señorita Aiba, se encuentra bien?.
Asagi se dio una mirada y forzó una sonrisa.
Asagi: Ah no, estoy bien gracias a ellos. Aunque mi ropa es un desastre.
Toda su ropa estaba en un estado patético, sucio por el ducto de drenaje y empapado con agua de mar.
Recién la había comprado pero ya no tenía más opción que tirarla a la basura. Las sandalias que le gustaban tanto estaban marcadas y rayadas. Por lo menos la ropa de Sana no se había ensuciado.
Asagi: Gracias de todos modos, Astarte. ¿Pero por qué estás aquí de todas formas?
Astarte explicó brevemente su razón por estar en el cuartel de la guardia de la isla.
Astarte: Actualmente estoy en busca de la instructora.
Asagi sabía muy bien que su guardián, Minamiya Natsuki, también trabajaba como tutora de la guardia de la isla en su labor como maga de ataque. Por lo tanto, la visita de Astarte en el cuartel para encontrarse con Minamiya Natsuki no era para nada misterioso, sin embargo...
Asagi: ¿Buscándola...? ¿Espera, quieres decir que Natsuki-chan está desaparecida?.
Astarte asintió mientras fijaba sus ojos color zafiro sobre Sana.
Astarte: Afirmativo. Sin embargo...Sus características físicas concuerdan en gran parte con la instructora. ¿Puedo solicitar una explicación?.
Asagi: ¿Sus características físicas concuerdan...? ¿Oh, te refieres a que se parecen mucho?
Ciertamente, Asagi había notado que Minamiya Natsuki y Sana tienen un gran parecido mutuamente, pero no podía responder algo que no sabía.
Asagi pareció recordar algo mientras frotaba la cabeza de Sana.
Asagi: ¿Ahora que lo pienso, ese fugitivo parecía estar persiguiendo a Sana, huh...? En cuanto a por qué se parecen tanto, yo también quisiera saberlo, pero...
Adam: Agáchate.
[FINAL ATTACK RIDE: D-D-D-DECADE!]
-¿Eh?.
Las tres chicas arquearon una ceja estando confundidas, pero vieron como Adam había disparado una torrente de energía magenta hacia una mujer que parecía ramera y que estaba por atacarlos con un látigo.
Al ver esto, las chicas estaban horrorizadas al ver que ni se habían dado cuenta que venía hacia ellas, excepto Astarte, ella se mantenía neutra ante esto.
Astarte: Si están bien, les sugiero que vayan a refugiarse en sus hogares, nosotros nos encargaremos.
Asagi: S-Si, gracias, Astarte.
Asintiendo, Asagi le pidió a la pareja que la siguiera a su departamento mientras tenía a Sana en sus brazos quien estaba mirando a Adam qué seguía transformado en Decade.
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[Departamento de Asagi...]
Al entrar al departamento de Asagi, la mencionada acostó a Sana en la cama ya que se estaba quedando dormida por tanto caminar donde Adam estaba haciendo de guarda espaldas.
Alisa también dejo a Alice en la cama de Asagi quien le dio permiso mientras que ella se iba al baño y se quitaba la ropa mojada para ponerse otra para sentarse en sillón qué tenía en su recamara.
Asagi: Les agradezco que me hayan ayudado ahí afuera.
Adam: Ah, no es nada.
Asagi: Pero....
Tanto Alisa como Adam notaron como la mirada de Asagi, se torno demasiado seria mientras les miraba apuntando al castaño con su dedo.
Asagi: ¿Por qué tienen en su poder, el Rider System de mi mejor amiga, Raiden Mei?.
El lugar se torno en silencio, uno demasiado profundo que solo se escuchaba el festival de afuera, Alisa miro a Adam, y vio que también estaba demasiado serio ante la pregunta de la rubia oji roja.
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