𝕾𝖊𝖎𝖘
Rei no sabía cómo reaccionar ante tal declaración, por siglos no se había encontrado a un hijo de los Dioses Mayores, mucho menos de Zeus, y ahora Eijun era su sucesor. Era simplemente una locura.
—¿Cómo es eso posible...?, ¿por qué no me lo habías dicho antes?
—Rei-san ya le dije el por qué, mi familia no me lo permitía. Confío en que usted no dirá nada
—No puedo ocultar esto de los directivos, eres...único.
—Por favor se lo ruego nadie debe saber esto.
—¿Crees que corres peligro...? —la fémina comenzó a dudar.
—Soy el hijo de Zeus, el Dios más poderoso del imperio griego ¿cree que van a darme la bienvenida con petalos de rosas? Soy un trofeo para muchos.
—Está bien...no diré nada por ahora pero debes saber que no podrás mantener esta farsa mucho tiempo más.
—Lo sé...solo necesito tiempo para convencer a mi familia y dejar de ocultarme.
—Creí que no te molestaba.
—¿Acaso creer que me gusta esconderme?, ¿mentir sobre quien soy? No puedo decir quien es mi padre sin temor a que algo malo me pase pero estoy harto de esto....¿sabe? en estos días me he dado cuenta que tengo mucha envidia de los demás, ellos puedes ser como son en realidad y yo solo sigo fingiendo... —su mirada y voz se tornaron tristes.
—Eijun lo siento tanto por ti...debe ser muy difícil estar en tu situación.
—Las leyendas escritas siempre dicen que los hijos de Zeus eran los más fuertes, habilidosos, pero para mi solo es una maldición que debo cargar.
Luego de acordar mantener todo en secreto Sawamura se retiró a la cafetería ya que la hora del almuerzo había comenzado. Se sentía mal, un gran dolor de cabeza estaba logrando que se sintiera mareado.
—¿Estás bien Sawamura? —un chico alto, rubio y de rasgos occidentales se acercó a él ya que se estaba tambaleando.
—No me siento muy bien...
Todo se volvió negro, Eijun había caído desmayado en brazos del desconocido. El chico lo llevo hacía el jardín para que el castaño pudiera tomar aire.
Luego de unos 10 minutos Sawamura comenzó a dar señales de que iba a despertar.
—¿Ya despertaste?
—¿Quién eres...? —preguntó mientras se sobaba sus ojos para tratar de aminorar el mareo.
—Me llamo Chris, ¿te sientes mejor ahora? —el menor al darse cuenta de dónde estaba y con quien se puso en alerta.
—Lo siento tanto Chris-senpai, seguro fui una molestia... —Sawamura se inclinó más de lo normal para disculparse.
—Así que me conoces.
—Claro que sí...usted estaba con Haruichi y además es muy popular en el instituto...
—Me alegra que sepas quien soy, quería hablar contigo sobre una cosa.
—¿Qué es Chris-senpai? —preguntó curioso.
—¿Por qué mientes sobre quien eres? —esa pregunta había tomado desprevenido al menor, ¿cómo debía contestar aquello?, ¿con otra mentira?.
—No sé de qué ha-habla senpai... —desvío su vista hacia otro lugar donde no sean esos profundos ojos que parecían ver a través de él.
—Sawamura sé que no nos conocemos pero puedes confiar en mi, entiendo lo estresante que puede ser hijo de un Dios griego.
—Yo quisiera hacerlo...en serio que si, pero corro peligro si lo hago.
—¿Tan grave es? —Eijun asintió de forma lenta—. Bien, lo entiendo, pero si necesitas algo solo dímelo ¿de acuerdo?
—Muchas gracias.
—Solo quiero que respondas una preguntas.
—¿Cuál? —lo miró de forma desconfiada.
—¿Tu padre no es Ares verdad? —Sawamura se tomó unos segundos para pensar su respuesta, ¿debería decir la verdad?.
—No lo soy...pero por favor manténgalo en secreto...
—Está bien pero tarde o temprano te van a descubrir.
—No es el primero en advertirme lo mismo... —suspiró.
—Esa persona debe tener razón entonces. En fin, ¿qué te parece ir a almorzar?, necesitas alimentarte. —ambos se levantaron del suelo y se encaminaron nuevamente hacía la cafetería.
Al entrar y buscar sus alimentos se sentaron en una mesa que se encontraba desocupada, todo bajo la atenta mirada de los semidioses griegos.
—¡Eijun! ¿puedo hablar contigo un momento? —Haruichi había interceptado a Sawamura luego de que su última clase haya terminado.
—Claro, ¿hay algo que necesites? —le sonrío amablemente.
—De hecho quería saber si tu y Chris-san se conocen. —su voz parecía enojada por alguna razón.
—En realidad hoy nos conocimos, Chris-senpai es muy agradable, además me ayudó cuando me demasyé...
—Espera ¿te desmayaste?, ¿estás bien?, ¿por qué no me lo dijiste? —el pelirosa se acercó más al castaño, hasta el punto de chocar sus frentes para verificar si Sawamura tenía temperatura.
—E-Emm Haruichi...estas muy cerca. —dijo muy sonrojado Eijun.
—Oh lo-lo siento... —el Kominato menor se separó de él igual de sonrojado.
—Estoy bien ahora, fue una repentina baja de presión, y no te dije nada porque no hablamos muy seguido... —rió algo incómodo.
—Lo siento por eso, en realidad quería que te unieras a nuestro grupo. Ya sabes, eres uno de nosotros. Pero veo que no te sientes cómodo.
—No me mal entiendas por favor, agradezco mucho tu intención pero...es más complicado de lo que crees.
—No pienso presionarte, tal vez no ahora, pero eres bienvenido siempre Eijun.
—Gracias Haruichi... —el castaño sin pudor alguno se acercó a su compañero y besó su mejilla. No sabía por qué lo había hecho, solo lo sintió como un impulso.
—¿Y eso por qué fue? —preguntó un muy sonrojado Haruichi.
—Tomalo como un gesto de agradecimiento...adiós Harucchi.
El castaño pasó junto al pelirosa para retirarse a su dormitorio, por el contrario Haruichi estaba estático en su lugar sin saber cómo asimilar lo que había ocurrido.
—Me besó...y me ha puesto un apodo. —de la impresión no podía mantenerse de pie por lo que lentamente se deslizó hacia el suelo—. Sawamura Eijun vas a matarme... —susurró cubriéndose el rostro.
Mientras tanto Eijun se encontraba a tan solo unos metros de su cuarto cuando un brazo lo tomó por la cintura, obligándolo a adentrarse a un lugar que no conocía y no lograba ver donde era.
—¡¿Quién eres?! —dijo histérico.
—Tranquilo tigre, no pienso hacerte nada...tal vez. —la voz de esa persona le resultaba conocida pero debido a los nervios no lograba identificar de donde podría ser.
—Ya dime quién eres o te romperé un brazo. —escupió enojado.
—Ya, ya, está bien —encendió una lámpara que tenía cerca de él— ¿Ahora me reconoces?
—Miyuki Kazuya... —dijo en tono de cansancio.
—Oye ¿por qué esa forma de decirlo?, ¿acaso no te alegra verme? —canturreó.
—Por favor déjame ir, no tengo tiempo para tus juegos.
—Pero si aún no he jugado contigo. —rió.
—Eres muy famoso en la escuela ¿lo sabías?, sé lo que haces. —se cruzó de brazos.
—Entonces esto debe ser más fácil, vamos tu también lo quieres. —se acercó más al castaño acorralandolo contra una pared.
—Te equivocas, no quiero nada de ti asi que ir por aléjate de mi. —lo miró serio.
—Oh vamos no seas aguafiestas.
—¡He dicho que no! Ya déjame. —trató de empujarlo pero la fuerza de Kazuya era mayor a la suya.
—Bien, si no lo quieres por las buenas será por las malas. Goiteía.
—¡¿Acaso crees que no sé griego idiota? trataste de hechizarme!
«¿Por qué no funcionó? Aún si Sawamura sabe griego no debería poder resistirse, ningún humano o semidios puede. ¿Acaso es más fuerte que yo?»
—¿Cómo es qué...?
—No me subestimes Miyuki Kazuya —lo tomó por el cuello de su camisa y lo acercó a él amenazadoramente—, si vuelves a hacer una estupidez así te juro que todos mis rayos serán dirigidos a ti.
Su voz y mirada lograban helar la sangre de Miyuki, ¿cómo un chico tan dulce ahora podía ser tan aterrador?
—Cla-Claro...lo siento.
—No diré nada, ya que supongo lo que haces va contra las reglas, por lo que ahora me debes un favor. Adiós Miyuki Kazuya. —y el castaño se fue de la habitación dejando a un joven de lentes muy confundido.
—¿Qué carajos fue eso...?
Sawamura no solo no había caído en su hechizo sino que ahora estaba a su merced. Grandioso día.
✩☆✩☆✩☆✩☆✩☆✩☆✩☆✩☆✩
Perdón!!! el capítulo se subió sin terminar al parecer, ya esta corregido por lo que espero hayan disfrutado del capítulo.
Gracia por leer, nos leemos pronto bye bye~
[Editado 27/1/24]
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top