Capítulo 7

Jimin caminaba descalzo, un poco nervioso, por el pequeño muelle. Jungkook iba a su lado. El pelinegro se mordió el labio inferior; esto era un poco incómodo, pero, si se suponía que eran novios, debían parecer una pareja de verdad.

Miró hacia la casa principal. Su madre y Jin Ah estaban en el porche observándolos. Jimin llevó su mano temblorosa hacia la de Jungkook y tomó la del castaño. Este miró sus manos entrelazadas y arqueó una ceja.

Jimin se encogió de hombros y señaló con la cabeza hacia la casa. Jungkook miró disimuladamente y asintió. Caminaron hasta llegar al final del muelle, donde se sentaron.

¿Cómo diablos se empieza una conversación con la persona a la que secuestraste? Jimin no tenía idea. Tal vez debería haberlo buscado en Yahoo Respuestas antes de meterse en este lío. Aunque, si era sincero, no era bueno iniciando conversaciones.

Jimin se aclaró la garganta. Jungkook había dicho que podían ser amigos, así que debía relajarse un poco más. Tomó una galleta de la bolsa y se la tendió a Jungkook, quien la miró, no muy convencido.

—Vamos, tómala. Son las galletas más deliciosas que vas a probar en toda tu vida. Es una receta de mamá —dijo Jimin.

Jungkook arqueó una ceja.

—¿Cuál es tu problema con la comida no muy saludable? —preguntó Jimin con un puchero.

—Soy cardiólogo. Mi deber es cuidar el corazón, y tengo muy claro lo que la comida chatarra le hace a tu cuerpo. Puede provocar colesterol, diabetes, hipertensión, incluso un infarto. Puede que ahora, que eres joven, no te parezca importante, pero, cuando llegues a cierta edad, tu cuerpo te pasará factura por la mala alimentación —aseguró Jungkook.

Jimin asintió. Discutir con un médico cuando no tenía idea de medicina no era una opción. Además, sabía que la comida chatarra no era buena para la salud, pero eso no era un secreto para nadie.

—Está bien, ya me quedó claro que debo comer muchas frutas y verduras, aunque las odio. Pero sólo es una galleta, pruébala, te gustará —insistió.

Jungkook tomó la galleta.

—Las frutas y las verduras no son la única comida saludable. Puedes comer de todo un poco, pero balanceado. Creo que debo enseñarte lo delicioso que puede ser comer sano —dijo antes de morder la galleta.

—¿Tú me enseñarás a mí a comer saludable? —preguntó Jimin incrédulo.

—Claro que sí. Tengo un amigo nutricionista, y yo cocino delicioso —respondió Jungkook mientras masticaba la galleta—. ¡Oh, Dios, está buenísima! —gruñó antes de comerse el resto.

Jimin sonrió triunfante y también comió de su galleta, saboreando el chocolate. Estaba tan delicioso como lo recordaba, y hacía mucho que no las probaba.

Jungkook se lamió los labios y acercó la mano a la bolsa para tomar otra galleta. Jimin se la apartó.

—El resto son mías. Tú dijiste que eran malas para la salud —dijo burlándose mientras comía otra.

—Eres malvado —se quejó Jungkook.

Jimin soltó una risa.

—Ten, para que no llores —dijo divertido, llevando una galleta a los labios de Jungkook.

El castaño la recibió encantado, sin percatarse de que estaba dejando que Jimin le diera las galletas en la boca. Desde cualquier perspectiva, parecían una joven pareja riendo mientras compartían bocadillos.

—Jungkook, creo que si queremos que esto funcione, deberíamos saber más uno del otro —dijo Jimin después de un rato de comer en silencio.

—Sí, tienes razón. Las parejas suelen conocer pequeños detalles el uno del otro —afirmó Jungkook.

Jimin se pasó la lengua por los labios, quitándose los restos de chocolate.

—Bueno, supongo que cosas como… ¿el nombre de tus padres?

—Mi madre se llama JiWoo, mi padre, SiWoon, y mi hermana, Tzuyu —respondió Jungkook.

—¿No tienes más familia? —preguntó Jimin.

—Mi padre tiene un primo que es dueño de una constructora, y él tiene un hijo que vive en el extranjero, pero no somos muy cercanos en realidad —le contó Jungkook.

—Oh, entiendo —asintió Jimin—. ¿Comida favorita?

—Me gusta mucho la comida italiana —respondió Jungkook—. Un simple passatelli o un risotto con setas, aunque también disfruto de la comida francesa.

Jimin estaba seguro de que jamás había probado lo que Jungkook mencionaba.

—Pues yo soy fácil de complacer en la cocina. Amo la carne, pero también soy feliz con el ramen —dijo encogiéndose de hombros.

Jungkook asintió.

—¿Color favorito?

—Sin dudas el naranja. Amo cuando el cielo tiene ese color al atardecer. Una vez me pinté el cabello de naranja —le contó—. ¿Y el tuyo?

—Interesante. A mí me gustan todos los colores, pero, si tuviera que escoger uno, sería el azul.

—Como el príncipe azul —dijo Jimin bajito.

—Yo no dije que sería un príncipe, pero gracias.

Solo en ese momento Jimin se dio cuenta de que lo había dicho en voz alta, y su rostro se tornó rojo.

Jungkook se rió.

—Sólo estaba bromeando.

—Yo igual —refunfuñó Jimin—. ¿Película favorita?

—Yo antes de ti —dijo Jungkook.

—Vaya, esa es linda. La mía es Balto.

—¿En serio? ¿Una infantil? —preguntó Jungkook con incredulidad.

—¿Qué tiene de malo? —preguntó Jimin con un puchero.

—Nada, sólo pensé que serías más fan de esas de terror o de secuestros —se burló Jungkook.

—Bueno, yo pensé que tú eras fan de Anatomía según Grey's —contraatacó Jimin.

—Esa es una serie, no una película —dijo Jungkook riendo.

—Lo que sea.

—¿A qué edad le contaste a tus padres sobre tu sexualidad? —preguntó Jungkook de repente.

—Uh, bueno, iba a cumplir catorce cuando realmente me di cuenta de que era diferente a mis compañeros de la escuela. Ellos se quedaban en las escaleras para ver la ropa interior de las chicas cuando subían, pero a mí me gustaba ir a ver entrenar a los chicos del equipo de natación —dijo Jimin encogiéndose de hombros—. Entonces se lo dije a mis padres. No me interesaban las mujeres, no tenía por qué ocultárselo a mi familia.

Jungkook abrió los ojos, muy sorprendido.

—Sí que fuiste valiente. Yo sólo fui capaz de decírselo a mis padres cuando estuve en la universidad.

—¿Temías que te rechazaran? —preguntó Jimin.

—No, más bien estuve en negación durante mucho tiempo, hasta que conocí a alguien que me hizo entender que valía la pena reconocer quién era en realidad.

Jimin arqueó una ceja con curiosidad.

—¿Tu primer amor?

—Sí, se puede decir que sí —reconoció Jungkook.

—Pero ya no estás con él —afirmó Jimin, aunque no estaba seguro de por qué.

—No, ya no estamos juntos —confirmó Jungkook.

La curiosidad en Jimin se avivó de inmediato. Quería saber la razón por la que Jungkook no estaba con el chico que lo impulsó a salir del clóset.

¿Sería Jungkook de esas personas que han sufrido la trágica pérdida de su primer amor?

Así que, sin poder detener las palabras en su boca, preguntó:

—¿Por qué? —Jungkook lo miró confundido—. ¿Por qué no estás con él? —preguntó ahora directamente.

—Oh, eso. Yoongi y yo terminamos —dijo Jungkook.

—Pero él era tu primer amor...

—Sí, pero eso no significa que fuera el amor de mi vida. Después de seis años de relación, ambos nos dimos cuenta de que no éramos el uno para el otro, aunque todo el mundo pensaba que sí. Yo también lo creí durante mucho tiempo. Los dos estábamos en la escuela de medicina, éramos muy parecidos, teníamos las mismas metas, pero no funcionó a largo plazo —dijo Jungkook simplemente.

Jimin se mordió el labio inferior.

—Pero suena a que todavía lo quieres —en el fondo de su corazón Jimin rogaba a todos los dioses que no fuera así.

Jungkook se echó a reír.

—Claro que lo quiero, es mi mejor amigo.

Jimin se quedó atónito un momento.

—¿Tu ex es tu mejor amigo?

—Sí. No porque no hayamos funcionado juntos significa que tengamos que volvernos enemigos. Yoongi es una parte importante de mi vida. Creo que no existe una persona que me conozca tanto como él. Es perfecto para tener el puesto de "mejor amigo". Además, trabajamos juntos en el mismo hospital; si nos lleváramos mal, sería incómodo —explicó Jungkook.

—Wow, sólo no me veo siendo el mejor amigo de mi ex. Y tampoco entiendo, si eran tan compatibles, ¿por qué no funcionaron?

Jungkook se encogió de hombros.

—Las parejas necesitan más que objetivos similares para estar juntas. Necesitan pasión, pero, sobre todo, amor. Son demasiado importantes. Al final de nuestra relación, Yoongi y yo estábamos juntos más por costumbre que por otra cosa. Lo comprendí cuando mi relación se acabó, y lo confirmé ahora que veo a Yoongi con Taehyung, su novio. Ellos son diferentes en todo el sentido de la palabra. Cuando los ves, piensas: "¿De verdad son pareja?". —Jungkook se rió—. Pero ellos son increíblemente felices juntos y se complementan el uno al otro, a pesar de sus diferencias. Los polos opuestos se atraen.

—Creo que tienes razón —dijo Jimin suavemente—. ¿Y tú? ¿No has intentado rehacer tu vida?

—Me centré más en mi trabajo y no he buscado seriamente a alguien. Supongo que ya aparecerá el indicado —dijo Jungkook.

—Sí, ya aparecerá —afirmó Jimin suspirando.

"No seas tonto, Jimin. Tú, que eres quien lo secuestró, estás muy lejos de ser el indicado para un guapo doctor como Jungkook", se dijo a sí mismo...

Bajo los pies, metiéndolos en el agua, Jimin se estremeció.
—¡Oh, mierda! Ya había olvidado lo fría que era —se quejó, encogiendo los hombros.

Nadar en el lago no le parecía una gran idea ahora.

El castaño lo imitó.
—Solo es un poco de agua fría —dijo Jungkook riéndose.

—Pues no me gusta el agua fría —refunfuñó Jimin.

—Eres un gatito —se burló Jungkook.

Jimin le dio una mirada ofendida.
—Yo no soy un gatito.

Jungkook se rio al ver el rostro descontento de Jimin. Después de un momento, Jimin también se echó a reír. Estaban más relajados tras haber tenido esa plática.

—¿Qué tal si competimos a ver quién llega a la otra orilla primero? —sugirió Jungkook.

A Jimin se le formó una sonrisa maliciosa en el rostro.
—Créeme, no quieres competir conmigo.

—¿Por qué no querría? —interrogó Jungkook, arqueando una ceja.

—Soy un excelente nadador, no tendrías oportunidad —Jimin le guiñó un ojo.

—Yo también lo soy.

—Pero a mí me enseñó a nadar Taemin —presumió Jimin.

Jungkook sonrió, curioso.
—¿Quién es ese tal Taemin?

—Taemin pertenecía al equipo de natación, y su padre tenía un barco. Parecía un pez en el agua y aprendí todos sus trucos. Es mi ex —añadió Jimin, dándose cuenta demasiado tarde de lo que había dicho.

Jungkook levantó una ceja—¿El rapero?

—¡No! —chilló Jimin, negando con la cabeza—. Mi exnovio rapero se llama Namjoon, pero eso no importa ahora. ¿Sabes qué? Acepto tu reto. Vamos a nadar y, para hacerlo más interesante, apostemos algo.

Jungkook sonrió ampliamente.
—¿Qué podríamos apostar?

Jimin se encogió de hombros.
—No lo sé, lo que sea.

—¿Qué tal si me demuestras qué tan bueno eres bailando? Si yo gano, bailas para mí —dijo Jungkook divertido, aunque en realidad quería ver si Jimin era talentoso.

Jimin levantó su mentón, orgulloso.
—Bien. Si tú ganas, yo bailo para ti. Pero si yo gano, tú cocinas para mí. Dijiste que sabías hacerlo, así que impresióname.

Jungkook le tendió una mano—Reto aceptado.

Se pusieron en posición y se lanzaron al agua, que estaba jodidamente fría. Jungkook sintió que su cuerpo se entumecía, pero comenzó a bracear lo más rápido que podía. Se dio cuenta, sin embargo, de que Jimin no había mentido: era realmente bueno nadando. A pesar de sus esfuerzos, perdió, ya que el pelinegro llegó primero a la otra orilla.

—Sí que está helada —se quejó Jungkook al llegar.

Jimin soltó una risita—¿Ahora quién es el gatito?

—Ya mi cuerpo se acostumbrará a la temperatura del agua —dijo Jungkook, echándole agua en la cara a Jimin.

—¡Oye! Qué mal perdedor eres —se quejó el pelinegro, haciéndole lo mismo.

Juguetearon un poco más en el agua hasta que sus cuerpos no resistieron más. Nadaron de vuelta al pequeño muelle y se dejaron caer junto a las toallas que habían traído.

Ambos estaban temblando—Tuve suficiente del lago por hoy. Es hora de abrigarnos —dijo Jungkook.

—Estoy de acuerdo —Jimin se pasó la toalla por el pelo—. Vamos. Además, tienes que pensar en qué vas a cocinar para mí.

—Te haré adorar la comida saludable, ya lo verás —aseguró Jungkook, mientras veía a Jimin ponerse en marcha hacia la cabaña.

Jungkook se quedó unos pasos detrás, apreciando la parte trasera de Jimin y odiándose por haber perdido. Estaba seguro de que habría disfrutado verlo bailar.

Abrió los ojos atónito al darse cuenta del rumbo que estaban tomando sus pensamientos—¿Qué diablos le está pasando a mi mente? —murmuró para sí mismo.

Holis bebés aquí está este cap. con todo mi amor para mis hermosuras, gracias por opinar sobre la historia me siento un poco más confiada de seguir ahora que se que si les está gustando.
Les amo a montones 💜
Nos leemos pronto...

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