—Realmente pensé que les habías contado como nos conocimos— dijo Jimin mordiéndose el labio inferior mientras lavaba los platos que usaron para el desayuno.

Jungkook le rodeó la cintura por la espalda y escondió el rostro en el cuello de Jimin —Aunque sé que ellos lo tomarían como broma no lo haría, no quiero que te sientas incomodo—

—Ellos seguro pensarán que estoy loco por secuestrar a un chico desconocido para hacerlo pasar por mi novio— Dijo Jimin riendo.

—No estás loco, solo eres pésimo improvisando y tomas malas decisiones bajo presión— Jungkook le dejó un beso en la mandíbula.

—Oye deja eso y ayúdame a secar los platos — Chilló Jimin con una risita.

Jungkook rio —No sabias que eras mandón— pero se puso a secarlos de todos modos.

Una vez que habían terminado el guapo medico tiró a sus piernas al sofá donde estaba lo que su hermana le había traído — Esto es para ti—

Jimin frunció el ceño — ¿Para mí? ¿Qué es? —

—Ábrelo— dijo Jungkook con una sonrisa arrogante y coqueta.

Jimin curioso empezó a abrir el gran paquete en sus manos, sus dedos torpes rasgaron el papel, con los ojos muy abiertos dejo salir un grito ahogado — ¡Oh Dios! No es cierto— dijo tomando los libros en sus manos.

—Si lo es— Cantó Jungkook sonriendo con suficiencia.

— ¡Jungkook! ¡Es la saga de Los Legados de Lorien  — Chillo dejando los libros en el sofá y llenó de besos el rostro de Jungkook — No tenías que hacerlo, cuando dijiste que podías conseguir el siguiente libro pensé que bromeabas, además sé que no te gusta ese tipo de historias,  pero están los 7 libros completos, ¡Gracias eres increíble! — Jimin estaba demasiado emocionado.

—Estoy feliz de que te guste mi regalo — Jungkook sonrió besando a Jimin en la nariz.

—Con esto voy a elevar tu ego, pero eres el mejor novio del mundo— Dijo Jimin con los ojos acuosos abrazando a Jungkook.

—Lo se cariño, como yo no encontraras otro igual— dijo acariciando la espalda de Jimin.

El pelinegro soltó una risita —No puedo creer que me parezca atractivo lo presumido que eres—

—Está en los genes Jeon—

—Si eso me di cuenta— Contestó Jimin divertido para besar a Jungkook en los labios.

—Me encantaría estar todo el día así contigo, pero hoy comienzo el turno en la tarde hasta media noche—

—Lo sé, lo cambiaste para poder ir anoche conmigo a la inauguración, eso también te lo agradezco—

—No me lo perdería por nada del mundo— Contestó Jungkook con sinceridad acariciando los muslos de Jimin por encima de la tela.

Jimin le dio una mirada picara y acercó sus labios a los de Jungkook tomando el inferior entre sus dientes, amaba el labio inferir del doctor, era un poco más grueso y hacia que su boca se viera sexy, pero cualquier intento de llegar más lejos, quedó interrumpido por el celular de Jimin sonando — No contestes — Susurró Jungkook.

—Debo hacerlo, puede ser Hoseok o alguien de la academia las clases empiezan el lunes— Jimin picoteó los labios de Jungkook antes de levantarse del regazo del médico.

—Está bien, iré a arreglar mis cosas para mi turno en el hospital— Jungkook sonrió.

Su celular estaba en el mesón de la cocina y volvió a empezar a timbrar — ¿Hola? — Contestó Jimin al darse cuenta que no tenía el numero guardado.

— ¡Ahora si estarás feliz! ¿No maldito? — Escuchó la inconfundible voz de su hermana.

— ¿Qué? — Fue lo único que logró responder.

— ¡No te hagas el imbécil Jimin!, debes estar saltando de la dicha apareces en la portada de todos los periódicos, hablan de tu relación con ese medico pero también tienes el descaro de abrirle las piernas a Hyun Sik, eres un puto—

— ¿Qué yo que?, ¡Estás loca DaHyun! —

—Claro ahora yo estoy loca, crees que no sé qué te envió flores anoche, eres una maldita escoria Jimin, ¿A quién le abriste las piernas para conseguir ese trabajo? —

—No te voy a permitir que me hables de esa manera…

— ¡Tú no eres nadie para permitirme o no algo a mí, eres simplemente una desgracia en esta familia, un patético marica, no sirves para nada, solo para dejarnos como el hazme reír de la sociedad, ya estarás satisfecho con todo lo que has logrado! Solo llegaste a arruinar todo ¡Ojala no hubieras nacido! ¡Tú debiste haber muerto con ella maldito bastardo! —

Eso fue lo último que Jimin escuchó antes de colgar, tenías los ojos llenos de lágrimas y las manos le temblaban, su hermana muchas veces había sido cruel con él, pero nunca fue tan despiadada como para desearle la muerte.

Ella deseo que él no existiera, que no hubiera nacido, ¿Debió haber muerto con quién?, un sollozo se escapó de sus labios y por más que deseaba que no le afectara tanto esas palabras le dolía, le dolían como una estaca al corazón.

Jungkook al escucharlo salió de la habitación de inmediato — ¿Cariño que pasa? —

Jimin tenía el rostro rojo mientras lloraba y solo pudo enterrar su rostro en el pecho del médico, y sentir como se hacía pedacitos por dentro —Ella nunca había sido tan cruel— Dijo entre lágrimas.

— ¿Ella quién?, ¿Quién te llamó Jimin? — Jungkook lo tenía envuelto en sus brazos.

—DaHyun, me reclamó por las flores que Hyun Sik me envió anoche, ni siquiera sabía que eran de su parte,  me acusó de estar acostándome con él, no sé de dónde sacó eso pero dijo que yo no debí nacer— Jimin n nunca en su vida se sintió tan herido.

Jungkook envolvió aún más a Jimin en sus brazos, mientras sentía que la ira ardía como brazas encendida en su interior, ¿Cómo diablos podía existir una persona tan desalmada como para decirle algo tan cruel a su propio hermano?

Malditos Park, parecía que ni estando lejos de ellos Jimin podía ser feliz, como deseaba poder llevarlo lejos, desaparecer en un sitio solo para ellos dos, donde nadie más pudiera lastimar a Jimin.

—Tu hermana es una desquiciada alcohólica Jimin, ella cree que Hyun Sik está enamorado de ti — Dijo Jungkook entre dientes.

—Pero eso no es cierto, Hyun Sik siempre se ha portado como un hermano para mí, me ve como un hermanito pequeño me lo ha dicho muchas veces— Dijo Jimin sin dejar de llorar.

—Lo se cariño, el también me lo dijo, pero la mente enferma de tu hermana solo está buscando a quien echarle la culpa porque su matrimonio se está derrumbando—

—Pero  no es mi culpa, yo no soy culpable de lo que a ella le pase, me he mantenido lejos de mi familia solo los veo una vez al año y ellos siguen usándome como su cordero de expiación, no es justo— hipo Jimin sintiendo su garganta hecha un nudo doloroso.

Jungkook lo soltó del abrazó y lo cargó para llevarlo a la cama donde se acostó junto a Jimin acariciándole el cabello — Realmente quisiera poder protegerte de todo esto — dijo con la voz ronca Jungkook.

—Es muy doloroso que debas protegerme de mi propia familia— sollozó Jimin.

—No me importa a quien tenga que enfrentar, estaré para ti Jimin, siempre— 

Jungkook suspiró, nadie merecía pasar por esto, y menos Jimin, estuvo solo abrazándolo durante un largo tiempo, siendo el apoyo y refugio de Jimin, no supo en que momento el pelinegro se quedó dormido, se apartó un poco viendo el rastro de lágrimas secas en sus mejillas.

Jungkook se sentía realmente impotente ante esa situación, acarició el suave cabello de Jimin y lo abrigó para ir directo a la cocina necesitaba  prepararle el almuerzo a su novio y también llamar a Hyun Sik, los celos de su esposa se estaban saliendo de control y no iba a permitir que le siguieran haciendo daño su novio.

Jimin se despertó agitado su pecho subía y bajaba después de una horrible pesadilla, donde sus hermanos lo volvían a encerrar en la cabaña llena de mariposas.

—Calma bebé estoy aquí— Jungkook dejó la charola con comida en la mesa y se sentó en la cama — ¿Te sientes mal, te llevó al hospital? —

Jimin negó con la cabeza —Solo fue una pesadilla, estoy bien—

—Te prepare el almuerzo, ¿quieres comer? —

Jimin tenía los ojitos hinchados y rojos —No tengo hambre — dijo con voz rasposa por el llanto.

—Lo dejaré allí para cuando tengas hambre ¿sí?, amor debo ir al trabajar pero... si me necesitas puedo quedarme llamaré al hospital—

—Está bien Jungkookie, ve es tu trabajo eres el mejor médico que existe, tus pacientes te necesitan— Jimin le dio una sonrisa.

—Tu también—

—Me quedaré aquí esperándote para cuando regreses, estoy bien no es la primera vez que DaHyun me hace pasar un mal momento, creo que me dejé afectar demasiado esta vez, pero estoy bien —

Jungkook soltó un suspiro y unió sus labios a los de Jimin en un beso — ¿seguro que estas bien? —

—Lo prometo, además tengo mucho por leer — Jimin le sonrió un poco más animado.

—Está bien — Jungkook le dio un nuevo beso antes de empezar a alistarse para cumplir con su turno.

Se despidieron después de una larga secesión de besos, Jimin se sintió un poco mejor, era muy bueno saber que contaba con Jungkook, y se negó a seguir pensando en las dolorosas e hirientes palabras de su hermana y se perdió en la lectura de su nuevo libro, no fue hasta muchas horas después que se dio cuenta que había anochecido y su estómago gruñó.

Calentó la comida en el microondas y comió sentado en el balcón de Jungkook, la vista era hermosa desde allí, sin nada que hacer después de un rato decidió hacer algo por  su novio, ya que Jungkook siempre lo consentía.

Él no era tan bueno como el atractivo medico en la cocina, pero si era capaz de cocinar unos macarrones con queso, le haría una cena para cuando Jungkook llegara, así también mantendría la mente ocupada, miró en la despensa de Jungkook y faltaban algunos ingredientes para prepararlos como su madre los hacía.

Hizo un leve puchero pero totalmente decidido a prepararle la cena a Jungkook salió al supermercado, no estaba lejos de allí así que podría ir caminando, se entretuvo entre los estantes y su lista de ingredientes hasta dejar su mente en blanco.

Cargado de bolsas y más animado caminó de regreso a al departamento de Jungkook, haría unos deliciosos macarrones con queso, a su novio le gustaba la comida italiana,  ¿Eso contaba?

— ¡¿Jimin?! —

El pelinegro se quedó congelado al escuchar esa voz que nunca pensó que volvería a oír, se dio la vuelta lentamente tragando grueso mirando al hombre frente a él.

—Taemin—

Otro cap. porque amo consentirlos mis bebés, espero les guste y contarles que esta historia está entrando a la recta final.