Capitulo #9"Negocios"

Mitsuya se encontraba caminando por los corredores del instituto, con una mano sobre su mejilla y acariciándola suavemente.

—Mitsuya—Lo llamó a espaldas de él Draken.

El chico de cabello lavanda detuvo su paso, sin quitar su mano de su mejilla.

—¿Qué te pasa?—pregunta el chico una vez se colocó a su lado.

Mitsuya se dio media vuelta, quitándose la mano de la mejilla ahora muy colorada.

—Wow ¿Qué te pasó?

—Pues...Ya ves que salí corriendo, fue para buscar a Yuzuha tras la bofetada, y...

~Flashback~.

—¡Sueltamente! —le gritó a Takashi.

Vengo a devolverte la bofetada.

Yuzuha parpadeó.

¿Perdón? ¿Me vas a pegar?

No, algo peor.

—¿Me vas a violar? —decía ella muy fuertemente.

Él negó con la cabeza.

¿Entonces qué puta madre quieres?

Haré algo que quiero hacer desde hace rato.

Yuzuha iba a volver a gritar otra cosa, pero Mitsuya tomó fuertemente de la nuca de ella y la acercó a él, para finalmente unir sus labios en un cálido beso.

Takashi gimió entre el beso, ante el deleite del sabor de los labios de la chica. Era cierto, desde hace rato él anhelaba besarla, ahora lo veía más que claro. Y tras aquella bofetada, algo parecido a la adrenalina lo activó y no lo hizo pensar dos veces para ir a buscarla y exigir tal anhelo.

Lentamente Yuzuha fue cayendo, hasta corresponderle el beso.

Mitsuya colocó sus manos sobre la espalda baja de Yuzuha y ella las subía hasta llegar a su quijada y tomar de ella, el beso se comenzaba a intensificar un poco.

Pero entonces la cordura se hizo paso entre la bruma neblina dentro de la mente de Yuzuha, haciéndola reaccionar. Bruscamente, con sus manos, apartó a Mitsuya de ella, levantando la mano y soltándose su segunda bofetada en la misma mejilla que antes, dejando ahora una marca bien roja en dicho lugar.

Ella lo mira con la respiración un poco agitada y el ceño fruncido. De la vergüenza y la rabia por lo que acaba de pasar. Mitsuya por lo tanto, mantenía su mano sobre su mejilla, un poco extrañado por la actitud de Yuzuha.

¡No te me vuelvas acercar!, Me dan asco, tú y tu noviecita, me dan asco ¿Quién te has atrevido para venir y besarme? —Le gritó y reculó, para retomar su caminó con los puños apretados — ¡Y ve a ver como haces, que ahora no pienso mandarte nada mío para la tarea!

Mitsuya suspiró bien fuerte, sin dejar de sobarse la mejilla.

Se supone debía tratar de caerle bien, pero siempre tenía que ocurrir todo lo contrario.

~Fin del flash black ~.

—¿Enserio hiciste eso? —preguntó entre absortó y divertido Draken. Nunca imaginó que Takashi fuera de los que ponían los cuernos. Por muy mala leche que fuera la chica. Meneó la cabeza casi al instante y decidió no meterse en esos asuntos. Takashi, además, siempre parecía esquivó cada vez que hablaban de su relación con Sakura.

—Buscaba disculparme por lo de Sakura, pero me deje guiar por mi impulso...

—Qué valor el tuyo — se burló Draken. -Si querías arreglar las cosas, sin duda no debiste hacer eso. —Y palmeo su hombro. —Y ahora, sin duda has logrado que se enoje mucho más.

—Gracias por los ánimos —dijo entre dientes Mitsuya.

Draken solo meneo su cabeza, en eso, su sonrisa se disminuyó un poco al ver a Emma, caminando sola por aquel otro sendero.

—Mitsuya, te veo al rato—le dice el rubio mientras se retiraba.

Draken entonces cruzó el pequeño jardín que dividían ambos caminos, hasta que llegó a un lado de la rubia.

No sabía que, solo él hecho de verla, había hecho voluntariamente a sus pies moverse.

—Hola, Emma.

La rubia soltó un pequeño brinquito asustada, había estado tan concentrada en sus pensamientos que no lo había escuchado llegar a su lado.

—Draken ¿cómo va tu tarde? —se atrevió a preguntar, nerviosa, y sin atreverse a mirarla a la cara.

Lo que había hecho con Evan recién, aun presente en sus memorias.

El revoltijo llegó de nuevo a su estómago.

Cuando se separó del chico, ella pensó que quizás debió haberse esperado y haber hecho otra cosa.

Pero como no, la impulsividad y la imprudencia parece haberse apoderado de ella desde que conoció a ese chico parado justo enfrente de ella.

—Bien, me inscribí para las audiciones para el club de fútbol.

Emma mojo sus labios y mordió su labio inferior inconsciente, gesto captado por el chico del tatuaje.

Es tan hermosa, lástima que esté de novia con ese mequetrefe hijo de puta, pensó, sintiendo de nuevo esa desilusión. Meneó la cabeza, a él no le gustaba meterse en disputas de pareja, sino era estrictamente necesario. Pero sin duda, por primera vez, no podía dejar de pensar esos dos juntos, junto con un repentino vacío en el pecho.

—¿Enserio? Espero te vaya bien. Mi hermano Shinichiro me dijo que Benkei es rudo y estricto como capitán, pero si eres bueno, sin duda te dejarán pasar.

—Ojala, no me vendría mal unos puntos extras, si llegáramos a ganar las competencias.

Emma iba a decir otra cosa, pero justo su amiga Rebeca se aproximó a ellos corriendo.

—¡Dios, Emma! Créeme que no te entiendo, ¿Por qué me mentiste? —le reclamó apenas llegó a su lado.

—¿Eh?

—Tú en verdad andas lela estos días ¡Acabas de besar a Evan, en mis narices!

Draken arrugó el ceño confuso ante eso último.

Emma se tensó, sudó frío y pensó que su mentira se caería en ese momento, con Draken aun junto a ellas.

Pero entonces, en ese momento, llegaron mensajes a todos los estudiantes.

00+1+(909) 780 6260

*Pero ¿Qué es esto? Desde que el colegio se llenó de becados, esto ya parece un circo.

*Se vio a Sakura actuando como becada, rebajándose al darle una cachetada a Yuzuha cuando esta quiso inscribirse al club de baile, la cual reaccionó devolviéndosela al novio de Sakura. Pero ¿Qué cosas?.🤭 *.

*Para terminar de chingar, se vio a Mitsuya yendo tras Yuzuha apenas esta se retiró el campus ¿A qué se debió eso? ¿Será que si hay algo ahí? 👀*.

*Para variar, hemos visto que la pareja que tanto se había querido ver en Ayome al fin se hizo realidad, Emma y Evan, se pudo mirar como la hermosa rubia le planteaba tremendo beso a uno de los chicos más deseados de Ayome ¿Será que sin duda desde antes de la fiesta si se hicieron novios y hasta ahora decidieron hacerlo público? *

*También hay rumores sobre la relación que Izana y Rebe mantenían, al parecer ya trono ¿Será cierto eso? ¿Será que Rebe ya se dio cuenta que sólo era la diversión sexual de Izana? 😈*.

*Dato final, se observó a Sanzu en una parte del campus tal vez muy juntito con la hija de la directora ¿Acaso nos estamos perdiendo de algo?😜*

×The end×.

—Quisiera saber quien se propuso ser el chismoso del año —refunfuño Emma, guardando su teléfono. Pero también, pensó con un ápice de culpa, que la persona que envió aquel mensaje, la salvó de que su mentira no se cayera tan pronto.

—Demonios, ahora quedé fui yo como la que tronaron, cuando es al revés —también refunfuño Rebeca, solo que por lo bajo.

—Sin duda ahora habrá que andar con cuidado-concordó Draken.

—¡Emma! ¿Has visto a Mitsuya?

Los tres miraron a Sakura acercarse a ellos.

Emma negó con la cabeza y Sakura inmediatamente dirigió su mirada furiosa hacia Draken.

—Ni idea. —contestó de inmediato.

—¡Vamos, te vi ir detrás de Mitsuya apenas este me dijo que iría a la enfermería!

—No lo llegué a alcanzar. —mintió. No era que defendía lo que Mitsuya hizo, pero al final, como mismo se dijo, no era asunto suyo.

Sakura apretó una carpeta que llevaba en sus manos.

Emma entonces aprovechó y se acercó a Sakura, para así poder irse de ahí.

No podía permitir a su amiga Rebeca volver acordarse de que le había montado un interrogatorio sobre ella y Evan.

—Ven, Sakura, hablemos ¿Sabes? Seguro es mentira ¿no ves la malicia en todo esto? —Y con ello, tomó de nuevo camino junto a la chica de cabello naranja.

—Emma, linda, ¿Acaso eres ciega? Esto es una humillación para mí—Sakura dirigió su mirada hacia la rubia. Entonces, se acordó de algo más —Oye, por cierto..... ¿Es enserio si andas con Evan?

Emma miró hacia atrás por inercia, y suspiró al ver que su amiga se había quedado sacándole plática a Draken.

—Algo así. —le dijo simplemente.

En eso, casi saliendo del campus, ambas se topan con Evan.

—Emma ¿por qué saliste corriendo? — le dice con una sonrisa amplía, casi de bobo.

Y entonces la rodea con sus brazos. Emma quiere salirse de ellos, pero como estaba aun con Sakura, y mucho más atrás Draken con Rebeca. Tuvo que inspirar fuerte y fingir que sólo el hecho de estar en sus brazos no le producía arcadas.

¿Cómo mierda llegué a esto?, pensó Emma.

—Creo que.... Estuvo de más la pregunta—dijo Sakura, viéndolos sonrientes.

***

Al día siguiente.

Koko e Inui iban caminando juntos por el enorme campus universitario, hablando sobre las reglas del mundo de la droga que ellos mantenían ahí en Ayome.

—Entonces, tú y yo estaremos manejando la venta en la prepa. Hay tres alumnos en particular que son clientes muy frecuentes con nosotros. Bueno, cuatro, la primera hermana menor de Mitsuya últimamente ha comprado mucho.

—¿Y los de secundaria?

—No, ahí ya es terreno peligroso. Muy mocosos todavía, y podrían irse de lengua rápido.

Koko alzó una ceja.

—¿Cuánto tiempo llevas en este negocio?

—Desde primero de preparatoria —respondió Inupi mientras sacaba su teléfono, había recibido justo unos mensajes de sus padres. Mientras leía, siguió hablando. —¿Sabes? La mayoría del colegio son consumidores, solo que no todos se clavan como Sanzu, Hanma, Ran, Rindou. Porque mientras más dinero y poder tengas, más probabilidades tienes de consumir droga, creerte el dueño del mundo, y pensar que puedes dominarla.... No cualquiera puede Koko, muchos cuando menos lo imaginan.... La droga ya los dominó.

Inui hablaba muy seriamente, y Koko escuchaba atento.

—¿A ti te gusta, Inupi?

—¿Eh?

—Las drogas.

Inui suspiro fuertemente, y dirigió su mirada hacia el cielo ladeando su sonrisa.

—¿Qué si me gustan? Te hace viajar a otro estado mental, y provoca sensaciones en el cuerpo extravagantes. Dependiendo el tipo de droga.

—¿Qué es lo que más te gusta?

—Las trakas.

—Te gusta que te den potencia para bailar.

—Y sexual también—Lo último mencionado soltó una sonrisa delatadora en su rostro—¿Y a ti te gustan Koko?

—Jamás he consumido alguna, solo sé los efectos que causan.

—Mejor, no lo hagas, cómo te digo hay muchas personas que la droga los viene dominando a ellos.

—¿Y crees que a mí me dominaría?

—No estoy diciendo eso, pero mejor no lo hagas-Lo último lo dijo con un tono un poco triste, dejando a Koko con algunas intrigas.

—No lo haré, mucho menos porque dicen que un vendedor, no debe consumir su propia mercancía.

—Así es, sale contraproducente.... A Sanzu el año pasado la gente de Wakasa, ya querían matarlo, pero Takeomi pagó su deuda y lo sacó del negocio.

—Imagínate, y eso que ellos son hermanos.

—La venta de droga no es un juego Koko, vuelvo a decírtelo, una vez dentro, no hay salida fácil.

Koko miró a Inui, pensando nuevamente en si entrar a ese mundo o no, decidió hablar.

—Inupi.

—¿Mande?

—No me retracto, por supuesto que no.

—Se que ya quedó claro, pero aun así, vuelvo a decírtelo ¿Seguro?

Koko asintió con la cabeza.

-Sólo, no me dejes solo ¿vale?

Inui ladeo un poco su sonrisa y se acercó un poco a Kokonoi, quedando de frente los dos, el rubio eleva ambas manos para colocarlas en la quijada de su compañero, provocando en el azabache, sin él verlo, un brillo en sus ojos negros.

—Koko, yo no te abandonaré aquí, te lo prometo, ya te lo había dicho y te lo vuelvo a decir... Si entras a esto, estaremos juntos, no me atrevería a dejarte solo en esto.

Koko trago saliva y abrió un poco su boca, para constatar lo cerca que ahora estaban.

—Gracias, Inupi.

En eso, el teléfono de Koko suena.

Lo desbloquea y ve que era un mensaje de su madre.

Hola Koko, te estoy esperando en la sala de visitas.

***

>Sala de visitas<

Una señora se encontraba sentada esperando por su hijo, mientras al frente de ella se encontraban dos alumnos con sus progenitores.

—Bueno, Wakasa, Abel, nos despiden de Rebeca ¿Qué podría estar haciendo esa niña para no responder a nuestra visita? — expresó la mujer de cabello azabache y ojos carmesí, por el trato poco entusiasta de su única hija de verlos.

—Ya mujer, seguro se ocupó con tarea -le dijo el hombre despreocupado, mientras mandaba unos mensajes.

—Siempre alcahueteándola—expresó ella y le dio un golpecito en su hombro con un abanico que siempre llevaba en su mano.

En eso Abel, a su lado, la abrazó.

Y ella le acarició con cariño su mejilla.

Tanto Abel como Rebeca se parecían muchísimo más a su madre.

—Wakasa ¿sigues con Senju Akashi, cierto? —La mirada penetrante del hombre mayor ahí, se posó de pronto en su primogénito.

Ambos hombres tan parecidos físicamente, solo que el señor es más cuadrado que su hijo.

El chico sin sacarse la paleta de la boca solo asintió con la cabeza.

El padre asintió con evidente gusto y palmeó su hombro, a lo que también guardó su teléfono.

—Bien hijo, bien. Los Akashi son buenas influencias en la alta sociedad. —Entonces posó su mirada en su segundo hijo, su mirada brillando de pronto de decepción. — ¿Ves Abel? Debes aprender más de tu hermano mayor. Aun no puedo creer que rechazaste a la hija de un integrante de la Cámara de Alta de la Dieta de Japón.

Abel suspiró fuertemente y giró un poco sus ojos, dejando ver lo blanquecino de ellos.

—Tranquilo hijo, tu a tu tiempo —musita la señora a su hijo.

—Bueno, es momento de irnos Haylen — dice el hombre, tomando camino a la salida.

La mujer entonces abraza a Wakasa muy mimosa y besa su frente, para así la pareja finalmente tomar rumbo al estacionamiento.

—No te hagas hígado por lo de padre —Dice de pronto Wakasa, aun mirando por donde se iban sus padres.

Abel solo sonrió irónico y sin decir nada a su hermano, tomó la otra salida, la que conectaba con el campus universitario.

Cuando Wakasa también hizo lo mismo, justo iba pasando Koko por la puerta. Ambos se hicieron un asentimiento de cabeza en reconocimiento.

—Hijo. —dice la señora, cuando Hajime se colocó frente a ella.

—Hola, mamá. Me tomó por sorpresa tu mensaje y visita.

La señora Hajime se levantó y le planteó un beso en la mejilla.

—¿Cómo estás?

—Bien.

Y ambos tomaron de nuevo asiento.

—¿Y los estudios?

—Pues apenas es la primera semana, pero si ya han mandado algo de tarea.

—¿Qué tienes hijo? —la mujer lo miró de forma analítica.

—Nada.

—¿Seguro? Mira que te conozco Koko, y se cuando su mente es un torbellino —Y le pellizcó una mejilla.

— ¡Ah, mamá, no hagas eso, ya no soy una niño! —Y se sobó la mejilla y observó a su madre. Había heredado de ella su mirada gatuna. —Mejor dime, ¿Cómo va el asunto de la herencia de la muerte de papá? — preguntó el azabache.

—Antes de yo responderte eso dime tú ¿Ya conseguiste novia? O al menos ¿una follamiga?

Koko parpadeó y ruborizó ante lo directa que era su madre.

—¿Una madre debería usar esos términos? — Le reprocha.

—¿Qué tiene? Soy vieja, pero no anticuada.

Koko ladeo su cabeza hacia un lado, derrotado ante esa mujer.

—Bueno ¿Y si ya tienes novia?

—Ma, apenas entre.

—Kokonoi, pero al menos debe haber alguna que te llame la atención.

—No.

—¡Koko!

—¿Quieres que te mienta?

—Pues tampoco.

—Pero... ya hice un amigo, y..

La mamá de Koko veía a su hijo un poco decepcionada.

—Koko, no quiero amigos, quiero una novia —La señora inspira —Mira, el abogado dijo que todo está a favor para que nos den la herencia, pero debes tener una buena imagen, y una buena imagen es siendo heterosexual, así que dime ¿No eres gay?

El corazón de Koko se apretó ante lo sofocante que era su madre con el tema.

—¿Otra vez con eso?

—Responde a la pregunta.

Fuertemente Koko soltó un suspiro.

—No. Ma, no lo soy.

—¿Seguro?

Koko la miró, su mirada sobre él pensando como docenas de sacos de cementos sobre sus hombros.

—No

—Bien, eso era lo que quería escuchar. Ahora ten—dijo dándole dinero al azabache.

—¿Esto es todo? — No pudo evitar quejarse. — La comida aquí no es barata.

—Hasta que no nos den la herencia, no puedo hacer mucho. Seguiremos con mi sueldo de contable.

—Bueno, ya qué. Por suerte me las empeño para ahorrar.

—Bien ahora debo irme, te veo luego ¿Si? —dijo dándole un beso en la cabeza y retirándose del lugar, dejando a su hijo en un torbellino de emociones en todo su ser.

***

Campus, cerca de la cafetería.

Allison se encontraba comiendo con Hinata una pequeña merienda, tras finalizar ese día de clases en las mesas cercanas al cafetín.

—Que problema con esa chica— soltó Allison aun disgustada por lo sucedido el día de ayer. Luego del problema de Yuzuha con Sakura, y su amiga castaña marchado furiosa, ellas también, junto a Yoko, se habían retirado para buscarla y sin poder evitar en el camino comentar lo desubicada que era la chica Johnson.

—Por eso no quería inscribirme. —comenta Hinata, disfrutando en el proceso de su trozo de pastel.

Allison solo arrugó su boca, mordiendo en el proceso el tenedor de plástico.

—Pero pobre Yuzuha, se llevó la peor parte — Y ambas asintieron con lamento.

Y de pronto, alguien aterrizó frente a ellas.

Ambas miraron a Kazutora con una ceja alzada.

—¿Qué hay chicas? ¿Puedo tomar asiento?- pregunta con una sonrisa.—Quería venir a disculparme por lo de la broma. —Y su mirada cambió a una de pena.

Allison parpadeó.

—Depende de Aly —habló tajante Hina.

La azabache aun permanecía callada mirando al chico. En eso, él la miró.

—Prometo que no hay plan con maña aquí. — Y alzó una mano, como para enfatizar su punto.

Allison inspiró. Ella ya había escuchado y perdonado a Baji, así que equitativamente debía hacer lo mismo con Kazutora.

—Al menos que quieras — suelta el chico en broma, moviendo sus cejas muy graciosas.

Una sonrisa involuntaria brotó de los labios de Aly.

—Kazutora ¿Enserio aun bromearas? — Hinata lo miró en un claro gesto que el chico no tenía remedio.

—Está bien Hina, no sucede nada—Salió Allison y le hizo seña a Kazutora que tomará asiento.

—Gracias, por dejarme sentar. —dijo el chico.

—¿Dónde dejaste a Baji? —preguntó Hina.

—Se quedó en el dormitorio hablando con su madre. ¡Oye! No todo el tiempo andaremos pegados.

Hinata sonrió de lado maliciosa.

—Lo siento, es que realmente parecen un par de recién casados.

—Y hasta los recién casados tienen que separarse cuando van a trabajar ¿no? —soltó juguetón.

Ante eso, fue inevitable que de las bocas de ambas féminas brotara una carcajada.

Mientras ellos seguían con su plática, Alice pasó por un lado de ellos, para llegar a la cafetería y ordenar algo para alimentarse. Pero al hacerlo, se encontró de frente con Mikey y Emma.

A Alice ni siquiera le dio tiempo a gesticular algún gesto, Mikey solo hizo un gesto de desprecio y siguió el camino.

Alice bajó rostro derrotado y sintiendo como si le hubieran pateado el estómago. Suspiró y volvió a levantar su cabeza. En eso, se encontró con Emma, de la cual se había olvidado tras el pequeño intercambio con Mikey.

—Ya vio porque te deprimes mucho—dijo Emma.

Alice bufó.

—Déjame en paz. —Y se marchó.

Emma solo suspiró.

En eso se voltea, y se encuentra de golpe con Evan en la entrada de la cafetería. Aprieta los labios. Ahora con su mentira, él chico parecía, por más increíble que fuera, aumentado su intensidad.

—¿Qué hacías con la gorda?—suelta con los brazos detrás de su cabeza.

—¡No le digas así! —gruño, a lo que Evan solo suspiró y asintió. Aunque en realidad bien le daba igual.

En eso, Emma se fijó en Izana y Kakucho.

—Mira, por ahí vi pasar a mi hermano Izana y Kakucho ¿Por qué no vas con ellos?

—¿Y por qué? —Y se acerca todo chulesco hacia la rubia —Si prefiero estar con mi novia.

Emma inspiró.

—Que te haya besado, no significa que seas mi novio.

Evan alzó ambas cejas y entonces chocó un puño en su palma.

—Bueno, tienes razón. Si ni te lo he pedido y es lo que esperabas tras tu beso ¿no?—Y sonrío chulesco — ¿Quieres ser mi novia Emma?

Emma ladeo la cabeza fastidiada.

Pero ya estoy montada en el burro, así que..., pensó desanimada la chica.

—Qué tal si... ¿te doy como una oportunidad? — Y Emma pensó que con eso también sería suficiente para seguir con su mentira.

Evan arrugó el ceño y se separó para mirarla.

—¿Oportunidad?

Emma asintió.

—Mira, aun no olvidó lo que me hiciste —Y el revoltijo regresó a su estómago e ignoró - Pero, este... —Emma rascó su mejilla mientras pensaba —Al ver tu insistencia, me hizo ver que, supongo que todos merecen una...segunda oportunidad.

—Pero Emma...—Evan iba protestar, pero entonces calló al pensar bien las cosas —Tienes razón Emma, no puedo pedir menos — Y volvió abrazarla, y una sonrisa pervertida se extendió en su labios. -Pero, ahora con ese mensaje y tu beso, la gente igual pensará que si estamos saliendo.

—Sí... Pero, tú y yo solo sabremos la verdad.

Próxima a ellos, venía Yuzuha hablando por videollamada con su madre.

—Ya no tengo más clases, hasta mañana.

—¿Y cómo están Taiju y Hakkai? Bueno, hablé con ellos hace rato, pero sin duda ellos no me contarán lo mismo que tú.

Yuzuha rió.

—Los tres estamos bien, mamá — le dijo, evitando claro decirle en parte la verdad de los inconvenientes que los becados vivían. Igual, era "por menores" que se podían superar y seguir adelante.

Y no quería preocupar a su madre.

—Bueno, te dejó, me toca entrar a mi turno. —Le dijo y le mostró su uniforme de enfermera a través de la pantalla. Y entonces, le lanzó un beso a su hija. —Te amo.

Yuzuha se lo devolvió.

—Yo más a ti.

Y la llamada finalizó.

Yuzuha iba a guardar su teléfono en el bolsillo de su sacó, cuando escuchó a alguien hablarle de forma mordaz.

—Cuidado Emma, que se te pega lo salvaje. — Y cubrió el cuerpo de Emma con el suyo — O capaz ahorita salta y te golpea, con esta salvaje no se sabe.

Yuzuha arrugó el rostro con disgusto, al encontrarse con Evan.

—A ver.... Imbécil, el primero que se debe alejar aquí eres tú, intoxicas mi aura.

Emma se apartó de Evan, con evidente molestia.

—No es gracioso Evan, sabes mi postura al respecto sobre lo que hicisteis. Es más ¿Por qué no aprovechas para disculparte con Yuzuha?

Evan iba a protestar o iba a decir otra cosa, cuando una cuarta voz los interrumpió a cinco metros de donde estaban.

—¿Qué pasa aquí?

—¡Shini-nii! —exclamó Emma.

—Parece no te quedó claro la última vez, Evan. —dijo Shinichiro, una vez llegó donde ellos.

Evan rodó sus ojos y frotó por inercia alrededor de su ojo, aun con pequeños tonos morados y amarillos.

—Nah, me lo dejaron claro el grandote ese de Taiju y tú. —Yuzuha alzó una ceja ante eso último.

Shinichiro entonces miró hacia su hermana.

—Tú y yo, tenemos sin duda una conversación pendiente. Sobre tu "nueva relación con Evan".

Emma se ruborizó ante eso y asintió.

—Yo, bueno, me retiró. —susurró. Miró hacia Yuzuha —Lo siento Yuzuha, por lo de Evan.

—No te preocupes, tú no tienes nada que ver con ese orangután. Ay, no problemas animalitos.

Evan rodó los ojos y Emma apretó los labios para no reír, y tras darle un beso a la mejilla a su hermano, se marchó. A lo que su "novio", no tardó en seguirle.

Quedando Shinichiro y Yuzuha solos.

—¿A qué se refería ese idiota con que tu y Taiju se lo dejaron claro? —no pudo evitar soltar ella una vez quedaron solos.

Shinichiro parpadeó y miró a Yuzuha.

—¿Taiju no te dijo? —La carita de confusión de ella le dio la respuesta — El lunes temprano, Taiju le dio una paliza a Evan, y yo estuve presente. Ambos le dijimos sus cuántas cosas. -Shinichiro suspiró. —Aun así, conozco a Evan desde mi infancia, y muy seguro que ni caso nos prestó.

—Gracias. Aunque sabía que mi hermano haría algo apenas se enteraría y por mucho que le diga que no se meta en problemas, no lo hará —Yuzuha lo miró de reojo al chico. De pronto, sintiéndose nerviosa—Y tú, no me gustaría que te metieras en problemas por mi culpa.

Él meneó la cabeza y le sonrió despreocupado.

—Lo que hizo, no tiene justificación. Así que lo haría mil veces de ser necesario.

Yuzuha mojó sus labios en apreciación ante eso.

—Ya me decía yo, que como le duró el rostro aun tan magullado.

Shinichiro en eso la miró de reojo.

—Si te molesta nuevamente. Dímelo directamente, sin esperar que corra el rumor o ahora el nuevo mensajero lo transmita. Y esta vez seré yo quien lo deje con ese rostro amoratado.

Yuzuha sintió de pronto una repentina calidez ante las palabras protectoras del chico, encontraba la situación bastante agradable la situación.

—Es muy lindo de tu parte.

En eso, Shinichiro le hizo seña para ingresar al cafetín, como una reverencia y movio su cejas algo gracioso.

—Te invitó un helado ¿Qué dices? Para olvidar el mal rato.

Las mejillas de Yuzuha se ruborizan ante la invitación. Pero con una pequeña sonrisa, aceptó. Sin duda, ese chico le caía muy bien. Y se encontró, también, queriendo compartir más a su lado.










Continuará.
Gracias a @Selfish55 que me esta ayudando demasiado con la editacion y a darle más forma a esta historia ✨

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