Capitulo #57 "Caín Igarashi"
>Al día siguiente <
06:30 a.m.
Era hora de reunir a los alumnos en el punto de partida de regreso a Shibuya, Héctor y demás maestros, incluyendo a Louis, se encargaban de ir organizando a los alumnos por facultades y sus respectivos autobuses.
Yoko en compañía de Yuzuha, Nahoya y Abel caminaban directo al enorme autobús de los de facultad de medicina. La plática era tan entretenida que Izumi no notó cuando le pasa por un lado a Louis. Nahoya por suerte si alcanzó a ver al individuo y este le sonrió con descaro, como burlándose de él.
Louis aprieta sus dientes, pero mejor antes de enojarse prefiere respirar y sonreír como si nada, total ya vendrá su momento para vengarse de esa burla.
Estando arriba del autobús, Abel quiso tomar asiento con Nahoya, pero este ya se había sentado con Yoko.
Abel sonrió socarrón y Nahoya con su mirada le rogó porque no hiciera un comentario inapropiado. El Imaushi acata esa petición y continúa su camino, buscando a Souya, pero ya se encontraba sentado junto a Hannah. El de ojos carmesí sólo suspira y continúa su camino, todos parecían estar ya con compañero, hasta que mira a Yuzuha sola.
— ¿Por qué tan sola?
La chica lo mira y sonríe.
— Yoko me abandonó esta vez, y pues bueno creo que todos los demás, hasta Fuyu, allá está con Takemichi.
— Bueno, ya le tocaba, creo si no mal recuerdo, en el viaje de venida para acá Chifuyu no se vino con ese man.
La Shiba mira a Abel, y le dedica una bonita sonrisa.
— Toma asiento, yo sé que quieres.
Abel carcajeo y tomó la palabra de la chica, mientras que Annie desde su posición sólo frunce el ceño con recelo, apretando el respaldo de su asiento.
Rebeca quién quedó por un lado de la bonita rubio mira extrañada a la mencionada.
— ¿Qué te pasa? — Pregunta divertida y casi al momento de mirar en dirección a dónde Annie veía, Sketch detiene el paso.
— ¡No! No es nada.
— ¿Segura? Yo te vi, como que algo te molesto.
— Rebe, enserio, no es nada mujer.
— Bueno, está bien.
— Mejor dime tú que tienes, tu semblante está todo diferente ¿Te sientes bien?
— Si, si — Fugazmente le llegó la discusión con Kakucho, pero no quiere hablar de ello, revivir el gran malestar que eso le trajo, así que solo guarda silencio.
Durante el trayecto se escuchaba voces, risas y los flash de los teléfonos, por las fotos que se tomaban durante el viaje.
Allison con Hinata venían en conversando. La última le platicaba sobre el intento de intimar con su chico rubio, y que se sentía un poco mal por ello.
—No debes lamentarte ni sentirte mal cariño, sino quieres, no quieres — le coloco una mano en su hombro.
—La verdad no sé porque no puedo dar ese paso con Takemichi — suelta un suspiró — No es mal chico, y…
—Quizás un poco ojo alegre — hace hincapié Allison.
Hinata pestañeo y froto su frente irritada.
—Si ¿Cómo negarlo? — Hinata miro a su amiga de reojo — ¿Crees si sigo tardando busque consuelo en otra? Sé que Takemichi no es virgen, pero desde que está conmigo no ha… Bueno, intimado más.
—Si hace eso, entonces no es el hombre de tu vida Hina. El hombre indicado sabrá esperar, es lo que pienso — le dice Allison, consiente que su amiga siempre o casi siempre, se refería a Takemichi como el amor de su vida.
Hinata mordió su labio inferior pensativa.
Es cuando la azabache de cabello corto pone su mirada al frente, buscando al segundo de los Imaushi, hasta que da con él y lo observa sentado con Yuzuha. Tenía que reconocer que Abel era demasiado atractivo, entendía el porqué Hina podía sentir dudas con Takemichi… Si Abel le estaba empezando atraer.
— Y quizás… También no puedes dar ese paso con Takemichi, porque Abel se está colando en tus pensamientos de una forma que no esperabas.
Las mejillas de Hinata adquirieron un fuerte rubor, y aunque ella ya había aceptado que Abel si le estaba gustando, no era como quisiera aceptarlo en voz alta ¿Para qué? Aun estaba en su memoria que él se traía algo con Emma.
—Y no me lo niegues Hina ¿Y cómo culparte? No mames, si yo no hubiera visto primero a Ke… a Kazutora, seguro le habría echado el ojo — Harrington desvía su mirada, estuvo a punto de hablar de más.
En los labios de Tachibana se forma una sonrisa divertida. Pues claro que casi la cacha en el comentario, pero no quiso darle presión.
— Allie, me dormiré un pequeño rato, tengo mucho sueño — Ella se estira y suelta un pequeño bostezo.
— Sí, claro adelante.
La azabache se pone sus audífonos y escucha al grupo que Abel le pasó Nemesis, en verdad la chica quedó fascinada, mientras deleitaba sus oídos, un mensaje llegó a su teléfono.
Memoria llena.
— ¡Maldición! — Allie se adentra a su galería para comenzar a borrar algunas fotos, pero en ese lapso, ve sus fotos con Kazutora, sin querer una sonrisa se pintó en sus labios, y conforme avanza y ve más fotos de él, fotos con Hina, fotos con su familia, su hermano incluso alguna con Draken, con quien ha creado una linda amistad, es cuando llega a fotos más atrás y se encuentra con las de Keisuke Baji.
Fotos ya con algo de tiempo…quizás era el momento para ya borrarlas, las seleccionó, y casi estuvo a punto, pero definitivamente no podía, o al menos no era el momento.
Por otro lado, Chifuyu escuchaba como Takemichi no paraba de hablar, y por más que quería ponerle atención, su mente sólo le traía el vivo recuerdo de lo ocurrido con Senju y sobre todo, el suave tacto de sus labios.
¡Maldición! ¿Por qué tú Senju? — El rubio comienza a preguntarse a sí mismo. Creando una revolución enorme en su cabeza, pues de todas, absolutamente de todas las chicas, tenía que ser la Akashi.
Disimuladamente busca con su mirada a la albina, realmente casi al momento de él cruzar su mirada con ella, quién venía sentada con Mikey, provoca al rubio ruborizarse, pues ese cruce no lo esperaba, Senju sintió su pecho arder y en verdad muy por dentro anhelo y deseó abrazar a Matsuno, luego de soltar un suspiro mira a Mikey, el chico venía entretenido con su teléfono, así que se alegró de qué no mirara la acción de ella.
Mitsuya, por otro lado, iba sentado por un lado de Draken. No podía dejar de recordar el momento en que a Yuzuha le demostró lo mucho que le ardía que fuese novia de Shinichiro, pero ¿A caso lo podía evitar? No quiso ser grosero con ella, ni mucho menos levantarle un poco la voz, pero le fue inevitable, y es que ahora además del suceso de su madre, ahora tenía que lidiar con lo de la Shiba.
Deja escapar un fuerte suspiro y luego mira disimuladamente hacía la chica. Quién se encontraba riendo con Abel.
— ¿Te duele mucho, cierto?
— ¿Eh? — Takashi presta su atención al rubio de trenza.
— Lo de Yuzuha y su relación con Shinichiro.
— No, jamás.
— Mitsuya, dicen que del odio al amor sólo hay un paso, y ustedes tienen ese paso, de eso estoy seguro.
— No sabes lo que dices, Draken.
Draken sonrió, y luego miró hacía su ventana, de cierta manera se encontraba bien emocionalmente, relativamente su relación con Rebeca había culminado, y enserio no se sentía mal con ello, pues al final si habían terminado en buenos términos.
Sus ojos azabaches se desviaron entonces hacia Emma, pensando en que momento el gusto que también creyó por ella se había también disminuido. Ken recordó que siempre había sido así en las relaciones sentimentales, si veía algo perdido, simplemente se olvidada de ello rápidamente.
Koko no podía dejar de procesar que Seishu lo haya llamado homofóbico y que ni siquiera se dio el lujo de escucharlo… ¿Por qué era así? ¿Él debía entenderlo a él, pero Seishu no debía entender su enojo? Hajime niega con molestia, pasando una mano por su rostro, luego toma de su teléfono y lee un mensaje que recién le había llegado.
Savannah Cumberdale.
"Ojalá los autobuses fueran mezclados :c para ir juntos sentados"
Una sonrisa brota de los labios de Koko, pero antes de querer contestarle a la chica, el bonito rostro de Akane se materializa en su mente, y no entiende porque. Akane le dejo claro que solo pueden ser amigos, así que él no tendría que sentirse mal por querer, si se daba, seguir el juego con Savannah, de quien no negaba le atraía un poco.
— ¡Dios! ¿Por qué es tan difícil esto? — Susurró en voz muy baja.
Por un lado de él, Kazutora lo observó, pero no dijo nada. Apenas si podía procesar que sin querer terminó sentado a su lado, pues no era para nada de su agrado, ya que todo su pleito con Seishu era gracias a Koko.
Kazutora mejor decide no frustrarse y comienza a mensajearse con Allie, curiosamente cuando el chico se adentra a sus redes sociales, se encuentra con una sugerencia de amistad que le llamó la atención.
Alma D' Olivera
Este parpadeo verías veces seguidas y se adentró al perfil, pero para su buena o mala suerte tenía todo privado; tenías que ser amigo de ella para poder ver su perfil. Antes de cometer la estupidez de volverla a agregar, mejor se sale, pero no sin antes ver la foto de perfil de la chica.
Su bonito y respingado perfil, sus ojos verdes cristaleros, su maquillaje oscuro pero muy discreto, sus uñas largas y negras, sus manos con tatuajes que apenas la foto le permitía ver por la posición, Kazutora agranda la foto y definitivamente si se trata de su Alma Olivera.
Cuando comienza a sentir algo extraño en su pecho, de inmediato se sale de ahí, pues le entra la necesidad de querer buscarla, justo cuando creyó que ya la había olvidado.
No muy lejos del asiento de Hanemiya, Keisuke ya se encontraba ubicado y sentado junto con Akkun, ambos hablando y divirtiéndose entre ellos.
— ¿Y cómo te va a ti en lo sentimental Keisuke?
Baji froto su frente.
—Pues ni que decirte amigo, ando soltero de hace bastante tiempo.
— ¿Nadie enserio que te atraiga?
Keisuke miro hacia Allison discreto, para regresar su atención a su compañero.
— La verdad no…
— Pensé dirías Emma.
— ¿Emma?
— Si, no sé, los veo seguido juntos.
Keisuke pestañeo y miro a su amiga de la infancia.
—La verdad no, solo somos amigos — sonrío — Le tengo demasiado cariño, eso sí, pero nada romántico.
—Tengo conocidos que eran amigos de la infancia, y luego surgió el amor entre ellos.
Keisuke carcajeo, sintiéndose de pronto nervioso, pero algo que no dejo entre ver.
—No lo sé amigo, la verdad ¿Y tú? ¿Aun sigues con aquella chica de la fiesta?
— Se puede decir que tenemos algo, aún nada formal pero si algo, algo.
— ¿Cómo que nada formal?
Atsuchi mojo sus labios.
—Bueno, es que Lisa no quiere formalizar porque ahorita está centrada en ser actriz, y dice que no me prestaría atención lo suficiente — Akkun rasco su nuca — Y yo respecto su decisión.
Keisuke miro fijamente al pelirrojo confundido.
—Entonces, quiere decir que están y no están en una relación.
—Podría decirse que si — rio Akkun incomodo — Por cierto ¿Qué paso con esa chica que era dos años más grande que tú? Esa que iba en el salón de Alma.
— Sí, Paulette. Pues se retiro de Ayome antes de acabar el bachiller, y pues… Simplemente perdimos el contacto.
— Recuerdo que incluso cuando Kazutora comenzó con Alma, tú estabas con Paulette, pero no duraron nada — rasco su barbilla — Que poco te duró el gusto.
Keisuke río.
— Bueno, no soportó estar con este galán.
— Ay sí, ay sí.
— No era muy tóxica, y no me gusta la toxicidad en una relación.
— Entiendo, a mí tampoco — En ese momento, el teléfono del pelirrojo suena y atiende la llamada.
Mientras Atsuchi habla por teléfono, Keisuke mira de nuevo hacia adelante. Específicamente, hacia Allison. No lo quería reconocer, pero jamás le había gustado tanto una chica como ella. Y es porque esa chica es de mucho valor. No se deja por nadie, es rebelde y sin mencionar lo bonita de su aspecto físico. A él le gustaba mucho su estilo. Nunca le había llamado la atención una chica rockera, si examinaba su historial con novias la mayoría siempre han sido rubias, finas y de la crema y nata, quizás ahora por eso…es que le llamó alguien como Allie.
Akkun tronó sus dedos delante de Keisuke, haciéndolo aterrizar.
— ¿Eh? ¿Mande?
— Mi llamada terminó y te veo sumamente pensativo ¿En qué pensabas?
— Ammm… — Pero recuerda que su mejor amigo ahora es novio de ella y mejor deja de pensarlo — En que quizás tengas razón.
—¿En qué?
—En que si podría darme una oportunidad, románticamente, con Emma.
Alice venía con su cabeza apoyada del vidrio, tenía ya días que apenas si había probado la comida. No había hecho ejercicio con Kakucho, y es que en verdad se sentía muy mal emocionalmente. No quería hacer nada más que tumbarse en una cama y dormir.
Emma se había dormido un pequeño rato, y al despertar, saluda a Alice. Toma su teléfono y bobea un poco, al meterse a los estados sin querer ve el del Imaushi, una selfie de él y Yuzuha. Emma de repente se siente mal y avanza al siguiente estado; un link de música. No duda ni poquito en que se podía tratar de música metal que tanto le gustaba a él, así que se adentra y efectivamente, se trata de un grupo de música metalcore.
La rubia rio y se quedó a escuchar la canción, eso la hizo sentir cerca de Abel, como si él le hubiese recomendado la canción.
Al instante recuerda el beso que vio de él y Annie y se siente estúpida. Guarda su teléfono y mira hacia su amiga, quien aun veía triste por la ventana.
—¿Tú que tienes? ¿Qué te pasa?
La robusta mira sin ánimo alguno a su amiga.
— Alice, ¿Qué te pasa?
La chica piensa mucho sin contarle a Emma lo sucedido con Mikey, pero la verdad… Ya estaba cansada de toda esa situación con el Sano.
Alice mostró una de sus sonrisas más fingidas.
— Estas fechas me ponen un poco sentimental, Emma es todo.
— ¿Estás segura que es eso? — Pregunta claramente nada convencida.
— Sí, sí, verás a mi papá le gustaban mucho estas fechas de diciembre, y pues quieras o no, si entristece el pensar que ya él no está aquí.
Emma recordó que su amiga le había contando sobre que su papá murió en un accidente, al proteger un niño. Y luego pensó, en como el de ella también murió. Le dio un abrazo y Alice corresponde.
— Entiendo completamente tu sentir — se separa y acaricia una mejilla de la robusta — ¿Qué harás en navidad?
— ¿En navidad?
— ¿Que harán tú y tu familia?
— Bueno, pues, tendremos nuestra cena familiar, todo normal ¡Ah! Y la próxima semana es el cumpleaños de Chifuyu.
— Mmmm ¿No te gustaría venir a mi casa a cenar? Compartiremos cena con los Baji.
Alice miró a Emma, no sabía si o era muy inocente o no captaba la situación en la que se encontraban ella y Mikey. Aunque por supuesto, quizás pensaba que todo estaba bien con la supuesta disculpa de su hermano. Y por más dulce y tentadora que sonará la invitación, no podía aceptar.
Realmente deseaba estar lejos del rubio.
—Emma, muchas gracias, pero no podré.
Emma medito.
—¿No quieres o no puedes?
—La verdad, ahí estará Mikey y no me apetece verlo.
— Alice, manda a la mierda a Mikey, no permitas que te afecte.
— Lo sé, pero no lo puedo evitar. Preferiría en estamos momentos, alejarme simplemente de su presencia.
Emma entonces se pregunto, si su hermano realmente se había disculpado con Alice.
***
>Autobús de Facultad De Ciencias De La Comunicación <
Irene venía mirando por la ventana, admirando el hermoso paisaje. Sentía tranquilidad al estar un poco alejada de South en esos momentos, pues su relación sentía, iba de mal en peor. La azabache mira de reojo a Selena que iba por un lado de ella, pero la rubia venía hablando por teléfono, suponía con su novio.
Reech toma su teléfono y toma una selfie de ella misma, luego entro a sus redes, y en eso llega una notificación de youtube de Desmond Cumberdale. La chica curiosa se adentra a su canal, no había tenido tiempo de verlo, pues había muchos eventos por parte de Ayome en este viaje a las cabañas. Así que decide entrar, observa como Desmond si recibía visitas, likes y muchos comentarios, pero de esos comentarios no contestaba casi nada.
Irene entro a un video dónde el chico habla de guitarras, y de un principio aclara que se siente estúpido y ridículo por andar haciendo esos videos, pero no sabía ni supo en qué momento terminó haciéndolo, y ya no lo pudo soltar. La bonita chica sonrió y río al mismo tiempo, pues aunque pareciera que lo decía enserio, se veía gracioso, pues siendo él tan lindo, atractivo y muy metalero, no podía evitar reír, pues terminó haciendo algo que lo hace sentir ridículo.
Hace una pausa cuando cayó en razón ¿Lindo? ¿Atractivo? Irene menea su cabeza ¿En qué momento fue que cayó en ese pensamiento?
— ¿Que ves? — Pregunta Selene tomando el celular de Reech.
— ¿Eh? Oh no, Selene dame eso.
— ¿Quién es él? — Pregunta sonriendo y devolviendo su teléfono.
—Solo veía su canal, es youtuber.
—Pero veo que está guapo, eh.
Irene ríe mientras guarda su teléfono.
—Pues sí lo está, no te lo voy a negar. Y como que es de Alemania. Encontré su canal por un vídeo de monitos.
—Enserio, me parece adorable que te gustan los monitos — ríe ella, de pronto se queda mirando a su amiga fijamente —Oye ¿En serio todo bien con South?
Irene muerde su labio inferior, luego asiente fingiendo una sonrisa. Igual, dijera lo que dijera, no podía hacer nada. Su padre quería que estuviera con South.
—Solo algunos problemillas.
—Se que no debería meterme con tus gustos, amiga, pero… ¿En Serio estás bien con alguien como South?
—Este…
—Ya sabes, desde hace rato se rumorea que es parte de esa pandilla de Ayome, que hace el trabajo sucio de la venta de droga ¿Es cierto? Hasta ahora es que tenía el valor de preguntarte.
Irene siente de pronto que suda frío, porque si, su novio era líder de esa pandilla. Ella lo sabía. Pero al final la cosa quedaba como un secreto a voces y ella odiaba hablar de ello, porque detestaba ese mundo, pero irónicamente al final seguía amarrada a South.
—Él tiene conocidos de ese lado de Ayome, pero más allá de eso, no me dijo nada — optó por evadir un poco el tema y miró a su teléfono. Igual, era mejor así para sus amigas, que no tuvieran confirmado nada de esa pandilla.
Selena solo pensó en que no sabía cómo Irene, tan dulce, podía seguir con una bestia como South Terano.
Ella sin duda merecía algo mejor.
***
Luego de unas horas llegaron los alumnos al colegio, cada quien corrió a su dormitorio por sus cosas restantes, pues ya casi era hora de que sus padres llegaran.
~Habitación #201~
Yuzuha Shiba
Senju Akashi
Yoko Izumi
Yuzuha alistaba sus cosas, pensando alegremente en qué pasaría finalmente unas semanas de paz y tranquilidad con su familia. En verdad esperaba que pasarán una velada increíble. Luego a su mente se hace presente el lindo rostro de Shinichiro, y es que ya habían hablado de ir a algunos sitios en vacaciones.
Sonríe al recordar también que eran novios. Fue cuando su mente quiso traicionarla y pensar en el último encontronazo con Mitsuya, pero la voz de Yoko la salvó un momento.
—Bueno señorita ¿ya me dirás cómo pasó lo de Shinichiro? O sea, es que estabas molesta con él y ya pronto ambos son novios. Contexto Yuzu.
Yuzuha guarda su estuche de maquillaje y mira a su mejor amiga.
—Pues — se sienta en su cama y le sonríe a la castaña algo boba — En las cabañas se aclaró el malentendido de aquella foto, Taiju incluso me confirmó que era una foto sacada de contexto.
Yoko camina a donde ella, escuchando atenta.
—Luego, no sé, pensé en el consejo que te di ¿Por qué no seguirlo yo también? Merezco ser feliz con alguien ¿No?
Yoko sonríe y se sienta a su lado, rodeándola con un abrazo
—Shinichiro es un buen partido Yuzuha, me alegra que te estés dando una oportunidad con él.
La Shiba sonrió de lado asintiendo, aunque interiormente no pudo evitar pensar que ella quisiera que esa persona…fuese Mitsuya.
Un llamado brusco a la puerta del dormitorio llama la atención de las tres chicas, Senju corre de inmediato para abrir y mira a Louis por detrás de esa puerta.
— ¿Qué haces aquí? — Pregunta Senju mirando al chico con desagrado.
— Eso no es algo que te importa, pero ahorita que lo mencionas, Wakasa me dijo que te está esperando abajo, ya.
—Ay pues que lastima me va a tener que esperar mucho más tiempo eh, porque aún no me termino de arreglar.
— Bueno, eso es algo que a mí me importa un comino total, yo no soy el que te está esperando.
Senju rueda sus ojos, y se dirige a su maleta para continuar haciendo de ella. El pelirrojo luego mira a Yoko con una inocente sonrisa. Los labios de la tierna Izumi también quieren responderle con una sonrisa.
— Yoko tu mamá ya está abajo, ya llegó por ti — su tono de voz cambió radicalmente. Yuzuha alza su ceja, pues no le convence el gesto de amabilidad del chico.
— Muchas gracias Louis, si quieres ahorita voy, ya casi termino.
— No, no yo le prometí a ella que bajaría contigo linda, así que puedes hacerme esperar el tiempo que quieras.
Yoko mojo sus labios y sonrió, asintiendo.
Yuzuha solo rodó sus ojos y siguió con lo suyo, sin duda ese chico no le agradaba.
***
~Habitación #202~
Takashi Mitsuya
Ken Ryuguji
Hakkai Shiba
Mitsuya estaba tirado en su cama, pues estaba demasiado cansado, levantaron a los alumnos a tan tempranas horas, y ahora tenía que hacer su maleta, algo que lo tenía agobiado y cansado.
El rubio de trenza mientras metía sus pertenencias, suelta una pequeña risa.
— A ese paso terminarás más rápido que los demás eh.
— No tengo para nada ganas de existir hoy, estoy harto de esto.
— ¿De qué? — Pregunta Hakkai uniéndose a la plática.
— ¿Cómo que de qué? Quiero dormir, descansar, un viaje de seis horas, es absolutamente cansado, y más aparte que nos despertaron muy temprano para eso.
— No seas llorón y ya alista tus cosas.
A la mente del chico de cabello lavanda llega el recuerdo de lo último sucedido con su padre justamente antes de irse a las cabañas, esa insistencia de su padre sobre poner en su lugar a Yuzuha, llegan a su mente y de repente lo frustra.
— Honestamente, no me gustaría ni ir a mi casa.
Draken detiene su acción, y observa a Takashi, Hakkai también se queda viendo al chico. Y justo cuando estuvo a punto de decirle algo, llamaron a la puerta. El de cabello azul camina para ella, y casi siente sus piernas temblar cuando ve a Angry.
—¿Souya?
El chico sonríe.
—Bueno, solo quería desearte personalmente feliz navidad, Hakkai — pronuncia y luego soltó un suspiró, a su mente solo llega el pensamiento del cómo surgió la necesidad de desearle ello.
Hakkai se ruboriza y mira un poco hacia atrás, sus compañeros seguía en lo suyo. Luego miro hacia Souya, moja sus labios y pasa una mano por su cabello raspado.
—Igualmente, Souya — sonríe tímido — Feliz navidad.
— ¡Mit… — Sakura no terminó de hablar cuando vio a Souya en la habitación — ¿Qué haces aquí? Hannah debe estar esperándote para despedirse de ti, ya que no van a pasar navidad juntos.
Ante la mención de la chica, Hakkai siente un gran escozor en el pecho, pero no era algo que admitiría.
— Ah, sí, ya voy.
— Ay pues te apuras rey, porque tienes a la muchacha esperándote.
— ¡Hakkaaai! — llega de pronto llena felicidad Chiara, abriendo sus brazos para él.
Sakura miró la escena, y simplemente se metió a la habitación para buscar a su novio.
— ¿Ch-chiara?
— Oye, sólo quería desearte personalmente una feliz navidad — besa su mejilla — Posiblemente no nos veamos mucho estos días, creo que me iré con mi tía a Italia, a visitar a mi padre.
El Kawata no sabe ni porque, o más bien no sabe explicar lo que sintió en esos momentos, sin decir algo sólo se retira, y Hakkai lo mira hasta que su silueta se desvanece.
***
~Habitación #203~
Hinata Tachibana
Allison Harrginton
Hannah Bain
Era como la quinta vez que Hannah volteaba a ver el reloj de su muñeca.
— ¡Maldita sea! ¿Dónde estás, bebé?
—Señorita Hannah, ya debemos irnos.
— Maurice espérate poquito, por favor.
— Su padre me pidió recogerla y debo llevarla para con ellos, tienen salida importante.
— Me importa un pepino la salida importante, mi bebé dijo que vendría a despedirse de mí.
— Parece que te han dejado plantada — Agrega Allison desde su cama metiendo su ropa a su maleta.
— Mira no empieces Joan Jett de los nacos.
— Bueno, al menos Joan Jett es un monumento.
— Ya dejen de decirse de cosas — Cómo siempre Hina interviniendo a que estas chicas siguieran con su alegación a palabra.
— Ella empezó.
— Señorita Hannah, pero ya vámonos.
¿Será que a Souya se le olvidó? — Pensó tristemente la pelirroja, deja escapar un suspiro, tomando de su maleta resignada y caminando hacía la entrada de la puerta, caminando junto con el chófer de su familia, ambos saliendo de la habitación.
— Ay, pobrecita ¿No crees? Souya dijo que vendría a despedirse y ve, la dejó plantada.
— Yo pienso que se lo merece.
— ¡Allie!
— Hina, es perra esa mujer, es una arpía igual que Senju y Sakura.
— Cómo la quieres — Hinata río y tomó un mechón del cabello de la azabache — Pero nunca hay que desear el mal a nadie.
— No es desearle el mal — Allison sonrió — Es lo justo.
Hina se cruzó de brazos sin dejar de sonreír.
— Son cosa seria ustedes dos.
— ¡Allisooooooooooooon! — Se escucha una pequeña voz masculina.
Harrington voltea y para su sorpresa se encuentra con su pequeño hermano.
— ¡Jade! — El pequeño corrió a la cintura de Allison para tomarla en un fuerte abrazo. — Precioso, bebé hermoso, te amo ¿Qué haces aquí?
— Papá está abajo, te está esperando y me dijo que te viniera a buscar.
— ¿Enserio papá está aquí?
— Si, ya vámonos, tengo muchas cosas que platicarte.
— Entonces, espérame deja tomo mi mochila.
— ¡Allie! — Otra voz masculina llamó la atención de ambas chicas.
— ¿Kazu? Si te ven aquí te van a matar.
— No me importa, sólo pues quería despedirme de ti, es todo.
Allison sonrió, quiso darle un pequeño beso al chico, pero su hermano yacía presente y no daría show delante de él.
— Jade, mira te presento a Kazutora, él es mi novio.
— A sí que tú eres el susodicho que anda con mi hermana.
— ¡Jade!
— Te advierto, le rompes el corazón y yo te rompo la cara.
—¡Jade!
— Tranquila — Kazutora rio —No pasa nada, deja que yo me encargue. Pequeño Jade — El chico se inclina a la altura del infante — Relax, no pasa nada yo no haré jamás a tu hermana llorar ¿sí? Olvídate que yo, le haga algo a ella — Sus ojos ámbar voltean a ver la chica — Me costó mucho trabajo que me diera el sí….por supuesto que jamás la haría llorar.
Allie se sonroja y Jade solo entre cierra sus ojitos verdes.
— Bueno, ya estás advertido — Y le extiende su mano, Kazutora estrecha la suya con la de él.
— Ya nos entendemos.
— Tu hermano es muy agradable.
— ¿Verdad que si? Oye ¿Que harás en navidad?
— No lo sé, mi mamá no me ha mandado mensaje — Kazutora traga grueso. La cuestión es que Ayome en vacaciones de invierno obligaba a los alumnos a marchar en sus casas para hacer remodelaciones (los único que tenían pase de quedarse eran los huérfanos), y él entonces prácticamente lo pasaba con Keisuke, pero ahora estaban peleados.
Simplemente tomaría un taxi e iría a casa, sin esperar nada.
Allison lo miró con ternura, pero a la vez, se preguntaba qué pasaría por la mente de su madre que deja a su hijo a la deriva así no más.
— Mmmm ¿Te gustaría pasarla con nosotros?
Jade mira sorprendido a su hermana, y en los ojos de Kazutora se detecta mucho brillo.
— ¿Enserio?
— Si, enserio — Toma de su mano — Quiero que pases navidad con nosotros.
— Va, entonces ese día te veo.
— Me parece excelente.
Allison y Kazutora se despidieron de Hina y todos se retiraron, al quedar Hina sola, escucha como llega alguien más.
— ¡Hina! ¿Has visto a Hannah?
— ¿Angry? Hannah ya se fue desde hace ratote.
— ¿¡Qué!?
— Te estuvo esperando pero nunca llegaste.
— ¡Mierda! Es que Hina…
— A mi no me debes explicaciones, Souya.
El de cabello azul deja escapar un fuerte suspiró y es que en verdad ¿Que pasó ahí?
***
~Habitación #204~
Seishu Inui
Keisuke Baji
Kazutora Hanemiya
Tensión era lo que se sentía en esa habitación, y es que no era que Baji y Seishu estuvieran mal, pero si la amistad ya sentían no era la misma tras aquella discusión.
A Inupi no le pesaba perder a Kazutora, al menos eso creía él, si tuviera que elegir a quien dejar de hablarle entre esos dos, sin duda alguna elegiría a Kazutora las veces que fueran necesarias.
— ¿Y qué harás en navidad? — Pregunta Baji colocándose su sudadera.
— Bueno, creo que iremos a la casa de los Todoroki, no estoy seguro ¿Y tú?
— Tenemos cena con los Sano.
— Ah, con los Sano, que bien.
— Tu sarcasmo suena hasta por las paredes.
— No es sarcasmo es sólo que… — Llaman a la puerta, ambos chicos se ven. — ¿Esperabas a alguien?
— No ¿Y tú?
— Tampoco — Baji se acerca a la puerta y abre de la puerta, detrás de ella se encontraba Hajime Kokonoi. — Oh, Kokonoi.
— Baji.
— ¿Qué haces aquí? A no me digas vienes a ver a Seishu.
— Sí, vengo a hablar con él.
Keisuke río sardónico.
—¿No te parece suficiente con lo que hiciste pasar a Seishu?
Koko abre sus ojos de par en par.
—Entonces sabes que…
—No a ciencia cierta, pero si de algo estoy segura Koko. Es de poco hombres eso que hiciste.
—Me disculpe con Seishu.
—Perdón, pero eso no recompensa la humillación que pasó, ¿no crees?
Koko apretó su mandíbula.
— ¡Baji! ¿Quién es?
— ¿Por qué no te haces espacio y me dejas hablar con Seishu?
— Escucha, al final no me metí a fondo porque Seishu es parte de esa madre, y aunque yo no, tengo tiempo en este colegio para saber y escuchar cómo se maneja la mafia de drogas. Y una vez entras, debes asumir las consecuencias.
—Keisuke, enserio, no sigas…
—No, me terminas de escuchar. Porque no sabes de paso las golpizas que tuvo que pasar Seishu, y escucha, porque es lo peor … que hayan sido porque lo han traicionado dos veces, no me parece nada justo caray ¿acaso no conocen lo que es la fidelidad?
Koko iba a decir algo, pero Inupi hizo acto de aparición.
— Baji ¿Quién es? — Sus ojos pistache se abren impresionado, realidad no esperaba mirar al azabache. — ¿Qué haces aquí?
— Vengo a hablar contigo, Inupi.
— Yo no tengo absolutamente nada que hablar contigo.
— Pues que lastima, porque yo sí.
Ambos se miran fijamente con mucha tensión y rabia.
— Baji, está bien ¿Puedes dejarme hablar con Koko?
— ¿seguro?
El rubio asintió y Keisuke miró a Kokonoi por última vez, para luego tomar camino, retirándose y al quedar esos dos solos, se dedicaron de nuevo miradas fulminantes y amenazadoras.
— ¡Habla de una vez!
— Seishu, busco ser breve. He estado pensando mucho en lo ocurrido y, bueno, mira quiero pedirte una sincera y pequeña…. — En verdad le costaba aceptar su disculpa, pero era lo correcto — disculpa, creo que me vi muy grosero y pues bueno también, no supe cómo reaccionar ante el beso. Honestamente espero y me disculpes.
Inupi miró profundamente a los ojos del chico frente a él, odiaba admitirlo, le gusta, ese chico le encanta, pero tampoco era su pendejo.
O ya no quería ser su pendejo, demasiado con pasar una semana en la cárcel por tomar su responsabilidad, y Koko aun ni siquiera tomando consciencia de ello.
— Muchas gracias por intentar de sonar lo más sincero posible, y también por intentar pedirme una disculpa, pero no te acepto ni madres.
Koko quedó confuso.
— ¿Qué?
—Lo que escuchaste, no quiero tener nada, absolutamente nada que ver contigo. Me das asco, y en mi vida quiero volver a dirigirte la palabra.
— Inupi ¿sabes que jamás en mi vida había podido pedirle una disculpa a nadie? Eres mi primera vez.
— Pues cuanto lo siento, pero yo te perdono verga culero, y ahora lárgate de mi vista.
— Inupi ¿es enserio?
— Que te valga verga, sólo lárgate ¡ya!
Koko siente algo extraño dentro de su interior, no sabía que era, pero sólo se retira sin decir algo. Seishu entra a su habitación, se sienta en el piso y rompe en llanto ahí mismo.
Últimamente… se desconoce el mismo.
***
~Habitación #205~
Emma Sano
Rebeca Imaushi
Alice Matsuno
Rebeca arregló su cabello en una larga coleta, después de mirarse al espejo y apenas si brota su sonrisa.
Alice apenas y había comida una manzana, de verdad no sentía apetito, pero sabía que al menos necesitaba meter algo en su estómago.
Mientras Emma muy contenta hacía su maleta, aunque fueran días tristes para los Sano, ella intentaba no hundirse en esa tristeza ¿Para qué? Al final él si siguió con su vida. Emma simplemente daría lo mejor y quería intentar si en estas navidades podía unir a su familia.
Luego miró a sus amigas achicopaladas —A ver, chicas, que se vea ese ánimo, Rebeca me extraña de ti, tú siempre andas muy emotiva en estas fechas.
— Lo estoy, Emma.
—No parece mujer, porque siempre andas de arriba para abajo, incluso poniendo tus canciones hasta navideñas.
Rebeca se detuvo un momento a pensar en lo que Emma le estaba diciendo, y es que es verdad, ella siempre anda con una motivación muy alta en esas fechas, pero ¿Como animarse? Ni ella supo en qué bendito momento Kakucho le haría sentirse bien para luego mismo hacer que se estrellara contra el suelo.
Moja sus labios y luego piensa, en que si eso era una especie de karma. Es cuando tocan a la puerta y a su teléfono llega un mensaje.
Alice se pone de pie para abrir. Casi siente que se desmayaría al ver a Manjiro Sano, el chico masticaba chicle y miró profundamente a la robusta. Y aunque su semblante fuera indiferente, Mikey se encontró recordando sus palabras hacia ella el día anterior.
Pero honestamente le valió, olvidó esas palabras, y únicamente buscó dentro de la habitación a Rebeca, la chica ni en cuenta de la presencia de Manjiro, ella sólo enfocada en su celular peleando con su madre, sobre las pijamas navideñas que usarán en la noche de navidad con sus hermanos.
Mikey se adentra y de inmediato Emma se acerca a él.
— ¿Qué pasa Mikey? — Le pregunta posicionándose delante de él, llamando la atención hasta de Rebeca.
— Emma, vengo hablar un momento con Rebeca.
Manjiro se adentró, y camina en dirección a Rebeca, la de ojos carmesí tiende a sonrojarse un poco y reaccionar en confusión.
— ¿Qué sucede Mikey?
— Rebeca ¿Cómo te sientes?
Alice pasa saliva por su garganta al mirar la escena. Parecía que a Manjiro, siempre le gustaría Rebeca Imaushi.
— ¿Eh?
— Me enteré, bueno, que terminaste con Draken y estos días, perdón, te observé y te note muy desanimada.
Mikey mordió su labio para no expresar que en realidad, más estaba ahí para saber porque lloro por Kakucho.
Desde la fiesta de Baji y Emma, él notaba ese algo en ellos. Más cuando la escucho pedirle le dijera Becca.
Pero no… no se animó preguntar en ese momento.
— Wow, que rápido vuelan los mitotes aquí — bromeó un poco la peliazul, aunque la verdad, intentando ocultar que realmente por quien se encontraba desanimada era por Kakucho.
— Sí, bueno, mismo Draken me lo dijo y me dijo que estabas bien, pero tras verte así, quise venir personalmente a saber realmente cómo estabas.
Presa de la presión, Rebeca moja un poco sus labios.
—Bueno, la verdad — Rebeca rasca su nuca — Estoy bien, enserio.
—¿Segura?
—Si Mikey, y la verdad, discúlpame, pero me sorprende tu actitud — Rebeca desvía un poco su mirada — Aquel día me gritaste tantas cosas, que bueno… No sé como tomar tu preocupación ahorita.
El de ojos negros quedó en absoluto silencio, y es que era cierto. Ni si quiera le había pedido disculpas por lo ocurrido o insulto de aquel día que peleo con Abel.
— Rebe…
— ¡Rebe! — Abel hace acto de presencia en la habitación, y mira un poco a la defensiva a Mikey junto a su hermana menor.
En tanto Emma, sólo siente un shock enorme de emociones, y la necesidad de hablarle se hace presente en ella. Más al momento en que sus bellos ojos se cruzan con los carmesí del Imaushi. No puede negar él que también siente esa enorme necesidad, e incluso tomarla en sus brazos y comerse a besos.
— ¿Que pasó Abel? — Pregunta Rebeca, llevando sus manos a la cintura.
— Ya llegó Albert por nosotros, nos está esperando.
— Ahorita voy— Rebeca mira de nuevo a Mikey. Mira sus ojos, su rostro, esa nariz tan linda. Le recuerda lo mucho que en su momento ella llegó a querer al Sano, pero que sinceramente ese sentimiento se había esfumado — En fin, enserio estoy bien. Draken es un buen tipo, todo terminó bien entre ambos. Cero rencores.
Manjiro mojo sus labios.
—Rebe, me gustaría hablar bien contigo.
—¿Hablar?
—Sí, la verdad, me duele que aquella discusión haya pasado.
Alice en tanto sentía quererse desbordar, era realmente otra persona Mikey cuando se trataba de Rebeca.
Abel frotaba su frente.
—Rebeca ¡Ya vámonos!
Rebeca y Mikey no podían dejar ese juego de confusión a miradas. Hasta que Rebeca niega con su cabeza, pues recuerda la horrible dependencia emocional que tuvo el chico con ella, ella también sentía que debía ir a terapias, pues sentir que le debes una estabilidad a alguien no te daba una buena vida.
— Pues no sé, lo pensaré Mikey.
Rebeca tomo su maleta y salió de la habitación, y el Imaushi se queda mirando ahora hacia Manjiro. Emma no despejaba su mirada de Abel. Esa figura de protección que tiene hacía el género femenino le encantaba. Abel cuidaba a Rebeca con todo, y a ella misma le constaba que también a ella la cuidaba mucho.
— ¿Que me ves? — Pregunta ahora feroz Mikey.
Abel sólo menea su cabeza y aprieta su mandíbula.
—Mikey, tú y yo hicimos las paces, pero la verdad es que no te quiero ver cerca de mi hermana. No sé porque tu e Izana, aunque ella ya no quiera nada con ustedes dos, siempre la terminan lastimando.
— No tienes que decirme lo que tengo que hacer, y de igual manera no es como si te fuera a hacer caso.
— Sobre aviso, no hay engaño. No quiero ver a mi hermana llorar de nuevo por tu culpa.
Abel se retiró de la habitación, no sin antes tirarle una mirada a Emma. La rubia desvía luego su mirada y hace que la coloca sobre Alice, quien tomaba sus cosas para ya retirarse, pero también nota sus hombros temblar y va enseguida con ella, sabiendo que estaba sintiendo.
Abel solo suspira y se pregunta una vez más, sobre que había pasado entre ellos, para entonces salir de la habitación.
Mikey miró también a la robusta, pero prefiere hacer como que no le importa, y es que lo real es que, a la vez y a la vez no le importaba, total su mente ya le decía que esa chica andaba detrás de cualquiera que le diera poquita muestra de cariño.
***
~Habitación #206~
Abel Imaushi
Kokonoi Hajime
Souya Kawata.
Koko metía sus cosas a la maleta, y luego escucha su teléfono, llegando un mensaje.
Savannah Cumberdale.
"Abre la puerta de tu habitación, te tengo una pequeña sorpresa"
Hajime sonrió de lado, luego del momento amargo que Seishu le hizo tener, decide ya no preocuparse, y mejor abrir de la puerta.
— Hola niño bonito, precioso.
— Hola niña sexy — Sonríe abrazando al chico. Y él correspondiéndole. —Te traje una pequeña sorpresa.
Savannah extendió su brazo, entregándole una pequeña cajita al azabache. Momento justo para Souya de llegar a su habitación, su carita de mortificación por no haberse podido despedir de Hannah, se borra por completo, pues queda extrañado al ver tal escena.
— Savannah, muchas gracias — Responde viendo la Pequeña caja. — Pero yo no tengo nada para darte. No, no quedamos en algo de regalitos.
— Koko, este va por mi cuenta, tranquilo, a mí me nació dártelo, por favor acéptalo.
Souya lentamente se adentra a la habitación pero sin dejar de ver la escena.
— Bueno, gracias Savannah — Koko abre la caja, tratándose de un reloj extremadamente fino.
— Es un Nomos Glashütte, marca muy conocida en Hannover.
— Savannah, esto debe costar una millonada.
La pelirroja sonríe y besa la mejilla de Hajime.
— Kokito, esto de seguro no es nada para ti.
Hajime apenas pasa saliva y asiente.
— Sí, sí tengo otros así de caros.
Savannah sonrió y besó la mejilla del chico.
— Ya debo irme, Koko, así que feliz navidad, disfruta de mi regalo ¿sí?
El chico asintió y abrazó a la guapísima chica.
— Feliz navidad, preciosa.
Savannah se retiró y Koko se adentró a su habitación con una sonrisa delatadora.
Souya sonríe
— ¿Estás saliendo con Savannah?
— ¿Eh? Bueno, no, pero es muy linda.
— ¿Y le aceptas un regalo? — El Kawata menor alzó una ceja.
Hajime observa la caja.
— S-si.
— ¿La estás ilusionando o algo así?
La sonrisa de pronto desaparece del rostro de Hajime.
— Souya, no quiero ser grosero, enserio, pero no te metas en lo que no te importa, por favor.
Souya se puso de pie, del escritorio de su computadora, miró a Koko y sonrió.
— Mira, sólo te preguntaba por tu bien, porque Savannah viene de familia pesada.
Esas palabras dejan a Koko, muy extrañado.
— ¿Cómo…cómo pesada? ¿Cómo narcos o algo así?
— No, bueno… Su familia es millonaria, es descendiente de una familia alemana de suplementos alimenticios que tienen muchas, pero muchas sucursales en todo el mundo, que ya hasta prácticamente se mueven solas, Besser leben dicen que hay incluso aquí.
— Si, he visto como cuatro sucursales en Shibuya.
— A pues, para empezar Savannah viene de familia millonaria, y he escuchado que también racista, así que te recomiendo que lo pienses muy muuuuuuy bien, porque no sé si quieras meterte en ese broncón. Sin mencionar que ella, es más grande que tú, no sé si su familia vea eso bien, y si estás con esas mamadas de no querer algo serio y aceptando regalos, no creo que su familia lo acepte, desconozco si tengan tratos con la mafia, no me preguntes porque no sé, pero al menos yo, no me metería con la familia de un Cumberdale.
Koko deja escapar un fuerte suspiro, ahora Souya lo dejó con dudas.
El de cabello azul palmea su espalda sonriendo.
— Tranquilo, sólo es para que no juegues con ella. Y no sé, podrías darte una oportunidad, es muy hermosa y tiene un estilo único.
— Lo pensaré, lo pensaré.
— Bueno, debo dejarte. Hasta año nuevo, Koko.
— Adiós, Angry.
Koko se echa a la cama boca abajo, y luego llega un mensaje a su celular.
Mamá
"Ya baja mi amor"
Hajime rueda sus ojos, pensando en las seguras preguntas de su madre sobre si tenía novia apenas lo viera.
***
~Habitación #208~
Manjiro Sano
Chifuyu Matsuno
Takemichi Hanagaki
Chifuyu terminaba de guardar sus cosas, pero era como si hiciera todo en automático. Por su mente no dejaba de pasar el pequeño beso que se dio con Senju. Una camisa que tenía en su mano la termino arrojando con fuerza a su maleta y se sentó en la cama, donde paso una mano por su cabello frustrado.
Se suponía tenía que alejarse, y termino fue besando sus labios. Sonrío irónico, iluso creyó que la barbie sería como una especie de despedida a cualquier sentimiento que empezó a crecer, pero paso todo lo contrario.
La puerta suena y alza una ceja, mira a sus compañeros, pero Takemichi estaba en el baño y Manjiro parecía cero dispuesto a pararse de la cama.
El sin más levanta y camina hasta ella, encontrándose con Sayuri.
—Sayuri, pensaba ya te habías ido.
—Ya casi llegan por mí, pero como no te veía en el estacionamiento, vine para entregarte algo — La chica le extiende un libro — Me habías dicho que te gusta el romance, así que no sé, pensé que te gustaría leer este.
Chifuyu mira el libro y sonríe ante el gesto de la azabache.
—Gracias, lo leeré en estas vacaciones ¡Lo prometo!
Sayuri entonces moja sus labios y rasca su mejilla.
—Y, no sé, si te gustaría que nos viéramos en vacaciones.
Aquello toma por sorpresa al rubio, repentinamente su corazón latió con mucha prisa.
—La verdad me encantaría, me la paso muy muy bien contigo — expresa sincero y sus mejillas adquieren un poco de rubor.
—Sabes, pocas personas me dicen eso — ríe irónica y se cruza de brazos— La mayoría es que soy muy amargada.
Chifuyu entonces niega y se inclina para darle un beso en su mejilla, que termina con ambos viéndose directamente a los ojos.
— Eres increíble Sayuri, enserio. Que no te hagan dudar de lo contrario.
Sayuri abrió sus labios ante el comentario del rubio, y entonces rasca el puente de su nariz. Era enserio cuando realmente le dijo a Vicky que ese niño le estaban empezando a hacer sentir cosas.
Trago saliva, y entonces, no se contuvo más, se acerco para darle un beso pequeño a Chifuyu en los labios, quien abrió sus ojos de par en par. No esperando algo como ese gesto de parte de la azabache.
Se separo y acomodo sus lentes, mientras trataba de ignorar su propio nerviosismo.
—Yo… Bueno, no sé, solo… — Sayuri quiso huir, pero Chifuyu la tomo del brazo a medio pasillo.
—Sayuri, no puedes hacer algo como eso y luego solo escapar — le espeta aun más rojo Chifuyu — ¿Por qué?
Sayuri mojo sus labios.
—Yo… — desvió su mirada, no sabiendo si revelar ese sentir que había empezando a crecer dentro de ella por el rubio de ojos verdes.
No se había puesto a pensar si sería correspondida o no, después de todo, tenía casi confirmado que a Chifuyu le gustaba Senju.
—Sayuri…
—Chifuyu — alza sus manos y las coloca en las mejillas del chico. Se miraron fijamente a los ojos — Lo hice porque, tú me gustas.
El chico la miro primero impresionado, no creyéndose que alguien como él podría gustarle a Sayuri Yasuda, una chica que veía sinceramente un poco inalcanzable.
—No sé en qué momento, niño, pero me empezaste a gustar — revela ruborizada. Quizás para su edad no debía sentirse tan nerviosa ante una confesión, pero su experiencia en relaciones se reducía a solo una persona ¿Y quien decía que Sayuri Yasuda no podía ponerse nerviosa?
Benedicth, hasta ahora su único novio, había sido un chico maravilloso en su relación, pero tras casi dos años, su relación termino de manera natural y él se había ido. Luego no vino nadie más, hasta Chifuyu Matsuno.
Curiosamente el rostro de Taiju se materializo en su mente, y meneo enseguida la cabeza disgustada.
¿A qué venía el corriente promiscuo ahora en ese momento?
Mientras Sayuri estaba en sus pensamientos, Chifuyu no dejo de mirarla en todo momento. Diría mentiras si le preguntase si no se encontraba un poco eufórico ante la confesión de la chica.
Alzo su mano y acaricio su mejilla.
—Sayuri… — murmuro su nombre y ella salió de sus pensamientos, y le prestó atención, para recibir los labios de Chifuyu y empezar un baile con los de ella.
Fue un beso corto pero intenso, ambos se miraron los labios al culminar el beso.
—Sayuri, la verdad no sé qué decirte ahorita, porque admito me has tomado por sorpresa — Chifuyu juega con su nariz — Pero créeme, he comprendido que no me eres indiferente.
A la mente de Chifuyu llegó el rostro de Senju, y fue cuando su consciencia le lanzó la pregunta si en realidad no había utilizado ese momento para no martirizarse más con lo que sentía por la albina.
Porque Senju no sería de él, ella no dejaría tan fácil a Wakasa. Tenían una relación toxica de esas que no eran fácil de dejar al menos que uno de la pareja en cuestión se diera cuenta.
Además que, le frustraba que Senju estaba bien con él un día y al otro no. Como le dijo una vez a Sayuri, no podía fijarse o amargarse la vida con alguien que no sabe lo que quiere.
Sonríe a la azabache, no era mentira que ella no le era indiferente, podría simplemente darse la oportunidad con ella.
Y en el proceso…
Matar eso que sentía por Senju.
***
~Habitación #210~
Nahoya Kawata
Atsushi Sendo
Kisaki Tetta
Nahoya se colocaba su bolso para sonreír a Atsuchi, quien aun guardaba algunas cosas.
—¿Y qué harán en navidades Akkun?
—Una cena, lo normal, con los Sketch y algunos otros trabajadores de la destilería.
—¿Sketch? O sea, que conoces desde ante a Annie.
Atsuchi mojo sus labios.
—Sí, bueno, mi abuela y su abuelo son los conocidos, como trabajan en el mismo mundo, se conocen de hace bastante tiempo, incluso cuando aun mi abuela vivía en Escocia — las mejillas de Akkun agarraron un pequeño rubor — Cuando era muy pequeña, iba a visitar con sus padres y abuelo, y así.
—Pensaba Annie era inglesa.
—Sí, es inglesa, pero Robert, su abuelo, decidió emprender su negocio en Escocia, debido a que, según sus palabras, era buena tierra para cosechar vino.
—Entiendo, entiendo.
—Ciertamente, no me acordaba muy bien de Annie — suelta una risita — Solo trate con ella de pequeños, pero a decir verdad, a veces tenía deja vu, con ella.
—¿Deja vu?
—Si, como cuando sonríe, no coqueta o burlona, de verdad — rasca su mejilla — Es como una sonrisa de niña pequeña, muy bonita. En fin, cuando sonría así, ya se me hacía que la conocía en otra parte.
Nahoya pestañeo, y por un momento pensó que si a Atsuchi le atraía Annie, pero luego descarto la idea.
—Sí, la verdad Annie es muy bonita — En eso, llega un mensaje a su teléfono — Oh, mi mamá está casi llegando.
—Nos vemos, Nahoya.
—¡Feliz navidad, Akkun!
—¡Igualmente!
Nahoya miro hacia Kisaki, quien simplemente estab en su lado de la habitación guardando sus cosas. La verdad, al principio busco sacarle conversación y ser compañeros, pero parecía que Kisaki solo estaba cerrado en ser amigo de su primo Hanma.
O simplemente, no hacer amigos.
—Este, feliz navidad Kisaki.
Kisaki miro al pelinaranja y solo asintió.
***
>Estacionamiento de Ayome <
Senju miró al atractivo de su novio, y supo que seguía enojado, se pregunto ¿Habrá visto el beso que tuvo con Chifuyu? Muerde su labio inferior nerviosa.
¿En qué momento se dejo llevar? ¿Qué explicación daría si Wakasa la cuestionaba?
Debía… Debía negar todo.
Antes de dar dos pasos, es detenida del brazo.
— Sakura.
— Vas a escucharme aquí y ahora señorita. — Su tono de voz, claramente enojado e irritado, mirando hasta con molestia a la chica.
— ¿Qué pasa Sakura?
— Senju, yo te vi, vi el beso entre tú y Chifuyu ¿A caso crees que estoy ciega?
Senju trago grueso.
— S-Sakura, no sé de que hablas. Seguro viste mal, amiga.
— No quieras verme la cara niña, claramente vi el beso —Sakura la suelta y coloca su manos en su cintura — Senju, no puede ser amiga. Pensé que te había enseñado bien ¿Cómo vas a verle la cara a Wakasa con Chifuyu? Este es un muerto de hambre, no tiene ni donde caerse muerto. Tu novio en cambio viene de una familia prestigiosa, es guapo, y siempre está al pendiente de ti.
Senju voltea su mirada a otro lado y aprieta una mano.
— Imagínate, sólo imagínate, como reaccionaria tu papá. Takeomi está muy bien posicionado con Vicky, y Sanzu, pues al menos tenía algo con Lin, su madre se baña en dinero también. Y su padre ni se diga, es un cardiólogo reconocido mundialmente — Sakura suspira — Senju, imagínate ser tú la única con un becadito, no lo quiero ni imaginar ¡Qué horror eh!
La Akashi suelta un suspiro, y aprieta de sus dientes.
— Sakura, enserio ya no sigas ¿sí? Ya quedó claro.
—Pues eso espero, Senju. Enserio ¿Qué paso ahí?
Senju apretó su nariz.
—No lo sé, quizás un pequeño caprichito. No sé.
—Bueno Senju, espero solo haya quedado ahí amiga — Le da un abrazo — Enserio, debes ver y apreciar lo bonito que tienes con Wakasa.
Senju rodó sus bellos ojos verdes y simplemente no quiere seguir hablando del tema.
— Debo irme ya, no quiero hacer esperar a mi novio.
— Esta bien, yo debo ir a saludar a mi suegro que va llegando — Sakura entonces miró extrañada la imagen
— ¿Qué te pasa a ti?
— Que me extraña que mi suegrito no llegara con Felicity, luego te veo Senju.
— Sí, está bien ándale, ve con tu suegro, yo luego te veo, ten feliz navidad y nos vemos en año nuevo ¿va?
— Si, está bien, adiós — Se despiden con beso en la mejilla y un abrazo.
Sakura va rumbo a Tadashi, y Senju con Wakasa, dándole un beso de piquito en sus labios.
Wakasa pasa una mano por la cintura de su novia y choca de pronto su frente con la de ella.
—Senju, enserio ¿Qué ha pasado entre nosotros?
—¿Eh?
—Mira, sé que mi actitud no ha estado bien estos días. Lo sé, y por eso quiero prometerte que mejorare de ahora en adelante ¿Si? Pasémosla bien.
Senju en tanto, se sintió mal al solo pensar aliviada que Wakasa no había visto el beso entre ella y Chifuyu. No por lo otro.
Es cuando a lo lejos mira a Chifuyu y siente el suelo temblar, pero eso se acaba cuando lo ve que venía conversando con Sayuri. Su estomago entonces se revuelve de irritación. Mira hacia Wakasa y se pone de puntillas, para darle un beso profundo.
—Vámonos ya, Wakasa — pide irritada, pero su novio solo pensó en que ella quería ya estar a solas con él.
La mete en el auto y mismo parten de Ayome, Senju ni se dio cuenta que Chifuyu había visto el beso, apenas Sayuri se despidió de él. Hace un gesto de disgusto, y suspira. Había ya tomado una decisión después de todo.
Eleva entonces su mirada y mira a Alice, quién venía saliendo con Emma.
— Luego te veo. — Le dice Emma a Alice, y se despiden con abrazo y beso. — Te aviso si hacen la fiesta de año nuevo ¿va?
Alice asintió y Emma se retiró.
— ¿Qué te pasa? — Pregunta el rubio tomando el bonito rostro de su hermana.
Alice suspira y solo menea su cabeza.
—Alice, te conozco ¿Qué te pasa?
— Es solo que… Bueno — Alice no sabía si hablarle a su hermano, lo que le pasaba con Mikey — Es que, bueno, pasa que Mikey…
Chifuyu enseguida frunce el ceño.
— Alice, dime la verdad ¿Mikey se mete contigo?
—Chifuyu…
—Por favor, dime, porque si es así, ahorita mismo…
— ¡Niños! — Para mala suerte de Chifuyu y buena de Alice, su madre llegó.
— ¡Mamá! — Ella corre rápido hacía su madre, hacia muchas semanas que no se veían.
Chifuyu suspiró, viendo que su hermana decidió ignorar su conversación.
—Los extrañe mucho, niños — Maya besa la frente de Alice y luego la de Chifuyu.
—Y nosotros a ti, madre — Chifuyu une a los tres en un abrazo.
—Pero mira nada más.
Los Matsuno alzan la mirada, encontrándose con Sasaki Kawata, mejor conocida como Sasaki Watanabe, ciclista olímpica de Japón. Atrás de ella, se encontraban sus gemelos.
—Buenas tardes — saludan Chifuyu y Alice.
—Un placer pequeños — Sasaki les sonríe.
—Sasaki ¿Cómo estás? — pregunta Maya, y la mujer de ojos verdes los coloca sobre ella enseguida.
—Perfectamente, feliz de que mis retoños estarán estas semanas seguidas conmigo — Sasaki toma a sus gemelos de los hombros y les besa la cabeza de forma sonora. Souya se sonroja y Nahoya se aleja riendo.
—Que empalagosa — dice burlón.
Sasaki solo le da un pequeño empujón y mira de nuevo a Maya, quien a sentir la intensidad de su mirada, se ruboriza inevitablemente.
—Pero bueno, quería realmente hablar contigo Maya, sobre si tú y tus hijos, no sé, si querrían pasar la navidad conmigo y mis hijos — invita alegra — Estoy realmente agradecida por tu colaboración, mi nueva línea de lápiz labial se han vendido como pan caliente.
—Pues, no sé si…
Maya mira a Alice y Chifuyu, ambos se encojen de hombros y solo sonríen, nada negativos con la invitación.
Luego mira de nuevo hacia Sasaki, quien sonreía de esa forma que la ponía un poco nerviosa y la hacía cuestionarse cosas, que antes no pasaban por su mente.
Menea su cabeza y suspira.
—Está bien, te aceptamos la invitación.
—De acuerdo, estamos entonces en contacto — Sasaki iba a despedirse de beso de mejilla, pero se detiene al instante y solo moja sus labios. No sabiendo porque el repentino nerviosismo. Sonríe — Hasta navidad, Matsuno’s — Y se voltea, para caminar hacia su auto.
Souya y Nahoya igual se despiden de los Matsuno y siguen a su madre, pero antes de Nahoya subir al auto, mira a Yoko, quien iba en dirección al auto de su mamá. Se acerca rápidamente.
— ¿Ya te vas, Yoko?
— Hola Nahoyita. Sí, ya me voy ¿Tú también?
— Sí, así es, ya debo irme, mamá de hecho me está esperando, pero antes quería pues…. Despedirme de ti.
— Ay, tú tan lindo enserio —Yoko abraza a su amigo.
— Yoko —Louis aparece en el lugar, haciendo bufar fastidiado a Nahoya.
— Louis, disculpa, me había olvidado que venías atrás de mí, con la emoción de ver a mamá.
—No te preocupes Yoko, sólo vengo a desearte la mejor de las navidades y año nuevo, estaré llamándote en estos días, después de las doce ¿vale? Y por favor, nunca, pero nunca dejes de sonreír.
La castaña asintió, un poco confundida para ser exacta, pero sentía que realmente el pelirrojo ya no le causaba miedo o desagrado.
El pelirrojo ni si quiera vio a Nahoya, él sólo se retira.
A paso rápido, Nahoya mira a Yoko.
— ¿Intercambiaste números con él?
— Sí ¿Por qué?
— Yoko — Nahoya suspira y besa su frente — En veces me preocupa lo inocente que puedes llegar a hacer enserio.
— ¿Por qué lo dices?
— Yoko, ya vámonos — Rekka se acerca con los chicos — Nahoya que gusto me da verte, feliz navidad por cierto, muchacho.
— Igualmente, feliz navidad, señora Rekka.
***
Allison llegó con su padre, quién ya estaba pidiendo el uber, a una distancia se despidió de Kazutora, pues aun no era el momento para presentarlo a la familia, tras haberlo invitado a la noche navideña, ella creyó que era mejor que fuera ese día.
—Papá ¿Puedo…? Bueno, es que no te había dicho, pero comencé una relación con alguien.
De inmediato ella se ganó una mirada sorpréndete de su padre.
— ¿Qué? ¿Ya tienes novio?
Allison asintió sonriendo.
— ¿Y por qué no me habías dicho?
— Bueno, porque no tenemos mucho que empezamos y eso. Pero, papá él… Bueno… no tiene con quién quedarse en navidad ¿crees que pueda pasarla con nosotros?
— Mmmm… — Lentamente James sonríe. Y le dedica una linda sonrisa a su hija, luego de abrazarla. — Está bien puedes decirle que vaya, lo recibiremos bien, igual hace falta una presencia más.
Allison sonrió y abrazó a su papá.
— Vamos, Jade ayúdame a subir las maletas de Allie, por favor.
Allison se da media vuelta, y se despide de Kazutora, él devuelve el despido, y por un lado de él, Keisuke miró a Allison, la chica alarga sus labios, pues había decidido alejarse completamente de él, sobre todo sus sentimientos, decide hacer como que no lo vio, mientras el Baji, sólo tiene tantas ganas de acercarse a ella y tomarla entre sus brazos, y hasta despedirse y desear una muy feliz navidad.
Kazutora miró sobre su hombro al azabache.
— ¿Qué tanto le ves a mi chica?
Keisuke rueda sus ojos marrón.
— Ni que fuera la única chica del colegio — Sonríe mostrando sus colmillos, luego miró a Emma que ya subía sus maletas también.
Por un momento, vino a la mente de Baji, las navidades que llegó a pasar con Kazutora, incluso hasta en el hogar de los Sano, pero este año sería la excepción, maldijo la hora en la que ambos amigos se fijaron en la misma mujer.
Kazutora suspira, mirando cómo se alejaba, de verdad lo extrañaba. Pero el sentimiento de traición no se iba de su ser.
Aunque ¿Estaría exagerando?
Pensó mientras veía a su mejor amigo acercarse a Emma.
Baji tomó a Emma de la cintura, haciéndola sobre saltar un poco.
— Me asustaste — le da un golpecito en el hombro divertida.
— Perdón — Y le da un beso en la mejilla — Pero solo venía a decirte, que nos vemos entonces en la noche buena.
Emma asintió con felicidad y Keisuke se retiró, Evan y su mamá ya lo esperaba en el coche.
Mientras Emma miraba a los Baji irse, no noto que Abel se acercó, y cuando el carraspea y se sorprende de tenerlo a un lado, ella siente como es dominada por la dopamina.
— ¿Abel?
— Vine rápido, ammm, sólo quería dejarte este pequeño presente de navidad.
Emma se sorprende tanto que apenas si lo cree, y apenas si recuerda que se encuentra mucho mas desanimada con él, tras ver su beso con Annie.
— ¿Qué?
— Sé perfectamente que no debía, enserio perdón si te molesta y perdón si Baji se molesta.
— ¿Baji?
— Pero, no me pude resistir. Espero que te guste, y pues sólo quiero que sepas que me tardé mucho para encontrarlo, espero realmente que te guste.
Abel se retira rápido, por dentro se moría por darle un beso en su mejilla, pero él ya sentía a Emma que estaba conociendo a alguien, así que no intervendría, pero ese regalo ya se lo tenía desde antes que ellos se alejaran.
Emma abre de la bolsa se regalo y se encuentra con un peluche de Benito de la serie de Don Gato y su pandilla. Emma sonríe excesivamente feliz, Abel era demasiado atento, pues en una conversación que tuvieron, ella le contó que a su papá le encantaba esa serie, así que abrazo a Benito con muchas ganas y mucha fuerza. Una lagrima quería hasta brotarle de sus ojos, extrañaba a Abel, extrañaba a ese chico.
Resignada suspira y se adentra al auto de Shinichiro mientras lo esperaba.
***
Sayuri miraba hacia la dirección de educación media, su hermana menor se estaba atrasando.
Es cuando mira a Taiju caminar en su dirección. Su mandíbula se tensa, y de nuevo quiere darse una cachetada cuando viene a su mente el beso entre Taiju y la directora.
—Sayuri, mira…
—Y yo que pensaba que me iría tranquila — bufa Sayuri.
Taiju solo ríe.
—No, mira, la verdad es que no quería amargarte la existencia. Pero es que el profesor Alexander me dijo que movieron la fecha de defensa del proyecto de servicio comunitario para los de Derecho.
—¿Qué?
—Si, ya no será a mediados de Enero, sino a principios.
Sayuri masajeó su frente.
—Tendrían que haberlo informado antes.
—Y lo sé, porque Alexander me mitoteo, pero parece que no tienen pensado decirnos. Algo sorpresa, para ver si estamos listos y nada de última hora.
—Bueno, menos mal que tengo mi trabajo casi listo, y ya completé mis horas — se encoge de hombros.
—Si, yo también. Solo me falta completar unas horas de servicio y listo. Pero para que le digas a las chicas.
Sayuri solo asintió y se abrazó a sí misma, la verdad quería se fuera, creía que iba a explotar de rabia. Por alguna razón que no ella misma entendía.
Venía de pasar un momento agradable con Chifuyu para que con solo ver a Taiju todo eso se redujera.
—Por cierto, me alegra que te estés viendo con alguien.
—Aparte de corriente, chismoso.
—Pero si se estaban besando en medio pasillo ¿Cómo no verlos?
Sayuri lo miró de inmediato. Detesto esa sonrisa burlona en los labios del peliazul.
—¿Qué te va a alegrar a ti ?— siseó
—Pues claro si ¡Así te quitan lo amargada!
Tan pronto Taiju dijo eso, salió corriendo ante la evidente furia de Sayuri.
—¡Eres un idiota Taiju Shiba!
***
Victoria Novikov colgó su llamada, pues las ansias de ver a su pequeño hermano se la carcomía, luego de sonreír mira a Sayuri acercarse, con su evidente rostro molesto.
— Sayuri ¿Está todo bien?
— Si, si sólo vine a desearte feliz navidad y que nos vemos en año nuevo, luego de la velada familiar ¿si?
— Está bien, igual te aviso si aquí estaremos, bueno lo más probable es que si, pero no sé si nos quedemos en Rostov - On - Don con mi familia, pero igual te llamo y te digo ¿si?
— Va, está bien, adiós gótica hermosa. Que mi hermana finalmente hace acto de aparición.
—Adiós, mi japonesa favorita.
Sayuri se retira, Vicky mira hacía el frente. Takeomi estaba alegando por teléfono, muy seguramente con su papá.
Había pocas cosas que ponía de mal humor a su novio, y una de esas cosas era su papá.
Algo triste, Vicky mejor toma su teléfono, entrando a instagram, apareciendo una notificación del cantante de Némesis.
Había subido una foto de él, de leyenda tenía escrito….
"Luego del ensayo"
Hunter Carson
En la foto aparece el chico un poco sudado con el cabello despeinado y algo mojado por el sudor y haciendo una cara graciosa, Victoria río un poco.
— Vicky.
Pero un llamado a su nombre la interrumpió.
— Rebe.
— Hola Vicky — La Imaushi saludó de beso en la mejilla.
— ¿Que sucede? No es muy normal que me hables, digo si a pasado, pero es raro que nos busquemos.
— Es que, Vicky quería consultarte algo ¿Puedes?
Novikov sonrió, y se cruzó de brazos.
— Dime.
— Bueno, es, so… Es sobre consejos de amor.
—¿De amor? ¿Tú pidiendo consejos de amor? Esto es interesante.
— Es que, te he visto con Takeomi, ustedes tienen ya algunos añitos, y he visto lo enamorado que está él de ti, y también a ti te he visto muy enamorada de él... Es tan bonito que quisiera un consejo de esos, de amor. Porque quisiera sentir ese afecto. ese amor. ese sentimiento.
Rebeca siente que sus mejillas se ruborizan. Victoria interiormente quería reír, pues era muy extraño que alguien como Rebe, estuviera pidiéndole consejos de amor.
La mirada blanca de pupilentes que Vicky traía en sus ojos, voltean a ver a Takeomi, quién alegó algo último, y se veía ya en dirección a ellos.
— Rebeca ¿Te parece si hablamos luego? Ahorita no tengo tiempo, pero te prometo que regresando de vacaciones, te daré muy buenos consejos. ¿Ok?
— Está bien.
Takeomi llegó con ambas chicas, y besó fugazmente los labios de Novikov, y luego miró a Rebeca.
— Ok, es raro verte con mi Vicky, Rebe.
— Ay, ya mi cuervo, no pasa nada. Rebeca sólo quería hacerme unas preguntas, es todo ¿cierto, Rebe?
Ella asíntió.
— Bueno pues, ya vámonos, el vuelo para Rostov-On-Don ya está casi por salir, lo pedimos temprano para estar más días allá.
— ¿Irás a Rusia con su familia en serio? — La mirada carmesí de la chica brillo, pero no tanto de felicidad, si no de que ella quisiera tener algo así en su vida.
— Sí, cuando mi familia, que rara vez vienen a pasar aquí navidad, pues nos quedamos aquí, cuando no, pues nos vamos a Rusia, allá a pasar con la familia de Vicky.
— Debe sentirse de lo más bonito.
— No tienes una idea, a mi me encanta que Vicky siempre esté conmigo. — Besó sus labios — Vámonos ya.
— Está bien cuervo, Rebeca ya nos vamos, igual si quieres textearme, adelante, pero creo ese tipo de consejos son para hablarlos en persona. Así que si quieres esperarme, adelante.
La Imaushi asíntió, y se despidió de la mayor de los Novikov de beso en la mejilla y un abrazo, deseandose feliz navidad.
Vicky y Takeomi se suben al auto y arrancan de él, Rebeca en tanto mira a Abel con Albert, subiendo las maletas de Rebeca, cuando empieza a dar tres pasos, la toman del brazo.
Imaushi se da media vuelta, Izana estaba ahí.
— ¿Izana?
— Rebeca.
— ¿Qué pasa?
No hay palabras del albino de piel canela, este sólo abrió sus brazos y mete a Rebeca en ellos.
— ¿Eh?
— No te veré en noche buena, es mejor darte el abrazo de una vez.
— Izana.
Justo Mikey iba pasando por un lado de ellos, estrujando un poco su nariz. Su ceño se frunció al mirar ese abrazo y chirría sus dientes. Estaba harto, completamente harto de Izana, a veces quisiera poder borrarlo del mapa. Quizás no quería tener esos pensamientos, pero la droga ingerida hace unos minutos querían hacerlo acercarse y cometer alguna estupidez, pero no lo haría. Aún tenía control de su cuerpo debido a que la dosis no fue muy alta, pero aún así con esa imagen, le provocan más ganas de drogarse.
Izana suelta a la chica, y sus ojos morados la observan.
— Perdón, es sólo que tenia que desearte feliz navidad, y pues claro obvio tenía que darte el abrazo.
Rebeca se siente un poco incómoda.
— Izana, gracias, enserio gracias ¿Fue amistoso verdad?
— Claro que sí, fue amistoso solamente. — Sus sentimientos mienten y le duelen.
Rebeca sonrió, le da otro pequeño y sincero abrazo amistoso y se retira. Dejando a Izana suspirando.
No sólo Mikey fue espectador, Kakucho también lo fue y justo antes de Rebe subirse al auto, cruza su mirada con la de Kakucho.
Era difícil para los dos, debido a que Rebeca estaba aceptando que sí estaba empezando a sentir algo él, pero Kakucho había escogido a Ely.
Y sabía muy dentro de sí que no debía enojarse por ello, ni culparle, porque ella lo había rechazado en primer lugar, pero entonces ¿por qué la beso? Bufó irritada. No debió besarla, no debió darle esperanzas si iba a seguir con la estúpida de Ely.
Kakucho suspira y desvía su mirada, y antes de abrir la puerta del auto de los Hitto, Kaori salió disparada a los enormes brazos de Kakucho.
—Pero si es mi hermoso hermanito.
Kakucho rueda sus ojos, era clara la hipocresía de Kaori en sus gestos, solo porque su padre estaba presente.
Rebeca rueda sus ojos, y luego mira a Abel quien le sonríe divertido.
— ¿Ya son todas tus maletas?
Asíntió.
— Hey ¿Que te pasa niña bonita? ¿Te sientes mal, triste?
— ¿Eh? No, no para nada.
— ¿Segura?
— Sí, segura — Rebe mira a su alrededor — ¿Y Wakasa?
— Ese ya se fue. Con Senju, Senju dormirá en la casa, ya tiene el permiso de Haruto y todo el rollo — Abel rodó sus ojos.
Rebeca apenas si sonrió y acarició el brazo de su hermano mayor.
— Abel, enserio quisiera que ustedes se llevarán mejor, los amo mucho a los dos, quisiera no sé, al menos saber que este año, estarán pues con tregua.
Abel le sonríe a su hermana, y luego la abraza.
— Odio que me ablandes tanto el puto corazón, te lo juro.
Ahora es turno de la de cabellos azules sonreir y llenar de besos la mejilla de su hermano.
— ¡Rebeca! No empieces con tu miel.
A una distancia no muy lejana, Annie miraba la escena, estaba tan tentada en acercarse, pero no lo haría, debía actuar inteligentemente ahora. Demasiado ya se había pasado cuando lo beso.
—Recuerda ir pensando en los 12 deseos para el 31 de Diciembre.
—¿12 deseos?
Annie miró a Akkun quién llegaba a su lado.
—12 uvas, 12 deseos.
—No creo en esas cosas Atsuchi.
—¿No?
Annie negó.
—¿Ni en la bragas rojas ?
Annie prestó atención a eso último.
—¿Bragas rojas ?
—Sí, las personas se ponen una prenda íntima rojas , para que se le conceda el conseguir pareja.
Los ojitos cafés de Annie brillaron y tomo el brazo de Atsuchi, quien se pone nervioso sin poder evitarlo, mas al sentir sin querer los pechos de la hermosa rubia de mechas azules ¿por qué era tan inconsciente?
—Ese dato, la verdad, me interesa — Y mira hacia Abel, pero el auto de los Imaushi partía en esos momentos — No creo en esas cosas y estoy segura que Abelito será mío, sin ayuda. Pero supongo que creer en algo como la suerte alguna vez, no estaría mal.
—Yo creo que algo dentro de ti duda un poco, el conseguir que Abelito sea tuyo — se burlo y tomo distancia de Annie.
Annie hizo un puchero y meneo su cabeza.
—No, estoy segura. Como te dije, nos veras pronto caminando de la mano por el campus.
Atsuchi observó por el rabillo del ojo que su auto llegó por él. Luego volvió a mirar a la chica frente a él. Y se perdió un momento en sus ojos cafés. Le gustaban mucho sus ojos cafés. Meneo la cabeza para salir de sus pensamientos y sonrío.
—Bueno, supongo que puedo admitir que ser perseverante no tiene nada malo. Aunque sigo pensando, que es bueno serlo por el motivo correcto — se voltea y suspira. No quería ser negativo con respecto a Abel y Annie, pero realmente era algo que veía que no podía evitar. Por eso, a veces evitaba el hablar con la rubia — Nos vemos en Navidad, Annie.
***
Akane se despidió de Erin.
Erin se despidió de Akane y de Seishu, quién ya estaba dentro del lujoso auto, donde también esperaba su chófer.
Akane justo casi al momento de subir a su auto cruza miradas con Hajime, el chico mojó sus labios y hace amago de despedirse, pero nunca alza su brazo. Y Akane solo se hace la indignada. Se sentía ofendida y también confundida, porque Hajime al final solo era un mar de enredo ¿Era gay o no? ¿Tendría que decirle a Savannah sobre la posible y verdadera orientación sexual de Kokonoi?
Suspiró y pensó, que al final, sea lo que sea, ella decidió dejarle el camino libre a Savannah.
— Señorita Akane, ya vámonos por favor. Heishi me pidió llevarlos temprano.
Akane alarga sus labios y a lo lejos miró a Kakucho, esta alza uno de sus brazos y se despide de él, para luego de adentrarse al auto.
Seishu también miró a Koko, y se sorprende cuando ve que sube a un auto, pero no sabe si es de algún tipo de uber o algo así. Sólo lo mira irse en la parte trasera con su madre, igual aunque tuvieras chóferes, siempre toca irse atrás e incluso, a veces, en taxi.
***
—¡Irene!
Reech alzó la mirada, para encontrarse con una joven señora, de cabello azabache y ojos grises.
Era su tía, Yvonne Tetta.
La joven mujer la rodea enseguida con sus brazos.
—Tía, tiempo sin verla — le corresponde el abrazo la chica.
—Hoy estuve libre de mi trabajo ¿Quién dice que ser diseñadora es fácil? — Bufa — Entonces aproveche para venir por mi retoño y saludar a mi bella Irene — le estruja su mejilla, e Irene solo ríe.
Por un momento se le queda solo viendo, y no puede evitar recordar a su madre.
Lena e Yvonne, como hermanas, nadie nunca pudo negar que lo eran, por su gran parecido. Solo que Lena siempre tuvo un poco más de caderas, e Yvonne siempre fue más alta.
—¿Te gustaron los vestidos que te mande con Kisaki?
—Todos preciosos. Siempre es un alago que me mande ropa limitada de su marca.
—Eres mi inspiración, Irene.
La azabache sonrío.
—Portia me dijo que pasarías navidad en Brasil, con el inútil de tu padre — comenta, e Irene sonríe nerviosa.
Su tía no tenía buena relación con su padre.
Yvonne acusaba a Edmond de ser el causante de la muerte de Lena, aunque la verdad, nadie tenía culpa de la enfermedad avanzada de la madre de Irene.
—Iré en realidad para visitar a Alma ¿Se acuerda de ella?
—Oh, sí, muy linda la niña.
—Entonces mi padre aprovechara para visitar las sucursales Reech en Brasil.
—Ese inútil, siempre pensando en trabajo — rueda sus ojos — Pero bueno, espero la pases bien tesoro, siempre es lindo viajar en estas fechas a otros países.
—Mamá, ya estoy listo — se escucha la voz de Kisaki.
Ambas mujeres alzan la mirada, e Yvonne sonríe a mirar a su hijo.
—Estaré libre de nuevo pasado mañana hijo ¿Te parece hagamos algo?
—No lo sé — se encoge de hombros indiferente.
Irene mira a su primo y siente un poco de irritación por su actitud siempre indiferente con Yvonne, desearía ella que su padre hubiera ido personalmente a buscarla, y decirle que harían actividades los dos juntos, como antes, en fechas tan lindas como la navidad.
Su padre, había cambiado demasiado, ahora solo le importaba era el trabajo y obtener más dinero.
Por eso su relación con South. Edmond quería asociarse con los Terano, y luego en una fiesta que fueron invitados. Por casualidades, el primogénito se intereso en ella. Su padre enseguida le pidió aceptar el cortejo de South y así, tener contentos a los Terano.
Fácilmente hasta se podría decir que tenían como una relación por conveniencia.
Irene paso una mano por su cabello, sintiendo de pronto un hueco en su pecho.
No quería…
Pero esa necesidad de no defraudar a su padre, también eran grande en su ser.
—¿Todo bien bonita?
La voz de su tía Yvonne la saco de sus pensamientos.
—Ah, sí, solo pensaba en que ponerme para viajar pasado mañana — ríe.
—Bueno, entonces nos vemos pronto ¡Feliz Navidad! — Le da un beso en la frente — Kisaki, despídete de tu prima.
Irene y Kisaki se miran, su comunicación se había perdido conforme los años. Solo se hablaban si estaba Yvonne en medio.
—Adiós.
—Feliz navidad, Kisaki.
***
Taiju venía de regreso de nuevo de los dormitorios, se le había olvidado un bolso con demás pertenencias. Es cuando se cruza de pronto con Yume, ambos se quedan congelados en sus sitios.
—Yume… Digo, directora Yume ¿Cómo está? — se atrevió hablar Taiju primero.
Yume no quiso, pero fue inevitable para ambos no recordar el beso compartido.
La verdad es que Taiju no era el primer joven que se le confesaba, aunque si el primero que se atrevía a besarla.
Pero la cuestión es… que le gusto, el beso ¿Será porque ya tenía tiempo sin estar con un hombre?
Meneo su cabeza, eso estaba mal. No tendría que ver a Taiju Shiba como un hombre, sino como un alumno. Si los directivos se enteraran, así sea Taiju Shiba mayor de edad, eso era mala imagen para Ayome y perdería su puesto, tanto por el que le costó obtener.
—Estoy bien, gracias por preguntar ¿Y usted?
Taiju comprendió que la trigueña haría como si no hubiera pasado nada.
Pero él no podría hacer lo mismo, porque esa mujer lo traía loco.
—Muy bien, y más cuando… bueno, recuerdo su beso.
Los colores subieron a las mejillas de Yume, y miro a su alrededor asustada.
—¡No vuelva a decir algo como eso! Más bien agradezca que no lo expulsara por su atrevimiento.
Taiju sonríe un poco de lado emocionado, porque noto el nerviosismo y sonrojo en la mujer. En su experiencia, supo que a Yume si le había agradado el beso. Pero entendía que no estaba en posición de admitirlo en voz alta.
Pero él, el ahora seguiría insistiendo, porque al menos le había dado algo de vuelo.
Y quería aferrarse a eso.
Acorto las distancia, aprovechando estaban en un espacio donde no había nada de fluidez de personas y suspiró sobre los labios de la mujer, quien se tenso y no quiso admitir que disfruto del cálido aliento del Shiba.
Su boca se entreabrió por sí sola, como si anhelara otra beso de esa joven y masculina boca.
—Feliz Navidad, Señorita Yume — murmura casi-casi rozando sus labios, para luego alejarse.
Dejando a una Yume muy avergonzada, por llegar a sentir un rico cosquilleo en su entrepierna.
***
Luego de que Takashi hizo mucho esperar a su padre, se dignó a bajar, y lo primero que sus ojos color lavanda vieron fue a Yuzuha, quien bajaba a la división de dormitorios también.
— Vaya, debe ser el peor día de mi vida.
— Yuzuha, no empieces. Estamos en vísperas de navidad, por favor.
Yuzuha sonrió y mordió su labio.
— Está bien, te dejaré ser pues, y ya no seré tan manchada contigo.
— Gracias Dios, has escuchado mis súplicas.
Por la mente de Mitsuya, rueda el pequeño pensamiento pedirle una disculpa a la chica por lo del otro día, pero su orgullo pudo más. Mitsuya estuvo a punto de tomar camino, pero Shiba lo detiene.
— ¡Mitsuya!
Él se da media vuelta.
— ¿Que sucede?
— ¿Así no mas te despides? ¿Sin desear feliz navidad, ni nada?
— Que la feliz navidad te la deseé tu novio ¿no?
Yuzuha arrugo el ceño.
— Se me olvida que el hijo de Hitler es igual de estúpido que su padre.
— ¿Hitler?
La chica carcajeo con sarcasmo.
— Bueno, mi familia me espera — Yuzuha caminó cercas de Mitsuya, y es cuando el lavanda aprovecha y la abraza por la espalda.
Ella al principio queda confundida, pero lentamente corresponde a ese abrazo.
Un momento de silencio, fue lo que bastó para ambos sentirse en paz, y sentir que no hacía falta nada a su alrededor, sólo eran Takashi y Yuzuha, sin pelear, sin nada.
— Ten una muy bonita navidad, y que todos tus deseos se hagan realidad, y créeme Yuzuha, qué hasta con Shinichiro, te deseo lo mejor de lo mejor, te lo juro, espero duren, y te sepa valorar, ya que yo no lo pude hacer.
La voz de Mitsuya comenzaba a cortarse, cada vez que recordaba que no podía dejar a Sakura por esa dependencia emocional y complejo de culpa, recordaba que al menos ahora Yuzuha era feliz con alguien que si la merece.
Lentamente se soltaron del abrazo, y se miraron a los ojos ¿Tristeza? Si, la emoción que más abarcaba entre ellos dos, por en algún momento, haber estado juntos, pero no pudo para más.
— Bueno, yo debo irme ya.
— Yo también, Hitler — Lo menciona en broma — Me está esperando.
— Pero no te creas eh, aun sigo envergada contigo.
— Lo sé.
Ella le para el dedo de en medio y continúa su camino.
—¿Por qué tardabas tano? — interroga Taiju, quien la esperaba junto a Hakkai y Shinichiro.
—Ay, que exagerado — rueda sus ojos Yuzuha, para entonces posar sus ojos en Shinichiro y sonreír como niña chiquita. Se coloca de puntillas y roza sus labios con los de él. Algunos de los pocos estudiantes que aun quedaban en el estacionamiento, lanzaron sus chanzas hacia la parejita.
—Mucha miel, mucha miel — bromea a Hakkai cuando su hermana se separo de Shinichiro.
Taiju solo carcajeo.
—Supongo es cuestión de acostumbrarse, Hakkai — pasa su brazo por el hombro de su hermano.
—Entonces ¿Quedamos estos días? — murmura Yuzuha a su novio. Ignorando deliberadamente a sus hermanos.
—Definitivamente señorita, deseo enserio que conozcas más cosas de mí.
Yuzuha sonríe.
Sin duda su cerebro y parte de su corazón le había hecho ver que había tomado una muy buena decisión. Pero sin duda, esa otra parte de su corazón aun le recordaba que sin duda hubiera deseado que lo de ella y Mitsuya no hubiera quedado en un ¿Y si…?
***
Ya había pasado como una hora desde que Sakura se había despedido de Tadashi y él seguía esperando por su hijo.
Estaba ya algo desesperado, ya eran algunas dos horas que Takashi lo estaba haciendo esperar. Pero para su buena suerte, se encontró con Kentaro Hitto con quién Tadashi se quedó hablando un poco con él, y luego con Sakura y su padre, así que lo mantuvieron entretenido por esas dos horas.
— ¿Dónde estará este grosero? — Tadashi se pregunta así mismo, ingiriendo un puro en su boca, aspirando de ese sabor.
— Papá — Es cuando Takashi al fin hace su acto de presencia.
— Hasta que te dignas a aparecer ¿Que tanto era lo que estabas haciendo, Takashi?
— Estaba simplemente ocupado.
— ¿Haciendo qué? Sakura estaba aquí, y no vi a la salvaje por aquí cercas, por cierto ¿Cómo vas con eso?
Mitsuya rueda sus ojos.
— ¿Sabes? Qué bueno que te veo.
— ¿A sí? ¿Y eso porqué?
— Vine a devolverte algo, algo que creo que te pertenece con todo.
— ¿De que hablas?
Mitsuya agachó su mirada, fuertemente suspira y empuña su mano.
— Déjate de tonterías Mitsuya y vámonos y—
Tadashi no pudo ni completar sus palabras, Takashi le sorprendió con un golpe a puño cerrado en su rostro. El puro de entre sus dedos salió volando.
— A ver, vuélveme a abofetear delante de todos ¡A ver, te reto! Y de una vez te digo que no accederé a tu petición, y esa salvaje como tú la llamas, tiene su nombre, se llama Yuzuha Shiba. Papá.
Tadashi miraba a su hijo con los ojos desorbitados, era la primera vez que Takashi le alzaba la mano.
— A ver, a ver ¿Que está ocurriendo aquí? — Héctor llegó a detener tal atrocidad entre padre e hijo. — Señor Mitsuya, le pido que es mejor que se retire, por favor.
— Usted no se meta en lo que no le importa, señor García.
— Me meto porque sé muy bien el actuar de las personas cuando estamos alterados, y sin duda, usted podría cometer algo que luego se arrepentiría.
Pero Tadashi no se retira.
— Por favor, señor Mitsuya, retírese, se lo pido de favor.
El político suspira enormemente y mira sumamente enojado a su hijo.
—Hablaremos de esto después. Pero no te quiero en la casa estas fechas ¿Me escuchaste? Por suerte mande a tus hermanas antes, y así se evitaron ver tal comportamiento de su hermano.
— Comportamiento impropio es el tuyo, padre. Pero cuando lo haces tú, está bien ¿Cierto?
Tadashi mira por última vez a su hijo y se retira, dejando a su hijo con el pecho queriendo reventar. Primero Yuzuha, luego la situación incierta con su mamá y ahora esto con su padre ¿Que más le podía esperar?
Casi cae al suelo con muchas ganas de llorar, pero Héctor no lo permite y lo abraza, lo abraza fuertemente.
— Ya tranquilo, ya pasó, relájate.
— Lo odio, lo odio tanto.
— No, no lo odias. Simplemente son cosas que nos sobrepasan, pero no te llenes de sentimientos negativos ¿Si?
Takashi esperaba que fuera cierto, pero en esos momentos, enserio que odiaba a su padre.
¿Por qué no pudo nacer en una familia normal?
***
>Barrio de Tokyo<
11:30pm
Los pasos eran apresurados por el pavimento pintados del manto oscuro de la noche, el joven que iba corriendo por esas horas no tenía más en mente que llegar a su destino. Intentaba ser todo lo sigiloso posible por los callejones, hasta que sonrío al mirar una pequeña pero humilde casa.
Ingresa por la puerta trasera, dando con la cocina y suspira al estar dentro de esas conocidas y amadas paredes.
—En casa.
Camina por el pasillo y prende la luz de la sala. Se sobresalta un poco cuando ve una figura mediana, rubia y con expansores de corazón en sus orejas, cruzada de brazos y molesta.
—¡¿Dónde estabas Caín?!
—No mames, Ely. Casi me cago del susto con tu fealdad — bromea divertido el chico.
—¿Cómo que fea, idiota? — le lanza un cojín directo en la cara.
—Simplemente salí a caminar, y comprar las pastillas de mi hermosa Namida — alza la bolsa de plástico con dos cajitas dentro.
Ely lo mira escéptica, pero decide ignorar el tema de su salida y centrarse en lo más importante.
—En fin, le di un baño a Namida y de comer. Está ahorita durmiendo como un bebé — le comunica con una sonrisa.
—Oye, enserio gracias Ely-Ely. Es que a veces no me da para pagarle a la enfermera.
—Sabes que lo hago con gusto, Namida es un amor — hace un ademán despreocupada — También me cuidada ¿Recuerdas? Cuando mi mamá no podía por su trabajo.
—Sí, y los tres nos acostábamos tardes, viendo programas de terror.
Elizabeth y Caín se miraron a los ojos tras eso último, recordando de inmediato a su amigo Desmond. Fueron un trió de mocosos que sin duda colocaron el vecindario patas arriba. Hasta que Desmond se lo llevaron, Ely se volvió más madura y Caín, bueno, simplemente siguió lo que le tocaba.
—Me pregunto que estará haciendo ¿Será que le va bien?
—Supongo dándose la gran vida — se encogió de hombros Caín.
—¿Por qué dices eso? — Ely toma asiento en el sofá individual y lo mira confundida.
—Recuerdo muy bien que se lo llevaron unas personas muy bien vestidas, Ely. Y luego uno de ellos, un señor, le dijo a Namida que estaría en buenas manos, sobre una promesa. Algo así. No sé.
—Pues ojala, aunque no sé — Ely suspiró — La verdad, no lo expreso mucho, pero me parece un poco desubicado de su parte el que no se comunicare ¿No crees?
Caín desvió su mirada y alboroto más su cabello.
— Pues cada quien Ely, cada quien ¿no?
—Ay, por favor, no me digas que no lo extrañas — rueda sus ojos — Eran como uña y mugre, ustedes dos.
Caín rasco el puente de su nariz.
—Nah, para nada.
Elizabeth rodo sus bellos ojos y no siguió con el tema. Caín podía ser demasiado terco si quería y no le daría la respuesta que sin duda sabía que si sentía.
—Bueno, mejor me retiro, debo hacer comida para ir mañana a trabajar — Se levanta y Caín la acompaña a la puerta.
—Sí, el señor Takada me dijo esta mañana que le llego pedidos nuevos, así que mañana me toca todo el día estar en el taller.
—Aun no me creo que se te da la carpintería — se burla ella mientras baja las escaleras del porche.
—Bueno, cada quien tiene su talento — Sonrío zorruno — Como tú, conquistando niños riquillos.
Ely alzó su mano, mostrándole el dedo medio.
—De Kakucho no estés hablando, imbécil.
Ely salió finalmente del jardín y Caín la miro marchar, hasta que se perdió por la calle.
Ingresa de nuevo a su casa y sube las escaleras, hasta abrir una puerta y sonríe al ver a su abuela Namida aun dormida. Cierra la puerta con cuidado y se dirige a su propia habitación, donde se quita la camiseta y se recuesta en su cama.
Mira el techo y la misma pregunta de todos los días surge en su cabeza.
Él…
¿Era una buena o mala persona?
Continuará...
~~~~~~~~~~
Dejo una imagen de Caín Igarashi, y cómo recordatorio les agrego que Caín no es personaje mío, si no de Selfish55 muchas gracias por prestarme a tu personaje y por tu participación en esta historia ✨
Y de ante mano muchas gracias a quienes nos
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