Capitulo #47 "Familia :Akashi"
Takashi miró a los ojos negros de Lin, apretando sus dientes, sintiendo el gran coraje que lo llenaba por dentro.
- ¿¡Porqué fregados, dijiste que yo era el padre de ese niño? Osea ahora no sólo mi papá sabe tu mentira, si no que, ahora todo la puta escuela de mierda lo sabe. ¿¡Que mierda pasa por tu mente!?
Lin alargó sus labios quizás sintiéndose de pronto algo mal por haber envuelto a Takashi en algo que ni al caso con él.
-No fue con mala intención, Mitsuya.
- ¿A no? ¿Entonces con que intención fue? Porque no lo entiendo. Lo único que lo lograrías con esto, es perjudicarme a mí, me perjudicaste con mi papá, con Sakura y con Yuzu- Mitsuya detuvo sus palabras antes de hablar de más. Para su buena suerte, la Sato no lo había escuchado o no reaccionó en el momento.
- Mira, Mitsuya si yo dije eso fue porque - Antes de continuar, Lin analizó la situación ¿En verdad tenia que entrar en detalles con el chico lavanda? Quizás si, por involucrarlo en asuntos qué no tienen nada que ver con él, pero también, si lo desenmascaraba delante de su madre, serían el triple de problemas en su vida.
- ¿Y bien? Sigo esperando, Lin.
La chica chirrio sus dientes y dio un empujón a Takashi, este la mira extrañado, y de pronto detectó los ojos nublados de la chica de piel canela. Eso hizo sentir extraño al chico, tranquilamente suspiró y llevó sus manos a su cabello, Lin estaba completamente abrumada aparentemente.
- Mira, hablemos de lo ocurrido ¿Si? Como personas civilizadas, Lin.
- ¡No! No quiero ni un solo trato contigo, Takashi, hablaré con mamá y le diré que no eres tú el papá, pero porfavor, déjame en paz, y en tu puta vida, vuelvas a hablarme o dirigirme la palabra, porfavor, nunca habíamos cruzado palabra, como para que ahora la crucemos por esto, no ¿sabes que? Ay muere, te pido una sincera disculpa por haberte metido en este embrollo jamás fueron mis intenciones perjudicarte, pero porfavor hagamos como que esto nunca pasó ¿Si?
Mitsuya la observó, y podría agregar qué algo dentro de él, comenzaba a sentirse extraño, sobre todo al preguntarse, porque Lin se complicaba tanto la existencia.
- Lin...
Ella negó y se retiró del lugar, dejando a un pensativo, Takashi.
***
Chifuyu caminaba en dirección a su dormitorio, el lunes había sido pesado, pero al igual los pequeños encuentros que había tenido con Senju ese dia, le habían quitado lo estresado, felizmente el chico rubio iba, hasta que volteando a la derecha por inercia solamente, observó a Senju con su novio Wakasa, el cual se la estaba comiendo a besos, eso provocó una furia interior, llena de celos, pero de nuevo su mente le susurró algo muy importante.
Senju tiene novio.
No dijo nada, solo continuó su camino.
***
>Al día siguiente
Martes
Yuzuha miraba a la nada, sentada en una de las mesas del campus, tras tener hora libre, su mente solo le decía lo estúpida que era, tras en realidad llegar a creer que Mitsuya pudo haber sentido algo real por ella, pero aparentemente sólo fue una diversión sexual para él, la chica recargó su mejilla en su mano, yéndose solo en sus pensamientos. De verdad le dolía por más dura que se hiciera, Takashi llegó a ocupar un lugar dentro de ella, pero... ¿Porqué? ¿No era que en realidad, sólo se la pasaban peleando?.
Tras la bonita chica suspirar cayó en la realidad y talló su rostro.
- No puedo estar así por Mitsuya, no no puedo - De pronto de nuevo el recuerdo de las palabras de Tadashi llegaron a su mente, y de nuevo ella negó. - Pero vas a ser papá, Mitsuya ¿En qué momento?
A lo lejos, Shinichiro se percató de la Shiba, el chico sintió ganas de acercarse, pero no sabía si sería o no prudente de su parte, pero hacía ya tiempo que quería acercarse a ella. El manila toma valor y se acerca a ella.
Shiba levantó su mirada y se encontró con los negros del Sano. Yuzuha entre abrió un poco sus labios, y su pecho ardió con fuerza.
- ¿Shinichiro?
Él aspira aire fuertemente, y con la mirada le pide permiso a la chica para tomar asiento, ella pasó saliva por su garganta y niega con la cabeza.
Shinichiro evita el contacto visual mirando hacía otro lado tallando sus ojos. Yuzuha miró lo abrumado qué él se encontraba y le fue inevitable no reír por lo bajo. Cubriendo su boca para que él no lo detectará, pues su orgullo puede más.
- Quiero hablar contigo, enserio.
De nuevo ella lo examinó.
- ¿Para que quieres hablar, Shinichiro? Realmente no estoy de mucho humor ahorita.
- Quiero explicarte lo de la foto ¿Puedo?
Su cruce de miradas hablaba por si solo, realmente ella quería escucharlo, y saber que sucedió con la foto, pero con todo lo ocurrido últimamente, no podía hablar con él. Ni con nadie.
- Sé, qué tú no tienes la culpa de nada con lo que me ocurre interiormente, qué estoy enojada contigo, claro que sí papá, ¿estoy muy molesta contigo? Si, yo sigo molesta contigo, qué si no quiero escucharte, pues no, ahorita no quiero, no tengo porque darte explicaciones, pero no quiero hablar contigo - La chica se puso de pie arrastrando la silla sin dejar de mirar al azabache. - Es todo lo que tengo para decirte, adiós Shinichiro.
Sin algo más que decir, Yuzuha se retiró, Shinichiro pasó amargamente saliva por su garganta y suspiró apretando sus dientes. Sin siquiera saber que estaban siendo observados por un chico de cabello lavanda.
Mitsuya no agrega nada ¿Que podía decir o pensar ante la escena frente a él? El chico sólo toma rumbo y se retira.
Mientras que Shinichiro toma asiento abrumado. Mirando solo hacía la dirección que tomó Yuzuha, y es cuando siente una mano apretarle el hombro. Este mira sobre su hombro y se encuentra con Takeomi.
- Vas a batallar para que ella te perdone.
-¿Estuviste escuchando?
- Si - Y sonrió - Es una lástima que no sepa aprovechar al papuchis de hombre que tras ella.
El azabache no pudo evitar carcajearse. El Akashi tomo asiento junto con Shinichiro.
- Tranquilo, estoy seguro de que tarde o temprano te perdonará.
- ¿Que te hace estar tan seguro?
Takeomi lo miró, primero seriamente, y muy serio y después soltó una leve carcajada tomando ambas mejillas de Shinichiro.
- Nadie se resiste, a los encantos de Shinichiro papá, rey.
- Estas cabron - El Sano carcajeo.
***
Yoko bajaba de la división de dormitorios, directo para presentarse a la cafetería, por haberse quedado de ver con Keisuke para desayunar juntos. Pero justo al casi ya quedar hasta abajo de las escaleras, se encontró con una escena no muy agradable para ella.
Parpadeo absorta un par de veces seguidas, suspirando un poco.
Kazutora besaba la mejilla de Allie y se despedía de ella.
- Entonces ¿Te veo en clases? - Pregunta el chico azabache de mechas rubias.
La de ojos verde pino asíntio y mordió su labio inferior.
- Si, ahorita iré a darme un pequeño baño y te veo al rato ¿Si?
- Claro - De nuevo beso su mejilla, y Harrginton se dio media vuelta, hasta cruzarse con Yoko.
Allie paso saliva amargamente, y alargó sus labios, pasándole con indiferencia a Izumi, la cual quedo absorta y confundida del porqué quedó la azabache la miró así, pero sin dejar de deslizar por las escaleras, llegó hasta la planta baja, y no se dió cuenta de que quedó por un lado de Hanemiya.
Su mirada brilló, pero también sintió dolor.
Kazutora la miró y le dedicó una sonrisa.
- Hola Yoko - Fue lo único que dijo cuando él chico se retiró.
Yoko ladeo un poco su cabeza, esa indiferencia de Kazutora la hacían cada vez sentirse fatal y de lo peor, aún su corazón no procesaba la cena romántica, agradecía qué Yuzuha quiso hacer lo posible por juntarlos pero, resultó mucho peor de lo que creyó.
- Hola Yoko - Amablemente saludó una peli plateada.
- Oh, Alice, hola.
- ¿Qué tienes? Te noto un poco triste.
- ¿Eh? Oh no, no es nada señorita, yo estoy bien.
- ¿Segura?
- Sí, estoy segura, mejor dime ¿Tú cómo estás?
Alice suspiró en alto y se abrazó así misma.
- ¿Que te puedo decir? Me traen en salsa con los estúpidos anónimos.
- Ay lo sé, de nuevo te volvieron a meter, ya es enfadoso esto ¿no?
Los ojos verdes de Alice miraron hacía el enorme ventanal del pasillo de división.
- Estoy realmente harta, Yoko, no me dejan en paz, y en verdad quisiera saber quién es el estúpido de los anónimos. Y decirle hasta de lo que se va a morir el estúpido. - La chica robusta apretó sus puños con fuerza, más al recordar el rechazo de Mikey. Algo que comenzó a llegar a su corazón e Inconscientemente lágrimas brotaron de sus ojos.
Yoko no tardó en darse cuenta, y es cuando abraza a la Matsuno.
- ¿Porqué lloras? No llores, me harás llorar a mí.
Alice negó y después soltó una pequeña risa.
- Yoko, eres una persona muy sensible, te contagias con todo - Le suelta Alice completamente divertida.
- Ay Alice, no - Le responde casi al mismo tiempo llorando.
- ¿Ves?
Izumi sonrió, pero es cuando siente una mirada acosadora detrás de ella. La chica da media vuelta y se encuentra con unos ojos color miel detrás de ella.
- ¿Hanma?
El chico sonrió con tetricidad y diversión sl mismo tiempo.
- Creo que el día de hoy, Ayome se a puesto de buenas y de mi lado, y me da una... - Descaradamente Shuji miró hacía los voluptuosos pechos de la hermosa chica de ojos azules.
Yoko sólo agrandó sus ojos algo aterrada, ante el descaro del chico.
- Hanma, vete a molestar a otra.
- Oh, querida gordita, eso quisiera, pero me apetece algo mejor en estos momentos. Lamento en estos momentos no poder estarte mirando a ti, pero ya sabes como es esto, de ser el fuck boy del colegio.
- ¡Púdrete, pendejo! - Hanma carcajeo.
Alice se da media vuelta y comienza a alejarse con los pasos.
- ¡A-Alice no me dejes aquí! - Gritó Yoko yendo tras la robusta, Hanma sonrió y es cuando por un lado de él le pasa otra chica, y el azabache no la piensa para correr tras esos huesos.
***
Hina se dirigía hacía la cafetería, para mirarse con su chico rubio, la joven iba completamente entretenida con su teléfono mandandole un mensaje dónde ya le confirmaba que ya estaba cercas, pero torpemente y sin fijarse por dónde caminaba, choca con alguien. Pero al mismo tiempo su teléfono se le cayó de sus manos.
- Ay, perdón, yo no, no vi hacía dónde... - Sus palabras no terminaron de salir cuando se sintió que los nervios la invadieron por dentro, Tachibana pasó saliva por su garganta, al mirar al segundo de los Imaushi frente a ella.
- ¿Tachibana? - Abel se incó y caballerosamente tomó el teléfono de Hina. - Ten - Se lo extendió y ella absorta sólo pestañeo sin aún reponder o siquiera tomar del celular . - ¡Tachibana! - Hasta que el azabache levantó más la voz.
Fue entonces, cuando la chica de cabello salmón, cayó en cuenta.
- S-si, gracias Abel. - Hina tomó del celular.
Y él sonrió de lado.
- Estás muy distraída el día de hoy, Tachibana.
- S-si, sólo no esperaba, bueno.
- ¿Se dañó tu teléfono?
Hina miró del aparato pero no encontró daño alguno.
- No, no no te preocupes, no le pasó nada - Hina observó el rostro del Imaushi - Oye ¿Estás bien? - Directamente preguntó la chica.
Abel la miró con sus hermosos ojos carmesí, y moja de sus labios, algo debía reconocer, la chica es hermosa, pero su mente sólo la traía el dolor que aún sentía por Emma.
Unos pequeños segundos bastaron para que Abel formulara su respuesta.
- Claro, estoy bien - Sonrió mostrando lo blanquecino de todos sus dientes, pero Hina no quedó conforme con esa respuesta.
- ¡Abel! - Una voz masculina se escuchó por detrás del chico.
Para él no fue difícil reconocerla, sabía con exactitud de quién se trataba, Abel se dió media vuelta, cruzando su mirada con esos ojos morados de Haruto Imaushi. El cuál le miró hasta con rabia.
- A ¿Que haces aquí? - Pregunta indiferente y mirándolo ferozmente metiendo sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón escolar.
Haruto apretó de su mandíbula y bruscamente toma del brazo de Abel.
- Me vas a escuchar en estos momentos, mocoso estúpido - Insultó sin censura y con el coraje evidente en su tono de voz.
Hina agrandó un poco sus ojos color salmón, algo impactada ante la fuerte escena agredida frente a ella.
Cegandose de rabia, Abel se suelta del agarre y frunce el ceño cabreado.
- Tachibana, luego hablamos. - Le dijo el Imaushi sin siquiera verla, lo único que le importaba en esos momentos, era partirle la cara a Haruto hasta que sus nudillos sangraran si era posible.
Hina asíntió e hizo una reverencia tomando camino hacía otro lado, pero sin dejar de mirar al Imaushi, incluso al llegar a la vuelta de un pilar , lo observó por última vez. Muerde de su labio inferior, algo asustada y temerosa, jamás había visto al señor Imaushi y a Abel a un nivel como ese.
Al ambos quedar solos, sus miradas cruzadas fueron totales.
- ¿Que quieres? Yo no tengo nada que hablar contigo, Wakasa está en su facultad, y Rebeca tampoco está y ella no sé dónde fregados está.
- Precisamente por eso vengo ¿Cómo está eso de que agrediste a tu hermana verbalmente?
- A ver agredido, no eh, primero infórmate bien primero, me sorprende de un banquero tan... reconocido - Hizo énfasis con sus dedos. - Sea tan ignorante-
El chico no terminó de hablar cuando, su padre ya lo había tomado del cuello de la camisa, y agito con fuerza.
No muy lejos de ahí, Rekka iba llegando al colegio bajando de su lujoso auto, despidiéndose amablemente de su chófer. Pero su mirada café, se cruzó con una escena algo para nada de su gusto.
- A mi me vas a escuchar, basca de los Imaushi, la vergüenza de ¡MI! - Enfatizó con furia - familia, en primer lugar tú no debiste de haber nacido, con Wakasa y Rebeca estábamos bien, pero no, tenias que aparecer, y ser la puta vergüenza.
Abel chirrio sus dientes, el recuerdo de las palabras de su padre de niño llegaron de nuevo a su mente.
Los hombres no lloran, los hombres no lloran
Fuertemente el chico se soltó del agarre, siendo vistos de lejos por Emma, quien preocupada llevó su mano a su boca para cubrir de ella. Queriendo acercarse y ayudar al Imaushi.
- Le hubieras dicho a mi mamá que me abortara entonces, si en realidad soy una vergüenza para la familia.
- Lo hubiera hecho, créeme, pero tu mamá se aferró a ti.
Inconscientemente Abel empuño su mano, listo para golpear a su padre si continuaba con sus palabras duras. Pero justo antes de que eso sucediera, pareciera que un ángel llegó a salvarlo de cometer tal atrocidad.
- ¡¿Qué le pasa?! - Interrumpió la guapa mujer, frunciendo el ceño.
Haruto miró a Rekka, con la mirada llena de furia. Atrevidamente Rekka tomó del puño de Abel para suavizarlo.
Y ese suave tacto hasta maternal, lo hizo tranquilizarse un poco.
- Señora, no se meta en lo que no le importa.
- Señorita, aunque le sea más difícil.
- ¿Señorita? ¿Que?
- Oiga ¿Que le pasa al hablarle de esa manera a su hijo? ¿Qué está loco? ¿No piensa en el daño interior que le está haciendo al niño? A los hijos no se les habla así ¿Que le pasa? ¿Es usted idiota o qué?
- Mire señora, no permitiré qué me hable de esa manera, a mi se me implanta y habla con respeto.
- ¿Con el mismo respeto al que le habla a su hijo? ¿Con ese respeto quiere que le hable? Yo encantada eh.
Abel rió por lo bajo, al escuchar como alguien como Rekka le hablara así a su padre.
- Con el respeto que me merezco, al ser de los banqueros, más específico dueño, de un banco ¿Le quedó claro?
- Pues a mi no me queda nada claro, porque yo suelo a tratar a la gente a como veo que tratan a los suyos.
El segundo de los Imaushi sonrió de lado y se puso en medio de su padre y de la señora Izumi.
- Señora Izumi , muchas gracias enserio, pero creame no vale la pena alegar con este señor.
- Más respeto, jovencito que no respondo.
- Y yo seré la que responda si usted no le baja a su teatrito de padre mamon.
El hombre de buen ver suspiró, y contó hasta tres relajando su enojo, pero le era algo difícil, esa mujer le estaba colmando la paciencia.
- Sabía que las mujeres de su tipo. Eran intensas, pero no sabía que les encantaba meterse en lo que no les importa.
Rekka hizo un mechón de su cabello hacía atrás.
- ¿Y... que tipo de mujer soy yo? Según usted.
- No hace falta que se lo mencione sabe perfectamente a lo que me refiero.
- No, no lo sé y me gustaría que me lo dijera.
- Mire, sexologa.
- ¿Sexologa?
- Me quita mi valioso tiempo, y yo si gano dinero, millones por minuto o segundo de mi vida.
- Si, tiene razón en cualquier momento puede caer muerto con tantos años, imagínese.
Haruto mordió su mandíbula y negó con la cabeza, mientras Abel mantenía una sonrisa divertida en sus labios.
- Luego hablamos bien, Abel. - El señor Imaushi se retiró totalmente cabreado.
Después Abel mira a Rekka y dulcemente le sonríe.
- Usted, es muy valiente, mamá de Yoko.
- Llámame Rekka ¿Si? Y no es que sea valiente niño, es que eres su hijo ¿Cómo se atreve a decirte todas esas estupideces? Ese hombre no tiene prejuicios ni perdón de Dios, yo lo último que haría sería hablarle así a mi hija.
- Yoko es afortunada por tenerla como mamá.
La guapa mujer sonrió y acarició la mejilla del Imaushi.
- A los hijos se les impone mano dura, claro que sí pero ¿sabes cuando? Cuando realmente lo necesitan y hay de manos duras a manos duras - Retiró su mano de la mejilla del Imaushi - El rostro ni la cabeza del niño o niña se toca con mano dura ¿entiendes? Prometeme que cuando tengas hijos, no los tratarás como él te trata a ti.
- Señora Rekka, eso jamás jamás pasará, no trataría a mis hijos como él me trató a mí.
- Bueno, eso espero eh.
Imaushi sonrió
- Bueno, y ahora te dejo porque debo ir a buscar a mi niña ¿Está bien?
- Si, si, claro adelante.
La castaña se retiró, y cuando Abel alza la mirada se cruza con la de Emma, quién continuaba observando todo, ambos se quedaron mirando a los ojos, pero es cuando la chica decide huir, dejando un sabor amargo de boca en Abel.
***
- Nunca creí que comieras hamburguesas y esas cosas, Yoko - Comentó Keisuke sonriendo de lado.
- ¿Cómo porqué creíste eso?
- Bueno, creí que te cuidabas mucho la figura y eso, ya qué pues tienes un cuerpazo y pensé que lo hacías de esa manera.
La castaña río por lo bajo.
- Calla, y come un poco.
Yoko acercó el bocado de hamburguesa a la boca del azabache y este abrió de ella para recibirla.
(Créditos al arte para: @gilbertvalech asi aparece en Twitter, super mega recomendado, y pues el personaje de Yoko Izumi es exclusivamente mia al igual que el fic, no se permite su uso sin mi concentimiento)
- ¡Yoko! - Le llamó un poco con voz alza.
Ambos chicos voltearon. Baji sonrió galante para la señora Izumi y Yoko solo la miró no muy grata por su sorpresa.
- ¿Que haces aquí?
- Señora Rekka, es un placer que tenerla en el colegio - Coqueto definiría muy bien el tono de voz del chico.
- ¿Puede dejarnos solos, joven Baji?
- Si, si claro compromiso, adiós Yoko, hablamos luego, señora Rekka - Keisuke hizo una reverencia y se retiró del lugar.
Rekka posó sus ojos sobre la pequeña joven. Ella le devolvió la mirada.
- ¿Que pasó, madre? ¿No ves que andaba ocupada? - Soltó algo ácida, ya iban dos ocasiones en las que notaba como Keisuke coqueteaba con su madre. - ¿No se supone que te ibas a ir unos días de Japón?
- En estos mismos momentos, me vas a decir ¿Cómo es que metiste a un hombre a la casa, y mientras mi presencia no estaba ahí?
Yoko agrando sus ojos sorprendida, entreabriendo sus labios rosados. ¿Cómo fue que su madre se había enterado?
- ¿Qué dijiste? Aprovecho que mi mamá no está y meteré a un muchacho - Una vena inflamada en la frente de Rekka se hizo presente.
- No, mamá, espera ¿Porqué dices esas cosas? Yo, yo no, yo no met-
- ¡No me mientas Yoko! Como yo me haya enterado ese no es tu asunto tuyo.
- Claro que sí lo es, porque te están mintiendo.
La decepción se apoderó del interior de Rekka, con desilusión miró a su bebé, su única bebé, quién ahora le estaba mintiendo en su propia cara. La guapa castaña cerró sus ojos por escasos segundos, sintiendo como quería derramar lágrimas en esos momentos.
- Me has...decepcionado tanto, Yoko, enserio que tú me mientas en mi propia cara, es lamentable.
Yoko sabía que extraña vez, discutía con Rekka, pero últimamente había acciones que ya no le estaban pareciendo.
-Con el dolor de mi alma, pero no irás a la casa, hasta que regreses de las cabañas.
- Pues que bueno, porque no quería ir, es más si quieres me la paso aquí en el colegio en todas las vacaciones. No te preocupes eh.
- Osea que prefieres eso, que simplemente decirme la verdad.
La castaña fuertemente suspira. Analizando la situación, y es cuando le llega el remordimiento de como trató a su madre.
- Perdón, mamá, tiene razón. Metí a alguien.
- ¿Y porqué me mientes?
- Acto inmaduro de mi parte, perdón enserio.
Rekka masajeo la mejilla de su hija.
- No lo vuelvas a hacer ¿si? Te lo pido.
Los ojos azul cielo de la chica observaban a su mamá, y ella sólo asíntio.
- Debo irme, tengo, tengo clases pendientes.
La atractiva mujer madura, aproximó sus labios para depositarle un beso en la mejilla de su hija, Yoko lo recibió, pero no devolvió el gesto sólo se retiró, consternada, quedó la señora Izumi.
***
>Al día siguiente <
Miércoles
Yuzuha caminaba por los pasillos del colegio, en compañía de Chifuyu, conversaban sobre como la habían pasado el fin. Pero es cuando Matsuno detecta la linda carita de la Shiba, algo abatida.
- ¿Que te sucede?
La chica se recarga sobre la pared y mira al suelo, su mente la traicionaba recordándole sobre los últimos rumores de Mitsuya padre.
- ¿Yuzuha?
- ¿Sabes? Chifuyu a veces.. - su mirada se posó hacía la nada y al frente - Me siento tan insuficiente mujer.
- ¿Qué? ¿Por qué?
- Yo, no lo sé, no lo sé, me siento que, valgo madre como mujer. - Sus ojos comenzaban a nublarse
- ¿Qué? Yuzuha ¿De dónde sacas todas esas tarugadas? ¿No te das cuenta de lo hermosa, preciosa que eres?
- No hablo solo del físico, Chifuyu, habló de hasta mi integridad como mujer
- Yuzuha, no sé de dónde estés sacando esas pendejadas enserio, pero no tienes ni idea de lo que estas diciendo, eres hermosa, divina, tu forma de ser- El rubio tomó las patillas de la chica y unió su frente con la de ella - Tu forma de ser explosiva es única, la manera en que defiendes a los demás, es admirable.
- Pero, no sé, no tengo lujos, ni dinero, ni-
- ¡Yuzuha! - Sus ojos verdes se clavaron en los melocotón de ella, detectó la tristeza y el sufrimiento que han tenido - No digas estupideces porfavor ¿Desde cuando eso te importado? Te desconozco, si tú y yo hemos sido muy buenos amigos, a sido gracias a ello, porque odias las injusticias al igual que yo, y te chocan los niños matricula que están aquí, en este puto colegio de mierda, no eres como Senju, o Sakura, Hannah en fin, tú si eres una chica hecha y derecha y quién se atreva a decir lo contrario, le parto la cara.
El duro, pero dulce corazón a la vez de la Shiba, latió, le dio mucha felicidad saber que en verdad, tenía un amigo con Matsuno.
- Gracias, Fuyu.
- A mi no me des las gracias, que yo por ti, doy hasta lo que no.
Justo en esos momentos, Senju, venía en compañía de Mitsuya, y sus oídos escucharon claramente esas palabras salir de la voz del rubio. La albina apretó sus dientes y se tomó del brazo de Takashi.
Y al momento de el rubio escuchar los pasos, separó su frente de la de su amiga y miró a los pijos. Yuzuha aprovecha y se esconde un poco detrás de Chifuyu para limpiar las rezagadas lagrimas que quisieron salir.
- ¿Que hacen aquí? ¿No ven que estamos en una platica los dos?
- El colegio es inmenso y podemos estar dónde queramos eh, Chifuyu.
- Vaya, al menos no me dijiste chacal, o naco.
La albina quedó extrañada, ¿no se suponía que la relación entre ellos había mejorado?
Mitsuya miró a Yuzuha quién era demasiado notable la vista nublada.
- ¿Estás bien, Yuzuha? - Pregunta el de cabello lavanda con tono evidentemente preocupado.
Ella lo mira, y sólo recuerda los pequeños buenos momentos en los que la hizo sentir muy bien y feliz, Shiba asiente.
- ¿Ya pensaste en un nombre para tu hijo? O más bien ¿Ya contentaste a tu papi? Porque Tadashi estaba encabronado eh.
Soltó queriendo pintar una sonrisa hipócrita en sus labios . Porque lo verdadero era que por dentro le dolía.
- A ver, platicame de ¿Que se siente ser papa?
Senju sorprendida entre abre sus labios.
-¡ Oyeme! , más respeto eh, ni sabes que onda y ya le estás echando la bronca a Takashi sobre el embarazo de Lin.
Yuzuha solto una risa divertida.
- Son los hechos, madre.
- Ni sabes que sucedió Yuzuha.
- No, pero los anónimos casi nunca mienten.
- Parece que no sabes lo que decían de nosotros... Entonces, ¿Ahí no mentian?
La chica miró al lavanda con furia.
- Dejala en paz - Soltó el rubio colocándose frente a ella.
- Yo me puedo defender sola, Chifuyu, muchas gracias.
- Lo sé, pero me da rabia ver cuando este niño rico te quiere molestar o decir cosas.
- ¿Te gusta ella o qué? - Soltó a la defensiva la Akashi.
Matsuno alzó su ceja divertida, al ver el gesto de celos de Senju.
- ¿Y si asi fuera qué? ¿De nuevo vienes con esa pregunta? Senju ya reconocelo, te dan celos. Lo sé
- ¿Qué? ¿A mí? - Rio sarcástica - Primero muerta que tener esos celos. Mucho más a la naca esta de calle.
- Pues creeme, al menos es menos frívola y sabe lo que quiere y no se preocupa por los estereotipos de la sociedad.
- Chifuyu, ya no lo alegues, no tiene sentido que te pongas a pelear con personas descerebradas.
Yuzuha tomó del brazo a Chifuyu, y se dieron media vuelta, pero antes de que pudieran retirarse, de Impulso Takashi tomó el brazo de Yuzuha. De inmediato el rostro del de ojos verdes se frunció y empujó del pecho a Mitsuya.
- ¡No te atrevas a ponerle un dedo encima, pendejo!
- ¿Qué? ¿Te me vas a poner al tiro, pendejo?
- No, Chifuyu no lo hagas, no vale la pena - Yuzuha miró a los ojos color lavanda de Takashi - Tu para mi ya no existe, para mí sólo eres un bulto más en esta escuela ¿Entiendes? - La chica sonrió - Así que dejame en paz, idiota.
Yuzuha palmeo un poco el pecho del lavanda y se retiró en compañía de Chifuyu.
Dejando a Senju y a Mitsuya con un mal sabro de boca.
***
>Campus : Universitario <
Liz caminaba por el pasto, hasta que se detuvo por mirar a Akane sentada con Savannah. La pelirroja la miró sobre el hombro y luego alargó sus labios.
Antes de la castaña llegar, Cumberdale se pone de pie.
- Akane, luego te miro ¿si?
- ¿Te vas porque ya viene Liz?
- Ya sabes que me he alejado de ellas, además, hoy hay clase de natación y quiero ir a zorrear al profe - La linda pelirroja dió una pequeña risa delatadora - Así que bye bye.
Savannah se puso de pie, tomó sus libros y se retiró de la mesa, la rubia la observó, y antes de que Liz tomara lugar, es Seishu quién llegó a besar la mejilla de la rubia.
- Seishu.
- Hola hermanita.
- ¿Cómo estás bebé?
Liz tomó lugar en la misma mesa, saludando a ambos hermanos.
- Luego hablamos, Akane - Inupi besó de nuevo la mejilla de la rubia y se retiró. Es cuando la chica posa sus hermosos ojos verde pistacho sobre su amiga castaña.
Y no pierde el tiempo en darse cuenta de las marcas rojas en su cuello, de inmediato la mirada de Inui se agrandó.
- Wow ¿Que te pasó a ti?
- Oh, esto, no es nada. - Se intentó cubrir con el cuello de la camisa.
- No, no es nada
Akane rio divertida
- Estuvo buena la noche ¿no?
- Ni que lo digas, ni que lo digas.
- Eso deja en aprobación lo que los anónimos dijeron sobre ti y Mikey ¿no?
Liz río con un poco de malicia. Pero esa risa no tarda en difuminarse cuando miró a un chico de cabello azabache y ojos miel aproximarse a ellas.
- Que buen par de bragas me e encontrado el día de hoy - Soltó galán, o al menos, eso creyeron él.
- Hanma, no no, no estamos de humor para tus chistes de conquiste.
- No son chistes, habló con la pura verdad - Su mirada no tardó en encontrarse con la de Liz. - ¿Es cierto lo que dijeron de ti y Mikey?
- ¿Y a ti que te importa si es verdad?
Shuji se encogió de hombros.
- En realidad no me importa, pero deberías de tener cuidado de a dónde y con quién te metes primor, luego te miran y te publican en los mitotes y no creo que eso te guste mucho.
- Hablas como si fueras el de los anónimos.
Hanma sonrió de lado, excesivamente divertido.
- ¡Hanma! - Le llamó Kisaki en voz alta.
- ¿Eh? ¿Que sucede , Kisaki?
- Deja de perder el tiempo y apresurate.
Shuji rio, pero asíntio al mismo tiempo, luego es cuando mira de nuevo hacía Liz, esbozando una sonrisa burlona.
- El diablo anda suelto.
Ella devolvió la sonrisa. Acercándose un poco a él.
- Y créeme que no querrá toparse conmigo.
- Se va a saber, linda.
- ¡Hanma! - De nuevo el llamado.
El azabache miró por última vez a Liz, sonrió tan lujuriosa y divertidamente, y en acto seguido se puso de pie abandonando el lugar. Akane miró extrañada a Liz, iba a hacerle un comentario, pero su atención se la llevó el chico azabache de ojos rasgados, quién caminaba por ahí cercas en compañía de Benkei y Takeomi, una escena algo extraña para ella, pero no dejaba de sentir algo al mirarlo y no poder acercarse a él.
***
~Habitación 312~
Chiara Esposito
Selena Bowie
Nani Wong
Chiara ingresó a su habitación, seguido de Hakkai. Habían ido ahí para buscar el teléfono de la chica que se le había olvidado.
-Apurémonos para que Amanda no te regañe - comento Chiara mientras tomaba su teléfono del buro. Luego se giro y sonrío al peliazul, que miraba unas fotos en la repisa del lado de su mejor amiga.
-¿Cuanto tiempo tienes en Ayome? - pregunta Hakkai sin dejar de mirar las fotos.
-Ingrese en ultimo de prepa - comenta también mirando las fotos - Enseguida Selena y Jhonny se volvieron mis mejores amigos. Cuando me quede con mi tía y decidí continuar mis estudios aquí, nunca imagine que los encontrarías a ellos. Los amo mucho ¿Tú tienes un mejor amigo o mejor amiga?
Chiara ubico su barbilla en su hombro.
-Tenía un mejor amigo, Tsunayoshi, pero él se mudo de mi vecindario. Tengo tiempo que no sé nada de él.
La peliverde lo tomo de la mano y Hakkai la miro, ella le sonríe con sus ojos color miel. Hasta que fue acercando su rostro, él esta vez no se puso nervioso, pero la frustración por no sentir deseo ante el beso previo lo hizo de nuevo molestarse.
Fue cuando la puerta se abrió y una rubia de ojos morados ingreso con expresión molesta.
-¿Selena? - Chiara se dio cuenta del estado de la chica.
-Oh, Chia - miro a Hakkai - Buenas tardes.
-Hola, Selena.
Si bien ya habían sido presentados, aun no convivía mucho con los amigos de Chiara.
De inmediato ambos se dieron cuenta de los ojos nublados de la rubia.
-Me iré para hables con tu amiga ¿vale? - le dice Hakkai.
Esposito le sonrío agradecida.
-Nos vemos al rato - le dio un beso en su mejilla.
Shiba se despidió de Bowie y salió de la habitación.
***
Draken miraba el cielo azul, con sus brazos recostados sobre su cabeza, y por un lado de él, se ubicaba Manjiro Sano.
Rutinariamente, miraban a las nubes y le buscaban forma divertidas.
Draken señaló una, su comentario o parentesco provocó a Mikey carcajear.
- Oye Mikey.
- Dime.
Antes de soltar una palabra de nuevo, el rubio fuertemente suspira y entrelaza sus dedos sobre su abdomen.
- ¿Es cierto lo que dijeron de ti y la tal Liz?
Manjiro quedó en un pequeño silencio.
- Mira, Draken, esto no es algo que yo esté acostumbrado a hablar, pero me caes tan bien cabron, que no te lo voy a negar...si tuve mis queberes con Liz, per-
- ¡Draken! - Una linda voz femenina llamó la atención de ambos chicos.
- Allie - Ryuguji sonrió de lado.
- ¿Que hacen?
La azabache se colocó frente a ambos, con esa mini faldita, a lo cual fue demasiado inevitable que no le dieran un zorreandon. Mikey sonrió de lado y rio un poco tras acabar de tener una idea, algo pervertida pero divertida a la vez.
- ¡Mira Allie allá! - Exclamó exaltado y señaló con su dedo.
Harrginton dio media vuelta, haciendo caso hacía dónde el Sano le indicaba, siendo imposible que su falda no girara con el movimiento que hizo.
- Lindas bragas de pikachu.
Draken abrió sus labios sorprendido, incluso queriendo reír.
- Te has pasado - Dijo Ken con una pequeña risa.
Allie se dio media vuelta con un sonrojo muy potente , pero al mismo tiempo sonriendo para Manjiro.
- ¿Disfrutó el show de mis bragas, señor Sano? - Pregunto coqueta.
-Como no tienes una idea, Allie.
- Que bueno porque de esta, no te salvas idiota.
Y la chica se posa arriba de Mikey jalandolo del cuello de la camisa para zarandearlo.
- ¡Draken! ¡Ayudame! - Le pedía el segundo de los Sano.
- Ni modo señor pague las consecuencias.
- ¡Draken!
Es cuando Ken se pone de pie y camina para cargar a Allie y quitársela de encima. Aprovechando el momento Mikey se pone de pie.
- Sabía que algo bueno tenias que tener como becada.
- ¡Mikey! - Le regaño Draken.
Allie frunció el ceño y se le quería dejar ir a Mikey pero Ryuguji lo impedía, de no ser por ese último comentario ofensivo de parte de Manjiro, Allie no se hubiera cabreado, pero sin algo más que agregar el rubio los abandonó. Y lentamente Draken soltó a Harrginton.
- ¡Suéltame! ¡Es un idiota!
- Oye reconozco que no esperaba eso.
- ¿Es igual que Hanma?
- No, no para nada, no creo que haya poder humano que le pueda ganar a Hanma.
Ese último comentario suavizó un poco la situación, y ya Allie soltó una risa dejando de lado el lado amargo de lo recién ocurrido.
- Oye ¿Y qué pasó?
- A si, sólo quería decirte que te miro al rato para ponernos de acuerdo con el proyecto de Histología para comenzar a hacerlo, te iba a mandar mensaje pero justo en esos momentos te miré aquí cercas.
- Perfecto, entonces ten por seguro que así será - Le sonrió y ella devolvió la sonrisa, pero luego difumino un poco al recordar que su mamá estuvo un poco de mala de salud los últimos días.
- Hey ¿Que pasa?
Allie suspira fuertemente y agacha la mirada
- No es nada.
- ¿Segura? ¿O es por el tema de los piojos?
- ¿¡Queee!? Ay no, ni al caso, ni tengo no sé porqué dijeron eso, son unos pendejos.
- Jamás les creí.
- Pero si quieres te paso unos para que te brinquen a la pelona.
Ryuguji rio.
- sabes que tienes toda la confianza de decirme que te sucede.
Allie suspira.
- Bueno, es que...mi mamá a estado un poco mala de salud, entonces, eso me tiene así.
- Entiendo - Comento el chico asintiendo, pero tomándola en un abrazo compasivo. - ¿Está muy mala?
- Derrepente se pone mal, y derrepente está bien.
- Se trata de una enfermedad entonces, mira Allie, lo único que puedes hacer ahí, es ir cada fin de semana que puedas con ella ¿si? No es como que tengas muchas opciones ahorita.
Allie asíntió entre los fuertes brazos de Ken, pero jamás se dieron cuenta que estaban siendo observados por Rebeca, algo que si podía ser sincera con ella misma, no le gustaba para nada. No espero a seguir viendo y se retiró algo amarga, pero al menos, no como ella creyó, conociendose lo celosa que era.
Al ellos soltarse del abrazo Draken le dio un beso en la cabeza a Allie.
- Por cierto, si te quedan esos calzones de pickachu.
Allie río.
- Valiste madre, Draken.
El rubio carcajeo pero salió huyendo antes de recibir una zarandeada de Allie.
***
Mikey corrió hasta toparse y chocar con Abel, haciendo que los libros que traía en mano el azabache se le cayeran.
- ¡Fijate por donde v- Pero Imaushi detuvo sus palabras al cruzar su mirada con Manjiro. - Mikey.
- Abel.
- De todas las personas en este colegio, tenía que cruzarme contigo.
- Pues que imbécil, lo arreglamos de una vez. Recuerda que tenemos un pequeño pendiente. Pedante imbécil.
- ¿A si? No me tientes eh, no me tientes Manjiro que ahorita nos partimos la puta cara.
- No te voy a decir que no Imaushi.
En medio de ambos, llegó Mary, cruzandose de brazos.
- Imaushi, Sano.
- Mary, que hermosa, hermosa te ves el día de hoy. - Abel se acercó a la guapa secretaria y la abrazó.
Mary rodó sus ojos. Y luego sonrió.
- No me convencerás, Imaushi. Escuché que ya querían darse en su.. ¿Puta cara?
- Ay Mary bonita, preciosa - Del otro lado Mikey se acercó a ella para abrazarla también.
Los dos chicos claramente haciéndole la barba a la guapa mujer.
- No me convencerán.
- Hueles, super rico hoy, Mary.
- Si, creo que tu aroma, a sido lo más rico y delicioso que mis fosas nasales han detectado.
La secretaría río.
- A ver ¿Están peleados o qué? O ¿Porqué se iban a dar en la madre? - Mary se cruzó de brazos.
Mikey miró a Abel, y él devolvió su mirada.
- Tuvimos un pequeño problema, es todo.
- Niños, no los quiero dándose en...dónde dijeron, los quiero rectos, son hijos de gente muy importante, caray, no pueden estar peleándose como verduleros.
Ambos soltaron una risa.
- Además, por la secretaria de prepa, sé que ambos llevan buena amistad de hace años ¿que a sido diferente, jóvenes?
Por la mente de Abel llegó el momento en el que Mikey agredió a Rebe. Y también a la de él, llegó ese momento, haciéndolo sentir mal, pues con la Imaushi, esa chica de cabello azul que lo tenía loco, jamás se había portado así.
- Creo que, por primera vez en mucho, mucho tiempo, reconozco que esta vez, yo la cague.
La confesión del Sano, llamó la atención tanto de Mary como de Abel.
- ¿Que estás diciendo?
- Lo que escuchaste, no fueron mis intenciones agredir a tu hermana, pero ese dia me boto el tapón y no me agarro en mis cinco minutos. Además yo jamás, jamás había sido así con ella, puedo incluir que hasta me desconocí totalmente.
Abel sonrió de lado y acarició el hombro de Mikey.
- Ese culeadon que te dio Liz, al menos te mejoró el humor ¿no? Se te nota hasta por los derrames que tienes en el cuello.
Mikey deslumbró con una carcajada. En ningún momento, o más bien, Imaushi olvidó que la autoridad de Mary aún se encontraba con ellos y no le importó hablar de más.
- ¿Que?
- Mary, tan guapa como siempre, oye ¿Puedes ayudarme a buscar a Rebeca?
- No, espera - Abel la tomó de los brazos y le dio media vuelta para llevarla a otro lugar lejos.
- Mikey, gracias por las disculpas, luego hablamos. A y también pídeselas a Rebe, te lo pido.
- Imaushi, espere.
- No, Mary ayudame a buscar a Rebeca porfavor.
El lugar quedó solo, y Mikey caminó hacía otro lugar, en dirección a la cafetería, pues había hora libre y aún no había mucho que hacer.
Al ingresar al lugar, se encontró con Keisuke, y no la pensó en ir con él. Pero durante el trayecto, miró hacía un lado y se encontró con Emma, quien estaba sentada con Alice, su mirada negra se cruzó con la verde de la chica, Mikey alargó sus labios y miró tan penetrantemente a la Matsuno.
Ella sintió que su pecho ardía y quería hacerse chiquita, incluso huir del lugar, no había visto a Mikey desde su confesión y ahora sólo sentía que todo se le derrumbaria. Pues no hubo respuesta positiva por parte de él, y no creería que en algún momento, habría.
Manjiro no retiró sus ojos de la peli plateada, no podía, esa última confesión lo dejó absorto y confuso, Alice desvió su mirada hacía otro lado, normalizó un poco sus nervios y volvió para con Mikey, y es cuando el Baji empieza a burlarse del rubio por los chupetes que Alice no había visto, hasta ese momento gracias al azabache.
Algo dentro de ella sintió que se derrumbó, y la hizo caer en cuenta de que su confesión, había sido ignorada y mandada a la mierda, su mente traicionera y frustrada, le trajo al recuerdo del pequeño y delgado cuerpo de la chica castaña llamada Liz, su autoestima comenzaba a de caer de nuevo, pasa saliva por si garganta la que sintió seca de golpe.
Pues ¿Cómo sería posible que Mikey preferiría a una chica de su talla, en lugar de una chica talla pequeña? Además de toda bonita.
Emma no pudo ignorar los gestos fáciles de Alice y sintió un poco de preocupación.
- Alice ¿Todo bien? ¿Que te sucede?
- Emma perdón, dile a Choji que lo miro después.
La chica robusta se puso de pie, su trastorno del peso y autoestima la comenzó a consumir, y el impulso de actuar de nuevo psra vomitar, la dominó, y corriendo se dirigió a su habitación.
- ¡Ali-
- Emma.
Pero ya Emma no pudo salir corriendo tras la chica. Ya que otra rubia se le puso encima.
- ¿Que quieres, Annie?
- ¿Que quiero? ¡Quiero saber porque fregados le metes ideas a Abel que yo fui la que destruyó lo que supuestamente ustedes dos tenían algo!.
Emma agrandó sus bellos ojos, apenas si podía creer lo que la joven Sketch le estaba diciendo.
- ¿Perdón? ¿Que dijiste?
- Lo que escuchaste.
- Ok, mira, intensa.
- ¿Intensa?
- ¡Si! ¡Intensa! Porque eso es lo único que e visto que le causas a Abel, déjalo en paz ¿que quieres de él? Ni al caso tú con él, grabatelo muy bien, Abel no está interesado en ti, en lo absoluto reina, no sé de dónde sacas que yo le dije algo a Abel de ti, ni al caso, no eres el ombligo del mundo.
- Mira, hija de papi y mami que no sabe ni la mitad de lo que realmente es el mundo de afuera y sólo vive en una burbuja protectora, bajo la sombra de sus hermanos mayores, que no más te pasa algo y corren a ti.
- ¡Al menos se lo suficiente como para saber que no tienes dignidad, y estás esperanzada a que un muchacho te haga caso, pero no es así, el no lo hará, no le interesas para nada! Además eres solo una pinche vieja aferrada a un hombre que lo único que quiere es alejarse de ti, y si lo sé, porque cuando se acostaba conmigo, me lo decía. Me decía lo mucho que le repugnabas.
- ¡Al menos conmigo fue sincero! ¿Y contigo? Yo veo que solo se acostaba contigo- Sonrió cínica - Pero ¿Y que lograste con ello? ¿Acaso tuvieron una relación? ¿Tuvieron algo? ¿No verdad? - Esta vez, no sólo fue una sonrisa fue una risa descarada - Sólo eras su puta, la que le quitaba las ganas.
Y algo dentro de la Sano, se rompió y levantó su mano para abofetear a Annie.
- ¡Eres una maldita estúpida!
- Me pusiste una mano encima.
- Y si quiero te pongo otra ¿Cómo la vez? Pero a mi no me vengas a insultar.
- Yo te insulto lo que quiera, porque te estás metiendo con quién no debes.
- Que miedo me das, pinche arrastrada.
Enfurecida, la rubia de mechas azules tomó del cabello a Emma, y ambas llegaron al piso, comenzando una pelea entre ellas, de inmediato los presentes se ponen de pie y Esteban no tarda en llegar, ni Shinichiro para tomar a su hermana de la cintura, y Esteban a Annie.
- ¡Suéltame, Shinichiro!
- ¿Qué estás haciendo, Emma?
- ¿¡Porqué están pelando como verduleras!? - Exclamó Esteban.
- Esta muñequita de porcela comenzó - Chirrio en voz alta Annie.
- ¡Porqué esta arrastrada me cucó!
- ¿Arrastrada?
- ¡Qué si! Eso es lo que eres.
Mucha bulla y las chicas de nuevo se acercaban para tomarse y pelearse, pero Esteban y Shinichiro lo evitaron.
- ¡A ver! ¡Se me calman las dos! No toleraré estos..actos indebidos, ni mucho menos en mi turno, nos vamos a la dirección.
- ¡Pero la agredida aquí fui yo Esteban! - Mustio Annie.
- Me importa una mierda quién comenzó, nos vamos los tres.
- Shinichiro.
- No puedo hacer nada ahí, Emma dejaste que el coraje te cegara.
Emma hizo un puchero en su rostro y caminó detrás del prefecto.
***
Alice trazaba líneas irregulares en su cuaderno, aun no se sentía bien desde que se le confesó a Mikey ¿Cómo demonios se le ocurrió hacerlo en primer lugar? Froto su cabeza desesperada.
-¡Alice!
Alzó su cabeza para mirar a Kakucho acercarse.
-Oye, te tengo noticias - le sonrío su mejor amigo.
-¿noticias?
-Si - tomo asiento a su lado - ¿Te gusta el arte no es así?
-Si, me gusta mucho. Pero supongo que eso no es novedad para ti.
-Bueno señorita, en enero habrá una exposición y quiero llevarte - le sonrío amistoso Kakucho, extendiéndole un folleto.
Alice lo tomo entre sus manos y sonrío apenas leyendo el eslogan.
-Pinta de maravilla.
Kakucho enseguida detecto que Alice no estaba bien.
-¿Te pasa algo?
-¿Eh?
-Si, te sucede algo. No me mientas.
Alice lo miro a los ojos y suspiró, la verdad que no quería molestar ese día a Kakucho con su cosas.
-Lo que pasa es que me duele mucho el vientre - se sobo su barriga - Ya sabes, nosotros las chicas y la menstruación.
-¿Segura? - alzo una ceja no muy convencido.
-Pues claro, la menstruación es cosa seria - suspiró - Mas bien ¿Me acompañas por una pastilla y vaso con agua? - prosiguió con su pantomima.
-Bueno, vamos - Kakucho aun no se veía convencido, pero acompaño a su mejor amiga.
***
Shinichiro caminaba hacía donde hace unos instantes estaba, antes de que su hermana creará una escena delante de todos.
- Perfecto, Emma prepárate para salir en el anónimo el lunes, esto es algo que imposible de que el estúpido de los anónimos no lo haga público - Ya frustrado pasa su mano por su cabello negro crespo, y justo al levantar la mirada observa a Yuzuha caminar junto con Yoko, Takemichi y Chifuyu.
Tristemente recuerda la última conversación que tuvieron y eso de nuevo lo chasca de su tranquilidad, pero la vibración de su teléfono lo sacó de su horrible momento.
Renata
"Muchas gracias por haber estado conmigo en los momentos que más te necesite"
El mayor de los Sano alarga sus labios, y cuando menos lo creyó, ya había llegado con Takeomi, Vicky, Taiju y Erin.
- ¿Que no Sayuri estaba aquí?
- Si, pero su papá vino a visitarla a ella y a su hermana.
- Mmmmh, entiendo.
- Oye ¿Y no te han hablado con respecto a lo de Emma? No no, para nada, aún no sé si ya le están poniendo un reporte rojo, no lo sé.
- Se agarró bien chingon tu hermana a la otra rubia - Comenta Erin extremadamente divertida.
- Bueno, creo que Annie ya lo merecía, pero también Emma no se fue limpia.
- Ay no, pero ya era hora que alguien le diera su merecido a la otra chica ¿no es así, Taiju? - Pregunta la azabache, pero no recibe respuesta.
El Shiba estaba en las nubes, y su mano sobre sus labios ¿y como no? Si su mente sólo le traía a vivo recuerdo el beso con la directora, no había podido hablar con ella después de eso, solo esperaba y no lo fueran a expulsar pero ¿Que más daba? Consiguió lo que más quiso desde que miró a esa guapa directora.
- ¿Taiju? - Le habla Takeomi al ver que no recibía respuesta.
Shinichiro sonríe y desvergonzado se sienta en las piernas del peli azul.
- ¿Eh?
- Apenas asi despertaste ¿verdad?
- ¡Chinga tu madre, Shinichiro! - Dice divertido.
- Cuidado o Takeomi se pondrá celoso - Argumenta Vicky divertida.
El Akashi carcajeo, pero antes de siquiera alcanzar a decir algo, por el rabillo de su ojo logra mirar a su mamá llegar, y un poco detrás de ella, su papá.
- Chicos, quisiera que habláramos sobre esto todo el día, pero debo ir a buscar a mi hermano, y a mi hermana.
- ¿Porqué? - De inmediato pregunta la azabache de mechas verdes.
-Mis papás ya llegaron, y ya sabes, se va a armar la gorda.
Novikov suspira.
- Supongo sería un mal momento para saludar a mis queridos suegros ¿verdad?
- La verdad, sí.
- Bueno, te miro al rato.
Takeomi se despidió de su chica con beso en los labios y se retiró.
- Nunca había visto tan serio a Takeomi.
- Eso es porque, cuando se trata de Sanzu o sus papás, sabe que se le arma un fuerte problema a él, le echan la culpa a él por las actitudes de Sanzu, pero nunca miden que tiene mucho que ver, que él no es el papá de Sanzu, son ellos, pero se hacen de la vista gorda.
Un pequeño silencio se apoderó del lugar.
***
Irene Reech se ajusto su cabello ondulado en una cola de caballo y luego se inclinó para llenar su bule de agua, de los bebedores del dormitorio. Fue cuando un chico de tez bronceada y ojos grises, tras unos anteojos, se ubico aun lado de ella.
-Mi mamá te manda esto - Kisaki le extendió una caja a la chica de ojos café.
Irene lo miro de reojo.
-Vaya, de no ser por mi tía ni te acuerdas de mi existencia - tomo la caja - Siempre un amor, querido primo.
Kisaki rodo los ojos.
-¡Irene! - la chica respingo y miro hacia atrás, viendo a su novio South llamarla.
Kisaki miro hacia el chico y luego hacia su prima.
-¿Por qué aun estas con ese idiota? - soltó.
Irene suspiró.
-Tú te alejaste de mi, primo - grazno - No vengas ahora que te intereso. A nadie de la familia Tetta le intereso.
-A mi mamá sí - no pudo evitar pronunciar Kisaki e Irene miro la caja.
Yuri Tetta, diseñadora profesional, siempre le estaba mandando lindos vestuarios.
-¡Irene! - se volvió a escuchar de South.
-Le mandaré un mensaje con mi agradecimiento - fue lo único que pronuncio antes de ir con su novio.
***
- ¡Wakasa! - Le habló en voz alta Takeomi.
- ¿Eh? A ¿Que sucede, Take?
- ¿Has visto a Sanzu?
- Lo vi hace unos instantes con Mikey, pero ya no supe dónde anden.
- ¡Maldición! Ayudame a encontrarlo.
- ¿Y para qué? - Arqueo su ceja con evidente indiferencia.
- Mis papás están aquí, y Sanzu no se va a salvar de la que le espera. Asi que acompáñame.
El rubio sacó la paleta de su boca, y siguió al azabache, realmente no quería ir, pero sabía que un encuentro entre esos dos, sería bastante grande.
Sanzu y Mikey aspiraban cocaina por sus narices. Provocándoles que ese polvo blanco les erizara las pieles por completo.
- Esta mierda, no pega tanto como una metanfetamina.- Argumenta el Akashi decepcionado - Sobre todo con esos dealers culeros que conseguí, definitivamente la mierda de Jan es la mejor.
Mikey sonrió de lado, asintiendo al mismo tiempo, un pequeño momento de silencio y su mente la trae las palabras de Abel a su mente "Pídele a Rebeca perdón" Manjiro suspira meneando su cabeza, antes de que sus voces interiores, le dijeran que era un estúpido y la mejor opción era el suicidio, luego mira al de piel pálida qué tenía por un lado.
- Me alegra que te volvieras a drogar, en verdad era aburrido hacerlo solo.
El albino carcajea, hasta casi sentir su estómago doler.
- No mames ¿No se supone que no debería alegrarte qué me drogue, pendejo?
- Nah, por mi que cada quién se destruya como quiera, me importa una mierda, pero oye, al menos si te destruyes solo, qué mejor que teniendo una compañía ¿no?
Haruchiyo nuevamente ríe.
- Total, llegas al mundo solo, y te irás solo.
No habiendo más palabras de por medio ambos tomaron sus teléfonos, pero es precisamente cuando alguien llega por detrás y toma a Sanzu del cuello de la camisa.
- Hasta que te encuentro, pendejo.
Rápidamente se encontraron con el mayor de los Akashi y el mayor de los Imaushi.
- ¿Que demonios? ¿Que quieres?
- Vámonos.
- ¿Eh? ¿Vámonos? ¿Y a dónde si se puede saber? Y ¡suéltame imbécil!
Sanzu se soltó del agarre de Takeomi.
-A la dirección.
- ¿A la dirección? No me han llamado, pedazo de mierda.
- Precisamente no te han llamado pero prefiero llevarte yo, antes de que toda la escuela sepa que te van a mandar a llamar.
- ¿Y porqué me mandarían a llamar?
- No te hagas el que no sabe, porque me estás acabando mi paciencia.
- Ojalá te acabarás tú, y no sólo tu paciencia.
- Me importa una mierda lo que digas u opines Haruchiyo, te vas conmigo porque sí.
- Tu puta madre, va contigo porque yo no imbécil.
Takeomi se le posicionó de frente a su hermano menor.
-Entonces será por las malas.
Momento exacto dónde el azabache aprovecha y toma de la camisa a Sanzu, para zandearlo un poco. Pero el otro actúa más rápido y le suelta un golpe a puño cerrado, justo en el ojo con cicatriz.
- ¡Pendejo!
- A mi no me estés diciendo que hacer.
- ¡Sanzu! ¿No estás escuchando? Tu hermano te dijo que fueras,no me colmes la paciencia a mi
- ¿Porqué me vas a pegar o qué? - En el desprevenido momento, Takeomi le suelta una patada a Sanzu en el estómago.
- No, ese voy a ser yo - Y el Akashi se echa encima a punto de golpe.
***
Izana suspiró acostado en la cama de su habitación, una pequeña memoria sobre el hermoso rostro de Rebeca llegó a acaparar toda su atención, y las dudas, y crisis existenciales de pronto llegan a su mente.. ¿Porqué Kakucho y ella estaban así abrazados?
El albino de piel canela de pronto se siente frustrado, y es que Kakucho y Evan, eran para él sus mejores amigos, pero, encontrar en esas condiciones a Hitto con la Imaushi no fue para nada de su agrado o por lo menos le gustaría saber qué estaba ocurriendo.
Un poco abrumado pasa una mano por su rostro, y es justo el momento de cuando Kakucho entra a la habitación.
- Te estaba buscando menso, se nos hará tarde para la siguiente clase, y tú vas un poco bajo en esa materia.
Izana pasó saliva por su garganta, suspirando fuertemente, y toma asiento en la orilla de la cama.
- Kucho... Hay algo que te quiero preguntar.
El azabache de ojo ciego detuvo su búsqueda del libro de la siguiente clase y observó detenidamente al chico de piel canela.
- ¿Que sucede?
El Sano, aspira aire fuertemente y mira hacía la pared, antes de posesionar sus ojos morados en Kakucho, pero la curiosidad se lo carcome y no puede más.
- Sé, sé que Rebe trae onda con el tal Draken, pero.. ¿Entre ustedes dos.. Hay... hay algo?
- ¿Entre Draken y yo? No amigo, antes de eso sería contigo - Le dice divertidamente, pero su sonrisa se desvanece al mirar el rostro serio de su amigo.
- Me refiero a ti y a Rebe... Kakucho .
Hitto consternado ante la pregunta, parpadea un poco confundido.
- ¿Qué?
- Lo que escuchaste, Kakucho ¿Ustedes tienen algo?
- Bien, en primera ¿Que onda con tu pregunta?
- Responde solamente, porfavor.
- No, no tenemos nada Rebeca y yo, olvidate de eso ¿Porqué, porqué piensas eso?
- Los vi, el otro día, tú la estabas abrazando, y no lo sé, el tipo de vibra que desprendían no era, muy amistoso, o bueno eso sentí.
La culpa carcomia a Hitto ¿Cómo podria explicarle a Izana que en realidad Inconscientemente despertó sentimientos hacía la ella? Pero sobre todo ¿Sería este el momento para poder hablar con Izana y explicarle sus sentimientos por Rebeca Imaushi?
- Respondeme, Kakucho ¿Sientes o no.. Algo por ella?
El manila relamio sus labios, ya preso de la presión y un poco de ansiedad, al sentir sus manos sudadas.
-No, Izana no siento nada por ella. Rebeca en ese momento sólo se abrió conmigo por un suceso que le estaba pasando con Abel y Emma, es todo, no pasa a mayores. Descuida.
Ya más aliviado, Izana sonríe de lado y abraza a su fiel amigo.
- Sabía que tú jamás te fijarías en alguien tan inmadura como Rebe, tus gustos son completamente distintos, pues clara prueba tejemos con Ely, Ely y Rebe son muy diferentes, pero demasiado. Claro no sé cómo dudé de ti.
Apenas si una sonrisa apareció en los labios de Hitto.
- Además, es imposible que tú te fijes en alguien a quién yo quise, pues no tenemos los mismos gustos.
- ¿Si... Verdad?
- Si, así que Kakucho, ahora si, vamos a clases qué se nos hará tarde.
Izana tomó su libro, sonrió y se retiró, mientras que Kakucho apenas si podía sonreir ¿Porqué le era muy difícil decirle a su mejor amigo que estaba enamorado de Rebeca? ¿Porqué? ¿Y en qué momento le diría? Incluso su mente le decía que podía sacarse a Rebeca de la cabeza, si intentaba formalizar con Ely, pero no era una opción no haría sufrir a esa hermosa chica, con un corazón no correspondido. Fuertemente suspira y pasa su mano por su cabello, completamente abrumado.
- Rebeca, que desmadre estás haciendo en mí.
***
>Dirección <
- ¡Señora directora, Emma empezó! - Bramó Annie completamente cabreada.
- ¡Annie empezó a decirme cosas que ni al, caso, directora Yume! Y no obstante sólo eso, también se metió conmigo en lo personal - Apuntó con su delgado dedo. - ¡ Deberían fijarse a que tipo de alumnos van a meter en este colegio antes de que ya estén aquí! Señora directora, Annie pudo hacerme un daño, hasta me pudo dejar pelona con el jalón de cabello que me hizo.
- ¿Por el jalón de cabello? Muñeca de porcelana, me quebraste una uña, se te está pegando lo salvaje de Yuzuha y Allie.
- A ver, señoritas, las dos se me callan ya, que ya me tienen harta. Con sus quejidos de niñas de la calle.
- ¿De niñas de la calle?
-Señorita Sano, es la primera vez en años que usted pisa la dirección por motivos de peleas clandestinas.
- ¿Clandestinas?
- Y usted, Sketch, sé que te tiene su forma de ser, algo difícil, pero no puede llegar a mi colegio y hacer estos destrozos, lo que hici-
El teléfono análogo sonó, pero Yume no respondió la llamada.
- ¡Suspenderé a ambas, señoritas del viaje a las cabañas!
- ¡¿Qué?! - Alegaron ambas chicas.
Y el teléfono análogo más insistente que antes sacando ya a Yume de sus casillas y molesta tomó de el.
- ¿Que? Mary.
- Señorita Yume, los señores Akashi ya están aquí.
- Bien, dame un minuto enseguida salgo a atenderlos.
-No, Yume te llamo solo para decirte que ambos hermanos Akashi, Sanzu y Takeomi se están peleando y sus padres, Kouta y Tommie corrieron hacía dónde ellos
- ¡¿Qué?! ¡No puede ser! ¿Otra pelea? Dios mío, parece que se estrena el día, Mary, voy corriendo.
La castaña colgó y miró a ambas jóvenes delante de ellas.
- Salgan de mi oficina en este instante y ambas quedan suspendidas para el viaje a las cabañas, cuánto lo siento.
- Pero-
- ¡Nada de peros, Emma! Y vámonos las tres ya de aquí y dónde las vea que se están peleando de nuevo, quedan nuevamente suspendidas, pero por días.
Las tres mujeres salieron de la dirección, Annie miró feroz a Emma y viceversa.
- Esto no se va a quedar así, Emma.
- Estoy de acuerdo contigo, esto no se queda así, Annie.
Se dijeron una vez quedaron solas.
***
Takeomi ya había tenido en el suelo, con sus manos empuñadas en el rostro de su hermano mayor sacándole sangre sin piedad, al igual él también tenía sangre que Sanzu le provocó.
- ¡Takeomi detente ya! - Gritaba Senju, al llegar tras semejante escándalo, fue imposible que muchos no se acercaran a ver el mitote.
- ¡Takeomi! - Ahora exclamó llena de miedo Victoria.
- ¡Haruchiyo, Takeomi!
El profesor Gustavo y el prefecto Esteban llegaron justamente a detener el fuerte pleito entre ellos, Wakasa ayudando a Gustavo con Sanzu, ya que parecía estar más enfurecido que su hermano mayor.
- ¡Sanzu! ¡Takeomi! ¡Mis hijos! ¡Kouta, haz algo, actúa como padre por primera vez en tu vida! - Le restregó en la cara Tommie su ex esposa, y su comentario hizo que el Akashi frunciera el ceño.
Pero Gustavo y Esteban pudieron separarlos.
- ¡Mis bebes! - Tommie corrió hacía ellos, a mirar sus heridas, Senju le siguió junto con Vicky.
- ¡Mi amor! ¡Mi amor! - Novikov abrazó a su novio.
- ¿Que les pasa? Esas no son actitudes de esta familia.
Kouta caminó hacía Sanzu y le dio un pequeño golpe en la cabeza, imponiendo su mano dura sobre él. Haciendo acto de aparición de Yume en esos instantes.
Sanzu miró con rabia a su papá, estaba realmente harto de la hipocresía y palabras baratas de cuando querían hablar de familia.
- No pido nada de ti, y sim embargo llegas decepcionarme ¡siempre!
Lin a una pequeña distancia observó todo, tuvo una sensación de miedo y tristeza al ver que el propio padre de Sanzu le hablara de esa manera tan dura a su misma sangre, en el tiempo que Lin estuvo con Haruchiyo, jamás tocaron el tema de sus padres, se reservó muchas cosas el albino sobre su vida, pero ahora la chica de cabellos cobrizos entendía el porqué.
- Bueno ¿Ya no? Váyanse todos los chismosos de aquí, ¡orale! Larguense, aquí no hay nada, absolutamente nada que ver. Mary ayudame a que se vayan los alumnos porfavor.
-Si, si. A ver, fuera todos de aquí.
- Señores Akashi.
- Señor Akashi y Kawaragi porfavor Yume.
- Ok, señor Akashi y señora Yume, si gustan podemos ir a hablar esto a mi oficina ¿esta bien?
- Si, está bien.
- Sólo necesito a Takeomi y a Sanzu, Senju usted tiene clase de baile, Novikov también le pido que vuelva a sus labores.
- Pero mi novio.
- Vicky, tranquila, no pasa nada te veo en cuánto salga ¿si? Te busco.
- Está bien - Novikov se despidió de su novio y saludo fugazmente a sus suegros.
Senju se despidió de su mamá, y al hacerlo con su papá le sonrió y abrazó.
- Papá, tendremos concurso de baile el viernes, antes de irnos a las cabañas.
- Eso es maravilloso, Sen - Comenta sin dejar de mirar su teléfono.
- Quiero que vayas, te aparto un asiento hasta adelante, pero porfa ve, nunca has ido a ni uno, cuando mucho sólo al de primero de prepa, porfa, e mejorado mucho y quiero que me veas.
- Lo pensaré, Sen, tengo mucho mucho trabajo, y...
La mirada triste de la Albina le tocó un poco el corazón al Akashi, pero aún asi no le haría falsas ilusiones.
- Haré lo que pueda, pero no prometo nada ¿Quedó claro?
- ¡Si! Eres el mejor te quiero.
Senju besó la mejilla de su padre y se retiró feliz. Y ahora es el momento para ir a la dirección y que pudiesen hablar sobre la circunstancia del suceso
***
>Campo deportivo <
- ¡A ver chicos vamos a practicar como se debe! - Ordena Benkei al resto de los integrantes del fútbol.
Mitsuya sentado en el pasto, balbuceando una y un veces para si mismo sobre como solucionaría la situación con Yuzuha, Lin y Sakura, aunque la última mencionada no parecía estar molesta ni nada parecido.
El chico de cabello lavanda se acuesta en el pasto.
- Así nunca lograrás meter gol ¿lo sabías?
Le comenta Draken posicionándose por un lado de él. Takashi le dirige la mirada y sonríe.
- Estoy metido un lío tremendo, Draken y ni supe en qué momento fue.
- Lo gracioso es, como llegaste a ese lío, si ni siquiera hablas con Lin o algo parecido.
- No lo sé, y Lin sigue sin decirme nada del porqué mintió.
- Tendrás que agarrarla en un momento desprevenido para que puedas hablar bien con ella, pero Mitsuya, sin alteraciones y civilizadamente, recordando que está embarazada.
- Ese bebé, no es mío lo juro.
- Yo te creo, pero al parecer todos prefieren creer una mentira, un falso rumor.
- ¿Sabes que me dijo Yuzuha, hacer rato?
- No ¿Que te dijo?
- Que que nombre le pondré al bebé, que si estoy feliz de entrar a la paternidad.
Draken esbozó una pequeña risa divertida asintiendo.
- Yuzuha es cosa sería, es una fiera, y no le tiembla la mano para opinar ante una injusticia o en tu caso, para decirte las cosas en la cara.
- Puedo agregar que ella es alguien increíble, pero no está padre cuando me lo dice a mí.
Ryuguji carcajeo.
- A vamos, no seas llorón ¿Que esperabas, un buen trato? Mitsuya yo se y te entiendo, pero también ponte en el lugar de ella, sin mencionar que aumentale los tratos de Sakura, es obvio que tendrá una pequeña oportunidad y te dirá cosas ¿No lo crees?
Takashi fuertemente suspiró, analizando fugazmente la situación, Draken tenía razón.
- ¡Hey! A ver se me ponen de pie, que vamos a ver quién le parte la madre a quien.
Ken sonrió para luego dedicarle una mirada a Takashi.
- Vamos, que estos goles no se meterán solos.
El lavanda ladea su sonrisa y se pone de pie. De momento, es mejor olvidarlo y concentrarse en el presente.
***
Sakura ocupaba la parte principal del grupo de baile. Dando sus indicaciones pero sin dejar de mirar a Yuzuha con recelo.
- Bueno, lo han hecho muy muy bien, con..Claro evidentemente unas que aún no encajan
- Cierto- Intervino Yuzuha -dudo que sea por ellas mismas, así que mejor enseña bien, porque si no alguien te va a destronar, reina.
Fuertemente Sakura suspira.
- Bien, haré como que no escuché eso, daremos un pequeño break de siete minutos, para que tomen agua y se recuperen un poco ¿vale?
Senju tomó lugar en el suelo con su botella de agua, completamente cansada, pero a la vez, algo la quería poner feliz y es el hecho de recordar que su papá haría lo que pudiera para asistir el viernes al concurso de baile. Algo triste pero al mismo tiempo feliz la hace entrar en discordia consigo misma.
Una linda pelirroja pecosa toma lugar por un lado de ella.
- Estoy muerta, pero supongo tendrá su recompensa luego ¿no?
- Eso espero.
Hannah detecta que no hay algo bien con la Akashi.
- ¿Que te sucede? ¿Todo en orde?
Senju suspira y se abraza a sus piernas.
- Hannah yo, no lo sé, estoy emocionada por el viernes, pero me da tristeza saber que mi padre no vendrá.
Yuzuha quién no estaba muy lejos de con ellas, sin querer escuchó, y como todo ser humano, le picó el chisme.
- Senju, a lo mejor esta vez hace la excepción ¿ya lo invitaste?
- Si, apenas hoy lo vi y todo gracias a Sanzu, pero mi mamá también apenas si a asistido, pero al menos un poco más que él, no lo sé, a veces siento que le soy indiferente a mi papá.
- Bueno, tienes que entender también que tu papá es un hombre ocupado también, su trabajo lo hace mantenerme pues, ocupado y apenas si tiene tiempo.
- No lo sé Hannah, a veces si siento que es pretexto, porque si puede hacer muchas cosas, a cada rato le toman fotos en las entrevistas que lo vieron en tal lado, y que no se qué, y para sus hijos nunca tiene tiempo.
Shiba sonrió de lado, sabía que ya tenía un arma contra Senju, ella no suele ser así, pero la albina y sus amigas cruzaban el límite con ella ¿Y porqué no hacer lo mismo?
- Oye, Senju te cambiaré un poco el tema porque hay algo que quiero preguntarte.
- Si, dime.
- ¿Que te traes con Chifuyu?
El rostro de Akashi Senju tomó el color de los tomates.
- ¿Eh?
- Si, yo los vi abrazados y muy felices. ¿No se supone que lo odias?
- Hannah, of course, lo odio al perro malnacido ese.
- ¿Y cuando odias...hasta abrazas y todo?
- Ay bueno, ya Hannah, no seas pesada, sólo fue un gesto equis, además no quiero hablar de eso.
Bein frunció el ceño algo molesta y se puso de pie.
- Sólo te digo que estás cañon, darling tienes uno de los novios más guapos de todo el colegio y tú, abrazándote con otro.
- ¡Hannah! Cuidado con lo que dices, te escucha alguien que no y me crearás problemas con Wakasa.
- Entonces tú ten más cuidado con lo que haces, porque hay ojos en todo el colegio y a Wakasa no le gustará nada saber esto.
No se agrega nada más, Hannah toma camino y se retira acercándose ahora a Sakura.
- Darling tengo algo que decirte.
- Claro darling dime.
La chica suspira y se toma del brazo de Sakura.
- Sakura, vi a Senju abrazarse con Chifuyu.
Los hermosos ojos morados de Johnsson se agrandaron sorprendida.
- Ay no mames ¿Cómo es posible?
- Pues ya ves, yo los vi, estos hermosos y divinos ojos de sangre azul vieron a Senju muy abrazada de Chifuyu.
- ¿Crees que sea verdad?
- ¿Que cosa?
- Pues eso que dicen que entre ellos hay algo.
- Ay no, no lo digas, Senju no puede rebajarse tanto con un becado y mucho menos uno que se junta con la tal Yuzuha.
Sakura llevó sus manos a su cintura.
- Espero lo mismo, porque Senju vale más que esos pobretones.
***
>Dirección <
- Y no obstante eso, señor Akashi y señora Kawaragi, Haruchiyo se metió a mi casa y tuvo actitudes violentas, hacía mi y hacía mi hija.
Kouta apretó sus dientes y miró ferozmente a su segundo hijo.
- ¿Haruchiyo? ¿Que está diciendo la directora?
- Y no obstante sólo eso, su hijo tiene actitudes de drogadicto, ya me habían llegado fuertes rumores sobre eso. Deberían canalizarlo con él.
- ¿Mi hijo? ¿Adicto? No no señorita Yume no es posible eso que dice.
- Si no les molesta, les sugeriría qué le hicieran un antidoping a su hijo sólo para descartar cualquier cosa.
- ¡Haruchiyo no es un adicto!
- Lamento decirles - Fue el turno de Takeomi para hablar - Sanzu, me odiaras por esto.
- Cállate el hocico.
- No, es por tu bien.
- ¡Cállate!
- Sanzu es un adicto de primera. Lo se perfectamente, y tú sabes porque papá.
Kouta alargó sus labios, ya sabía perfectamente a lo que se refería. Tommie miró extrañamente la situación.
- ¿De qué están hablando? Kouta.
- Necesito hacer una llamada.
El señor Akashi salió de la oficina.
Una fuerte alegación se formó dentro
- ¡Eres un pendejo! ¿Porqué te metes en lo qué no te importa, pendejo?
- ¡Si me importa cabron! Eres mi hermano, ¡mi sangre! Tenemos la misma sangre y a mi mamá no le gusta verte así.
- ¡A Tommie le importa una mierda! Lo único que le importa es su preciada Senju y su preciado Takeomi, nada más yo soy un puto cero a la izquierda.
- ¡Haru! - Intervino ahora su madre. - ¿Que estupideces estás diciendo? Yo a los tres los quiero por igual deja de decir esas barbaridades ¿De dónde las estás sacando?
- ¡Porqué es la verdad! No me vengas con el cuento de que te intereso porque no tienes ni el más mínimo interés sobre mi y no me digas que sí.
Kouta se reintegro, hablándole a Takeomi y ambos salieron un pequeño momento.
- Haruchiyo. - Los ojos nublados de Tommie se detectaban humedecidos - No digas eso hijo.
- ¡Es la verdad! Mamá tú siempre has tenido preferencias por Takeomi y Senju y no digas que ¡no! Eres una maldita desq-
- ¡Haruchiyo! - Exclamó Yume -Baja tu voz y más respeto a tu mamá.
- ¡Usted no se meta en lo que no le importa! Que antes de atacarme a mí, vease en un espejo y pregúntese en sus hijos, en lugar de los hijos de los demás, pregúntese por su hija, por Lin, por su embarazo porque Mitsuya responda, en lugar de estarse metiendo en lo que no le importa, vieja piruja y metiche.
- ¡Haruchiyo! - Ya cabreada Tommie alzó su mano y abofeteo la mejilla de su hijo de piel albina.
El chico empuña su mano, y la rabia lo invadió por dentro, pero antes de dejarse ir y actuar sin pensar y golpear a su madre, golpeó con fuerza la pared.
- ¡Haruchiyo! - Hablo Kouta reintegrandose.
Y detrás de él Takeomi y un par de hombres altos.
- ¿Que es esto?
- Haruchiyo Akashi, desde este momento usted estará integró dentro del centro de rehabilitación Kengo Kuma.
-¿Centro de... - Sanzu quiso correr pero de inmediato fue tomado por esos hombres, pero parecía desquiciado, que lo tomaron entre ellos, y Takeomi.
Kouta se acercó a él y le soltó una fuerte bofetada.
- Eres una decepción.
- ¡Te pudriras en el infierno! ¡Te odio! ¡Te odio! ¡A ti y a Tommie! ¡Los odio con todo mi corazón! ¡Maldita sea la hora en la que fui su hijo!
Tommie desgarro en llanto y Kouta sólo permaneció en silencio y observando como se llevaban a su hijo
- ¡Los odio! ¡Los odio! - Se escuchaba un poco a lo lejos, siendo los gritos de Sanzu demadiado altos.
Continuará.
Gracias a Selfish55 por su colaboración en esta historia ✨
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