Capitulo #26 "Halloween (Primera Parte)

Viernes 31 de Octubre.

>Colegio Ayome <
08:40 pm.

Dormitorios femeninos.

Sakura caminaba apresurada por los pasillos, con el traje árabe en sus manos, observando la hora en el reloj de su muñeca.

— ¡Maldición! Se me hizo tarde para arreglarme.

— ¡Sakura! — Aquella voz gruesa y varonil, llamó su atención deteniendo su paso.

La chica de cabellos anaranjados giró un poco su cuerpo encontrándose con Esteban.

— ¿Sigues aquí? — preguntó ella.

— No debe correr por los pasillos y hábleme por "usted".

Sakura frunció el ceño y lo miró completamente extrañada.

— Ay, qué raro eres a veces. Si desde que nos conocemos te he tuteado.

— Será diferente ahora.

— ¿Cómo porqué? — divertida preguntaba, no creyendo la postura seria del prefecto ante ella.

El azabache suspiró en alto y la miró fijamente apretando sus dientes.

— ¿Por qué me ves así? ¿Qué hice? Ya mira, mejor ayúdame a llevar esto a mi habitación ¿si?

— Sólo no me tutees ya, y evite correr por los pasillos. No es una niña de secundaria — graznó Esteban y continuó su camino.

Sakura ahora si quedó demasiado extrañada ante la actitud que el prefecto había tomado, no se explicaba el porqué o al menos, en esos momentos, no podía recordar que llegó a hacer ella para explicar el comportamiento de él.

Alargó sus labios y continuó su camino dirigiéndose a su habitación.

***

~Habitación #203~
Hinata Tachibana
Allison Harrington
Hannah Bain

Allison y Hina se encontraban solas en su habitación, debido a que su compañera de cuarto Hannah se localizaba en la alcoba de su amiga Senju.

— La habitación se siente tan en paz — comentó Allison mientras se vestía.

Hina bajaba de las escaleras en ese momento con la toalla enredada en su cuerpo.

— ¿Por qué?

—Es que nuestra querida compañera últimamente ha estado con un humor de perro insoportable, no mames, al fin respiro un poco.

Hinata no pudo evitar carcajearse.

Los ojos verdes de Allison miraron a su amiga e hizo un mohín.

—No me cae nada bien y lo sabes.

—Lo sé, lo sé… Tampoco es muy de mi agrado, pero ¿sabes qué? Pienso que igual la tendremos de aquí a que termine el semestre y hasta es posible que vuelva a ser nuestra compañera el siguiente, así que prefiero ignorarla en la medida que pueda.

—Intentaré seguir tu consejo, pero es que pocas personas logran hacerme enojar… Y tu linda compañera es una de ellas — enfatizo Allie mientras se acomodaba el cinturón amarillo del disfraz de Momo — Las ventajas de que Senju sea su amiga es que me la quita mucho tiempo de aquí.

En eso la puerta de la habitación llamó la atención de las presentes.

Ambas mujeres se miraron mutuamente extrañadas.

— De seguro se le olvidó su tarjeta — Allison rodó sus ojos y continuó con lo suyo.

— ¿Y no vas a abrirle? — le indico Hina, dado a que su cama estaba más cerca de la puerta.

— ¡No! Que se joda y se quede afuera.

Hina suspiró en alto y negó divertida la cabeza mientras tomaba camino hacia la puerta.

—Ya, yo abro.

— ¡No le abras! Además estas en toalla.

—¿Y que tiene? Es Hannah solamente — Y abrió la puerta, pintando una sonrisa en sus labios, pero al momento de dirigir su mirada hacía el frente se encontró con quién menos imaginó que se encontraría.

Sus ojos engrandecieron y la vergüenza comenzó a carcomerla desde dentro. El color de sus mejillas adquirió incluso el tono rojo de los tomates. 

— ¡¿Qué estás haciendo aquí Abel?!.... ¡¿Angry?!

Los ojos carmesí del azabache en compañía de su amigo Angry engrandecieron al mirar a Hina sólo en una pequeña y delicada toalla.

Inmediatamente Angry se dio media vuelta, evitando mirar a Hina. Abel parecía que había quedado paralizado al mirarla en tales condiciones. Entreabrió sus labios queriendo decir algo, pero parecía que las palabras se le habían ido, y por más que quería evitarlo, su mirada no dejaba de escanear a Tachibana de aquella forma.

— Hina — La llamó Angry sin voltear a verla aún. — Buscamos a Hannah.

Tras las palabras de su amigo, Abel cayó en la realidad y sonrió un poco nervioso. Pero algo si era cierto, él no podía mentirse a sí mismo, encontrar a Hinata Tachibana solo con una toalla enredada a su pequeño cuerpo le provocaba, por supuesto que sí.

Pasó saliva por su garganta sin poder aún eliminar su sonrisa nerviosa.

— ¿Tachibana? — Ladeo su sonrisa.

Las mejillas de Hina adquirieron más color y más nervios, al momento en el que el manila le habló. Como si un balde de agua congelada le hubiera arrojado encima. Hinata abrió y cerró sus ojos tantas veces como pudo y Abel le recordo con la mirada que se encontraba sólo con una toalla.

— ¡Maldición! — Exclamó Hina adentrándose a la habitación. — Allison, atiende tú por favor.

La azabache observó a la chica de cabellos color salmón roja como tomate y caminó hacia la puerta encontrándose con aquellos que la hicieron sentir así.

—¿Por qué no avisan que son ustedes dos?

Abel en tanto solo buscaba con su mirada adentro a la habitación, quizás pensando en pedirle disculpas a Tachibana.

— Estoy buscando a Hannah… Allison — contestó Souya con las mejillas aún rojas de la impresión de mirar a Hina.

— No está Angry, tu novia se fue a la habitación de Senju — Los ojos verdes de Allison miraron a Abel.

Y él le devolvió la mirada.

— ¿Qué buscas pervertido?

— ¿Pervertido? — Alzó su ceja confundido.

— ¿Quieres ver a Hina desnuda o qué? — Allison cruzó sus brazos y sonrió divertida.

— Claro que no… — Mojó sus labios, porque sabía que de alguna manera si quería seguir mirándola. — Más bien, pedirle disculpas. Si debimos avisar que éramos nosotros y evitarle la pena.

— Después lo haces, ahorita está que no puede con su vergüenza.

Angry tomó del brazo a Abel.

— Ya vámonos, luego hablas con ella — Y jaló del brazo del azabache.

Allison al quedar sola cerró la puerta y miró hacia adentro de la habitación, buscó a Hina con la mirada, pero no la encontró ahí abajo. Suspiró fuertemente y subió las escaleras, encontrando a Hina colocándose los zapatos del disfraz en el banco que estaba cerca de la puerta del baño.

La azabache tomó acercamiento a Hina y tomó lugar con ella.

— ¿Está todo bien?

—Claro ¿por qué no lo estaría?

— Note que te pusiste muy nerviosa, tu rostro parecía un tomatito maduro.

Hina adquirió más carmesí en sus mejillas y miró a su amiga. Su boca boqueo alguna palabra, pero esta no llegó a salir de sus labios. Luego desvió la mirada hacia el frente y mordió su labio inferior.

Allison alzó una ceja curiosa.

—¿Hina?

Tachibana suspiró fuertemente y apretó sus dientes.

— No… no es nada.

—¿Segura? Porque te digo que tu mirada expresa algo diferente en estos momentos.

Hinata terminó de anudar las trenzas de sus botas de brujita y miró hacia su amiga. Su mirada del color verde de las hojas de pino la miraban con empatía, invitándole a decir la incordia que tenía en esos momentos.

— Ally… A veces, no sé qué es lo que me sucede, pero cuando veo a A… — Los ojos salmón de Hina miraron de pronto con asombro a Allison, al casi caer en cuenta de lo que estuvo a punto de decirle.

— ¿Cuando ves a quién qué?

Ella negó con la cabeza.

¿Qué me pasa? Yo tengo novio, pensó apesadumbrada Hina.

— Nada — contestó poniéndose de pie.

— ¿Hina?

— Ally, enserio, no es nada. Mejor terminemos de arreglarnos.

Hina bajó de las escaleras y dejó sola a Allison, quién solamente rodó sus ojos y negó.

***

~Habitación #201~
Yuzuha Shiba
Senju Akashi
Yoko Izumi

Hannah observaba su cuerpo frente al espejo. Viendo como le quedó el pequeño traje de árabe. Sonreía para sí misma y rodeaba su pequeña cintura con sus delgadas manos.

Senju se encontraba en el piso de arriba, terminando de arreglar su cabello. En eso un mensaje llegó a su teléfono, lo tomó y desbloqueó mirando al remitente.

Sakura
Las veo antes de las 10, para llegar juntas a la fiesta

— ¡Senju apúrate! — Le gritó su amiga pelirroja desde el piso de abajo — ¡Sakura nos quiere ver antes de las diez!

— ¡Si, ya leí el mensaje! — Le contestó desde arriba.

***

>Fuera de la habitación #201<

—Yo no quiero llegar con tu novia, Souya.

—¿Por qué no?

— Es bien intensa, y de seguro se van a poner a alegar. Es más, ni siquiera sé porque demonios accedí a ayudarte a buscarla.

— ¿Por qué me quieres mucho? — preguntó divertido el de ojos azules.

Abel mojo sus labios divertidos.

— Si, te quiero mucho. Pero a tu novia no, y tu novia sí que sabe como colmarme la paciencia en menos de un minuto. Además la última vez que te escuché hablando con ella fue el lunes en la noche, y se escuchaba bien enojada. Y otra cosa … Senju está aquí.

— Pensé que ya la habías superado.

— No seas mamon, eso no es algo que se logre de la noche a la mañana — mordió su labio inferior. — Ya no siento exactamente lo mismo que hace tiempo, pero aún así, tú más que nadie sabe que yo deseaba demasiado andar con ella, al punto que desarrolle sentimientos muy profundos.

— Bueno, si quieres, solo déjame ver si está aquí y si está, te puedes marchar. Para que evites mirar a Senju ¿Si?

— Tampoco es como que le esté huyendo.

—Abel, a veces eres difícil— le hizo notar Souya mirándole con un ceja alzada.

Este carcajeo.

—¿Pero así me quieres, no?

— ¿Qué están haciendo aquí? —pregunta Yuzuha de pronto detrás de ellos. 

Ambos miraron de inmediato hacia la castaña y su otra amiga castaña de mechas rosadas.

— Que bonita te ves… Yoko — Le soltó amablemente Abel.

Yoko adquirió un carmesí en sus mejillas ante el comentario del azabache.

— Gracias — contestó un poco tímida, pero sus ojos brillaron tiernos por el alago.

— ¿Eres la princesa Jazmín, no?

— Si, es mi princesa de Disney favorita.

En vista que no hubo más comentarios al respecto, Yuzuha volvió a preguntar a los chicos su estadía en ese lugar.

—Bueno ¿Van a contestar o no que hacen afuera de nuestra habitación?

—Estamos buscando a Hannah, Allison dijo que estaba aquí con Senju.

— ¿Y ya tocaron o por qué siguen aquí? Si los llegan a ver, los van a amonestar.

— Bueno, tocaré la puerta — hizo notificar Souya.

— Bien, porque en realidad ya me quiero ir.

— Sólo dejo ver si está. 

— Cómo son lentos — comentó divertida Yuzuha poniéndose delante de todos, pasando su tarjeta y abriendo así la puerta.  Dio una mirada y encontró a la joven pelirroja maquillándose. — Efectivamente, tu novia está aquí Angry.

Hannah giró un poco su cuerpo y se encontró con su chico.

— ¿Qué haces aquí? — le preguntó casi en un gruñido a Souya.

— Ocupo hablar contigo.

— Yo no tengo nada que hablar contigo.

—Bueno, entonces, mejor ya me voy yendo por el sendero de la vida— dijo Abel dándose media vuelta.

— ¡Espera! — Lo llamó Senju, deteniendo de golpe su paso. — Te acompaño afuera.

El destino es culero conmigo — Pensó el azabache, sintiendo como la albina lo toma del brazo.

— No quiero ser grosero, pero… Tengo cosas que hacer.

—Te voy a acompañar hasta la separación de dormitorios y ya ¿por qué eres tan amargado a veces? 

Abel alargó sus labios, miró a su amigo que le miraba en un gesto de disculpa, y luego tomó camino junto con Senju hacia la salida.

En eso, Yuzuha miró a Yoko.

— Deja me termine de arreglar en el baño y ya nos vamos Yoko ¿Sí?

Yoko asintió y sonrió.

Angry se cruzó de brazos y caminó hacía su novia.

— Ya no quiero que estemos peleados — Le dijo acortando el silencio incómodo entre ellos.

— Yo tampoco, pero Souya, ya casi ni me prestas atención, estás más enfocado en el estúpido proyecto de Sociología que en mí.

Yoko quién estaba presente comenzó a sentirse incómoda.

— ¡Yoko! Súbete, necesito que me ayudes con algo — La llamó Yuzuha y sin pensarla, Yoko subió al segundo piso.

— Gracias por salvarme.

— Super incómodo, escuchar esa discusión de pareja.

— Pobre Souya — dijo Yoko entre pequeños susurros apenas audibles para Yuzuha, la cual sonrió divertida y asintió.

—Sí, pero mira, ahí quiere andar. Así que ya es asunto suyo. No de nosotras.

Yuzuha se dio sus últimos retoques en maquillaje, para así finalmente ambas chicas salir de la habitación, dejando a la joven pareja solos.

— En verdad… Disculpa, es sólo que sabes que tan importante es para mí acreditar con tan buenas notas, que le estoy tomando demasiada importancia a todo.

Hannah suspiró en alto y pasó su mano por si cabello rojo como la sangre.

— Realmente, estoy tan enfocado en esto, quizás no me di cuenta de lo mucho que comencé a descuidarte — Pasó su mano por su cuello y miró a su novia. — ¿Me perdonas?

— ¿Me prometes que ya no va a pasar?

Angry sonrió tenue y asintió.

En eso la chica se le colgó al cuello y lo besó desesperadamente.

—Ya debo irme, si me ven aquí… No será grato pasar halloween en detención. 

— ¿Y si nos echamos un "rapidin" aquí? — Tan pronto dijo aquello, Hannah comenzó a deslizar el cierre del pantalón del chico peli azul. — Creo no te había dicho, pero te ves tan antojable de Harry Potter.

— ¡Hey, aguanta Hannah! Aquí no, no mames.

— No hay nadie, ya todos se fueron, ándale — tumbó a su novio en la cama de Senju y se ubicó arriba de él, con sus piernas alrededor de su cintura. 

— Hannah… me van a matar si me encuentran aquí, espera — La pelirroja besaba con desespero el cuello blanco de su novio.

— Ándale ¿Siii? — En su rostro puso un gesto de berrinche, como si de una niña se tratase. Souya mojó sus labios y dedicó una tierna sonrisa para ella. Colocando su mano sobre la mejilla de ella.

— Esta bi…¡ah!— No pudo ni terminar de hablar, cuando ya su novia había bajado de su pantalón y comenzó a succionar su miembro. 

***

~Habitación #204~
Seishu Inui
Keisuke Baji
Kazutora Hanemiya

Kazutora miró a su amigo vestido, no pudo evitar esbozar  una sonrisa burlona.

— ¿Beisbolista?

El azabache miró a su amigo, dándose cuenta que nuevamente retoma su disfraz de "Shoto Todoroki”. Sin duda la idea debió ser de Allison, dado a que a la joven le encantaba mucho el anime. A Keisuke también, como le había compartido aquella clase, pero sin duda no tanto como a ella.

Alargó sus labios y pasó saliva amarga por su garganta cuando por su mente pasó, además, el recordatorio de aquel mensaje anónimo donde exponía la supuesta relación de su amigo y Allie. Algo que no había sido capaz de preguntar para confirmar. Apretó sus manos y sintió algo caliente recorrerlo.

Casi al instante, pestañeo y prefirió negar e ignorar esos pensamientos tan absurdos. Keisuke decidió pensar con la mente fría… No podría perder a su amigo por una chica, jamás sería el caso.

Forzadamente sonrió a su amigo intentando dejar de lado aquellos celos.

Inui en ese momento se encontraba bajando las escaleras recién bañado y dirigiéndose hacía su cama para ataviarse con su disfraz.

— Efectivamente… beisbolista, pero no cualquiera, eh — aclaró con una sonrisa en sus labios. — El más guapo de todos.

Seishu rio cómico.

— ¿Qué te causa tanta gracia? — preguntó el azabache sardónico. — Hablo enserio.

— Al menos para mí, no eres el beisbolista más guapo de todos — comentó cómico Inui.

Divertidamente Baji se acerca a su compañero rubio.

— No más porqué te gustan los que tienen cara de gato, si no — Tomó de las patillas de Seishu y lo acercó a él como si fuese a darle un beso.

— ¡Keisukeeee! —exclamó divertido el rubio intentando soltarse.

— Ay, anda dame un beso… Sé que quieres — Keisuke entonces se inclinó y le plantó un besó sonoro en la mejilla.

— Que lindo eres, enserio — Seishu mojó sus labios divertidos limpiando su mejilla. —Kazutora se pondrá celoso.

— Kazutora no se enoja ¿Sí o no amigo? — Ahora Baji tomó acercamiento al azabache de mechas rubias tomándolo para darle un beso en la mejilla.

Kazutora sonrió muy divertido, y negó con la cabeza mojando sus labios.

— Que amoroso amaneciste hoy ¿No? Jajaja

— ¿Qué te puedo decir?

Seishu miro entonces hacia Keisuke de reojo, a sabiendas de que recuerda perfectamente la actitud de Keisuke a principios de semana pasada tras leer aquel anónimo.

— ¿Saben? Se nos hará tarde, y la fiesta ya comenzó. Deberíamos tomar camino al salón de fiesta ya ¿no creen?.

Kazutora se aplicó más colonia y asintió.

— Tienes razón, mejor ya vámonos.

***

>División De Dormitorios <

Abel se encontraba en completo silencio, evitando a toda costa mirar a su "cuñada". Debido a lo diminuto y sexy que le quedaba ese traje de "arabe".

Senju desesperada miraba para todos lados. Esperar nunca había sido una de sus virtudes.

— ¿Ya me puedo ir? — preguntó Abel pasando saliva por su garganta.

— Deja que lleguen estas mujeres y ya te vas ¿Sí?

— Aún no me alisto, y además; habías dicho que solo caminaremos juntos hasta la división.

—Sí, pero amable te pedí acompañarme y accediste a pesar de tus refunfuños… A todo  esto ¿Por qué desde hace rato no me volteas a ver? — le cuestionó de pronto Senju cruzando sus brazos. — Es de mala educación no mirar a una persona a la cara mientras estás con ella.

— ¿Y para qué quieres que te vea? No mames — rodó sus ojos evitando el contacto visual.

— ¿Y por qué no verme? — Senju le tomó del mentón fuertemente poniendo sus ojos en dirección a ella.

Los labios de Abel se abrieron y se perdió en los ojos turquesa de Senju.  Maldijo entre dientes cuando por su mente pasó la idea de tomar su mentón y besarla, haciéndole consciente que, así como le dijo a Angry, definitivamente aún había algo dentro de él que no la olvidaba por completo.

— No me hagas esto — dijo apenas audible.

— ¿Qué dijiste?

— ¡Senju! — La llamó Sakura llegando con Mitsuya y Wakasa.

La albina se dio media vuelta y se encontró con el trío anteriormente mencionado.

Los ojos morados de Wakasa se abrieron como plato al mirar aquella escena frente a él.

Abel apretó de sus dientes y se maldijo mil y un veces por no haberse retirado antes y hacerle caso a Senju de acompañarla.

— ¿¡Qué está sucediendo aquí!? — preguntó el rubio de mechas moradas tomando a Senju de la cintura y apegándose a su cuerpo.

Abel no dijo nada, y sólo se dio media vuelta para retirarse de ahí.

— ¿Qué mierda estabas hablando con él?

— Ay, ya, no hagas tanto drama, sólo me hacía compañía en lo que llegaba Sakura y Hannah.

— Hannah dijo que allá nos vería, "darling". Así que ya vámonos — Sakura entrelazo sus dedos con los de Mitsuya y comenzaron a tomar camino.

Senju quiso hacer lo mismo con su chico, pero este no se lo permitió.

— Te veo en la fiesta.

— ¿Ya te enojaste?

— Te he dicho muchas veces que preferiría que no le hablarás a él.

— Ay, no mames Wakasa, es tu hermano.

— Si, pero tú… tú no sabes algo que ocurrió antes.

— Si no me lo dices, no lo sabré jamás.

— No tiene relevancia Senju. Ya vete con tus amigas, te veo en la fiesta.

—¿No vendrás?

— ¡No! ¡No quiero ir contigo! ¡Lo último que quiero en estos putos momentos es verte! — Wakasa suspiro en alto llevando su mano a su cabello, sintiéndose mal por levantarle la voz a su chica — No, perdón princesa, te veo en la fiesta.

Sin decir algo más Wakasa se retiró del lugar dejando a Senju demasiado confundida y de alguna manera emocionalmente mal, por el atrevimiento por parte de Wakasa al levantarle la voz por primera vez desde que llevan saliendo.

***

~Habitación #314~
Haruchiyo Akashi
Rindou Haitani
Hanma Shuji

Sanzu miraba su teléfono, esperando impaciente una respuesta.

Yo
Macita, ¿qué te parece olvidar lo ocurrido los últimos días? Y así pasamos un rico rato juntos hoy…

—Maldición ¿por qué no contesta? — susurro para él.

En eso, su teléfono vibró y sonrío sugerente.

Lin
¿Ya no estarás tan intenso?

Yo
Mierda, no… ¿Entonces?

Lin
Está bien, en realidad… Extraño hacerlo contigo.

Sanzu suspiró en alto y sonrió de lado.

En eso, su mirada se dirigió hacia el azabache de ojos color miel que acababa de terminar de vestirse.

— ¿Qué mierda se supone que te vestiste? — cuestionó Sanzu levantando su ceja.

— Soy un preso, pendejo.

— ¿Un preso pendejo? —Sanzu se sentó en la cama y aplaudió divertido. — Y vaya que te quedó excelente el disfraz, eh.

Hanma le alzó el dedo medio como respuesta.

— ¿Y qué estupidez se supone que eres tú?

El Joker — Sonrió mostrando sus cicatrices alrededor de su boca.

Hanma arqueo sus cejas divertido.

Ambos escucharon pasos bajando las escaleras del baño y ambos miraron enseguida hacia Rindou Haitani en un traje blanco y camisa vinotinto. 

— ¿De qué se supone que vas disfrazado? — preguntó Hanma mirándolo.

— ¿Cómo no adivinas? "Tony Montana" — Sonrió mostrando lo blanquecino de sus dientes.

— Ay, no jodas — soltó burlón Sanzu. 

— Oye Sanzu, se tomó muy enserio lo de ser hijo de un narco jajajajaja.

Ambos reían sin parar, ocasionando que en la frente de Rindou se formará una vena, marcando su molestia a la perfección.

— Cálmate "Scarface" — Hanma le dio una palmada en la espalda.

— ¿Quieren apurarse? Se nos hará tarde y todavía hay que meter el puto alcohol.

— Ay, no aguantas nada de chanza— comentó Hanma divirtiéndose de todas formas.

Rindou rodó sus ojos y salió fastidiado de la habitación.

***

~Habitación #208~
Manjiro Sano
Chifuyu Matsuno
Takemichi Hanagaki

Matsuno Chifuyu terminaba de dar sus últimos toques en su disfraz, y en eso escuchó los pasos de Takemichi bajar por las escaleras. El rubio volteo casi al instante, esperando el tan extraordinario disfraz que su amigo le dijo que vestiría.

Pero al darse vuelta y a punto de recibirlo con una grata sonrisa, todo eso se disfuminó de golpe. Al mirar el traje tan sencillo que su amigo había escogido.

— Espera ¿No era que tu traje iba a ser el mejor de la noche? — Burló el rubio de ojos verdes, soltando una pequeña risa divertida.

— ¿Qué te pasa? Si a nadie verás vestido de maestro.

— A la mierda ¿Eres un nerd Takemichi? — soltó divertido Mikey ingresando a la habitación.

—No, un profesor — refunfuñó Hanagaki.

—¿Y cuál es la diferencia? — le siguió la burla Manjiro, haciendo que Chifuyu riera.

—Bueno, al menos no estoy vestido de civil como tú — soltó Takemichi mirando de arriba abajo a Mikey. 

— Bueno, es que yo no iré a la fiesta.

— ¿Cómo dices? — preguntó extrañado Matsuno.

— Si, yo no estaré en la fiesta, así que necesito que ustedes dos me hagan un favor.

— ¿De qué trata? — Chifuyu se cruzó de brazos y miró fijamente a Manjiro.

— Me voy a escapar, no tengo permisos para salir aun siendo mayor de edad. Shinichiro y mi familia se niegan a dármelo. Pero necesito que ustedes digan, si preguntan por mí, que estoy durmiendo en la cama. Haré bultos con las sábanas para que piensen que soy yo.

— Mikey… Lo que quieres hacer es demasiado arriesgado — argumentó Takemichi mirándole consternado — ¿Cómo piensas además burlar la seguridad de Ayome?

— Créeme, es más fácil de lo que piensas.

—¿Seguro?

—Sí, y el riesgo vale la pena.

— ¿Lo haces por una chica, cierto? — preguntó Chifuyu, sin dejar de mirar al chico fijamente.

Mikey desvío su mirada hacia otro lado y suspiró en alto, después dirigió su vista de nuevo hacía el dúo frente a él.

— Tengo mis motivos, y muy buenos para querer hacer esto, pero si… Es por una chica, no les puedo mentir en eso.

—Bien, si es así ¡Adelante! — Takemichi y Chifuyu sonrieron sinceros a su compañero.

— Gracias, en algún momento les devolveré el favor, no lo duden.

Mikey tomó camino a su cama y comenzó a armar de ella.

Chifuyu y Takemichi terminaron de arreglarse y salieron del dormitorio.

***

>Salón de fiestas: Universidad <

Muchos de los alumnos se encontraban llegando al lugar. El salón había sido incluso decorado para la festividad que ese día celebraban. Incluso había una zona donde los alumnos podían tomarse fotos con un fondo exclusivo. 

Mitsuya se encontraba en ese momento con Ken, ambos en la barra tomando un poco del ponche sin alcohol y mirando a su alrededor.

De fondo se escuchaba Attention de Charlie Puth.

—Estos no se apuran a poner el alcohol en el ponche — soltó irritado Takashi mirando su vaso aburrido.

— Vamos, ahorita lo ponen — En eso sus ojos negros miraron a aquella rubia que tanto le movía salir de la zona de la foto con fondo exclusivo.

No pudo evitar apreciar el disfraz de Robin femenino con que venía. Draken no podía mentirse a sí mismo, le quedaba divino y acentuaba sus curvas. Ladeo su sonrisa y quedó anonadado observándola a ella.

Pero fue cuando se recordó que, desafortunadamente, ella ya se encontraba con otro hombre y él ya se encontraba con otra mujer.

Emma sintió una mirada sobre ella y buscó, cruzándose con la de Ken.
Emma suspiró en alto y alargó sus labios. Desvió su mirada y tomando a Alice del brazo, caminó rápidamente hacia las sillas.

Envolver de Anitta empezó a sonar en ese momento.

Mitsuya miró la acción y sonrió de lado, empático.

— Es demasiado frustrante y triste a la vez ¿Cierto?

— ¿De qué hablas Takashi? — Y lo miró a los ojos.

— Que te guste alguien que no es tu novia, pero no lo puedes evitar porque en el "corazón no se manda", según lo que dicen — Suspira en alto. — Pero… aunque sabes que está mal, también te gusta la situación — Y sus ojos se posaron sobre aquella belleza de ojos color ámbar, que tanto deseaba y de alguna manera le dio mucho gusto mirarla con el disfraz de "Sandy Olsson" todavía.

Draken asintió con una sonrisa en el rostro.

— Ah, ya sé por dónde va esto.

En eso las miradas de los presentes se posaron sobre Rin, Sanzu, Hanma e Inui quiénes llevaban el alcohol a escondidas mientras el salón se iba llenando de gente.

— ¿Por qué no la dejas, Mitsuya?

— ¿Eh?

— Sí ¿Por qué no dejas a Sakura? Se te nota desde lejos que ya no te es muy grata ni su presencia.

Mitsuya suspiró en alto.

— Estoy muy sobrio aún para contestar esa pregunta… Draken jajaja.

— Jajajajaja, está bien, pero prométeme que en algún momento me lo dirás. Es más, te toca ahora Takashi, darme una buena explicación de esa relación que me deja con muchas dudas.

Takashi ladeo su sonrisa y mojó sus labios mientras miraba pasar a la directora al frente de todos.

— Tranquilo, Draken. Te diré todo, lo prometo. Muy posible mañana ¿Qué te parece? O más al rato, ya que ande hasta atrás de borracho.

— ¿Piensas emborracharte tanto?

— Sinceramente, sí. Sakura quiere hacer algo hoy, y no le pude decir que no, pero tampoco es mucho de mi agrado.

— ¿Puedo preguntar qué cosa?

— Jajaja, la ondeada de mi novia quiere hacer un trío.

Draken engrandeció sus ojos.

— No mames ¿Es enserio?

— Sip, mira de alguna manera no le puedo decir que no, es fantasía de todo hombre o al menos, la gran mayoría estar en un trío con dos mujeres, desmienteme.

—Pues sí, la verdad estar en un trío es la mayoría de nuestras fantasías.

— Entonces, estoy como en un dilema. Mi parte hombre no puede rechazar la tentadora oferta, y muchísimo menos a como es mi novia, pero por otro lado no me siento ¿cómodo? No sé realmente, y menos porque no sé quién es la otra chica. Pero conociendo a Sakura de seguro escogió a alguien que no es para nada-nada mis gustos ¿Sabes qué? Creo que simplemente necesito alcohol para poder llevar esa situación, Draken.

— Jajajaja, amigo, tu novia sí que está tronada, en el buen sentido te lo digo eh.

—Lo bueno es que ya llegó el alcohol.

Mientras los encargados de filtrar alcohol hacían lo suyo. La guapa directora subía en ese momento al escenario.

En eso, los ojos ámbar de Taiju miraron fascinados a Yume mientras tomaba el micrófono y empezaba hablar. Yuzuha, Shinichiro y Yoko, quiénes estaban por un lado de él, soltaron una pequeña risita ante la evidente emoción del grandote, quien estaba ataviado en un disfraz de Jack Sparrow.

— No puedo creer que a tu hermano le gusten mayores — comentó Yoko divertida.

— Deja tú eso… yo no puedo creer que ellas terminen haciéndole caso a él.

— Jajaja ¿Entonces si es cierto? — preguntó Shinichiro.

— Jamás dudes de mí capacidad Shinichiro — contestó Taiju divertido sin desfijar su mirada de Yume.

— Queridos alumnos de nuevo y antiguo ingreso, es un gran placer tenerlos aquí esta noche, hoy es la noche de Halloween. Me alegra ver a muchos disfrazados, la verdad.

Mientras la voz de Yume seguía escuchándose en el salón. En la barra, Sanzu se encontraba con los demás, divirtiéndose entre ellos mientras ubicaban el alcohol en los estantes de abajo y cuadrar con el barman, así como darle un pequeño soborno.

— Oigan, le echaré un poco de xtasis a esta mierda de ponche — comentó Rindou tomando su pequeña bolsita con tabletas dentro de ella.

— No, tú sí que estás de puta madre Rin — Sanzu río.

— A ver si esto no nos mete en más problemas, cabron.

— Con el simple hecho de que filtremos alcohol, ya con eso nos estamos metiendo un pinche problema grandísimo — Hanma sonreía malicioso.

— Bien, pues entonces a darle.

En eso, los ojos color jade de Sanzu miraron hacía el frente y se encontraron con una escena nada agradable para él. Se trataba de Hakkai platicando con Lin, de forma demasiado amigable para su gusto. Sanzu apretó los puños ante el coraje que volvía a invadir todo su cuerpo.

***

>Entrada Del Colegio <

Mikey burló la seguridad de Ayome y salió corriendo de ahí, antes de que fuese demasiado tarde. Lo único que dominaba su mente en esos momentos era la belleza de cabellos azules y ojos carmesí.

Su ritmo cardíaco bombeaba a latidos rápidos, debido a la adrenalina y emoción que sentía en esos momentos.

En cuanto el guardia de la entrada principal se había distraído y abandonado el lugar, Manjiro tomó de su "CB205T" que su hermano mayor le había regalado en cuanto cumplió la mayoría de edad.

Arrancó de ella y salió disparado del lugar, abandonando Ayome y tomando camino hacia la casa de Rebeca.

***

>Salón De Fiestas <

Mientras la directora daba su discurso de siempre antes de comenzar una fiesta, Sakura llegó muy territorial con su chico y unió sus labios con los de él.

A lo lejos, Yuzuha pudo detectar la acción frente a ella, y alargó de sus labios sintiendo como algo amargo bajaba por su garganta. Volvió su mirada a Shinichiro, y volvió a detallar el cómo iba vestido de "Popeye el marino”. No pudo evitar sonreír y pensar que lucía muy guapo con ese disfraz.

Shinichiro se dio cuenta de la mirada ámbar sobre él y la volvió a ver. Yuzuha se ruborizó  un poco pero no apartó la mirada. Entonces él le sonrió y le prestó su brazo para que se agarrara de él, a lo que por supuesto ella accedió.

— Que linda te ves de "Sandy Olsson" — le soltó Shinichiro provocando en ella una sonrisa feliz. Pero, además, haciéndola sentir segura.

Mitsuya captó la escena de ella tomándose de su brazo y sintió la ira apoderarse de él, pero no podía hacer nada ante eso, tenía colgando a Sakura sobre él. Y al final de cuentas, seguía siendo su novia.

— Bien, por último, como saben estimados alumnos de Universidad. Está extremadamente prohibido el uso de narcóticos, alcohol y otros estimulantes en la fiesta, no queremos incidentes… Bien, si no hay nada más que agregar, chicos disfruten de su fiesta de Halloween y pasen una noche excelente.

Algunos alumnos palmearon sus manos para aplaudir por el discurso de la directora. Louis se acercó a Yume y le extendió su mano para ayudarle a bajar.

—Muchas gracias Louis, y pues… quedan en tus manos, confío mucho en ti.

—Yume, tranquila, jamás me has visto que te decepcione ¿Cierto?

La directora le dedicó una sonrisa al apuesto hombre pelirrojo y volteo a ver a su alrededor buscando a su hija, para su sorpresa no la encontró sola, pero tampoco le gustó para nada dónde la encontró.

¿Qué mierda está haciendo Lin con tanto becado? — Se preguntaba molesta y sin deslavar su mirada de enfrente — Mañana hablaré con ella.

Sin decir algo más la directora se retiró del lugar, abandonando la institución. 

Louis se dio media vuelta y lo primero que hizo fue buscar con la mirada a la belleza castaña de mechas rosadas. La cual encontró con un traje de "La princesa jazmín", pero de un modelo más coqueto. Sin poder evitarlo, la saboreo con la mirada.

Mojo un poco sus labios y comenzó a caminar entre los alumnos para tener una mejor disimulación.

***

—Mi hermano casi siempre se la pasa con Hannah y ahora está allá solo ¿Se pelearon o qué? — preguntó Smiley a Abel confundido, mirando a su hermano sentado solo en una silla y bebiendo ponche.

— No suelo hablar mucho con Souya sobre su relación con Hannah, a veces me irrita.

— A mí tampoco me gusta, pero sigue siendo mi hermano Abel.

— Lo sé, y yo jamás dejaría de hablarle por eso.

Ambos llegaron con el chico peli azul. Abel palmeó su espalda y dedicó una sonrisa ladina.

— ¿Ya se pelearon? Pensaba que se reconciliaron, cuando fuimos a buscarla.

Souya mojo sus labios, al recordar extasiado lo que hace menos de media hora había hecho con su novia.

— No, si nos arreglamos ya.

—Imagino que follaron — comentó Nahoya con una sonrisa divertida.

Souya miro ahora a su hermano rojo como tomate y casi fulminando con la mirada.

—Mierda, ¿por qué eres siempre tan directo?

Abel y Nahoya se miraron divertidos ante la reacción tímida de Angry.

—Pero en serio, ¿Dónde la dejaste?

— Se fue a preparar los últimos detalles para un show que van a dar ahorita.

— ¿Show de qué?

—Un baile, creo que exótico, no lo sé. Sólo sé que ellas se vistieron de lo mismo y darán un show.

—¿Quiénes son ellas? — preguntó Abel.

— Mi novia, Sakura y Senju.

— Con razón las vi disfrazadas iguales, pero no imaginé que harían algo así.

— ¡A ti te andaba buscando pendejo! — Le llamó Wakasa a su hermano menor

Los ojos carmesí miraron al rubio de mechas moradas. Wakasa mantenía en su mano derecha una copa de vino tinto y sin pensar más la estrelló al piso. Debido a la música alta, el sonido no fue captado más allá de las personas que estaban cerca.

— ¿Qué estabas haciendo con Senju hace rato?

— Ay, no mames cabron ¿En serio sigues con eso?

— ¡Sí! Y te exijo una maldita puta respuesta en estos momentos Abel.

— Todavía ni ebrio estás y ya me estás gritando ¿Qué sucede contigo imbécil?

— ¿Crees que no sé las intenciones con las que hablas con MI CHICA? — Enfatizó lo último colocando sus manos en su propio pecho. Y las venas inflamadas de su cuello eran demasiado notables, debido a la furia que lo carcomía por dentro.

— A ver ¿Qué intenciones según tú?

— Senju no lo ve así, ella no sabe de cuando andabas de perro faldero detrás de ella, ella jamás te vio con otros ojos, siempre fuiste su muy buen amigo, entiéndelo… Senju jamás te hará caso.

Abel frunció el ceño y sentía como la furia se lo quería consumir dejándose ir contra su hermano. Para su suerte, Nahoya que estaba ahí a su lado le colocó la mano en el pecho, deteniendo el acto que estuvo a punto de cometer en ese momento.

— No dejes que la furia te domine ahorita Abel, apenas la fiesta va a comenzar — le susurro Nahoya.

Abel mojó sus labios y asintió, buscando tranquilizarse.

Entonces volvió sus ojos carmesí a su hermano mayor, que aún lo miraba molesto. Sus fosas nasales incluso aleteaban.

—Está bien, Senju fue mi amiga primero. Sí, me enamoré de ella, está bien… Lo admito. Pero ella jamás de mí, es cierto, yo jamás dije lo contrario Wakasa. Y éramos ella y yo, ella y yo solamente. No voy a negar que yo la quise demasiado, primero como una amiga y luego quise más. Quería formalizarme, pero jamás me atreví a confesarle a ella ¿Por qué? Porque me faltaron los huevos suficientes para hacerlo. Y luego llegaste tú, y le llenaste el ojo, y ella te lo llenó a ti. Y al final, Senju se quedó contigo… Entonces ¿Qué tanto alegas? Ganaste, la tienes solo para ti, Hermanito. Ahora si me ves hablando con ella, ya bájale, no hablamos de cosas de nosotros ni nada parecido.

Tras terminar de decir todo aquello, la respiración de Abel se encontraba un poco acelerada sin mencionar su ritmo cardíaco.

Algo en la mente de Wakasa quería hacerlo entrar en razón, pero era algo ya verídico en su persona. Cuando se trataba de Senju, se cegaba y no miraba más que su propia y supuesta realidad.

— Te quiero lejos de ella… Abel, ni se te ocurra acercarte de nuevo, por favor. Te lo pido en buena onda.

— ¿A qué le tienes miedo Wakasa? ¿Te da miedo que Senju se dé cuenta…. De que si vuelve a hablar conmigo se de cuenta de que siempre sintió algo por mí?

— Abel, bájale — Le decía Souya al mirar el brillo en los ojos de Wakasa.

— ¿A qué le temes, imbécil?

Wakasa empuño su mano, y miró feroz a su hermano menor.

— ¿Me vas a partir mi madre o qué pendejo? Arruina la fiesta, anda hazlo, pero solo date cuenta, de como Senju te puede mover el puto mundo.

Wakasa apretó sus dientes y tomó acercamiento a Abel, tomándolo fuertemente de la barbilla.

—Si eso pasara… Al menos entérate que su virginidad se fue conmigo… Abelito.

Y lo soltó para sonreírle malicioso.

— ¿Sabes Wakasa? Algún día, alguien llegará y te dará una lección en base a Senju. No lo quieres creer, pero alguien te dará una lección.

— ¿Me estás dando a entender que ese serás tú? ¿Tú me la vas a bajar? ¿O qué?

Abel frotó su frente, cansado ya de la posesividad de su hermano. Fue cuando sus ojos carmesí miraron a Hina de lejos. Al mirarla vestida de una linda bruja, inconscientemente sonrió. La lava que anteriormente estaba a punto explotar, se calmó de golpe.

— Nah, Senju ya es algo que pasó. Ya, entiéndelo. Bórralo de tu mente. Andas con una de las chicas más guapas y deseadas del colegio, si tu actitud mierda no la destruye, y encuentra a alguien mejor que tú, entonces ya chingaste, pero si no, entonces reza porque eso no suceda.

Wakasa no dejaba de mirar a su hermano menor con la mandíbula apretada. Fue cuando cayó de golpe en cómo había tratado a su hermano, y todo solo por mirar a Senju platicando con él.

Sintiéndose de pronto abrumado, pasó una mano por su cabello. Dedicándole otra mirada a su hermano que este no supo descifrar, se retiró.

Abel suspiró en alto y las ganas de llorar lo invadieron.

En realidad… antes de Senju y la presión de Haruto sobre ellos dos... Él había sido muy cercano a su hermano mayor, y viceversa ¿Cómo habían cambiado tanto de aquel entonces?

Pestañeo para disipar las lágrimas y comunicó a sus amigos que iría a beber algo.

Solo una vez había llorado por Wakasa y Senju. Cuando se enteró por su hermana Rebeca que eran novios, tras ella llamarle. Ese día, él se sentó frente al mar, dado que estaba aún en su viaje por algunas partes del mundo.  Y bebió y  bebió, hasta que lloró como un bebé.

***

>Colegio Ayome: Educación Media <

Naoto se encontraba platicando con Denki Miller, Tomo Yasuda y Luna Mitsuya. El trío se encontraba bebiendo un poco de ponche y comiendo frituras. Mientras la música resonaba a su alrededor.

— Que aburridos se ponen aquí — agregó Luna dando un sorbo a su bebida.

En la preparatoria si era demasiado difícil que pudieran agregar alcohol al ponche. Apenas tuvo oportunidad en un par de ocasiones de probar cuando su hermano pasó a último de preparatoria y ella a primero, en un par de fiestas solo para los de prepa. Pero los chicos que en ese momento se encargaban de ello ahora también estaban en la universidad y ninguno de su año se había encargado de al menos tomar la iniciativa.

— ¿Qué esperabas? Es la preparatoria, y es aún más difícil si nos juntan con los de secundaria. Los de la universidad no se arriesgaría a ayudar con eso sin ellos también están en la fiesta, los ven muy bocazas — hizo notar Denki.

— Olvídate de eso, Luna — agregó Tomo, tomando de su ponche tranquila.

—¡Denki! ¿Quieres bailar conmigo? — llegó de pronto una jovencita a la mesa sonriente. El joven Denki sonrío sugerente ante la invitación y les hizo seña a sus amigos que se marchaba a la pista.

El teléfono de Naoto comenzó a sonar en ese momento, lo tomó y observó el remitente.

Papá
Naoto deslizó su dedo pulgar y contestó la llamada.

— ¿Mande?

Naoto, estoy llamándole a Hina y no contesta.

— Debe ser porque está en la fiesta de Halloween en la universidad de papá. Y allá tengo entendido que hay más ruido, pero dígame ¿Para qué la necesita?

Tu mamá acaba de tener una recaída

Naoto engrandeció sus ojos, sintiendo como un balde de agua fría cayó sobre él.

—¿Qué estás diciendo?

— Ve y búscala, por favor.

Naoto asintió y pasó saliva, colgando la llamada.

Miró a sus amigas presentes con sus ojos brillando de preocupación.

— Debo ir a la universidad.

— ¿Por qué, qué pasó?

— Debo buscar a mi hermana.

— Te acompañó — Inmediatamente Luna se apuntó recordando que posiblemente podría mirar a su crush Kokonoi.

— ¿Enserio quieres ir?

— Siii, imagínate. Fiesta de Halloween en la universidad, por lógica está más buena que en este lugar ¿No crees?

— Bueno, está bien ¿Quieres venir también, Tomo?

— ¿No nos meteremos en problemas por ir a la universidad?

—Mientras Naoto le pida el permiso al prefecto Harrison, nosotras nos escabullimos — propuso Luna divertida.

—¿Entonces? Es urgente chicas —apremio Naoto.

La chica de cabello azabache amarrado en dos trenzas y disfrazada de hada medito un pequeño momento, para luego asentir.

— Bueno, está bien. Igual y a ver si me encuentro con mi hermana y la saludo un momento.

—¿Le decimos a Denki?

Los tres chicos miraron hacia la pista de baile, donde se le veía al joven bailar muy a gusto.

—Nah, dejémoslo que disfrute — comentó burlesca Luna. 

Tras eso, el trío de chicos salieron de la preparatoria y tomaron camino hacia la universidad.

***

>Colegio Ayome: Universidad <

— ¡Lin! — La llamó Sanzu.

La chica giró un poco encontrándose con aquellos ojos jades.

— Sanzu.

— Oye — Mojó sus labios — ¿Qué tanto haces hablando con Hakkai?

— ¿Vas a seguir con eso? Entre Hakkai y yo no hay nada, solo compañerismo.

Sanzu mojo sus labios e intentó relajarse. Si quería pasar la noche con su macita, debía intentar controlar su mal genio. Y realmente, aunque no lo fuera admitir, esa semana había extrañado quedar con ella. Lo que lo llevó a mandarle un mensaje.

—Pero bueno, pasarás toda la maldita noche conmigo ¿recuerdas? — Mordió su labio inferior sin desclavar su mirada de la chica de cabellos cobrizos. Quien además se veía demasiado sexy en aquel traje de "Starfire" .

— Sanzu, lo dije. Pero ahora, no sé, con tus actitudes que estás tomando últimamente, te digo que me haces sentir incómoda… — En eso, Sanzu para callar a Lin sacó una pequeña bolsita de plástico mostrándosela.

— ¿Alguna vez has probado "La base", Lin?

La chica parpadeó varias veces seguidas.

— ¿Es cómo la cocaína, no? — respondió sin dejar de ver la diminuta bolsa.

— Es un derivado de la cocaína, pero esta contiene sustancias altamente más… fuertes — Y sonrió mostrando sus cicatrices alrededor de su boca.

Como si Sanzu hubiese dado en el blanco, Lin olvidó por completo todo su alrededor.

— Quiero probar.

—Lo harás, pero esto se fuma.

— ¿Y dónde lo fumaremos? — Sonrió de lado acercándose a el chico de cabello rosa, pasando su delgado brazo por sobre su pecho.

— Vamos atrás del dj, ahí sale humo. Así que no se darán cuenta — Sanzu guiñó de su ojo y tomó a Lin de la mano para llevarla directamente a fumar la base.

***

—¿Qué tal si vamos con Kakucho? — cuestiona Emma sentada desde una mesa con Alice.

— Es qué, veo a Kakucho con sus compañeros de carrera, y seguro estuvieron ahí cuando yo casi me encueré en la fiesta de bienvenida. Si se ponen a hablar de eso, no… que incómodo — comentó Alice un poco apenada.

—Pero nosotras vamos por Kakucho, no por ellos. Solo ignoralos

—Pero Emma, además ¿No te incomoda que llegue Evan? 

— Evan… Bueno, él me mandó un mensaje de que llegaría tarde. Su mamá le pidió un favor, que buscará no se que cosa en Nakamuri, y eso son cuatro horas entre ida y venida — Y rodó sus ojos al recordar que además le había adjuntado que esperaba no verla con ningún chico. 

Fue cuando recordó que le había prometido a su hermano Shinichiro terminar esa misma noche con el chico.

Emma pestañeo para no pensar más en eso. Mientras más lo pensaba, sabía que no lo iba a ejecutar. Y ella ya deseaba terminar con todo eso. 

—Vamos un pequeño rato con Kakucho ¿Sí?. No podemos hacerle desaire, Alice.

Alice miró hacia Kakucho de nuevo. Lo noto solo bebiendo, mientras sus demás compañeros hablaban sin parar en la mesa.

—Vamos, entonces.

Emma sonrió, y entonces se levantó con Alice para caminar hacia donde el morocho. Fue cuando la chica robusta noto a su amiga buscar a su alrededor mientras caminaban.

— ¿Buscando a Abel?— La cuco divertida.

Emma adquirió un carmesí en sus mejillas.

— N-no, él está con los Kawata.

— Ya lo tienes bien checado — comentó divertida.

— Es qué… Quedamos de vernos más al ratito.

—¿Enserio? — cuestionó sorprendida la chica de cabellos plateados.

Su amiga mojó sus labios y le tomó del brazo.

—Estar con Abel en lo sexual se siente muy bien, Alice. No lo voy a negar. Me tiene prendada por ese lado. Y… no sé, creo que hoy llegaremos hacerlo en un lugar público, y eso me tiene emocionada.

— ¿Qué te puedo decir, Emma? Está bien, que disfrutes, pero… ¿Seguirán viéndose aun cuando Rebeca se reincorpore? 

— Pues, ya lo hemos hablado, y… Quizás si nos sigamos viendo, mientras ella no se entere. 

—Sigo sin comprender el porqué se tienen que esconder.  Pero bueno, es decisión de ustedes, ya que conocen más a Rebeca. Sabrán ustedes.

Alice en eso busco a sus alrededores, quería saber si podría encontrarse con Manjiro o algo parecido, pero parecía que esa noche no se presentaba a la fiesta.

— Hola chicas — saludó cordialmente Kakucho, en cuanto las chicas llegaron con él.

— ¿Vienes de zombie, en serio? — preguntó divertida Alice al mirarlo.

— Un zombie guapo al menos — Ladeo su sonrisa chulesca.

— ¿Podemos tomar asiento?

— Sí, claro, adelante — Kakucho al estar en la esquina, se hizo a un lado y les dio espacio.

—Oye, Emma ¿Dónde dejaste a Evan? Anda de un humor de perro desde el lunes por ese mensaje — inquirió uno de los chicos de la mesa divertido, y los otros dos rieron.

Emma sonrió incómoda.

—Basta chicos — pidió Kakucho.

Por suerte, unas chicas vinieron para invitar a los tres “graciosos” a bailar. Una de ellas, le hizo seña a Kakucho, pero este negó la oferta amable.

—¿Por qué la rechazaste? —inquirió Alice, alzando una ceja. Una vez quedaron solo los tres.

—Ustedes acaban de llegar aquí por mí, no veo correcto irme tan rápido.

Alice pestañeó y sonrió tenue por el gesto de su nuevo amigo.

—Eres tan caballeroso, Kakucho — expresó Emma afectuosa. Sin duda, no se arrepentía de haber involucrado más al chico con ellas, sobre todo por Alice. Veía que la influencia del chico le había caído más que bien a pesar de la reticencia de la chica al principio.

—Pero en fin, ahora hay más espacio para nosotros — comunicó Kakucho — ¿Ya fueron por ponche?

Emma negó.

—Yo quiero tomar, pero aun me da miedo — les dijo Alice.

—No creo un vaso te hago mal —  le indicó Emma.

—Yo me quedaré contigo toda la noche y cuidaré de que no te excedas, si no quieres hacerlo — sonrío Kakucho y Alice lo miró.

Mojo sus labios y entonces asintió.

— Bueno, ya les traigo unas. Regreso en breve. — Kakucho se puso de pie y caminó hacia la barra con rapidez.

Ambas chicas se sonrieron ante el gesto del chico.

***

>Hogar De Los Imaushi <

Llamaron a la puerta de la habitación de Rebeca, ella suspiró en alto y mordió su labio inferior.

— ¡Adelante!

Haruto se adentro al lugar con una gran sonrisa.

— Hola, princesa.

—¿Qué hice ahora? — Negó con la cabeza e hizo un puchero en su rostro.

Haruto río.

— No, no es nada. Solo quería ver a mi hija. Desde que te suspendieron, apenas si sales de tu cuarto Rebeca. A lo mucho Travis me ha dicho que has salido al centro un día.

Rebeca alargó sus labios.

— Desde lo que me pasó, sin duda evitó mucho las relaciones interpersonales. 

El señor Imaushi tomó lugar por un lado de su hija acariciando su cabello.

— ¿Cuándo te dejarás el cabello rubio, de nuevo?

— Ay, papá, no me gusta…

—¿O sea que no te gusta ser rubia como tu papá?

Rebeca se carcajeó al ver el rostro de Haruto.

—Ay, papi, gomen. Pero si, no me gusta mucho. Aparte, así azul está mejor, siento que va mejor conmigo — Sonrió divertida.

Haruto sonrió y tomó una mano de su hija.

— Rebeca, solo quiero que sepas que… Me moleste contigo, me decepcionaste. Por supuesto que sí. Y si me dieron ganas de moler a Izana… En fin, solo espero y no le vuelvas a dirigir la palabra a ese pelmazo.

— No pensaba hacerlo.

— Deberías considerar a alguien como… No lo sé, Kakucho Hitto es un muy buen partido.

Rebeca rodó sus hermosos ojos carmesí y recordó aquel momento en el que claramente le dijo al mencionado que jamás podrían ser algo.

— Ay, papá ¿te escuchas? Kakucho es uno de los mejores amigos de Izana, no inventes. Digo, no digo que no sea un buen partido… Pero si de por sí hablan de mí, imagínate andando con el mejor amigo de Izana, de zorra no me van a bajar.

— ¡Rebeca!

— Papá es que es en serio, mejor a alguien que pase desapercibido por todos, no sé, algún becado pasaría desapercibido — Y sonrió recordando a Draken.

— Ni en tus sueños Rebeca, jamás andarás con un becado ¿Entiendes?

— Pe–

— Pero nada señorita. Es la imagen de los Imaushi. No me salgas con estupideces, Rebeca. No me decepciones como Abel.

Ante eso último,  Rebeca sintió como algo amargo bajaba por su garganta. Nunca había visto a su padre con una expresión tan huraña como aquella hacia su persona. Ni cuando se enteró de las fotos desnudas.

— No, papá. No seré igual a Abel — contestó apática.

Haruto se acercó a su hija y le plantó un beso en la cabeza.

— Ya debo irme, tenemos tu madre y yo, una cena muy importante con los McGoneglyt, entre otras figuras importantes.

— Está bien.

Sin decir algo más, Haruto abandonó la habitación de su hija y salió de su hogar a los minutos junto con su esposa.

Rebeca suspiró en alto y comenzó a mirar los estados del WhatsApp de todos sus compañeros de Ayome en la fiesta de Halloween.

— Yo quería ir — Se dijo muy triste para ella misma.

En eso llamaron a la puerta de su casa, Rebeca espero a ver si alguna mucama abriría pero debido a que el timbre seguía sonando, imagino que nadie estaba cerca de la puerta. Bufó y  se puso de pie y salió de su enorme habitación hacia el vestíbulo. Fue cuando escuchó como por fin abrieron la puerta, seguido de murmullos.

— La señorita Rebeca no está disponible en estos momentos, joven.

— Necesito hablar con ella, Margot.

— Joven Manjiro, entienda....

Rebeca engrandeció sus ojos al escuchar quién se encontraba en la puerta de su casa.

— Haruto Imaushi no permite las visitas en estos momentos.

— Conozco a la perfección a Haruto, no lo dudo ni tantito con lo estricto que es él.

— Margot — La llamó Rebeca, llamando la atención de la mucama y de Mikey.

— ¿Joven Rebeca?

— ¡Rebe! — En los labios de Mikey se pintó inconscientemente una sonrisa.

— Deja hablar con él ¿Sí?

— Pero señorita….

— Señorita nada. Por favor, déjame hablar con Mikey.

— Ay señorita, su padre me mata si sabe que desobedecí sus indicaciones.

— Te prometo que será rápido ¿Si?

La señora ya mayor negó con la cabeza y se retiró dejando solos a los dos jovenes.

Rebeca le dedicó una cálida sonrisa al rubio y viceversa.

— Que gusto me da mirarte.

— ¿No deberías estar en el colegio?

— Nah, nunca pasa nada interesante en esas fiestas.

—Pero si a ti te encantaba ir a las fiestas, no me salgas con que ahora te aburres con ellas.

— Me gustaban ir porrqué… tú ibas a estar ahí.

Rebeca sintió como una punzada en su pecho tras esa pequeña confesión por parte del joven Sano.

— ¿Ya has cenado algo? — preguntó él.

— No, a decir verdad… Apenas si comí en la tarde.

— ¿Qué te parece si vamos a cenar?

— ¿A cenar?

— Si, yo invito.

Rebeca en esos momentos se sentía confundida y no sabía si aceptar o no esa invitación por parte de él.

— Te prometo que te regreso temprano, mucho antes de que llegue Haruto.

La Imaushi entreabrió sus labios y dedicó una tierna mirada a Mikey. Y como si su inconsciente la traicionara le trajo en un abrir y cerrar de ojos todo lo vivido con el rubio antes de que apareciera Izana en su vida. La nostalgia en esos momentos comenzó a invadir y quizás hasta seducirla a aceptar la invitación.

Ella mostró una sonrisa y asintió. Colocó su dedo índice sobre sus propios labios indicando que no hiciera ruido. Rebeca cerró la gran puerta de su casa y detrás de Mikey se dirigieron hacía su CB205T, entregando a la chica su casco

Mikey se subió a la moto y detrás de él, Rebeca abrazando su cuerpo.

— Oye pero… ¿Y tú no llevas casco? — preguntó preocupada.

— Nah, iré despacio… ¿Sabes? Siempre desee el momento en el que te subieras.

— ¿Enserio?

Mikey ladeo su sonrisa, sin que Rebeca pudiera verlo.

— ¡Vamos!

***

>Colegio Ayome: Salón de fiestas de la Universidad <

Senju, Hannah y Sakura tenían minutos que se habían reunido juntas con sus novios. Los habían juntado para que disfrutaran del show que iban a dar desde el mejor ángulo que encontraron frente al escenario. El cual era la zona de la barra. 

Gyal You A Party Animal de Charly Black y Daddy Yankee se escuchaba en ese momento al fondo.
 
— Chicas — Sakura miró a sus dos amigas — Vamos ya a comenzar.

Senju beso la mejilla de su chico al ya haber tenido una pequeña solución a lo ocurrido hace unas horas y Hannah la de su chico. Sakura tomó del cuello a Mitsuya y depositó un beso muy intenso en sus labios.

— Disfruta del show — Y guiño su ojo. — En menos de dos horas, llega la afortunada para el trió, Mitsuya ¿No te emociona?

Takashi talló de su frente.

Draken que seguía a su lado ahí, palmeo su espalda y luego dirigió su mirada hacía el frente de la pista de baile.

— Si — Fue la única respuesta por parte de Mitsuya mientras bebía de su ponche ya adulterado. Y sin saberlo, con completo extra las tabletas de éxtasis que Rin Haitani había agregado a la bebida.

La peli naranja rodó sus hermosos ojos morados ante lo corto de su respuesta. Se volvió y fue cuando su mirada se fijó en Yuzuha bailando con su ex novio.

Sakura no supo por qué, pero verla más pegada que nunca con Shinichiro, algo que hacía mucho tiempo y que involucra al morocho le ardió por dentro. Suspiró en alto buscando alejar eso. Shinichiro era y será siempre, agua pasada.

Volvió a su sonrisa habitual y tomó las muñecas de Senju y Hannah, para llevarlas detrás del escenario grande.

Le hizo seña al Dj, quien asintió y la música se detuvo.

— ¡Hey! — se escucharon inevitablemente los reclamos por parte de los alumnos.

Entonces fue cuando Senju se posó delante de todos con el micrófono.

— Ay, hola, buenas noches queridos compañeros del colegio, dispensen en serio que les tengamos que interrumpir la música y la fiesta — Sonrió divertida — Pero les prometo que es por una muy-muy buena causa, queridos compañeros.

— ¿Te vas a desnudar o qué? — Gritó un alumno.

Inmediatamente los ojos morados de Wakasa buscaron al alumno con su pregunta, pero entre tanto alumno, no supo quien fue.

— Ay, qué gracioso, eh — rodó sus ojos. — No, ya les prometo que es algo que todos ustedes disfrutarán.

—Disfruten del show — canturreo Hannah tomando el micrófono al último.

Sin decir algo más que decir, el Dj apagó las luces del escenario. Cuando las volvió a encender, Senju, Sakura y Hannah estaban acomodadas en él, con sus sexys trajes de árabes.

Y la música característica de danza del vientre comenzó a sonar.

Las chicas comenzando primero con movimientos de  meneos de caderas demasiado erótico. Al frente se encontraba Sakura, detrás de ella del lado izquierdo Hannah y Senju del lado derecho.

Durante ese pequeño baile exótico, y muy bien bailado, muchos espectadores quedaron con la boca abierta, incluido el mismo Mitsuya, quien había dejado de mostrar interés por su chica, pero después de ese baile fue como si todo desinterés se hubiese ido, al menos por esa noche.

Wakasa solo se saboreaba a su chica albina de grandes pechos y cintura pequeña.

Souya tenía la boca ligeramente abierta y sus mejillas arreboladas, y por su mente pasó, inevitablemente, el cómo su novia le había meneando sus caderas parecido mientras lo cabalgaba hace rato en la habitación.

A lo lejos del escenario, Naoto, Tomo y Luna iban entrando.

Naoto no perdió tiempo y empezó a buscar a su hermana mayor, pero en eso, fue cuando un reflejo de luz captó su atención hacía el escenario principal. El azabache se quedó mirando fijamente y reconoció de inmediato  a la escandalosa de Sakura. Lo primero que hizo fue rodar sus ojos y continuar su búsqueda, pero fue entonces cuando se percató de la chica albina detrás de ella. Achicó los ojos buscando reconocerla, le parecía conocida de alguna parte.

Y fue cuando su memoria le trajo aquel recuerdo de cuando iba en primero de preparatoria y ella cursaba ya el último como su hermana. Recordó que la primera impresión fue de ella caminando por los pasillos, con esos ojos tan lindos y ella tan glamurosa.

En esos momentos no se dio cuenta de que Luna y Tomo habían avanzado y él se había quedado anonadado observando detenidamente la escena frente a él. El baile exótico estaba funcionando como tal, y quedó hipnotizado, e inconscientemente, el bulto en su entrepierna comenzó a sentirse más abultado.

Fue cuando el carmesí se apoderó de sus mejillas y el calor en sus orejas y cuello lo acompañaron.

¡Maldición! — Se maldijo así mismo intentando ocultar esa erección a la situación.

Por otro lado, se encontraba Abel ahora en compañía de Nahoya, Keisuke y Chifuyu no muy lejos de la barra.

Chifuyu estaba boquiabierto solo procesando como Senju lucía y danzaba. Pasó saliva por su garganta y llevando su mano a su cabello rubio, llevándolo hacia atrás, de pronto, había sentido como una oleada de calor.

E inevitablemente, su mente le trajo el pensamiento de que Wakasa era un chico con muchísima suerte, y de alguna manera hasta sintió celos de sólo pensar eso.

Los ojos carmesí miraron a la albina también. Suspiró alto, pero antes de que algún pensamiento impuro llegará a su mente, mejor desvío su mirada hacia otro lado, encontrándose con Emma sentada junto a Alice y Kakucho.

Abel mordió su labio inferior y miró de reojo a sus amigos, estaban tan concentrados en el baile que prefirió no decirles nada y simplemente avanzó para llegar con la rubia.

Tras llegar el minuto final, las tres chicas finalizaron su danza dejando a todos demasiado impactados e inclusive deseando más baile, pero ellas bajaron del escenario, recibiendo varios comentarios, chiflidos y aplausos de los presentes.

— Bueno, que la fiesta continúe — comentó el dj por el micrófono, con una sonrisa de oreja a oreja, completamente satisfecho con el show de momento.

Hey mama de David Guetta empezó a sonar por los altavoces.

Naoto al caer en la realidad, decidió seguir buscando a su hermana.

Hina se encontraba en ese momento con Allison, ambas atravesando el salón de fiestas. Naoto alcanzó a mirarla de lejos, pero entonces cayó en razón, sus amigas no estaban, y era un poco arriesgado que anduviera dispersos ahí.

— Sólo ve rápido con Nata, y ya después buscas a estas mujeres ¿Dónde se habrán metido? — Se decía para sí mismo acercándose a la chica de cabello salmón.

***

Por otro lado, no muy lejos de ahí, Abel caminaba en dirección a Emma. Pero antes de llegar, sintió cómo lo tomaron del hombro.

— Ah ¿Qué quieres Takemichi? — preguntó indiferente.

— Necesito hablar contigo.

Abel alzó la ceja.

— ¿Tenemos algo que hablar, en serio?

El rubio de ojos azules suspiró fuertemente y miró fijamente a los ojos carmesí.

— ¿Es mucho pedir que mantengas distancia con Hina?

— Ah ¿Qué? — Nuevamente alzó su ceja y lo miró confundido.

— No me gustó para nada lo que dijeron de ustedes en el anónimo.

El azabache se abstuvo de responder algo, sólo miraba fijo al rubio. Un poco cabreado a decir verdad, porque no mucho rato su hermano mayor mismo le había exigido algo parecido. Solo que esta vez, sentía la situación muy diferente. A pesar de que su hermano incluso lo había hecho enfurecer.  Era mas como ese tipo de rabia fría.

Takemichi pasó saliva por su garganta y apretó sus dientes, sintiéndose por primera vez valiente.

— ¿Acaso crees que a mí me gusta que hablen de mí, Takemichi? Claro que no, muchísimo menos que me pongan en una situación con una chica que tiene novio. Mi único consejo para ti, es que cuides tu relación y ya, yo no tengo nada que ver con Tachibana, absolutamente nada, así que déjate de mamadas, porque esas van aquí abajo — Y enojado llevó su mano a su miembro burlándose del rubio.

— Sólo te estoy diciendo.

— A mi no me estés con amenazas.

— No es una amenaza, sólo te estoy pidiendo algo.

Abel negó con la cabeza y sonrió divertido.

— Fue una plática muy interesante Takemichi, pero, créeme, de momento no me interesa, tengo cosas más importantes que hacer.

Abel se retiró del lugar dejando sólo al rubio de ojos azules.

***

Fuera de los baños del salón, Chifuyu venía saliendo bloqueando su teléfono, y para su suerte, se encontró con Senju en la entrada.

Los ojos verdes del rubio la miraron, aún recordando como ella bailó y produjo muchas cosas sobre él.

Senju posó su mirada sobre él también, y fue cuando decidió dedicarle una sonrisa, contagiando a Chifuyu.

— Oye — terminó llamándola.

— Dime.

— Lo hiciste muy bien — comentó simpático

— Muchas gracias, la verdad es que estaba muy nerviosa, creo que los nervios me querían carcomer.

— Sí, creo que me di cuenta por algún instante, casi la cagas — comentó buscando chulearla.

— ¿Eh? — Senju engrandeció sus ojos, y el carmesí se apoderó de sus mejillas.

— Jajaja, es mentira. Senju, no la cagaste. Al contrario, creo que fuiste la me–

— ¡Princesa! — Le llamó Wakasa a su chica albina tomándola de la cintura, acercándose a sus labios para plantear un beso en sus labios.

Eso llevó a Chifuyu a un cierto recuerdo de la fiesta de bienvenida cuando recién ingresó al colegio, fue como si un "deja vu" se presentará en esos instantes en su cabeza.

Únicamente rodó sus ojos y se retiró del lugar.

La albina a lo lejos miró al rubio retirarse, se sentía extraña y lo sabía, pero preferiría ignorar aquella emoción y continuó besándose con su novio.

En la pista de baile, Yuzuha se encontraba bailando con Yoko, ambas chicas dándose un "perreo" demasiado intenso. La castaña quedando de espaldas "arrepegando" sus glúteos sobre el vientre de su amiga.

La escena de ellas dos llamaba la atención de muchos presentes. Era imposible no mirar, inclusive Shinichiro estaba anonadado apreciando la escena frente a él.

— Le arrojare a mi hermana agua bendita en cuanto termine de bailar — comentó Taiju de pronto, mirando la situación con los ojos completamente engrandecidos.

Shinichiro reaccionó ante eso y palmeó el hombro ancho de su amigo.

— Jajaja, deja a Yuzuha divertirse hombre, no seas amargado.

— No lo soy, jaja, pero es demasiado extraño para mí mirar a mi hermana "perreando" hasta el piso.

— ¿Por qué no mejor vamos por más bebidas? — preguntó Shinichiro queriendo evitar que Taiju interrumpiera la diversión de Yuzuha.

A lo lejos, ya con éxtasis encima, y un nivel de alcohol demasiado alto en su sistema… Takashi se encontraba observando la escena de Yoko y Yuzuha bailando hasta el piso. No lo iba a negar, la escena lo estaba prendiendo más que el baile que su novia había dado.

Y todo eso, porque era Yuzuha.

Su dulce y fiera castaña.

Yoko sonreía mientras el baile con su amiga tomaba más intensidad, incluso comenzaban a despertarle más aquellas ganas de experimentar con su mismo sexo. No por ello, obviaba que también su actitud de bailar así era también porque había mirado a Kazutora bailando con Allison hace unos momentos.

Meneo su cabeza para ya no pensar en eso, y pasó una mano por el vientre de su amiga. Dejándose aun así llevar por el dolor de no ser correspondida que por más que quería, aun no lograba disipar de su cuerpo y mente.

Mitsuya mordió su labio inferior sin dejar de mirar a su castaña de ojos ámbar.

— Mitsuya — Un llamado a su nombre lo hizo aterrizar a la realidad, encontrándose con Sakura y otra chica de cabello rubio cenizo.

— ¿Qué sucede? — preguntó con las pupilas ya dilatadas.

— Ella es Adrienne. Es francesa, pero habla muy bien nuestro idioma. Es de quién te hable, amor.

En esos momentos, Takashi no podía reaccionar del todo bien. En realidad, estaba dejando a la suerte de que el alcohol y la droga lo dominaran esa noche. Aun así, no fue descortés y le dio un vistazo a la chica. Él admitía que no estaba absolutamente nada mal, más con aquellos rasgos extrajeron acentuados en su rostro.

La rubia en tanto, mantenía una sonrisa pícara en sus labios al mirar frente a ella con quién estaba a punto de concretar una relación sexual. Llevó su dedo pulgar a sus labios y mordió de él.

***

Detrás de dónde se ubica el Dj, Sanzu y Lin se encontraban fumando demasiado entrados a la "base".

— No mames, el efecto dura, muchísimo menos de quince minutos Sanzu.

— Pero desmienteme que, esos ocho minutos que te pega, sientes que hasta el corazón se te va a detener — Sonrió y mostró sus pupilas dilatadas.

— No pues si lo que te hace en cuestión de minutos, es demasiado, increíble.

— Te dije… Macita — Sanzu tomó a Lin del mentón y planteó un beso en sus labios, ambos dejándose llevar por la calentura en esos momentos.

***

Hakkai se acercó a la barra para servirse más ponche, y mientras llevaba el vaso a sus labios. Su cabeza empezó a menearse al ritmo de Clandestino de Shakira y Maluma. Fue cuando sintió algo pincharlo en el costado y miró a un lado exaltado. 

—¿Asustado, Potter? — lo cuco Souya divertido.

Hakkai terminó sonriendo entre dientes.

—Creo que esa es mi línea ¿no crees?

—Ya sé, pero no podría perder la oportunidad de decirla.

Souya se inclinó y sirvió más ponche en su vaso.

—Ibas como distraído, no me vista cuando pasaste en la barra. Te hable y todo — comunico el chico mirándole de reojo.

—Pero con esta música ¿Cómo te voy a escuchar? — le hizo ver Hakkai rodando sus ojos divertidos. — Por cierto, lindo baile te dio… tu novia.

Las mejillas de Souya adquirieron un tono rosa al recordarlo, pero no comentó nada al respecto. 

—¡Oye! ¿Quieres bailar? — llego de pronto una chica junto a Hakkai, muy sonriente y sus ojos brillando sin disimular nada su deseo por que aceptara.

Hakkai parpadeo, y miro la mano de la chica extendida hacia él.

Fue en ese momento, que en lo privado de su cabeza, deseo que algo dentro de él se emocionara y excitara por bailar con ella, que era sin duda muy guapa y se veía además muy coqueta con su traje de abejita sexy. 

Pero… Nada. 

Abrió y cerró sus dedos, sintiendo cada vez más el miedo recorrerlo por la dirección de sus pensamientos sobre su orientación sexual.

—Oh, me encantaría. Pero soy más de bailar merengue, bachata, o salsa. El perreo no es lo mío.

La chica hizo un puchero.

Hakkai suspiró y en eso, por alguna razón, miró hacia Souya, quien solo miraba la situación sin ningún aparente gesto en su rostro.

El menor de los Shiba volvió a mirar a la chica y sonrió esta vez galante.

—Escucha, linda. Apenas pongan merengue o salsa, bailamos ¿te parece?

La chica río.

—Bueno, estaré entonces esperando primor. O mejor, cuando sea la hora de solicitar canciones, pediré una de esas porque aquí a que pongan. Para tu suerte, yo se bailar muy bien a la salsa — Y tras decir eso, la chica se alejó.

No sin antes guiñar le un ojo coqueta.

—Vaya, la chica enserio quiere bailar contigo — hizo hincapié Souya divertido, mirando por donde la joven se marchó. Cuando regresó la mirada hacia su compañero y sus ojos conectaron, se preguntó por un segundo del porque repentino piquete de disgusto en su pecho. Meneo su cabeza y siguió la conversación — Entonces ¿Qué tan bien bailas esos géneros musicales?

Hakkai mojó sus labios y sonrió, mostrando todos sus dientes.

—No es por presumir, pero se me da bastante bien. Mi mamá gusta de ese tipo de música y aprendió además a bailar, aunque al principio fue algo más terapéutico que por diversión. Luego nos enseñó a los tres. Pero a mi es el que mejor se me da, incluso más que a Yuzuha, que ya es buenísima bailando.

Souya sonrío.

—¿Te gustaría enseñarme?

Hakkai abrió sus ojos absorto.

—¿Eh?

—Sí, anda, sería genial.

—Pero somos hombres…

Souya arrugó el ceño y ladeó la cabeza.

—¿Y eso qué?

Hakkai mojo sus labios, sintiendo de nuevo el miedo recorrer sus sistema, aunque no por ello, no dejó de lado la emoción de si querer enseñar al chico. Lo que le hizo asustarse aún más. Todo eso no le hacia darse cuenta que las pupilas de Angry estaban un poco más dilatados y sonreía mucho más de lo habitual.

—Pues, dos hombres bailando, no sé, raro ¿no?

Souya miro en tanto a Hakkai directo a los ojos, en eso, se acercó un poco más a su espacio. En eso, el rico olor a manzanas llegó a sus fosas nasales y saboreo sus labios inocentemente. Y sin poder saberlo, ocasionando la excitación que él Shiba espero sentir con aquella chica que lo invitó a bailar. No con él, con Souya.

—No tiene nada de malo, Hakkai ¿o, sí? — Souya llevó unos dedos a su labio inferior y parecía que meditaba. Luego parpadeó ante una idea que llegó a su mente en ese momento. — Hakkai, acaso eres homofo…

—¡Amor! Vamos a bailar — gritó de pronto Hannah llegando a su lado y abrazándolo de costado.

Hakkai sintió un gran alivio al ser interrumpido y se alegró por primera vez de ver a aquella chica.

—Nos vemos luego, Souya. Tú anda a bailar con tu novia. — Y sonriendo como si nada hubiera pasado, se marchó hacia donde estaba su hermana y compañía.

***

Por otro lado, Takeomi les daba una pequeña explicación a Seishu y a Koko con respecto a cómo estaría la situación de la venta de droga.

— Entonces hay que reducirla ¿entendido? Inupi, Koko.

El azabache alargó sus labios. Hajime sintió que esa era una noticia demasiado mala para él, ya que la situación en la que se encontraba, no era la mejor.

Seishu asintió simplemente, sin problemas por la noticia.

Takeomi en eso, detectó a Koko no muy convencido por el panorama. Ya había tenido problemas antes con otros vendedores como para no darse cuenta de ello. 

— ¿Qué te sucede? — preguntó Takeomi cruzando sus brazos, aspirando un poco del cigarrillo en sus labios.

— No, no es nada.

— ¿Seguro? Igual no es como que sí ocupes mucho el dinero ¿no? — preguntó de nuevo Takeomi.

—Para nada — En eso, Koko introdujo sus manos dentro de los bolsillos de su disfraz, encontrándose con su cartera. Fugazmente recordó que Benkei le había dado una tableta.

— Todo está bien, Takeomi. No te preocupes — complementó Inui, mirando de reojo a su amigo.

El chico con cicatriz no dejo aun así de mirar al chico azabache de ojos de gato. En eso, sonrío sugerente.

— Yo creo más bien que a Kokonito le hace falta más diversión.

— ¿Eh? ¿Y cómo es eso? — preguntó extrañado.

Takeomi solo lo tomó de la muñeca y lo sentó en uno de los sillones. Luego fue y se acercó al oído de Victoria, quien hablaba en ese momento con su amiga Sayuri. Había peleado con su novia hace un día, pero él sin duda sabía buscarla y luego contentarla. Tenían ya mucho tiempo juntos como para no conocerse uno al otro.

Tras pedirle algo en susurros, miraron hacia Koko. Ambos disfrazados además de vampiros.

Vicky asintió entonces, besó a su chico y tomó camino.

— ¿A dónde va? — preguntó Seishu alzando una ceja.

— Ahorita viene, le traerá una sorpresa a Koko.

— ¿Qué clase de sorpresa? — preguntó de nuevo Seishu, no muy a gusto.

—Calma, calma, no es nada malo. Todo lo contrario —Takemoi sonreía sugerente. — Además hay que recordar que gracias a Kokito las ventas han ido de maravilla en solo un mes. Así que pensé que merecía un regalo de mi parte ¿no creen?

Kokonoi en tanto, solo miraba confundido al chico de cicatriz en el rostro.

***

Naoto platicaba en ese momento con su hermana mayor, respecto a la situación de su madre.  Habían salido un momento y sentado en unas sillas que había en la entrada del lugar, y así, llamado a la casa para saber más de la situación.

— Jamás habría escuchado el teléfono, enserio hay demasiado escándalo aquí Naoto — la voz de Hinata se escuchaba muy afectada. 

— Si, eso mismo le dije a papá.

— Me dio mucho susto — dijo Hinata y tallo sus ojos, que se habían vuelto acuosos.

— Lo sé, Nata. — Naoto acarició la espalda de su Hina. — Pero lo bueno es que ya está estable.

Apenas su padre atendió la llamada, les comunicó que su madre ya estaba estable. Hinata quiso marcharse aun así, pero su papá les había dicho que no se preocupara y su mamá mandado a decir que siguieran disfrutando de Halloween. 

—Si al menos fuera ya mayor de edad, podrías habernos ido sin permiso.

— Ya, tranquila hermana.

Hina tomó un sorbo de agua que Naoto había tomado de uno de los bebedores de ahí.

Y exhalo e inhalo varias veces, para calmarse.

— Ya, ya estoy más tranquila.

—Me alivia eso, Nata. Ahora, tengo que ir a buscar a mis amigas y regresar a la preparatoria. A mí me dieron media hora para estar aquí, pero el prefecto no sabe que vine con mis amigas.

— Está bien, Naoto avísame cuando ya estés en la prepa ¿sí?

— Si, no te preocupes — Hina se acercó a la mejilla de su hermano y le plantó un pequeño besito — ¡Ay, que melosa! — le regaño limpiando de su mejilla, pero ocasionando que su hermana riera divertida.

—A ver si cuando tengas novia no dices lo mismo — lo cuco.

Naoto solo rodó sus ojos, ruborizado, y ambos ingresaron de nuevo al lugar.

Hina lo miró marcharse a por sus amigas, y entonces dio media vuelta. Pero justamente en esos momentos, delante de ella, presenció una escena demasiado extraña.

Emma se encontraba con Abel, ambos en un acercamiento excesivo a rostros, incluso una mano del azabache se encontraba sobre la pequeña cintura de la rubia, y una mano de ella se encontraba cerca del oído de él jugueteando con sus expansores, sonriendo demasiado coqueta.

Hina quedó extrañada, inclusive llegó a creer que estaba mirando mal, pero no era así, la música era demasiado ruidosa que no alcanzaba a escuchar la conversación de ambos, y algo era seguro, quería saber, no sabía porque, sólo Hina sintió como si algo extraño se hubiera apoderado de ella.

Y fue cuando intentó desviar su mirada, pero entonces miró que ambos se dieron un beso de labios, algo rápido, pero lo suficientemente profundo al menos para ella notarlo. Hina pasó saliva por su garganta. Abel entonces tomó de la mano de Emma y se la llevó a bailar en medio de la pista, con todos los demás alumnos que bailaban desenfrenadamente.

La chica de cabello salmón talló de su frente y aunque quería dejar de mirar aquella escena frente a ella, no podía, mucho menos al mirar el tipo de baile que ambos mantenían.  



Continuará....

Muchas gracias a @Selfish55 ✨

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