Capitulo #24 "Culpa"

>Colegio Ayome"<

Domingo
08:20 am.

Sasaki Watanabe aparcó el auto en el estacionamiento, para luego bajarse seguido de sus dos gemelos.   

—¿Fue un fin de semana algo movido, no? — le cuestiona la señora de cabello negro corto y ojos turquesa. 

Había llevado a sus hijos a una reunión de viejos colegas deportistas el sábado.

— Fue excepcional — pronunció Souya tenue.

Sasaki miró a ambos chicos con mucha dulzura.

—¡Ay! Niños los quiero tanto, son mi vida — besó la mejilla de un gemelo y después la de otro gemelo de forma escandalosa. Souya se ruborizó. Nahoya se quejó ante tanta miel. Sasaki río sardónica ante la pena de sus hijos; ella gustaba mucho de avergonzarlos. — Por cierto, este fin si quieren pueden quedarse en Ayome, creo que los hago pasar mucho conmigo y seguro quieren pasarla más con sus amigos.

—Sabes nos gusta andar contigo — le hizo saber Souya.

—Seguramente es por qué te verás con alguien — retruco Nahoya divertido.

Sasaki hizo una floritura.

—Si así fuera, no te lo diría — Y extendió su mano para pellizcar su mejilla.

—Igual este viernes es la fiesta de Halloween. Nos quedáremos — comunicó Nahoya mientras se sobaba su cachete.

—Entiendo, y bueno, igual seguro el lunes tres de noviembre vengo, me toca visita con los demás padres representantes.

—¿Hasta en la universidad hacen eso? — Souya arrugó la cara confundido.

—Me temo que sí. Saben que están asistiendo a una institución ligada a la élite y esas cosas, las conexiones no deben perderse — musito la azabache en tono aburrido y abrió la puerta de su auto. — Bueno, me retiro chicos — Sasaki tomó asiento frente al volante. Se inclinó hacia la ventana y les sonrío maliciosa — Y por favor, recuerden usar condón. No quiero ser abuela tan pronto. Sobre todo tu Souya, esa Hannah se ve que no es de las que se sacia tan rápido.

Tras decir eso, encendió el auto y partió de ahí.

Ambos hermanos se miraron. Nahoya río ante la cara estupefacta de su hermano menor.

Sasaki Watanabi siempre tan inusual.

Tras tomar del suelo sus mochilas, retomaron el camino hacia el campus de la universidad.

—Voy aprovechar ahorita para estudiar, mañana tengo defensa oral para anatomía. Aun no me aprendo al completo la estructura del cuerpo humano — Nahoya hizo un pequeño mohín.  

—Es que seguro ni has comenzado a repasar —le miró severo Souya. Entre los dos, él era mucho más responsable con las asignaciones. — Pero bueno, aprovecha estas horas. A mí me toca el jueves pero ya me he memorizado los nombres y funciones de los huesos y músculos, no es tan difícil. 

—Es que tú eres un maldito nerd, querido hermano — lo pico Nahoya socarrón, y tomó a su hermano por el hombro divertido, quien solo le alzó el dedo medio.

***

~Habitación #206~
Kokonoi Hajime
Abel Imaushi
Souya Kawata

Fuera de la habitación y a punto de deslizar su tarjeta, el celular de Souya comenzó a sonar. Sacó el aparato del bolsillo de su pantalón y observó al remitente antes de contestar.

Amor

Suspiró y se talló el tabique de su nariz antes de contestar.

— Por favor, no quiero pelear — Se dijo para sí mismo deslizando su dedo para contestar —¿Amor?

—¿Por qué tardaste en contestar?

—Hannah voy llegando al colegio, es más estoy afuera de mi habitación, déjame llegar al menos ¿no?

¡Es que me pone histérica que no me contestes!

En realidad todo te pone histérica últimamente — pensó mientras deslizaba la tarjeta y abría la puerta pasando de largo y directo a su cama, alegando con su chica por el teléfono.

—Ya cálmate.

La voz masculina de Angry caló lentamente en la mente de una rubia que se encontraba abrazada del azabache de expansores rodeando con sus delgados brazos el pecho del Imaushi , Emma abrió sus ojos como plato al caer en razón ante la situación en la que se encontraba.

Sus ojos se dirigieron hacía Souya pero parecía que aún no se había percatado de su presencia ahí en la cama y con su amigo. Así que intentó ocultarse un poco más por debajo de las sábanas de la cama.

—Te veo al rato aquí ¿si?

—Te dije el viernes que hasta mañana en la mañana regreso yo.

— Entonces te veo el lunes ¿Está bien?

Me chocas ¿Cómo se te pudo olvidar? ¿Por qué no me das la atención que yo requiero?

Lentamente Abel comenzaba a despertar del sueño profundo en el que se encontraba, sintió un poco de peso encima de él y al mirar por su lado, se encontró con Emma quien tenía una mirada llena de terror y sólo negaba con la cabeza.

Abel miró a Angry y cerró sus ojos y llevó su mano a su frente.

—Mierda, olvide poner alarma — dijo entre dientes y suspirando fuertemente tomó el cobertor para cubrir más a Emma, tratando de evitar que Souya se diera cuenta que ambos estaban ahí. 

— Ya, Hannah relájate, tu histeria está muy fuerte, mira ¿Qué te parece si hablamos ya que se te baje el coraje que traes, sí?

—¿Sabes qué? ¡Si, porqué ahorita ya me amargue el pinche día!

En eso, la pelirroja había cortado la llamada dejando a Angry bufando y rodando sus ojos.

— No entiendo a esta mujer — refunfuñó mientras colocaba su mochila sobre su cama.

En eso, Kokonoi llegó a la habitación.

—Buenos días, Souya — Saludó. Angry lo miró y sonrió.

—Buenos días Koko. 

—¿Abel se quedó en Ayome, no? — comentó de paso el chico mientras llegaba a su cama.

—Sí, y como es tan madrugador seguro ya fue a desayunar…Igual le llamaré para confirmar. 

Angry tomó su celular y comenzó a llamar a Abel. Su mente había asociado por alguna razón que él chico no estaba ahí, por lo silencioso del lugar y conociendo que su amigo a la siete de la mañana ya estaba despierto escuchando música con su celular.

Fue cuando el sonido del teléfono del azabache comenzó a sonar, provocando en el peli azul un sobresalto. Souya comenzó a buscar en dirección a donde creía estaba sonando el aparato. Cuando llega a la altura de la escalera, sus ojos se encontraron con ropa de mujer en el suelo.

Koko lo miró.

— ¿Qué estás haciendo? — Le preguntó.

Souya colgó la llamada. Miro hacia Koko e iba a responder sobre la ropa de mujer, cuando a sus oídos llegó de nuevo un tono de llamada, solo que uno muy diferente al anterior.

— ¿Escuchas el teléfono?

Kokonoi comenzó a poner atención al sonido de la llamada.

—¿El de Abel, no? Lo habrá dejado tirado…

—No, el tono de llamada de Abel es un ring de guitarra, este es como una cascada.

Abel pasó su mano sigilosamente por su cabello maldiciendo mil y un veces.

Emma se aferró al cuerpo de él queriendo cubrirse por completo, aunque fuera inutil. Maldiciendo haber dejado su teléfono encendido en el bolsillo de su falda.

La cama del chico quedaba dando la vuelta la escalera, así que por ello no era tan fácil confirmar si estaba o no ahí a la primera.

Angry entonces finalmente se percató del bulto de la cama. Una sonrisa se pintó en sus labios. Al querer molestarlo tomó del cobertor y jaló de él sin saber o llegar a pensar que tendría una chica en la cama.

—¡Abel! ¿Cómo es que sigues durmiendo? ¡¿Acaso te estranochaste viendo porno?! — Le gritó divertido, pero inmediatamente su sonrisa se borró al ver a Emma acostada con él, únicamente en una camisa y sus bragas negras.

Los ojos de Kokonoi engrandecieron e inmediatamente se dio media vuelta.

Souya quedó congelado.

— ¡Dame el puto cobertor! — Le gritó Abel queriendo cubrir a la rubia.

A paso veloz Angry accedió y se dio vuelta.

—Te juro por Dios que… pensé que estarías tú solo. Perdón, enserio perdón, no vi nada — Y se cubrió sus ojos queriendo evitar mirar a los dos, Emma se encontraba bastante ruborizada y su corazón lo sentía bombardear a ritmo veloz.

Abel se puso de pie y miró a ambos mientras tomaba su bóxer para ponérselo.

Emma se puso de pie y evitando contacto visual con los compañeros de cuarto de Abel, se colocó la falda y zapatos, y busco su blusa. Una vez lista, el azabache se dio media vuelta y acompañó a Emma hasta la puerta.

—Después me das la camisa — le susurro Abel una vez en el dintel.

— Está bien — musitó Emma quien estaba excesivamente ruborizada ante el suceso.

— Hey — La llamó y ella elevó su mirada para observar al chico a los ojos— No pasa nada, hablaré con ellos ¿Está bien?

Ella asintió, confiando en él.

— Y no te preocupes, solo espero haberte ayudado con tu problema — El Imaushi le guiño un ojo. Emma sonrió suave, esta vez un poco más tranquila.

—Sí, muchas gracias… Ya me voy.

—Si, está bien, nos vemos.

La rubia se retiró y Abel se dio media vuelta encontrándose con sus compañeros de cuarto.

— Ninguno vio absolutamente nada ¿Quedó claro?

Souya solo continuaba bastante sorprendido, de todas las chicas que pensó que podría encontrar ahí, jamás imaginó que Emma Sano sería una de ellas.

Abel entonces se acercó a Koko, con una mirada pasiva-agresiva.

—¿Quedó claro?

Hajime suspiró, e hizo una floritura desinteresada.

—Viejo, créeme, me vale mierda si te metes hasta con la hija de la directora. Pero de todos modos, yo no soy de los que andan por ahí hablando de los demás — Las palabras de Koko transmitieron seguridad en Abel.

—Eso espero, porque no me gustaría humillar a Emma de esta manera.

—Seré una tumba, porque como te dije; no es asunto mío. 

Abel entonces miró hacia el Kawata menor, quien aún parecía incrédulo.
Pero sabía a la perfección que no tenía que darle advertencias a Angry, quien es una persona de su total confianza, así que no habría porqué volverle a repetir el aviso.

Pasó una mano por su cabello y fue a lavarse el rostro.

***

~Habitación #203~
Emma Sano
Rebeca Imaushi
Alice Matsuno

Emma pasó rápido la tarjeta, abrió la puerta e inmediatamente ingresó. Al estar ya en las paredes de su habitación, soltó un hondo suspiró. Había buscado ser lo más sigilosa posible al salir del área de los hombres, realmente esperaba que nadie la hubiera visto.  

—¿Dónde estabas?

—¡Ahh! — Gritó y dio un pequeño brinco al escuchar la voz de Alice a su espalda.

—Te marque hace unos momentos en vista que no regresaste anoche ¿Dónde estabas por cierto? Por suerte Louis me creyó que estabas indispuesta en el baño — Sus ojos verdes miraron a la rubia con una camisa negra para caballero de una banda de "Deathcore" "Suicide Silence". Alice la miró más confundida — ¿Y esa camisa? ¿Por qué siento que ya se la he visto a alguien? 

Las mejillas de Emma se ruborizan, sus ojos nerviosamente miraban en todas partes, menos a su amiga. 

—Aparte te ves… Despeinada…

La rubia suspiró en alto antes de decidir caminar en dirección a Alice.

— ¿Prometes no decir nada?

Alice alzó una ceja curiosa.

— Te lo aseguro, no comentaré absolutamente, pero ¿Qué sucedió? ¿Dónde estuviste?

Emma llevó su delicada y suave mano a su rostro para tallarlo.

— Pasé la noche con Abel — El carmesí se apoderó aún más fuerte de ella, hasta las orejas y cuello los sintió acalorados.

Alice casi cae hacia atrás.

— ¿Con Abel? — soltó y volvió a mirar la camiseta. — Sí, claro, ya sabía que había visto esa camisa en algún lado — Y no pudo evitar soltar una risita irónica.

— Si, es de él.

— Espera… — Alice cayó entonces en razón — ¡Que pasaste la noche con Abel Imaushi!

Emma asintió levemente y se encogió de hombros.

— No me juzgues ¿Si?

La chica de gran peso meneo la cabeza casi al instante.

— ¿Por qué habría de hacer eso?

—Por qué se supone que tengo algo con… Evan — Sólo mencionar su nombre provoca en ella cierta repulsión.

Alice mojo sus labios pensativa.

—Pero tú no tienes nada serio con él, o algo así me dijiste ¿O sí?

— Ni siquiera sé cómo se puede llamar a eso.

— Entonces, por ese lado no tienes porqué sentirte mal.

— De hecho… No me siento mal por eso.

— ¿Entonces? ¿Qué tan mal lo hace Abel? — busco cucarla Alice para aliviar el pesar que tenía la rubia en ese momento.

— ¿Qué? No, para nada, al contrario — Emma sonrió por primera vez que llegó a la habitación y mordió su labio inferior al recordar las sensaciones vividas anoche. — Fue de lo mejor jaja.

— ¿Entonces cuál fue el problema?

Emma suspiro en alto y miró al piso.

— Alice… yo no hago esto de… no sé, no me arrepiento para nada, al contrario. Pero… Él es hermano de Rebe… Eso no está bien.

Alice suspiró y miró a la rubia fijamente.

— ¿No se supone que Rebeca se acostó con dos hermanos tuyos? — preguntó extrañada la chica robusta. — Sigo sin verle el problema a que hayas hecho lo mismo con su hermano.

La rubia miró hacía Alice y mordió su labio de nuevo.

—Sí, aunque no es un tema que me guste hablar mucho, pero… es que al menos yo no suelo hacer…. esas cosas.  Creo que debe haber un código ¿si me entiendes?

—Creo ahora si te entiendo… Pero escucha, tú no hiciste nada absolutamente nada malo, porque al final de cuentas Rebeca hizo lo mismo, no te sientas mal.  Entiendo que te sientas contradictoria por no cumplir tu propia regla, pero solo relájate ¿ok?

Emma suspiró en alto y alargó sus labios.

— La quieres mucho ¿cierto? — le cuestiono Alice.

— Hasta con los ojos cerrados.

— Sé que no te gusta tocar este tema, pero….

—Lo que sucedió fue que le dije que sí a Evan sólo para dejar de pensar en Draken — Interrumpió a Alice antes de que prosiguiera, debido a que ya sabía para dónde iba la pregunta. —Créeme, a veces no me siento la mejor persona por usarlo, pero fue algo que no pude evitar. Lo tenía al alcance para alejarme de Draken y aproveche… Pero también recuerdo las casi atrocidades que ha tenido conmigo y se me pasa.

—¿Siempre ha sido así Evan contigo?

— Evan tiene desde último de preparatoria pretendiéndome, pero siempre le he dicho que no. No me gusta, además es muy intenso —Emma tomó asiento en su cama y Alice la siguió. — A veces pienso que el idiota pudo haberme ganado de no ser por lo intenso que se pone, pero no fue así. Y pues… En mi vida sólo he estado sexualmente con una persona. Un modelo que trabajaba en la línea de los Sano. Desde entonces no me había gustado absolutamente nadie, por más guapos que estuvieran aquí, nadie me llamaba la atención… Hasta que… — En eso, el recuerdo de la primera vez que miro a Draken atravesó su mente.

Alice detectó la acción y no pudo evitar mirar compasiva a su amiga.

— Hasta que conociste a Draken… ¿cierto? — complementó Alice.

En eso la mirada triste y nublada de Emma la miró y asintió.

—¿Por qué nunca se lo dijiste?

—¿Eh?

—Porque nunca le dijiste a Rebeca que te gustaba Draken.

La rubia suspiró.

—Rebeca es una de las personas más importantes en mi vida, y yo cuando quiero demasiado a alguien pongo su felicidad… Antes que la mía.

Alice miró a la chica con dulzura.

— Definitivamente eres una muy buena persona.

— O muy estúpida — Emma esbozó una sonrisa sarcástica.

— Pero sabes, tú también necesitas tu felicidad Emma.

— Mientras ella, mis hermanos, mi mamá, mi abuelo y mis mejores amigos sean felices, yo también lo soy… Si Draken es la felicidad de Rebe, entonces no debo oponerme —mojo sus labios. — Yo debo ser feliz ante eso también.

Alice alargó sus labios y abrazó a Emma.

— Por esa razón… Fue que acepté "tener algo" con Evan.

— Y por eso no la pensaste con Abel.

—Así es.

—Mira, lo hecho, hecho está, no puedes hacer nada para cambiarlo.

—De todos modos, tengo claro que no me arrepiento de lo que paso— Emma miro hacia Alice y sonrió, decidida a olvidar que el tener sexo con Abel puede traerle problemas con su amiga si se llegase a enterar — ¿Te digo algo? Abel sí que sabe cómo llenar de orgasmos a una mujer… No hay ninguna queja por ese lado, no de mi parte.

Alice carcajeo.

— Jajaja si, se te nota una mega satisfacción en el rostro.

—A veces el sexo es una necesidad, dime ¿no te ha pasado que debes calmar sea como sea la calentura? Aclaro que no con cualquier idiota.

Los ojos verdes de la chica de cabello gris se desviaron un poco. El sonrojo se hizo presente en el cuello y orejas de Alice Matsuno. Emma se dio cuenta de inmediato de la consternación de la chica. 

— Alice, no me digas que tú…

— Sí, todavía soy virgen — Agachó su mirada y miró al suelo.

—¿De verdad?

— Si, es totalmente cierto — confesó con pena y sus manos temblaron.

— ¿Cómo es eso posible? — Emma preguntaba bastante sorprendida.

— Emma… es obvio ¿Quién quisiera estar con una gorda como yo? — Alice rodó sus ojos.

— ¿Ya vas a empezar?... Alice eso no tiene nada que ver.

— ¿Cómo de que no? — La chica de ojos verdes suspiró en alto — Alice, nadie, repito nadie quiere estar con una gorda como yo, imagínate ¿A quién le gustaría ver cómo en lugar de un buen par de culo rebotan sobre la pelvis, rebote grasa? Emma por favor.

Emma alargó sus labios y se acercó a su amiga colocando su mano en su hombro.

— Deja de menospreciarte tan feo, por favor. Te digo que no tiene que ver, en preparatoria tuve una compañera gordita y andaba muy feliz de novia con un chico.

Alice bufó.  

—Gordita, no con sobrepeso como yo. En fin, yo solo veo mi realidad.

— No, es tu supuesta realidad, pero no es así. Ojalá vieras lo que yo veo al verte a ti, eres hermosa y no solo hablo del físico.

— Si fuera así tendría a muchos detrás de mí, y no es el caso Emma.

— No todo es tener chicos detrás de ti, Alice.

La chica alargó sus labios y las ganas de derramar lágrimas de nuevo se estaban haciendo presentes. Emma se percató e inmediatamente la tomó en un abrazo.

Alice con el dorso de la mano limpiaba su escurrimiento nasal.

—Sólo quiero que el ejercicio haga efecto ya.

La chica robusta se aferró a Emma en el abrazo. La rubia la apretó y sobo su espalda, buscando reconfortarla.

—Tranquila, tranquila. Y no te preocupes, tampoco tiene nada de malo que aun seas virgen. Todo a su tiempo ¿sí? No desesperes. 

***

>Cementerio de Tokyo<

Chifuyu caminaba entre las lápidas, con un pequeño ramo de rosas blancas entre sus manos. 

Sonrío tenue cuando observó a su madre sentada frente a la lápida de su padre. Cuando llegó a su lado, se sentó en silencio y dejó las rosas en un vaso de bambú. 

—Te comente que no era necesario venir, si ya habías acompañado a tu hermana de regreso — se escuchó la voz de la señora Matsuno mientras mantenía sus ojos cerrados y sus palmas juntas .

—No podría no venir — Chifuyu junto sus palmas y cerró sus ojos.

Ambos estuvieron un momento en silencio mientras decían sus oraciones.

Fue cuando los abrieron y la señora Matsuno pasó el dorso de su mano por sus ojos claros.

Chifuyu la rodeo con sus brazos

—Perdón, Chifuyu, a veces siento que te he dado el peso de la figura paterna de la familia, cuando aún sigues siendo solo un muchacho —susurro la señora rubia — Alice y yo dependemos mucho de tu fuerza.

—No es ningún peso mamá, yo lo hago con gusto — le dijo el chico y luego miró hacia la lápida de su padre con determinación y tristeza a la vez. — Se lo prometí a papá, que yo cuidaría de ustedes dos.
  

***

>Entrada del colegio <

09:30 am.

Baji caminaba con el celular en su mano, leyendo el último mensaje por parte de Allison quien le decía sobre el suceso de su mamá. No podía evitar sentirse mal ante eso, así que solo deseaba llegar a su lado y abrazarla. 

—Hola, Baji.

El de cabello largo dio media vuelta y se encontró con Mitsuya.

— ¿Y a ti qué te pasó? — no pudo evitar preguntar burlón el azabache— Parece que pasaste noches de desvelo.

Takashi negó con la cabeza cansado.

— No preguntes. Prefiero no hablar de eso.

— Bueno, como gustes, pero deberías hacer algo con tu rostro — no pudo evitar seguir picandolo.

Mitsuya en eso giró un poco su cuello y se encontró con Yuzuha, quien iba llegando al colegio también acompañada de sus hermanos y Yoko. Los penetrantes ojos lavanda quedaron un poco anonadados al observar que la castaña se había dado un pequeño bronceado, haciendo contorno con su color de cabello y ojos. Dándole una imagen mucho más sexy.

Yuzuha sintió una mirada sobre ella, buscó de dónde provenía y se encontró con aquellos ojos lavanda que siempre la estaban mirando.

Yoko venía platicándoles unas cosas a Hakkai, Taiju y a ella, pero sinceramente ahora le costaba poner un poco de atención al tener los ojos de Takashi sobre sus hombros. 

Y se podría decir que era la misma situación con Mitsuya.

—Good morning, Taiju.

Una voz masculina llegó con los hermanos Shiba. Mitsuya no pudo evitar sentir molestia al mirar a Shinichiro llegar con ellos en compañía de Takeomi, quién también iba llegando con sus hermanos.

Pasó saliva y apretó su mandíbula con mucha fuerza.

—Mitsuya ¿Me estás escuchando? — Lo llamó Keisuke.

— ¿Eh? —lo miró confundido.

— Te estoy hablando baboso.

— A si, está bien lo que quieres hacer.

— Lo que…¿quiero hacer? — Arqueo su ceja mirándolo.

— Si, pues… ¿Qué? ¿Por qué me ves así?

— Te estaba diciendo que Allison me estaba contando que a su mamá le detectaron diabetes.

Mitsuya quedó sin palabras y llevó su mano a su rostro para tallarlo.

— Perdón, no te puse atención.

— No me digas — replicó el Baji menor, entre sarcástico y burlón.

—Debo irme, nos vemos al rato… Y lo siento mucho por Allison.

Sin decir algo más se retiró del lugar, Keisuke quedó extrañado y solo negó para tomar su propio camino.

***

~Habitación #206~
Kokonoi Hajime
Abel Imaushi
Souya Kawata

Souya se encontraba sentado en el borde de su cama observando a Abel, quien se peinaba frente al espejo que había en la pared.

—¿Qué tanto me ves?

—Es que…sigo asombrado por lo de esta mañana — Pestañeo varias veces seguidas.

— No mames, Souya. No te creía tan puritano — lo chuleo Abel.

—No, no es eso… Mira, Koko no está aquí, puedes decirme qué pasó… que… estoy muy muy confundido, creí que no te gustaba Emma.

— Y no me gusta. O sea, es hermosa, claro que sí, su forma de ser es muy bonita y todo, pero jamás la vi algo más allá de ser la amiga de mi hermana.

— ¿Y luego?

— Pueeeees, se dio, no sé, simplemente traía ganas, ella traía ganas y ya fue todo.

— Entiendo...

— ¿Ahora qué? — preguntó divertido y nervioso al mismo tiempo — No me es muy grato hablar de esto.

—Es solo que… no sé, de todas las chicas, nunca me imagine que te meterías con Emma siendo efectivamente la mejor amiga de tu hermana.

Abel suspiró y giró a ver a su amigo, apoyándose de la pared.

—No hay tanto que aceptar, solo ocurrió — Abel entonces sonrió malicioso — Ayer estuve con Emma aquí, y usamos primero tu cama.

— ¿Eh? — Inmediatamente se puso de pie asqueado — ¡Vas a lavar mis sábanas!

— Jajaja es mentira, no usamos tu cama ni la de Koko.

Souya alzó una ceja.

— ¿Seguro? No me gustaría dormir o siquiera sentarme entre tus fluidos.

Abel se carcajeo y caminó hacia donde su amigo, colocando una mano en su hombro.

—Seguro, solo la mía.

— Bueno… Pero lo sabes ¿no? Abel, tu hermana se va a infartar cuando lo sepa.

— Rebeca no tiene porque saberlo — el chico miró a su amigo como que eso era algo obvio. 

— ¿Y si se llega a enterar? Tu hermana es muy celosa, demasiado. Aún recuerdo el numerito que le creo a Wakasa cuando comenzó a salir con Senju y eso que él ya está grande.

— Ya sé.

— Y también recuerdo el que te hizo a ti con Diane, bueno, la amenaza que te hizo si es que llegabas a salir con ella.

— Ya lo sé.

— También recuerdo el que le hizo a Izana cuando….

— ¡Souya! — Lo llamó a voz alta — Ya sé, tranquilo, sé cómo es Rebe, ya lo sé, es muy inmadura todavía, demasiado celosa, ya lo sé.

— Ahora imagínate si se llega a enterar de que Emma y tú… No lo quiero ni imaginar.

— Por eso mismo, nadie le va a decir a Rebe. Además, si llegase a ser el caso, mi hermana no tiene que decir nada ¿no crees? Ella se acostó con dos hermanos de Emma, no mames ¿Con que cara le va a decir algo? Sería muy hipócrita de su parte.

Souya ladeo una mueca irónica.

— A tu hermana no le importa eso y lo sabes.

Abel suspiró y cruzó de brazos, de pronto, pensativo.

— Oye, por cierto, el tres ella regresa.

— ¿Aja?

— Tenemos una apuesta pendiente con el equipo de Mitsuya y los demás.

— ¿Qué apuesta?

— Ah, sí, es que ese fin de semana te fuiste. Tras el pelotazo a Chifuyu en la cara, por lógica quedó anulada la victoria. 

— ¿Aja?

— La apuesta era que el equipo perdedor caminaba desnudo por todo el colegio.

— No mames, no me digas que lo quieres retomar.

— La verdad sí. Humillaron a Rebeca, me gustaría poder hacer algo para que en su regreso ella no se sienta mal. Me gustaría que no fuera la única exhibida.

Angry sonrió.

— No puedo creer lo que voy a decir, pero está bien, cuenta conmigo.

— Sabía que podía contar contigo, ahora vamos a buscar a los demás.

Ambos alumnos salieron de la habitación.

***

>Estacionamiento de Ayome<

11:00 am.

Takemichi se encontraba esperando por su novia en la entrada de la universidad, delante de él un taxi se estacionó. Pensó que podría ser Hina, porque le dijo que ya estaba entrando al colegio, así que se acercó con toda confianza y abrió la puerta del taxi.

— Bienvenida mi hermosa… — No terminó de hablar cuando miró que no era su novia el que venía en el taxi.

— Gracias—Chifuyu sonreía divertido — No soy Hinata, pero te agradezco la bienvenida amigo.

El rostro de Takemichi se desfiguro de lo cómico del momento.

— ¡Takemichi! — Lo llamó su novia divertida — Creo que te equivocaste.

Ella llevó su mano a su rostro y lo talló llena de vergüenza.

— Que pena, lo siento Chifuyu.

— Jaja, no es nada no te preocupes hombre, aún así gracias por la bienvenida.

La chica de cabello salmón se acercó al rubio de su novio y lo recibió con un tierno beso y un abrazo.  A lo lejos Naoto se despidió y tomó rumbo hacia la preparatoria.

— Te extrañe mucho — comentó ella.

— Yo también te extrañe — Takemichi paso un mechón de su cabello por detrás de su oreja.

— ¿Cómo te fue con tus abuelitos?

— Bien, bien.

— ¿Si viste a tu mamá? — Hina le miró insegura y Takemichi mojo sus labios.

— ¿Y a ti cómo te fue con tu familia? — Inmediatamente cambió el tema de conversación.

No muy lejos de ahí, Angry venía caminando en compañía de Abel y miraron hacia el frente.

— Bueno, allá están Takemichi y Chifuyu, vamos — Muy seguro habló Angry mientras caminaba pero su compañero se quedó atrás, este giro un poco su cabeza al notar la ausencia de su amigo — ¿No vienes?

Los ojos carmesí sólo se encontraban mirando la escena frente a él de Hina y Takemichi.

—Hagamos algo, tú les dices a ellos y yo iré y le diré a Draken y a los demás.

—Pensé que les diríamos a los de nuestro equipo y después iríamos con los del equipo contrario.

— Si, pero creo que así adelantamos. Te mando un mensaje para ver dónde estás.

— Está… Bien — contestó confundido y de nuevo su mirada se posó en la pareja delante de él y luego la regresó hacia su amigo. — Necesito preguntarle luego— musitó retomando el camino hacia el frente.

***

~Habitación #202~
Takashi Mitsuya
Ken Ryuguji
Hakkai Shiba

— ¿Qué tal estuvo tu fin de semana Draken? — preguntó Mitsuya desempacando su maleta.

— Bien, bien — contestó, escuchándolo muy forzada su respuesta.

Takashi alzó una ceja ante eso pero decidió no preguntar. 

—¿A dónde saliste con Rebeca siempre?

—Terminamos en un motel.

Hakkai quién se encontraba comiendo una manzana en esos momentos sintió como un pequeño trozo de fruta se le atoro en la garganta y comenzó a ahogarse, llamando la atención de sus compañeros. A paso rápido, Ken se dirigió a él aplicando los primeros auxilios. Y tras presionar la boca del estómago del peli azul, el trozo de fruta salió volando directo a la puerta de entrada.

En esos momentos Mikey iba llegando sin necesidad de tocar, dado a que la puerta estaba abierta.

— ¿Está todo bien? — preguntó mirando contrariado a Hakkai quien trataba de tomar aire.

— Sí, sí, yo… — Tomó su bule de agua y bebió un poco — Estoy bien.

— Mikey, qué sorpresa tenerte aquí — Sonrió Mitsuya saludando de mano al rubio.

— Si, estaba aburrido en mi habitación y dije: iré a ver qué están haciendo los chicos — Mikey tomó lugar en la cama de Draken.

— Platicamos sobre lo que hicimos el fin de semana.

— ¿A si? ¿Y qué hicieron?

— Yo sólo fui a la playa con mi familia.

—Yo me la pase en casa... Con Sakura.

—Yo fui con mi tío para que me enseñara a tatuar.

Manjiro miro hacia el rubio.

—¿Fuiste a visitar a Rebe?

Los ojos negros de Draken se posaron sobre el más pequeño. Aunque ya habían tenido esa conversación y podía adivinar un poco de que iban los comentarios de Manjiro, era aun así algo incomodo lo insistente que era.

—No te preocupes, he estado visitando a Rebeca. 

Un llamado a la puerta interrumpió la plática del cuarteto presente.

— Está abierto — contestó Takashi.

Abel se adentra a lugar.

— Que bueno que estén todos los de esta habitación — Llevó a su boca la lata de malta que había sacado de la maquinas del vestíbulo y dio un trago de él. Fue cuando sus ojos se posaron sobre Mikey, y le fue inevitable recordar cómo se follo a su hermanita menor un día anterior. Mojo sus labios al recordar como Emma jadeaba su nombre, él como le pedía y rogaba que le diera más, y Mikey ni enterado estába.

Me tenía que cobrar una Mikey, de cuando desvirgaste a mi hermana pequeña — Pensó muy divertido el Imaushi.

Abel también era un poco celoso como hermano mayor. Cuando se enteró que Rebeca había perdido su virginidad con Mikey, en esos momentos quiso matarlo a golpes. Pero con el tiempo, al ver como su hermana era enamoradiza prefirió no celarla. Ahora solo la cuidaba.

Abel sonrió mirando a Mikey.

—¿Qué tanto me ves? ¿Te gusto o qué? — preguntó entre divertido y sardónico el Sano.

— Nah, si fuera gay créeme, no entras en mis gustos.

— ¿Qué te trae por aquí Abel? — preguntó cordialmente Draken mientras lo saludaba.

— Sí, claro, oigan… tenemos un partido pendiente.

—¿Enserio? — musitó confundido Hakkai, ya mejor luego de casi ahogarse con un trozo de manzana.

— Si, el que no pudimos continuar aquella vez. El detalle es que me gustaría que fuera con un juego diferente y con más jugadores. 

— ¿Qué juego? — alzó una ceja curioso Takashi.

—Bueno, que sea el juego de soga-tira

—¿Soga-tira? ¿Jalar la cuerda ,no?

— Si, jalar la cuerda y la misma apuesta.

—¿Qué apuesta? — cuestionó Mikey con curiosidad.

—Caminar desnudo por el colegio — le respondió divertido Abel.

— Paso, no me gusta jalar la cuerda — comentó Mitsuya.

— Chifuyu va a jugar también… Takashi — Sus ojos carmesí se posaron sobre el  chico de cabello lavanda, haciéndole memorias de cuando le dio el pelotazo en el rostro al Matsuno.

Mitsuya vio su intención y debía admitir que el Imaushi había dado en el clavo para motivar a él a jugar. Porque no, aun no se le iban los celos de ver al Matsuno besándose con Yuzuha.

—Junten a sus seis mejores hombres y nos vemos abajo en el campus. 

Fueron sus últimas palabras cuando abandonó la habitación.

***

>Vestíbulo de dormitorios <

Nahoya tenía rato sentado en uno de los sofás del vestíbulo con un libro en mano, abierto en una página con el dibujo de un cuerpo humano y flechas señalando el nombre de sus partes.

Rascaba su nuca intentando concentrarse, pero le era aun imposible aprenderse bien la definiciones.

—¿Nahoya?

El chico de cabello salmón alzó la mirada casi de inmediato, encontrando la mirada dulce de Yoko y quien sostenía un refresco en su mano.

—Hola — saludó cordialmente el chico, mostrando casi sus dientes.

Yoko mojo sus labios y tomó asiento a su lado, en eso se fijó en el libro de anatomía en las manos de su compañero.

—Imagino repasas para la prueba oral de mañana —musito la chica bebiendo su refresco.

—Sí, pero no logro aprenderlo del todo — graznó el chico agitando el libro — Ya veo a la profesora Ino gritándome.

Yoko sonrió.

—Apuesto a que te lo estás aprendiendo de memoria. Eso siempre es fatal.

—No veo otra manera de aprenderlo —musito el chico confundido.

La castaña de mechas rosadas se inclinó para dejar el refresco en la mesita de enfrente. Luego volvió la mirada hacia el gemelo mayor y le pidió el libro, a lo que Smiley se lo extendió aun mas confundido.

—Déjame ayudarte — le dice, sorprendiendo al chico. Yoko sonrió tímida. —Es lo mínimo que puedo hacer, tú me has ayudado en... Bueno, momentos de vulnerabilidad. Y sin siquiera conocerme más que a una compañera de medicina.

Por la mente de ambos pasaron los momentos de cuando Nahoya le señaló que tenía bonita sonrisa en embriología, aquella vez que le hacía entrega de su pañuelo y como la chica sonrió cuando le prestó el discman.

Nahoya mojo sus labios sin dejar de mirar hacia a la castaña. De rostro pequeño, piel lechosa, nariz respingona, dulces ojos azules; mucho más claro que los suyos, y en esos momentos, con una sonrisa pintada y que iluminaba, como le había dicho, su rostro.

Se consideraba una persona apática la mayor parte del tiempo. Salvo por sus familias y amigos muy cercanos, no gustaba de entrometerse más de lo necesario. Pero por alguna razón, no había podido evitar hacer algo cuando se encontró por primera vez ese dulce rostro desfigurado por la tristeza.

Nahoya esbozo una sonrisa socarrona.

—Acepto la ayuda. 

—Muy bien, ¿has aprendido algo no?

—He estudiado en general, pero cuando creo me lo he prendido se me olvida o la parte donde va cada músculo o hueso.

La castaña de mechas rosadas asintió y cerró el libro, dejándole a un lado.  Entonces le pidió a Nahoya que se acercara un poco más a ella, a lo que el gemelo captó la orden.

Yoko se inclinó y tocó un costado del cuerpo de Nahoya.

—¿Cómo se llama este músculo?

—Abdominales — susurró, ignorando voluntariamente que su toque no lo había hecho sobresaltar y sentir calor en esa parte específica, para su total desconcierto. 

—No, fíjate bien donde estoy tocando — Nahoya bajo su mirada y observó el dedo de la chica con más atención.

—Intercostales.

Yoko sonrió.

—Exacto ¿y su función es…?

Nahoya arrugó el rostro pensando, haciendo Yoko riera por lo cómico de la expresión. Hasta que el chico abrió sus ojos y soltó la respuesta.

—Son los músculos entre las costillas. Durante la respiración, estos músculos normalmente se contraen y jalan la caja torácica hacia arriba. El tórax se expande y los pulmones se llenan de aire.

—Muy bien — Yoko entonces tomó el brazo de Nahoya y apuntó una parte del antebrazo — ¿Cómo se llama este hueso?

Nahoya iba a responder pero, para más desconcierto, se quedó mirando el perfil de Yoko.

—¿Y bien? — la voz dulce de la chica lo hizo pestañear y volver a la realidad. Su mirada color añil bajo hacia donde apuntaba su compañera.

—Húmero…el hueso más largo de la extremidad superior, el brazo.

—Así es — Yoko entonces apuntó hacia la zona del hombro — ¿Y este músculo?

—Deltoides — respondió rápido, volviendo la mirada hacia la chica — Gracias a sus tres porciones es capaz de mover el brazo en diferentes direcciones, esto lo convierte en un músculo muy necesario para la funcionalidad del hombro.

—¡Excelente! — aplaude Yoko, haciendo que él chico sonriera al verla contenta. 

—¡Nahoya!

Ambos alzaron la mirada, encontrándose con Abel caminó hacia ellos.

—¿Te encuentras conmigo y otros a eso de la una en el claro cerca de la cafetería? Jugaremos algo y quisiera seas de mi equipo.

Nahoya no lo pensó dos veces.

—Claro, ahí estaré.

Abel le sonrió y siguió su camino, no sin antes despedirse de Yoko.

Nahoya y Yoko regresaron la mirada hacia el otro, y se sonrieron mutuamente.  Para así proseguir con lo que estaban haciendo. 

***

>Cerca de la cafetería <

Emma venía caminando en compañía de Alice, ambas iban rumbo a comprar algo para almorzar.  Es cuando miró a Abel caminando con Angry por aquel otro sendero. De forma instantánea, sus mejillas inmediatamente adquieren un color carmesí y su cuerpo tembló al recordar todo lo que él la había hecho sentir un día anterior.

Abel en eso se percató de la rubia y le dedicó una sonrisa amigable y continuó su camino. Por un mirar hacia donde el Imaushi se distrajo y terminó chocando inevitablemente con la espalda de alguien.

— ¡Aush! — Frotó su frente y alzó su mirada, encontrándo con Draken para su sorpresa, quien iba en compañía de Mitsuya.

—Perdón ¿Estás bien?

Emma pasó saliva con dificultad. Al mirar los bonitos ojos oscuros de Draken, inevitablemente por su mente pasó el recuerdo del mensaje de Rebeca dónde le decía claramente que pasó en un motel con su novio.

—¿Emma?

Pestañeo y sonrío de forma forzosa.

— Estoy bien, gracias.

— ¿Segura?

— ¡Sí! — Exclamó en voz alta y tomó a Alice del brazo, retomando rápidamente el camino hacia la cafetería.

Mitsuya miró fugazmente a Draken, quien se había quedado mirando hacia donde la rubia caminaba.

Sus ojos lavandas regresaron al frente y más adelante observó a la castaña de ojos ámbar, hablando por teléfono.

—Vengo un momento, Draken.

Takashi tomó camino hacía Yuzuha, en eso la chica había colgado la llamada y se percató del chico caminando hacia ella.

Yuzuha rodó sus ojos, pero más por estar molesta, sino porque se sintió de pronto nerviosa. 

***

Mientras caminaban de regreso con sus almuerzos, Alice no había podido dejar de mirar hacia su amiga.  Su semblante había cambiado mucho de la Emma sonriente de esa mañana.

— Deberías hablar con tu amiga, te pones realmente muy mal.

—Te lo dije, Alice, no podría… La felicidad de mi amiga es primero.

—Pero al menos, no sé, que no te cuente sus cosas con Draken y así…

Emma iba a decir algo, pero en esos sus ojos captaron de nuevo a Abel, quien estaba en compañía de Angry, Smiley Chifuyu, Takemichi y Akkun en medio de aquel claro.

— ¿Me esperas un poco Alice? Debo decirle algo a Abel.

— Sí, claro.

Emma se retiró del lugar y Alice se quedó sola, sosteniendo su bolsa con su almuerzo.

—Alice.

Un llamado a su nombre provocó que ella saltara a la perfección, más cuando ya conocía esa voz masculina. 

Se giró y miró al chico contrariedad.

— No, Kakucho hoy es domingo, no hoy no ¡Me prometiste ayer que si daba 30 vueltas sin detenerme me dejarías el domingo libre!

— Oye, tranquila — Kakucho sonreía divertido por el drama de la chica. — En realidad te quería preguntar si querías comer conmigo es todo — Y agitó una bolsa en su mano, que contenía lo que parecía ser una hamburguesa y una envase de jugo de naranja.

— ¿Eh?

— Si ¿Te gustaría?

— ¿Y tus amigos?

—Ya sabes que Izana está suspendido y no me es tan grato comer con Evan, si no está Izana — le aclaró sincero.

—Entiendo.

—Entonces ¿Aceptas?  Te prometo que no muerdo — jugueteó con ella.

—Que gracioso — le dijo con retintín.

—Pero bueno, dime ¿comemos juntos? A mi me gustaría almorzar contigo.

Alice mojo sus labios.

—¿Seguro?

—¡Claro! Somos amigos ¿no te acuerdas?

Alice entonces esbozó una tenue sonrisa y sintió bonito al ver que el chico realmente iba en serio con ser su amigo.

—Sentémonos ahí, entonces.

***

A unos cuantos metros de ellos el primer equipo aún esperaba por los otros.

— ¿Seguro que les dijiste que vinieran? — preguntó Chifuyu al azabache de ojos carmesí.

— Si, allá está Draken y ahí viene Mikey.

— ¿Y qué se sopone vamos a apostar?  — cuestionó Atsushi Sendo, a quien Chifuyu había invitado a jugar con ellos.

—Abel — Lo llamó Emma llegando a su lado.

El Imaushi volteo a mirar a la rubia y sonrió galante de lado casi al instante. 

— ¿Puedo hablar contigo un momento?

— Sí, claro.

Emma entonces mojó sus labios y miro a los acompañantes del chico, antes de volver a mirar al Imaushi.

— Pero, no aquí, con todos.

— A si, ahorita vengo — Les comentó a sus compañeros y Angry miró la acción, su cabeza se meneo de lado a lado, recordando lo que había visto esa mañana.

Abel siguió a la rubia, quien lo llevó detrás de un enorme árbol.

—Emma ¿Qué pasó?

La rubia miró fijamente hacia el rostro de Abel. Siempre le había parecido apuesto, pero desde que amaneció, se le antojaba mucho más atractivo. No había nada sentimental de su parte, lo sabía y tenía claro, pero tras haber intimado no hace mucho, no podía evitar ahora observar un poco diferente y desear más de su toque.

— ¿Podemos vernos otra vez en la noche? — Directamente preguntó.

— ¿Eh? — soltó asombrado Abel. 

—¿Si?

— ¿Vernos de nuevo? —el chico no pudo evitar mostrarse asombrado. — Pensé solo sería algo de una noche.

— Sí, pero… no sé, quiero volver a hacerlo.

Abel entreabrió sus labios y miró el rostro sumiso de Emma, a lo que por supuesto no pudo negarse.

Una sonrisa delatadora se pintó en sus labios.

— No conocía ese lado tuyo, Emma.

Emma tomó un rizo de su cabello y jugó con él.

— Bueno, una chica tiene sus necesidades, y de eso a hacerlo con cualquier pelmazo, prefiero hacerlo contigo.

Abel carcajeó ante su respuesta. 

— Está bien, en la noche te veo, ¿Qué lugar? Sólo se me ocurre el almacén del auditorio.

—El lugar es lo de menos ¿Si?

— Que pervertida me estás saliendo eh.

A lo lejos Emma miró a Draken llegar al grupo, y no pudo evitar de nuevo sentir ese despecho invadir por dentro y consumir todo su interior, y que la hacía comportarse muy diferente a lo que ella era.

— Si, entonces ¿Nos vemos en la noche?

— Si, está bien.

Emma mordió su labio inferior y asintió para tomar camino, pero antes de irse, Abel la tomó de la cintura y la pegó a su cuerpo.

— Entonces prepárate, porque me gusta que me rueguen que me detenga eh. Y más con tu voz.

— Créeme, quiero que me des hasta rogarte.

Abel mojo sus labios, ya comenzaba a sentir su miembro despertar. Sin poner mucha resistencia besó profundamente a Emma.  

— Nos vemos en la noche — le susurra cuando se separaron.

Emma se despidió y tomó camino, Abel esperó escasos segundos para que su miembro se durmiera de nuevo.

— Apúrate a bajar — Se dijo para sí mismo mirando a sus alrededores.

***

— No me respondiste mi mensaje — Le dijo Mitsuya cuando llego al lado de Yuzuha.

— ¿Tenía que responder?

— Si, por supuesto se trataba del proyecto de sociología.

— Bueno, me niego a hacer el numerito.

— Yo sólo te dije por si acaso se daba.

— Bueno, y si viste bien, John Travolta le toma de los glúteos a Olivia Newton por supuesto que no dejaré que me toques así.

— No lo hace de forma sexosa — le retruco Takashi cruzándose de brazos.

—No lo haremos… Mitsuya.

Takashi suspiró y la miró de reojo.

—¿Al menos pensaste en si me perdonarías?

Yuzuha mojo sus labios.

—La verdad, no…

— ¿Por qué eres tan dura conmigo? Ya intente enmendar miles de veces el error y parece que sólo te doy cuerda para que me odies más — graznó sin poder evitar disimular el tono resentido de su voz. 

— ¿Acaso eso importa? ¿Por qué tanta insistencia en que si te odio o no, la que debe importarte es tu novia ¿no? Yo que.

—Te lo dije hace unos días, no me gusta estar mal contigo…

— ¿Y por qué no? — Yuzuha llevó sus manos a la cintura y miró desafiante a Mitsuya con el ceño fruncido.

Los ojos lavandas se perdieron en los ojos ámbar de la castaña, Mitsuya entre abrió sus labios y las ganas de apoderarse de los labios de Yuzuha con los de él lo estaban invadiendo al completo.

Sin darse cuenta estaba tomando acercamiento a ella.

—No sé, es como si una energía extraña se apodera de mí y no me dejara tranquilo, no cuando…

— Mitsuya — Baji llegó colocando su mano en su hombro interrumpiendo el momento.

Takashi suspiro en alto.

—Recibí tu mensaje, y ya no esperan en el claro según me comunicó Kazutora.

Yuzuha miró a Mitsuya e inmediatamente se retiró. Una vez quedaron ambos chicos solos y retomaron su camino, el Baji menor miró hacia su compañero con una ceja alzada una sonrisa de suficiencia en los labios. 

— Mitsuya, tú en verdad quieres morir ¿Verdad?

— ¿Por qué lo dices?

— Si Sakura no te mata, lo hará Yuzuha y creo que lo pienso más de Yuzuha jajaja.

Takashi rodó sus ojos.

— Ja-ja-ja mira como me causa gracia tu comentario estúpido.

El dúo se incorpora con los demás jugadores, los integrantes del segundo equipo también habían llegado en ese momento.

—¿Por qué estamos aquí? — preguntó Kazutora introduciendo sus manos dentro de su bolsillo.

— Miren, quiero proponerles algo… Bueno, mas a los que no saben de qué va la cosa. 

— Pues habla — exigió Keisuke.

— La última vez que jugamos, quedó inconcluso por un…. Pequeño accidente que hubo — Abel miró a Chifuyu y después a Mitsuya, y una pequeña risa se asomó en él.

— Ve al grano, ya — respondió el rubio de ojos verdes queriendo hacer que a todos se les olvidará lo ocurrido aquel día.

— Pero dijiste que quieres hacerlo jugando al soga-tira ¿No? — preguntó el rubio de trenza.

— A eso voy, déjenme terminar de hablar.

Los demás rieron ante el mal humor del chico por ser interrumpido. 

—El punto es que tenemos un partido pendiente y con apuesta incluida.

— ¿Qué apostaremos esta vez? — preguntó Takemichi.

Abel ladeo su sonrisa.

— ¿Qué tal a tu novia? — Mojó sus labios divertidos.

La cara de Takemichi se desfiguro y lo miro serio.

— ¿Ya vas a empezar?

— Jajaja ya pues, ya, no la apuesta será la misma… caminar desnudos por el colegio. Así es, la apuesta seguirá siendo la misma.

— ¿Qué te hace pensar que yo accederé a hacer la apuesta? — preguntó Keisuke con las mano dentro de los bolsillos de su pantalón.

— Tan sencillo como que es por una buena causa.

— ¿Y de qué causa estamos hablando? — preguntó Kazutora cruzándose los brazos.

— Bueno, primer punto, el otro juego quedó inconcluso, y segundo punto…. Es por Rebeca. — Sus ojos carmesí miraron a Mikey.

Los ojos negros de Manjiro se abrieron un poco más de lo normal.

— ¿Qué?

— Sí, quiero hacerlo por ella… regresa la primera semana de noviembre y, bueno, busco que no sea la única  exhibida para que no se sienta tan mal.  Y como la apuesta de aquel partido era caminar desnudos, pensé que no habría problema en que se repitiera…

Todos comprendieron la causa noble por parte de Imaushi y no pudieron evitar sentir ayudar. Ya que todos ahí igual pensaban que lo que le habían hecho a la chica había sido una gran bajeza. 

—De acuerdo — aceptó Kazutora, seguido de Baji y Atsuchi.

Mitsuya en tanto solo miro a Chifuyu con una sonrisa divertida y desafiante.

— ¡Hagámoslo! — contestó Matsuno devolviéndole la misma expresión.

— Bueno comencemos el juego hoy, ahorita mismo y el tres de noviembre se concluirá la apuesta ya que hayamos realizado el primer proyecto de Sociología.

— El día de tu cumpleaños Baji — burló Kazutora de pronto.

— Ni de loco en mi cumpleaños pasará eso — Keiske arrugó el ceño entre asqueado y divertido.

—Esperen, yo creo podríamos mejorar la idea de la apuesta —  manifestó Mitsuya y todos miraron en su dirección — En vez de caminar por el campus universitario, el equipo perdedor le cantará las mañanitas a Baji completamente desnudos en el vestíbulo. 

— ¿Eh? — El azabache frunció el ceño confundido — ¿Cantarme las mañanitas? ¿Y si perdemos nosotros, pendejos?

— Recibirás las mañanitas como Dios te trajo al mundo — complementa Draken con una sonrisa demasiado divertida. 

— Perfecto — contestó Smiley sonriendo cínico — ¿Ya estamos todos listos para esto?

Angry sacó la cuerda, que tenía una bandera atada en el medio, y luego trazó en el paso una línea con unas rocas en el suelo.

Mientras los chicos se preparaban, Emma iba de camino a tomar lugar con Alice. Pero se detuvo cuando la miró disfrutando de sus alimentos con Kakucho. Sonrío tenue y prefirió no interferir con ellos, así que desvió su camino y no muy lejos de ahí se encontró con Yoko, Yuzuha y Shinichiro sentándose justo en ese momento en una mesa con tordo. 

Sin pensarla tomó camino hacia ellos.

—¿Puedo tomar lugar? — preguntó apenas llegó.

— Sí, claro, toma asiento — contestó Yoko mientras le daba un mordisco a su pizza.  

Emma dejó la bolsa sobre la mesa que tenía su comida y al tomar asiento, miró con detenimiento los gestos corporales de su hermano mayor, miró la ternura con la que Shinichiro miraba a Yuzuha y como le brillaban los ojos.

—No te hubieras molestado en comprar mi almuerzo — le dijo Yuzuha apenada.

—En vista de que Yoko veía que te tardabas, le dije de comprarlo y salir a buscarte.

Ella sonrió divertida ante lo evidente de su hermano y su atracción por Yuzuha. En eso, su mirada se posó hacia el frente y miró al puño de hombres en el claro.

—¿Y ahora qué harán estos? — cuestiono confundida llamando la atención de los otros tres en la mesa.

Los equipos formaron una columna frente al otro, de un lado se encontraba primero Mikey, detrás de él, después Mitsuya, luego Kazutora, seguido de Hakkai, Baji y Draken. 

Y del otro lado se encontraban Abel, Chifuyu, Angry, Takemichi, Nahoya y después Akkun.

— Dos vencidas de tres, el que gane dos, pues sin duda no tendrá que cantar las mañanitas al desnudo a nuestro querido Keisuke — agregó Smiley lleno de diversión.

—Mierda, ahora quiere llover —comunicó Baji mirando hacia el cielo que se había nublado de pronto.

—Olvida eso y presta atención — le gritó Mikey.

— Uno… dos…. Tres — Sonrió Mitsuya.

Y comenzaron a jalar de la cuerda.

Los gritos contenidos de los chicos empezaron a llamar la atención de los que estaban en esa parte.

—¿En serio están jugando a la soga-tira? —cuestionó divertida Yoko.

— Estos niñotes no tuvieron infancia — agregó Yuzuha pintando una sonrisa en sus labios.

El juego de la soga consistía en resistir lo más que pudiera mientras aplicaban fuerza para derribar al equipo oponente trayéndolos a su lado de la línea.

Yoko observó cómo el equipo liderado por Mikey había tratado de resistir bastante mientras el equipo liderado por Abel los jalaba hacia su lado. En eso, observó a Kazutora y Hakkai trastabillar un poco, lo que logró desestabilizar al equipo y lograr darle la primera victoria al equipo liderado por Abel. 

—¡Yeiii! — gritó Chifuyu contento de conseguir la primera victoria, abrazando de Takemichi y Angry quienes también festejan a su lado.

Mitsuya se levantó del suelo sacudiendo sus ropas en vano, se había llenado mucho de tierra, mientras miraba al equipo ganador de la primera ronda.

—Miren chicos, hay que aplicar la misma estrategia pero esta vez solo será un momento y luego ahí empezamos a jalar — habló de pronto Draken.

—¿Crees que vuelva a funcionar? — le pregunta Keisuke mientras se quitaba su chamarra y quedaba en una camiseta. Le había empezado a dar calor. 

—Sí, y esta vez, cada uno se pondrá de un lado…

—Una vez vi un video que se inclinaban así — compartió Hakkai echándose hacia atrás —
Podríamos hacer eso también en los primeros segundos, nos ayudaría a resistir.

—¡Excelente! — comunicó Takashi sonriendo entre dientes.

Los dos equipos volvieron a ubicarse.  Mikey respiró hondo y sujetó la cuerda con fuerza.

—¡Vamos! — grito y enseguida su equipo hizo lo indicado.

El equipo de Abel empezó a jalar con fuerza para poder llevarlos de su lado, pero en eso no contaron que sus contrincantes empezaran a tirar y entonces ambos equipos se vieron obligados a aplicar más fuerza de que la pudieran.

—¡Mierda! — gritó Takemichi con las mejillas rojas tratando de resistir.

—¡Aguanten! — ordenó Abel.

Pero en eso Chifuyu trastabilló un poco y Draken apretando la mandíbula dio la fuerza suficiente para ir hacia atrás y así, Abel no pudo resistir más, cayendo y haciendo a su equipo perder la segunda ronda al caer al suelo.

—Este juego es cansón — graznó Atsuchi tirado en el suelo.

Chifuyu se levantó jadeando y su rostro se encontraba lleno de tierra. Observó al otro equipo festejar y gruñó por lo bajo. En eso una gota cayó en su nariz y miró hacia el cielo.  No tardaron en secundar más gotas y así, una garúa cayó enseguida sobre ellos. 

—Bien, hay que terminar esto  — intentó alentar Abel.

Yuzuha desde donde estaba, miraba hacia los chicos muy divertida. No había visto necesidad de retirarse ya que estaban en una mesa con tordo, así como otros alumnos que no habían podido evitar quedarse y ver cuál era el ganador.

—Están locos — decía Shinichiro divertido mientras terminaba su almuerzo.

Fue cuando observó cómo el equipo de Mikey empezaba a quitarse las camisas y parecía que el equipo de Abel tenía la misma idea.

Yuzuha se ruborizó al mirar a Takashi sin camiseta. Ya lo había visto, pero en ese momento con la lluvia cayendo no pudo evitar pensar que se veía muy sexy. Mordió sin querer su labio inferior.

Yoko había puesto su mirada en Kazutora casi de inmediato con anhelo, el Hanemiya sin duda tenía muy marcados sus abdominales. Entonces, fue cuando sin buscarlo, su mirada azulada se posó en Nahoya, un pequeño rubor se formó en sus mejillas y sus ojos se abrieron de sorpresa. No le había pasado por la mente que el chico tuviera buen cuerpo, donde incluso sus entradas se veían que estaban bien marcadas.  

Hinata y Allison en ese momento pasaban cubriéndose con sus manos, hasta llegar bajo el tordo donde estaba Alice y Kakucho, quienes también miraban hacia los chicos divertidos.

En eso, los ojos salmón de Hina se posaron en su novio sin camiseta. Primero miro confundida la situación, hasta que Alice medio les explico que estaban jugando a soga-tira.

Hinata volvió a mirar Takemichi, su novio era delgado pero tenía bien marcado los bíceps y en general, su cuerpo era atractivo. Aunque aún no habían intimado, si lo había visto varias veces sin camiseta cuando habían tratado de llegar más allá, pero al final ella sentía que no estaba lista.  Deseaba a Takemichi, mucho, solo que…

Fue cuando sus ojos se posaron en otra persona y sus mejillas adquirieron un tono de rosa mucho más profundo.

Recordó de golpe el video del estado de Rebeca, donde el Imaushi había salido de la piscina de su casa. Pero, sin quererlo, pensó que el video no le hacía justicia a lo que sus ojos veían en ese momento. 

Allison la llamó y Hina despertó finalmente del estado de ensoñación en que había entrado.

Apenada por haber mirado a otro chico más de la cuenta que a su novio, le susurro a su amiga que ella se adelantaría, excusándose con que necesitaba ir al baño. Hina avanzó y ya no le importó mojarse con la lluvia.  

Los ojos verdes de Allison entonces miró hacía el frente, observando a Kazutora, como se le hacía el abdomen con la fuerza que hacía al jalar de la cuerda.

Sus mejillas adquirieron el carmesí, pero antes de Kazutora se encontraba Keisuke, quien por más que quiso evitarlo no podia, pero su sonrojo se hizo más grande al mirar los brazos de Baji, las fuerzas formaban venas y provocaban en Allison ub ardor en sus mejillas y cuello.

Los chicos volvieron a posicionarse, y esta vez Akkun había sugerido aplicar la misma estrategia que el equipo anterior.

Y así lo hicieron, ambos equipo intentaron resistir hasta donde pudieran, pero entonces Draken sonrío con suficiencia cuando Mikey dio unos pasos hacia el frente, ejecutando su plan de hacer creer al otro equipo que los tenían. Y entonces, el equipo contrario confiando, no vieron la trampa y entonces Draken, Baji y Hakkai aplicaron fuerza hacia atrás, ocasionando que el equipo contrario perdiera el control y terminaran en el suelo.  

—¡Yeii! — gritó Kazutora emocionado por haber ganado, incluso guindando como koala en Keisuke.

El equipo derrotado los miraba desde el suelo pantanoso, agotados por el juego.

Pero aun así, todos sonreían de cierta forma, había sido divertido.

Mikey miró hacía el equipo perdedor.

— Les toca cumplir el tres de Noviembre, espero y no lo olviden.

— Créeme, no sucederá…. — En eso Chifuyu miró a Baji — Y tú prepárate para recibir tus mañanitas con seis hombres completamente desnudos alrededor de ti — Sonrió mostrando lo blanquecino de sus dientes.

— Que emoción que no ves — Comentó entre sarcástico y divertido a la vez el azabache.

Y todos carcajean.

***

Después de la revancha, Mitsuya se dirigía a su habitación todo enlodado, mojado e incluso hasta raspado en el área del codo.

— Mitsuya — Lo llamó aquella voz femenina que ya conocía, deteniéndose en la escalera que conducía a los dormitorios masculinos a partir del 200.

— ¿Qué quieres Sakura? 

La chica lo escaneo de pies a cabeza.

— Mira lo sucio que estás ¿por qué?

—Estaba jugando con los chicos.

—¿Al lodo como los niños? —retruco petulante.

— A la soga-tira ¿A qué se debe tu visita por aquí?

— Sólo quiero decirte, bueno más bien preguntarte, ¿has pensado dónde haremos el trío? — Y sonrió pervertida.

—¿Por qué tanto interés en el trío? No entiendo, con lo posesiva que eres a veces, se me hace extraño.

— ¿Jamás has oído hablar del fetiche en que implica mirar a su novio follarse a otra?

Takashi paso saliva, sabía de ese fetiche raro y extraño, el famoso "Voyerismo".

— Si, si lo he escuchado.

— Bien pues, sólo que quede claro que será por esta ocasión, porque si no, créeme jamás volveré a permitir que te folles a alguien más… además que jamás la volveremos a ver.

— Está bien.

— Bueno, ya vete a bañar o algo, porque la verdad estás fatal — Sakura se despidió de lejos con un beso y continuó su camino.

Mitsuya entonces miró hacia la ventana a su lado, la lluvia había aumentado.

— Pensé que ya te habías bañado — Esa voz femenina que tanto le gustaba lo hizo voltear de inmediato.

Mitsuya se encontró con aquellos ojos color ámbar que tanto lo hipnotizaban.

— Jamás imaginé que me hablarías luego de nuestro intercambio de esta tarde.

— No podía perderme el hecho de mirar a Takashi Mitsuya completamente cubierto de lodo, todo sucio y mugroso— Yuzuha rio divertida — Ojalá tuviera el número de Tadashi Mitsuya para mandarle una foto de las condiciones en las que se encuentra su hijo.

Ante la mención de su padre, Takashi frunció un poco el ceño.

— Ya ¿Qué quieres Yuzuha? ¿Burlarte? Pues disfrútalo mientras puedas.

— Jaja, no, ya, enserio… Si pensé en lo que me dijiste antes de irnos de fin de semana.

Takashi pestañeo interesado. 

— ¿A sí? ¿Y a qué decisión llegaste?

— Bueno, está bien… Hagamos otro pequeño tratado de paz.

— ¿Qué implica tu nuevo trato? Porque anteriormente habíamos hecho uno, pero luego dijiste que solo era por lo del anónimo.

— Si, de hecho he venido porque creo tener sospechas de alguien.

— Espera, primero dime ¿Qué clase de tratado de paz?

Yuzuha suspiro en alto y mojó sus labios. 

— Quiero estar en paz, me parece que está bien que comencemos de 0 Takashi, además… Estaremos trabajando durante todo un año juntos, en la clase de Sociología, debemos estar en paz ¿No?

Mitsuya le miró curioso, casi extrañado.

— Ok, ¿Qué le hiciste a Yuzuha Shiba? — preguntó divertido sacándole una sonrisa a la castaña.

—Ya menso, estoy hablando en serio.

Pero Yuzuha también de nuevo se preguntó si ese segundo tratado de paz llegaría mucho más lejos que el primero.

— Es que… apenas si puedo creer lo que mis oídos están escuchando.

—¿Tan poca fe tenías en que yo aceptara de nuevo que estuviéramos bien?

El silencio de Mitsuya le dio la respuesta.

Yuzuha hizo un mohín y empuño su mano para toparla con la de Takashi, él ladeo su sonrisa e imitó su acción topando su mano con la de Yuzuha.

— Bien, entonces… ¿Qué sospecha tienes respecto al anónimo?

— A sí, no tengo sospecha en realidad — susurró apenada y divertida a la vez. 

— ¿Qué? No escuché bien.

Yuzuha mordió su labio inferior completamente divertida.

No dijo nada más y tomó camino, pero conforme se dio media vuelta, Mitsuya la tomó de la cintura deteniendo su camino y llevándola por debajo de la escalera. La volteo de modo que ambos quedaron frente a frente.

—Si no tenías sospecha ¿por qué me buscaste?

— ¿Sabías que me vas a ensuciar? Tú estás completamente lleno de lodo y tierra, sin contar que estás mojado por la lluvia.

— Me buscaste porque… Querías verme ¿cierto? — la picó Takashi divertido.

— Jajaja, sólo quería dejar el tratado claro.

En eso, los ojos de Mitsuya se perdieron inevitablemente en los labios rosados de Yuzuha. Él mojó los suyos y sin poder contenerse unió sus labios con los de ella, apoderándose en un candente beso.

Yuzuha sin tampoco poder evitarlo, comenzó a corresponder el beso de Takashi, quien la empujó hacia la pared, la castaña elevó una de sus piernas hacia la cintura de Mitsuya. Sus labios se habían extrañado, es lo que pensaron pero no prestaron tanta atención a eso en ese momento.

Sin poder contener su elevamiento de temperatura, Mitsuya recorrió el cabello de Yuzuha detrás de su oreja y llevó sus labios a su cuello, planteando dulces besos sobre ella.

Tras sentir los labios de Mitsuya en su cuello, inconscientemente ella comenzaba a soltar pequeños jadeos, sobre todo al sentir las manos de él sobre su trasero por debajo de la falda que portaba, haciendo a  un lado la tela de las bragas, apretando los glúteos con mucha fuerza dejando sus manos marcadas sobre ella.

— Mitsuya — Habló entre el beso Yuzuha, empezando a dilucidar entre la neblina del deseo en su mente. 

— ¿Mande? — Jadeó el chico sin deseos de detenerse. 

— Detente — No queriendo, la castaña puso resistencia.

— ¿Por qué?

La castaña se soltó del agarre de Takashi, alejándose de un empujón que no fue tan fuerte como ella hubiera querido.

El chico cerró sus ojos por escasos segundos al ver que de nuevo había perdido el control con Yuzuha.

— Perdón.

— No… está bien —Yuzuha tragó grueso —  Tienes razón, esto siempre es por los dos, no solo es por tu actuar.  Pero por favor, que no vuelva a ocurrir ¿de acuerdo? Te recuerdo tú tienes novia, y yo al menos no me considero ninguna puta quita novios… Solo, llevemos la cosa en paz ¿sí?

Los ojos de Mitsuya se dirigieron inmediatamente hacía la castaña, su expresión no era del todo clara, pero el chico terminó asintiendo con cierto gesto desolado.

— De acuerdo.

Yuzuha asintió e inmediatamente se retiró del lugar, dejando a Takashi frustrado de no poder ir y pedir a la chica salir con él… porque estaba amarrado a Sakura Johnson. 

***

Al día siguiente

Lunes.
6:40 am

~Habitación #203~
Hinata Tachibana
Allison Harrington
Hannah Bain

Siendo lunes demasiado temprano, Hannah recién llegó al colegio.  Sus padres la habían llevado de viaje a Corea del Sur desde el viernes, por una cena importante que tuvo su papá con unos accionistas. Llegó a la puerta de su habitación y pasó su tarjeta, al adentrarse se encontró con sus compañeras, arreglándose para comenzar el día escolar.

Hannah pasó de largo y arrojó su maleta a la cama, tomó su teléfono para mandarle un mensaje a su novio, pero justamente antes de mandarle, un mensaje llegó a su teléfono.

00+1+(900)780 6260

{Lamento informarles que esta semana no hubo mucho mitote jaja, pero los pocos que hubo están recién salidos del horno y vienen con todo}

Se le salió lo naco a un Akashi y a un Imaushi jajajajaa, parecían verduleras de mercado peleándose como gatas jajajaja y parece que por el culillo seco de Lin.

Aunque parece que al perro de Abel le fue bien después del agarre de verdulero, Hinata Tachibana lo consintió curándole la ceja partida, y hasta para acabarla hubo un tierno abracito ¡Ay! que ternura, pobre Takemicchi, ¿Le estarán viendo la cara de cornudo?

¡Ah! Y por si fuera poco, miraron a Emma Sano salir de los dormitorios de hombres, y aparte ¡CON CAMISA DE HOMBRE! ¿Será que pasó una noche loca con alguien? ¿Le vieron la cara a Evan? Porque tengo entendido que el chico no lo pasa en Ayome los fines de semana.
Y al parecer, nada confirmado, una nueva pareja se formó en el colegio, ¿Allison ya le habrá dado el sí a Kazutora Hanemiya? Porque los vieron desayunar, almorzar y cenar juntos el sábado…

Pero si tenemos confirmadísimo que la hermosa Selena Bowie dejo al idiota musculoso de Jhonatan Pérez por el muy conocido nerd de la facultad de ingeniería Albus Lombardi ¿cómo es posible? ¿será que la inteligencia al final es mucho más atractiva?
¿Y qué creen? Jajajaja la gorda del instituto quiere bajar de peso, y por ahí dicen que le pidió ayuda a Emma y a Kakucho ¡No mamen! Díganle que para que ella baje de peso necesita mínimo unos, no sé…. 3 años le calculo yo jajajajaja.

×The end×

Allison leyó el mensaje y sus labios se habían entreabierto, Hinata se encontraba en las mismas circunstancias.

Fue cuando se escuchó la risa maliciosa de Hannah por toda la habitación.

— ¡Ay! no mamen, Hinata ¿Engañaste a Takemichi con Abel?

— ¿Eh? — Las mejillas de Hina tomaron un color carmesí muy profundo.

— Pues está bien, Abel está bien bueno y es de familia millonaria — Hannah miró hacia Hina divertida — Pero mija, esas cosas se hacen disimuladamente, no a la vista de todos — Sus ojos verdes ahora se posaron sobre Allison — ¿Y tú? ¿Kazutora? ¡Ay! no mames, digo, está bien guapo también pero yo al menos hubiera preferido a Baji, él no es becado — pronunció más que divertida y se dirigió a la regadera.

Hina volvió a ver a Allison y ambas estaban igual de confundidas.

— ¿Andas con Kazutora? — preguntó Hina.

Allison negó.

— ¡Nooo! Solo, digo; si pasamos todo el sábado juntos pero… Hasta ahí, Hina te lo juro.

— No tienes que jurarme nada, en serio. Te creo.

— ¿Y tú….? Digo hablaron de ti también.

— Sólo ayudé a Abel con su ceja fue todo. Allison estaba sangrando y andaba tan terco que no quería ir a la enfermería.

— ¿Cómo crees que lo tome Takemichi?

Hinata suspiro en alto y alargó sus labios. Y en eso, recordó cómo ella se puso cuando el mensaje anónimo comunicó sobre su novio bailando con otras chicas.

—Sólo espero, y lo tome de la mejor manera.

***

>Salón 1-1, Sociología<

07:50 am.

Recientemente Takemichi había leído el mensaje. Akkun y Chifuyu se encontraban por un lado de él, en silencio, pero si le dedicaban miradas tras terminar de leer también el mensaje del anónimo.

— ¿Takemichi? — pronunció Atsuchi luego de un corto silencio.

Los ojos azules del rubio se alzaron y se toparon con Abel entrando al aula en compañía de Nahoya, los dos chicos parecían que no habían leído el mensaje, ya que se veían muy tranquilos conversando.

Takemichi apretó sus dientes y su respiración comenzó a agitarse un poco.

— Chifuyu — Lo llamó chirriando los dientes.

— ¿Qué pasa?

— ¿Será que por eso que Abel siempre me dice que apostemos a Hina?

Chifuyu parpadeo y miro hacia el Imaushi, quien tomaba asiento.

—Bueno… No creo, además, seguro que el anónimo está exagerando. Espera hablarlo con Hina, ¿sí?

Takemichi apretó el teléfono en su mano, sentía su sangre hervir, y estuvo tentado en levantarse y encarar a Abel, pero al final se quedó sentado, tratando de normalizar su respiración agitada. 

Al final, era cobarde para hacerlo y meterse en problemas.

Un azabache de ojos café se metió de forma brusca al aula, estando muy lejos de su facultad. Evan buscaba con desespero a Emma.

— ¿Qué estás haciendo tú aquí? — Le cuestionó Draken en la entrada y tomando su hombro— Tu facultad no es esta.

Evan volvió a mirarlo cabreado.

—No te metas en lo que no te importa… becado — Y quito su mano de forma brusca. 

—Y tú no me toques los cojones, porque esté becado te parte toda tu madre ahorita.

Draken sintió como la sangre comenzó a hervir, pero Mikey llegó en esos momentos con una simpática sonrisa.

— Draken, no inicies un pleito. Héctor no tarda en llegar y será fatal, además que esta semana es la primera defensa de sociología.

El rubio de trenza pestañeó y miró hacia el rubio, alzó una ceja al mirar la expresión risueña del chico. Hasta ahora lo había conocido más como un chico taciturno, o que todo a su alrededor le aburría.  No con esa expresión que rayaba a lo risueño.

Emma se adentro al aula en compañía de Alice en ese momento y miró sorprendida a Evan en la entrada con Draken y su hermano.

En cuanto el azabache detectó a la rubia, se le acercó con desprecio y coraje.

— Maldita zorra ¡Me estás viendo la cara! ¿por eso no gustas de estar conmigo?— graznó y Emma sólo engrandeció los ojos, muy asustada.

Pero Draken fue más rápido y se colocó frente a la rubia. Manjiro se colocó a un lado de Evan y lo tomó del brazo, con mucha fuerza.

— No te atrevas — Le amenazó Mikey.

Pero Evan miraba hacia los rubios frente a él, ignorando al chico más pequeño.

—Ni te atrevas a colocarle un dedo encima — gruñó Draken por igual. Como si fugazmente su mente le trajera aquel asqueroso recuerdo de la fiesta de bienvenida, dónde miró una escena no muy sana por parte de Evan hacía Emma.

Emma detrás de él solo tragaba nerviosa.

— Jajaja ¿La vas a defender? ¿Fuiste tú el que se acostó con ella o qué?

Abel entonces se acercó a ellos cruzado de brazos. Su mirada taladrando a Evan.

— Para empezar, un estúpido anónimo puede estar también lleno de miles de mentiras. No siempre es verdad lo que dicen…

— Lo que tú deberías hacer primero, si en verdad la quieres, es hablar con ella antes de llamarla maldita zorra, tú pedazo de mierda con patas — complementó Draken, su voz mucho más alterada que antes.

— Jove…nes — Entró el maestro Héctor con su maletín en mano, encontrándose con tal escena frente a él.

Detrás del profesor otros alumnos ingresaron.  Keisuke, quien iba ingresando seguido de Kazutora, Yuzuha, Hina, Yoko y Allison, miraron extrañados a Evan Baji en el aula.

—¿Qué haces aquí, Evan?

Su hermano mayor solo lo ignoro, sin dejar de mirar hacer Draken.
—Joven Evan Baji — Héctor entonces reconoció al chico, dado a que le había dado clases antes  — Si mal no estoy,  esta no es su facultad. Le pido se retire del aula por favor, que está interrumpiendo mi clase, y no hay cosa que me dé más coraje que me interrumpan. Le pido educadamente que se retire.

Evan apretó sus dientes y se acercó a Draken.

— Esta me la vas a pagar maldito becado de mierda — le susurro muy cerca de su rostro, para que ningún otro escuchará.

Emma cerró sus ojos tratando de soportar las ganas de llorar. 

— No sé qué pasó aquí, pero ya me dirán ustedes dos —Y señalo a Emma y Ken. — Pero de momento le pido señorita Sano, señor Ryuguji, que tomen asiento.

Ambos alumnos hicieron caso y retomaron sus caminos hacia sus puestos.

Cuando Héctor comentaba sobre los resultados de una actividad que había mandado, Kisaki miraba cada cierto tiempo hacia Abel Imaushi, sus ojos brillando enojados y apretando con fuerza su mandíbula.

Hinata en eso captó lo que hacía y se inclinó hacia él.

—Kisaki…. ¿Todo bien?

El moreno chasqueó los dientes.

— Si, Hina.

Después de casi dos horas de sociología, la clase concreto. Aunque en toda la clase Emma no había podido concentrarse del todo, pensando en la reacción de Evan. Mordió su labio y entonces sacó su teléfono.

— Con razón…— Emma llevó su mano a su boca, cubriéndose con cierto miedo. Y ella pensó que había sido lo más sigilosa posible.

En eso miró hacia su amiga, ya que de nuevo habían hablado de ella.

Estaba levantándose para ir donde ella, pero en eso Alice salió disparada del lugar.

— ¡Alice! — La llamó pero fue inútil, ya se había marchado.  En eso observó a Chifuyu correr detrás de su hermana, dado a que gritó su nombre.

En eso busco a Abel con la mirada, él chico se encontraba tomando su mochila y conversando con Souya. Achico los ojos cuando Kisaki Tetta se acercó molesto hacia el Imaushi. 

Pero el rubio de lentes no dijo nada, solo chocó su hombro con el chico de forma brusca y caminó hasta salir del salón.

— ¿Qué acaba de suceder ahora? — preguntó Angry contrariado.

— Ni yo sé, Kisaki es muy extraño y–

— Abel — Lo llamó Emma.

— Dime.

— ¿Puedo hablar contigo?

— Sí, claro.

— Bueno, me voy marchando a comer algo — Angry hizo una reverencia y se retiró. En eso se encontró con la mirada de su novia, quien le esperaba molesta desde la entrada.  Souya mojo sus labios y suspiró, sabiendo que le venía una grande por no esperarla en el vestíbulo esa mañana.

— ¿Qué sucede? — Le cuestiona Abel a Emma, una vez quedaron solos — ¿Ya te arrepentiste de lo ocurrido estos últimos dos días?

— ¿Eh? No, es sólo que…. Casi nos exhiben.

— Tranquila al menos no especificaron de qué habitación saliste.

La mirada de Emma se apagó.

— ¿Puedo decirte algo Emma? Igual y eso te hace sentir un poco mejor.

— A ver, dime.

— De todas las chicas con las que he estado, puedo decir que entras en el top tres de los mejores sexos de mi corta vida — Guiño su ojo y sonrió de lado.

Las mejillas de Emna adquirieron un tono carmesí, al instante sonrío divertida.

—Míralo, tan callado que eras.

— Tampoco es como que si me he metido con más de diez no mames, pero al menos, si unas cuatro, contigo cinco — Sonrió. — Si por mi fuera, te agarrara aquí mismo y te haría gemir mi nombre de nuevo como ayer y te ayudaría con tu problema de jamás haberlo hecho en un lugar público, pero con lo que salió en el anónimo es demasiado arriesgado.

—Tentador — musitó la rubia y miró hacia los labios del chico.

Abel sonrió coqueto.

— Pero bueno, ¿Si nos vemos esta noche de nuevo?

Emma sonrió sugerente.

— Va, nos encontramos en el mismo lugar y misma hora que el domingo.  

— Bien ¡Ah! si puedes, lleva tacones esta vez — Sin decir algo más el azabache se retiró dejando a Emma con las mejillas acaloradas.

Debía reconocer algo, emocionalmente no sentía nada por él, cariño solamente. El mismo de siempre. Pero admitía que en el sexo hubo mucho entendimiento entre ambos por ese lado.

Al teléfono de Emma llegó un mensaje, tomó de su celular y desbloqueo para leer. 

Rebe
¿¡CON QUIÉN PASASTE LA NOCHE QUE NI ENTERADA ESTABAAAA!? Maldita sea, odio estar suspendida, me estoy perdiendo de mucho mitote :c, platícame ¿Con quién pasaste la noche? ¿A poco ya te animaste con Evan?

Emma suspiró fuertemente y por su mente comenzó a rondar un poco la culpa.

— ¿Qué harás Rebeca cuando sepas que fue tu propio hermano?

Cuando Abel salió del aula, se encontró con la escena de Hina y Takemichi abrazados. Parecía que habían hablado tras el suceso del mensaje anónimo, y arreglado todo ahí mismo. A diferencia de aquella vez. 

En eso, la mirada de Hina se posó sobre el azabache de ojos carmesí.

—No, no tengo nada con él, sólo le curé las heridas — contestó sin dejar de mirar a Abel por alguna razón.

Él mojó sus labios y se retiró sintiendo alguna incomodidad por dentro ante aquel momento.

***

>Entre la división de la preparatoria y universidad <

Alice caminó y caminó hasta llegar lo más lejos del campus, a lo lejos pudo observar a Koko quién se encontraba con una chica de cabello lavanda, algo que la hizo extrañarse pero que igual no indagó ni pensó mucho.

Se hizo la occisa y continuó su camino, llegando a lo más lejos de esa parte del campus sentándose frente a una pequeña laguna que hacía en el enorme campus del colegio. Limpio sus lágrimas y miraba a la nada.

Suspiro fuertemente y se maldijo mil y un veces por ser quien es.

—Creí que este lugar, nadie lo conocía — Una voz masculina la expulsó de sus pensamientos. 

Alice entreabrió sus labios confundida y un poco nerviosa pasó saliva. Giro su rostro hacia la voz proveniente, encontrándose con aquel rubio que tanto le gustaba desde que llegó, sentado en una roca a unos cinco metros de ella.

Inmediatamente Alice limpio sus lágrimas.

—oh, Manjiro.

El rubio se puso de pie e introdujo sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón.

— No le cuentes a nadie más de este lugar por favor, está a las afueras del colegio y es el único lugar que me hace sentir… Relajado y tranquilo cuando quiero escapar de mi realidad. No me gustaría ver a más gente por acá que arruinen eso para mí ¿Puedo pedírtelo?

Y entonces, para más desconcierto de Alice , Mikey mostró su primera sonrisa hacía ella. Tanta era la impresión que no supo cómo reaccionar a la primera.

—¿Puedo o no puedo pedirtelo? — volvió a preguntar el chico, haciéndola pestañear y reaccionar finalmente.

—S-si, claro… Yo también ya no vuelvo a venir.

—Gracias, pero no es necesario, a veces… Entiendo que también quieras escapar de tu realidad… No te dejan en paz.

Alice continuaba extrañada ante la actitud de Manjiro, pero aun así no busco en ese momento indagar más en eso. De forma egoísta, deseo que esa mirada risueña hacia ella no se esfumara nunca.

— Debo irme, ya medite demasiado.

La chica continuaba en silencio.

— Por cierto… Una vez me dijeron "Lucha contra tus demonios interiores y no te detengas, si hay algo que no está bien contigo, arranca el problema de raíz" — Mikey sonrió de lado — Ella no se equivocó, me ayudaron mucho sus consejos… es genial lo que haces Alice, continúa haciendo ejercicio, no dejes que un estúpido anónimo te detenga.

Fueron las últimas palabras por parte de Mikey cuando comenzó a tomar camino fuera de la laguna.

Alice limpió sus lágrimas y miró la silueta de Manjiro, la cual se desvanecía a lo lejos. Miro hacia el frente. No sabía aún cómo tomar las cosas. El chico que le gustaba desde que ingresó a Ayome, y que aun no olvidaba que la hizo sentir mierda en la fiesta de bienvenida, acababa de darle ánimos para continuar con sus ejercicios.

***

>Cafetería <

— Me choca que no tengan pan integral —mencionó Inupi para Baji mientras miraban el resto de los panes.

— Sólo toma un maldito pan y ya Seishu.

El rubio alzó una ceja ante el tono antipático del azabache.

— ¿Por qué me hablas así?

— No estoy de humor.

— ¿Es por lo que dijeron de Kazutora y Allison?

— ¿Eh?

— No es necesario que finjas delante de mi Keisuke, sé perfectamente que ella te gusta.

— Claro que no, no me gusta nadie de aquí… Me gusta mi vecina.

— Ay, por favor. Esa chica nunca está en su casa, apenas si la has visto unas cuatro veces. Keisuke, no es necesario que finjas, te conozco, así como tú deduces y confirmas que me conoces.

Los ojos marrones de Baji rodaron divertidos.

— Yo puedo asegurar por completo lo mismo, de tu parte para Allison.

— Pues… Estás muy mal, porque no me gusta ella.

En eso, la mirada de él se perdió cuando observó a la chica mencionada pasar por delante de él.

— Desmiénteme, desmiénteme que no sientes demasiada atracción por la chica de cabello negro y ojos verdes, que va caminando con Hina en este momento.

Keisuke alargó sus labios y miró a profundidad a Allie, perdiéndose en lo bonita que ella era. Fue cuando recordó el dulce tacto de sus labios, y que al día siguiente, por alguna razón, no quiso hablar de eso con ella.

Es cuando la chica gira su mirada un momento y se encuentra con la de Keisuke, ambos no pudieron dejar de mirarse por algunos largos segundos.

Las mejillas de la azabache adquirieron un color carmesí y desvío su mirada un poco apenada.

Keisuke sonrió de lado al ver como se puso. En eso, las chicas salieron de la cafetería y observó a su mejor amigo acercarse a las dos chicas. Algo amargo bajo por la garganta del Baji menor cuando noto que Hina se apartaba y dejaba a los dos chicos solos.

Keisuke apretó un puño.

— No me gusta — Soltó frío para Inui y se retiró.

En eso, Seishu miró hacia Allison y Kazutora, viendo como se marchaban juntos.

—Sinceramente… jamás llegué a creer que a los dos les gustaría la misma chica — Se dijo para sí mismo mientras suspiraba en alto.

***

>Cuatro días después <

El día de la exposición.











Continuará

Muchas gracias a @Selfish55 enserio le agradezco tanto su aportación en esta historia ✨

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