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Jack Conway se encontraba sentado en su recámara sin poder dormir, la única persona que le estaba volviendo a traer calma a su vida ahora no quería verlo y tenía toda la razón, pero no podía decirle que era del CNI, no, no podía si no alguien se encargaría de exterminarla como han hecho con otros. Solo le quedaba una opción que a el no le terminaba de gustar y más conociendo a la joven con toda su curiosidad, persistencia y rebeldía. Tomo su movil, realizo una llamada y luego se acostó tratando de pensar que hacer.

La mañana llego, el superintendente no pudo dormir, salió de su departamento y paró en una tienda, compró algo y luego se dirigió al departamento de __. El sabía que ella no le abriría y que al ser tan temprano lo más probable es que ella estuviese dormida, así que simplemente entró con la copia que el tenía. Coloco la caja con donas, que previamente había comprado, sobre la mesa, comenzó a preparar algo de café y a exprimir jugo de naranja mientras pensaba sus palabras.

Luego de un rato la chica sintió algo de ruido, tomo el bate que siempre estaba en su habitación y se acercó lentamente al proveniente del ruido.

-Ah, eres tu- ella suspiro dejando el bate a un lado- Te he dicho que no vinieras a no ser que tengas respuestas.

-Por eso vine __- el coloco una taza de café donde la joven siempre se sentaba- Necesitaba hablar contigo- ella asintió y se sentó en su lugar- Compre unas donas... Se que te gustan las cosas dulces

-Gracias...

Ella se llevo a la boca una de esas masas mientras el otro se sentaba a su lado con una taza de café.

-Veras... Tienes razón en todo lo que haz dicho ayer, eres buena siguiendo tus corazonadas- el midio sus palabras- Yo no solo trabajo en el CNP, también soy parte de CNI y por eso tengo tantos contactos además de saber casi todo lo que se mueve en esta ciudad...

-Ya entiendo porque no querías decirme- ella lo miro- Creo que ya me cierra esta rompecabezas...

-No quería decírtelo por obvias razones, te expondría a un peligro más grande del cual no puedo proteger... Pero dadas las circunstancias tuve que llamar a mi jefa y mover unos hilos- Conway tomo la mano de la chica y la miro profundamente a los ojos- Quiero que trabajes como aliada del CNI, no serás exclusivamente miembro del CNI pero si trabajaras conmigo y podré cubrirte con el paraguas de esta organización, es la única manera que hay para que nada malo te pase; eres buena para esto.

-Es algo difícil de procesar... y más cuando recién me levantó- ella desvió su mirada- Pero siempre estuve en contra del sistema como para ahora apoyarlo

-Es por una buena causa, bajo el CNI tengo una investigación en contra de la mafia que mató a los policías... También están en la investigación Gustabo y Horacio, podrás tener acceso a matar a esos hijos de puta que mataron a sangre fría a tus compañeros

-Esta bien- suspiró para luego mirarlo- Lo entiendo, ahora soy parte, aliada, del CNI y nadie debe de saberlo ¿verdad?- el asintio- Y eso me protege y hace que pueda matar a los hijos de puta de la mafia- el volvió a asentir y ella sonrio- Suena divertido... Pero no me vuelvas a poner de malas Jack

Ella se tiró sobre Conway abrazandolo y luego le dio un pequeño beso en los labios.

-Entiendo que me ocultes cosas para protegerme... Pero no me quieras ver la cara de tonta cuando las cosas son obvias

-Hare mi mejor esfuerzo para darte lo mejor de mi- la abrazo con fuerza- Lo prometo, solo no te vayas de mi lado __

-Nunca me iré de tu lado amor.

. . .

La joven terminó su turno en la policía, Conway se encontraba junto a ella en el departamento, era el único momento donde sabían que podían estar 100% para el otro ya que trabajando de lo mismo podían pasar tiempo juntos pero tenían que mantener sus sentimientos alejados; en cambio al terminar su turno podían ser ellos mismo y demostrar sus sentimientos dentro de sus hogares.

-No veré otra película contigo, siempre me engañas y terminamos viendo una de terror

-No dan miedo quejicas- el se río y se encaminó a la cocina para preparar la cena- Dan risa o pena

-Es que tu eres una fucking máquina que no le teme a nada, yo solo soy una mortal- aclaro ella siguiendolo- ¿Que cocinaras?

-Unos finos trozos de masa cubiertos de una salsa a base de tomates y condimentos variados acompañados de unas nutritivas esferas de carne condimentada y opcionalmente se le puede aplicar queso a la preparación.

-Vamos, que cocinaras unos fideos con salsa y albóndigas

-Le quitas la magia a mi cocina- ambos rieron- ¿Porque no te relajas mientras yo preparo la cena?

-Esta bien... Iré a bañarme, tu siéntete como en tu casa ya sabes- beso al hombre- Espero me deleites con tu comida

Ella se retiró para ir a asearse, trabajar de policía en Los Santos conlleva correr idotas lo que no está escrito. Mientras tanto el superintendente seguía a lo suyo esforzándose para prepararle su mejor plato a la chica; para mejor comodidad el coloco algo de música ya que siempre lo ayudaba a despejarse un poco de todo.

En uno de sus movimientos el hombre golpeó un pequeño mueble tirando algunas cosas al suelo.

-Mierda...

El comenzo a recoger aquellas cosas que se habían caído pero algo despertó la curiosidad de el y era una identificación falsa, frunció el ceño y guardo aquel carnet en su bolsillo para seguir con lo suyo.

-Ya estoy lista- la chica luego de un rato volvió a la cocina con su cabello mojado- ¿Te ayudo en algo?

-Solo en una cosa- el se dio la vuelta y le entrego el carnet que había encontrado- Presentame a esa tal Caliza Morgan que se parece tanto a ti, se le debe de haber olvidado su DNI en tu casa cuando venía de visita- ella suspiro- ¿Me explicas?

-Ya debes de saber la respuesta ¿O no?

-Ibas a investigar aún sin mi autorización ¿Verdad? ¡Es peligroso, joder! No quiero que investigues el taller

-¡Pero pongo mi vida en riesgo día tras día siendo policía! Y ahora más. Yo se que puedo hacerlo

-Y yo se bien que puedes- coloco los platos de comida sobre la mesa- Pero simplemente está vez olvidate de esa corazonada... Ya se encargarán otros de investigar el taller, no puedes estorbar en su investigación.

Ella suspiro resignada y se sentó en la mesa viendo el delicioso plato que su pareja le preparó, sonrió, __ sabía bien que Conway tenía demasiado miedo a perderla y que por eso no la dejaba involucrarse, la hacía sentir extraña aquello pero sabía bien que en esos momentos la única que podía ponerle calma a las actitudes erráticas del hombre era ella por eso prefirió no seguir discutiendo del tema para disfrutar de aquel lado sensible del superintendente.

-Para ser un tipo duro cocinas muy bien- le hablo ella calmando las aguas- No te molestaré más con el tema, pero por favor no me vuelvas a ocultar algo tan grande

-Esta bien... Pero yo solo lo hago para protegerte

-Puedo cuidarme sola, lo he hecho muchos años ¡Y mirame! Llena de traumas y cicatrices pero vivita y coleando

Ambos rieron para seguir con su extraña velada.

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