•28•

Conway y Gustabo se sentaron en unas sillas de espera frente a la sala de operaciones. Me acerqué a Gustabo, este recostó su cabeza en mi pecho y yo acaricie su espalda levemente tratando se darle seguridad.

-No lo protegi... Les fallé, a ti, a Horacio y a Conway

-Shh... Tranquilo, lo trajiste hasta aquí y lo protegiste hasta donde pudiste... Horacio es un tío duro aunque no lo parezca, saldrá de esta y se recupera.

-¿Y si Horacio estuviera muerto?- Gracias por animar Conway- ¿Como te sentirías?

Preferí no meterme, que se arreglen ellos. Me acerqué a la puerta y ahí estaba mi niño fuerte... No te abandonaré, te cuidaré lo juro.

. . .

Luego de unas horas nos dejaron entrar a la sala donde se encontraba el crestas, este estaba algo confundido por la anestesia.

-Mami...-susurro el y yo me acerque- Estas aquí.

-Siempre lo estaré- acaricie su mejilla suavemente tratando de mantenerme calmada y aguantar las lágrimas al verlo asi- Nunca te abandonaré

-¿Que me pasó?

. . .

Gustabo explicó lo sucedido junto algunos detalles de Horacio. El pobre no podía andar bien y tenía que hacer reposo, me ofrecí a ir a su departamento y cuidarlo ya que el me lo pidió y realmente no pude negarme. Conway quería mostrarle algo a ambos, así que lo ayudamos a subir al patrulla y el mayor comenzó a conducir.

Llegamos al cementerio, suspiró, los otros dos bajaron del auto, me quedé con Conway unos segundos.

-Me quedaré aquí fuera- le hable- Así puedes hablar con ellos... Se que querrás hacerles entender tu punto de vista, pero trata de ser algo comprensivo por favor...

Bajamos del auto, me apoyé en el patrulla a esperarlos. Realmente no quiero entrar al cementerio, lo visito todos los días a la mañana por Ivanov, algunas veces por la noche, pero en estos momentos estoy demasiado sensible como para entrar y tragarme un discurso de Conway dirigido a ellos... el es muy duro y yo nunca llegaré a ese nivel de dureza ¡Y es que joder! ¿Como no se pone a pensar en algo tan básico como los sentimientos ajenos? Suspiro, espero no dure demasiado.

. . .

-Ven te ayudó- Horacio se apoyaba en mi para entrar a su departamento

-Gracias- sonaba tan apagado que me mataba- Me sentare en el sillón

Lo ayudé a sentarse en el sillón, me alejé unos minutos para que se despida de Gustabo y luego volví con el.

-¿Te apetece dormir?- el nego- Mmm... ¿Quieres que te ayude a ducharte? Quizás sin toda esa ropa sucia y sangre seca te sientas algo mejor

-Esta bien.

Fui a su baño y comencé a llenar la bañera con agua tibia. El se acercó como pudo con sus muletas y lo sente en el inodoro para quitarle la ropa con cuidado.

-¿No te molesta que te vea desnudo? Puedo irme si te sientes incómodo

-No me molesta- el me sonrio levemente- Se que te gusta Conway así que no intentaras nada conmigo.

Le devolví la sonrisa y lo metí en la bañera, me quedé a su lado para asegurarme que todo se encontrara bien. Tome mi móvil y le envíe un mensaje al ruso pidiéndole que vaya a mi departamento a buscar una serie de cosas; también note que tenía un mensaje de Conway.

Conway: Si necesitan algo o Emilio aparece, llámame. Avísame si pasa algo con Horacio

Yo: Tranquilo, yo me encargo.

Suspire y mire a Horacio que se bañaba tranquilamente pensando.

-Pensar de más podría hacerte daño- acaricie su humedad cresta- Dime en qué piensas, quizás te ayude

-No llevo mucho en la policía... y aún así estuve a punto de morir varias veces, estoy muy cerca de la muerte, tanto yo como Gustabo o tu o Conway o todo el maldino CNP... Papu nos dijo que al entrar tendríamos una bala en la frente asegurada pero no pensé que sería tan literal

-Se que es difícil... Pero es la consecuencia de ser policía y querer ayudar a los demás, pero dime ¿No se siente bien cuando haces bien tu trabajo? -Le sonreí con dulzura- Cuando salvas a un rehén de un atraco y te lo agradecen; cuando logras incautar un auto robado; cuando atrapas a alguien que sabes que hizo el mal como matar a alguien o robar ¿No se siente bien?

-Si se siente bien- el sonrio levemente recuperando algo de brillo en su mirada- Aunque a veces me gustaría que reconocieran más mi trabajo, en especial Conway.

-¡Conway está orgulloso de ustedes dos! Solo que ya sabes como es el, tiene una manera peculiar de demostrar sus emociones y se preocupa por los que quiere. Tu tranquilo que todo llega a su tiempo.

-Gracias por quedarte conmigo...

. . .

El ruso llegó dándome una mochila con las cosas, luego fui a la habitación de Horacio donde el se estaba terminando de cambiar. Le preparé algo de comer, cenamos en paz, tomo su medicamento y luego lo llevé a la cama donde comencé a pintarle sus uñas para que se sienta más coqueto como el siempre es.

-__ ¿Porque viniste a Los Santos?

-No lo sé... En realidad si lo sé, pero no quiero aburrirte con mis historias.

-Cuentame por favor- sus ojos suplicante no me dejaban alternativa

-Bueno... Antes tenía una vida muy escandalosa, me rodeaba la fama, el dinero, las personas tóxicas y la mirada atenta de la prensa esperando a que me equivoque - sonreí al recordar- Siempre estuve dispuesta a joderles, pero un día desborde de tanta mierda, no pude más... Por eso vine aquí, a Los Santos, porque se que precisamente no es un lugar tranquilo pero comparado con el mar turbulento de donde vengo, Los Santos es solo una laguna

-Creo que escuché una vez hablar a Conway de que eras corredora o algo así

-Si... Era piloto de carreras... Pero ya no importa, lo que importa ahora es que tienes que dormir

El asintio con la cabeza, note como las pastillas le hicieron un gran efecto, lo arrope y luego me dirigí a la sala donde tome mis cosas. Tome el pequeño prendedor de la mochila, con ayuda de un cuchillo le saque aquel dibujo que tenía de una serie que ni recuerdo.

-Este es mi momento ArtAttack

Tome mis esmaltes y pinte el prendedor de un color dorado, con los colores rosa, violeta y azul escribi en el medio del prendedor "Heroe"... No sera una placa de Comway, ni mi mejor manualidad, pero espero le saque una sonrisa. Le coloqué un poco de esmalte trasparente con brillos y lo dejé secar en la mesa.

No tengo ganas de dormir, debo de cuidarlo... ¿Porque Emilio le disparó? Es algo que sigo sin entender. Mi móvil comenzó a sonar, estaba por no contestar ya que siendo de madrugada el único que me llama es ese acosador insoportable, pero luego vi que se trataba de Conway.

-No son horas de llamar Conway- sonreí para mi misma- Tiene suerte de que tenga complejo de murciélago y no duerma.

-Imagine que tu también estarías despierta... Que al igual que yo no dormirías

-¿Llamaste para comprobar eso? Vaya, ese es un nivel de celos que no llegue con ninguna de mis parejas

-Me sorprende que hayas tenido parejas, con el carácter que tienes no se como te aguantarian

-En realidad muy pocas, le daré la razón en que tengo un carácter inaguantable

-Pero ese carácter me encanta...- hubo cierto silencio, solo escuchaba su respiración y se que el la mia

-Conway... Dime el porqué me llamaste.

-Sonara idiota y muy absurdo... Pero necesitaba escuchar tu voz

-¿Y eso porque? Es usted el que tiene voz de locutor

-Simplemente quería escucharte, sentir que estaba contigo...- ¡Joder! ¿Como mierda quieren que despues no me enamore? Es un amor rodeado de capas y capas de rudeza- Es absurdo lo sé

-No es absurdo... Hasta me subió un poco la autoestima y el ego- bromee- Quien diría que el mismísimo Dios quiere de mi presencia- pude escuchar una leve risa de el- Podemos seguir hablando todo lo que tu quieras ¡Hasta puedo contarte historias de dinosaurios, aunque te las sepas todas por estar allí! Pero luego me pagas la factura del teléfono

•Narradora:

Ambos se quedaron charlando por teléfono, a veces se generaban silencios pero no eran para nada incomodos, ambos disfrutaban de las gilipolleces del otro y su egocentrismo. Estuvieron así hasta las tantas disfrutando del otro de una manera peculiar.

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