•06•
Memorizaba los códigos policiales, ivanov se encargó de darme una guía de estos. Mientras los leía recibi una llamada de Horacio
-Hombre Horacio, feliz cumpleaños
-¡Gracias __!... oye ¿estas ocupada?
-Mmm...Si es por ti no, ¿Que tienes en mente?
-Quiero robar una joyería
-¿¡Que?!
-Que quiero robar una joyería, anda, por mi cumpleaños ¡Nos vemos en la playa!
El colgo el teléfono... ¿Quieren robar una joyería? Si negocia Pablito estarán muertos. Joder no se puede con ellos, tendré que ir y salvarles el trasero por más de que no quiera, es irónico que robe una joyería y quiera ser policía... ¡Si me atrapan estaré perdida!
. . .
Aquí estábamos nosotros, esperando a los policías. Tenemos 4 rehenes y a pedido de Horacio nos disfrazamos de papá Noel, realmente está máscara es muy incómoda.
-¡Mayonesa!- cantaba Gustabo sin preocuparse- ¡Ella me bate como si fuese mayonesa! ¡Anda puerco, canta!
Gustabo obligaba a los rehenes a cantar y bailar; Seguismundo solo daba vueltas sin parar poniéndome nerviosa pero no solo me altero a mi si no que también a Pablito que comenzó a apuntar a los rehenes nervioso; Horacio solo reía, estaba sumamente feliz... no se que clase de atraco es este, uno muy lamentable sinceramente.
Respire profundo, solté aire y me puse en mi modo serio, ese modo manipulador que hace años no uso, es la única manera de conseguir lo que quiero. Me crucé de brazos frente a la puerta y vi los alrededores, habiendo estudiado los protocolos policiales esto se volvía sencillo.
-Corbatita uhuhu corbatita- Gustabo se acercó a hacer el ridículo pero yo seguía seria
El superintendente se encontraba delante nuestra con un arma entre sus manos; serio a más no poder.
-¿Quién de ustedes súper nenas negociará?
-Yo- hablé decidida antes de que alguno contestará
-¿Cauntos rehenes hay?
-Son 4
-Perfecto, entonces negociamos capullos, no tengo todo el día.
-Para empezar - me acerqué más a la puerta y apunté con mi dedo un tejado- Quiero a tu francotirador fuera
-Negativo
-¿Que pasa Conway?- me puse desafiante- ¿Tiene miedo a que lo mate? Usted quédese tranquilo que no abriremos fuego... así que acepte, un rehén fuera junto al 35% por el francotirador
El pareció pensarlo, mis compañeros seguían buscando al francotirador sin enterarse de nada, el mayor hablo por radio y luego me miró.
-Francotirador fuera, ahora el rehén
Segismundo trajo al rehén que luego salió.
-Por el otro rehén quiero que no toquen el auto blanco de alli- señale nuestro vehículo de huida- Sin modificaciones ni nada
-Bien... no necesito trucar su auto para atrapar a unos gilipollas
-Ya veremos pinche joto- grito pablito dejando salir a otror rehen- usted no sabe con quien se mete
-Por el otro rehén queremos 0 obstáculos
-Nada de pinchos- completo Horacio- Ni cajas, ni autos ni nada que estorbe
-Correcto, nada de obstáculos, pero eso no incluye la clave Robert o el código 100
-Lo sé- hable con aire de superioridad- Pero no creo que puedan hacerlo, ya que según el código penal policial solo pueden ejecutar la clave Robert y el código 100 si el delincuente pone en riesgo la vida ciudadana... así que obedezca sus propias leyes Conway nadie quiere un superintendente corrupto
-Vaya, los mariconettis hicieron la tarea, lastima que y ok soy quien da las órdenes y si se me sale de los huevos lo hago
El rehén salió. Solo nos quedaba uno que se encontraba bailando y cantando con Gustabo.
-Por el ultimo rehén quiero que nos des 3 segundo desde que subimos y pintamos el coche
-Negativo, les puedo dar 1 segundo
-2 segundos ¿No dijo que nos atraparla en al instante? Deje de ser un cagado Conway
-¡Deje de ser un pinche joto atemorizado!- Pablito empezó a imitar a una gallina
El superintendente gruño furioso.
-Un segundo y medio
Asiento con la cabeza y el último rehén salió.
Me acerqué a mis amigos, nos dimos un abrazo grupal. Tome aire, ahora yo sería quien conduzca y no quiero para nada perder contra ese tal Conway y menos si será mi jefe en un futuro. Salimos de la joyería, entramos al auto, lo puse en marcha y como alma que lleva el diablo fui lo más rápido que pude.
-¡Rápido rapido rapido!-gritaba gustabo golpeando mi asiento-¡El abuelo esta en moto, estamos jodidos!
-¡¿Tiro el dinero y nos escapamos como si nada?!- se acojono Horacio
-¡No estuve aguantando al corbatita y a ustedes cantando mayonesa para hacer como si nada hubiera pasado!- le grité furiosa- ¡Además tu quisiste robar la joyería!
Doble abruptamente esquivando un zeta.
-¡__ esta como el diablo!- grito Pablito
-Yo puede ser el puto diablo si quiero, Pablito.
Ellos gritaban e insultaban a más no poder. Conducía como loca, a toda velocidad, esto me recuerda a mis días en las pistas cuando competía a ganar... es exactamente igual solo que acá me juego una perpetúa.
Logre perder al zeta y una de las motos. Pero aún queda el superintendente en una moto
-Que por culo que da este hombre- hablo gustabo indignado- ¿Le disparo?
-Eso empeoraría todo- hablo Segismundo- enojarias a __
Llegamos a un túnel, ese era el momento perfecto para perderlo, el trato de desastabilizarnos con su moto pero no lo logró. Pise el acelerador a tope haciendo que el también vaya a máxima velocidad. Frene de golpe y di marcha atrás, dando una vuelta haciendo que el superintendente no le dé tiempo a doblar por la velocidad y cayera de la moto. Atravesé el túnel y vi como la moto ya no estaba, bajé las luces y me adentre a la ciudad. Lo habíamos logrado...
-¡Escapamos!- Seguismundo me agitó por los hombros
-¡Lo logramos!- Gustabo se sorprendió- Perdiste al viejo
-¡El mejor cumpleaños de todos!
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