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— ¿Príncipe? ¿me está escuchando?
Lastimosamente.
Kai sacudió la cabeza, espantando sus pensamientos, y se concentró en Yeonjun, quien se encontraba sentado a su lado en una de las tantas mesas esparcidas en el salón.
— No, lo siento, me perdí.
Yeonjun suspiró con fuerza antes de apoyarse en el respaldo de la silla. — Le decía que Soobin... que yo... creo que yo estoy yendo muy rápido con Soobinnie.
— Muy rápido... — repitió suavemente.
Yeonjun asintió con una mueca. — Es decir... se que llevamos un año de relación, creí que estábamos listos para dar el siguiente paso... ¿sabe? — Choi se sonrojó con fuerza. Kai asintió lentamente, tragando duro. No era un tema que quería tocar, pero aún seguía siendo el mejor amigo de Soobin, y solo por eso, también era el amigo de Yeonjun. — Pero cuando lo intenté... el escapó — Yeonjun lo miró asustado. —. ¿Cree que lo espanté?
Kai suspiró con derrota. No le quedaba de otra, aunque odiara hablar de la relación de su primer amor con su actual novio no podía contra el sentimiento de deber cada que alguien le pedía su ayuda en un consejo o consuelo.
— Si lo hubieras espantado no hubiese estado contigo toda la noche con tal naturalidad, creo que el solo no se dió cuenta de lo que tratabas de hacer hasta después.
— ¿Te dijo algo?
— No, pero Taehyun mencionó algo, por lo que puedo suponer.
— ¿Debería ser más directo?
Se alzó de hombros, mirando desinteresado a su alrededor. Entonces captó a Soobin caminando hasta ellos con dos vasos de ponche en cada mano.
— Solo hablalo con él, a Soobin le gusta saber lo que va a suceder para estar preparado y seguro.
Soobin por fin llegó a ellos. — Aquí están, de uva — dió uno de los vasos a Yeonjun y luego giró a Kai —, y manzana. Kai lo observó con los ojos entrecerrados. Soobin lo notó al instante. —. No te preocupes, saqué del ponche de los niños, no tiene alcohol.
Kai asintió sonriente y procedió a tomar de su vaso mientras Soobin se sentaba a un lado de Choi.
— Entonces, ¿de qué hablaban?
— Que está bonita la fiesta.
— Que cambie las rosas a tiempo.
Soobin los miró con el ceño fruncido.
Kai tosió un poco antes de aclarar. — Y por eso está bonita la fiesta.
— Aah...
— ¡Acérquense por favor! — Chan llamó la atención de todos en el salón. — En unos minutos serán por fin las ocho de la noche, hora del nacimiento de los mellizos Hwang.
Todos se levantaron de sus asientos mientras Yeji y Niki se paraban en el centro del salón. Kai caminó junto a Soobin al lado de sus padres, teniendo pronto a sus costados a Beomgyu y Taehyun.
— Alcen sus copas por favor.
Kai se inclinó hacia su papá Seungmin cuando vió a una pareja conocida en un extremo del salón. — Pa, ¿no son esos los tíos Minho y Jisung?
Seungmin afiló su mirada para buscar a los mencionados, hasta que los encontró. Entonces bufó. — Deben haber llegado recién, cuando no ellos, llegando tarde.
El menor rió antes de volver a su posición justo a tiempo para que el reloj marcara las ocho y todos alzaran sus copas, coreando un feliz cumpleaños y deseos de salud y bienestar a los dos menores, que por fin cumplían sus once años.
Luego de que Kai y Niki hicieran una reverencia perfectamente cordinada y se abrazaran entre ellos la multitud volvió a dispersarse. Hyunjin y Seungmin llegaron rápidamente hasta sus menores hijos.
Hyunjin fue el primero en hablar. — Un día como hoy, a esta misma hora, su padre me gritó que le habían roto la fuente y que me iba a pedir el divorcio y tener la custodia de Kai.
Seungmin rodó los ojos por aquellas horribles palabras antes de acotar. — Y un día como hoy, a esta misma hora, su padre se desmayó, porque es un cobarde para los partos.
Los mellizos se cruzaron de brazos, al igual que Kai. — Y todos los años después de eso, en los días como hoy, a esta misma hora, ustedes siempre dicen lo mismo.
— No, el anterior año yo dije que me tuvieron que abrir el estómago solo para que ustedes pudieran llegar a este mundo.
— Y yo que Kai me dijo que era una decepción siendo solo un niño.
Kai no pudo evitar bufar. — Que tocará el próximo año.
— Ya se nos ocurrirá cielo.
Soobin llegó hasta Kai y puso un brazo alrededor de su cuello, mirando a los mellizos divertido mientras Taehyun se arrodillaba frente a ellos. — Bueno, nosotros estamos felices, porque un día como hoy hace once años su nacimiento nos hizo ganar quinientas monedas de oro.
— ¡Aquí están los cumpleañeros! — Minho llegó por detrás, rodeando a los mellizos con sus dos brazos. — Pero que grandes están, ¿a ustedes que les dan de comer? Yeji, me estás amenazando con tu altura — Lee midió desde la cabeza de la niña, que le llegaba hasta el pecho e hizo una mueca. —. ¿O es que a mi me faltó leche?
— Definitivamente te faltó leche — Jisung llegó al lado de su esposo con los brazos cruzados y una sonrisa en el rostro. —. Niños, feliz cumpleaño.
— ¡Tío Ji!
Minho bufó. — Como se nota el favoritismo.
— Tíos, ¿por qué no vinieron en nuestro cumpleaños número diez? — Yeji hizo un puchero entristecido.
Niki asintió con una mueca. — No los hemos visto desde que cumplimos nueve.
Minho y Jisung suspiraron. — Si, ha sido mucho tiempo — contestó Minho. —, pero fue culpa de ustedes.
Los mellizos abrieron los ojos sorprendidos. — ¿¡Nosotros!?
— ¿Ahora les van a echar la culpa de sus aventuras? — preguntó Soobin divertido en el oído de Kai. El menor rió y golpeó sus costillas.
Jisung asintió sonriente. — Si, de tanto verlos ya hemos querido uno como ustedes.
Kai ladeó la cabeza y se giró para susurrar hacia Soobin. — Me parece que esto no es algo como otra de sus aventuras.
— ¿De qué hablan?
Hyunjin golpeó a Minho. — Ya quita esa sonrisa escalofriante, los asustas.
Minho le sacó la lengua antes de girar su cuerpo hacia atrás y hacerle una seña al guardia que los había acompañado. El hombre asintió y salió por la puerta.
Seungmin veía todo muy curioso. — ¿Qué han traído? déjense de juegos.
— ¿Por qué siempre eres tan curioso Seungminnie?
— Si saben como soy para que se ponen misteriosos. — reclamó el pelirrojo.
Pronto vieron al caballero llegar hasta ellos, acompañado de una pequeña niña de cabellos rubios que portaba un hermoso vestido verde.
Todos no evitaron mostrar su sorpresa. Incluso Jungkook, que recién había llegado hasta ellos junto a su esposo no pudo evitar sacar sus conclusiones, aún más cuando la pareja Lee tomó a la niña de los hombros, mostrándola a sus amigos.
— Chicos, niños, ella es nuestra hija, Lee Ryu-jin.
Soobin miró a Yeonjun cuando este llegó a su lado y señaló disimuladamente con la cabeza a la pareja Lee y su nueva hija. Soobin se encogió de hombres antes de volver a ver a la niña.
Beomgyu fue sacudido sin disimulo por la persona a su lado. — Me mareas- me- ¡Taehyun!
— ¡Es tan linda! — chilló el mencionado, observando a la tímida pequeña que extendía dos cajas, cada una en una de sus manos.
Niki y Yeji tomaron las cajas lentamente, hasta que la pequeña rubia habló por fin.
— Fe-feliz cumpleaños, majestades.
Las rodillas de Jungkook temblaron. — Quiero una.
Taehyung negó completamente decidido. — Ya tienes tres.
— Pero son hombres. — se quejó el educador.
Niki golpeó el estómago de Yeji, ella le devolvió el golpe, entonces Niki empujó a su hermana al frente, más cerca de la niña, y se escondió detrás de ella con disimulo.
— Ho-hola, soy... Yeji — Ryu-jin hizo un asentimiento, con las mejillas encendidas. —. T-tú, tú eres... Ryu-jin.
— Lo acaban de decir, Yeji. — le recordó Niki.
Yeji se sonrojó. — Bueno, listo, adiós. — Y salió corriendo.
Todos observaron con el ceño fruncido como Yeji escapaba rápidamente del salón, levantando su vestido negro para no caer.
Niki suspiró e inhaló con fuerza, acercándose a la niña. — Lamento eso, Hwang Niki, un placer.
Ryu-jin tomó la mano extendida y luego se escondió detrás de Jisung, evitando mirar a cualquiera.
Minho aplaudió. — Bueno, es mejor de lo que esperaba.
— ¿Cuando tuvieron una hija?
— La adoptamos en uno de nuestros viajes, y no fue nada fácil.
Jisung negó con un suspiro. — Pero por fin la tenemos con nosotros y somos muy felices, ella es encantadora, ¿a que si?
— Es muy linda.
— Mira sus ojitos.
— ¡Que cosita!
Soobin ahogó una risa. — La van a asustar.
— Parecen la tía Chungha y Nana cuando Yeji y Niki bajan a desayunar. — Soobin asintió, riendo junto a Kai y Yeonjun, hasta que sus risas captaron la atención de Minho y Jisung.
— ¡Pero si es la pareja de futuros Reyes! ¿Ya se casaron? espero que no, necesito estar yo.
Kai y Soobin abrieron los ojos con sorpresa. Olvidando por completo que los Lee no sabían de la actual pareja de Kim.
Soobin tartamudeó. — Nosotros no-
— Tíos, él es Yeonjun — Kai empujó ligeramente a Choi al frente, quien mantenía el ceño fruncido. —. Es el novio de Soobin.
Minho frunció el ceño muy notoriamente, casi tanto como Yeonjun. — Pero ustedes no eran-
— ¡Ay querido es un placer! — Jisung por suerte fue más rápido en captar la situación. — Yo soy Jisung y este es mi esposo, Lee Minho.
Yeonjun asintió, tomando la mano extendida del hombre. Más luego de un rato de presentaciones se disculpó con todos, diciendo que ya debía volver a su casa.
Kai y Soobin notaron su estado tenso, Soobin no dudó en seguirlo cuando salió del salón.
— Kai — el mencionado giró a ver a su tío Minho. —, lamento haber incomodado al chico, no tenía idea que ustedes...
Sonrió ligeramente. — Está bien, creo que debería hablar con él también. Nunca le dijimos de esa etapa.
Kai siguió a la pareja, tal vez no debió hacerlo.
— Si hubo algo entre ustedes debiste decírmelo, he actuado tan desvergonzado en cuanto a nosotros delante de Kai, que de seguro en algún momento lo he incomodado.
— Es que nunca hubo nada entre nosotros Yeonjun — Kai se quedó quieto detrás del muro. —, todos pensaron que seríamos una pareja porque de niños éramos muy unidos, pero jamás hemos tenido una relación de ese tipo.
¿Por qué la verdad dolía tanto?
— Jun... Kai y yo solo somos amigos.
Hubo un largo silencio entre ambos. Kai debatió entre salir y afirmar lo que Soobin decía, aunque eso quemara en su estómago, o irse, y confiar en que los dos lo resolverían fácilmente.
— Estoy confundido Soobin... esto... la forma en lo que lo dijeron, la forma en la que ustedes lo taparon... la forma en que Kai ha estado presente en nuestra relación... siento que recién me estoy dando cuenta de muchas cosas.
— ¿De qué estás hablando? Mis tíos no estaban enterados de que tenía novio, es todo.
— Si, pero tampoco lo dijo como si ustedes no fueran nada. Soobin, los señaló directamente como una pareja.
Kai mordió su labio inferior con fuerza. ¿Debería salir? Había algo en él que picaba por ayudar a Soobin a aclarar la situación, pero tenía tanto miedo... y no estaba seguro de qué.
— Es... Kai y yo... nosotros...
— Y sigues hablando de tú y él como uno solo. Soobin... ya no se si soy el único confundido, ¿acaso no te das cuenta de lo que estás diciendo? — Soobin no sabía qué responder, la situación era clara en su mente, pero las palabras para explicarla no salían. — ¿no te das cuenta de lo que haces? soy tu novio, pero ahora se que tu familia no me ve como tal, y él es tu mejor amigo pero parece que todos lo ven como tu novio.
— Es solo que nunca dijimos nada al respecto frente a los demás... simplemente los dejamos especular, pero no fuimos nada más que amigos.
Escuchó un suspiro. Kai no sabía de quién fue.
— Creo que... necesitamos un tiempo.
— Yeonjun...
— Tal vez estoy siendo muy paranoico... pero siendo sincero... tengo miedo de que estés confundido.
— No estoy confundido Yeonjun, quiero estar contigo.
Hubo algunos pasos arrastrándose en la tierra.
— Solo... un poco de tiempo. Para ti y para mi — Kai asomó su cabeza por la esquina del muro y observó a la pareja. Soobin estaba de espaldas a él y Yeonjun caminaba lentamente hacia atrás. —. Nos vemos por ahí...
Yeonjun dió media vuelta y se fue, caminando lentamente, con la cabeza agachada.
Kai no podía creerlo. Tenía los ojos abiertos en demasía. ¿Por qué Soobin no iba por él? porque no corría, ¿por qué no dijo nada más? tantas cosas que sintió que faltaban, tantas cosas que pensó que pasaría, Soobin se había quedado a la mitad de esa charla, estaba muy seguro.
Pudo haber dicho que lo amaba, pero el solo se quedó observando cómo se marchaba.
— ¿¡Estás tonto!? — salió por fin de su escondite, cuando Yeonjun ya había doblado la calle. — ¡ve por él! ¡corre! ¡que idiota eres! ¡mueve las patas, animal!
— ¿Kai?
— Cuál Kai, imbécil. ¿Por qué no vas por él? ¿¡por qué no le dijiste que lo amabas o algo romántico!? ¿¡no se supone que eso hacen las parejas cuando uno pide tiempo o lo quiere dejar!? ¿¡que no lees novelas!?
Soobin lucía como un retrasado mental. Kai solo quería golpearlo, hacer que reaccione.
— ¿Tu cerebro te abandonó? ¿por qué me miras así?
— No se... no se que pasó.
— Te diré que pasó, hubo una confusión, tu novio se siente inseguro, y tu estás parado como un idiota en medio de la calle fuera del castillo. ¿¡Captas!?
— No creí que debería seguirlo...
— ¡¡Aaaaah!! — Kai gruño, frustrado con Soobin y consigo mismo. — deberas no se como somos amigos.
— ¿De verdad todos nos ven como una pareja?
Kai apretó los puños. — Vete al demonio, ya no pienso ayudarte. Ya me estrese y ni es mi novio. — Caminó con el cuerpo tenso devuelta al castillo, insultando en todos los idiomas a Soobin.
Era un idiota, bueno para nada, lento, imbécil, que no podría parar ni una pelota ni aunque esta pasara a la velocidad de una tortuga frente a él.
— ¿Y si estoy confundido?
Hwang paró su furiosa caminata y giró a ver a Soobin, quien seguía en su misma posición.
No lo pensó. — Lo estás completamente — Soobin lo miró sorprendido. —. Yo no te gusto Soobin — le dijo con rudeza. —, deja de pensar así, te gusta Yeonjun, estás con él desde hace un año y son muy felices. Nunca te ha importado cuando los demás dicen que somos una pareja, solo porque Yeonjun lo dice ahora no creas que eso es cierto, sabes muy bien que solo somos amigos.
— Pero si lo piensas...
Suspiró resignado. — Mira, cuando entras a un salón y solo estamos Yeonjun y yo, ¿a quien ves primero?
— A ti.
Kai infló sus mejillas, enojado, esa no se supone que era la respuesta.
— ¡Eres muy llamativo!
— ¡Eres tan tonto!
— ¡Tú preguntaste!
— ¡Se supone que debías decir Yeonjun, genio!
Soobin sacudió sus cabellos mientras llegaba a él rápidamente. — Está bien, otra pregunta.
— Dejame pensarlo... — ambos caminaron de vuelta al castillo. — ¿querrías a Yeonjun si fuera un gusano?
— Los gusanos son lindos.
— Si fuera un... cuervo.
— No le veo problema.
— Una serpiente.
— Me daría un poco de miedo pero si se que no me va a comer entonces sí.
— ¿Y si yo fuera un animal jamás visto?
— Te pondría en exhibición y haría un negocio contigo.
— ¡Que bruto!
— Imagina el dineral...
— Esto no nos está llevando a nada. Solo tengo algo en claro — pararon en el marco de la puerta principal que daba al salón y tomó a Soobin de los hombros. —, piensa en todas las cosas que hemos pasado y vivido y todo lo que has hecho con Yeonjun, por supuesto te darás cuenta de la diferencia y de que yo ¡no! te gusto. ¿Bien? se un buen chico y mañana por la mañana irás donde Yeonjun y le dirás que no estás naaada confundido y que deben seguir con lo suyo.
— ¿Así nada más?
— Y Yeonjun quiere dar el siguiente paso contigo, así que tal vez mañana puedan darlo, sería una buena reconciliación, ¿no?
Soobin lo miró con los ojos abiertos y las mejillas encendidas.
— Ya está, te ayudé, adiós Soobinnie.
Y se fue con sus padres y hermanos para desearles buenas noches y poder subir a sus aposentos, se encontraba demasiado cansado, tanto física como mentalmente.
Y tal vez lloró un poco, porque por un momento se hizo a la ilusión de que a Soobin si podría gustarle, antes de obligarse a caer de nuevo en su realidad.
— Qué difíciles son las relaciones de hoy en día.
— Eres un chismoso.
— ¡No escuché apropósito! simplemente estábamos pasando, ¿lo olvidas?
Hyunjin rodó los ojos mientras cerraba la puerta de su habitación detrás de él.
— Déjalos que resuelvan sus problemas solos.
— Yo ¡si creo! que a Soobin le gusta mi Kai-ssi.
— No es tu asunto. — advirtió Hyunjin.
— ¡Pero Kai está sufriendo!
— Lo superará, no lo presiones, a ninguno de los dos.
— ¡Que mal padre eres!
— No puedo interferir con sus sentimiento Seungmin, es cuestión de cada uno, solo estemos ahí para él cuando nos necesite.
— ¿Por qué no podían ser como nosotros?
— ¡Absolutamente no!
Seungmin rió ante el tono rudo de su esposo y se acercó hasta él, rodeando su cuello con sus brazos y dejando un beso en su manzana de adán, disfrutando la tensión de su cuerpo al pensar en su hijo en una de las situaciones por las que ellos tuvieron que pasara para llegar hasta ahí.
— ¿Por qué no? fue sencillo.
— Que Kai encuentre su originalidad.
— Bien... — Seungmin se separó de Hyunjin y cerró las ventanas para que el frío no entrara.
Hyunjin lo observó caminar por el cuarto delicadamente, acomodando los cuadros de pintura que había olvidado recoger esa tarde y poniéndolos en una esquina para que el camino a la cama no sea estorboso. Hyunjin se sentó en el filo de la cama y sonrió.
— Me encanta verte en ese traje nuevo — Seungmin lo miró y guiñó un ojo en su dirección. —, pero, ¿que tal si te lo quitas para mi?
El pelirrojo rodó los ojos divertido. — ¿No tienes vergüenza de decir esas cosas?
Hyunjin negó. — ¿Qué dices?
El menor se levantó de hombros ligeramente, su esposo lo había visto ya muchas veces de todas formas, ¿por qué no darle un breve espectáculo? Por los viejos tiempos.
— Si... — se quitó el saco y lo dejó caer al suelo. El corazón de Hyunjin empezó a latir con fuerza al ver la prenda caída. Seungmin se acercó con divinos pasos lentos hacia él y se sentó a horcajadas sobre sus muslos vestidos, con una pierna a cada lado de su cadera. — ¿debería empezar de arriba hacia abajo?
Hyunjin tembló ansioso.
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