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Los niños habían corrido sin dudar al jardín trasero por lo que encontrarlos no fue tan difícil, junto a Jeongin se acercaron a los menores siendo el pelirrojo quien les preguntó si podían jugar con ellos.
— Uh no, yo... creo que mejor paso. — se adelantó a decir Jeongin para luego inclinarse hacia él y susurrar. — Creeme, no quieres jugar con ellos a menos que no necesites tus piernas.
Frunció el ceño ante esa declaración antes de mirarlo confundido, sin embargo no hizo caso a su comentario y se ofreció para también jugar con los niños, ellos asintieron al instante y lo jalaron de la manga hasta rodearlo en un círculo. Curioso les preguntó que iban a jugar.
— ¡Atrapadas! — exclamó Taehyun con los brazos en alto.
Asintió. — Bien, eso se oye fácil. ¿Yo los atrapó?
Los niños negaron.
— Beomgyu atrapará. — el mencionado asintió. — Usted tiene que correr con todos nosotros y si Beomgyu lo atrapa le hará... — Soobin puso su mano debajo de su barbilla en un gesto pensativo antes de abrir sus ojos en grande y exclamar; — ¡cosquillas!
— ¡Sí! — gritaron los demás.
Tembló ligeramente, no era gran fan de las cosquillas, sin embargo se encontró a sí mismo asintiendo en dirección de los niños, estos celebraron antes de acercarse a Beomgyu y tomarlo por los hombros para darle algunas vueltas antes de que los atrapara, mientras tanto el pelirrojo giró su mirada a Jeongin quien se había apartado algunos metros de ellos, este le levantó los dos pulgares con una sonrisa a medias que no le dio buena espina.
— ¡Ahora! — giró su mirada hasta aquel grito y cuando vió que Beomgyu corría hacia él no dudó en hacer lo mismo pero lejos del menor. — ¡Lo voy a atrapar, hyung! — gritó el menor.
Y fue rápido el momento en el que empezó a tener miedo, Beomgyu corría como un leopardo en la sabana, tan rápido y amenazante, que daban ganas de gritar.
Eso fue exactamente lo que hizo.
— ¡Espera! ¡Espera! ¡Beom, dame un respiro! — pidió sin dejar su carrera, no era justo, Beomgyu solo lo perseguía a él mientras tanto Soobin, Taehyun y Hyuka veían todo detrás de un árbol, Seungmin podía sentir la traición con cada risa que escuchaba de los niños. — ¡Jeongin, ayuda!
El mencionado dejó de lado el campo de margaritas y se dedicó a verlo con fingida sorpresa.
— ¡Oh! pensé que le había dicho de las consecuencias, señor Arlequín.
— ¡Señor Arlequín mi trasero! — exclamó con enfado antes de voltear a ver sobre su hombro a Beomgyu. — ¡Beom, Jeongin también quiere jugar! ¡si lo atrapas tendrás puntos extra!
El pequeño paró confundido antes de girar su mirada al guardia que observaba al menor con su mirada desbordando miedo, el más alto negó con la cabeza pero era demasiado tarde, Beomgyu y su diversión activa y atemorizante cambió su rumbo de carrera en dirección al guardia quien al ver que no iba a parar por nada del mundo empezó a correr lejos del menor.
Pensó que al fin había logrado tener un momento para recuperar su alma la cual pareció haber huído en cuanto vió a Beomgyu correr a él, sin embargo a penas había podido controlar su respiración antes de que un pequeño niño de cabellos castaños claros se lanzara sobre el entre risas, logró atraparlo a tiempo antes de que el menor lograra hacerse daño cuando ambos inevitablemente cayeron al suelo.
— Hyung, ¡mire, Soobin atrapó al chico zorro! — chilló Kai mientras señalaba al grupo detrás de él, giró su mirada en el momento en el que Beomgyu y Taehyun también se lanzaron sobre Jeongin mientras Soobin se encargaba de hacerle cosquillas a este. No hizo nada para evitar la sonrisa macabra que nació en él y no fue el único, Hyuka a su lado rió junto a él de las desgracias del pobre guardia quien ahora se retorcía en el piso con tres niños sobre él haciéndolo reír hasta la muerte.
Limpiando las pequeñas lagrimas que se escapaban de sus ojos abrazó al pequeño castaño sin dejar de ver la escena.
— Dejando de lado de que esto es muy gracioso, ustedes son muy crueles. — confesó mirando al menor quien se volteó a verlo con un puchero.
— ¿Yo? — preguntó con un increíble tono de inocencia que le sacó una sonrisa más calmada, sin embargo no caería ante los encantos del pequeño.
— Sip, tú también eres una pequeña cosa malvada. — apretó entre sus brazos al menor mientras besaba sus mejillas repetidas veces, la acción simplemente lo hizo chillar como una pequeña niña emocionada, la ternura que el menor desbordaba al hacer quejas o reírse de vez en cuando derretía por completo su corazón. Lo mantuvo preso de sus besos con la risa escandalosa de Jeongin detrás de ellos.
El castañito alzó sus manos al cielo mientras se intentaba parar. — ¿¡Pero hyung si dice que soy malo no debería tenerme miedo!?
— ¿Debo hacerlo? — preguntó con un puchero.
— ¡Sip! los malos siempre dan miedo. — aseguró el menor. Frunció el ceño mientras elevaba la vista al cielo y fingía pensar.
— A mi no me dan miedo los malos.
Kai ladeó la cabeza. — ¿Ah no?
Negó.
— A mi me asustan... ¡los dragones! — exclamó antes de abrazarse así mismo sin abandonar su puchero.
— Oh... ¡entonces seré un dragón! ¡rawr!
— ¡Oh no! ¡un feroz dragón! — se levantó del suelo antes de correr al grupo de niños que asesinaban con cosquillas al guardia, de paso lo salvaba a él también. — ¡niños hay que correr! — exclamó llamando la atención de estos. — ¡Hyuka se ha convertido en un feroz dragón!
Todos miraron al castaño y luego gritaron en alto para empezar a correr siendo seguidos por Hyuka que mantenía sus brazos en alto y gruñía de vez en cuando dando grandes pasos.
— ¿Que tan cómodo es el suelo? — Jeongin se quitó los brazos del rostro y lo miró amenazante.
— Lo suficiente como para quedarme aquí unas horas. — contestó ganando una sonrisa en el pelirrojo, suspiró mientras se giraba a ver a los niños correr, estos estaban muy inmersos en su carrera por lo que se habían encerrado sin dudar en su propio mundo de diversión. Era increíble la gran imaginación que portaban, justo ahora Taehyun era el príncipe escudero de Beomgyu mientras este se escondía detrás de Soobin.
— ¡Yo me ofrezco como tributo! — exclamó de repente Soobin. — si yo me voy con el feroz dragón, este ya no molestara a Taehyun y Beomye.
Hyuka no dudó en asentir y Soobin ni siquiera pensó antes de correr junto al castaño.
— ¡Y se ha dado la paz! — exclamó Taehyun.
Los niños rieron contentos antes de que corrieran de nuevo hasta ellos, Jeongin rendido extendió sus brazos aún sobre el suelo y tanto Soobin como Taehyun se acostaron a cada lado de él. Mientras tanto Hyuka llegó corriendo hacia él para lanzarse a sus brazos mientras dejaba a Beomgyu atrás quien estaba más entretenido observando una pequeña flor color violeta que crecía en el pasto.
Sin duda una adorable imagen, una que el Rey disfrutó.
ღ゚Se necesita solo una cosa para volver palabras en realidad. ღ゚
Nos vemos en el próximo capítulo Uwu
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