☯︎Veintinueve☯︎


El curso de héroes se encontraba ya en en los dormitorios, con vestimenta cómoda y más relajados luego de un día cansado, aún hablando de lo que podrían hacer para el festival cultural.

—¿Qué tal una casa de los sustos? —sugiere Tokoyami.

—Estoy segura que media U.A. tiene esa idea. —dijo con un suspiro Mina.

—Ella tiene razón, debemos ser originales, algo que nunca se haya hecho kero~. —le siguió Tsuyu.

—Chicos ¿qué les parece esto? —Todoroki volteo su laptop y les mostró un video de una banda en un concierto.

—¿Cantar?, ¡me encanta! —gritó emocionada Ochako.

—Pero ¿quién va a cantar? —cuestionó Momo.

—¡Yo! —levantó la mano Mineta, comenzado a cantar pero fue rápidamente callado por Katsuki que le lanzó un cojín.

—¡Puedo hacerlo! —le siguió Kirishima haciendo un intento de rock que, al igual que el pequeño, fue callado por su amigo rubio— ¡Bro! —se quejó con un puchero, sacándole una pequeña risa al pecoso y avergonzandolo.

—Soy muy buen cantante. —alegó Aoyama, cantanto en francés, solo que esta vez fue Mina quien lo interrumpió.

—Jiro-chan tu puedes ser la cantante, te he escuchado y lo haces hermoso. —los ojitos de la chica brillaban de la emoción.

—¿E-Eh...?, ¡¿yo?! No lo sé...no creo que sea buena idea.

—Por favor Jiro~ será divertido. —le sonrió Uraraka.

—¿Por qué no haces una demostración?, así podremos decidir. —dijo Midoriya.

—Bien...aquí voy. —la chica comenzó a cantar, era tan hermoso y angelical que nadie cabía de la impresión, incluso Izuku se encontraba con la boca abierta. Al acabar los gritos no se hicieron esperar.

—¡¿Acaso eres un ángel?! —gritó la chica invisible.

—Ya basta... —estaba muy avergonzada—. También puedo tocar la guitarra eléctrica, solo necesitamos un bajista, un baterista, un pianista y otro guitarrista si es posible.

—Yo sé tocar el piano, no debe ser diferente a uno eléctrico. —levantó la mano Momo.

—Yo puedo tocar un poco el bajo, necesitaría un poco más de práctica. —habló Tokoyami.

—¡Sé lo básico de la guitarra eléctrica! —gritó Denki con una sonrisa.

—Perfecto solo necesitamos un baterista.

—Kacchan ¿no habías ido a un campamento musical?, recuerdo que presumías por toda la escuela lo bueno que eras en la batería. —dijo Izuku mirando al rubio.

—¡Por supuesto que soy bueno Deku! —gritó Bakugo para posteriormente tomar los palillos de la batería y tocar un poco.

—Wow~ que increíble. —dijo Sero.

—Entonces eso sería la banda, ¿qué les parece bailar también? —argumentó Jiro.

—¡Yo me encargo de esa parte! —levantó la mano entusiasmada Ashido.

—Eso es todo entonces.

—Lo siento pero yo no bailo. —dijo el peliverde.

—Vamos Midoriya~ soy buena maestra.

—Puedo encargarme de los efectos especiales pero no me pidas bailar, no lo haré. —sonrió nervioso.

—Bien... —hizo un puchero.

—Comenzaremos los ensayos mañana mismo, necesitamos todo el tiempo posible.

Todos estuvieron de acuerdo, las clases tanto de baile como de instrumentos llevaría su buen tiempo por lo que debían apurarse. Por la parte de Izuku este estaba emocionado, sería un festival muy divertido.

Era temprano en la mañana, el pecoso se había levantado más temprano de lo normal pero al no poder dormirse otra vez prefirió bajar y hacerme un buen desayuno ya que tenía tiempo de sobra. Con todo el cuidado y silencio bajó, llevado su teléfono y audífonos para disfrutar un poco de música. Ya en la cocina comenzó a sacar las cosas que necesitarían, tal vez le haría algo a sus compañeros también, ese día estaba de buen humor, tomó sus audífonos y la reproducción comenzó.

Por otra parte los alumnos comenzaban a despertar, más aún con ese ruido proveniente de la planta baja, con cuidado por si fuera algún intruso se acercaron a la cocina encontrándose con una imagen que jamás creyeron ver y, muchos menos, oír. Su amigo y compañero, aquel peliverde de mala actitud y pésimo vocabulario, se encontraba cantando una canción de lo más dulce y melancólica.

Uraraka hizo un ademán de que guardaran silencio y se mantuvieran quietos ya que sino su amigo podría oírlos y lo que menos querían todos era eso. Su voz era tan dulce, tan melodiosa, tan adictiva. No podían creer que no hubiera levantado la mano para cantar junto a Jiro, era un crimen privar al mundo de aquella hermosa voz. Los pocos minutos de paraíso pasaron y, por fin, el peliverde volteó en dirección a la puerta encontrándose con todo su curso con la boca abierta o bien con una gran sonrisa.

—¡Deku-kun ¿desde cuándo cantas tan lindo?! —su amiga lo sujetó de los hombros sacudiendolo un poco.

—E-Eh yo...yo- —estaba tan avergonzado que no podía mediar palabra.

—¡Definitivamente debes cantar Midoriya, seríamos un dúo increíble! —le siguió Jiro con brillo en sus ojos.

—N-No puedo cantar en público...seré un ex asesino pero la gente en multitud me pone nervioso.

—¡Eso no tiene nada de sentido! —le gritó Mina con una sonrisa— ¡Pero no interesa, te quitaremos ese miedo y daremos el mejor show del mundo!

—Siento que me enamoré otra vez... —susurro Denki aún conmocionado.

—Somos dos. —le siguió Shinso.

—Tres. —dijo Kirishima sorprendido a los demás del pequeño grupo, menos a Bakugo que ya lo intuía.

—Cuatro. —habló esta vez Shoto.

—Cinco. —chasqueó la lengua Katsuki.

—Tengo demasiada competencia al parecer, no me importa, Midoriya estará conmigo. —aseguró el pelimorado.

—Ya quisera copia de Aizawa, Deku terminará conmigo. —sonrió triunfante el rubio cenizo.

La tensión era tal entre aquellos dos que los otros tres no pudieron alegar nada.

—¿Estabas preparando el desayuno Midoriya-san? —preguntó Momo.

—Ah si, no podía dormir así que baje, lamento si los desperté.

—Te ayudaré, así podremos desayunar con más calma. —le sonrió suavemente la pelinegra, en verdad quería arreglar las cosas aún sabiendo que tomaría su tiempo.

—Gracias... —le sonrió de vuelta.

Uraraka, Mina, Tsuyu y Momo ayudaron a Izuku con el desayuno y así acabaron más rápido, la comida fue divertida y repleta de halagos al peliverde, además de tratar de convencerlo para que participara como cantante en el festival. Tal ves ahora era difícil pero no creían que imposible, lograrían que el pecoso cantase frente a todos sin temor.

Izuku se en entraba tranquilo en el jardín, tomando un poco de aire antes de partir a clases, la brisa lograba otorgarle la tranquilidad que últimamente necesitaba. Tenía tantos sentimientos mezclados, no sabía que hacer respecto al amor o siquiera al festival. Era estresante.

—¿Midoriya?

—Oh Todoroki-kun hola...hace un tiempo no hablamos ¿verdad? —sonrió suavemente.

—Si, haz estado muy ocupado y algo distraído.

—Lo siento están pasando...muchas cosas. —sonrió para luego suspirar.

—¿Problemas en el amor?

—De hecho si ¿cómo lo sabes? —preguntó curioso.

—También los tengo.

—¿Puedo ayudarte en algo?, te ves algo estresado al respecto.

—En realidad si puedes. —sonrió un poco.

—¡Genial! ¿qué necesi- —su pregunta se vio interrumpida por unos labios aprisionando los suyos. Fue un beso lento, calmado, no había una pizca de otra intención que no fuera el amor puro en aquel toque.

—Creo que eso será suficiente para ayudar... —susurró sobre sus labios, viendo cómo el pecoso lo veía sorprendido y con un gran sonrojo.

—¡Midoriya-kun! —gritó un pelirrojo.

—A-Ah Kirishima-kun...¿qué sucede?

—Debemos irnos a clases, vine por ti. —habló alegremente pero sabía que algo raro estaba pasando.

—Gracias, vámonos ya. —se apuró a decir para tomar inconscientemente la mano de Eijiro.

—Midoriya vamos todos juntos. —dijo Shoto separándolos.

—Ya en serio ¿qué sucede entre ustedes dos?, ¿por qué estás tan nervioso Midoriya-kun? —cuestionó el pelirrojo acariciando la mejilla pecosa de Izuku.

—Na-Nada...¿qué te hace pensar que sucede algo? —rió nervioso.

—Lo besé. —dijo serio el bicolor, el peliverde golpeó su frente por lo sincero que llegaba a ser el chico.

—Oh...ya veo...

—Van a matarme si siguen así, dejen de besarme. —soltó un suspiro.

—Creo que no va a ser posible. —habló con un pequeño sonrojo Kirishima.

—¿Eh? —y recibió un beso en la frente, que claro lo tomó desprevenido, pero que le causó cierta ternura.

—No quiero besar tus labios hasta que seamos pareja, no diré que estoy seguro de ganar tu corazón pero...voy a esforzarme al máximo para que sientas el amor que yo tengo hacía ti. —sonrió de oreja a oreja.

—Yo...necesito pensar...nos vemos luego. —el ojiesmelarda corrió lejos de allí, estaba más confundido que antes.

¿Podría con tanto?, tal vez era buena idea hablar con alguien de confianza y pedir algo de ayuda. Era demasiado para su corazón y mente, definitivamente necesitaba hablarlo.

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El próximo capítulo es uno que espero con ansias, va a ser de mis favoritos creo yo jejeje

Espero hayan disfrutado de este, nos leemos pronto bye~

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