☯︎Veinticuatro☯︎


Al día siguiente el grupo entero de héroes fue donde Aizawa para dar las nuevas noticias.

—¡Aizawa-sensei sabes el lugar! —gritó Denki desesperado.

—¿En serio?

—Cállate idiota —golpeó Katsuki al otro rubio—. No sabes exactamente dónde está pero si sabemos dónde podemos empezar.

—Eso es muy bueno enviaré a héroes-

—No, tengo una mejor idea. —interrumpió Izuku.

—¿Cuál?

—Enviar a Hagakure-san.

—¡¿Eh?! —dijo la joven.

—Nadie podrá verla, puede tantear el terreno y en cuanto sepa dónde es enviaremos a más héroes a ver todas las posibles entradas y salidas.

—Es riesgoso.

—Y nuestra mejor opción.

—Lo haré sensei ¡hay que salvar a Eri-chan!

Tanto All Might, el director y Aizawa organizaron el plan que seguirían. Toru iría al lugar exacto dónde estaba el mural y de allí solo quedaba investigar las múltiples propiedades que había por allí.
El proceso no fue demasiado lento pero tampoco rápido, luego de 4 días la joven vio como uno de los hombres de Overhaul salís de una gran mansión.

«Bingo

Luego de eso cuatro héroes profesionales, junto a la chica, fueron al lugar para inspeccionar los alrededores y por lo visto solo había dos entradas, la puerta principal y una trasera pero el misterio era dentro de ella.

—Izuku tiene que venir. —dijo uno de los héroes.

—Es peligroso que lo vean allí.

—Aizawa ya estamos arriesgando todo y aún no es suficiente, sabemos cómo es por fuera la mansión pero necesitamos ojos adentro y eso solo lo puede hacer ese niño.

—Está bien Aizawa-sensei, mantendré la distancia, solo necesito una mente en dónde meterme. —sonrió.

Dicho y hecho al día siguiente el pecoso fue con los héroes y tan solo ver a uno de los lacayos de Kai entró a su mente controlando todo en él. Ojos, cuerpo, todo era suyo.

—Entré.

El lugar era demasiado espacioso y, para su sorpresa, era un completo laberinto. Demasiadas habitaciones y muchos pasillos.

—¿Qué haces aquí? —preguntó uno de los hombres más cercanos a Overhaul.

—Yo...estaba vigilando —dijo lo menos nervioso posible—, para que la niña no escape.

—...Bien pero estás lejos, es por allí ¿eres nuevo?

—¡Si! Es mi segundo día y aún estoy perdido en este enorme lugar.

—Novatos. —suspiró aquel enorme tipo, de poco cerebro evidentemente.

Izuku soltó un largo suspiro y fue donde aquel hombre le había indicado, era un largo pasillo y luego había que doblar por otros dos pero al fin encontró la puerta. Solo la abrió levemente y allí estaba Eri, durmiendo seguramente muy cansada por todas las pruebas que hacían con ella.

—Voy a salvarte Eri lo prometo.

Midoriya salió de esa mente y volvió a ser consciente de su cuerpo. Aquel hombre que había sido controlado solo estaba demasiado confundido por estar en ese lugar.

—Ya sé dónde está. —sonrió.

Había sido difícil y algo tardado pero por fin ya tenían todas las piezas del rompecabezas.

La reunión fue convocada rápidamente y aquellos héroes de la última vez volvieron, incluyendo a Ryūko.

—Tenemos la ubicación, sabes sus alrededores y cada entrada de ese lugar, al igual que adentro.

—¿Cómo-

—Sr. Nighteye si escucha sabrá todos los detalles —habló Izuku—. Eri está en una habitación prácticamente al centro de la mansión, hay demasiado laberintos y habitaciones en ella. Es una trampa para ratones.

—¿Entonces?

—Overhaul tiene demasiados seguidores, son una mafia poderosa, por lo tanto lo mejor sería dejar solo a los más grandes dentro y el resto fuera.

—Pero estaremos acorralados y en su territorio, ellos conocen a la perfección esa mansión.

—Tenemos que dividirnos, abarcar el terreno solo para despejar lo más posible que ninguno pueda llevarse a Eri.

—Bien creo ya sé cómo hacerlo —habló Shota—. Ryūko tu debes estar fuera con Uraraka además de Yaoyorozu, Asui y Jiro.

—Bien.

—Fatgum irás con Kirishima y Tamaki, yo llevaré a Midoriya, y Nighteye traerás a Mirio. Nosotros entraremos a la mansión con algunos policías.

—Somos un grupo reducido.

—Irán alguno más con nosotros, debo hablar con él, pero no hay que llamar demasiado la atención.

—¿Entonces está todo listo?

—En tres días será, hay que ser rápidos. Aclararé los últimos detalles con All Might y el director.

Los últimos arreglos se habían hablado esa misma noche y parte del día siguiente, sería un rescate importante por lo que la preparación del plan paso por paso era fundamental. La mayoría se encontraba entrenado, más aún los que irían a la misión, era sorprendente para todos lo mucho que Izuku se esforzaba por mejorar a pesar de ser ya muy fuerte y capaz.
En esos momentos se encontraban en un área especial para entrenamiento, la mayoría sudaban y tenían la respiración agitada pero había algunos chicos que no apartaban la vista de un peliverde que se encontraba de lo más concentrado.

—¿Qué tanto ven? —preguntó Mineta.

—Eso. —dijo con simpleza Ojiro, el pelimorado volteo su vista encontrando solo a su compañero.

—Es solo Midoroya, creí que había una chica.

—Dile eso a los demás. —bromeó para luego seguir con su entrenamiento.

—Bastardos de mierda dejen de mirar. —les amenazó el rubio ceniza a los demás, solo que en voz baja ya que el tampoco quería ser descubierto.

—Cállate bro... —le dijo Denki.

—Si solo cállate bro... —le siguió Kirishima de lo más embobado.

—No sabía que Midoriya-kun podía ser tan flexible. —comentó Mirio con una pequeña sonrisa.

—Mh. —le contestó Tamaki con un gran sonrojo.

—¿Necesitan algo chicos? —preguntó Deku acercándose a ellos y sacándolos de su pequeño transe.

—N-No...nada Midoriya. —respondió rápidamente el pelirrojo.

—¿Estás bien Kirishima-kun?, te ves algo rojo... —comentó acercándose al pelirrojo, tal vez demasiado.

—S-Si, si lo estoy... —contestó aún más nervioso.

—Midoriya yo si me siento un poco mal... —dijo Shoto finjienso cansancio en su voz.

—¿Quieres que vayamos con la anciana?, tal vez te excediste en el entrenamiento. —le habló el peliverde ahora cerca de su amigo, posando su mano en la frente del contrario para tomar su temperatura.

—No, con un pequeño descanso estaré bien ¿me podrías acompañar? —preguntó como perrito mojado.

—Claro, vamos. —le sonrió suavemente, ambos emprendieron camino a un pequeño rincón solo que, cuando Izuku estuvo distraído, Todoroki volteó en dirección a los demás y dio una sonrisa triunfal.

—Ese bastardo mitad mitad voy a matarlo... —murmuró entre dientes Bakugo creando también explosiones.

—Hijo de Endeavor tenía que ser. —dijo enfurruñado Denki.

Los entrenamientos siguieron, aquellos cinco chicos hacían lo que sea para llamar la atención del peliverde, cada uno a su respectiva manera. Denki bromeando y sacando pequeñas carcajadas del pecoso, Eijiro pidiendo algunas batallas que con gusto el más bajo aceptaba, Mirio alagandolo a la más mínima oportunidad que tenía, Tamaki siendo demasiado nervioso y depresivo hasta el punto de preocupar a su kohai y así recibir su atención, Shoto fingiendo malestar en sus brazos y Katsuki haciéndolo enfadar para luego terminar riendo. Definitivamente era todo un espectáculo para los presentes allí.

El día había llegado, el rescate sería ese viernes, todos estaban nerviosos, aterrados, preocupados. Sentían el estrés a tope pero la adrenalina y determinación por salvar a Eri era mayor, más en Izuku que tenía un rostro sereno, parecía no afectarle nada. Todos se encontraban en la sala esperando a Aizawa, se podía sentir la atención en el aire.

—Cuidense chicos y...vuelvan con Eri-chan. —habló Kaminari.

—Estoy seguro que todo saldrá bien, cuídense y salven a la niña. —le siguió Iida.

—No te descuides Deku, deja que pelos de mierda también te ayude.

—¡Oye! —le recriminó el pelirrojo.

—Lo haré tranquilo. —sonrió un poco.

—Cuidate mucho Midoriya. —le siguió su amigo bicolor con cierto tono de preocupación en su voz.

—Lo haré no te preocupes. —sonrió tranquilo aunque por dentro moría de nervios.

—¡Salvemos a Eri, Deku-kun! —le animó su castaña amiga, antes de poder contestar la poerta fue abierta y por ella entro su profesor.

—¿Están listos? —preguntó serio.

—¡Si! —dijeron los implicados.

—Vamonos ya. —soltando un suspiro los 6 alumnos de 2-A salieron de los dormitorios.

El camino hasta la entrada estuvo repleta de silencio, nadie decía palabra alguna, incluso Ochako estaba de lo más concentrada. Al llegar vieron que los alumnos de tercero ya estaban allí y los héroes profesionales igual.

—Es hora de irnos. —habló serio Nighteye.

—¡Hagamos lo mejor Midoriya-kun! —dijo Mirio con una sonrisa.

—Si. —le devolvió un poco la sonrisa.

Todos juntos partieron, al parecer cerca del lugar los estarían esperando otro héroes profesional y toda la policía. El camino fue silencioso y repleto se concentración, de vez en cuando los alumnos dirigían su mirada a Izuku pero este estaba absorto en sus pensamientos, para él todo debía salir perfecto, no quería que nadie muriera.
Al llegar, efectivamente había otro héroes profesional, allí estaba Rock Lock junto a toda la fuerza policial.

—¿Ya todos saben el plan verdad? —cuestionó Shota.

—Si. —contestaron todos.

—Bien, comencemos ya.

Todos se separaron en sus respectivos grupos de ataque, Izuku junto a los demás esperaban a la señal de Ryūko para ingresar al lugar. El plan comenzó, el escándalo se hizo presente, comenzaron a avanzar protegidos por policías hasta llegar muy cerca de la entrada principal.

—¡Ya, ya! gritó Ryūko para luego conventirce en un dragón.

Mirio e Izuku estaban al frente, con una gran coordinación comenzaron a atacar a los hombres que iban sobre ellos, mientras que Kirishima y Tamaki se encargaban de los que venían por los lados. Debían admitir que estaban orgullosos de sus alumnos.

—¡Debemos avanzar ya! —dijo el pecoso ya a dentro de la mansión.

—¡Ustedes por allí, nosotros seguiremos adelante! —habló Nighteye a los policías recibiendo un asentimiento.

Aizawa, junto a los otros dos héroes profesionales, se encontraban tras los menores para cubrir sus espaldas, mientras que los alumnos estaban atentos a su alrededor.
De pronto 3 jóvenes se plantaron frente a ellos, por lo que Izuku intuía solo eran unos simples lacayos de Chisaki, no pertenecían a la banda importante. Aún así se preparó para recibir cualquier ataque solo que una mano en su hombro lo detuvo se hacer cualquier movimiento.

—Yo-Yo me encargaré de ellos, ustedes sigan adelante. —habló Tamaki intentando sonar valiente.

—No lo dejaré solo Tamaki-san deje ayude-

—Él puede hacerlo Midoriya-kun, confía en él. —le habló Mirio con una sonrisa que transmitía confianza.

—Cuidese mucho ¿si? —dijo tomando la mano del azabache por unos segundos, este asintió ya que las palabras no salían de su boca por la vergüenza. 

—¡Tú puedes Tamaki-senpai! —le ánimo Kirishima para luego volver con los demás.

—Algo está mal todo está muy tranquilo... —comentó Midoriya nervioso, habían recorrido varios metros y todo estaba muy tranquilo.

—Tal vez están todos protegiendo a Eri-chan. —dijo Mirio.

—No... —tan solo decir eso el lugar comenzó a temblar y fue allí que el peliverde comprendió lo que sucedía— ¡Es Irinaka! —advierte.

—¡¿Quién es ese?! —pregunta Kirishima activando su quirk.

—Su don "mimetismo" puede transferir su mente y cuerpo a cualquier objeto sólido y controlarlo como si fuera su cuerpo. —explicó rápidamente.

—Debe estar en las paredes... —razonó Aizawa— ¡Cuidado con las paredes! —grita esta vez.

—Vergil~ tanto tiempo...eres muy valiente al venir aquí ¡luego de traicionar al jefe! —grita histérico, ese tipo tenía un severo problema de alabar a su jefe.

—Cállate maldito enano.

—¡Voy a matarlos y complacer al jefe! —de golpe las paredes el suelo comenzaron a sacudirse, haciendo que Kirishima junto a Fat Gum se separaran.

—¡Midoriya! —gritó Eijiro pero el peliverde no alcanzó su mano y aquellos dos callaron por un agujero en la pared para luego cerrarse.

—¡Maldicion!

—Estarán bien, debemos concentrarnos en este tipo primero. —trató de calmarlo el azabache.

—Bien...

—Oh~ ¿no nos dejarán unirnos a la fiesta? —aquella voz hace que los vellos del pecoso se erizen.

—Himiko... —dijo con odio al verla.

—¡La misma! Hola Vergil~

—¡¿Qué hacen aquí?!

—Shiga-chan nos mandó, una ayuda mutua entre la yakuza y la Liga de Villanos.

—¿Tan afectados les dejo mi partida que deben mendigar?

—¡Cállate!, tienes razón. —dijo Twice

—¡Ya comencemos a jugar! —sonrió cínica la chica.

La rubia se abalanzó hacía Midoriya, mientras que Twice se encargaba de Nighteye, Aizawa intentaba neutralizar el quirk de Irinaka.
De nueva cuenta el lugar comenzó a sacudirse y como consecuencia algunas luchas cambiaron, ya que esta vez Toga se encontraba peleando contra Rock Lock, el suelo y paredes comenzaron a destruirse por lo que también debían esquivar los escombros. Todo era un desastre total.

—¡Me adelantaré! —grita Mirio.

—¡No Mirio espera! —trata de detenerlo su superior pero el chico ya se había ido.

—¡Midoriya ve tras él nosotros nos encargamos! —dice Aizawa, este duda por un momento en dejarlos pero al final decide ir tras el rubio.

—¡No mueran! —grita por último el peliverde, utilizando su poder para quitar las rocas de por medio.

Las cosas se habían complicado, lo admitía, pero aún tenía esperanzas de salvar a Eri, lo lograría aún si su vida corría riesgo.
Luego de correr por unos pocos minutos comenzó a escuchar como alguien venía tras él por lo que apuró el paso.

—¡Maldito loco déjame!

—¡Nunca, te mataré!

—¡Ven aquí en persona cobarde!, escondiéndote en paderes...¡no eres más que otras de sus marionetas!

—¡No insultes al jefe! —una sacudida que elevó unos metros en el aire para luego impactar contra el suelo con fuerza dejándolo un poco aturdido.

—Deja de hacer desastre. —aquella voz se escuchaba algo lejana.

—¡No te metas Sakaki!

—¿Tu amigo está por aquí verdad?, que lastima que te volvieras esto Vergil...eras un buen socio. —sentía que su equilibrio se perdía, sus ojos se cerraban poco a poco pero un ruido sordo lo despertó de pronto.

—¿Quién salvó el trasero de quien?

—Te tardaste viejo... —se levantó con algo de dificultad.

—Ve tras Mirio, ya.

Izuku estaba dispuesto a irse pero un gran escombro con una punta afilada se dirigía al mayor, debido a las sacudidas y derrumbes del lugar.

—¡Cuidado! —gritó, con mucho esfuerzo, que sabría luego le pasaría factura, contuvo esa gran roca mandándole metros atrás y obsrvado con Nighteye estaba en shock— ¿Acaso no le dije que salvaría su trasero? —sonrió victorioso para luego irse. El rubio no salía de su impresión, ese chico había cambiado el futuro que él vio en su visión.

Izuku solo pensaba que su senpai debía aguantar un poco más, enfrentar a Chisaki solo era muerte asegurada y Mirio no sabía aquello. Solo esperaba llegar a tiempo.

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El rescate ya comenzó!! Espero este capítulo haya sido de su agrado ♡

Nos leemos luego bye~

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