☯︎Treinta y nueve☯︎


Era un lugar cálido, se sentía tan extraño y familiar a la vez, por alguna razón no quería irse de allí. Aunque ahora que lo pensaba ¿dónde estaba?, ni siquiera recordaba mucho lo ocurrido o el cómo llegó a ese pacifico ambiente, decidido a explorar comenzó a caminar por ese gran espacio, era un paisaje que le recordaba a su niñez, una pradera inmensa repleta de hermosas flores y árboles que danzaban con el viento.

¿Izuku?, ¿qué haces aquí bebé? —aquella voz hizo que volteara de pronto, sus ojos acumularon lágrimas y rápidamente corrió hacía aquella mujer.

—¡Mamá! —gritó siendo recibido en los brazos de la peliverde. Mamá, mamá, mamá...te extrañé tanto. —lloraba a mares mientras apretaba más el abrazo.

También te extrañé mi niño...¿cómo haz estado? —su voz suave y maternal lo tranquilizaba.

Es muy difícil sin ti...sabes mamá ahora soy un aspirante a héroe ¿qué loco verdad?, todos ellos me aceptaron a pesar de lo que hice...son buenas personas. —sonrió con dulzura.

Sabía que podrías cumplir tu sueño, nunca dudé de ti amor y lamento mucho lo que dije la vez que volvimos a vernos. Fui muy injusta contigo sin saber por todo lo que habías pasado. —dijo acariciando la pecosa mejilla de su niño.

&No te preocupes, yo soy el que debe disculparse, te perdí por mi culpa...por mi debilidad, por mi egoísmo. Si hubiera aguantado más ahora estaríamos juntos.

Nunca te culpes por nada, fui yo la que no intervino a tiempo, si tan solo te hubiera preguntado...tal vez podríamos haber encontrado una solución.

Estabas muy ocupada, trabajabas la mayoría del tiempo así que no quería preocuparte...

Eso no justifica nada, debiste decírmelo, pero ya no pienses en eso ahora estamos juntos.

Así es —sonrió feliz—. Me pregunto que estarán haciendo, si Kacchan seguirá igual de amargado. —rió un poco.

¿Volvieron a ser amigos? —preguntó curiosa.

Se podría decir que si... —contestó con un pequeño sonrojo.

Oh...ya entiendo —soltó una risa—. Me alegro mucho hijo.

¿Dónde estamos mamá?

No lo sé pero es lindo.

¿Estoy muerto? —preguntó Izuku.

Aún no, depende de ti quedarte aquí o volver con ellos. —le sonrió.

¿Por qué estoy aquí?, ¿qué sucedió?

¿No recuerdas?

Se siente confuso...recuerdo estar en la guarida de la Liga de Villanos y luego...todo llegó a el como una película, la pelea, su herida, sus palabras y su coma— ¡Todos están esperándome! —soltó alarmado.

Entonces debes ir.

Pero no quiero dejarte...

Nunca me dejaras bebé, siempre estaré contigo. Ellos te necesitan, eres alguien muy presiados para tus amigos, estoy segura que estarán muy felices de verte. —le sonrió con pequeñas lagrimas en sus ojos.

Te amo mamá...fuiste, eres y serás siempre la mejor madre del mundo. Estoy feliz de ser tu hijo.

Y yo estoy orgullosa de ti, de lo que lograste, de lo que maduraste...mi pequeño héroe, salva tantas vidas como puedas, nunca te rindas y cuida a tus seres queridos.

Ambos se abrazaron, uno largo y fuerte ya que sabían que en mucho tiempo no volverían a encontrarse. Izuku sentía paz por haberla visto otra vez, ahora estaba seguro de poder seguir adelante con tranquilidad. Inko no cabía de la felicidad por el chico que su bebé se había convertido, alguien fuerte y determinado, uno que no dudaría dos veces en salvar a una persona.

Adiós Izuku, que seas muy feliz hijo. —le sonrió por última vez.

Adiós mamá...te prometo ser el héroe número uno por ti. —le devolvió la sonrisa y se fue.

No sabía a dónde se dirigía pero una presión en el pecho era lo que lo guiaba, a lo lejos, una cegadora luz lo esperaba y sin pensarlo dos veces la cruzó esperando así volver con su familia.

Dos meses, ese era el tiempo que había pasado, a tan solo un mes de que acabe su año escolar la clase de héroes no había vuelto a ser la misma. A duras penas entrenaban, sus notas no eran las mejores y su animo alegre ya no existía, incluso Aizawa era más serio y reservado de lo normal, y All Might ya no mostraba esa radiante sonrisa.

Todos visitaban a Izuku seguido turnándose entre ellos, el único que iba todos los días era Bakugo, algo que nadie podía detener ya que el rubio comenzaba a gritar y reclamar como niño pequeño. Era duro para todos, fue un golpe bajo en sus vidas cotidianas, pero con la mayor fuerza de voluntad seguían adelante. Todos estaban más tristes ya que pensaban estar en su último año en la U.A. junto al peliverde pero las esperanzas morían cada día que sus hermosos ojos esmeralda no abrían, no brillaban, su sonrisa no resplandecía y su voz no los calmaba.

—Te traje katsudon de la bruja, aunque sé no podrás comerlo pero tal vez el aroma te haga reaccionar. También Eri te manda esto, es un osito de felpa que le recordó a ti —sonrió amargamente—. Los extras dicen que vendrán más tarde a verte, te extrañan pero los exámenes han sido difíciles, deberías ver como está el tonto de Pikachu...no puede con su vida —rió con amargura para luego soltar un suspiro—. Cada día vengo aquí esperando a que despiertes...¿que tonto verdad?, hablando con un chico que seguro muera dentro de poco, ya lo acepté, o eso creo, es difícil dejar ir al amor de tu vida.

Sin que el rubio pudiera notarlo, los dedos de la mano izquierda de Izuku comenzaron a moverse pero Katsuki mantenía su mirada abajo, no queriendo llorar otra vez.

—Todo ha estado muy tranquilo, claro los villanos siguen existiendo, pero nadie es tan arriesgado como la Liga de Villanos por lo que todo es aburrido ahora —Bakugo apoyó su cabeza en la camilla, soltando un largo suspiro que luego se convirtieron en lágrimas— ¡Maldita sea estoy cansado de llorar por ti tonto Deku, si quieres morir ya muerete y déjame en paz! deja de hacerme sufrir por tu espera, dandome ilusiones de que despertarás...ya basta...

—¿Así me recibes...?, nunca creí ver al grandioso Katsuki Bakugo llorar por mi —rió un poco, luego haciendo una mueca de dolor— ¡Esto duele como la mierda!

—¿Izuku...?

—¿Eso es katsudon?, dame un poco. —le sonrió con dulzura.

—¡Izuku! —y lo abrazó, lo abrazó con tanta fuerza que podía jurar podría romperlo pero poco le importaba. Su Izuku estaba allí, despierto y sonriendole como antes lo hacía.

—Kacchan sigo herido... —le dijo con algo de dificultad el peliverde pero Bakugo no lo soltaba, temiendo que esto fuera un sueño—. Ya regresé Kacchan... —dijo suavemente acariciando sus cabellos y con ello el rubio se alejó un poco.

—Lo-Lo siento...esto...no puede ser estás despierto.

—¿Cuánto tiempo dormí? —preguntó con algo de miedo.

—Dos meses...

—Maldición...¿llegué en tiempos de exámenes?, que suerte la mía. —rió.

—Cállate idiota. —golpeó el hombro del pecoso.

—¿Así tratas a un herido? que malo Kacchan, necesito mimos no golpes. —hizo un puchero.

—Estaba asustado tonto Deku...no despertabas y comenzaba a preocuparme. —dijo el rubio abrazando a Izuku.

—Lo siento...por preocuparte, por preocupar a todos, ya estoy aquí Kacchan así que tranquilo. —habló suavemente Midoriya acariciando el cabello del ojirubi.

—Oh lamento interrumpir —dijo el doctor entrando a la habitación—. Una enfermera me dijo de los gritos así que vine lo antes posible me alegra verte despierto Izuku-kun.

—Gracias...

—Te haremos un par de exámenes para confirmar que todo está bien. —le explicó.

—Claro.

Luego de 40 minutos tanto Aizawa como el curso entero de héroes estaban en el hospital, ninguno sabía que el peliverde había despertado ya que deseaba fuera sorpresa. Al entrar y verlo "dormido" su rostro de pena no cambió, Katsuki estaba a un lado intentado contener la risa y manteniendo una cara seria hasta que no pudo más y soltó una carcajada.

—¿De qué te ríes Bakugo? —preguntó Todoroki.

—Deku ya deja el teatro. —soltó mirando hacía el pecoso, todos creyeron que su compañero ya había caído en la locura pero aquella voz los dejo atónitos.

—¡Kacchan!, debías aguantar más...quería verlos así unos minutos. —refunfuño.

—¿Deku-kun...?

—¡Hola a todos! —sonrió de oreja a oreja.

—¡Midoriya/Izuku! —gritaron todos felices, una enfermera que allí pasaba los calló ya que estaban haciendo mucho ruido.

—Pero...¡¿cuándo despertaste?! —preguntó Kirishima.

—Hace un par de horas. —rió divertido.

—Estoy tan feliz de que hayas despertado... —soltó entre lágrimas Uraraka.

—Lamento haber tardado tanto, prometo compensarlo —les sonrió apenado—. Cuando estuve dormido...vi a mi mamá ¿saben?, ella estaba bien, estaba feliz por mi, me dijo que debía volver con ustedes. Me alegra haberlo hecho. —lágrimas corrían por sus mejillas, estaba aliviado de ver a sus seres queridos otra vez.

—Oh parece que todos vinieron —comentó el doctor—. Bien Izuku-kun te haré algunas preguntas para saber si tu memoria está bien.

—Adelante.

—¿Sabes por qué estás aquí?

—Me hirieron en una batalla.

—Bien, ¿cuántos años tienes?

—16 años.

—Nombre completo.

—Midoriya Izuku.

—¿Tus padres quienes son?

—Inko Midoriya...y Hisashi Midoriya. —respondió con disgusto el segundo nombre.

—Aquí no dice eso —dijo extrañado el mayor—. Debemos corregirlo.

—Eso está bien doctor. —habló Shota.

—¿De qué hablan? —preguntó curioso el peliverde.

—Aquí dice que tus padres biológicos son los que nombraste, Inko fallecida-

—Ya lo sé no tiene que decirlo.

—Hisashi sin aparente paradero —prosiguió—, y tienes un padre adoptivo llamado...Aizawa Shota.

—¿Qué significa esto Aizawa-sensei...?

—Eres menor de edad así que alguien debe hacerse cargo de ti, además...dijiste que me veías como un padre, debo hacerme responsable.

—¿Está seguro de esto?, soy difícil. —advirtió divertido.

—Ya me haz dado dolores de cabeza ¿qué hace un poco más? —soltó un suspiro.

—¡Entonces estoy bajo su cuidado!

—Ahora serás el favorito del profesor, eso es injusto. —dijo Denki divertido.

—Claro que no, sigue siendo mi alumno así que nada de ser consentido. —le advirtió el azabache.

—Oh vamos~ dormí dos meses sea más compresivo. —se quejó el menor.

—Tus exámenes salieron bien Izuku-kun, mañana mismo podrás irte de aquí. Estoy seguro que debes estar cansado de estar en el hospital.

—Como no tiene idea, llevo despierto solo un par de horas y ya quiero irme —soltó una carcajada—. Gracias por cuidarte doctor.

—Es mi trabajo, no hay nada que agradecer. —le devolvió la sonrisa, haciendo que Izuku se sonrojara un poco ya que el doctor era alguien joven y guapo, claro también causando celos en Katsuki.

—Oye Deku. —lo llamó.

—¿Si Kaccha- —y su pregunta fue interrumpida por un beso, todos quedaron sorprendidos por unos segundos hasta que sonrisas y risas se escucharon en el lugar.

—Que jóvenes tan entusiastas. —comentó divertido el médico para posteriormente retirarse.

—Alejate de mi hijo mocoso.

—Obligeme. —dijo abrazando al pecoso.

—Ya, ya, relajense. ¿Puedo decirle papá? si claro que puedo, Kacchan es mi pareja así que debes acostumbrarte. —explicó.

—¡¿Pareja?! —cuestionaron todos, incluido Katsuki.

—¿Acaso no lo somos...? —preguntó con ojitos de perro atropellado.

—Carajo claro que sí idiota... —contestó sonrojado—. Y pronto serás un Bakugo... —comentó en un murmuró que igualmente Aizawa logró escuchar.

—No te pases de listo muchacho, estarás castigado por mucho tiempo si me haces perder la paciencia. —le advirtió Shota.

El resto de la tarde la pasaron en risas, tratando de recuperar el tiempo perdido con anécdotas de esos dos meses. El ambiente era relajado y familiar, algo muy cálido para Izuku después de sentir solo frío. Katsuki se sentía igual, por fin podía escuchar y ver la hermosa sonrisa de su peliverde, podía sentir sus manos acariciando su cabello y escuchar ese tonto apodo de sus labios.
Ya estaban juntos, tomados de las manos y nada podía separarlos otra vez. 

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Se acabó el sufrimiento!! Gracias por su paciencia jajajajajaj espero hayan disfrutado de este capítulo ♡

Nos leemos luego bye~

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