☯︎Once☯︎


—Bien joven Midoriya, necesitamos que nos diga todo lo que sabe. —Izuku se encontraba en el despacho del director junto a All Might, Aizawa, Endeavor y Hawks.

—¿Qué me garantiza que al decir todo no van a encerrarme otra vez?

—¿De qué habla este niño? —bufó Endeavor

—Midoriya sabes bien que no tiene sentido el traicionarte. —dijo Aizawa.

—Todo puede ser posible con ustedes... —murmuró.

—Sacarte fue el infierno, no desperdiciariamos ese tiempo por nada.

El pecoso dudo algunos segundos pero verdaderamente tenía sentido, su desconfianza solo era demasiado elevada para confiar a la primera.

—Tienen guaridas repartidas por todo Tokyo pero hay un bar donde siempre se reúnen para sus juntas. Puedo decirles dónde está pero dudo mucho que los encuentren allí.

—¿Por qué crees eso mocoso? —preguntó agresivamente el héroe número dos.

—Porque yo sé donde están, ¿crees que matar a mi madre era todo? es más que obvio que ahora estarán moviéndose por todos lados hasta que las cosas se calmen y sean seguras.

—Por ahora debemos comenzar por ese bar del que hablas, ¿hay algo más que necesitemos saber?

—Mi quirk me lo dio All For One, estoy seguro que querrá atraparme para quitármelo.

—¿Cómo pasó eso? —preguntó Aizawa.

—Lo conocí un año después de desaparecer, me acogió como un "hijo", me entrenó y luego me dio este poder. Hasta hace unos meses no había conocido a la Liga de Villanos y me arrepiento mucho de haberlo hecho... —el peliverde golpeó la mesa de manera frustrada, maldecía el día que decidió meterse con las personas equivocadas.

—Tranquilo niño, ahora estás en buenas manos. —canturreó Hawks.

—Si claro, buenas manos. —sonrió sarcásticamente Izuku.

—Entonces es todo, en tres días iremos a ese lugar para buscar pistas. Preparate bien, también iremos con algunos de la clase. —dijo serio el azabache.

—¡¿Qué?! A duras penas pueden defenderse y ¿quiere llevarlos?

—Ellos ya se enfrentaron a la Liga de Villanos en varías oportunidades, deja de subestimar a tus compañeros.

—Tsk...¡bien! —la reunión había terminado por lo que el peliverde estaba dispuesto a irse, al salir de la oficina y dar tan solo unos pasos una mano lo sostuvo por el hombro haciendo que volteara— ¿Necesitan algo más? —preguntó a aquellas dos personas que se encontraban allí.

—Solo hablar un poco, no estés tan a la defensiva. —sonrió el rubio con alas rojas.

—¡Que bien!, yo no adiós. —de nueva cuenta trató de irse pero esta vez el hombre más grande habló.

—Más te vale no estar mintiendo niño, yo no seré tan amable como el tonto de All Might.

—Y yo espero que su esposa se mejore pronto señor Endeavor, debe ser muy aburrido estar encerrada en el hospital por culpa de tu propio esposo. —sonrió, el pelirrojo abrió sus ojos de par en par ya que nunca había mencionado aquello.

—¿Cómo es que-

—Le sugiero no subestimarme y mucho menos me amenace, no sabe de lo que soy capaz si alguien se cruza en mi camino. Yo no necesito su ayuda, ustedes necesitan la mía así que no se pase de listo, tengo suficiente información como para hundirlo de solo un chasquido. —con aquello dicho y dejando a ambos hombres con la palabra en la boca se fue.

A penas poner un pie dentro del edificio fue recibido por una sonriente Uraraka, había que recalcar que toda la clase estaba allí por lo que vieron extrañados la acción de la castaña y más aún cuando Iida, Todoroki y Tsuyu se acercaron para también saludarlo.

—¿Tienes hambre Deku-kun? quedo algo de comida en el refrigerador.

—No gracias, estoy bien así.

—¿A dónde fuiste? —preguntó curioso el chico de lentes.

—A hablar con los héroes sobre la Liga de Villanos, reunir información, planear estrategias...esa clase de cosas. —el peliverde se sentó en uno de los sofás que estaban desocupados, sin embargo al decir aquello logró captar la atención de todos en la habitación.

—¿Liga de Villano?, ¿acaso ya tienen un plan? —el primero en preguntar fue Sero.

—Si, en tres días iremos al bar donde generalmente se reunían para buscar pistas o quien sabe...a ellos.

—¿Irás? —cuestionó Todoroki.

—Claro que iré, sin mi no tendrían ni la más mínima idea por donde comenzar. Además es por eso que salí de la cárcel, no pienso dejarle todo el trabajo a unos héroes.

—Ahora eres de los nuestros, eso te convierte en un héroe. —dijo feliz Hanagakure.

—Oh no, esto es una ayuda mutua, no significa que me volveré "héroe".

—¿Piensas seguir siendo malo cuando esto acabe? —Momo era una de las personas que estaba en contra de que el pecoso estuviera alli.

—Calificar a una persona buena o mala es muy ambiguo ¿no lo crees?, dudo mucho que alguno de ustedes sea un ser totalmente puro. —la conversación estaba comenzando a molestarle por lo que se levantó de su sitio, sin embargo un comentario de la pelinegra hizo que se detuviera.

—Al menos ninguno de nosotros hemos asesinado a una persona... —murmuró lo suficientemente alto para que todos oyeras.

—He vivido dos malditos años de mi vida en la oscuridad absoluta...¡no vengas con tu discurso moralista cuando toda tu vida ha sido perfecta!

—Midoriya ya basta... —Iida estaba a punto de intervenir pero Izuku siguió hablando.

—¿Alguna vez has tenido que pelear por tu vida?, lo dudo mucho ya que estoy totalmente seguro que siempre alguien te protegió la espalda, déjame decirte que conmigo no fue el caso. Desde que tengo memoria he tenido que pelear para encajar...¿quieres testigos? —sonrío lastimosamente, mirando en dirección a un rubio ceniza—. Pregúntale a Bakugo cuanto he sufrido, la mayoría fue por su culpa...las humillaciones, el maltrato, el no tener un quirk, todo eso me llevó por el camino en el que estoy ahora. ¡Nunca debes contar con nadie! mucho menos con tus héroes...

—Deku ya me disculpe contigo...¿qué más puedo hacer?

—Devolverme mi infancia y adolescencia ¿tal vez?, no espera...no puedes hacer eso, ya es demasiado tarde.

—Deku-kun no puedo imaginar por todo lo que has sufrido pero...ya no tienes que seguir solo, estamos aquí contigo.

—Uraraka-san el mundo es oscuro y salvaje...y egoísta. Y al más fino rayo de sol y su alegría...los destruye. Si no pueden ver mi cara entonces no lo hagan, en la misión que se acerca solo deben pelear por sus propias vidas, no les pediré que lo hagan por la mía ya que nunca lo necesite y ahora no es la excepción. —Midoriya acabo de hablar y se fue de allí, se sentía abatido, enojado y triste. Por fin creía que tenía un avance y todo se hecho a perder otra vez.

—Momo fuiste muy lejos esta vez. —acusó Jiro.

—¡¿Qué?!, es un villano no merece gratitud ni nada parecido.

—Todos merecen una segunda oportunidad, no eres nadie para negarsela. —dijo Todoroki.

—Pero Todoroki-kun... —de la persona que menos quería escuchar eso era del chico que amaba, le dolía demasiado.

—Eres una idiota... —murmuró enojado Katsuki.

Todos miraron de manera enojada a la pelinegra, aunque a muchos no les convencía la estancia del peliverde allí sabían que Momo había sido muy cruel con él. Esperaban que Izuku aceptara sus disculpas y todo fuera más tranquilo.

Todoroki se encontraba frente la puerta de Midoriya, en realidad no tenía idea de lo que estaba por hacer pero tenía una molestia en su pecho que no lo dejaba dormir. Sentía la necesidad de hablar con el peliverde, como si en su interior supiera que este necesitaba ayuda.
Aún con los nervios a flor de piel tocó la puerta, estaba a punto de irse ya que nadie contestaba pero cuando dio media vuelta la puerta se abrió.

—¿Todoroki-kun, qué haces aquí? —la voz era baja, sus ojos estaban hinchados debido al llanto. Era una imagen totalmente desgarradora para el bicolor.

—Yo...yo creí que necesitarías hablar con alguien, ya sabes, un amigo.

—Estoy bien no necesito esas cursilerías... —dijo mientras trataba de limpiar sus lágrimas.

—Tu aspecto no dice lo mismo, vamos Midoriya, te hará bien hablar con alguien.

—Está bien...¡solo para que no sigas molestando!

Izuku se hizo a un lado para que Shoto pudiera entrar a su cuarto. Esta era muy normal, no había nada que destacara, solo una foto en el escritorio de una hermosa mujer de cabellos verdes iguales a los de su amigo y una sonrisa idéntica a la que solo pudo ver una vez en el ojiverde.

—¿Qué pasó abajo?, dudo mucho que seas ese tipo de persona que se altera tan fácil.

—Es solo que...en verdad estoy intentando encajar aquí, por mi madre, sé que hubiera querido que saliera de toda esa porquería de vida que llevaba.... —soltó un suspiro frustrado— ¡Pero pareciera que todos mis intentos son en vano!, no puedo borrar todo lo que hice en el paso lo sé bien.

—Midoriya he visto tu esfuerzo, todos los hemos visto pero hay algunos que tardarán un poco más en aceptarte...solo ten paciencia.

—Yaoyorozu no parece pensar igual, no importa si pasan mil años ella seguirá odiandome.

—¿Acaso al gran Vergil le interesa lo que una persona piensa de él?, te has ablandado. —sonrío de lado Todoroki.

—¡Cállate! —lo empujó un poco mientras soltaba una risa—. Ya no me importa, haré lo que debo hacer y todo volverá a la normalidad...

—¿En verdad piensas volver a esa vida?

—No, aunque quisiera no podría, por si lo olvidaste técnicamente tendría que estar en prisión. —rió divertido, una risa que logró contagiar al chico mitad mitad.

—Cierto...pero si aspiras a héroe tal vez logres salir bajo fianza o algo parecido.

—Ya lo he dicho, no me interesa ser héroe. Ese sueño murió hace mucho tiempo.

—Bien, solo piénsalo, quien sabe y luego cambias de opinión.

—Ya quisieras bastardo. —sonrió.

—Hablas igual que Bakugo. —soltó Shoto.

—Retira lo que has dicho antes de que te mande por los cielos...

—Lo siento, lo siento...sensible. —murmuró divertido, solo que el peliverde si logró escucharlo y con su quirk lo tiró de la cama.

—Te lo advertí. —le sacó la lengua de manera infantil.

—Bajo toda esa fachada de chico rudo hay alguien muy infaltil. Deberías ser más así, de esa forma no espantarias a todos.

—Lo tendré en cuenta. Por cierto hoy vi a tu padre, estaba en la reunión.

—¿Fue grosero contigo? —preguntó preocupado, sabía muy bien la personalidad de su padre.

—Un poco pero lo dejé mudo cuando mencioné a tu mamá, encontré su punto débil muy fácil. —sonrió.

—¿Sabes de mi madre...?

—Oh si...era mi tarea saber todo de los héroes, tanto su vida profesional como la privada, también sé lo de tu hermano. Lo siento por eso.

—No quiero hablar del tema. —suspiró.

—Lo entiendo, yo tampoco querría, como pequeño consuelo mi padre también fue un idiota. Me abandonó a mi y a mi madre al enterarse que no tendría un quirk, a pesar que el suyo también era muy mediocre. —sonrió de lado.

—Lo siento.

—Está bien así, mi madre fue todo para mi y yo la decepcioné, nunca podré perdonarme eso...

—Estoy seguro que ella te quería mucho y entiende el porqué estás donde estás ahora, lo importante es hacer justicia por ella.

—Gracias... —un pequeño sonrojo se formó en sus mejillas, uno que ocultó rápidamente—. Será mejor que te vayas, ya es tarde.

—Tienes razón, nos vemos luego. —Todoroki estaba a punto de cruzar la puerta hasta que Izuku habló.

—Gracias por venir...me ayudó un poco hablar con alguien. —dijo algo avergonzado, si era sincero el bicolor era la primera persona con la que se sinceraba.

—No hay de que, si necesitas algo ya sabes a quien recurrir. —Midoriya le sonrió de lado y con ello el bicolor se fue.

Estaba cansado, el llanto minutos antes y la charla de ahora lo habían dejado agotado. Por alguna razón se sentía más liberado, hacía años no tenía ese sentimientos y quería atesorarlo solo unos momentos más. Quería esa calidez por unos instantes más.

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Por si no se dieron cuenta Momo va a hacer muy molesta en esta historia jajajajajajajaj no me car mal pero alguien debía ser así y ¿qué mejor que la niña rica con poder económico para hacerle la vida imposible a Izuku?

Espero hayan disfrutado de este capítulo, nos leemos pronto bye~

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