odiosamente juntos

Esa mañana amaneció nublada, el cielo era invadido con nubes grisáceas debido a una fría brisa que corría, pero eso no era suficiente para quitarle el ánimo a la chica que preparaba el desayuno en la gran casa a las afueras de ciudad Celeste…

Misty estaba tarareando una melodía a medida que iba anotando algo en su cuaderno, Pikachu movía las orejas al ritmo de su amiga humana…

—Gracias Pikachu —sonrió, dejando el lápiz con el que escribía para terminar de preparar el desayuno—. Eso significa que voy bien —el Pokémon amarillo le asentó con su cabeza—. Bueno terminemos con esto antes que llegue tu entrenador —comentó Misty sacando de la alacena dos tazas, pero un mal movimiento voló el cuaderno de la mesada— ¡Qué torpe! —se dijo a sí misma, cuando levantó el cuaderno se encontró con una página que decía— "Eternamente juntos" —susurró el nombre que leyó, y el Pokémon eléctrico bajó sus orejas— Esa canción —comentó con una sonrisa, aunque su mirada era cubierta con su flequillo— nos aseguró el primer lugar en aquel concurso… —cerró el cuaderno y se acercó a Pikachu poniendo su mano entre ambas orejas del Pokémon— "Juntos estaremos en las buenas y malas" —cantó haciéndole una caricia al Pokémon.

—"Juntos compartiendo mil aventuras" —continuó el joven moreno que entró a la cocina, dejando a la chica muda— ¿Qué? —preguntó al ver el pánico en la cara de su compañera de vivienda, apoyó su mano en la nuca— Esa canción nos valió esta casa, deberías estar contenta —sonrió cerrando sus ojos—, aún me sorprende el compás que habíamos logrados con esa canción. "Pues yo estaré contigo siempre…" —continuó, pero a la joven no le agradó en absoluto, y dio media vuelta, dándole la espalda— ¿Qué sucede?

—Éramos muy buen equipo Ash… el mejor… pero nos lo echaron a perder… — apretó sus ojos con furia.

—¿Cómo? —preguntó confundido— ¿Cómo que nos lo echaron a perder? Los únicos culpables fuimos nosotros…

—No Ash —ella volteó decidida— es que… — lo miró dispuesta a soltarle la verdad— algo paso…

—¿Cómo que algo paso? —preguntó algo salido del lugar.

—Si verás… —en eso suena el teléfono— ¡Rayos! —balbuceó retrocediendo unos pasos para tomar el teléfono— ¡Hola! —contestó— Ah… tú —respondió de mala manera con un gesto en el labio superior— ¿Qué quieres? —Ash la miraba muy confundido—. Si… si… si le digo… Está bien, desayunamos y vamos para allá —cortó sin siquiera despedirse.

—¿Quién era? —preguntó con temor a recibir la misma ira que el desconocido.

—El señor Oak —respondió tomando las bandejas del desayuno y colocándolas sobre la mesa —. Quiere que vayamos lo antes posible para la oficina, que nos quiere decir algo.

—Está bien — la miró levantando la ceja, y con una gran curiosidad— ¿Por qué señor Oak?

—Porque —le dio la espalda apretando el puño derecho frente a ella— ayer terminamos…

—¿En serio? —preguntó sorprendido, y tratando de esconder la instantánea alegría que sintió de pronto.

—Si —susurró y bajó la mirada—se termino…

—Misty — se acercó a ella con miedo, ya que esperaba que le dijera «rompiste otra regla» pero no pudo evitarlo, apoyó su mano en el hombro de Misty y le susurró— No estés mal… no se lo merece…

Para sorpresa de Ash, Misty no le gritó ni nada, al contrario su rostro se ruborizó un poco y dijo en un susurro—. No, no se merece ni una lágrima —volteó sonriendo—, mejor desayunemos y vemos que quiere.

—Está bien —sonrió y se sentaron a desayunar, Ash observó el cuaderno y le preguntó— ¿Aún sigues componiendo canciones?

—Sí —contestó después de dejar la taza de café—, hoy trabajaba en una —miró a Pikachu—, él me ayudaba a decidir que ponía o no —el Pokémon eléctrico que comía sus bloques de comida afirmaba emocionado con su cabeza.

—Ah, bueno —Ash rascó su mejilla—. Pikachu ahora me reemplaza.

—Sí —cerró sus ojos—, aún las sigo usando para expresar cosas que no puedo decir… —hizo un silencio—. Y como no puedo confiar más en ti… tengo que buscar a alguien… en si… —bajó la mirada— ya no confió en nadie…

Ash la miró, algo incómodo pero no dijo nada.

Terminados de desayunar, se fueron a cambiar para ir a la oficina, a ver que quería Gary… Llegados, ingresan a la oficina del señor Oak, el cual tenía su ojo derecho cubierto con un parche oscuro, Ash se aguantó las ganas de reírse, ya que lo miró de una manera muy asesina.

—¿Qué te paso? — le preguntó con un supuesto tono de preocupación.

Gary lo miró molesto, y luego miró a Misty quien sonreía con una sonrisita de gran satisfacción— No contestaré esa pregunta… —miró a Ash de nuevo.

—Bueno, ¿Qué quieres? — se cruzó de brazos, algo impaciente, Gary sonrió para sí mismo.

—Verás Ash, tenía que ir por unos papeles a isla Mandarín en…

—Si sé dónde es, ¿tengo que ir yo? —respondió interrumpiéndolo, Gary afirmó con la cabeza.

— Así es, necesito que traigas esos papeles, es solo una semana, vas y vuelves… Pero como esos papeles hay que revisarlos… —señaló a Misty—. Tú irás con él.

—¿Qué? —gritaron los dos espantados.

—Si… Misty —la miró— tú conoces perfectamente mi trabajo, así que será lo mejor para que supervises los papeles que le entreguen a Ash…

Ash miró a Misty y luego a Gary.

— ¿No hay otra opción? —Gary negó con la cabeza.

—No, esa es la única opción, o perdemos el negocio Ash, no nos conviene… además… es solo una semana.

—¡¿Una semana?! —exclamaron aún más espantados.

—Vamos, si ya lo había dicho —comentó Gary—. Van, reciben, supervisan y vuelven… Realmente la idea era que vayamos mi hermosa Misty —la miró y ésta frunció el ceño— y yo… pero con mi rostro así, no puedo salir a ningún lado

—Ok… —Ash dio un gran suspiro— lo haré…

Gary tomó una carpeta violeta oscura y se la dio a Misty

—Aquí está todo, pasajes, documentos que tienen que pedir y además todas las instrucciones.

Misty tomó la carpeta seriamente— Está bien…

—Si salen en la tarde se los agradecería —respondió sonriendo.

—Si con esto —Misty apretó los puños— me salvo de ver tu cara, me voy ya —se dio media vuelta y salió de la oficina, Gary estiró su mano, pero ya se había ido.

—Misty… — suspiró.

Ash miró la escena muy confundido, pero no dijo nada, saludó y se retiró…

Misty estaba esperando el ascensor— Menos mal que no le dije porque lo terminaba —el ascensor llegó y la puerta se abrió, Misty ingresó y tocó el botón de planta baja, pero la puerta se detuvo y Ash también ingreso, luego la puerta se cerró y bajaron… Ésta estaba con la mirada baja, Ash la miraba pero no dijo nada… No se atrevía.

En su mente, se sentía apenado por no poder consolarla, bajaron del ascensor con dirección de nuevo a su casa…

Allí, arreglaron todo para salir, avisaron a sus familias, Ash a Dawn y partieron hacia la isla Mandarín, en el archipiélago Naranja.

El viaje fue bastante tranquilo, ambos trataban de prácticamente ignorarse en aquel viaje totalmente, como si no se conocieran.

Un extraño sentimiento los acompañaba, seguramente por lo que el lugar significaba para ambos, celos, peleas de niños.

Habían llegado al hotel más lujoso de toda isla Mandarín, dos grandes botones vestidos de azul, tomaron los bolsos de ambos jóvenes y lo guiaron a la suite a nombre de Gary Oak…

La suite que ambos usarían, era casi todo el primer piso… digo casi porque había un sector que daba a la azotea del edificio

—Ésta es su suite —comentó uno de los botones, abriendo la puerta para que pasaran, posteriormente le entregó la tarjeta para abrir la puerta a cada uno, después de recibir una propina que Ash le dio a los dos— ¡Qué disfruten su estadía! —hicieron una reverencia y se fueron.

Ash entró recorriendo con su mirada la gran ante sala que tenía dicho lugar.

—Parece que Gary tenía pensado pasarla muy bien contigo —la joven de cabello naranja, lo miró con el ceño fruncido.

—Así parece — recorrió el cuarto también ella—, pero no hubiera conseguido nada… —Ash la miró—. Si en cinco años no pudo, menos ahora —el rostro de Ash cambió torrencialmente, parecía petrificado.

—A… acaso tú… —tragó saliva y Misty lo volvió a mirar irritada— ¿Qué? —preguntó apenado. Misty se acercó a su bolso y lo tomó.

—A Gary lo quise mucho, pero estúpidamente, solo amé a una persona —se dirigió a una de las habitaciones del lugar.

Ash se quedó observando la puerta que se cerró tras Misty, muy confundido— ¿Será verdad? —se preguntó, tomó su bolso y también entró en otra habitación.

Misty se dejó caer sobre la gran cama llena de almohadones que allí había, tomó uno crema, que hacia juego con la decoración del sitio y lo abrazó— Delia tenía razón, él piensa que soy una mujerzuela… —dio un gran suspiro, cerrando sus ojos— ¿Cómo pudiste Ash? —acercó la almohada a su rostro— ¿Cómo pudiste pensar eso de mí, si yo daba la vida por ti?

Mientras tanto Ash, entró a la habitación y dejó el bolso en la cama, para posteriormente sentarse en ella.

—No sé por qué… —se dijo a sí mismo— me siento tan extraño… —cruzó sus brazos frente a él—. Tal vez sean los recuerdos de hace quince años en esta isla, lo que me pone así, mi primera victoria ante una liga… —susurró—. ¿Qué pasa Ash? —se dejó caer hacia atrás— ¿Qué pasa contigo? —esa pregunta no tenía respuesta alguna en su cabeza, trato de cerrar sus ojos para dormir un poco, pero un golpe a la puerta lo hizo levantarse de golpe.

—Ash —sonó la voz de Misty tras la puerta— ¿Ash? — éste se acercó a abrirle, cuando lo hizo, la joven le sonreía tan felizmente que lo intimidó un poco.

—¿Qué sucede Misty? —preguntó preocupado.

—Verás —Misty cerró sus ojos y levantó un dedo—, leí las instrucciones de Gary, según dice eso, mañana están los papeles a firmar, podríamos ir a ver si están ahora. Por ahí tenemos suerte, y usamos para vacacionar el tiempo que queda…

— ¿Lo dices en serio? — Ash abrió enormes sus ojos.

—¡Muy enserio! —le respondió la líder de gimnasio.

—Está bien —dijo cerrando la puerta de la habitación—. Vamos.

Llegaron a un gran edificio casi en pleno centro de la isla, allí fueron recibidos por una mujer de cabello negro y traje gris.

Los papeles fueron entregados a Ash, pero antes de firmarlos, Misty decidió leerlo. Le dieron un cuarto para que leyeran la información, tranquilos.

Misty tardó prácticamente una hora en leer la gran cantidad de hojas que le dieron por ese proyecto. Ash, mientras tanto, se tambaleaba del sueño sentado en la silla… hasta que sutilmente su antigua amiga, le proporciono un codazo que lo dejo viendo Starmie danzantes…

—¡Oye! —se quejó, pasando la mano por el lugar del golpe—. Sé más cuidadosa.

—Ya —Misty sonrió irónicamente pasándole los papeles—, firma. Todo está bien —Ash tomó el papel—. Ese proyecto los subirá muy bien económicamente tanto a él como a ti… —cerró los ojos—. Aún me parece increíble —afirmó con la cabeza— que la idea haya salido de tu mente…

—Pues —Ash pasó de mirarla, a mirar el papel a firmar con el ceño fruncido— Sí, lo hice yo, ya te lo había dicho, creelo o no, señorita.

Misty sonrió para sí misma, cuando Ash le regresó la carpeta algo molesto.

— Vamos —le dijo la pelirroja, se levantó de la silla y salió, después de ella, lo hizo Ash.

Se reunieron con la mujer de antes, para que Ash firmará un comprobante de retiro

—Recuerden que la reunión es en cuatro días —les recordó antes de que salieran. Misty volteó y le asentó con la cabeza.

Misty guardó en su bolso la carpeta con los papeles y alcanzó a Ash que ya se había adelantado — Vaya como siempre tan caballero —respondió rezongona. Ash sonrió con sus ojos cerrados

— Así es… pero como no veo a ninguna dama por aquí… — Misty frunció los hombros y pasó chocándolo con toda su furia para sobrepasarlo— ¡Oye!

—¿Qué? —Misty no se detuvo pero aún así, dijo al aire en voz alta— Tú lo dijiste, no hay damas… así que te la aguantas —se alejó de él, pero éste le siguió el paso de la misma manera, jugando a ganarle el paso al otro, parecían esos dos niños de tiempo atrás a los que le gustaba pelear por todo. Misty fue la primera en pisar el hotel, así que levantó en el aire sus brazos triunfantes.

— Te gané…

—Si —Ash protestó para sí mismo—… pero no te acostumbres.

— Contigo siempre me acostumbro a ganar… —Misty lo miró con una sonrisa, Ash no dijo nada, solo la miró molesto, ésta entró al hotel pero se llevó por delante a un hombre que justo salía de allí—. Lo siento…

—No hay nada que disculparte, querida Misty —dijo la persona que sostenía a Misty de los brazos para evitar que se cayera; la chica de cabello naranja, levantó su mirada lentamente, ya que esa voz se le había hecho demasiado familiar… Cuando se halló con el rostro, vio a un guapo hombre de cabello bordo oscuro y tez moreno, que le sonreía.

Misty quedó paralizada, parpadeando sucesivamente

— Ru… Rudy —susurró, cuando éste le sonrió nuevamente.

—Sí, hola tanto tiempo —tomó la mano de la joven y la besó—, lo que los años han hecho con mi bello pimpollo, ya es toda una bella flor. —El rostro de Misty se ruborizó por completo

— Ay Rudy… yo… —Ash molestó carraspeó a su costado, llamando la atención del líder de la isla Trovita.

—Veo… —Rudy tiró para atrás su cabello— que lo descortés no se te quita ni con los años Ash.

— Hola… Rudy —soltó Ash de mala forma, frunciendo el ceño.

—Lo siento —se disculpó—, no pensé que estaban juntos aquí.

— Así es —Ash afirmó y miró a Misty—, ¿Misty no teníamos algo que hacer? —la chica le negó con la cabeza aún mirando a Rudy

— No Ash… —la chica le negó con la cabeza aún mirando a Rudy— además solo estamos juntos por trabajo…

— Solo es trabajo —Rudy suspiró aliviado y tomó la mano derecha de Misty—, ¿se hospedan en este hotel?

—No —Ash respondió con tono irónico —, solo pasábamos por aquí, entramos a ver…

— El señor Ketchum —dijo Misty, mirándolo con el ceño fruncido— y yo nos hospedamos aquí, solo somos compañeros de trabajo, nada más.

— ¡Qué alegría le has dado a mi corazón! —Rudy ahora levantó, las dos manos cerrando sus ojos— ¿Qué te parece si vamos a cenar?

—¡No! —exclamó Ash sin pensarlo, pero su compañera afirmó con la cabeza tras el sí que salió de su boca.

— Que no se diga más… —Rudy volvió a cerrar los ojos con una sonrisa— espérame en la recepción a las nueve, aquí estaré. Debo irme, Mary me espera… —besó la mano de Misty nuevamente—. Nos vemos —se alejó de allí dejando a Misty embelesada.

Ash pasó molesto su mano por delante de la hipnotizada joven y la dejó ahí.

El clima fue bastante tenso en el lugar, hasta que se hicieron casi las nueve de la noche, Misty se apareció en la sala con un vestido azul marino muy bonito, tenía un pequeño volado -como si fuera una flor- en el hombro derecho, de largo le pasaba las rodillas, su cabello estaba suelto, y apenas adornado con un hebilla del mismo color que su vestido, zapatos de taco bajo también en el mismo tono de azul.

Ash la observaba con recelo mientras la joven desaparecía tras la puerta, se había producido tanto para ir a ver a ese… La cabeza de Ash estaba que explotaba de los celos.

—¡No Ash! —se dijo a sí mismo— No tiene que importarte lo que haga o deje de hacer ella… —asentó con su cabeza—. No es tu problema.

Claro, no era su problema, pero no podía dejar de pensar que estaría haciendo su… es decir Misty…

La joven la estaba pasando muy bien, la cena fue deliciosa, y después la bajaron bailando un poco… Cuando los pies ya no le daban, Misty pidió volver…

Mientras en aquella habitación del hotel, Ash iba y venía mirando la hora

— Ya son más de las doce y no llega… —sus manos estaban tomadas tras la espalda—. Mejor voy a ver —tomó su chaqueta, justo cuando la puerta se abrió, dejando entrar a una Misty con los zapatos en su mano derecha y algo cansada.

— ¿Se puede saber, dónde estabas? —Ash se acercó a ella, hecho una furia.

— Si sabes que estaba con Rudy — Misty apoyó su mano en el rostro— No sé por qué preguntas.

— Ese tipo no me interesa —Ash apoyó sus manos en la cintura—, te lo pregunto por ese estado en el que llegas.

— Solo estoy cansada… —Misty sonrió— los pies me matan… Baile, hasta más no poder.

— ¿Estás segura? — Ash se cruzó de brazos.

Misty se cruzó de brazo, dejando caer sus zapatos al suelo.

—Si muy segura. Y óyeme, tú no me vengas a tratar así, que el primero que rompió la regla fuiste tú. Además —movió sus brazos— aquí no cuentan —Ash la miró –aún- en su porte serio.

—No me interesa, solo espero que no vuelvas a encontrarte con ese tipejo.

— Jajaja, ya entendí… —Misty se sonrió— ¡estás celoso!

— Claro que no… —Ash cerró sus ojos, algo apenado—, es solo que este tipo, nunca me cayó bien.

— Mira —Misty sonrió—, a mí no me importa si te agrada o no, a mí sí, y listo.

— Da igual, no quiero verte de nuevo cerca de él —Ash volteó su mirada hacia otra parte—, ¿de acuerdo? —Misty lanzó una carcajada.

— Jajaja… ¿Y de quién debo estar cerca? —lo miró burlona— ¿De alguien como tú, ingenuo y cobarde? — Ash la miró con los puños apretados.

—¿Cómo me dijiste? —Misty apoyó su mano en su boca.

—¡Ay! La verdad duele, ¿verdad Ash? —Ash solo la miró— No te diré más nada… me voy a dormir —Ash la detuvo del brazo.

—Mira, antes de que te vayas a acostar… de voy a decir algo —Misty lo miró, como diciendo si otra no queda—. Lo de ingenuo, me da igual que me lo digas, mucho me lo han dicho, pero lo de cobarde, no, eso no te lo permitiré… ¡Yo no soy un cobarde! —Misty volvió a reír.

—Si no lo eres, demuéstralo…

—¿Y cómo, según tú, te lo podría demostrar?

—No sé, mejor dejo de perder mi tiempo con un niñaco como tú.

—¡Yo no soy un niñaco! —el tono de Ash se había subido— ¡Ya verás, te demostraré que no soy un cobarde! —hizo un silencio— Ahora que lo pienso bien, según tú, ¿Por qué soy un cobarde?

— ¿Ves? —Misty levantó un ceja sin poder creer lo que oía— Ahí entra lo ingenuo, nunca entiendes nada... No sé cómo pude estar tan enamorada de ti.

— Lo mismo digo...niñita... —dijo entre dientes, Ash, en tono irónico.

— Tú... —Misty le negó con la cabeza—, tú nunca estuviste enamorado de mí, porque si fuera así, jamás hubieras pensado eso de mí.

— ¿Acaso tú pensaste distinto a mí?

— Lo tuyo no es pensar... —respondió, Misty mordazmente— y cuándo lo haces... te equivocas —se acercó a Ash, y con un tono más atrevido dijo— ¿Sabes? Ya sé cómo puedes demostrar que no eres cobarde...

—¡¿Ah sí?! —exclamó Ash— ¡¿Cómo?! —Misty sonrió.

—Fácil, si no eres cobarde, bésame.

— ¡¿Qué?! —gritó sobresaltado.

— ¿Ves?... —Misty suspiró— Eres un cobarde —dio media vuelta.

— ¡Espera! —Ash, volvió a estirar su mano para detenerla, Misty lo volteó mirándolo de reojo—. De acuerdo, lo haré.

—Bueno —se cruzó de brazos—, espero.

—Bien —se acercó a Misty, y le dio un beso en la mejilla—, ¿Contenta?

—Niño... eres un gran niño inmaduro —dijo, apretando los puños.

—¿Querías un beso? ¡Ahí te lo di!

—No, contigo no se puede... —volvió a voltear— Mejor ve a dormir... es tarde.

—Si no estás contenta, cosa tuya —se alejó de ella— ¡Adiós!

—Ok... —se sentó en el sillón muy molesta—. Nunca entiende nada... yo no quería ese tipo de besos —resopló fastidiada—, ya me quitó el sueño, maldito desgraciado.

Ash se detuvo al escucharla.

— ¿Entonces qué clase de besos querías?

— ¿Qué andas escuchando lo que yo hablo? —preguntó mirándolo de reojo.

— Yo escucho lo que yo quiero, los oídos son míos —respondió.

—Ja, ja —rio irónica.

—¿Decías algo de un beso?

—Ah no sé, tú supuestamente escuchaste lo que dije.

—Sí, escuché, que nunca te conformas con. lo que te doy.

—No... —cerró los ojos y suspiró con pesadez—, tú nunca me conformaste, mejor dicho, nunca tuve de ti lo que quería.

— ¿O no serás que eres muy exigente? —Ash sonrió irónicamente.

— ¿Demasiado exigente? —la pelirroja rió de forma cínica—. Si vieras que con tan poco me conformo… —volvió a reír—. Pero anda a pedirle peras al olmo, contigo…

—Yo siempre te preste atención, y te di lo que necesitabas. ¿Sabes? me aburrí de pelear contigo, mejor me voy a dormir ¡hasta mañana!

—Ojala sea hasta nunca...—volvió a sonreír irónicamente—. ¿Lo que necesitaba? Sí, claro —refunfuñó—. Amor quería, eso nunca me lo diste.

—¡Sí, claro, niñita mimada! —se dirigió a la puerta de salida— ...¡Adiós! Me largo de aquí, no pienso dormir en el mismo lugar en que estás tú.

—Pues disfrútalo mientras puedas, al menos que me quieras dar los treinta por ciento que te quedan de la casa —le ofreció mirándose las uñas.

— ¿Treinta? —Ash la miró espantado y comenzó a realizar cuentas con los dedos— ¿y eso por qué?

—Ah no, era treinta y cinco, olvidé que no dije que llegaria tarde a casa.

—Habla claro... —se cruzó de brazos y puso en blanco su mirada—. Claro, si es que es posible...

—Bueno no te ibas, adiós señor cobarde.

—¡No me voy hasta que te expliques!

— ¿Explique qué? Es obvio si no quieres vivir más conmigo, me cedes tu parte y listo

—¡Rayos! De acuerdo, pero solo lo hago para no perder mi parte de la casa.

—Lo que generan los celos —se dijo pensante con el dedo índice en su mentón—, seguramente, si se lo pedía a Rudy, hubiera tenido un BESO.

—Otra vez con ese tipo...¡Ya deja de nombrarlo!

—No lo haré, porque —se paró con los puños apretados— contando al ingenuo y al embustero, él fue el único que realmente me trata bien —respondió con los ojos algo llorosos— es el único que valora todo de mí...

—Yo siempre te valore como persona y como mujer —dijo Ash molesto—. Claro, hasta que me enteré por boca de Dawn toda la verdad.

—Ja... ja... ja... —se acercó a él muy rápidamente, apoyó su mano derecha en la mejilla de Ash, y le dio un pequeño beso en sus labios— Ahí está tu error... ojala algún día lo comprendas — se alejó –nuevamente- de forma rápida para dirigirse a su habitación, y al entrar en ella se encerró con llave.

—¿Mi error? —se preguntó confundido — ¿Qué error habré cometido? —sacudió su cabeza —. Mejor me voy a dormir, Misty está volviéndome loco con tanto misterio… —se acercó a la puerta de su habitación, la abrió y entró en ella.
















Bueno hola espero les haya gustado

Espero poder actualizar de kalos

Hasta entonces adios!!

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