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Una vez Terminaban de seguir a las luces mágicas, los jóvenes y el caballo terminaban enfrente de una cabaña en medio del bosque.

-¿Por qué la luz mágica nos envió aquí?...-Diría Merid confundido al ver en donde estaban

-No lo sé, pero no me da buena espina-Admitía la chica, teniendo intenciones de bajar de Angus para entrar con Merid, hasta que el chico la detenía

-Quédate aquí, yo entraré-Al decir esto, recibía una mirada preocupada de la joven
-No te preocupes, estaré bien. Angus, cuídala-

Con una respuesta del caballo, el chico se acercaba a la cabaña para entrar lentamente.
Dentro del lugar, había varias figuras de madera en forma de esos, lo cual lo dejaba confundido al no saber por qué lo guiaron hasta aquí. Mientras miraba las figuras, no notaba que detrás a unos metros, estaba una anciana tallando un oso de madera.

-Oh, hecha un vistazo-Diría de repente la anciana, llamando la atención de Merid que se sobresaltaba, volteando a verla
-Grita si vez algo que te guste, la mercancía está en oferta-

-Ah... ¿Quién eres?-Preguntaba el joven confundido mientras escuchaba a la mujer barrer

-Una humilde talladora-

Mientras la anciana barría, Merid tomaba un jarrón de madera con el rostro de un oso.

-No entiendo nada-Antes de poder decir algo más, este se asustaba al ver de repente a la anciana a su lado aún barriendo, por lo que soltaba el jarrón del susto

-¿Ay algo que te guste?-Preguntaba para soltar la escoba y señalar a un juego de dos osos en un juego de niños
-Podría ser un toque divertido para alegrar cualquier habitación triste-

-Pero, la luz mágica...Ella..-

-Oh, este es muy original-Interrumpía la mujer mostrando un juguete de un oso pescando los peces
-Te ofrezco un descuento por este tesoro. ¿Tal vez un descuento para tu pareja de afuera?-

-¿Qué? N-no, no somos..-Este se quedaba callado al quedar pensando en cómo sabía que vino con alguien

Pero al escuchar el sonido de algo aún barriendo, Merid volteaba para ver la escoba moverse.

-¡Su escoba!-Señalaba sorprendido mientras la anciana detrás suyo, chasqueaba sus dedos para que la escoba cayera al suelo
-¡La vi barriendo, por sí sola!-

-¡Qué ridículo! La madera no absorbe propiedades mágicas. Sé lo que digo, soy una bru.. Eh, Brillante.. talladora de madera-Se corregía rápido, para cambiar de tema tomando un cuadro tallado de osos
-Oh, esto te dará de qué hablar en las fiestas. Es madera de tejo, duro como roca-

Mientras Merid retrocedía desconfiado, de repente veía a su lado un cuervo que tenía un aspecto muy realista.

-Uh, ah ah ah. ¿Está disecado?-Diría la mujer nerviosa viendo al chico acercarse al cuervo

Pero antes de poder tocarlo, el ave casi picoteaba su mano, para mirarlo molesto.

-¡Mirar es grosero!-

Ante la sorpresa, Merid saltaba hacia atrás, chocando con una viga de madera, mientras señalaba al cuervo.

-¡El cu-cuervo habla!-

-No es lo único que hago. ¡La-la-la-la-la-la-la-laaa!-Comenzaba a cantar el cuervo sorprendiendo más al joven de rizos

Ante esto, la anciana chasqueaba sus dedos molesta, por lo cual la escoba levitaba para golpear al ave, callandolo y haciéndolo caer al suelo. Al intentar barrer al ave, de repente este le gruñía a la escoba, provocando que esta se asustara y fuera a esconderse detrás de algunas figuras.

-¡Eres una bruja!-Diría este sorprendido y con una sonrisa al entender

-Talladora de madera-Diría la anciana de forma cantarina mientras tallada una figura

-¡Y por eso, la luz mágica me trajo!-

-¡Talladora de madera!-

-¡Cambiarás mi destino!-

-¡Talladora de madera!-

-Te cuento, es mi madre..-Diría ignorando a la anciana el chico, cuando esta se molestaba soltando el hacha con el que cortaba la madera

-¡No soy una bruja! ¡Son mis clientes insatisfechos!-Acusaba la mujer, asustando un poco a Merid
-Si no piensas comprar nada... ¡Adiós!-

Chasqueaba sus dedos, para que varios cuchillos flotaran, apuntándole al joven mientras se acercaban amenazantes.

-¡No! ¡La luz mágica me trajo!-Intentaba explicar mientras chocaba con una mesa que tenía un juego de ajedrez

-¡No quiero escuchar!-Diría la bruja molesta mientras con magia abría la puerta, para enviarlo a esta, mientras Merid intentaba frenarse en el borde de la puerta
-¡Largo! ¡Shoo! ¡Fuera! ¡Vete de aquí!-

-¡Compraré todo!-Diría de repente, provocando que la bruja y los cuchillos se detengan sorprendidos

-¿Qué? ¿Qué dijiste?...-

-Cada figura-Aseguraba el joven, por lo cual los cuchillos volteaban a ver a la anciana que reía nerviosa

-¿Y con qué piensas que pagarás todo esto dulzura?-Ante esa pregunta, los cuchillos volvían apuntar hacia Merid

-Con esto-

Merid se quitaba el collar que le había dado su madre con aquel símbolo, mostrándolo a la bruja, quien se sorprendía al ver la joya de plata.

-Oh, pero si es hermosa esa joya...-Diría mientras el cuervo se asomaba a ver encima de su cabeza

-Viviríamos bien por meses-Opinaba igual el cuervo

Al momento de caer los cuchillos al suelo, la anciana intentaba tomar el collar, pero Merid lo alejaba con una sonrisa.

-Ah, ah, ah... Compraré las figuras, y.. un encantamiento-Al decir aquello, el cuervo hacía varios sonidos, hasta que la bruja lo tomaba del pico y tiraba al suelo

-¿Seguro que entiendes lo que haces?-Preguntaba la anciana con un tono de misterio y escepticismo

-Quiero cambiar con un conjuro a mí mamá. Así mi destino cambiará-Mencionaba el chico decidido, mientras la anciana lo pensaba

-Hecho-

Una vez tomaba el collar, hechaba al joven afuera mientras ella y el cuervo igualmente salían de la cabaña.

-¿A dónde vas?-Preguntaba mientras veía por unos segundos a donde debían estar TN y Angus, notando a esta última dormida sobre él, aliviándole que estaba a salvo

Pero sus pensamientos se iban cuando veía a la anciana chasquear sus dedos, cerrándose la puerta para volver a ella.

-Listo-Mencionaba mientras pasaba al lado del chico de rizos

-¿Qué estás haciendo?-

-Jamás conjures donde tallas madera, muy importante-

Una vez que abría la puerta la anciana, el interior había cambiado completamente. Habían desaparecido las figuras de madera, y ahora sólo había dentro velas, pociones y un caldero con fuego prendido.

-Esto ya lo hice para un príncipe-Comentaba la anciana mientras daba dos aplausos para encenderse el caldero a un color verde

-¿Ah, si?-Preguntaba el joven sorprendido, mirando a la bruja

-Era muy apuesto, con mallas-Mencionaba el cuervo mientras se apoyaba en una viga

-Deseaba la fuerza de diez hombres. Así que me dio esto, por la magia-Diría mostrando la bruja un anillo con un símbolo de dos hachas cruzadas como una X
-Un encantamiento que cambiara su futuro-

-¿Y consiguió lo que deseaba?..-Preguntaba el joven acercándose a ver el símbolo

-¡Oh, si! Y también se llevó una tabla para quesos muy elaborada-Diría la bruja mientras se acercaba al caldero
-Ahora, ¿Qué necesito?.. Oh, solo un poquito de esto-

Comenzaba a lanzar algunas cosas específicas en el caldero para el hechizo, mientras su cuervo se acercaba a Merid, para arrancarle un cabello, sacándole un quejido.
Una vez la bruja tiraba el cabello al caldero, este se volvía rojo como lava.

-Con eso basta-Mencionaba para revolver un poco el caldero con un cucharón de madera, pero al sacarlo este estaba quemado

Sin darle importancia, lanzaba el palo de madera, se colocaba una máscara y le daba una pequeña al cuervo, tirando un ingrediente más para que el caldero comenzaba a iluminarse más y más.
Al voltear a ver a Merid, el cual miraba curioso al caldero por lo que pasaba, caía en cuenta que no tenía una máscara para él, por lo cual repentinamente, cubría su rostro con su mano.

Una fuerte luz se disparaba en toda la cabaña, incluso dando fuera de ella, por lo cual al cegar momentáneamente a Angus, por el susto soltaba un relinchido y se movía de forma brusca, causando que TN se despertara y cayera al suelo.

-¡Bien!-Mencionaba la bruja una vez la luz se iba, soltando a Merid que tosía mientras ella se quitaba la máscara
-Ahora, veamos. ¿Qué tenemos aquí?-

Al tomar unas pinzas y meterlas en el caldero, lograba sacar una pequeña cosa que se revelaba ser un pequeño pastel.
La anciana lo dejaba con cuidado en la mesa, sobre una servilleta, cuando el cuervo se acercaba intentando picotear este para comerlo.

-¡Oye!-Gritaba la bruja dándole un fuerte golpe para alejar al ave que chocaba contra el caldero

-Eh.. ¿un pastel?-Preguntaba Merid confundido

-¿No lo quieres?-Cuestionaba la bruja algo alterada

-¡Sí! Si, lo quiero-Calmaba Merid, para verla con algo de desconfianza
-¿Segura que... si le ofrezco esto a mí mamá, tendré un destino diferente?-

-Oh, créeme. Hará lo que quieres cariño-Diría riendo la anciana con una sonrisa tranquila

(...)

-Espera el envío de tus compras, en dos semanas o antes-Explicaba la anciana mientras le abría la puerta a Merid, quien salía del lugar con el pastel envuelto en la servilleta en manos

TN al verlo salir, estaba nuevamente sobre Angus luego de lograr calmarlo, estando curiosa de qué es lo que tenía en manos.
Mientras este se acercaba a ella, la bruja llegaba a recordar algo que parecía ser importante, pero no sabía qué.

-¡Uh! Eh am... algo tenia ese encantamiento- Mencionaba esta por lo bajo, mientras volvía a entrar a la cabaña

-¿Dijo algo sobre...-Antes de terminar de preguntar, cuando Merid volteaba, ya no estaban frente a la cabaña, sino que habían vuelto al circulo de rocas
-El.. encantamiento?..-

-Merid... ¿Qué es eso?-Diría la chica confundida mientras este se acercaba a ella y Angus

-Te contaré luego-Respondía con una sonrisa más calmado, subiendo con ella al caballo
-Debemos ir a casa-

-Esta.. bien-Murmura la joven, sin saber que era lo que tenía en mente, pero solo se quedaba en silencio, mientras eran llevados por Angus hacia el castillo nuevamente

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Me colgué en seguir escribiendo los capítulos, perdón xd

En fin, bye♡