•Cap 7•

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Mientras en aquel día de los juegos los arqueros se preparaban, el resto del tiempo los clanes hacían juegos o competencias de tirar troncos, bolas pesadas o demás cosas que demostraban la fuerza de los hombres, aunque en el caso de tirar la soga siempre ganaba el hombre forzudo del clan Dingwall.

Para los niños, estos jugaban con golpear un oso falso, mientras el hombre que lo sujetaba de una cuerda, hacia rugidos de oso mientras los niños jugaban. Y hablando de niños, los únicos que no estaban ahí, eran los hermanos menores de Merid.

Los trillizos estaban arriba de una carpa, estando uno atado a una soga mirando desde abajo a Muddie que coqueteaba con un hombre mientras tenía una bandeja de dulces.

Cuando el hombre se iba, la mujer no se daba cuenta que el niño robaba un dulce, subiendo rápido cuando ella volteaba al otro lado. Nuevamente al no ver a otro lado, el pequeño robaba un par más para que lo suban rápido cuando la mujer notaba algo.
Al mirar hacia arriba y ver que el niño iba a robar otra vez, corría la bandeja para que esté y sus hermanos que tenían la soga, caigan dentro de un barril, usando la mujer la bandeja como tapa para que no salgan.

-¡Niños! Ya les dije que no quiero que..-

Antes de poder terminar su oración, Mudie se sorprendía cuando dos de los trillizos sacaban sus patas debajo del barril para comenzar a correr con la bandeja lejos de ella, mientras el trillizo que estaba arriba de los otros dos, sostenía la bandeja y saludaba a la sirvienta, la cual intentaba seguirlos hasta que esta caía.

(...)

Por parte de TN, esta había sido encargada de ayudar a las pretendientes a estar presentables.
Una vez terminaba de peinar a la menor del clan Dingwall, daba una sonrisa dejando el cepillo.

-¿Nerviosas?-Miraba a las chicas, que parecía que si lo estaban
-Tranquilas, todo estará bien, si el hermano de algunos ustedes ganan, podrán conocer al príncipe-

-La verdad es que no queremos casarnos-Admitía la chica que era del clan Macintosh

Al escuchar eso, la chica disminuía un poco su sonrisa, viendo a las tres chicas que no estaban emocionadas por nada de esto al igual que Merid, pero intentaban aguardar la apariencia.
TN no podía evitar sentir pena por las tres, aunque sentía más pena por la rubia al notarse de lejos que parecía ser más pequeña para pensar en casarse.

-Bueno.. si les sirve de consuelo, tal vez puedan llevarse bien con el príncipe. No es un chico malo-Intentaba animar la joven mientras daba una sonrisa para calmarlas

-¿Cómo es él? Pareces conocerlo mucho-Preguntaba la del clan MacGuffin

Ante aquella pregunta, la joven se quedaba pensando un poco en eso.
Su mente recordaba algunos momentos de niños, como el era siempre muy curioso y aventurero. Divertido, amable y cariñoso con ella, era una de las tantas cosas que admiraba de él.

Un pequeño sonrojo se asomaba en la chica, admitiendo internamente que si tenía algún sentimiento por él hace un tiempo, pero jamás intentó algo al saber que su madre no estaría de acuerdo, ya que de alguna forma conocía que la reina buscaría alguien que fuera más apto para ser su esposa, por lo que se conformó con ser su mejor amiga.

Sus pensamientos se Interrumpían cuando escuchaban todos que era hora de la competencia, por lo cual la joven terminaba de ayudar a las chicas, para que pudieran ir con sus padres y hermanos.

(...)

-¡Ya es hora!-

Una vez que todos se reunían, los reyes y príncipes estaban debajo de una carpa con sus tronos, mientras TN estaba parada junto a Merid.

-¡Arqueros, a sus puestos!-

-¡Sí, arqueros, a sus puestos!-Seguía Fergus a lo que dijo su esposa

-¡Y que la flecha con suerte, de en el blanco!-

Mientras su madre decía esto, Merid miraba de reojo el arco y flechas a un lado de su trono, pasando un poco este para esconderlo más. Esto lo notaba TN, quien lo miraba confundida, pero este solo sonreía, por lo cual la joven sólo se preocupaba de la locura que podría hacer.

-¡Qué inice el torneo!-Diría Fergus para sentarse y ver el espectáculo

El primero en iniciar, era el hermano del clan MacGuffin. Este tomaba el arco y flecha con solo dos de sus dedos al ser sus manos muy grandes. Pero una vez que disparaba, la flecha llegaba a impactar en en la parte más lejana del blanco.
Este soltaba un suspiro frustrado, mientras su padre golpeaba su frente con su mano al verlo.

-Apuesto a que desearía lanzar los troncos, ¿verdad?-Susurraba Merid a su padre

-O acechar los puentes-Se burlaba igualmente su padre quien reía, hasta que su mujer lo hacía callar

Luego era el turno del hijo Macintosh. Este preparaba el arco, aunque primero daba una mirada coqueta a las mujeres detrás que le gritaban enloquecidas. También le daba una mirada a TN y guiñaba su ojo, pero esta solo rodeaba sus ojos negando con una sonrisa, mientras Merid fruncia el ceño celoso.

Una vez que el chico soltaba la flecha  está se disparaba cerca  de la parte roja del blanco, dando solo en la diana. Ante esto, el chico gritaba molesto y frustrado.

-¡Al menos tú le diste a la diana, hijo!-Gritaba su padre para animarlo

Este molesto y en rabieta, comenzaba a golpear el arco contra el suelo mientras gritaba molesto.

-Ay, qué atractivo-Diría sarcástico Merid, mientras TN soltaba una risa

Entre la rabieta, el hijo lanzaba el arco hacia la gente, mientras este caía al suelo llorando.

-¡La atrapé!-Gritaba un hombre del fondo, alzando el arco que había lanzado mientras el público vitoreaba

-Gran lanzador-Admitía Merid mirando a su padre divertido

-Y tiene un cabello sedoso y brillante-Se burlaba su padre nuevamente mientras peinaba sus rizos

-Fergus-

-¿Qué?-Diría divertido cuando su mujer lo llamaba

Finalmente le tocaba al pequeño Dingwall. Este al intentar tomar una flecha de las muchas que tenía, provocaba que el resto cayeran al suelo, mientras su padre y hermana se ponían nerviosos.
Una vez tomaba la flecha, intentaba colocarla en la cuerda del arco, teniendo varios intentos hasta lograrlo.

-Ay, ternurita-Diría TN haciendo un puchero con pena por él

Una vez que el chico lograba poner la flecha, al levantar el arco, veía que la flecha se alejaba de este, por lo cual tenía varios intentos que volvía a juntar lo.

-Ay, por favor. ¡Ya dispara!-Gritaba Fergus desesperado por lo que tardaba

Al asustarlo, el pequeño Dingwall se sobresaltada y lo miraba justo cuando había lanzado la flecha, por lo cual esta de forma accidental y muy a su suerte, había caído en el centro del blanco, por lo que todos vitoreaban.

-¡Aja! ¡Bien hecho hijo! ¡Bien hecho!-Alegraba su padre mientras comenzaba a hacer una danza, para luego levantar su falda escocesa en la parte trasera hacia los otros líderes
-¡Para sus ojos! Ese es mi muchacho-

-Bueno, es un gran arquero, ¿no es así?-Diría Fergus a su mujer, ambos sorprendidos
-¿Quiénes crees que vendrán a cenar?-

-Fergus-Susurraba en regañó Elinor

-O por cierto, ¿No te molesta casarte con alguien llamada Lady Ding..-Antes de terminar de hablar, al voltear a ver donde Merid, en su lugar estaban uno de los canes

Su padre miraba hacia TN, la cual alzaba sus hombros al estar igual de confundida que él, sin saber ni siquiera en qué momento se había ido.

En cierto momento, una persona encapuchada colocaba una estaca con la bandera del clan Dum Broch. La persona una vez se colocaba al frente, quitaba la prenda oscura para revelar que era el príncipe, mostrando sus rizos al deshacerse de esa cosa blanca que los cubría.
Todos los espectadores y reyes se sorprendían al ver al príncipe, el cual estaba serio para comenzar a hablar en alto.

-¡Yo soy Merid, soy el primogénito descendiente del clan Dum Broch! ¡Y ahora mi mano, voy a defender!-Al decir esto, volteaba a ver a donde estaba su madre con seriedad

Los líderes de los clanes, confundidos ante esto, giraban a ver a la reina, la cual estaba incrédula mientras se levantaba de su asiento.

-¿Qué estás haciendo?-Susurraba sorprendida mientras todos miraban

Al intentar tirar de la cuerda del arco con la flecha, este se veía complicado por el traje tan ajustado que llevaba.

-¡Merid!-Llamaba su madre para que se detenga

-¡Traje inútil!-Se quejaba Merid al complicarle moverse

Este sin pensarlo, se encorbaba para rasgar la parte del traje desde atrás, luego estirar sus brazos con fuerza, logrando también separar las costuras de las mangas que conectaban al torso.
Una vez liberado, comenzaba a caminar, lanzando la flecha al primer blanco, logrando dar en el centro.

-¡Merid, ya basta!-Gritaba su madre bajando las escaleras para ir hacia él

Ignorando sus palabras, al acercarse al siguiente objetivo, lograba igualmente dar en el centro, llamando la atención de todos.

-¡Ni se te ocurra lanzar otra flecha!-Advertía su madre nuevamente mientras se acercaba de a poco

-Merid...-Susurraba preocupada TN, mientras veía a este prepararse para el último blanco, queriendo dar igualmente en el centro con la otra flecha

Este suspiraba, mientras recordaba la vez que había descubierto junto a TN que era posible romper una flecha con otra

{...}

-No sé cómo logras dar en el centro siempre, realmente eres un prodigio-Alagaba la chica sentada a su lado, al verlo practicar con el arco y como este daba en el centro todo el tiempo

-No es difícil. Ven, te enseñaré-Diría mientras tomaba la mano de la joven para hacer que se levante y colocarla a su lado

Una ver la chica tomaba el arco, Merid se colocaba detrás de ella, ayudándola a estirar bien el arco con la flecha, mientras corregía un poco su postura.

-Relaja los hombros, y manten estirado hasta tu mejilla...-Murmuraba el chico mientras colocaba sus manos los hombros de la chica, mientras esta veía al blanco
-Bien.. ahora intenta-

Una vez que se alejaba unos pasos, cuando la chica soltaba la flecha, ambos abrían sus ojos sorprendidos, ya que la flecha rompía un poco hasta la mitad de la otra, ya que le hacía falta más fuerza al disparar.

-Wow, no pensé que eso era posible-Diría la chica mientras reía para ver a Merid

-Si, tampoco yo-Mencionaba cuando se acercaba a la joven, para tomar su mejilla y ver que tenía un pequeño corte
-Te hiciste un corte, debes tener más cuidado-

-Solo es algo pequeño-Reía TN al ver que se preocupaba demasiado
-Pero al menos ya sabemos que mientras más pegado a tu mejilla, mejor irá al centro-

-Eso no tiene sentido-

-Si para mí-Diría la chica para reírse junto al joven, siguiendo con la practica juntos, mientras Merid le enseñaba como usar el arco a TN

{...}

Al recordar esto de manera fugaz, este daba una sonrisa más confiado de que lo lograría.

-¡Merid, te lo prohíbo!-

Sin escuchar a su madre, lanzaba la flecha que le causaba un pequeño corte en su mejilla. Todos estaban sorprendidos y asombrados, cuando la flecha comenzaba a romper a la mitad la que estaba en el blanco, siendo tal impacto que hasta la punta de esta chocaba con la madera detrás del blanco.

Merid daba una sonrisa de victoria, estando tan confiado que quería decir que esto no solo lo hacía por el, sino también para demostrar a quien amaba.

Pero al momento de girar su rostro, se encontraba cara a cara con su madre furiosa, por lo que este igualmente fruncia el ceño.

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