•Cap 3•

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Una vez que ambos jóvenes llegaban al castillo, llevaban a los caballos al establo.

-Muero de hambre. ¿Tú quieres cenar Angus?-Preguntaba Merid bajando del caballo, dando leves palmadas al animal cerca de su trasero, recibiendo un golpe de su cola en el rostro a cambio
-Pf, te traeré tu avena..-

La chica a su lado reía, mientras bajaba del caballo para tomar su hombro y detenerlo.

-Iré yo a buscarles la comida. Tu ve rápido al comedor, antes de que la reina se moleste porque llegamos tarde-Explicaba mientras le daba leves empujones al chico

-Por eso no quiero ir-Diría el chico cuando la contraria le lanzaba una mirada
-Okey, okey. Ya voy-

-Bien dicho-Diría revolviendo sus cabellos para caminar hacia el lado contrario
-¡Te veo ahí!-

Al verla irse, este soltaba un suspiro enamorado, pensando que era algo tonto de su parte que aún no pudiera declararse, pero el creía que pronto tendría la oportunidad.

Una vez que recordaba que debía ir a la cena, caminaba hacia la cocina para tomar una manzana mientras una sirvienta lo saludaba. Al ver un plato lleno de dulces, este colocaba la manzana en su boca y tomaba la bandeja de espaldas para girarse y poder tener la bandeja enfrente suyo sin que nadie lo notara.

(...)

-Y de la nada salió, el oso más grande que había existido..-

Una vez entraba al comedor, Merid escuchaba a su padre contrar por enésima vez la historia de cómo perdió su pierna.
Al acabarse la manzana, lanzaba por sobre su hombre el corazón de la fruta, mientras veía a sus hermanos dormidos, mientras uno imitaba a su padre.

Justo antes de que cayera al suelo, escuchaba unos pasos para voltear a ver que TN había llegado a tiempo, atrapando la manzana para verlo entre errando sus ojos.

-No olvides que yo limpio este lugar, príncipe-Susurraba la joven en regañó, mientras tenía algunos papeles en manos

-Ay, tranquila, a la próxima lo limpiaré yo-Diria este dando un guiño en su ojo, mientras TN rodeaba sus ojos divertida para acercarse ambos a la mesa

-Su pelaje tenía las armas de caballeros derrotados, desfigurado del rosto, con este ojo ciego-Mencionaba el hombre mientras señalaba su ojo izquierdo y uno de sus hijos lo imitaba
-Saqué mi espada, y..-

-¡Woosh!-Interrumpía Merid quedando entre dos de sus hermanos despertando a los tres, aunque uno caía por el susto
-Hizo pedazos la espada con su garra, y luego, ¡Choom! ¡Le arrancó la pierna a nuestro padre! Ese monstruo se la tragó...-

-¡Ay, esa era mi parte favorita!-Diría su padre al interrumpirlo, contando la historia mejor que él al llamar la atención de sus hermanos menores

-Mor'du desapareció desde entonces-Continuaba el hijo mayor mientras usaba una voz misteriosa y pasaba detrás de la silla de su padre
-Y hoy deambula en el bosque en espera de lograr su venganza...-

Al momento de Pasar TN a su lado, Merid la tomaba por detrás y hacia sonidos como si un animal atacara, sacando un grito de la joven por el susto momentáneo.
La chica reía para separarse y golpear de forma amistosa su hombro e ir a dejarle los papeles a su madre que estaba leyendo algunos en mano.

-Qué se atreva. Terminaré lo que tenía que haber hecho ese día-Prometía Fergus mientras Merid dejaba su arco en la mesa para sentarse en su lugar

-Merid. Un príncipe nunca deja sus armas en la mesa-Diría Elinor al escuchar el sonido del arco contra la mesa, volteando a ver a su hijo

-Mamá, solo es mi arco-Se quejaba el chico mientras suspiraba

-Un caballero no usa armas como esa en mí opinión-Opinaba mientras TN le entregaba algunos de los documentos

-Déjalo en paz. Caballero o no, es esencial aprender a luchar-Defendía su padre dándole a su hijo una sonrisa

Mientras Merid se sentaba en su lugar, TN le hacía señas con su cabeza en dirección a su madre, animándolo a que intentará hablar con ella.

-Mamá, no te imaginas lo que hicimos TN y yo hoy-Diría Merid mientras dejaba su arco detrás de su asiento

-¿Hmm?-

-Escalamos Chone's Thoot, y bebimos de las cataratas de fuego-Al mencionar esto, sus tres hermanitos miraban a él y TN sorprendidos y emocionados

-¿Cataratas de fuego? Dicen que solo los antiguos reyes tenían el valor de beber fuego-Diría su padre mirando a su hijo guiñando un ojo mientras reía
-Debe ser una señal, ¿eh?-

Al decir esto, Merid sentía sus mejillas ponerse rojas, ya que él entendía porque lo decía. No era sorpresa que su padre notara las señales de su atracción a la joven que estaba a su lado ayudando a su madre con algunos deberes.

-¿Y qué hiciste cariño?-Preguntaba Elinos al no haber prestado atención

-Nada mamá...-Murmuraba este suspirando decepcionado, mientras TN le daba una sonrisa comprensiva

-Alguien tiene hambre-Mencionaba la reina de repente al ver el plato de dulces

-Mamá...-Se quejaba el chico mientras soltaba otro suspiro

-Te va a doler el estómago. Oh, Fergus, ¿Ya viste lo que tu hijo está comiendo?-Diría viendo a su esposo que comía tranquilo, para ver el plato de su hijo y alzar sus hombros

-¿Y qué?-A lo lejos se escuchaban dos perros ladrar, para llegar corriendo hasta el hombre y subirsele encima al querer comer su cena

-¡Qué no laman!- ah...-La mujer suspiraba resignada, para luego ver a los trillizos
-Muchachos, no jueguen solamente con su hagis-

Uno de los hermanos tomaba la comida para extendersela al otro, provocandole arcadas al parecer le desagradable.

-Si no lo prueban, nunca sabrán si les gusta o no. Solo es un estómago de oveja  es delicioso-La madre hacia sonidos con su boca para que pudieran entender que era rico y lo comieran

Mientras eso pasaba, una sirvienta llamada Mudie, le entregaba a TN unas cartas por lo cual le agradecía con la mirada. Al momento de ver quienes eran los remitentes, su sonrisa disminuía un poco, pero guardaba la apariencia para acercarse a la reina.

-Mi señora-Diría la chica dándole los sobres

-Gracias, TN-Agradecía mientras tomaba las cartas

Por parte de la chica, esta iba hasta quedar al lado de Merid, notando el chico que la joven intentaba llamar la atención de sus hermanos en lo que la reina se distraía.

-Ptss-Al ver a los trillizos voltear a verla, esta señalaba la bandeja de postres para tomar este y con cuidado lograr hacer que se deslice por el suelo, mientras los tres pequeños de a poco iban abajo de la mesa

-Oye, me costó conseguir esos-Susurraba apoyando su cabeza en su brazo al verla a su lado

-Aw, pobre bebé-Diría susurrando igualmente mientras le daba un toque en su nariz
-Luego cocinaré más dulces con Mudie para ti-

-Lo dejaré pasar-Susurraba de vuelta con un leve sonrojo, mientras TN sonreía en forma de victoria

-Aja, de los lords Macintosh, MacGuffin y Dingwall. Sus respuestas sin duda-Murmuraba la mujer ignorando lo que pasará en la mesa, leyendo con rapidez las cartas al abrir las tres

Mientras los trillizos comían los postres bajo la mesa, veían el pie de su padre, por lo cual uno de ellos levantaba una soga y sonreían entre ellos.

-¡Dejen mi comida, mastique esto, horrendas bestias pulgosas!-Diría el hombre riendo mientras hacía que los perros mordieran su pata de palo

-Fergus...-Llamaba su mujer, provocando que este se detenga y la mire, notando que estaba emocionada
-¡Todos aceptan!-

Ante aquella pregunta, Merid miraba a su padre confundido y luego a TN, notando que está estaba algo seria y evitando verlo, lo cual solo lo dejaba con más dudas.

-¿Y quién acepta qué madre?-

Ante aquella pregunta de su hijo, Elinor volteaba a ver a los trillizos que estaban nuevamente sentados con sus ropas infladas de los postres escondidos.

-Muchachos, pueden retirarse-Ante esto, los tres niños iban rápido a sus habitaciones, aunque uno caía al suelo cayendo algunos postres, por lo cual los perros los seguían
-TN. Tu también, por favor-

-Con permiso...-Diría la joven haciendo una rápida reverencia, dándole una pequeña mirada a Merid de lástima antes de irse del comedor

-¿Qué... cosa hice ahora?-Preguntaba el chico aún más confundido que antes, a la vez que algo tenso

-Tu padre tiene que hablar contigo de algo-

Al escuchar esas palabras de su esposa, Fergus escupía el agua que estaba bebiendo, para voltear a ver a Elinor con expresión de sorpresa por darle esa responsabilidad.

-¿Fergus...?-La mujer movía su cabeza hacia Merid, invitándolo a que hablara sobre la noticia

El hombre comenzaba a toser un poco, preparándose pensando en cómo le diría la noticia al joven.

-Merid... Ehh..-Aunque este intentaba buscar palabras no lo lograba, por lo cual su esposa suspiraba para hablar por él

-¡Los lords, nos presentarán a sus hijas como candidatas para pretenderte!-

-¿Qué?-Ante aquella revelación, la cara del chico estaba en shock

-¡Y los clanes, aceptan!-Mencionaba la mujer con una sonrisa emocionada

-¡¿Qué dices?!-Merid volteaba a ver a su padre sorprendido y buscando una explicación ante esa decisión

-Ehh, no ellos.. ella... Elinor-Diría su padre mirando a la mencionada al no saber que decir

-No entiendo Merid, no sé por qué reaccionas de ese modo-Opinaba su madre mirándolo confundida

Ante esto, el joven soltaba un gruñido mientras apoyaba su cabeza en la mesa. Él si sabía la razón de su reaccionar, y su padre también lo sabía.
La realidad, era que no quería casarse con alguien que no fuera la joven sirvienta de cabellos castaños, incluso si eso no era apropiado por ser él de la realeza. No sólo era por querer su libertad, sino porque también su corazón ya tenía dueña desde hacer más de dos años.

-Este año, cada clan presentará a los hermanos de una candidata para competir en los juegos por tu mano-Explicaba la madre mientras miraba a su hijo

-¡Y supongo que un príncipe hace sólo lo que le dicen!-Mencionaba Merid golpeando la mesa con molestia hacia su madre

-¡Un príncipe nunca alza así la voz! Merid, te has estado preparando para esto toda tu vida-

-No. ¡Tú me preparaste para esto toda mi vida! ¡Me niego a hacerlo! ¡No vas a obligarme!-Al decir esto, El chico se levantaba tomando su arco, para retirarse molesto de la habitación

-¡Merid!-Llamaba la mujer, para luego mirar a su esposo pidiendo que la ayude

-¿Eh?.. ¡Merid!-Al querer levantarse y seguir a su hijo, repentinamente casi tropezaba al tener atado su pié a un extremo de la mesa, tirando esta y la comida
-¡Ahg! ¡¡Niños!!-

Mientras este llamaba a los trillizos, Elinor resignada se levantaba tomando su vestido, para caminar rápido al cuarto de Merid donde sabía que estaría.

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Tensa la cosa.

Iba a poner que las pretendientes serían las que compiten, pero me surgieron un par de cosas.

1) Me dí cuenta que hay otra historia de Male Merida, y como en su historia hace que las chicas hagan la competencia, no quería hacer lo mismo para no ser repetitiva ni parecer una copia xd

2) No le encontraba sentido que las mujeres hicieran eso (No lo digo yo, lo dice la peli). Si lo pensamos, en la película la única que hace esas cosas es Merida, y su madre es quién dice que las princesas no hacen eso, osease "Una mujer no haría eso" por lo cual no respetaba mucho el mundo de Valiente que las mujeres hicieran eso.

Y ante ambos puntos, creí que es mejor si son sus hermanos los chicos quienes compiten, para tener como un "pase" o "Ventaja" para que sus hermanas puedan tener la mano del príncipe, ya que así en los clanes ellos quieren aliarse con el reino de Dum Broch, así que no importaría el método, sería el mismo resultado.

Espero haber aclarado la idea, y que se entienda mi intención.

Sin más que decir, Bye

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