•Cap 12•
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Nuevamente en aquella habitación, la puerta se abría para ver a la osa que era Elinor, salir del cuarto con una manta envuelta en su cuerpo.
-Majestad, no puede salir así-Susurraba la joven de cabellos castaños nerviosa, mientras salía junto a Merid para seguirla
-¡Mamá!-Susurraba su hijo en regaño, mientras se adelantaba para detenerla
-Espera, ¿Qué estás haciendo? Papá, ¿el Rey de los osos? Si llega a verte así, te cazará-
Antes de poder decir algo, escuchaban los tres unas voces y pisadas de alguien subiendo las escaleras, sobresaltado a todos.
-Ah, ¿Y exactamente que estamos buscando?-Se escuchaba al Lord Macintosh preguntar
-¡Mi señora, espere!-Susurraba TN al notar que ya se iba hacia el otro lado, mientras iban con Merid luego de acomodar un mueble que había tirado su madre
-Siganle la corriente. Después de todo es el rey-Diría Lord Dingwall mientras seguían todos al rey que olfateaba
-Parece un sabueso con esa nariz que tiene-Opinaba MacGuffin, viendo a Fergus láser una parte del suelo que había tocado su mano con intención de distinguir algo familiar
(...)
-¡Mamá, alto! Tenemos que..-
Antes de que Merid pudiera ser escuchado, su madre pasaba de él para seguir caminando, mientras este y TN la seguían, viendo que había tirado un candelabro que llamaría la atención.
-Alto.. ¡Alto!-Susurraba molesto el joven para tirar de la manta que tenía Elinor en su cuerpo
Cuando quedaba sin esta, su madre se detenía para ver su cuerpo asombrada y cubrirse rápido entre todo ese pelo con sus patas.
-¡Estás cubierta de pelo! ¡No estás desnuda! Aquí no estas a la vista de nadie-Intentaba explicar su hijo molesto mientras se miraban entre sí
-Ah... Merid-Mencionaba TN, llamando la atención de ambos para verla señalar a un lado
Ambos volteaban, para que los tres vieran a la sirvienta Muddie, quien estaba parada frente a un pasillo con una canasta.
Elinor levantaba su garra, saludando de forma tímida, pero la reacción de Muddie era correr y gritar horrorizada, tirando la canasta de panes al suelo en el camino.
-Mira lo que hiciste-Acusaba Merid señalando con un brazo a donde se fue la sirvienta
(...)
Mientras Muddie corría y gritaba aterrada, de repente se frenaba al tener en su cuello el filo de una espada, para encontrarse con el rey y los hombres de los cuatro clanes.
-¡Muddie!-Llamaba Fergus para quitar su espada, viendo que estaba tartamudeando demasiado
-Trata de calmarte, ¿Qué tienes?...-
Al ver que esta seguía tartamudeando sin parar por el miedo, este impaciente, tomaba los brazos de la mujer y la miraba serio.
-¡Escúpelo Muddie!-
-¡¡¡Vi un Oso!!!-Gritaba de una vez aterrada
-¡Lo sabía!-
Sin esperar, Fergus movía a un lado a la sirvienta, gritando como lucha para correr por el pasillo con el resto de hombres, llegando incluso a chocarse con la pobre mujer.
(...)
-Mamá, ¿Quieres escucharme? Hay que alejarnos de aquí, te verán-Mencionaba Merid evitando que avance a cualquier lado, cuando escuchaban los gritos y veían sombras asomarse
-¡Aquí, rápido!-Diría TN al tomar un camino, teniendo la mano de Merid para ambos correr a unas escaleras de caracol que irían hacia abajo
Pero notaban tarde como la madre de Merid no los seguía, habiendo ido en otra dirección.
-¿Mamá?-
(...)
Elinor al intentar caminar en dos patas, llegaba a chocar contra un mueble, tirandolo al suelo. Intentaba esconderse detrás de un tapiz, pero este era muy pequeño y se notaba que había algo detrás del tapiz.
Al entrar a una habitación para esconderse, veía a los trillizos en plena travesura. Habían colocado en un oso la cabeza de un ciervo y alas en su espalda.
Cuando uno de ellos estaba saltando sobre la cabeza de ciervo para que conecte bien con el cuerpo de osos, Elinor soltaba un leve sonido de sorpresa, y los pequeños jadeaban asustados y sorprendidos al ver al oso, siendo tan así que hasta la boca del ciervo se abría.
(...)
-Mamá-
-Majestad-
Ambos chicos intentaban buscar a la mujer convertida en oso, pero al escuchar a los hombres correr buscándola también, Merid se apresuraba para tomar la mano de TN y correr ambos hasta esconderse detrás de una esquina, escuchando ambos que pasaban por lo cual suspiraban aliviados.
Merid intentaba avanzar, pero al no haber visto el camino, tropezaba contra un mueble, cayendo al suelo y tirando igualmente a TN al no haber soltado su mano. El joven caería al suelo, mientras la chica terminaba encima suyo, por lo que ambos jadeaban de sorpresa y sus ojos se abrían, para ambos reír y hablar nervioso.
-Perdón, no vi dónde iba-
-No, tranquilo, yo tampoco-Ambos intentaban levantarse, pero Merid al intentarlo chocaba con la cabeza de TN, provocando que ambos se quejen
-Am, deja que primero me levante-
-Ah, si. Cierto-Reía el joven avergonzado, mientras tenía sus mejillas rojas como su cabello
La joven se levantaba rápido para tomar la mano de Merid y tirar de él para ayudarlo a levantarse, queriendo alejarse unos pasos por la cercanía, pero provocaba que su pie pisará el objeto que tenía el mueble.
Antes de caer al suelo, Merid la atrapaba en brazos a tiempo, quedando ambos mirándose por unos segundos, aunque ambos sonreían nerviosos y sonrojado por el momento vergonzoso.
Pero para fortuna de ambos, al escuchar un sonido de oso, ambos reaccionaban para incorporarse juntos y entrar rápido al cuarto donde habían oído a Elinor.
Ambos se sorprendían al ver a la madre de Merid, ordenandole a los trillizos que vuelvan a dejar todo en su lugar, y estos obedecieran.
Cuando los trillizos veían a su hermano mayor y TN llegar, uno señalaba a su madre, quien esta volvía a mirar a los jóvenes y señalar a los pequeños como pidiendo que expliquen lo sucedido.
-Una bruja transformó a mamá, no es mi culpa-Comenzaba Merid explicando eso por tercera vez
-Tenemos que sacarla del castillo, ¡ayúdenme!-
Los tres pequeños estaban parados encima de un estante alto, cruzados de brazos, viendo a su hermano mayor con rostros serios. Claramente eso era un mensaje de que no harían nada de forma gratis, debían recibir algo a cambio.
Al entender esto, Merid soltaba un suspiro mientras asentía.
-Ah, de acuerdo. Les daré mis postres por dos... ¡Tres semanas!-Diría con una sonrisa el joven, mientras mostraba el número tres con sus dedos
Sin embargo, esto no era suficiente para los trillizos. El del medio que parecía liderar todo, haría una seña con su mano, dando a entender que debía aumentar la oferta.
-¿En serio les pides a ellos ayuda con solo eso?-Diría la chica de forma burlona, mientras se cruzaba de brazos divertida
-¿Por qué no les pides tu? Contigo nunca piden nada a cambio-Diría Merid mientras fruncía el ceño, sabiendo que la querían como otra hermana al ser su sirvienta y algunas ocaciones nana favorita
-Ah, ah, ah. Esto fue tu problema-Diría señalando con su mano a la reina, volteando a verla dando una sonrisa
-Sin ofender Majestad-
Esta solo negaba mientras hacía una seña de que no había problema, ya que tenía razón.
-Endulzales la oferta, principe-Diría dando un leve golpe en el hombro del chico, el cual soltaba un suspiro resignado
-Ahg, bien... un año-Ofrecía derrotado, mirando a otro lado para ver luego a sus hermanitos
Los dos de los lados miraban al del medio, que asentía más satisfecho con eso, por lo cual los faltantes también asentían con la cabeza dispuestos a ayudar.
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Los trillizos son los mejores personajes, porque sin decir nada, son muy divertidos con pocas escenas xd y muy tiernos también ah.
En fin, bye♡
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