__________ estaba con una mirada perdida, había pasado ya una semana desde el fallecimiento de su ser tan amado, decidió quedarse ahí, apeaar de Kaoru no hubiese querido eso, sabía que aquí tenía un lugar en donde recibía comida, una cama en que dormir, sí se iba, su vida no sería muy diferente si regresaba a su aldea.

Ya iba una semana ahí, Uraume estaba a cargo de ________, lo cual eran ambos quienes cuidaban de Sukuna después del ataque.

________ estaba calentando agua en una pequeña fogata, salió de sus pensamientos al escuchar la voz de Uraume.

Apagó la fogata y llevó la hoya de agua caliente, se dirigió al cuarto de Sukuna y ahí afuera se encontraba Uraume, quien le abrió la puerta para que tuviera acceso a entrar.

Dejó la hoya en un pequeño mesón, luego tomó una toalla limpia y la remojó en el agua caliente, la exprimió ahí mismo para poder dejarla semihúmeda y empezó a pasar la toalla en las heridas de Sukuna, la toalla consumía la sangre infectada de la maldición, después de desinfectar todas sus heridas, procedió a vendar su cuerpo, sus brazos y su abdomen.

Uraume solamente se quedó mirándolo, sentía en __________ un vacío, un muy profundo vacío, le recordaba tanto a su persona, mucho antes de llegar a manos de Sukuna.

-Iré a conseguir la medicina para Sukuna-Sama -dijo Uraume yendo hacia la puerta- Tú, no salgas de aquí-

_________ solamente guardó silencio y movió su cabeza acatando su orden, Uraume se fue del cuarto, dejando a __________ con Sukuna.

_________ quedó solo en la habitación, contempló a Sukuna, estaba idefenso, desarmado, era su oportunidad, podía terminar con él, podía desahogar todo su sufrimiento terminando con la vida de la maldición que lo hizo pasar por tantas cosas por tanto tiempo, pero sus manos temblaban, no sería capaz.

Sukuna era el Rey de las Maldiciones, un ser divino y poderoso, matando a una aldea en un abrir y cerrar de ojos, un corazón despiadado, asesinando y arrebatandoles la vida a tantos seres sin razón, sin piedad alguna.

Mientras que _______, era tan solo un niño humano, que ha pesar de como ha sido tratado, su hermana le enseñó que valore su vida, que respete la vida de cualquier ser vivo, y así hacía él, en toda su vida no ha matado ni siquiera un insecto, nunca le deseó el mal a alguien, nisiquiera a sus padres, sabiendo los traumas que desarrolló ante ellos, su corazón era tan puro y noble, era un ser lleno de luz.

Simplemente no podía acabar con la vida de alguien, así aunque se tratase de Sukuna, él no podía hacerlo.

Solamente se dedicaba a verlo, sus heridas a causa de la revolución de los chamanes, no pareciera que casi le costó su vida enfrentarse a ellos.

Su sueño empezó a invadirlo, recostó su cabeza encima de sus brazos y quedó lentamente dormido.

Sukuna empezó a abrir sus ojos lentamente, con algo de pesadez sintiendo un dolor en su cuerpo al tratar de levantarse. Vio el estado en el que estaba y tenía su abdomen y sus brazos vendados, ahí recordó lo que pasó, había un infiltrado en su reino, un chamán que estaba utilizando a su Sacrificio para huir de él, giró su cabeza y ahí se encontró con ________, estaba durmiendo en la mesa alado de su cama, su cabello tapaban su rostro, estiró un poco una de sus manos hacia él, moviendo su cabello con delicadeza dejando ver su bello rostro, sus mejillas rosadas, sus pestañas largas, su respiración era tranquila y relajada, dormía tranquilamente.

-Sukuna-Sama -escuchó la voz de Uraume y vio como había llegado recientemente- Los humanos han sido exterminados, ya no pertubarán más su reino-

-... -Sukuna asintió en silencio-

Pasaron un par de días y el proceso de curación de Sukuna avanzó rápidamente, los cuidados de _______ y las medicinas de Uraume hicieron que termine de curarse, todo volvió como antes, con la mínima diferencia que ahora Sukuna permitió que ________ tenga acceso a poder salir de su habitación, siempre y cuando haya alguien en el castillo.

En este momento _________ estaba paseando por el reino, podía observar el infierno desde dentro del castillo, no era muy diferente a su aldea, había corrupción, guerras muy seguidas, peleas por territorios, homicidios por romper "las leyes".

Sin duda ha estado viviendo un infierno mucho antes de llegar a manos de Sukuna.

-Hermana... -susurró mientras tomaba su collar-

-Has estado sosteniendo esa piedra todo este tiempo -escuchó la voz de Uraume- Es acaso un amuleto maldito?-

-... -________ no dijo nada y simplemente negó con su cabeza- No... -contestó- Mi hermana me lo regaló cuando era niño... decía que esta piedra representaba el coraje... y el amor...-

-El coraje y el amor, eh?... -susurró Uraume- Coraje es lo único que tienes, para ser un mocoso humano, al atreverte a negar una orden de Sukuna-Sama, al atreverte a ocultar a un chamán en tu cuarto, al atreverte a estar aquí después de lo que causaste... -murmuró mientras observaba a ___________ empezando a intimidarlo- Sin embargo... amor?... Ja... -bufó y cruzó sus brazos- Es un absurdo juego humano, te trae engaños, mentiras, solo te trae más problemas de los que ya tienes -

-Pero... su admiración y lealtad por Sukuna-Sama... no es algo similar? Usted... cómo cayó en las manos de Sukuna-Sama? -preguntó _________ mirando a Uraume-

-Hmm... -volteó su mirada mirando hacia el vacío- Fue hace años... -empezó a relatar mientras cerraba sus ojos- tal vez siglos... Yo... antes de llegar aquí... mi vida no era muy diferente a la tuya... ganaba el desprecio de mi clan, era una sola boca más que alimentar, nadie podía ver mi esfuerzo, mi potencial, lo que yo daba tanto por mi clan, pero... -alzó su cabeza mientras abría sus ojos lentamente notando como un pequeño brillo intenso iluminaba sus ojos-  Sukuna-Sama... lo conocí a él, Me ofreció una vida completamente diferente, aprendí tanto a su lado, una energía completamente diferente... Sukuna-Sama era un ser divino que llegó a mi vida, mi alma y mi lealtad le pertenece a él...-

_________ miraba a Uraume algo asombrado, la misma anhelación que Uraume sentía por Sukuna, era el mismo amor que ________ sentía por Kaoru.

Estos dos seres no eran muy diferentes como creían.