||Capítulo #07|| - ¡Virgen Santísima! Hijos de Ares y Afrodita

JOHANSI

Un nuevo día comienza, cuando la alarma suena.

Anoche cuando mi papá le cerró la puerta en la cara a Holden, literalmente hablando, me molesté con él y subí a mi habitación a descansar.

Me quité el edredón con pesadez para apagar mi despertador, después de ello me estiré y entré a mi baño personal a darme un ducha, en cuanto terminé de ducharme salí con la toalla cubriendo mi cuerpo hasta los muslos y abrí mi armario para sacar algo que ponerme el día de hoy.

Al final de todo, decidí ponerme un vestido negro de tiras y un polo top blanco con estampado musical encima del vestido con botines de taco y cierre de color negro.

Ya lista, bajé al comedor, me sorprendió el hecho que todos estaban desayunando, JUNTOS, acaso lloverá dinero el día de hoy o que.

- Buen día. - Saludé a todos para tomar asiento lejos de mi padre.

- Johansi.... - Ya sabía que diría mi padre, así que me adelanté en tomar la palabra.

- Papá, no tenías porque haberle cerrado la puerta en la cara. - Mi papá suspiro con pesadez negando levemente con la cabeza.

- JoJo, mi papá solo quiero lo mejor para ti. - Habló April. Pero sí, JoJo era el sobrenombre que April tenía para mí.

- Y lo mejor para Amber es un maleante fumón, con tatuajes y piercing. - Hice mención del chico con el que Amber estaba saliendo.

- Es por negocios. - Explicó mi papá.

- Por negocios. - Refunfuñe. - Es decir que por negocios eres capaz de casarnos con un matón.

- ¡Johansi! - Exclamó April.

- Es la verdad. - Alcé los hombros restándole importancia. - Saben qué, se me quitó el hambre, me voy. - Tomé mi bolso del sofá y me dirigí hacía la puerta tomando el pomo para abrirla hasta que sentí la mano de April sobre mi hombro.

- ¿Te puedo acompañar a la escuela? - Me miró con calidez y una pequeña sonrisa.

- Tengo mucho que contarte, quizás hoy lo veas. - Ella asintió alegre, y así ambas salimos de casa caminando con rumbo a la escuela.

Los minutos pasaron y ambas estábamos en silencio, no sabía por dónde comenzar el tema de conversación con respecto a Holden, sino hasta que ella rompió el hielo.

- Fue él verdad.

- ¿Qué?

- Al chico al que mi papá le cerró la puerta en la cara, ¿Es el chico que te gusta verdad?

- Estarías dispuesta a acompañarme a Brixton. - La miré suplicante mientras la cálida mirada que tenía April se convirtió en una de miedo.

- ¡¿Estás loca verdad?!

- Solo dime no y ya, no es necesario que me llames loca.

- JoJo, Brixton es. - Hizo una pausa. - Peligroso.

- Lo sé, pero él trabaja y vive allá. - Hice un puchero.

- Bien, con tal de conocer a mi cuñadito. - Sentenció April, ya nos íbamos a despedir, porque ya estábamos en la entrada de la escuela, sino hasta que escuché una voz familiar hablar detrás de nosotras.

- ¿A quién se refieren por cuñadito? - Oh no, esa es la voz de Charlotte. - ¿Te refieres a Jhonatan? Pues déjame decirte que ambos hacen muy linda pareja.

- ¡¿Qué?! - Exclamó alarmado Jhonatan apareciendo de repente - Esa loca y yo, no coincidimos ni siquiera en qué comeremos para el almuerzo.

- A quién llamas loca tarado. - Habló April defendiéndome, golpeando a Jhonatan en el brazo derecho.

- Auch, sabes, yo también te extrañaba April.

- Saben, mejor hay que entrar, aunque, Jhonatan, estás seguro de entrar a la escuela. - Le recordé con temor a Jhonatan por lo sucedido anoche con Holden y el hecho que él quería matarlo a golpes.

- ¿Qué clases toca hoy? - Alcé los hombros en señal de ignorancia, la primera semana de escuela era toda una caja de pandora, nunca sabemos que nos tienen preparado. - Maldición, no hay de otra. -  Masculló.

- Ruega porque él aún no haya llegado. Adiós April.

- Te vengo a buscar a la salida.

- ¿A mi también verdad hermana? - Preguntó Amber apareciendo repentinamente.

- No, para que, a ti te trae y lleva la limusina de papá. - Le habló con desagrado April a Amber.

Ella hizo un puchero con sus brazos cruzados para luego entrar de mala gana a la escuela.

- Bueno, adiós April, nos estamos viendo a la salida hermana. - Me despedí de ella con un beso en la mejilla y luego entré a la escuela.

Apenas íbamos entrando a la escuela cuando llegó Belén corriendo a toda velocidad hacía nosotros.

- Johansi, Charlotte, vengan rápido, hoy llegó un chico súper guapo a la escuela. - Exclamó emocionada mordiéndose el labio inferior.

- ¿Un chico nuevo? - Preguntamos ambas al unísono.

- Pareciera que sí, pero se llegó y empezó a hablar con los nerd's de Justin y Adam, milagro no se encuentra su estúpido líder Holden con ellos. - Gruñó mientras hacía mención de eso. - Vamos, corran.

Y así ella nos llevó a jalones hasta el salón de clases, efectivamente, un chico súper guapo había llegado a la escuela, pero no era nuevo, era el mismísimo Holden Rooney, quien llevaba puesto unos jeans azul marino pitillo con un polo blanco por debajo y una camisa manga larga de cuadros blanco y negro y capucha del mismo color.

- Sí que está bueno, ¿No lo crees Johansi? - Me codeó Charlotte para que mirara.

- Oigan, se olvidaron de mí en los pasillos. - Anunció Jhonatan detrás de nosotras.

Holden al notar la presencia de Jhonatan en el salón de clases, frunció el ceño y se empezó a dirigir hacía nosotros.

- Viene hacía acá. - Exclamó Belén con emoción dando brincos sin notar que Holden estaba molesto.

Cuando Holden llegó, cogió a Jhonatan por el cuello de su camisa. 

Princeso.

- Tú, contigo necesito ajustar cuentas estúpido.

- Oye, lindo, deja a mi amigo en paz. - Hizo Belén un puchero.

- ¡Ja! ¿Lindo? Lindo quedará tu amigo después de la paliza que le voy a dar.

- Johansi, haz algo. - Exclamó Belén con temor.

- Se lo merece, nadie le manda hacer cosas estúpidas.

- JoJo, por favor, no dejes que Holden me golpee.

- ¡¿Holden?! -  Exclamaron curiosas Belén y Charlotte al unísono.

- ¿Holden Rooney? - Preguntó Charlotte con asombro.

- No, soy un holograma. - Respondió Holden con ironía. -  Obvio que sí soy Holden Rooney.

- ¡Jóvenes! - Sin darnos cuenta, la campana ya había sonado, y una voz madura y autoritaria resonó en el salón de clases. - Si quieren pelear, puedo llevarlos al gimnasio de la escuela y ahí pelean.

Holden soltó de golpe a Jhonatan y se fue y tomó asiento.

- Bien, entonces, vayan a sus casilleros y vayan por su ropa de deporte, soy el profesor Christian Griffin y conmigo llevarán a cabo el curso de deportes.

A decir verdad, el profesor era joven, y atractivo.

- Profesor, como no sabíamos qué clase nos tocaría el día de hoy.... - Fui interrumpida por Holden.

- No es problema nuestro que no hayan traído su ropa de deportes, eso se trae desde el primer día.

- Y tú que hablas, el año anterior no hiciste Gimnasia en todo el año. - Refuté.

- Y ni aun así sacaste provecho de ello. - Alzó los hombros restándole importancia con los brazos cruzados.

- Llamen rápido, tienen 15 minutos más, los que tienen ropa de deporte, vayan a cambiarse de una vez. - Habló el entrenador saliendo del salón de clases.

Holden, sus amigos y demás compañeros salieron del salón de clases y solo quedamos Charlotte, Belén y yo, incluso Adrián, Jhonatan y Charles habían llevado su prendas de deporte.

- No creí que Holden fuera tan - Habló Charlotte haciendo una pausa.

- ¿Odioso? - Complete, la que creo será su frase. - Pues sí, es bastante odioso.

- Sí, bueno, también eso, pero, no creí que Holden fuera. - Hizo una pausa nuevamente. - Tan guapo. - Suspiró ella mordiéndose el labio inferior con deseo.

- ¿Holden te parece guapo Charlotte? - Le pregunto un poco molesta.

- Obvio, su rostro y su cuerpo parecen tallados por los mismísimos ángeles. - Belén asintió emocionada.

- ¿Incluso con el corte que tiene en su mejilla derecha? -  Ey, no crean que nunca me di cuenta de eso, solo no decidí comentarlo, pero sí, desde que lo vi por primera vez el lunes, le vi ese corte y algunos morados en sus brazos, hoy día no volví a ver esos morados, quizás ya sanaron.

- Sí, lo hace ver como un fuckboy, ya saben, de esos que hay en los libros de romance de Wattpad. - Respondió Belén por Charlotte, asintiendo todo lo que Belén afirmaba.

- Saben que, hay que dejar de lado ese tema y hay que llamar para que traigan nuestra ropa de deportes. - Comenté para cerrar la charla.

Tan pronto como pasaron los quince minutos, todos estábamos en el gimnasio de la escuela, si me preguntan quien fue mi salvadora, pues fue April, la llamé y le pedí mi ropa de deportes y me lo trajo casi de inmediato.

Llevaba puesto un short de nylon color negro y un polo de licra gris, mi cabello estaba atado en una cola de caballo.

La clase transcurría con normalidad, por no decir que Belén, Charlotte y yo veíamos como Holden realizaba los ejercicios propuestos por el entrenador, su camiseta toda sudada y pegada al cuerpo, a decir verdad la camiseta pegada al cuerpo hacía relucir su marcado abdomen.

Ugh, maldición, tiene 16 años, no 20. Es decir, tiene el cuerpo de un chico de 20, no aparenta ser uno de 16, Dios, bendita sea la cama en la que fue engendrado.

Los muchachos estaban haciendo abdominales y nosotras estábamos trotando alrededor de la cancha de fútbol, al aire libre, al principio pensamos que nos quedaríamos en el gimnasio, pero no fue así, el gimnasio solo fue para presentarnos.

- Hey, señoritas. - Ahora que me había percatado, Belén, Charlotte y yo habíamos detenido nuestro paso, estuvimos anonadadas viendo a Holden y sus abdominales, por no decir que Belén estaba babeando en sí por Justin. - Sigan su camino.

- Ah, sí, claro entrenador, lo sentimos. - Realmente no.

Creo que Holden se percató de ello y soltó una risa juguetona ladeando la cabeza mientras seguía realizando los abdominales.

Cuando la clase de deportes había acabado, el que menos de los varones se habían ido a las duchas, pero Holden, Adam y Justin seguían charlando amenamente en las gradas del estadio de la cancha de fútbol de la escuela. Pasó un rato hasta que la mayoría de muchachos que habían ingresado a las duchas habían salido y fueron ellos tres quienes ingresaron.

- Oigan, si gustan para la siguiente clase les traigo dos baberos a cada una. - Habló Jhonatan riéndose. - Toda la clase se dio cuenta que ustedes tres andaban babeando por Holden y Justin.

- Charlotte y yo mirábamos a Holden, Belén miraba a Justin. - Señalé con mi pulgar a Belén.

- Belén. - Jhonatan llama la atención de Belén quien la veía distraída. - Creo que anda en las nubes, aunque no entiendo porque babea por él ahora si lo ha visto toda la secundaria.

- No lo sé, quizás este año sea diferente. - Comentó alzando los hombros.

- Hey Jhon, Holden está detrás tuyo. - Al escuchar su nombre, Jhonatan dio un pequeño brinco por el susto y volteo a confirmar si lo que había dicho fuese cierto.

- Hija de. - Me lanzaba una mirada asesina, lo siento, pero ver como le tiene miedo a Holden, causa gracia.

Charlotte, Belén y yo reíamos por la reacción de Jhonatan.

- Cierto, porque le tienes miedo a Holden. - Comentó Charlotte.

- Le digo, o no. - Le lanzó una mirada suspicaz y pícara a mi mejor amigo.

- Solo diré que hice algo muy malo y que me quiere matar y dejar abandonado en lo más profundo del bosque. - Tragó grueso después de haber dicho todo eso.

- Brown. - La voz del entrenador hizo acto de presencia haciendo que todos los presentes nos sobresaltemos del susto.

- Si entrenador. - Volteé a paso firme para no mostrar temor, porque el entrenador pese a ser joven, es muy estricto.

- Podrías ir a los vestidores de varones y pedirles a Rooney, Becker y Evans que antes de irse pasen por mi oficina.

- Claro entrenador, ahora voy. -  Y así fui corriendo en dirección a los vestidores de varones de la escuela, dejando ahí solos con el entrenador a Jhonatan, Belén y Charlotte.

Creo que solo han pasado 10 minutos desde que se fueron, así que no creo que aún se estén bañando.

Cuando llego a los vestidores han pasado ya 30 minutos, logro escuchar detrás de la puerta la voz de Holden, tal parece que aún no se ha bañado o quizás sí y ya se cambió y está esperando a sus amigos.

Oh, al menos eso pienso yo. Así que me dispongo a entrar.

- ¡Virgen santísima!  - Grité llamando la atención de Holden, quien estaba desnudo y al notar mi presencia se cubrió rápidamente.

- ¿De quién fue ese grito Holden? - Reconocí la voz de Justin.

~ Demonios, deja de voltear Johansi ~ Me reprende mi subconsciente.

- ¡Virgen Santísima! Hijos de Ares y Afrodita. - Si antes no analicé bien a Holden, pues ahora es nunca.

- VOLTÉATE CEREBRO DE NUEZ - Gritó Holden exaltado mientras hacía el intento de cambiarse. Cosa que no logró, porque actuaba torpemente.

Justin estaba estupefacto cubriendo sus partes íntimas.

- Oye. - Tartamudea. - ¿Podrías voltearte? - Pregunta Justin de la manera más inocente con las mejillas sonrojadas.

- Claro, no hay problema, igual ya tomé fotografía mental de sus cuerpos. - Hablé sin pena ni vergüenza.

- ¡PERVERTIDA!  - Grita Holden. - Lárgate de los vestidores. - Me exigió.

Tratando aún de colocarse lo que le restaba de ropa se escucharon los gritos desde la ducha de Adam.

- Oigan, que pasa allá afuera, no logro escuchar bien, el agua no me lo permite. - Habla Adam en un tono audible para los muchachos.

- Shhh. - Coloco mi dedo índice sobre los labios entreabiertos de Holden, este se mostró nervioso, pues su torso estaba desnudo, solo traía puesto un jean de color azul marino y sus zapatillas blancas puestas.

- No, no, no, ¡NO PASA NADA ADAM! - Tartamudeo al principio, hasta que encontró el valor y la oración correcta para el momento.

- Oye, como que nada. - Decía Justin codeando a Holden en forma de reclamo ya vestido con un jean beige clásico, una camisa blanca manga larga  con los primeros botones de la misma abierta y zapatos de vestir marrón.

A decir verdad, Justin sin lentes y vestido de esa manera, se veía sumamente atractivo.

- Bueno. - Volvió a tartamudear. - ¿Qué es lo que quieres? - Esta vez el tono de su voz fue firme, dicho esto empezó a colocarse su polo blanco enterizo.

- Bueno, el entrenador quiere verlos. - Mencioné esto acomodando mi cabello como toda una diva.

- Bien, si eso es todo, ya vete Johansi. - ¿Justin? Actuando de una manera gélida e indiferente, es novedad, quien suele actuar de esa manera es Holden.

Pero veo que él está en otro mundo.

- Sí, me voy. - Y salí de los vestidores de varones cerrando la puerta detrás mío.

Habiendo cerrado la puerta en su totalidad, expulse todo el aire retenido de la vergüenza retenido en mis pulmones y mi sucio subconsciente.

Tendré que confesarme con el padre este fin de semana antes de misa.

~ Pecadora ~ Me recrimina mi subconsciente

~ Puerca ~ Ya basta.

~ Fornicadora ~ Oye, te dije que basta

HOLDEN

- Tierra llamando a Holden. - Decía Justin ladeando su mano frente a mí.

- Oye, ¿Qué le pasa? - Le preguntó Adam a Justin desconcertado al haber salido de la ducha.

- El Windows se le está reiniciando, espera lo vuelvo en si. - Terminó por decir Justin para darme un manotazo en la frente.

- Oye, eso dolió tonto. - Dije frotando mi frente por el dolor ocasionado por el manotazo.

- Lo siento, pero tu Windows tal parece que se te había lajeado. - Comentó Justin. - Y creo saber la razón. - Me fulminó con la mirada.

- Sí claro, Don Búho sabiondo. - Volteó los ojos en desagrado.

Justin empezó a hacer poses de diva ridícula con su cabello, no se que pretendía.

- Ahora me miras raro, pero cuando Johansi lo hizo tu Windows se lajeó y pusiste cara de estúpido.

Ya veo, eso era, alto, no me quede con cara de estúpido, a ella también la miré con cara de "Ridícula"

- No es cierto. - Niego.

- Oye, cuando salí de la ducha te vi con la cara de menso. - Comentó Adam.

- ¡Ves! - Dijo Justin algo amargado. - Mira Holden, ella no te conviene, quizás tú estés interesado en ella, pero ella no de ti , y si está interesada en ti, pues será un interés sexual y nada más.

- Tú que sabes. - Dije con amargura. - Quizás ella cambie.

- ¿Por ti? - Preguntó incrédulo. - Mira Holden, leer muchas novelas de romance juvenil te a atrofiado el cerebro, ella no cambiaría ni así reúnas las 7 esferas del dragón y le pidas ese deseo.

Adam miró a Justin desconcertado e incrédulo.

- Vaya, no creí que usaras metáforas de Dragon Ball. - Sonreí sarcásticamente.

- Holden, escúchame. - Continuo ahora sujetándome de los hombros. - Tú no eres el tipo de chico por el que ella cambiaría, ni en mil años. - Sonrió sarcástico. - Eres insoportable, odioso, testarudo, inteligente, indiferente, egocéntrico, egoísta, ególatra, con un temperamento de mierda y una actitud pedante por momentos y orgulloso.

No soy así, o sí.

- Sí claro, crees saber todo de mí, pues déjame decirte que te equivocas Justin. - Me solté de su agarre y lo confronté.

- Quizás no sepa todo de ti, pero sí tus defectos. - Frunció el ceño para luego empujarme contra los casilleros que habían.

- ¿Quieres pelear acaso? - Le pregunté retándolo.

- Un gusto. - Respondió seguro de sí mismo.

- Oigan, oigan, no van a pelear por tonterías como esta sí, mejor ya vámonos, que mientras ustedes discutían, yo me cambiaba. - Habló Adam poniéndole fin a nuestra discusión.

Tomé mis cosas dispuesto a salir de los vestidores, pero me detuve un momento al recordar la razón por la que Johansi estuvo aquí.

- El entrenador nos mandó a llamar. - Dije estando aun de espaldas a ellos.

Y así me dispuse a salir de los vestidores dejándolos solos a ellos dos.

JOHANSI

Las clases tuvieron una normal continuidad, al menos para mí, ya que parecía que Justin y Holden estaban molestos y no se hablaban.

Tal y como le dije, April vino por mí a la salida de la escuela, pero en mi camino se cruzó Amber, quien me siguió hasta que llegué a April.

- Ahora sí, shu. - Le hice ademán a Amber para que se fuera.

- Ni loca, quiero saber que se traen entre manos. - Dijo con molestia.

- Amber, esto no es de tu incumbencia, entrometida. - Replicó April.

- Ay vamos, por favor. - Suplicó.

- No, eres capaz de decirle todo a papá. - Refutó April con el ceño fruncido.

- Prometo no decírselo. -  Hizo un mohín con sus labios.

- Papá es capaz de comprarte lo que se te venga en gana con de ir con el chisme. - Repliqué

- Mentiré. - Dijo cruzada de brazos.

April y yo nos miramos en son de: "¿Le creemos?"

- Bien, pero, ve inventando una mentira creíble. - Acto seguido chasqueé los dedos. - Vamos.

- Nos vemos luego, cerebro de nuez. - Esa voz, ese apodo, lo reconocería en cualquier parte. Holden.

Volteé y efectivamente era él, Holden apenas iba saliendo de la escuela a paso rápido y me dirigió una mirada amigable.

¿Estoy soñando? Holden mirándome amigablemente, ni en mil años.

Amber y April quedaron embobadas al verlo. En efecto, supongo que así me vi yo el lunes por la noche cuando le quité la gorra a Holden.

Al llegar a la cafetería, nos sentamos en la mesa en la que estos dos últimos días suelo ocupar.

Al percatarse de mi presencia, Holden se acercó sonriente a nosotras.

- ¿Qué desean el día de hoy señoritas? - Dijo amable con una sonrisa.

- Lo mismo de siempre. - Hice un signo de paz con mis dedos mientras sonreía.

- Queremos lo mismo que ella. - Dijo April coqueta.

Ella había elegido sentarse a mi lado, así que la codeé fuerte.

- Auch, eso duele JoJo. - Dijo sobándose el brazo.

Holden solo nos miró divertido.

- ¿Cuántos años tienes lindo? - Preguntó April con una sonrisa coqueta con su rostro entre sus manos. Pedófila.

- ¿Cuántos crees tú? - Vaya estrategia, contestar una pregunta con otra.

- Tan solo un año menor que yo. - Respondió April sin quitar su sonrisa coqueta.

- ¿18? - Preguntó incrédulo, April solo asintió. - No soy repitente. - Negó divertido, April cambió su expresión de coqueta a una de incredulidad y confusión.

- ¿Entonces? - Preguntó enarcando una ceja.

- 16. - April abrió sus ojos como platos por la sorpresa.

Hey, no es culpa mía que lo hayan engendrado así.

- Bueno, ¿A qué hora sales de trabajar? - Preguntó April.

- Esta semana estaré saliendo a la media noche. - Respondió Holden relajado.

- El lunes te parece si salimos. - Comentó April con un gesto coqueto.

Creo que alguien no quiere acabar con vida.

- ¿Qué tal mi número si le pides a...?  - Dudó Holden un momento señalándome con la mirada.

- Mi hermana, Johansi, es mi hermana menor. - Holden nos miró con asombro.

- Ella también. - Dijo señalando ahora a Amber.

- Sí, ellas dos son mis hermanas menores. - Dijo señalándonos a ambas.

- Oye, Holden. - Hablé llamando la atención del susodicho. - No creo que deberías estar coqueteando con la clientela en horas de trabajo.

- No tiene nada de malo. JoJo. - Hijo de... - Digo, tú coqueteas con todos los chicos en la escuela descaradamente, por no decir que el año pasado una vez encontré un condón dentro de mi casillero.

April y Amber me miraron sorprendidas, y para aclarar las cosas, esa fue Charlotte.

- Esa fue Charlotte. - Dije con obviedad.

- De las peores bromas que me hiciste el año pasado, sin contar la bolsa de basura que en lugar de caerme a mí, le cayó al maestro de biología. - Uff, como olvidar eso, pero al final del día, ese viejo regordete se lo merecía.

- Ese viejo regordete se lo merecía al fin y al cabo. - Holden asintió divertido.

- Bueno, creo que Johansi no va a darte mi número, así que. - De uno de los bolsillos de su delantal, Holden sacó una pequeña libreta, esa es la libreta de los pedidos, escribió en ella y en cuanto acabó, se la entregó a April. - Lo mismo de ayer ¿Verdad Johansi?

- Para las tres. - Respondí haciendo un signo de paz.

- Bien, me retiro. - Se fue no sin antes guiñarle el ojo a April.

~ Pinche coqueto ~ Habló mi subconsciente.

- Oye, April, ¿Qué fue eso? - Le pregunté recriminando.

- ¿Qué fue qué? - Preguntó inocente.

- Es él. - Solo le dije eso y bastó para que entendiera a qué me refería.

- ¿En serio? No puedo creer que mi papá le cerró la puerta en la cara a ese chico. - Hizo una mueca de disgusto al mencionar lo que hizo papá anoche con Holden.

- Él es el chico que te gusta hermana, pero si es muy guapo. - Se pronunció finalmente Amber después de estar largo rato en silencio.

Las tres escuchamos como el teléfono de Amber empezó a sonar, era mi papá, las tres nos estábamos mirando entre sí.

- Amber, contesta y si te pregunta dónde estamos, pues dile que nos fuimos a comer helado las tres y si no te cree, pues dile que ya nos reconciliamos y ya. - Recomendó rápidamente April.

- A ver, pero primero hija, relájate, papá no te creerá nada si estás nerviosa. - Dije con calma para que Amber me prestara atención y no alterarla más de lo que ya estaba.

Amber contestó el teléfono y ella aun no estaba tranquila.

- Ponlo en altavoz. - Susurré y así lo hizo, porque de pronto las tres estábamos escuchando la voz de mi papá.

- Hola, Amber. - Escuchamos decir a papá.

- Aló papi. - Dijo lo más relajada posible.

- Se podría saber dónde estás, la limusina fue por ti a la escuela y no la regresaste, me gustaría saber la razón.

- Pues, decidimos hacer las paces.

- ¿Quiénes? - Preguntó

- JoJo, April y yo.

- ¿Dónde están?

- Tomando helado.

- ¿En?

- Ay pa', no pregunte mucho, solo estamos tomando helado y ya. - Gracias hermana, estás haciendo una actuación, ES-PEC-TA-CU-LAR.

- Bueno, iba a llamarlas a tus hermanas después de hablar contigo, pero dado a que las tres están juntas, diríjanse a la cafetería que se ubica en Brixton llamada "Jhon's". - Mierda, es esta cafetería.

Las tres nos miramos entre sí, nerviosas, papá se dirigía a Brixton, a esta misma cafetería.

- Vale pa' - No te pongas nerviosa, no ahora. - No hay problema, ahí estaremos, incluso antes que tú.

~ Tonta ~

- Bien, estaré acompañado de Jhonatan y sus padres, ahí las veremos. - Habló mi papá para instantáneamente cortar la llamada.

[JoJo, iremos con mis padres y el tuyo a la cafetería en la que trabaja Holden😒]

[Lo sé amigo, mi papá nos acaba de llamar]

[¡¿NOS?!]

[Sí, estoy con April y Amber]

[Fascinante, tendré que soportar a la bruja de Amber desde el principio😒]

[Imagínate el tormento que paso yo, que la soporto desde el día que nací😒]

[Jajajaja. Nos estamos viendo. Cerebro de nuez.]

[Creo que le diré a Holden que vendrás🙂😏🤔]

[No lo hagas, por lo que más quieras🥺]

[Bueno, entonces, deja de joder la paciencia que no tengo🙃]

[Vale. Bye, nos estamos viendo]

- ¿Con quién mensajeas JoJo? - Pregunta curiosa Amber.

- Con Jhon, no quiere verte.

- Menudo idiota. - Chasquea Amber con la lengua.

- Aquí están sus pedidos, señoritas. - Noté como Holden dijo eso con coquetería, levanté la mirada de mi teléfono y en efecto, estaba coqueteando con April.

La sangre me empezó a hervir por los celos, lo siento, pero él me gusta, se lo dije.

Moraleja: Nunca lleven a sus hermanas a conocer al chico que les gusta, más si es guapo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top