- Adiós Rooney. - Ladeando su mano en el aire, de esta manera fue que se despidió uno de mis compañeros con los que trabajo en la cafetería, Aidon Miller, un chico adinerado de 16 años, que quiere aprender a trabajar y sentir que ganar tu propio dinero a base de esfuerzo, él no es el típico chico arrogante y superficial, simplemente quiere entender la realidad. Y aunque estudia en un colegio privado, sus padres lo obligaron, porque pese a que le permitieron trabajar, no le iban a permitir estudiar en una escuela pública, pero ya que, simplemente se resigna.
- Adiós Aidon, que tengas buena noche. - Le devuelvo el saludo a Aidon, pero se preguntarán, quien soy, pues, tendrán que esperar a mañana, mi primer día de clases, 4 año de secundaria o bachillerato, no se que será, pero tengo el presentimiento que este año no será como el anterior. O quizás llegando a lista casa conozcan un poco más de mi.
- Nos vamos ya, Holden. - O quizás ahora. Verán, el que acaba de hablar es uno de mis mejores amigos, Justin Evans, él tiene mi edad, 16 años, viene de una familia se podría decir con los recursos necesarios para sacar adelante a su hijo, pero debido a problemas de salud de su padre trabaja, eso lo sabía, fui yo quien lo ayudó a conseguir trabajo en la cafetería, valga la redundancia, en la cafetería en la que yo trabajo, ambos estudiamos en la misma escuela, obviamente en la misma aula, a decir verdad, nunca he sido sociable, pero él me trajo una buena vibra al atreverse a saludarme en primer grado de secundaria, ya llevábamos 6 meses en la escuela y los dos éramos por así decirlo, "Los Nerds" ó "Los Raritos" del salón, él lo consideraban porque usaba lentes y era inteligente, a mi "El nerd rarito", así es, el mío es una combinación de ambos, la razón, pues desde primer año de secundaria llevaba una capucha puesta a la escuela, la razón, pues, mi padre me maltrataba y en ocasiones el rostro me quedaba marcado, por lo que ocultaba mi rostro.
La verdad pensé que estaría solo toda la secundaria, lo pensaba porque en la primaria sólo tuve un amigo y eso que me costó hacerme amigo de aquel niño, el jardín de niños era otra cuestión, no tenía amigos, ya sé, dirán que es imposible, pero créanme, porque con un padre como el mío, que obliga a trabajar a un menor de edad a trabajar para mantenerlo, lo sé, suena repugnante, pero es mi realidad.
Al año siguiente Adam se sumó a nuestro pequeño grupo de dos de "Los Nerd's Raritos", pero ahora seriamos tres, nos considerábamos los tres mosqueteros con toda y la frase de "Todos para uno, y uno para todos", estamos a un año de acabar el bachillerato, nuestros planes son muy sencillos, terminar el bachillerato dentro del Top 10 de todo el bachillerato, ingresar a Oxford juntos a Ingeniería Mecánica y después, que sea lo que la vida quiera.
Seré honesto, nuestros padres piensan que nos quedaremos solteros, de mi lo creo, pero de Adam y Justin, no, sonará gay, pero ambos son muy atractivos a mi parecer, solo una arregladita, un cambio de look y traen a todas las chicas a sus pies, al menos es lo que siempre les digo, pero ellos también me dicen que si no usará esa capucha y no tuviese esas marcas en mi rostro sería atractivo, de hecho me dicen "Eres atractivo, lo que te jode son las marcas hechas por tu padre, digo, Adam y yo te tenemos envidia bro, tienes ojos pardos, nariz perfilada, piel blanca y cabello castaño y para un chico de nuestra edad, tu cuerpo no lo parece, parecieras de 17, no de 16", pero digo, no es mucha la diferencia o sí, digo, las personas no cambian radicalmente de un año para el siguiente, o ¿Sí? No lo sé, solo tengo un pequeño presentimiento acerca de lo que pasará este año y que cambiará radicalmente mi perspectiva de ver las cosas y el mundo de mierda en el que vivo.
- ¡HOLDEN ROONEY!. - Reacciono rápidamente cuando Adam empezó a gritar mi nombre. - ¿Qué demonios te pasa Holden? Acaso ya te estás introduciendo al mundo de las drogas. - Preguntó Adam.
- ¡¿ACASO ESTÁS LOCO ADAM?!. - Grito alterado por lo que dijo Adam, solo veo como Justin hace subir sus lentes con su dedo índice. - Tú sabes muy bien que no lo haría, si odio el alcohol, crees que me gustará la droga, el que anda drogándose eres tu mi amigo, acaso tus papas ya lo saben, sino Justin y yo te acompañamos a darles la noticia, solo si gustas. - Le digo con sorna al dirigirme a Adam.
- ¡¿QUÉ?! Saben muy bien que si me llego a drogar, no llegaré vivo a Oxford, así que ya dejen de andar diciendo cosas que no son. - Decía Adam con alteración y sonrojo, Justin y yo solo reíamos mientras rodamos los ojos.
- Ay Adam, quizás esa droga se llama amor, acaso no te das cuenta que está enamorado de Allison. - Ok, mis amigos han enloquecido, las hormonas de la adolescencia ya esta haciendo efecto en su cerebro, yo solo sujetaba el puente de mi nariz con mis dedos pulgar e índice y a la vez moviendo la cabeza en negación, de verdad creen que estoy enamorado de ella, como dije anteriormente, seré el señor de los gatos, de hecho la situación es al revés, Allison está enamorada de mí, pero yo solo la considero mi amiga, eso y nada más.
- Las hormonas de la adolescencia ya les esta afectando verdaderamente. - Les digo ya harto de lo que dicen.
- ¡Hey! Al menos yo no llevo rogándole a mi crush desde segundo de secundaria. - Dijo Adam con sorna señalando a Justin, sí, así es, Justin lleva rogándole a una chica desde segundo de secundaria.
- Cállate Adam Becker, tú no sabes de este bello sentimiento. - Dice Justin con ojos soñadores, a vale aclarar que esta conversación se me está haciendo divertida para el trayecto a nuestras casas, sí, los tres vivimos cerca, como si fuera casualidad del destino, los tres vivimos en la misma cuadra, que Justin vive a 5 puertas a la izquierda de mi casa y Adam 7 puertas a la derecha de mi casa, lo sé, pareciera como si yo quedara en el medio.
- Holden, por favor, empieza con su canción. - Dice Adam mostrándome la palma de su mano, si, teníamos canciones para todo tipo de momentos y para cada uno, seremos ingleses, pero también escuchamos bachatas, de esas que canta Romeo Santos, uff, son de las mejores.
- Bueno, a las órdenes compañero. - Hago un saludo militar con sorna para Adam. - No......... No es amoooor........ lo que tú sientes, se llama obsesióóón, una ilusión, de tu pensamiento, que te hace hacer cosas, así funciona el corazóoooon. Listo. - Digo lo último con euforia.
- Insisto Holden, deberías participar de un concurso de canto, apuesto a que ganarías. - Dijo Justin sonriendo. - Y ya sé, yo a veces pienso en desistir... - Justin no termina de hablar por nuestra interrupción.
- ¡YA ERA HORA!. - Gritamos eufóricos al unísono Adam y yo.
- Pero luego pienso en lo que tu me dijiste y se me pasa. - Dice con una sonrisa socarrona.
- Y según tú, qué fue lo que yo te dije Justin. - Hablo dirigiéndome obviamente a Justin mientras ruedo los ojos con molestia.
- Acaso ya lo olvidaste Holden, me dijiste que si cambiaba mi apariencia, luciría más atractivo y tendría a las chicas rendidas a mis pies, de hecho nos lo dijiste a Adam y a mi. - Este es el momento en el que me arrepiento de haberles dicho esto, de verdad, me arrepiento enormemente.
- Pues pareciera que a ti no te cambian, pero ni volviendo a nacer bro, eres bien feo Justin, si Holden nos dijo es para subirnos la autoestima que no tenemos. - Dijo Adam salvándome de mis propias palabras, después de lo que dijo solo me guiño el ojo y yo le devuelvo el guiño.
- De verdad que eres un aguafiestas Adam, y tú. - Dijo Justin señalándome. - Deberías dejar de mentir y jugar con la autoestima de los demás, acaso no te das cuenta que a cualquiera que tenga depresión lo matas por tus mentiras. - Dijo Justin haciendo un puchero estando cruzado de brazos.
- Muchachos. - Habló Adam. - Esta es mi parada. - Dijo señalando la puerta de su casa, ya les dije que prácticamente somos vecinos, pues sí, somos vecinos. - Adiós Muchachos. - Se despidió Adam sacudiendo su mano desde la puerta de su casa, nosotros les respondemos la despedida de la misma manera.
- Bueno Justin, ya sabes que te acompaño hasta tu casa y luego me regreso a la mía. - Solo le guiño el ojo y él tan solo asiente, ahora que lo pienso mejor, nuestros compañeros de aula ya no nos toman a los tres por raritos, SINO POR GAY'S y eso es ofensivo hasta para mí que seré el futuro señor de los gatos, sin darme cuenta suelto una pequeña risa.
- ¿De qué tanto te ríes Holden?. - Pregunta intrigado Justin
- Ahora que lo recuerdo, nuestros compañeros creen que somos gay's, los tres, de seguro por eso Belén no te para bola. - Y así me empiezo a reír fuerte, era tan audible mi risa que los vecinos empezaron a gritar que me callara, por otro lado, Justin solo se sonrojaba, demonios, de verdad estaba avergonzado de caminar conmigo por mi risa, pero no es culpa mía los estúpidos prejuicios que hacen nuestros compañeros.
- Sabes, ya llegamos a mi casa Holden, ya cállate antes de que mis padres te consideren más raro de lo que eres. - Dijo Justin ocultando su rostro, en definitiva, estaba avergonzado de caminar conmigo.
- Tus padres me aman Justin, soy como un hijo para ellos. Dije ya calmándome, pero en parte era cierto, yo para los padres de Justin era como su hijo, en cambio para los padres de Adam, como lo explico, ah, ya sé, Adam esta enamorado de mí.
- ¡JUSTIN! PERO QUÉ RISAS ERAN ESAS, ACASO NO VES QUE ATORMENTAS A LOS VECINOS. - Habló el padre de Justin esperándolo en la puerta.
- Pero papá, esa risa era de Holden, no era mía. - Me señaló Justin de manera acusadora, el padre de Justin me mira y enarca una ceja y yo obviamente tenía una cara de ángel.
- Yo a Holden lo veo normal. - Habló nuevamente el padre de Justin volviendo la mirada hacia su hijo.
- Te lo dije, tus padres me aman, no me consideran raro, a quien consideran raro, es a ti Justin. - Le digo a Justin en un susurro, él solo chasquea con la lengua.
- Bueno, me despido señor Evans, hasta otra ocasión. - Solo sacudo mi mano en el aire para despedirme de Justin y su padre. - Saludos a su esposa de mi parte. - Digo finalmente para finalmente ir a mi casa, la verdad que no quiero ir a mi casa, es un verdadero infierno.
Al llegar a mi casa, saco la llave que tenía en mi abrigo con capucha, siento nervios, se que llegué tarde, al menos para mi padre, que yo llegué a las 8:00 p.m es un delito que se debe pagar con cárcel, o en mi caso, con golpes.
Abro la puerta de mi casa y lo primero que escucho es gritar a mi padre, está saliendo de la cocina, yo solo cierro la puerta y me bajo la capucha y revuelvo mi cabello.
- EN DONDE ESTABAS ESCUINCLE, ACASO NO VES QUE ME MUERO DE HAMBRE, TÚ ME MALTRATAS. - Si claro, quien habla de maltrato, como diría, el burro hablando de orejas.
- Pues lo siento, tuve que quedarme un tiempo más en la cafetería por la cantidad de clientela que hubo el día de hoy. - Digo el principio de la frase de manera irónica, pues realmente no lo siento, de hecho me gustaría quedarme a vivir en la cafetería.
- PUES ENTONCES DEBES AVANZAR CON TU TRABAJO, SOLO ERES UN BUENO PARA NADA. - Sigue gritándome, acaso no se da cuenta que mis pobres tímpanos sufren, además, sabían que no hay reemplazo de témpanos, pues, toca cuidarlos.
- El bueno para nada aquí eres tú, mandas a trabajar a un menor de edad a trabajar para mantenerte, eso es muy humillante. - Es el peor error que pude haber cometido, al terminar de decir eso lo primero que siento es arder mi espalda y caigo de rodillas, estaba prácticamente de cuatro patas, no podía quejarme o gritar, sabía que nadie en mi vecindario haría nada, pues nadie se metería con un ex - militar o si.
Azote tras azote recibía mi pobre espalda, mis ojos se aguaron, quería llorar, no aguantaba el dolor, pero sabía que al más mínimo sollozo, me iría peor, ahora entienden porque quiero irme a estudiar a otra ciudad que no sea Londres.
Aquella noche no cené, solo a arreglar mis cosas para el día de mañana mis clases a primera hora, mientras lo hago suelto sollozos,solo deseo que este infierno acabe ya, si ustedes se preguntan el porque no lo denuncio, pues una razón, odio los orfanatos, entre mis parientes solo queda el hombre que dice ser mi padre, ¿Tuve una madre? Por supuesto que sí, pero ella murió en un accidente automovilístico del cual salí ileso, tenía dos años cuando sucedió aquel fatídico accidente. Tuve un hermano menor, dos años menor que yo, agradezco que lo haya dado en adopción, no quisiera que pasara por el mismo infierno que yo, es la idea más brillante que se le pudo ocurrir al cabeza hueca que dice ser mi padre.
Trato de dormir, pero no puedo, el dolor por los azotes de mi padre arden, y bastante, tanto que me dificulta encontrar una posición ideal para dormir. Solo espero que mañana sea un nuevo día, y un buen inicio de año en el bachillerato.
Bueeeeeeeeeeeno amigos, hasta aquí el primer capítulo de la historia de Holden, si, ya sé, aquí también están Justin, Adam y Aidon, personajes que ayudaran al desarrollo de la historia.
Sin más.........
Me despido.
Muaki. <3
Psdta: También estarán Madisson y Cassidy y el viejo verde, ahora si sabremos como le fue a Holden en su primera semana en la universidad ;)
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