{02}

- Llegaste al límite, Johnny- dijo su padrastro, regañandolo en medio de la sala
- Como sea, de seguro no te hubieras dado cuenta si no te hubiesen hablado del banco- le respondió Johnny, sin importarle nada
- Maldito mocoso, te doy suficiente dinero como para comprarte todo lo que quieras, y hace unas semanas el banco me llama para avisarme que te habías gastado más de la cuenta- le recordó lo que había hecho

Johnny sonrió un poco, recordando como su padrastro hablaba con el banco y lo enojado que estaba.
- Esta vez no te vas a salir con la tuya, te cortare todo tu dinero y te conseguiré un empleo. Así sabrás que el dinero no cae de los árboles, tienes que trabajar para conseguirlo- le dijo yéndose de la sala

El rubio sólo rodó los ojos, sentándose en el sofá, sabiendo de antemano que el idiota de su padrastro no haría algo como eso, solo lo estaba amenazando.

Y es por eso que se sorprendió cuando su padrastro lo llevó hasta una pista de patinaje sobre ruedas, donde ambos entraron y en la entrada su padrastro le dijo
- Aquí es donde trabajarás
Johnny abrió sus ojos con sorpresa.
- No puedes hacerme esto- le dijo enojado
- Pues ya lo hice, el dueño del lugar es amigo mío y te pudo dar trabajo aquí- le tomó su antebrazo con bastante fuerza- no lo arruines, o te juro que te enviaré a la escuela militar para que puedas aprender un poco de disciplina

Lo soltó bruscamente y salió del lugar.
Johnny se quedó en donde estaba por unos minutos, pensando que su padrastro se había tomado toda esa molestia para conseguirle un trabajo y si se iba de ahí, sí era capaz de enviarlo a la escuela militar.
- Hola- le llamo alguien detrás de él, Johnny se volteó y vio a un chico, unos dos años mayor que él- soy el gerente del lugar, tú debes ser Johnny Lawrence, ¿Cierto?
Él solo asintió.
- Bien, aquí está tu uniforme- le dijo dándole una camisa roja con el logo del lugar- vete a cambiar a los baños y cuando estés listo te explicaré sobre el lugar y lo que harás
No le dio tiempo de preguntar nada, pues el chico se fue rápidamente.
- Nerd...- susurró Johnny yendo a los baños a cambiarse

Y así fue como empezó a trabajar ahí, el gerente le mostró el lugar, dándole sus horarios, mostrándole como se utilizaba todo en el lugar y diciéndole que estaría trabajando en el puesto de comida.
Trabajaba tres días a la semana, todos los Viernes, Sábados y Domingos, desde las 4 de la tarde hasta las 10 de la noche, hora de cierre del lugar, cuando él debía cerrar la pista, por lo que era el último en irse.
- Grandioso...- pensó cuando le dijeron ese último detalle de su trabajo

Ya llevaba así unas cuantas semanas, odiando cada día, pues Johnny prefería estar con sus amigos haciendo estupideces que estar trabajando por un castigo de su padrastro.
Fue entonces que eso cambió.
Después de unas semanas de abrir, Johnny vio que un chico en particular iba casi todos los fines de semana, era Daniel LaRusso.

No supo porqué pero, empezó a ver al chico siempre que iba, era lindo, siempre traía sus propios patines y cuando podía lo veía patinar en la pista, era asombroso.
No sabía nada de él, ni siquiera su nombre.
Cada que iba, pasaba por el puesto de comida, en esos momentos Johnny veía con más atención al chico, con un poco de sudor por patinar tanto y una sonrisa que le parecía preciosa...

Fue entonces que a Johnny le empezó a gustar el chico, no supo cuándo o porqué, solo... el verlo casi todos los fines de semana ahí, hacía que el trabajar fuese más ameno de alguna forma.
Quería hablar más con el chico, pero no sabía como empezar una conversación con él, es decir, eran completos extraños, de seguro el chico solo quería ir a patinar y no querer ser molestado por alguien ajeno.

Pero aún con eso en mente, Johnny quería hablar con él, por lo menos saber su nombre, saber si tenían algo en común y poder ver por más de un minuto esa sonrisa que le parecía tan encantadora.

Fue un Viernes como cualquier otro que lo vio entrar junto con la chica con la que iba casi siempre también.
Johnny sonrió viendo como se ponía sus patines he iba a la pista. Ese día hablaría con él, no sabía cómo o sobre qué, pero por lo menos lo intentaría.

•••

No pasó mucho para que Daniel se acercará al puesto y esperara en la fila, después de unos minutos fue su turno, Johnny le sonrió y antes de que Daniel dijera algo el rubio habló
- ¿Lo de siempre?- preguntó, refiriéndose si quería un refresco
Daniel se le quedó mirando confundido un segundo, luego sonrió un poco y sacó una pequeña risa.
- Ehhh... sí, por favor
Johnny solo asintió y empezó a servir el refresco.
Se lo entregó y mientras Daniel pagaba le preguntó a Johnny
- ¿Cómo sabes lo que iba a pedir?
- Bueno, siempre que vienes pides lo mismo- le dijo con una sonrisa que aceleró el corazón de Daniel

El castaño ya se iba a ir, pero fue entonces que Johnny le dijo.
- Soy Johnny, por cierto
Daniel se quedó en su lugar viendo un segundo al chico, ¿Acaso era esa su oportunidad para hablar con él?
- Pensé que sería bueno que supieras, ya sabes, porque vienes aquí seguido- dijo, estaba nervioso, nunca había estado nervioso cuando coqueteaba, pero esta vez era diferente
- Soy Daniel, mucho gusto- le dijo mostrando su mano

Daniel estaba hecho un manojo de nervios en su interior pero como pudo se tranquilizó y trató que su nerviosismo no se mostrara tanto.
Johnny le devolvió el saludo y ambos se quedaron viendo un segundo.
- Bueno, será mejor que vuelva a trabajar- dijo después de unos segundos de silencio
- Sí, sí, luego nos vemos, Johnny- dijo yendo hasta la mesa donde estaba Ali
- Adiós- susurró Johnny, con una sonrisa y un sonrojo

- ¿Acaso pasó lo que creo que pasó?- le preguntó Ali con una sonrisa en su rostro cuando Daniel se sentó en la mesa que habían escogido
- Creo... creo que sí- dijo con un sonrojo en sus mejillas y una sonrisa, dándole el refresco que le había pedido su amiga
¡Había hablado con Johnny y no lo había arruinado!
No supo de dónde sacó el coraje para poder hablar sin nervios en su voz, pero eso no importaba, habían hablado, eso era un comienzo.
- ¿Ves? Que te dije, no fue tan difícil, ¿Cierto?
Daniel solo rodó los ojos divertido.
- Esta bien, tú ganas, no fue tan difícil

Cuando Ali se acabó su refresco ambos fueron de nuevo a la pista a patinar por un rato más.
Daniel tenia su mente en Johnny y la próxima vez que fueran a hablar.
Se estaba haciendo tarde, así que, aún con la cabeza en las nubes, Daniel se dirigió a la salida de la pista mientras que Ali lo seguía desde atrás.
Fue mala idea no estar prestando atención a su alrededor pues lo último que vió fue a alguien enfrente de él, después el suelo del lugar y luego nada.

•••

Johnny oyó el estruendo de una bandeja de metal caer al suelo a unos metros de él.
Se volteó hasta donde estaba la pista, viendo a varias personas reunirse en un punto. Se acercó y vio a la chica con la que iba Daniel en el suelo.

Apartó a las personas y fue entonces que vio a Daniel en el suelo, inconsciente. No lo pensó dos veces y se puso de rodillas al lado de Daniel.
- ¿Qué pasó?- le preguntó a la chica
- Estaba saliendo de la pista y chocó contra un mesero, la bandeja le dio en la cabeza y cayó al suelo y creo que se lastimó su pie

Johnny le quitó los patines y calcetines a Daniel con cuidado, y entonces vio que había un gran moretón en su pie izquierdo.
- Hay que llamar una ambulancia- dijo Johnny y un compañero suyo que estaba ahí fue hasta el teléfono y marco al 911
- ¿Sabes el número de algún pariente suyo?- le pregunto a la chica, mientras cargaba a Daniel y lo dejaba en un sillón que había en una esquina
Para este punto la gente ya los había dejado solos, pues vieron que la situación estaba siendo controlada.
- Sí, sé el número de su madre, iré a llamarla- dijo yendo al teléfono donde antes estaba su compañero
- La ambulancia llegará en 10 minutos- le dijo su compañero a Johnny, este solo asintió y vio a Daniel un segundo, acariciando su cabello por instinto
- Vas a estar bien- le susurró

La ambulancia llegó junto con la madre de Daniel.
Lo llevaron hasta la ambulancia y se fueron al hospital. Johnny estaba en la entrada viendo como la ambulancia desaparecía en el tránsito.
- Dicen que estará bien, que se desmayó por el impacto con la bandeja
Escucho a alguien detrás de él y vio a la misma chica con la que había ido Daniel.
- Ali, soy la mejor amiga de Daniel- se presentó
- Johnny- fue lo único que dijo, siguiendo con su vista hacía la calle, con cierto alivio de que ellos dos nada más fueran amigos, por un buen rato había pensado que eran pareja
- Toma- le dijo dándole una pequeña nota- es la dirección del hospital al que lo llevarán, él estaría feliz si fueras a visitarlo- le dijo, guiñandole un ojo saliendo del lugar

Johnny abrió la nota y vio la dirección, no estaba lejos. ¿En serio Daniel estaría feliz de verlo? Ni siquiera se conocían. Pero presintio que la chica sabía más de lo que pensaba.

Sin pensar más le dijo a su compañero si podía cerrar ese día el lugar, que tenía que atender un asunto familiar importante y tenía que salir antes, se alegró porque el gerente no había ido ese día y podía irse sin ser regañado.
Tuvo que pagarle 5 dólares para que lo hiciera, pero eso a Johnny no le importó, le dio las llaves y salió al estacionamiento hasta su motocicleta, vio una última vez la dirección del hospital para dirigirse hasta ahí.

•••

Daniel había despertado en un cuarto de hospital desorientado sin saber porqué estaba ahí. Su madre se acercó a él y lo abrazó.
Fue entonces que su madre le explicó lo que había pasado, se había tropezado y caído causandose un esguince en su pie izquierdo, se había desmayado porque se había golpeado la cabeza contra una bandeja de metal que traía el mesero con el que había chocado.

Después de la explicación Daniel recordó ese momento, aunque no recordaba nada de lo que pasó después, fue que vio que su pie estaba con un yeso suspendido en unas cuerdas para que no lo moviera.
Su madre también le contó que el doctor le había dicho que tendría que llevar el yeso por tres semanas para que se recuperara por completo.

Daniel estaba contento de que solo hubiera sido un esguince y no nada más grave, aunque por otra parte estaba triste porque no podría patinar durante un buen rato.
- Te traeré un poco de comida, seguro que te estás muriendo de hambre
- Gracias, mamá- le dijo viendo a su madre salir por el pasillo

Prendió la pequeña televisión que había en la pared enfrente suyo, cambiando los canales, buscando algo interesante que ver.
- Daniel- oyó a alguien susurrarle desde afuera de la puerta
El castaño volteó y vio a quien menos se esperaba en esos momentos.
- ¿Johnny? ¿Qué haces aquí?- le dijo mientras el rubio entraba al cuarto y cerraba la puerta- ¿Cómo supiste dónde estaba?
- Tu amiga me dijo en que hospital te habían internado- dijo sentándose en el borde la cama

- Ali- pensó Daniel y en el plan de su amiga para que hablara con el chico que le gustaba
- ¿Cómo te dejaron entrar? Se supone que nada más pueden entrar familiares
Johnny sacó una pequeña risa nerviosa.
- Digamos que entré sin que me vieran- fue difícil pero pudo evadir a los doctores y enfermeras del lugar
- ¿Y cómo supiste en qué piso estaba?
Daniel estaba impresionado, nunca creyó que Johnny fuera a verlo.
- Tengo mis encantos, LaRusso- dijo con una sonrisa, recordando como tuvo que coquetear con la chica de la entrada
- ¿Cómo sabes mi apellido?
- Cuando le pregunte a la chica de la entrada en que piso estabas me dijo tu nombre completo
- Veo que eres bastante persuasivo
- Gracias- dijo altanero

Daniel solo rió y vio a Johnny con una sonrisa tímida.
- ¿Y cómo estás?- dijo Johnny, viendo el yeso en el pie de Daniel
- Me esguince el pie y tengo que usar esto por tres semanas
- ¿Eso significa que no irás a la pista por todo ese tiempo?- había sonado más triste de lo que Johnny hubiera querido
- Bueno si me vas a extrañar tanto aún puedo ir- le dijo, bromeando, ambos rieron mientras se veían con una sonrisa, Johnny desvió la mirada de Daniel y se quedó mirando el lugar por un momento

Daniel estaba feliz de que lo hubiera ido a ver, no se conocían de nada, pero el hecho de que Johnny hubiera salido de su trabajo solo para ver que estaba bien hizo que su corazón latiera rápidamente y sintiera ya esas conocidas cosquillas en su estómago.

Había pensado que hablar con Johnny sería más difícil, que se pondría tan nervioso que ni siquiera podría decir palabra.
Pero resultó que estaba equivocado, hablar con Johnny era bastante ameno y tranquilo, apenas empezaba a hablar con el rubio sentía que podrían hablar por horas sin cansarse, eso le gustó.
- ¿Por qué viniste?- preguntó de repente Daniel después de ese silencio
Johnny volvió a verlo y pensó antes de responderle, ¿Por qué había ido? Quería verlo, saber que estaba bien.
- No sé- dijo alzando los hombros- sentí que tenía una obligación en venir y ver que estabas bien
Daniel se sonrojó un poco y jugó con sus manos un minuto.
- Bueno, gracias por venir a verme- le dijo con esa sonrisa que derretía al rubio

Johnny le contó lo que había pasado después de que se hubiera desmayado, como hizo que llamaran a una ambulancia y a su mamá, y como su amiga le dio la dirección del hospital, Daniel le agradeció a Johnny por ayudarlo.

Hablaron un poco de ellos, que Daniel se había mudado a All Valley hace unos meses desde Nueva Jersey y lo feliz que estuvo al escuchar que abrirían una pista de patinaje sobre ruedas, y por consiguiente, lo mucho que le gustaba patinar.
- ¿Por qué jamás te veo en la escuela?- le dijo jugando con los botones de su cama
- Voy a una escuela privada en Encino, mi padrastro dice que es la mejor del estado y que me ayudará a ir por buen camino y todas esas cosas- dijo rodando los ojos- aunque lo único que hago es hacer bromas con mis amigos
Daniel deseó poder ir a su escuela y estar con Johnny, y Johnny deseó lo mismo.

Después de una media hora, oyeron que la puerta se abrió, sorprendiendo a ambos adolescentes.
- Perdón por la tardanza, hijo, había una fila enorme en la cafetería y...- fue entonces que Lucille se percató del chico sentado en el borde de la cama- ¿Tú quién eres?- le preguntó dejando la comida en una pequeña mesa
- Es un amigo, mamá, vino a visitarme- dijo Daniel con una sonrisa nerviosa, no quería que su mamá empezará a preguntar como fue que pudo ir hasta su cuarto sin ser un familiar
- Sí, mucho gusto, Johnny Lawrence- dijo parándose y dándole la mano a la mamá de Daniel, ella le correspondió el saludo
- Un gusto, soy la mamá de Daniel, pero puedes llamarme Lucille- dijo analizando un poco al muchacho
- Bueno, en realidad, yo ya me iba- dijo yendo hasta la puerta- se hace tarde y no quiero preocupar a mis padres

En realidad, él hubiese querido quedarse con Daniel toda la noche, sus padres estaban de viaje y la verdad, en ese momento no le importaba si al día siguiente faltaba al trabajo, solo quería estar con Daniel.
- Nos vemos, LaRusso- dijo despidiéndose del castaño con una sonrisa
- Adiós, Johnny- le dijo también con una sonrisa
Johnny salió del cuarto a paso rápido hasta la entrada del hospital para ir a su casa.
- Es lindo- dijo Lucille
- ¡Mamá!- dijo Daniel con un sonrojo de vergüenza en sus mejillas






























•••

Amé mucho como quedo este capítulo, se me hizo bastante divertido de escribir, en especial la última parte cuando Johnny va a visitar a Daniel al hospital, espero que a ustedes también les haya gustado el capítulo.
Si vieron que el Miércoles por la noche se publicó el capítulo fue mi culpa, lo estaba revisando y le puse publicar por accidente 😅
Y ya nada más les quería preguntar ¿Vieron que la cuarta temporada de Cobra Kai se va a estrenar en Diciembre de este año?
¡¡LA EMOCIÓN!!

Sin más que decir
Voten y comenten

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top