Fríos, completamente fríos eran los días después de la desafortunada despedida.

Lo escuchaba, lo escuchaba caminando a mi lado, saludando cada mañana y comiendo al lado mío, pero esa silla no sostenía ni una sola alma.

Las nubes no despejaron el cielo hasta hace un para de días cuando su recuerdo parecía disiparse en el aire.

Y quedarse ahí bajo el árbol toda la vida jamás fue opción, pero la tristeza podía tanto con mi alma.

No estoy sola, y no puedo ser tan egoísta, los demás no tienen la culpa y ellos también se sienten mal... eso me repetía mil y un veces cada día, entre otras cosas.

[¿No estás sola? ¿De qué hablas Emma? Estás completamente sola].

"Con el hechizo emitido, deja el dolor ser compartido"

Mamá usa ese refrán a veces, creo que acabo de entenderlo, pero no realmente.

¿Cómo podría alguien sentir lo que siento? Ni siquiera puedo moverme y la comida me sabe a arena.

Prefiero no comer.

Prefiero dormir día y noche.

También prefiero no dormir nada.

Siempre supe perfectamente que no podía depender completamente de ellos; pero era tan fácil cuidarnos las espaldas el uno al otro desde el principio de nuestra hermandad que no me di cuenta cuando me volví la flor de un invernadero.

Me quedé sin invernadero, me volví débil ante su ausencia, lo hice, y ahora me arde el pecho, la cara, todo el cuerpo por no poder decirle a nadie lo que siento ya que soy la maldita hermana mayor.

Ya no quiero jugar, pero no me quiero ir de esta casa de muñecas.

Espera, alguien toca la puerta.

- Emma, ¿Puedo hablarte? -

- ¡Claro! Mamá pasa por favor -

Estas sonrisas me hacen doler las mejillas.

Mamá cruzó la puerta y tomó asiento junto a mi en la cama, con una mueca de pena habló.

- He... Notado que no te has sentido muy bien últimamente -

- ¿De qué hablas? Yo me siento bien -

- Podrás engañar a tus hermanos, Emma, pero jamás a mamá -

- No sé a qué viene eso, si es por lo de la cena es que tengo revuelto el estómago y no me apetecía el cerdo -

No es mentira lo del estómago revuelto, en realidad siento náuseas.

- No es esta cena , mi niña, son todas las cenas desde que Norman se fue, ¿Crees que no veo cómo pones pedazos de comida en platos ajenos sin que se den cuenta? Yo me doy cuenta, también de como pasas mucho tiempo en este cuarto y bajo el árbol, tu promedio en los exámenes ha disminuido, te quedas dormida en medio de algunos de ellos -

¿Cuándo quedé tan terriblemente expuesta?

La miraba a la cara buscando alguna pizca de duda, para poder fácilmente decir "no, tu te lo imaginaste todo" pero esa era su verdad, la mía también y ya no había escape.

- Puedes hablar conmigo, Emma -

Oprimí mis labios conteniendo las lágrimas, pero de nuevo, fui muy débil, me volví un río en los brazos de mi madre, puse mi rostro contra su pecho y solté todo lo que llevaba dentro mientras me protegía en su abrazo maternal, fue dulce y me hizo sentir mejor, frotaba mi cabellera con ternura con un leve -"shh shh ya ya shh shh"-

Me calmé y alejé del abrazó con una sonrisa real en el rostro, una que extrañaba regalar.

- ¿Te encuentras mejor? -

- Si, gracias mamá -

- Siempre puedes confiar en mí, Emma, no son necesarias las mentiras, soy tu madre después de todo -

Ella seguía mostrando esa sonrisa tan serena de siempre, esa que lograba apaciguar incluso al más inquieto.

- sí jaja supongo que es cierto -

Rasqué mi nuca algo incómoda y algo avergonzada de no saber que mas decirle, ya no tenía esa piedra en mi zapato y ella claro lo sabía, pero no veía intención en ella de abandonar el cuarto, ni siquiera de sacarme consigo misma de allí.

- También... Hay algo importante de lo que debemos hablar, supongo que sabes a que me refiero -

La miré confundida, ni idea, mis neuronas aún no funcionaban como era debido.

- No suelo dar esta noticia tan repentinamente pero ya que será Gilda quien se irá en una semana, me parece acertado decir que serás tu la siguiente en ser adoptada -

¿Por qué soltar la bomba ahora? Arruinar el momento de tal manera me parece algo imperdonable.

Mi cara claramente lo delató.

- ¡Oh no! No era mi intención que te sintieras así, es solo que se que amas más que nadie este lugar y a tus hermanos, no quiero que no te despidas correctamente del lugar, quiero que durante el tiempo que te queda por aquí solo disfrutes de la vida junto a los demás -

Viéndolo desde esa perspectiva, era un muy buen punto, de haber sabido que Norman se iría tan pronto no me hubiera separado de el ni un segundo.

- Supongo que tienes razón, está bien mamá, a partir de mañana por la mañana viviré aquí cada día como si fuese el último -

- Vaya vaya, pues eso está perfecto, me alegro mucho por ti -

Se acercó, me besó la frente.

- Buenas noches, Emma, que descanses -

Caminó a la puerta mientras mas niños llegaban de haberse lavado los dientes a sus suaves camas para dormir, la daban las buenas noches a mamá de paso.

Cerró la puerta.

Pero eso solo lo escuché, me acosté con las cobijas hasta arriba y fingí estar dormida, no quería ver a nadie pero absolutamente nadie.

¿Qué, con un abrazo y beso se quitan todos los males?, la calidez en sus palabras siempre es momentánea, solo me hizo sentir culpable, estuve demostrando mi tristeza abiertamente y lo sabía, fui una egoísta inmadura, mis hermanos no son ningunos tontos, si mamá se dio cuenta, ellos también.

Que idiota.

Que estúpida.

Pero eso no volverá a pasar, volveré a ser fuerte, volveré a ser fuerte sin nadie, no necesito a nadie, ellos me necesitan, debo dejar de pensar solo en mí.

Lo que le dije mamá no fue mentira

A partir de mañana sería la Emma que solía ser, esa que no decae por nada, saca buenas notas y come bien

[Aunque lo vomite después].

¿A quien le importa realmente como me siento? Solo preocupo a los demás, pero eso no volverá a pasar nunca más.

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Por favor permíteme saber si ves alguna falta de ortografía de cualquier tipo señalándola en comentarios para corregirla lo más pronto posible, gracias <3