1.🕯 Deja una llama encendida
Jamás en mi corta vida había reflexionado sobre lo que las palabras pérdida y despedida significaban, ahora ya muy tarde comprendo la tristeza y frialdad que ambas despiden...
Ya había pasado esto con muchos de mis otros hermanos, año tras año, mes tras mes, uno a uno nos abandonan en búsqueda de un lugar mejor, el sentimiento agridulce y melancólico de creer en el maravilloso futuro que les aguardaba a todos me aligeraba el alma y no se comparaba con el doloroso sonido de mi corazón marchitándose en medio de aquel cálido abrazo, aquel último abrazo en compañía de mi tan querido Ray.
Era su turno, una vida llena de felicidad y probablemente lujo le estaba llamando a la puerta, pero yo con todo mi ser añoraba que no atendiera, el solo pensar en dejarlo ir y jamás volverlo a ver me hacía perder la cordura; no tenía absolutamente ninguna fe en las cartas que me prometía con urgencia en un desesperado intento de que yo saliera de encima suyo, pero era inútil. Como osaba a tratar de engañarme a mi.
En años anteriores nadie, jamás de los jamases había mandado siquiera una mísera carta o por lo menos ni siquiera una había llegado en los últimos diez años, qué nos aseguraba que el sería la excepción por obra divina, yo tengo la respuesta y es nada, absolutamente nada.
Norman me sujetó con fuerza y tiró con sus brazos de fideo de mi torso, yo me aferré más y más pensando torpemente que tal vez así podríamos estar juntos para siempre.
Fue mamá quien detuvo mi dramático berrinche, me regañó sutilmente como solía hacerlo, casi como una navaja muy delgada que se clavaba en tu piel sin que te dieras cuenta, y cuando te dabas cuenta solo podías mirar al suelo y pensar.
-"Yo ocasioné esto, debo aceptarlo"-
Gimoteé en silencio con la cabeza gacha mientras Ray se despedía de todos con una sonrisa mientras su labio inferior temblaba ligeramente, el trataba de ser fuerte y sin embargo yo era patéticamente acariciada en la cabeza por Norman; sus labios permanecían sellados y solo me miraba de reojo con lástima al igual que mamá, que esperaba pacientemente a Ray desde la entrada hasta que las palabras mas duras de escuchar salieron de su boca como el fuego de un dragón que busca arrasar con todo.
- Ya tenemos que irnos, Ray -
Destrozada quedé y mis alaridos cobraron fuerza, la cabeza me dolía y las piernas me temblaban, era un peso arrollador que me dejaba agotada, fue gracias a Norman que no golpee mis rodillas y codos en una caída libre contra la fría madera del suelo.
Mamá abrió la puerta, Ray nos dio una última mirada mientras una pequeña lágrima rodaba por su mejilla izquierda.
-"Bye bye, Norman, Emma"-
Fue lo último que escuché salir de su boca en un susurro, antes de salir por esa gran puerta de cedro.
El aliento que estuvimos conteniendo salió de un largo y solitario suspiro una vez el se había ido, todos lloraron desconsoladamente pero ese día hubieron dos personas que resintieron la despedida de Ray como nadie.
Norman me abrazó fuertemente, y yo no hice más que abrazarlo de vuelta acurrucándome en su cuello reanudando mi llanto, me quedé helada al sentir como Norman daba pequeños espasmos en mi cuello y luego susurraba.
- Cuando salgamos de aquí, seremos el equipo REN otra vez, sin importar que -
Fue algo tan impactante para mi en ese momento, no era como si no hubiera pensado ya en reencontrarnos de mayores, pero por alguna razón, el oírlo salir de Norman movió algo en mi interior y prendió una chispa de adrenalina en mi de inmediato.
Me separé rápidamente del abrazo de Norman, lo tomé de los hombros y lo vi directamente sus preciosos ojos vidriosos, y con determinación y lágrimas secas exclamé.
- Entonces hay que decirle -
Me di la vuelta decidida a abrir la puerta mientras todos los demás me gritaban de lleno que no saliera o me metería en problemas, vaya sorpresa fue la mía al ver que estaba cerrado, mas eso no detendría ese juramento que latía con fuerza en mi corazón impaciente por ser proclamado, fue ahí cuando mi héroe de capa y espada apareció.
- Es fácil abrir una cerradura así, hay un truco con un poco de alambre -
Fue así como Norman el legitimo caballero protector de los juramentos sagrados abrió la puerta.
La opinión de mis demás hermanos estaba dividida en "si si wu ve, corre Emma, dile" y por otro lado estaban "¡¿ACASO TE VOLVISTE LOCA?! Métete, cierra la puerta y aquí no ha pasado nada" pero a quién le importaba lo que otros pensaban en momentos como estos de completa adrenalina.
Salí de casa como un rayo, el viento nocturno en mi cara, la brisa y el brillo lunar invernal eran simplemente vigorizantes para una niña pelirroja de diez años que realmente no sabía lo que era la libertad en su máximo esplendor.
Me detuve hasta que logré divisar a lo lejos, dos siluetas caminando sobre la llanura, con mi respiración entrecortada de haber corrido sin ninguna clase de control, con mis piernas temblando, el corazón en la boca, las lágrimas a la vuelta de la esquina, con todo eso y más, tomé aire y grite a los cuatro vientos para que tanto en la tierra como en el cielo se pudiera escuchar mi voz.
-"RAAAAAAAAAAAAY, CUANDO SALGAMOS DE AQUÍ NOS VOLVEREMOS A ENCONTRAR, ESO TENLO POR SEGUROOOOOO"-
No pude ver su cara, pero yo supuse una gran satisfacción al escuchar como me respondía segundo después.
-"CLARO QUE SI TONTAAAAAA, IREMOS A UN ZOOLÓGICO A MONTAR JIRAFAAAAAAAAS"-
ya no había tristeza en mis palabras, solo euforia del momento, mientras tanto Norman apenas venía tras de mi, con el aliento entrecortado me convenció de volver adentro y yo obedecí ya satisfecha con mi respuesta.
El equipo REN volvería a estar unido, y lo mas seguro es que con jirafas incluidas, pronto será.
🍁🍁🍁🍁🍁🍁🍁🍁🍁
Por favor permíteme saber si ves alguna falta de ortografía de cualquier tipo señalándola en comentarios para corregirla lo más pronto posible, gracias <3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top