ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 5

Maldiciones y Demonios. Dos criaturas realmente parecidas en cuanto composición y creación de las mismas. La primera, de los pensamientos negativos, aquella energía que es capaz de impregnar el ambiente, esa energía se denomina como Energía Maldita, que toma forma física y se convierte en una Maldición. La segunda nace del miedo de las personas, mientras más miedo a ese algo, más poderosa y terrible será el Demonio en cuestión.

Ambas crean terror dónde quiera que se encuentren, tomando víctimas en cualquier sitio en dónde sean avistadas, siendo un peligro constante para las personas en su día a día.

Y por ello, ambas tienen sus verdugos, aquellos encargados de enfrentar sin miedo a aquellas terribles criaturas y proteger a los inocentes, se juegan la vida por y para ello.

Maldiciones y Demonios.

Hechiceros y Cazadores de Demonios. Son los encargados de poner fin al terror que inician dichas criaturas en la multitud; eran sus verdugos. Haciendo uso de habilidades y métodos no muy alejados de sus rivales a vencer eran utilizados por estos para pelear en aquella interminable lucha.

Energía Maldita y Contratos respectivamente, se combatía fuego con fuego; solo una Maldición puede acabar con otra, al igual que solo un Demonio puede exterminar a otro. Las dos entidades cazadoras eran se usaban el mismo poder que aquello que buscan destruir, porque es la única manera de llegar a ese fin, el cuál es por supuesto, traer paz a aquél y tranquilidad al mundo.

Las dos entidades encargadas de llevar a cabo la organización de Hechiceros y Caza Demonios, eran la Preparatoria Jujutsu y Seguridad Pública. Ambos eran conscientes del otro, sabían lo que hacía el contrario, pero a pesar de ello, no congeniaban en lo absoluto.

Parecía ser que no eran más que agua y aceite, a pesar de que se suponía que ambos peleaban por la misma razón, teniendo metas semejantes, no parecía que la relación entre ambas entidades fuese realmente amistosa. Más aún, solo los altos mandos de cada bando era conscientes de la existencia de los Caza Demonios de Seguridad Pública y viceversa, dejando en la ignorancia a los recién ingresados o ha aquellos de los que desconfiaban una información de tanta relevancia.

Sin llevarse del todo bien, hace años atrás, los altos mandos de cada entidad decidieron llegar a un acuerdo de mutuo beneficio, en dónde la burocracia marcó el camino a seguir.

Controles de zona.

El trato u acuerdo consistía en que, tomando como ejemplo la misma Tokio; una zona se mantenía bajo control de Seguridad Pública, mientras que otra zona o parte de la ciudad, pertenecía bajo el control de la Preparatoria Jujutsu y los Hechiceros. Los dueños de esas zonas podían operar sin problemas en la misma a la hora de exterminar ya sea Demonios o Maldiciones, y el contrario no tendría ningún tipo se jurisdicción sobre una zona que no le pertenezca.

Pero eso, resultaba ser más un problema que una solución muchas veces. Los Demonios o Maldiciones por supuesto no respetarían tal trato. Estos podían aparecer indefinidamente en dónde les apateciera, en dado que caso de que apareciera una Maldición en territorio de Seguridad Pública, los Hechiceros no podrían hacer su trabajo como deberían, lo mismo pasaba al revés, lo que desencadenaba en un gran problema.

Problema que se resolvió, mediante otro acuerdo. Un permiso, para ser más exacto.

Permiso que consistía en un documento que explicase la razón exacta por la cuál un Caza Demonios o un Hechicero iba a pisar tierra que en condiciones normales no podría; este documento era redactado directamente por el cabecilla de cada entidad y recibido por la otra, aunque, una llamada directa entre ambos jefes podría llegar a servir. En caso de que fuera un asunto de trabajo, no se negaría el paso y se daría luz verde prácticamente sin dudar.

Gojou iba explicando todo esto de manera pausada a sus estudiantes que escuchaban atentamente a la situación, más que todo Nobara e Itadori. Habían salido de las Oficinas de Seguridad Pública y se habían ubicado en una banca algo apartada de aquél edificio, todo con el fin de explicarles a sus estudiantes, al menos un poco, sobre todo lo que estaba pasando, consideraba que se lo merecían.

Sin embargo, mientras explicaba, se dió cuenta de que Fushiguro tenía una larga, más que de costumbre. Decidió preguntar mientras dejaba de explicarle momentáneamente a los otros a lado suyo. "Megumi, si sucede algo siempre puedes decircelo a tu querido profe, no tengas pena" dijo sonriendo animadamente como siempre lo hacía.

El pelinegro ante la pregunta, apartó un poco la mirada, en su expresión se notaba algo de molestia. "Nada, solo que me parece increíble que yo no este al tanto de algo así. Llevo años en la Preparatoria Jujutsu, dijiste que solo a los nuevo ingreso y la gente de poca confianza se le negaba esa información... ¿Entonces puedo considerar que no confías lo suficiente en mí?" preguntó con algo de molestia.

"Hay no... Megumi está enfadado..." pensó sudando Gojou ante la actitud de su alumno. Tenía que solucinarlo y rápido. "Y si te dijera que no te lo dije solo para-"

"¿Protegerme? ¿De qué o de quién exactamente?"

"De ella" culminó el Hechicero más fuerte con un suspiro recostandose en el espaldar de la banca. Fushiguro entre cerró los ojos, no sabiendo muy bien a que se refería; no, mentía, sabía a quién se refería. La pregunta era... ¿Por qué ella?

"Profe Gojou... ¿Se refiere a esa mujer que apareció hace rato, y habló contigo?" preguntó Itadori imitando la acción de su maestro al recostarse en el banco. Este asintió un poco ante la pregunta, dándole la razón. En ese momento Nobara que se había mantenido expectante decidió tomar la palabra y preguntar sobre el mismo tema.

"Pero, ¿Quién es ella? creo que es bastante obvio que es la jefa de Seguridad Pública. Pero, la pregunta es... ¿Quién es ella realmente? parece que la conoces" preguntó hacía el peli blanco, este se reincorporó rápidamente para responder ello.

"Tienes razón, ella es la actual jefa del Departamento de Seguridad Pública. Pero, en verdad no sé quién, o que es ella, motivo por el que desconfío. La conozco desde hace algunos años debido a que, yo asistía a ciertas reuniones entre el Director Yaga y el antiguo jefe de Seguridad Pública; era como un guarda espaldas, osea, prácticamente me tenía que parar ahí todo el día hasta que terminasen de hablar. Y, resulta que esa mujer, Makima, al parecer también cumplía con ese tipo de servicios; estuvimos muchas horas en una misma habitación respirando el mismo aire debido a esas insoportables reuniones de nuestros superiores. Pero a pesar de ello, siempre tenía una sonrisa grabada en el rostro, era molesto por decir menos, y muy sospechoso" fué explicando el Hechicero con calma, esta vez Fushiguro si que prestó toda su atención a su profesor.

El pelinegro recordó como hace unos minutos, cuándo Gojou salió de la oficina en dónde hablaba con esa mujer; esta los miró a todos con aquella sonrisa divertida en el rostro y esos profundos ojos dorados que parecían penetrar su mismísima alma, podía entender el porqué resultaba tan sospechosa. Realmente no se imaginaba estar horas en una misma habitación con ella recibiendo ese tipo de miradas por parte de esta como lo hizo Gojou, por algo era el Hechicero más fuerte, su temple también debía estar a la altura.

Aún así, faltaba una de las preguntas más importantes. "Gojou" llamó Fushiguro, este volteó en su dirección y así, prestar su atención. "¿Qué fué lo que hablaste con ella hace rato? ¿De qué trató esa reunión?"

"Si profe, ¿De qué hablaron?" apoyó la pregunta Nobara junto a Itadori, por supuesto que estaban interesados en ello.

En consecuencia, Gojou sonrió como siempre lo hacía antes de responder aquellas preguntas. "Esa mujer necesita nuestra ayuda. Por supuesto que sabe lo que le conviene y tiene para ganar siempre y cuando tenga mi ayuda y la de mis muchachos" rió orgulloso y de manera egocéntrica.

"¿Ayuda?" preguntó Itadori confuso, confusión que era palpable sus compañeros. El peli blanco sabía a lo que se refería.

"Maldiciones de Categoría Especial han estado apareciendo en Tokio. Ya les hablé de la famosa 'Zona'. En este caso, ella al parecer habló con el viejo Yaga, y esa denominada Zona, quedará disuelta y tendremos pista libre para hacer lo que queramos en toda Tokio durante nuestra ayuda"

"Pero, por supuesto que esto no lo estamos haciendo por caridad y de buena fé, ¿Verdad?"

"Tienes toda la razón, Nobara. Esto para mí es una oportunidad que no puedo desaprovechar. Yo sospecho que ella se trae algo entre manos, y ella lo sabe, no deja de parecerme extraño que sea Makima quien haya propuesto en primer lugar" explicó ante la oportunidad.

"O puede ser una trampa" sentenció con un suspiro Fushiguro.

"Eso es correcto, pero en estos momentos hay que arriesgarse, sin embargo, no me gusta ni pienso perder" dijo con decisión el más fuerte de los Hechiceros.

"Entonces, nuestra ayuda solo trata de hacer nuestro trabajo con esas Categorías Especiales, mientras que..." comenzó Itadori, momento en que Gojou decidió intervenir y dejar claro su objetivo.

"Yo me ocupo de Makima" sentenció el peli blanco. "Sin embargo, hay algo que no encaja en todo lo que pasó hace rato en el bosque" continúo llevándose una mano a la barbilla. Nobara e Itadori le imitaron por unos momentos, sin resultados. Por otro lado, Fushiguro al parecer encontró aquello a lo que se refería Gojou y lo iba a exponer en seguida.

"¿El por qué se encaminaron sin una razón aparente a la Preparatoria Jujutsu, aún cuando esa mujer esperaba tenernos de aliados? eso es prácticamente tirar piedras hacía su propio tejado y algo sin sentido. Por supuesto que una acción tan descuidada como esa por parte de los Caza Demonios realzaria más sospechas de las necesarias y haría caer su credibilidad y confianza, que ya de por sí era poca con nosotros. ¿Estoy en lo correcto?" llegó a la conclusión el pelinegro.

"Totalmente" asintió Gojou.

"Oye, justo estaba pensando en eso" bufó Nobara, aún cuando sabía que no estaba ni remotamente cerca del razonamiento de Fushiguro, era como una máquina. Acción que imitó Itadori a su lado en un bufido aún más sonoro y lleno de frustración.

Sin embargo, la conversación no desestimó su curso. Satoru Gojou, pensaba en cada una de las posibles razones por las cuales haría que sus hombres hicieran algo tan imprudente, rápidamente creyó dar con esa razón, y era muy clara. Su mirada se fijó en el pelirrosa a su izquierda.

"Entiendo. Tiene que ser algo con respecto a Ryumen Sukuna" pensó, tenía que ser eso. No era una misión de exterminar un simple Demonio, como ella le había dicho hace unos momentos, sino, era más como una comprobación.

Comprobar el Ryumen Sukuna realmente tuviera un recipiente estable y que lo pudiese reprimir en su interior. Itadori Yuji era al hombre a investigar en aquella misión encubierta, que al parecer ni siquiera sus chicos sabían para iban camino a ese bosque exactamente. Una jugada arriesgada, por supuesto, seguramente contó con él para detener todo el alboroto formado, sabiendo que sus alumnos estaban en peligro y él bajo ningún concepto apartaría la mirada.

Todo exactamente dos semanas después de que Itadori consumiera el primer dedo de Sukuna y fuera transferido a Tokio.

Tenía una razón solida, pero, todo ello lo llevaba a otro pregunta mucho más inquietante...

"¿Cómo es qué ella sabe de Itadori? ¿Acaso alguien con poder de parte de la Preparatoria Jujutsu le está sirviendo de informante? si es así... ¿Quién podría ser?" apretó sus puños con algo de molestia ante el pensamiento.

"Pero Gojou..." escuchó su nombre, sacándolo inevitablemente de aquellos pensamientos. La voz era de Itadori, la cuál tenía duda en ella, continúo apenas sintió como la mirada de su profesor se fijó en él. "¿En verdad tendremos que trabajar con esos sujetos? es que, no sé, no parecen de fiar, parece que fueran..."

"Unos malditos locos" intervino Nobara a la vez que sacaba la lengua con algo de repulsión. Gojou soltó una risa algo sonora por ello, despejando por un momento todo el estrés que cargaba debido al pensamiento anterior.

Tenía que responder a ello. "Por supuesto, trabajarán con ellos. Lo lamento, pero creo que tendrán que soportarlo, ya que es importante" avisó.

"Por mi parte no tengo quejas, si tengo que hacerlo lo haré, espero que Kugisaki e Itadori piensen lo mismo que yo" habló Fushiguro mostrando que estaba dentro de aquello y que no se echaría para atrás. Una sonrisa decidida se mostró en el rostro del pelirrosa, rápidamente alzó su pulgar en confirmación.

"Lo mismo digo. Puedo hacerlo, o al menos creo poder hacerlo" rió con lo último. Nobara se quedó callada, no estando muy de acuerdo con el trabajar con esos sujetos, pero, si sus compañeros iban, ella no sería la oveja negra de la manada e iría con ellos.

"Bueno, viendo que no hay ninguna opción. Está bien, lo haré. Tch, al menos no tendremos que vivir bajo el mismo techo con ellos y soportarlos todo el día" suspiró en derrota, rápidamente adoptando una peligrosa sonrisa que para ella significaba decisión.

Sin embargo, una leve risa se hizo presente por parte de Gojou, pero no era una burlona, era como de...

"¿Nerviosismo?" pensó Fushiguro al verlo. Trató de pensar en que pudo haber pasado para que actuase así, hasta que, inevitablemente pensó en lo que acababa de decir Nobara, y tembló en consecuencia.

"O-oye, Gojou" tartamudeo en su llamado, este rápidamente le miró, como si tuviera un resorte en la cabeza. "No me digas que es lo que creo que es..."

"Es una lastima, es exactamente lo que estás pensando, Megumi" rió, ahora un poco más animado. El terror se grabó en el rostro del pelinegro. Nobara e Itadori no entendieron, por lo que Gojou procedería a decirles de que se trataba, dudaba que se lo tomaran bien, pero bueno, lo hecho hecho estaba.

"Bueno, lo que pasa es que ustedes van a tener que..."

Oficinas de Seguridad Pública

"¡¿Vivir con esos malditos desgraciados?! ¡Imposible! ¡Jodidamente imposible!" gritó Denji al escuchar lo que les decía Makima. Una leve mirada de esta bastó para hacer callar al rubio en seco.

"Esto es increíble... terminaré matando a alguno de esos estúpidos, no cabe duda. Y beberé su sangre cuando lo haga" pensó Power, no querían decir en voz alta lo que en verdad pensaba. Sin embargo, no hacía falta, no era buena para disimular y fingir, por lo que su rostro era más que delatante ante los meticulosos ojos de la Caza Demonios en jefe, que mantenía su sonrisa desde el asiento de su escritorio.

Aki por su parte, no reflejó ninguna emoción palpable en su rostro. Tampoco lo había hecho cuando hace poco Makima les explicó lo que harían con los Hechiceros, trabajarían juntos, de una u otra forma. No estaba del todo de acuerdo, por supuesto, pero era totalmente consciente de que no era decisión de ellos.

Sin embargo, sabía que todo ello, solo traería caos, algo asegurado cuando Denji y Power estaban en la misma ecuación, algo inevitable. Pero...

"¿Por qué?" preguntó Aki hacía su jefa, que le dirigió una mirada con leve confusión.

"No entiendo la pregunta, Aki" le dijo con calma, eso, a pesar de que en verdad sabía exactamente a que se refería. El pelinegro suspiró levemente antes de retomar la palabra.

"¿Por qué hay que vivir bajo un mismo techo? debe saber que hace poco peleamos a muerte, y estar en una misma habitación por un tiempo indefinido con unos tipos con los que hace poco casi nos matamos uno al otro..." dejó al aire, creyendo que dejaba entender su punto perfectamente, y así era, tanto que Denji y Power asentían locamente a su lado en apoyo desmesurado.

Makima formularía una respuesta para aquella inquietud. "Si van a trabajar con ellos, creo que lo más natural es que se conozcan y fomenten el compañerismo y la camaradería con esos Hechiceros; si no confían aún, van a tener que crear confianza por medio de la convivencia y el trabajo en conjunto. Y para hacer eso, yo y Satoru Gojou llegamos a dicha conclusión" explicó tranquilamente.

Tenía sentido para Aki, y a pesar de que Denji y Power no eran seres realmente inteligentes, también habían entendido el punto, para su propia sorpresa.

"Al parecer entendieron lo que quise decir. Entonces... ¿Están de acuerdo?" preguntó la pelirroja observandolos con tranquilidad, a la espera de su respuesta.

Denji chasqueo la lengua de manera sonora antes de dar su respuesta. "Será una molestia. No sé cuánto soporte estar en una misma habitación con Rosadito sin hacer algo estúpido, pero intentaré contenerme. Puedo y voy a hacerlo, Makima" sentenció en una agresiva y filosa sonrisa. Era lo que pensaba, o bueno, casi todo, ya que también estar en una misma habitación con la chica que se cargaba aquella delantera formidable podía ser agradable, y lo iba a aprovechar, o al menos lo intentaría.

Ya con Denji dentro, dirigió lentamente su inquisitiva y tranquila mirada hacía la Demonio de Sangre que sudó en el mismo instante en que Makima colocó sus ojos sobre ella. "¿Y tú, Power?" preguntó.

Esta no respondió y simplemente asintió muchas veces, las dudas se esfumaron justo en el momento dónde Makima la observó, aquello no era una pregunta con dos respuestas y eso lo tenía claro; era un 'Si' o un 'Si'.

"Bueno, está decidido. Pueden retirarse, mañana por la mañana recibirán a sus invitados en su departamento. Por favor, llevense bien" los despidió, Makima rió con lo último, ya que sabía muy bien que eso sería muy complicado.

El grupo de Caza Demonios rápidamente dejó la habitación con lentitud, despidiéndose debidamente de su jefa. Ya en los pasillos que conducían hacía la salida, Aki decidió romper el silencio formado con una pregunta hacía sus compañeros.

"Chicos... ¿Por qué creen qué Makima está haciendo todo esto?"

"Bueno, creo que lo acaba de explicar. Bueno, sea la mierda que sea, no creo que sea tan malo estar con esos hijos de puta, todo por un bien mayor" Denji rió ante el pensamiento, alzó su mano derecha e hizo movimientos como si estuviese apretando algo entre esta. "Ya puedo sentirla en la palma de mi mano, JAJAJAJA" rió locamente el rubio, teniendo su objetivo muy claro. Aki apartó la mirada de este en total derrota, para luego dirigirla hacía su compañera Humano-Demonio, le formuló la misma pregunta.

"Pues, como dijo este intento de hombre" comenzó la chica refiriéndose a Denji, este estaba tan distraído fantaseando que ni cuanta de dió del insulto, por lo que Power continúo. "La señorita Makima lo explicó hace poco, para fomentar la no sé que y bla bla bla. Solo sé que tengo problemas con esa chica y puede que la termine matando, al igual que el de los pelos locos" dijo, pero el animo en su voz y acciones había bajado considerablemente, fué raro que no gritase como una demente; claramente no estaba de acuerdo con aquello, pero lo aceptaba.

"¿Así que para fomentar el compañerismo, eh? yo no creo que sea así..." ya saliendo del edificio, Aki miró un momento la luna que estaba justo encima de ellos. Sus pensamientos lo absorbieron por unos momentos, rápidamente Power y Denji lo sacaron de estos con un grito en cada oido, casi le revientan los tímpanos.

Suspiró en molestia cuando vió como estos empezaban a correr lejos de él por su travesura, por un momento, se regaló una pequeña sonrisa así mismo ante la imagen de Power y Denji llamándolo para que se apresurase de una maldita vez, sí, creyó escuchar una maldición en el llamado.

Para mañana solo tenía una petición. Si en verdad los Hechiceros estarían en su departamento a primera hora de la mañana, quería que al menos estos no pelearan e hicieran un alboroto con Denji y Power, aunque eso era muy difícilmente sabiendo como eran sus dos compañeros. Volvió a suspirar, esta vez en resignación sabiendo que estaba pidiendo demasiado.

"Mañana será un día muy largo" pensó, tratando de prepararse mentalmente lo más que podía.

Continuará...

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