Capítulo 2

Era de noche, y Yumi se encontraba caminando de regreso a su departamento recordando cuando se presento al entrar al salón de clases y de como encontró estos extraños abanicos en su camino hacia la salida.

Yumi: Esto es extraño, ¿Por qué me dieron estos abanicos qué venían en esa caja?.

Cuando había salido, una caja misteriosa le aguardaba en la salida de del edificio escolar cuando acabaron las clases.

Al haberla abierto, unos abanicos blancos con azules estaban en la caja con una nota que decía "Los vas a necesitar", y ella se extraño de eso ya que apenas era nueva en este mundo y no sabía de quien se lo había mandado.

[Flash Black...]

Después de presentarse en el salón de clases, el profesor les dijo a los estudiantes si no tenían preguntas para ella.

Algunos estudiantes levantaron la mano para preguntar a la oji azul quien yacía en frente todavía en el aula.

-¿De qué escuela vienes?. - preguntó un estudiante masculino.

Yumi: Vengo de Senba High, es algo alejado de aquí.

-¿Prácticas algún deporte?. - preguntó una estudiante femenina alzando la mano.

Yumi: Practicaba caligrafía en mi antiguo club.

-¿Te gustaría unirte en algún club?.

Yumi: Lo pensaré. - contesto con una sonrisa.

Después de las preguntas, el maestro le indicó a Yumi que tomará un asiento libre de la parte trasera del salón, a lo que ella asintió, dirigiéndose hacia los asientos libres qué estaban cerca de la ventana donde podía ver al patio principal.

Las clases transcurrieron con normalidad, y Yumi mostraba ser más destacada en la clase al ser la más inteligente del salón y amable como si una madre se tratase, sabía de todo gracias a que estuvo estudiando demasiado, pronto la reconocieron como la quinta gran onee-sama de la escuela por su actitud amable.

Al final de las clases, todos los estudiantes se despedían de ella y Yumi les regresaba el gesto con una sonrisa mientras pasaba por los pasillos de la academia.

Cuando ella salió del edificio, se dirigía a su departamento, pero en el camino, se topo con una extraña caja qué estaba delante suyo. Al acercarse, noto que tenía escrito su nombre por alguna razón aparente.

Yumi: ¿Esto es para mi? ¿Cómo puede ser?. - ella se agachó y tomo la caja en sus manos, para después abrirla y ver que tenía un par de abanicos blancos con azules en el, donde ella tomó uno de ellos. - ¿Abanicos?, pero ni siquiera hace calor.

Ella subió su mirada hacia el cielo, y notar que el sol no estaba dando demasiado calor, cuando de pronto, había sentido que alguien la vigilaba desde atrás, a lo que se giro rápidamente.

Al sentir la presencia de esa persona, volteo para ver quién era, y lo que logró ver a duras penas, era una cabellera rubia esconderse detrás de la puerta de la entrada de la azotea, ella miró seriamente ese lugar donde se escondía dicha persona, antes de seguir su camino a su casa con los abanicos

Pero cuando ella se dio la vuelta en la puerta principal de la escuela, la misma cabellera rubia se había manifestado mientras tenía una sonrisa observando por donde se había ido Yumi con esos abanicos qué tenía consigo.

-Te encontramos, al fin te encontramos. - decía a la vez que desaparecía del lugar en una bandada de murciélagos.

[Fin Flash back...]

Yumi: Sin duda fue divertido y algo extraño, pero... ¿quien habrá sido esa persona de la azotea que me vigilaba?. - se dijo seriamente mientras caminaba hacia su departamento por las oscuras calles.

En el transcurso del camino, logró ver a una persona que estaba delante de una casa que tenía las luces apagadas.

Cuando logró visualizarlo mejor, vio que era un chico con el uniforme masculino de la academia Kuoh, era un adolecente con un cuerpo promedio, de pelo corto castaño con varios flequillos que cubren parcialmente sus cejas y dos extensiones de cabello que cuelgan paralelamente a su nuca y ojos marrones.

Yumi: Ese chico... ¿es de la academia? ¿Qué está haciendo ahí?. - se preguntó al ver como ese chico se había metido a la casa.

Probablemente el vivía ahí, así que siguió con su camino hacia su casa.

Cuando Yumi iba a pasar de largo de la casa, se escucho un grito de alguien lo que hizo que se alarmara, dejando su maletín de lado se dirigió rápidamente hacia la casa donde al abrir la puerta, se encontró una escena horrible que se tuvo que tapar la nariz.

El pasillo que empezó a recorrer, estaba lleno de sangre que parecía reciente, y al entrar más profundo, vio una luz que salía desde una puerta que estaba entre abierta y al entrar a la habitación, encontró con una pila de cadáveres en el suelo y en los sillones.

Había una persona en la pared crucificada con sus propios órganos saliendo de su estómago, y frente a ella, se encontraba un tipo con el pelo color plateado con ropa de sacerdote con una cara de psicópata, con una espada en su mano derecha y una pistola en su mano izquierda apuntando hacia el chico castaño que estaba tirado en el suelo quejándose del dolor mirando al tipo con rabia.

Aunque también había una chica con una cara de panico por la escena frente a ella, era una jovencita de largo cabello rubio y ojos verdes. Su cabello fluye hasta la espalda, con un flequillo dividido sobre la frente y un solo mechón que sobresale de la parte superior que se inclina hacia atrás.

Su atuendo consiste en un traje de monja verde azulado oscuro con detalles en azul claro, un velo blanco sobre su cabeza con detalles en azul claro, una cartera marrón colgada en su cadera derecha y botas marrones con correas negras.

-Jajaja, ¡y siguen llegando más demonios!, ¿esto no puede ser mejor?. - exclamo el tipo con ropa de sacerdote riendo como maniático.

El tipo que volteo a ver a Yumi, llamando la atención de la rubia y del castaño que estaban en la habitación cuando el sacerdote la miró.

Los dos se voltearon a ver a la persona que el tipo loco veía, y el chico castaño la reconoció, era la nueva estudiante transferida de otra escuela, que rápidamente se había convertido en la quinta Onee-sama de la escuela en tan solo un día.

-Tu eres.... - murmuró viendo a la oji azul quien miraba al loco sacerdote con seriedad.

Yumi: ¿Quién fue el que hizo esto?. - preguntó con seriedad con su cabello ocultando sus ojos.

Antes de que el castaño pudiera hablar, la chica rubia se interpuso entre el sacerdote y los chicos con ambos brazos extendidos defendiéndolos a ambos de que hicieran algo contra ellos.

-Por favor, padre Freed déjelos ir. No son malas personas, Issei-san es amable, aunque sea un demonio, pero sigue siendo amable. - hablo la chica hacia el sacerdote conocido ahora como Freed.

Freed ahora dirigió su arma a hacia la chica rubia quien temblaba de miedo al ser amenazada por el.

Freed: Oh, Asia-chan, Asia-chan, ¿ahora estás parte de los demonios? Creo que tendré darte una lección. - comento yendo hacia la chica ahora conocida como Asia.

Freed se había lanzado contra la joven monja para atacarla, pero antes de atacarla sintió un puñetazo en su rostro que lo mandó a estrellarse contra la pared de la casa.

El puñetazo vino de Yumi quien se había enojado con el sacerdote psicópata, por tratar de atacar a la joven pelirrubia indefensa, sólo por defender a un amigo para que no le hiciera nada.

Los chicos miraron a Yumi sorprendidos que no vieron en que momento se movió, su cuerpo ahora estaba envuelto en un especie de torbellino de aire frío que estaba haciendo temblar al chico y a la chica por el frío que estaba emanando.

Además de eso, tenía un especie de abanico desplegable en su mano derecha mientras que tenía su puño izquierdo extendido hacia el frente.

-¡¿Senpai / Onee-san?!. - gritaron de sorpresa ambos al ver a la persona frente a ellos que había golpeado a Freed quien estaba demasiado sería.

Yumi volteo hacia ellos mirándolos con ojos fríos que estaban algo rojos, dejándose cegar por la ira, Yumi regresó su vista al frente donde mandó a volar a Freed, quien se había levantado con dificultad con la mano en el rostro que había sido congelado parte de el por Yumi..

Freed: ¡¡¡MALDITA PERRA ESO DOLIÓ, AHORA TE REGRESARÉ EL FAVOR MATANDOTE!!!. - exclamó furiosamente mirando a Yumi quien no respondía.

Freed se lanzó hacia Yumi con una tajada con la espada para cortarla en dos, pero Yumi dio un salto hacia atrás para esquivar el ataque que iba dirigida hacia su torso.

Moviéndose rápidamente, Yumo le dio un rodillazo en el estómago a Freed acompañado de una ráfaga de aire frío haciendo que salga disparado através de la pared con escombros cayéndole encima de todo su cuerpo.

Yumi se estaba dirigiendo hacia la pila de escombros donde se encontraba Freed dejando un rastro de hielo con cada paso que daba dejando desconcertado a Asia e Issei. Y cuando llegó a la pila de escombros, sacó a Freed sujetándolo del cuello donde empezó a congelarlo desde la base de los pies.

Freed: Ugh.... Me vas a congelar hasta matarme, ¿Eh, maldita perra?, es lo único..... que hacen los seres como ustedes. - comento con dificultad por el dolor de su cuerpo y por el frío que sentía en su cuerpo que Yumi generaba de su cuerpo.

Sin embargo, Yumi no respondió y sólo seguía con una mirada seria mirando al sacerdote en estado lamentable mientras lo seguía congelando, ella levantó su mano en forma de puño envuelto en una capa de hielo, para acabar con la vida del sacerdote haciéndolo pedazos

Cuando iba a dar el golpe de gracia hacia el tipo, una mano la detuvo impidiendo qué ella logrará su cometido, mirando al dueño de la mano, vio que era la chica rubia oji verde quien se la había detenido y la miraba con tristeza con algunas lágrimas saliendo de sus ojos.

Asia: Porfavor..... Para.... No lo mates... - suplico con lágrimas cayendo sobre sus mejillas para impedir que Yumi hiciera una locura.

Yumi volteo a ver a Freed, quien la veía con una sonrisa con sangre saliendo de sus labios, ella solamente lo mandó a volar hacia el otro lado de la casa dejándolo inconsciente con el hielo rompiéndose en el proceso dejándolo libre, pero este mismo quedo inconsciente.

Calmándose poco a poco, el aire frío empezó a desaparecer volviendo a la temperatura a la normalidad, sus ojos volvieron a la normalidad a su tono azul cielo.

Yumi: Oye, Issei, ¿no?. - el castaño asintió un poco aturdido. - ¿te encuentras bien?. - preguntó seriamente al chico quien salió de su impresión cuando la chica le habló al no saber cómo reaccionar ante ella.

Issei: H-Hai, Senpai. Me encuentro bien gracias a Asia quien curó mi herida en mi pierna. - respondió poniéndose de pie con algo dificultad caminando hacia ellas dos.

Cuando Yumi iba a hablar, se puso en guardia al como un círculo rojo apareció en medio de la habitación, ella miró a ambos jóvenes, mientras los tomaba de los hombros.

Yumi: Issei-san, Asia-san. - hablo captando la atención de ambos jóvenes. - ninguna palabra de lo que pasó aquí, ¿entendido?. - los miro seriamente a ambos jóvenes quién asintieron.

Ella no quería estar interfiriendo en cosas como estas, solo quería estar tranquila, pero viendo esto, serían cosas realmente interesantes y peligrosas.

Yumi: Issei, cuídala. - le dijo a Issei quién asintió.

Yumi abandono la habitación caminando por el hueco qué había en la pared dejando solos a ambos jóvenes, cuando se fue aparecieron cuatro personas a través del círculo mágico.

[AL DÍA SIGUIENTE...]

Era sábado, y Yumi se dirigía hacia su trabajo de medio tiempo en el restaurante porque le tocaba presentarse hoy, realmente necesitaba con que distraerse por lo que pasó ayer en la noche, además de que estaba un poco preocupada por los jóvenes que estuvieron allí con ella cuando los salvo de ese sujeto.

Soltando un ligero suspiro, decidió dejar esos pensamientos de lado al llegar al local adentrándose, y encontrarse con Stella quien la saludo con un gesto y una sonrisa donde ella le devolvió el saludo.

Se dirigió a su lockers donde guardo sus cosas y procedió a cambiarse a su uniforme del trabajo.

Al salir de los lockers, Stella procedió a explicarle como era trabajar aquí, como atender y saludar al cliente que llegaba o venía con familiares con sus hijos.

Después de un rato, Yumi se acostumbro poco a poco a trabajar en el local atendiendo a los clientes gentilmente con una sonrisa y los niños se le acercaban a ella dándole las gracias con algunos dulces que tenían consigo.

Yumi se inclino a la altura de los niños, diciéndoles que no había problema, que siempre y cuando sean buenos con sus padres, los niños se iban felices despidiéndose de Yumi con una sonrisa en su rostro.

Así fue el día de trabajo de Yumi junto con su amiga Stella quien le enseñaba en cómo hacer café también.

[UNOS MOMENTOS DESPUÉS....]

Yumi se encontraba afuera del local con su ropa de civil despidiéndose de Stella, donde ambas tomaron caminos en diferentes direcciones de la calle.

Ella por lo mientras, iría a comprar un par de cosas que necesitaría en su departamento, siendo un cepillo de dientes, una pasta dental y una toalla para el baño.

Porque solo tenía el departamento amueblado con su ropa que cargaba ahora mismo y con el uniforme del trabajo.

Tras algunos minutos estar caminando, Yumi había llegado a un pequeño parque donde había una pequeña fuente, pero además, noto a alguien familiar sentada en la banca viendo la fuente con una mirada de tristeza.

Yumi: Esa es.... ¿Asia-san?. - hablo captando la atención de la monja qué le miró.

Asia: Ah, eres la Onee-san del día de ayer... - decía tratando de adivinar su nombre.

Yumi: Yoshizawa Yumi. Solo dime Yumi.

Asia: Ah, un placer conocerla, Yumi-san.

La oji azul se sentó a un lado de ella mientras miraban la fuente con algo de tranquilidad, aunque quería preguntarle a Asia sobre ese extraño sacerdote. Pero eso solo sería traerle recuerdos malos.

Ella se giro hacia ella, y vio que la mirada de Asia era de tan solo una persona inocente e ingenua qué apenas estaba aprendiendo sobre el mundo exterior. Así que ella sonrió, y hablo.

Yumi: Ne, Asia-san. - la mencionada le ve. - ¿Quieres ir a dar una vuelta?.

Asia: ¿Eh? ¿Esta segura?.

Yumi: Hai~, además es para salir un rato y distraerse. - comento haciendo sonreír a Asia quien asintió con gusto.

Ambas chicas empezaron a vagar por los locales de la ciudad donde Yumi llevo a Asia al restaurante donde ella trabajaba, y ella le ayudo a la pequeña rubia a saber como comer la comida de ahí siendo un par de hamburguesas que pidió para ambas.

Al salir, de ahí, se fueron donde habían algunas máquinas recreativas con algunos peluches dentro de ellas, Yumi al no ser muy buena en ellas, apenas y logró sacar uno para Asia quien lo tomó con apreciación al tener algo que abrazar.

Las personas que le veían pasar por la calle, pensaban que se trataba de una salida de hermanas, aunque ninguna tenga un parentesco en similitud.

Ambas siguieron caminando hasta que escucharon un fuerte ruido que salió de un callejón, quien había causado ese ruido, fue un chico de cabellos castaños que era un poco más alto que Yumi y Asia, el cual traía una ropa de color blanca totalmente destrozada.

-Ah...Ah...Ah... P-Por fin un lugar claro. - dijo el joven viendo a su alrededor.

Las dos chicas veían sorprendidas al ver a alguien en esas pintas, pero lo más importante...

Asia: ¿Q-Quien es el y porque esta así?. - preguntó sorprendida y horrorizada a la vez.

Yumi: No lo se, nunca lo había visto antes, pero.... - reviso qué su ropa estaba hecha trizas y tenía algunas heridas en su cuerpo. -... parece que sufrió algún accidente. Oye.

Ante la llamada, el chico se volteo y vio a Yumi caminando hacia el con Asia detrás de ella.

-¡¿Quiénes son ustedes?!. - preguntó el chico respirando con dificultad.

Yumi: T-Tranquilo, no te quiero hacer daño. Solo quiero saber como es que terminaste así. Y de paso acompañarte a tu hogar...

-¡No puedo! Si regreso, ellos me llevarán nuevamente... - dijo el chico con miedo en su voz bajando la mirada.

Yumi: ¿"Ellos"?. - preguntó con duda a quienes se refería.

-De todas formas ustedes ¡No me creerían!. - grito enojado.

Al momento de gritar, el chico fue corriendo hacia Yumi y le lanzó un golpe. Yumi fue capaz de esquivarlo y contrataco con su propio puñetazo, pero el chico lo había esquivado y la empujó hacia adelante.

Yumi fue capaz de recuperar el equilibrio y lanzó dos estalactitas de hielo, pero el castaño los había esquivado y tomo uno de ellos donde se lo regreso a Yumi dándole en una mejilla dejándole una línea de sangre recorrer por su rostro.

Asia estaba viendo este pequeño intercambio de golpes con impresión, pues se notaba que ambos sabían pelear.

Yumi retrocedió un poco y se recuperó para ver al chico.

Yumi: No está nada mal, eres muy fuerte y puedo notar que tu fuerza no es nada normal. - el comentario dejó sorprendida a Asia. - Pero... - sacó sus abanicos mientras una ventisca helada se manifestaba alrededor. - probare algo nuevo.

En un instante, Yumi se había movido deslizándose por el suelo hasta quedar detrás del castaño. Este se había sorprendido y cuando se dio cuenta que la chica estaba detrás de él, Yumi le había dado una patada mandándolo al suelo.

Asia: Oh no. - ella corrió hacia el chico y comenzó a curarlo con sus anillos. - ¿Estas bien?.

-E-Esa fuerza y esas habilidades.... - comento mientras se levantaba con ayuda de Asia. - ¿Ustedes también... son de parte de los seres sobrenaturales? ¿O son sus aliados?.

Yumi: ¿.D-Demonios?. - comento con sorpresa al no creer lo que escuchaba.

-¡No se hagan las tontas!. - grito mientras agarraba a Asia de la muñeca y la lanzaba contra Yumi quien la atrapó. - ¡Esos tipos me convirtieron en un conejillo de indias para experimentar con mi poder!.

Yumi empezó a recordar ese suceso el día de ayer donde se había manifestado ese extraño círculo en el suelo.

Yumi: Entonces tu también... - ella se acerco al chico mientras lo tomaba de los hombros. - ¿Hay seres sobrenaturales en este lugar?.

El grito de Yumi sorprendió al chico que estaba delante de ella y a Asia qué estaba detrás.

El chico viendo que ambas son e confianza, decidió hablar.

Takumi: Mi nombre es Hiroyuki Takumi y era un estudiante de la academia Kuoh de 17 años que práctica kendo. Un día escuche que un tipo llamado Kokabiel estaba ofreciendo un trabajo y que la paga sería buena, por lo que fui a esa iglesia.

El comenzó a relatar y su voz perdía cada vez más fuerza.

Takumi: Cuando llegue, me habían tendido una trampa. Trate de pedir ayuda, pero de repente me habían amordazado y vendado los ojos llevándome a algún lugar. - fue relatando mientras las dos chicas le ponían atención. - Cuando me quitaron la venda de los ojos, me encontraba en una especie de contenedor con algunas cadenas alrededor de mis piernas y brazos. La mayoría de ellos tenían capucha negras, no pude verles bien el rostro.

Yumi: ¡¿Eh?! ¡¿En serio?! ¡¿Entonces hay seres sobrenaturales en esta ciudad?!. - preguntó desesperadamente para saber cosas sobre este mundo.

Takumi: ¡No lo se! ¡Todo está muy confuso!.

En eso, escucharon una voz arriba de ellos.

-Qué escena tan conmovedora, pero lamentablemente eso se tiene que acabar. - dijo la voz captando la atención de todos.

Asia: ¡Raynare-sama!. - grito poniéndose frente a Yumi y Takumi quienes se pusieron en guardia.

Takumi: ¿La conoces?. - preguntó de manera seria sin dejar de mirar a la pelinegra.

Asia: Si, ella a cuidado de mi desde que me expulsaron de la iglesia. - comento de manera triste sorprendiendo a ambos, pero más a Yumi quien la miró con pena.

Raynare: Así es, ahora aléjate de ellos, tenemos que irnos. - dijo jalando de la mano a Asia.

Takumi: ¡No dejaré que te la lleves como así!. - exclamó tomando la otra mano de la rubia.

Yumi: ¡¿Qué es lo que harán con ella?!.

Raynare: Fácil, solo queremos hacerle unos pequeños cambios en ella. Jajaaj.

Apretando sus dientes, Yumi tomo sus abanicos y lanzó una ráfaga de aire frio que hizo que Raynare se tapara los ojos, pero al momento de abrirlos, ella se fijo que Yumi venía por encima de ella con su pierna derecha extendida hacia el frente con intención de golpearla.

Pero la ángel caído la alcanzó a tomar de la pierna, y la arrojó contra Takumi quien apenas la había atrapado soltando a Asia en el proceso para rescatar a la oji azul.

Cuando ambos se fijaron al frente, Raynare había desparecido del lugar junto con Asia dejando en shock a Yumi quien tenía sus ojos temblando de horror.

Era la primera vez que veía a seres sobrenaturales en este lugar, pensaba que estaría en una ciudad donde solo estaría en paz y con una vida normal siendo ella la que este usando poderes de hielo.

Pero parecía que habían más seres como estos estando corruptos secuestrando a gente.

Yumi: Asia... chan..

Takumi: Se a donde la llevarán, ¡sígueme!. - grito tomando de la mano a Yumi guiándola hacia la iglesia que estaba en la cima.

Volviendo en su, Yumi frunció el ceño comenzando a correr junto con el chico llamado Takumi qué le estaba guiando hacia la colina, sin saber que fueron vistos por Issei quien pasara por ahí estando entrenando para ser más fuerte.

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