Kati.

Estaba deshecha, pegué mi espalda a la puerta y me deslice lentamente hasta el suelo sin dejar de llorar, escondí mi cara en mis piernas y comencé a sollozar. Sentía las lágrimas deslizarse por mi rodillas hasta llegar a mis muslos.

Esto no podía estar pasandome, no quería creerlo, yo pensé que esto duraría, aunque sea más tiempo, pero no, aquí estaba, sola y triste.

Boris me había dejado, me dejó después de todo y... Y Theo, el de seguro está muy enfadado conmigo.

Fui una niña tonta, en verdad lo fui, creí que lo que tenía con Boris era real, que lo que teníamos era verdadero, pero todo resultó ser una dolorosa y tonta mentira.

Me sentía vacía y desilusionada, ya no tenía a nadie, tal y como cuando llegué a este lugar, los perdí a los dos, como perdí a mi... A mi papá.

Los 3 se fueron en el momento menos esperado.

Me levanté y comencé a caminar hacia mi habitación, parecía solo un cascarón vacío, sin un alma dentro, que solo sabe dónde ir por lo acostumbrada que estaba a este lugar.

Me detuve cuando pude mirar la puerta de la habitación de mi mamá entreabierta, caminé hasta allí y la termine de abrir lentamente, mi mamá estaba acostada de una manera incómoda, con dos botellas de whisky vacía y una a la mitad.

Camine hasta ella y acomode sus pies, cuello y cabeza, la tape con lo que pude y me encamine a la puerta, pero me detuve, tanto mi madre como Boris, eh notado que suelen beber para olvidar sus problemas. Gire mi cabeza y mire la botella de whisky, la cual me pareció tentadora.

El alcohol es felicidad prestada.

No me haría mal... Tratar de ser feliz por un momento, la tome y comencé a caminar a mi cuarto, cuando estuve ahí cerré la puerta y me senté en mi cama, recargando la botella en mi pierna.

Después de unos segundos, verti el líquido en mi boca, casi no la tragó, por que era extremadamente amargo y me quemaba la garganta, se sentía algo entumida mi lengua y boca.

Comencé a llorar de nuevo, me sentía infeliz e ingenua, cosas como estas seguramente no me dejarán de pasar, quizás en el futuro nisiquiera exista.

Tome otro trago de whisky, seguido de otro y otro, poco a poco el sabor empezaba a gustarme y no sabía si era bueno o malo, solo sabía que no quería seguir sintiéndome así.

Desamparada, tonta, ingenua y estúpida.

( ... )

Salí de mi salón y me dirigí a mi casillero, tenía sueño y me dolía algo la cabeza, no quería venir a la escuela, anoche había tomado una botella de ron a escondidas de mi mamá.

Sentía que la cabeza me palpitaba, estaba de mal humor y los maestros eran realmente molestos, dejaban tareas estupidas y sin sentido.

¿De qué me sirve todo esto si en el futuro no van a importar? Seguramente aunque tenga un diploma, las personas no querrán contratarme, por que me faltaría experiencia, ¿Cómo carajos tendré experiencia si nunca me van a contratar?

Suspire y cerré el casillero, al darme la vuelta no hice más que lastimarme, Boris y Kotku estaba besándose como si millones de estudiantes no los vieran.

Era estúpido, todo era estúpido, la escuela es estúpida, mis compañeros son estúpidos, las maestras y maestros son estúpidos, que siga amando a Boris ¡Es estúpido!

Segui mi camino para llegar al comedor, tenía hambre y no había desayunado, cuando entre no vi más que la mesa donde Theo estaba, el alzo la mirada y me atrapo viéndolo, pensé que me sonreiria, pero solo siguió comiendo.

Todo se había ido al caño, se preguntaran ¿Cómo se fue al caño en un día? Pues básicamente eso paso, con la diferencia de que ya es una semana desde que pelee con Theo y Boris me termino... O lo que sea que teníamos acabo.

En ese tiempo me había vuelto muy antipática, le había respondido a mi madre cuando nunca lo hice en toda mi vida, en mi interior sabía que me estaba perdiendo, la yo de antes estaba más que muerta bajo kilos de tierra.

Mordí mi labio inferior y camine fuera de la cafetería, fui al baño a comer, era anti higiénico, pero no quería ir allí por que Theo estaría y eso me lastima, tampoco quería comer en los pasillos por que inevitablemente Boris y Kotku se estarían besando y eso también me lastimaba.

Dios, ¿Por qué soy tan débil?

El día paso aburrido y sin gracia, extrañaba las tardes en que iba con los chicos a la casa de Theo y nos sentábamos en la orilla de la piscina. Pero ahora eso era tan lejano a mi.

Llegue a casa y tire mi mochila en el suelo, cuando iba a mi habitación, pasé por la entrada que llevaba a la cocina y allí estaba mi madre, seria y con 3 botellas de alcohol, dos de whisky y una de ron.

-Kati... Ven aquí–Dijo y obedecí bufando.

-¿Qué?–Pregunté.

-Hace días que ah estado desapareciendo el alcohol de casa–Me miro–¿Tú lo tomaste?–.

-No–Mentirosa.

-¿Entonces por que encontré estas botellas en tu habitación?–Preguntó frunciendo el ceño–Pensé que serías sincera Katiuska–.

-¿Espiaste mi habitación?–Solté con molestia–No seas hipócrita mamá, tu bebes todo el tiempo, no se que esperabas–.

-¡Kati!–Me gritó reprochandome–Si, yo tomo, pero no significa que quiero que tu termines así–.

-Es inevitable mamá–Suspire–Igual terminare como tú, sola y como una buena para nada–Sentí como mi mejilla ardía al recibir la cachetada de la mujer frente mío.

-¡¿Qué te sucede Kati?!–Me miró con decepción–Tu no eras así hija ¿Qué te pasó?–Preguntó con la voz quebrada.

-¿Qué me pasó? ¡¿Qué si que me pasó?! Nunca te preguntaste eso cuando te ibas por días de casa, ¡Jamás te preocupaste por mi! ¿Por qué ahora te comportas como si yo fuera tú hija? ¡Me abandonaste! ¡Me hiciste sentir que mi padre murió por mi culpa!–Solloce posando mi mano en la mejilla que me dolía–Jamás te comportaste como una verdadera madre–Solté con odio.

-Tú no lo entenderías–Dijo–Fue muy difícil para mí, no sabía que hacer–Una lagrima bajo por su mejilla–Sentía mucha tristeza y culpabilidad, por que por mi el tuvo que ir a buscarte–Sollozo–Se que estuvo mal, pero sentía alivio cada vez que te culpaba, quería creer que tu tenías la culpa, para sentirme mejor–Confesó.

-Eso nunca te va a justificar–Escupí con dolor–Yo... Soy una niña mamá–Cerre fuerte mis ojos–Te necesitaba, más que a nadie–Calle por unos segundos–Y tu no estuviste para mi–Le di la espalda para irme.

-Hija–Me llamó.

-Ojalá y hubieras muerto tu en vez de papá–Mi respuesta salió como una cachetada a su corazón.

Comencé a subir a mi habitación y al entrar cerré con seguro, me tiré al suelo a llorar, estaba destruida y solitaria, en soledad, todo se estaba llendo a la mismísima mierda.

Papá... Mi papá seguro estaría decepcionado de mi, por todo lo que eh hecho, dios mío, ¿Qué me pasó? Mi madre tenía razón... Yo no era así.

Papá, ¿Por qué te fuiste? Desearía que estuvieras aquí, que me consolaras y me dijeras que todo estaría bien, por favor, ayúdame, que alguien me ayude a salir de este abismo.

-Perdonamé–Un sollozo desgarrador salió por mi garganta–Perdóname papá–.

SWEETGIRL

¡Sopresa! ¿A qué no se esperaban el regreso de la historia? Quice terminarla por que quedan pocos capítulos, además, me dio ganas de terminar con esta hermosa historia.

No sé si sigue esta historia en la biblioteca de alguien y si esta en la tuya tu que lees esto, te quiero y espero la pases bien siempre.

Díganme qué le pareció y apoyen la historia.