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Nᴏᴄʜᴇ ᴅᴇ ᴀᴍᴏʀ ʏ ᴜɴ ʜᴇʀᴇᴅᴇʀᴏ ᴀʟ ᴛʀᴏɴᴏ
Después de esa gran escena pasaron 2 semanas, Daemon y Izaro se comportaban como esposo amorosos, Viserys seguía en su duelo por su esposa y con la presión de casarse pero ya se había negado a eso, Rhaenyra y Alicent se la pasaban juntas y nadie sabía nada del gran ex consejo de Belfast ni de Lord Niklaus y su amenaza.
Daemon se acercaba a su esposa la cual estaba mirando por la ventana sin hacer nada y no se había dado cuenta de su presencia.
— Buenos días — Daemon la abrazaba por la espalda y ella sonreía con felicidad
— Buenos días principe canalla — Izaro lo miraba divertida al pronunciar su apodo y el reía
— Gracias por tu insulto mi lady — Daemon dejaba un beso en su cuello para darla vuelta y que quedará frente a el
— ¿Me sueltas? Quiero ver la bella vista — Izaro sonreía
— Ya ves una bella vista — Daemon se refería a el y su esposa reía
-— Por supuesto — Izaro ponía sus manos en su cuello y el la acercaba más para besarla y ella lo seguía, Daemon la cargaba y ella reía — No no y no, hay que salir de esta habitación , no volver a la cama — Izaro se separaba de él y el suspiraba
— Bien, lo que tu digas — Izaro reía y Lo agarraba de la mano para que saliera de la habitación directo a donde el dragon de Daemon descansaba — Asi que quieres volar — el oji verde miraba a su esposa sin soltar su mano
— Si, ¿podemos? — La pelirroja sonreía y el asentía
Daemon había admitido ante Viserys que amaba todo lo que tenga que ver con Izaro. Había admitido que la amaba y la ama, que hace lo que ella diga sin importar que.
Rhaenyra empezaba a verla más que una amiga si no como una segunda madre, Era lo que necesitaba la joven después de todo.
Viserys admitía que sentía admiración por su cuñada, que la aprecia y que haría todo por protegerla.
Alicent la quería, pues tenía otra amiga y alguien con quien desahogar sus penas y admitía que izaro la hacía sentir muy bien a diferencia de su padre.
Silas hacia todo lo que este a su alcance para proteger a su niña pelirroja, si algo malo pasaba no se lo decía hasta que no empeorará o algo por el estilo, Ya había amenazado a Daemon de forma cordial. No debía lastinar a Lady Roughwhirl o habría consecuencias.
Daemon y Izaro habían dejado de volar hace unas horas. Daemon sonreía al ver a su esposa acariciar a su dragón sin miedo.
— Preciosa ya vamonos! — Daemon alzaba un poco la vos para ser escuchado por su esposa ya que estaban un poco lejos uno del otro, Izaro se acercaba a el de forma rápida y el sonreía
— Solo quedémonos un segundo más, si? — la pelirroja suplicaba y el sonreía
— Ya es tarde. Ya todos deben haber comido sin nosotros y deben estar preocupados — Izaro arqueaba una ceja y miraba a su esposo
— ¿Desde cuando te importa si comen contigo o sin ti y si están preocupados? ¿Tienes fiebre? — Daemon reía y la miraba
— No, ya mejor me calló, Vamos a caminar — Daemon la agarra de la mano delicadamente y empezaban a caminar dejando a su dragon con uno de los maestros ya estaban algo lejos del castillo
Izaro se sacaba sus zandalias para empezar a caminar sobre la hierba y sonreía en paz
Daemon hacia los mismo que ella y la observaba detenidamente.
Izaro comenzaba a correr dándole a entender a Daemon que debía atraparla y este le sigue el juego divertido.
Ambos corrían juntos entre risas y hierbas verdes, Daemon corría algo lento para darle ventaja a ella y ella se daba cuenta, Ambos seguían corriendo entre risas. Cualquiera diría que son dos niños en cuerpos de adultos jugando a las atrapadas, Se los ve muy felices, Izaro era atrapada por Daemon y ambos perdían el equilibrio y se caían al suelo, Daemon atraía a el a su esposa para besarla con gran intensidad y pasión.
— Te amo — Izaro repetía esas palabras por primera vez y Daemon sonreía
— Te amo — Izaro sonreía al escucharlo
Daemon entraba a su habitación junto a su esposa en sus brazos mientras la besaba, La apoyaba contra la pared de forma brusca pero sin lastimarla y la soltaba, bajaba sus besos a su cuello sacando varios suspiros de ella y eso lo hacía sonreír. Daemon comenzaba a desabrochar su vestido y lo tiraba al suelo dejándola expuesta ante el.
— Eres hermosa.. — Daemon suspiraba agitado mirándola
Izaro lo besaba con gran intensidad y sus manos tiraban de su cabello al sentirlo tocar su cuerpo. La pelirroja comenzaba a sacar una por una las prendas de el y el se mantenia quieto para que ella lo hiciera. Y sonreía al verla sonrojada para después besarla.
Ambos estaban sobre la cama desnudos, Daemon sobre izaro mirándola a los ojos mientras se movía de forma rápida dentro de ella. Izaro gemia de forma contaste y Daemon igual, ella lo besaba y enterraba sus uñas en su espalda al sentirlo empujar con más fuerza eh intensidad.
Daemon y Izaro dormían abrazados aún desnudos. Izaro era la primera en despertar y sonreía al ver a Daemon tan tranquilo y besaba su mejilla haciendo que el despierte.
— Hola — Izaro sonreía y el la miraba con ternura al ver que estaba roja al acordarse que aún estaban sin ropa
— Hola — Daemon besaba su frente y ella sonreía
—.Fue una noche larga — Izaro reía ante sus propias palabras y Daemon igual.
— Si — Daemon sonreía y suspiraba al ver entrar a una de las criadas que al verlos se da vuelta
— Lo lamento Príncipe Daemon y Lady Izaro. Venia a comunicarles que el rey necesita verlos en la sala del consejo — La joven rubia hablaba apenada
— Dile a mi hermano que ya iremos —.la rubia asentía y se iba rápido
— Será mejor que vallamos antes de que alguien más entre y te vea así — Daemon besaba a su esposa
— ¿Desnuda? — Izaro sonreía ante los notables celos del oji verde
— Si, Solo yo puedo verte — Izaro reía ante sus palabras y el la besaba para después pararse de la cómoda cama
La pareja iba directo al consejo, con cierta curiosidad de que podría estar pasando. Ambos entraban y Viserys los miraba. Estaba cada representante de cada casa y Rhaenyra en esa habitación
— ¿Qué sucede hermano? — Daemon se acercaba a viserys sin soltar la mano de Izaro ante la atenta mirada de todos
— Voy a comunicar algo importante — Daemon sentía y miraba a su hermano pararse de su asiento — Como ustedes saben Rhaenyra es mi única hija y eh decidido nombrarla la única y legítima heredera al trono — Daemon miraba a su hermano ante sus palabras
Izaro mantenía la mirada en Daemon que reflejaba enojo ante las palabras de su hermano. Sabía que esto sería una condena para la relación con su hermano, Daemon enloqueseria por esto y ella lo sabía.
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