5

Dᴇsᴛʀᴜᴄᴄɪᴏɴ ᴅᴇʟ ʟᴇɢᴀᴅᴏ



Después de ese gran espectáculo Ser harwin se retiro a seguir con sus labores y Izaro a su habitación junto a Daemon. Ellos no hablaron sobre su beso y algo sobre ellos .

Ninguno quería tocar el tema y ninguno lo toco en toda la noche. Al siguiente día los dos dormían abrazados y era una imagen tierna y llena de Amor.

Daemon se había despertado primero y le causaba ternura ver a su esposa con su cabello revoltoso y su cara tan tierna al dormir, el acariciaba su cabello pelirrojo mientras ella se aferraba con fuerza a el. Haciendo que el sonría y se sienta cómodo con ella, a decir verdad daemon no sabía que es lo que le estaba pasando. No quería admitir que se estaba enamorando de ella. Se supone que la odia y ella a él.

¿Sᴇʀᴀ ǫᴜᴇ ɴᴀᴅᴀ ᴍᴀʟᴏ ᴘᴀsᴀʀᴀ ʏ ᴇʟʟᴏs ᴘᴏᴅʀᴀɴ ᴛᴇɴᴇʀ sᴜ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ ᴅᴇ ᴀᴍᴏʀ?

Izaro despertaba gracias a unas caricias en su cara que le hacían cosquillas y se encontraba con la mirada de Daemon..no era como las de siempre que eran frías y sin una pizca de amor. Ahora el la miraba con amor y un ligero brillo en sus ojos. Y ella igual solo que no se daba cuenta

- Buenos días.. - Izaro lo miraba nerviosa mientras el seguía acariciando su cabello y ella sonreía

- Buenos días mi lady - Daemon sonreía para dejar un beso en su mejilla haciendo que esta se tiña de rosa

- ¿Desayunamos? - la pelirroja lo miraba esperando a que el diga que si y Daemon asiente

Tras esa acción ella se separa para levantarse de la cama pero unos brazos en su cintura la devuelven a la cama y Daemon se acerca a su oído, haciendo que ella sienta su respiración y se ponga nerviosa algo que claramente Daemon noto

- Pero lo haremos en la cama - Eso sonaba más a una orden que a una petición o pregunta y la pelirroja no pudo oponerse a el y se acomodo en la cama

Daemon llamo a las criadas y les dijo que trajeran el desayuno cosa que no tardaron en hacer y en todo el tiempo en el que estuvieron esperando el desayuno no hablaron de nada y se quedaron mirando a un punto fijo, realmente era incómodo

Después de un rato las criadas entraron con el desayuno y se los dejaron en la cama, Daemon y Izaro se destinaron a comer y nada más. Hasta que daemon rompió el silencio.

- ¿Tienes algún plan para la tarde? - Daemon miraba a su esposa con curiosidad mientras ella seguía comiendo

- No, ¿por qué la pregunta? - Daemon sonreía ante su respuesta

- Por que iremos a dar un paseo en caraxes - la pelirroja lo miraba confundida ante su declaración

- ¿Iremos? -

- Si, vendrás conmigo - Daemon la miraba

- No me gu- izaro no pudo terminar ya que fue interrumpida por Daemon

- Se que no te gusta...pero nunca has montado en uno - Daemon seguía comiendo y izaro quedaba sorprendida por que el supiera que no le gustaba

- Bien.. - Daemon sonreía con superioridad y la acercaba a el sin decir nada para así los dos seguir comiendo

No se sentía mal esa sensación después de todo..

Daemon se acercaba a su dragon acariciándolo para que se mantuviera tranquilo y izaro solo se dedicaba a mirar con miedo a la criatura.

- Ven - Daemon estiraba su mano para que su esposa la tomara, pero al ver la duda en ella vuelve a hablar - No te hará daño, tranquila - Izaro suspiraba y tomaba su mano. Daemon colocaba la mano de ella en el dragon y sobre ella la suya y sonreía al ver que izaro iba perdiendo el miedo - Vamos - Daemon la tomaba de la cintura para ayudarla a subir a caraxes y después subir el. El oji verde reía al ver que su esposa se aferraba con fuerza a el cuando el dragon empezaba a moverse para volar.

Después de haber volado por un buen rato daemon se hacercaba a su esposa para ayudarla a bajar y reía al ver lo mareada que estaba

- Tranquila ya estas en tierra - Daemon besaba su cabeza y reía al verla tan despeinada y recibía un golpe juguetón en el pecho por parte de ella - ya me calló -

- Mejor, ya vamos al castillo por favor - Empezaba a caminar ya mejor y Daemon detrás de ella

- Claro mi lady - Daemon sonreía y la acompañaba

Ambos llegaban al castillo y Izaro y Daemon habían sido atacados por órdenes y deberes. Daemon con la guardia real y izaro con sus deber de mantener el orden desde kings landing en Belfast.

- Ya dime que demonios pasa silas! - Silas llevaba media hora intentado hablar pero no le salían las palabras

- Bien...El consejo de Belfast ya no la quieren como gobernante y elegirán a Lord Niklaus para ese deber...creen que un hombre lo hará mejor...ellos creen que ser parte de los 7 reinos es un error y que cometiste ese error...lo siento tanto mi niña..-

Eso no podría ser posible, ella sabía que el consejo tomaba desiciones estúpidas. Pero nunca creyo que harían algo así. Su padre había creado leyes y entre ellas estaba una muy importante "El consejo podrá destitur a un Gobernante de su puesto si no lo cree apto para el" Una ley que se había respetado hasta hoy. Izaro era buena gobernante, Le había traído paz y riqueza a su pueblo. Su familia había gobernado por más de un milenio en ese pueblo, no podían destituir este legado.

- No pueden hacer eso..No eh hecho nada malo. Le di al pueblo todo lo qur querian! Le di al consejo alianzas y poder! No pueden destruir el legado de mi familia..- Silas suspiraba y la miraba sentarse con lágrimas en sus ojos

- Ya lo hicieron... - Silas la abrazaba al verla que empezaba a llorar

No era justo que le quitaran algo que era suyo y de su familia. Pero el consejo era machista y creía que Lord Niklaus lo haría mejor y que aliarse con el rey viserys fue una condena. Ellos esperaron a que ella se fuera para tomar esta decisión y dejarla sin nada. Como siempre el enemigo ataca por la espalda.

Daemon entraba a al habitación y veía a izaro acostada en la cama tapada con matas mientras silas estaba a su lado y acariciaba su cabello y ella dormia plácidamente. Le había costado a Silas distraerla para que duerma pero lo habia conseguido. Aun que sus sueño no eran nada bonitos.

- ¿Qué sucede?... - Daemon miraba a silas preocupado y el hacía una seña para que se mantuviera en silencio. Silas se separaba de ella para llevarse a Daemon con el

- ¿Cómo es posible que hicieran esto? los muy bastardos esperaron a que ella saliera de hay para quitarle lo que es suyo! - Daemon gritaba enojado por las palabras que había pronunciado silas

Silas había llevado a Daemon con el rey y les había confesado no sólo a ellos si no que a Rhaenyra lo que había pasado. Rhaenyra no lo podía creer, viserys tampoco y Daemon estaba enojado

- Así es mi príncipe, ellos son unas serpientes sin corazón - Silas estaba enojado. Pero no podía hacer nada, no tenía el poder suficiente para hacer algo contra el consejo de Belfast

- Podríamos matarlos - Viserys hablaba con seriedad. No toleraba el hecho de que le hayan quitado su pueblo a Izaro, la quería y verla sufrir no era una opción

- No creo que sea apropiado...izaro es muy pasifica, No haría eso - Rhaenyra hablaba tratando de que Ni Daemon ni su padre cometieran una locura, pues izaro no va a querer eso

Daemon solo salia de la habitación para ir junto a su esposa, ya había aceptado que la amaba y odiaba verla sufrir, y odiaba la injusticia que le acaban de hacer, no era justo y quería que pagaran pero izaro..es muy diferente a Daemon.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top