53. Oscura Obsesión
Detective Jung
Mi disparo al aire hizo que aquellos dos individuos temblaran parados a la orilla de la peña.
Llegué a tiempo al seguir aquel rastro que me indicó que al parecer habían más personas cerca de la casa. Así que me escurrí con sigilo hasta ahí sin que nadie lo notase.
No distinguí a nadie por la lejanía en la que me encontraba aún pero era obvio que se trataba de Chung Mong-koo y probablemente Kim Jimin.
El chico seguía con vida pero no por mucho tiempo ya que su vida estaba siendo amenazada por el hombre, el viejo amigo de mi padre si es que aun me atrevo a llamar así al hombre casi muerto que esta en ese sótano, después de saber que todas esas aberraciones eran obra de él y de Chung.
—Baje el arma señor Chung, es inútil, todos mis hombres están aquí y ahora mismo está rodeado.
El hombre me miró perplejo y se alejó un poco de la orilla arrastrando consigo a Jimin. Era mentira, ninguno de los policías vino conmigo. Les ordené que siguieran en lo suyo.
—Detective, que bueno que vino, ellos...e-ellos son los culpables. Este niño con la ayuda de Min planearon todos esos asesinatos. Yo soy inocente, ellos vinieron a irrumpir y me hirieron.
Arrugue el seño cuando la mención del hombre al que siempre creí el culpable atrajo mi atención. ¿Min? ¿Estaba ahí? ¿Por qué? No lo había visto por ningún lado.
—¿Cómo se que es verdad y que no estas inventando esto para salir libre? Veo como apuntas al chico con tu arma y como planeabas asesinarlo y arrojarlo al precipicio. He visto todas esas grabaciones, tú, mi padre, y muchos otros hombres. Lo que han hecho no tiene nombre. Suelta a Jimin y déjalo ir, entrégate por tu voluntad y todo saldrá bien.
Chung Mong-koo dio varios pasos aún sin soltar al chico rubio al parecer no tenía intención de querer dejarlo ir.
Si algo pasaba debía actuar rápidamente y sin refuerzos. Ahora no estaba seguro de si hice bien en dejar a los oficiales recabando pruebas e información dentro de la casa y atendiendo al joven Yang el cual me preocupaba su herida.
De todos modos debía actuar y hacer algo, ese era mi trabajo.
—Está bien, suelta a Jimin y déjame esposarlo, después iremos en busca de Min Yoongi y también lo llevaremos a la estación de policía. Haz lo que te digo Chung.
Mi arma aún apuntaba a Chung pero no haría ningún movimiento en falso o podría herir a Jimin. Así que trate de convencerlo que estaba de su lado. El hombre se fue acercando poco a poco hacia mí así que pude ver como lentamente aflojaba su agarre de él.
—Pero baje primero su arma detective, al suelo. Debo asegurarme que está diciendo la verdad —Dijo apuntando a Jimin con su arma.
—Lo haré, ¿ves? Aquí tienes —Lentamente bajé mi arma y levanté mis manos al aire.
—Lancela hacia acá —Volvió a ordenar y así lo hice.
Con la punta de mi pie y de manera lenta deslicé el arma más allá de mi alcance. No podría defender a Jimin si algo se le ocurría al hombre frente a mí afortunadamente siempre tenía una pistola extra escondida, la verdadera preocupación era sacarla a tiempo.
—Bien, ya no tengo armas, deja a Jimin.
—Miente detective, sé que tiene más armas. Déjelas en el suelo o aquí mismo le vuelo la cabeza.
Mis instintos me alertaban, estar en una situación de vida o muerte me infundia la presión de tener que proteger a Jimin y evitar un desenlace trágico. La posibilidad de no poder salvarlo o de ser superado por Chung me quería generar una incertidumbre intensa, no quería fallar. No podía.
Se lo debía a Jimin. Después de enterarme que su vida fue arruinada por mi propio padre, me sentía en la obligación de devolverle algo.
Ahora en estos momentos me sentía frustrado y desesperado porque sabía la verdad, los verdaderos causantes de todo lo que él vivió desde niño y uno de ellos era la persona en la que más confiaba, esto comenzaba a afectarme más de lo normal, mi capacidad para pensar con claridad se veía interrumpida con las inmensas ganas que resurgían de volarle la cabeza ahora mismo y salvar a Jimin.
Mi corazón latía con fuerza en mi pecho mientras evaluaba la situación y a la vez pensaba en tantas cosas. Me sentí atrapado entre la espada y la pared, me debatía entre hacer el bien y arrestarlo o asesinarlo a sangre fría por lo que hizo, porque sinceramente es lo que se merece, pero mi determinación para proteger a Jimin no flaqueaba en ningún momento.
El martillar de su arma me hizo moverme rápidamente así que saqué de la parte de atras de mi cinturón la única arma que me quedaba y la arrojé a sus pies.
—De rodillas —Ordenó de vuelta —. Mientras menos testigos queden de todo esto, será mejor para mi.
Maldito, mil veces maldito, no podía creer aún que me haya vulnerado y doblegado.
Mi vista se posó sobre que chico rubio al que busque por casi medio año. Los ojos de Jimin desprendían un chispazo de miedo, se reflejaba en su semblante y en el mío solo encontraría impotencia al no poder ayudarlo al final.
Esto no debía terminar asi.
—Todos son unos estúpidos entrometidos. Si tan solo se hubieran quedado donde estaban todo esto no hubiera pasado. Descubriste una red muy grande Jung, dirigida por tu propio padre desde antes que nacieras tú, los muertos que están allá adentro no son ni la mitad de los que pertenecen a esta red. Por eso debo matarte, eres el menos indicado para saber toda esta información. ¿Sabes por qué Kim Jimin era tan importante para el viejo Jung Yang Sung? Bueno, sencillamente porque es el hijo perdido de nada más y nada menos que el caído ex presidente de la nación Park Jae Sun. Él se lo robó después de aquel golpe de estado, después que lo asesinó a él y su esposa se llevó al niño para darlo en adopción a los Kim. Ellos sabían hijo de quien es realmente este muchacho, pero el amor es tan grande y ciego y a veces estúpido que no les importó y temían que Jung le revelase la verdad.
Todo lo que estaba escuchando yo no podía creerlo, ¿Jimin no es hijo legitimo de la familia Kim? Entonces... mi padre se lo robó a su verdadera familia. Recuerdo cuando era joven que mi padre odiaba a muerte a ese Park Jae Sun no se por qué.
Podía ver que la mirada aterrorizada de Jimin ahora parecía frágil, sus ojos cristalinos, claro es obvio después de enterarse de esto. No puedo concebir aun que lo último que Jimin vaya a escuchar antes de morir sea esto.
—No perderé más mi tiempo con ustedes dos. Yo no iré a prisión.
Vi como levantaba su arma hacia mí una vez más.
El sonido de varios disparos rompió el aire, mi corazón se quedó paralizado solo observando como el frágil cuerpo de Jimin caía al suelo siendo bañado con la espesa y roja sangre de Chung Mong-koo quien permanecia parado con sus dos ojos bien abiertos e inexpresivos.
—Pero si al infierno, maldito hijo de puta —Escuché como una voz grabe y dura hablaba a sus espaldas.
El cuerpo de Chung poco a poco fue cayendo al suelo ya manchado con un charco de sangre y yo no podía mover un dedo, estaba paralizado.
La escena frente a mí era tan intensa. Jimin lloraba en el suelo, sus manos apretaban puñados de tierra duramente. Min Yoongi aún sostenía el arma apuntando hacia el ya muerto Chung, en sus ojos había vacío. Un vacío inquebrantable y oscuro como la profundidad de la noche y que sin embargo tomaron vida al mirar a hacia el muchacho caído a su lado.
≫────°❅•𝖄𝖔𝖔𝖓𝖒𝖎𝖓•❅°────≪
Jimin
Sentí un escalofrío recorrer mi espalda al ver cómo este hombre desarmaba al detective, dejándolo indefenso. Mis ojos se abrieron de par en par, llenos de un miedo visceral que parecía consumirme por dentro. La escena se desarrollaba ante mí como una pesadilla, y no podía hacer nada para detenerla.
Mi corazón latía con fuerza en mi pecho mientras observaba horrorizado cómo Chung arrebataba la única arma con la que podían defenderme. Mi vista se clavó en la escena del hombre arrodillado ante nosotros, mi cuerpo lleno de un miedo intenso que parecía paralizarme. Sentía que no solo mi propia vida pendía de un hilo, y que solo un milagro era mi única esperanza.
Sin embargo mis ganas de aferrarme sucumbieron ante aquella cruel revelación.
Al final toda mi vida era una pantalla, una farsa. Acababa de escuchar las palabras que cambiarían mi vida para siempre.
Yo no era un Kim.
Levanté la mirada, sintiendo una sensación de inquietud en mi estómago cuando el detective me miró con una mezcla de asombro y pena. Quizá se sentía culpable de algún modo.
Saber esto se sentía como recibir un golpe en el estómago. Mi mente se llenó de preguntas y emociones contradictorias. ¿Ellos también sabían todo esto? ¿Eran parte de esta red de criminales? Pensé en Seokjin, él se veía muy genuino cuando me llamaba su pequeño ángel.
Mi pecho hirvio sintiendo una mezcla de emociones, shock, confusión, tristeza y rabia.
Sentía como si mi mundo se estuviera derrumbando. Todo lo que creía saber sobre mi y mi familia era una mentira. No sabía qué creer porque de todos modos moriría sin si quiera enfrentar algún día la verdad de todo esto.
Solo desee que acabara pronto, con Yoongi muerto yo ya no tenía nada, ni una familia real en quien apoyarme. Las lágrimas comenzaron a salir sin permiso recorriendo mi rostro pero no me importaba, algo frágil dentro de mí se acababa de romper.
Sentí el afloje de las manos de Chung en mi cuerpo pero no me moleste si quiera en ver por qué, ni en salir corriendo como debía hacer, mis oídos tenían un zumbido molesto y horrible así que solo me dejé caer al suelo sin fuerzas mientras seguía llorando.
No fue hasta que sentí que me tomaban del rostro con una gentileza tan sutil y suave que volví a la realidad.
¡Era Yoongi! Estaba ahí agachado frente a mi, tomando mi rostro entre sus manos para que pudiera verlo. Mi corazón volvió a latir con fuerza al saber que estaba vivo. Un gran alivio se instaló en mi pecho olvidando la aflicción que me comía por dentro.
—¡Yoongi! —Grité con todas mis fuerzas aferrandome a él, de su cuello casi haciéndolo caer hacia atrás.
—Acabó muñeco, todo acabó —Escuché el susurro cerca de mí.
Me separé de él para verlo bien, tenía sangre en su ropa, una herida que sangraba un poco cerca de su hombro y no en el pecho como creí ver cuando estábamos en el sótano y un arma en su mano derecha.
Entonces mi mente volvió a su estado anterior, buscando con desesperación al hombre que casi nos mata esta mañana.
Estaba tirado sin duda muerto frente a mí y el pitido en mis oídos fue el producto de varias detonaciones del arma que Yoongi sostenía, cerca de mí.
Al final si me salvó.
De demonio aterrador pasó a ser como un ángel de la guarda para mí.
Una vez más sus manos tomaron mi rostro y el suyo se acercó tanto que pude notar su cálida respiración y no había nada más en el mundo que deseara tanto como ahora, que sentirlo tan cerca.
—También te amo —Solté en llanto una vez más —. Dios, perdón por no decirlo antes, pero si, te amo Yoongi yo p-pensé que tú estabas...
—Shhh Jimin —Interrumpió mis balbuceos mirándome profundamente. En su mirada que seguía siendo tan oscura pude divisar aquel resplandor que me hacia ver que estaba parado frente a un humano real, uno que sabía haría lo que fuera por mí, incluso enfrentarse a la muerte por mi.
No dijo nada en absoluto, solo sus ojos clavados fijamente en los míos y después pude sentir sus labios tocar mis labios. Un beso ansiado y anhelante tan arrebatado como lo que acabábamos de vivir.
No importaba nada en este mundo ahora, estaba seguro de mí mismo que me valía mierda todo si Yoongi y yo estábamos juntos.
Una vez nos habíamos separado nos quedamos abrazados por largo rato, solo sintiendo como nuestros corazones volvían a palpitar con normalidad.
El crujir de las hojas secas siendo pisadas nos hizo separarnos. El detective aún estaba ahí. Se aproximaba hasta el cadáver del hombre y con la punta del zapato lo giró levemente. Sus ojos estaban bien abiertos e inexpresivos.
—Está muerto sin duda —Dijo tomando su arma del suelo. La otra la tenía Yoongi, de algún modo la tomó mientras no veíamos.
Ellos se miraron, una extraña competencia de miradas siempre resurgía en los dos.
—Que estés aquí, y todo esto entre ustedes me hace creer que fue planificado meticulosamente y no precisamente por el occiso aquí —Señaló con la cabeza a Chung.
Me aferré más fuerte a Yoongi, si él iba a prisión yo también. Al fin y al cabo quien lo hizo hacer todo esto fui yo.
—No sé de que hablas, Jimin y yo a penas nos conocemos y estoy aquí por el hermano de mi amigo quien también ha sido una víctima —Respondió Yoongi con soberbia en la voz.
El detective Jung nos miró largamente, parecía decidir que hacer con nosotros. Finalmente sonrió un poco y se encogió de hombros.
—Supongo que... podré omitir ciertas cosas en el informe policíal, después de todo, se lo debo a Jimin aunque jamás podré pagarle todos los daños causados por... él.
Se muy bien que se refería a su padre aún así eso valía una mierda. Estaba feliz porque Yoongi no sería acusado de nada.
—Aunque solo espero encontrar con vida al chico que nos trajo hasta acá. No lo encontré por ningún lado y la ubicación de su teléfono fue lo que nos trajo hasta aquí —Añadió.
—¿Hablas de éste teléfono? —Yoon sacó del bolsillo de su pantalón el teléfono que rápidamente reconocí como el de Jungkook.
—¿Jungkook está bien? —Pregunté con incertidumbre.
No lo veía desde nuestra última charla en el auto de Yoongi cuando lo fuimos a dejar a su casa.
—Está en mi casa sano y salvo.
Un gran alivio se instaló en mi pecho al escuchar eso. Jungkook seguía siendo mi amigo después de todo. Al parecer su ayuda fue muy importante hoy.
Las pisadas de varios hombres detrás de nosotros nos hicieron voltear y ver a una fila de policías que llegaba desde el mismo camino que nosotros tomamos antes.
—Detective ¿Todo está bien? Escuchamos varios disparos pero no podíamos encontrarlos.
—Si Chan, todo está bien.
Los policías nos veian con asombro a los dos, pero creo que más a mí.
—¿Ese es el chico que estaba secuestrado? —Preguntó el oficial que se llamaba Chan.
El detective Jung nos miró antes de responder con un asentimiento.
—El señor Chung Mong-koo, lo tuvo secuestrado por todo este largo tiempo junto con... Jung Yang Sung para que no revelara nada sobre lo que hacían. Tuve que matarlo con mi propia arma para defenderlo.
Varios hombres estaban asombrados al escuchar todo, sin embargo yo sabía lo que al detective le estaba costando culpar de todo esto a su propio padre. Quiera o no, son familia y sin embargo se echaba sobre el hombro la responsabilidad del muerto ahí en el suelo.
—Jimin, iras a la estación y dirás todo —Sus ojos me miraron fijamente—Dirás como después de escapar de la casa de mi padre éste te persiguió hasta atraparte y traerte aquí, y todo lo que hizo después.
Asentí entendiendo perfectamente que debía decir que todo fue planificado por Jung Yang Sung y Chung Mong-koo.
Una vez que hice lo que el detective me pidió, me sentí más en paz. Todo lo que dije fue absoluta mentira, pero si eso nos libraba a Yoongi y a mí entonces no me importaba.
Al salir de la estación no fui directamente a la casa de los Kim, regrese a la Quadrant House con Min Yoongi. Jungkook efectivamente estaba ahí esperando noticias nervioso.
—Kookie...
No se esperó, corrió hacia mí y me abrazó con fuerza casi haciéndo que me queje del dolor en mis costillas.
—Lo trajo sano y salvo, como lo prometió —Añadió observando a Yoongi quien sólo asintió.
—Y tú ayudaste Kookie, todos los malos están donde deben estar gracias a ti y a Yoongi.
Jungkook sonrió, Yoongi le regresó su teléfono celular con el cual la policía lo rastreó haciéndoles creer que estaba secuestrado también.
—Después de saber que Taehyung también estuvo en peligro como tú, supe que tenia que ayudar. Ahora me voy creo que él debe estar preocupado.
—¡Jungkook!
Mi amigo se detuvo a media sala antes de irse.
—No le cuentes nada de esto a Tae, no quiero que se sienta mal ni nada —Pedí algo nervioso. De todos modos acababa de enterarme que Taehyung y yo no somos primos reales.
Solo quiero protegerlo de todo esto. Él no debe saber nada de lo que pasé.
—No lo haré descuida. Adiós Jimin y señor Min. Nos veremos luego supongo.
Me despedí de Jungkook con un gesto de la mano. Supongo que la noticia de lo que pasó este día no tardará en salir por todos lados y mis padres... Los Kim querrán saber donde estoy, pero por el momento no quiero volver. El detective Jung dijo que les diría que estoy en resguardo policial.
Quiero respirar con calma por primera vez en muchos años y solo sentir a Yoongi junto a mi.
Parece que Yoongi también está pensando lo mismo porque me sujeta firmemente de la cintura y con otra mano aparta mi cabello de la frente. Mis ojos se dirigen rápidamente hacia su herida en el hombro. No puedo creer aún que por salvar mi vida arriesgó la suya.
—Yoongi...
—Faltan muchas cosas por arreglar amor, pero por ahora solo quiero llevarte a la ducha, cocinar algo rico para ti, mimarte y amarte como lo mereces mi lindo muñeco de escaparate.
Sentía mis mejillas arder pero mi anhelo rápidamente se encendió ante la anticipación de lo que Yoongi prometía.
—P-pero tu hombro...
—Shhh calma amor —Me dijo con su voz muy baja—. No es nada, por ti haría eso cada vez que sea necesario porque te amo tanto Jimin, te amo. Grábatelo aquí.
Su dedo índice se posó suavemente sobre mi pecho a la altura de mi corazón, porque de mi mente podía borrar esa información pero de mi corazón jamás.
—Yo... ya lo dije antes cuando pensé que te perdí pero lo diré ahora y cada día de mi vida Min Yoongi, yo te amo también. Te amo mucho.
La curvatura de su boca levemente arriba me hizo tan feliz, sonreía para mi. Este hombre de gustos siniestros sonreía por mi, para mí.
—Hay cosas más importantes ahora, muñeco.
Juro que iba a protestar pero cuando su boca invadió la mía sin permiso y con prisa y ansias todo se borró de mi mente, un beso de fuego que arrasaba conmigo con mi cordura y mi razón. Devolví ese beso con la misma hambre, me sujetó de las caderas y enrede mis piernas en él.
Sentía que mi vida tenía un sentido nuevo, mi destino era diferente ahora.
Después de todo yo mismo cree mi destino, yo mismo manejé todo a mi favor y yo mismo consegui al aliado más fuerte para pelear por mi. Así mismo todo lo demás lo podría arreglarlo después. Mucho después.
Por ahora solo quería ser amado por este hombre, el que estaba obsesionado conmigo y del cual estoy profundamente enamorado con este amor, con esta Oscura Obsesión, pero que sin duda era el más real y honesto que conocí en mi corta vida.
Ese hombre mayor que yo, cuya obsesión por mí ha sido como un fuego que arde y quema toda mi alma desde adentro cual infierno al que quiero llamar paraíso.
El hombre que me hizo ver el mundo con otros ojos, sin miedo, ni temores.
Un amor extraño, pero sincero y verdadero, ese que me envolvió en sus brazos con el cual mi corazón duro y rencoroso se rindió.
En sus ojos, mi reflejo se mira y no es más una sombra de eso que antes era gracias a Min Yoongi. Él es mi espejo que me muestra, lo que siento y deseo.
Ahora sabe que también lo amo, con este amor obsesivo y pasional que me consume por dentro, y me hace sentir vivo y real.
Se que juntos, bailaremos en la oscuridad una danza siniestra pero hermosa a nuestros oídos, con la luna como testigo, de nuestro amor viscersal, en donde nuestros corazones laten, al unísono, en este ritmo de pasión oscura que nos hace sentir libres.
┌────── ∘°❉°∘ ─────┐
Dark Obsession
Fin
└────── °∘❉∘° ─────┘
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top